Hola, como podéis comprobar por la velocidad de publicación, mis planes de fin de semana se quedaron tan helados como la temperatura de mi región, así que el capítulo viene muy calentito…

He empezado con lo que os dije en el capítulo anterior… como no os conozco mucho a algunos/as (cómo odio esto de la /) os invento. Espero no meter la pata y que os enfadéis, es solo una forma de haceros partícipes de la historia. Así que en este está la primera snitch vuestra.

Dedico este capítulo a…. tatatatatatatatatatatata (redoble de tambores) a CERDO VOLADOR por dejarme… Uf un montón de comentarios seguidos, gracias por el esfuerzo, y LUNNAI MOON y MISSGINNI por su paciente impaciencia. Besos y espero que os guste.

Disclamer – Ver Introducción.

Respuestas a los comentarios – Ver donde siempre.

Besos y espero que os guste, sigo admitiendo sugerencias.

Serendipity – Miembro de las Órdenes Draconiana y Siriusana.

- Capítulo 9: La snitch de Ginny -

-Mierda, mierda, mierda…- Draco daba vueltas al antiguo despacho de artes oscuras con desesperación, hablando solo en voz alta. – Es casi la una de la madrugada, y no aparece… lleva siete días sin bajar… ¡siete! Maldito Gryffindor… y mañana es el partido… ¡joder! Pensé que había captado la indirecta… llevo más de un mes sin sexo… ¡más de un mes esperando a ese…¿Pero es que no había otro más tonto del que enamorarme?... – Empezaba a marearse de dar tantas vueltas sin sentido.

Durante la semana que había pasado, Harry se había dejado querer por sus dos pretendientes, pero no había dado señal de interés por ninguno. Cogía los regalos de Anthony con una gran sonrisa y un educado 'muchas gracias' y un beso, y los amontonaba en un rincón de su cuarto sin abrir. Dejaba que Draco le enseñase en la pocioteca con una sonrisa y sin rechistar… incluso no se resistía cuando le acorralaba en algún pasillo para robarle un beso, eso sí, en cuanto le intentaba abrazar o acariciar, se escurría como una anguila, y con cualquier educada disculpa se iba dejando al rubio con ganas de más. Nadie sabía lo que estaba pensando, nadie, ni tan siquiera sus mejores amigos, que cada día le miraban con cara de preocupación mal disimulada.

Sutilmente Pansy había conseguido poner a Hermione de su parte, y Ron no hacía campaña por Draco, pero tampoco sobre el Ravenclaw si surgía la ocasión, lo cual era mucho avance conociendo al pelirrojo y lo que hasta hacía unos días opinaba del rubio.

La indirecta que Draco suponía que Harry no había entendido aquella tarde surgió en la pocioteca en uno de los descansos. El tema del día: Quidditch

Flash Back –

Ron comía unos merengues, mientras Harry seguía comprobando los listados de pociones reconocidas durante esas dos horas que llevaban trabajando. Pansy y Blaise andaban perdidos por entre las estanterías.

-Draco – Dijo al fin Hermione rompiendo el silencio ¿Cómo llevas el partido de mañana?

-Bien, es fácil.

-Ya sabes que Cho no va a ser la buscadora – La castaña estaba tanteando el terreno.

-Si, lo sé, y sé que ese estúpido presuntuoso de Goldstein ha dicho que me va a pegar la paliza de mi vida y que va a atrapar la snitch delante de mis narices…

-Ah, ya lo sabías.

-Me lo gritó a la cara delante de medio colegio…

¿Y qué más te gritó? – preguntó Harry sin levantar la vista de su tarea. Draco miró con dudas a Hermione y Ron… por lo visto, nadie se había atrevido a contarle al moreno ciertas cosas… pero este se olía algo.

-Pues… tonterías¿Qué otra cosa puede gritar un tonto?

-Si, eso… ya sabes… la típica pelea de gallos antes del partido – Dijo Ron intentando desviar el tema. Harry levantó la vista unos instantes para mirarlos a todos con cara de "Sé que me estáis mintiendo" y volvió a sus papeles. Es curioso. – Continuó el pelirrojo - Todos tenemos costumbres antes de los partidos… para tranquilizarnos y eso…

¿Qué es lo que haces tú? – Preguntó Pansy saliendo de entre las estanterías seguida de su pareja.

-Reviso el uniforme.

-Unas cien veces, es cierto – Harry sonrió al decirlo. ¿Y tú Draco?

-Sexo… - Harry levantó la vista de nuevo unos segundos y Ron y Hermione le miraron extrañados – La noche de antes. Justo antes no porque… pero la noche antes siempre. ¿Y tú Harry?

-Lo normal es que me pase la noche en vela pensando en las jugadas de partidos anteriores. ¿Sexo?... No lo había pensado nunca… pero tienes razón es más relajante que lo que yo hago.

-El puesto de esta noche aún está vacante por si te interesa… - Ron se atragantó con el zumo.

-Será mejor que continuemos¿con quién me toca ahora? – Preguntó con toda tranquilidad como si no hubiese oído al rubio.

Fin del Flash back –

Draco había llenado todo el despacho con velas aromáticas y había comprado diferentes aceites corporales… Aunque llevaba toda la semana esperando en vano, porque para ser sinceros, ya no se concentraba si no tenía al moreno rondando a su alrededor, había creído que esa noche pasaría… pero ya era muy tarde. Empezó a recoger todo lo preparado, y mientras lo hacía, una especie de angustia se instalaba en su pecho.

-Bueno, lo más seguro es que esté durmiendo… porque… claro, tiene que pensar y ¿Pero qué demonios tiene que pensar? Yo soy mucho mejor en todo… - La ira comenzaba de nuevo a dominarlo - Tenía que haberle contado lo que ese cretino dice de él… Al menos tampoco está con él… creo… ¿y si ha ido a relajarle a él esta noche?... No, no, no… No es posible… no lo pienses Draco, no lo pienses… no va a volver con él… Pero… y si lo ha hecho… ¡Se acabó! No pienso esperarle ni un minuto más… Soy libre, así que no tengo porqué comportarme como un casado, no tengo a nadie que guardar fidelidad… Claro… me tiene tan seguro que pasa de mí… pero no, ya no. Se acabó… Si me quiere que se lo curre él… eso…. Ahora mismo voy a salir de aquí, y me tiraré al primer ser humano que me encuentre, no me voy a dormir hasta haber echado un buen polvo.

Dicho esto, y con una nueva resolución en su cabeza, abrió la puerta del despacho con fuerza y… se quedó quieto mirando al aula… Harry estaba de pie en medio de ella, parecía que llevaba un rato porque se sobresaltó cuando la puerta del despacho se abrió de golpe.

¿Harry¿Qué haces aquí a estas horas¿Cuánto tiempo llevas ahí parado?

-Pues… pensaba. – Draco se acercó despacio…

-Pareces helado – Le cogió del brazo y le empujó hacia el despacho ¿Por qué no has entrado? – Harry no le contestó… simplemente miró el lugar en el que estaban.

-Si me tratas como a un trofeo… juro que te mataré – Dijo mirándole directamente a los ojos.

¿Eso significa lo que creo?

-Significa que como mañana o pasado… o cuando sea, presumas o cuentes algo de lo que suceda esta noche… - Draco le puso una mano en los labios haciéndole callar.

-Lo he entendido, Harry. Te prometo que no lo contaré. Solo dime… ¿Mañana por la noche volverás? – El moreno dudó unos momentos…

-No lo sé, supongo que…los dos lo sabremos mañana por la noche.

-Con eso me basta. – Puso una mano en la mejilla de Harry que cerró los ojos preparándose para recibir los labios de su amante que no se hicieron esperar.

El beso se volvió más y más profundo. Draco abrazó el cuerpo del Gryffindor, notando que esta vez, no se le escurría de entre los brazos. Harry apoyó sus manos en los hombros del rubio y se separó un poco.

-Aquí hace frío ¿no? – Draco le volvió a besar para asegurarse de que no salía huyendo. El moreno no le apartó, pero cuando sus labios volvieron a quedar libres volvió a quejarse – En serio Draco, hace frío. ¿Acaso mañana quieres perderte el partido contra Ravenclaw? – El rubio emitió un leve bufido de contrariedad. Miró los ojos verdes que le devolvían la mirada con cierto tinte de diversión, y se separó.

-No te muevas de aquí…

¿Puedo sentarme? – Dijo a punto de reír.

-Harry – Se quejó Draco – No te burles. – Y de una patada abrió un baúl que estaba cerca de la chimenea. Docenas de velas empezaron a flotar por la habitación ¡Lumus! – Y las velas y la chimenea se encendieron, dando al lugar una imagen muy acogedora.

Mientras el despacho se calentaba y se llenaba del perfume de azahar de las velas, Harry miraba a su alrededor asombrado. Empezó a notar un sentimiento que hacía mucho que no experimentaba… algo parecido a cuando voló por primera vez. Draco le miraba detenidamente observando los cambios de expresión de la cara de Harry.

¿Te gusta?

-Me encanta… ¿Son velas bailarinas? – Draco chasqueó los dedos. Una suave música comenzó a sonar y las velas comenzaron a girar y moverse a su son. – Nunca las había visto… me habían hablado de ellas… Ron se las regaló una vez a Hermione. Pero a mí…

-Te conformas con poco – Dijo acercándose de nuevo para abrazarle por detrás.

Harry siguió observando un poco la danza de las velas, mientras Draco comenzaba a besar su cuello por detrás. Echó la cabeza hacia atrás, sobre el hombro del rubio, y cerró los ojos. Notó como las manos del rubio le sacaban la camisa del pantalón y se metían entre la tela y su piel, acariciándole el vientre y subiendo hacia su pecho. Gimió cuando las manos de su amante se hicieron dueñas de sus pezones, creía que las piernas le iban a fallar. Llevó los brazos hacia atrás para sujetar la cabeza de Draco y darle un poco más de espacio.

-Eres hermoso Harry… no sabes cuanto – Decía Draco mientras le besaba con deseo.

-Es tu noche, Draco, no la mía. Tendría que ser yo el que…

-Es mi noche… déjame que disfrute. Mira – Harry abrió los ojos y vio frente a ellos un gran espejo – Mírame tras el espejo… no dejes de hacerlo.

Draco desabrochó su camisa despacio, dejando su pecho al descubierto. Harry notaba como a la vez que le acariciaba, la erección de Draco comenzaba a crecer, y cada vez estaba más pegado a él. Deseó darse la vuelta, pero el rubio no le dejaba, recordándole que era su día y él mandaba. Bajó una de sus manos, jugó con el ombligo, sabiendo que esto excitaba mucho a Harry, y luego le desabrochó el cinturón, metiendo la mano en la entrepierna. Harry gimió de nuevo, cerrando los ojos. Draco, aún con la ropa puesta, comenzó a rozar su erección contra él, al mismo ritmo que comenzaba a masturbarle. Miró hacia el espejo para ver de frente lo que testaba pasando y se encontró con una de las escenas más eróticas que jamás creyó ver. Harry estaba realmente hermoso gimiendo entre sus brazos, totalmente a su merced, vencido por el deseo. Abrió sus ojos verdes despacio, y buscó los grises en el espejo. Se giró un poco para besar al rubio, y con un suspiro, dejó que terminara su tarea, dejándose ir sobre su mano. Draco le giró en ese momento, sonriendo suavemente.

-La otra vez también lo hiciste – Susurró apoyándose en su cuello.

-Lo sé. Me gusta tu cuerpo, me gusta jugar con él. Me excita mucho ver como te rindes y te dejas… - Comenzó a besarlo de nuevo – Mañana si quieres será tu noche, y tú decidirás el cómo – Harry comenzó a quitarle la camisa.

-El mañana no existe… solo existe el presente… el aquí y el ahora… y protestes lo que protestes… voy a dar un golpe de estado ahora mismo – Empujó al rubio sobre el sofá y antes de que éste se diera cuenta, le estaba quitando los pantalones.

-Harry…

-Ni se te ocurra, ahora mando yo.

Se terminó de quitar la ropa que le quedaba, y continuó con los pantalones del rubio.

-Tengo hambre – Dijo parando y tumbándose encima de Draco que lo miró con cara de asesinarlo.

¿Ahora!

-Sí¿Tú no? – La sonrisa pícara del moreno alejó los fantasmas del rubio – Vamos a jugar – Estiró el brazo y agarró una de las corbatas – Es la tuya, así que…

-Tú te vendarás los ojos

-Eh, no, no es… - Draco le besó

-Tú eras el que tenía hambre¿no?... además… tu golpe de estado ha salido mal, así que ahora eres mi prisionero.

-Me vengaré… lo sabes ¿verdad?

-Estoy deseándolo… - Dijo empujándolo para quitarle de encima

Draco le vendó los ojos con la corbata, y le hizo sentarse de rodillas en el suelo, luego, con la otra corbata le amarró las muñecas, por delante, permitiéndole así algo de movimiento. No se trataba de dominar, sino de dificultar. Hizo aparecer una bandeja con diferentes frutas… En los despachos, no hacían falta elfos, y más en el de artes oscuras… cogió una fresa y con la punta, comenzó a rodear los labios de Harry. El moreno se movía para cogerla, pero el rubio, riendo, la alejaba, hasta que con sus manos atadas, consiguió atrapar el brazo de su torturador y comer la fresa. El zumo se deslizaba por los dedos, así que los lamió con una deliberada lentitud, que hacía estremecer a Draco que hacía grandes esfuerzos por controlarse, llevaba rato demasiado excitado para esto, pero tenía que aguantar un poco más.

Después la naranja la sujetó con la boca. Para las cerezas y las frambuesas se tumbó, haciendo que el Gryffindor tuviera que buscarlas con los labios por todo su pecho y su vientre respectivamente. La manzana estaba escondida en la base del pene, y la pera entre sus piernas… En este punto, y con la lengua de Harry jugando con todo lo que había estado rozando la fruta, Draco decidió que no podía más. Atrajo el bote de vaselina, y con prisa pero con pericia comenzó a preparar a su amante. Este no se resistió, sabía que llevaba mucho rato y su boca casi le hace perder el control un par de veces… La primera le avisó el rubio, pero la segunda la detectó solo… empezaba a aprender cosas de ese cuerpo.

Draco le apoyó el cuerpo contra el sillón, para que estuviera más cómodo, pero ni le desató las manos, ni le quitó la venda. Harry apoyó en el suelo firmemente las rodillas, y dejó que la mano de Draco le colocase la erección entre su abdomen y el cojín. Notó la suave punta que le recorría rodeando su entrada avisando de su llegada, y luego despacio, la notó entrar… todo su cuerpo se estremeció, arqueándose hacia atrás levemente. Draco puso una de sus manos sobre la espalda, acariciándola, para relajarle… pronto comenzó a moverse lentamente. Los gemidos de ambos inundaron el despacho. Después le cogió por los hombros y los embates comenzaron a ser más rápidos y fuertes. Harry notaba como su excitación aumentaba con el ritmo que le imponía y el roce con el cojín del sof�, la respiración de Draco a su espada y su nombre apenas gemido por el rubio. Cuando éste metió sus dedos entre su pelo y tiró de su cabeza hacia atrás, Harry no pudo evitar que sus gemidos se hicieron más fuertes, era una dulce tortura.

-Draco… Draco, no puedo…

En ese momento el rubio notó las cotracciones del orgasmo de Harry, y suspirando y sonriendo dejó de controlarse, dejándose caer finalmente sobre él.

Ambos yacían en el suelo, respirando agitadamente y sudorosos por el esfuerzo. Tras uno o dos minutos, Draco atrajo a Harry hacia sí. Se besaron y se cubrieron con una de las mantas que el rubio tenía en el despacho. Pasaron largo rato en silencio, pensando abrazados. De vez en cuando, el moreno levantaba la cabeza y daba suaves besos en los labios de Draco, pero sin decirle nada.

-Dime Harry – El moreno le miró, de tan cerca veía bien sin gafas ¿Has decidido ya?

¿El qué?

-Lo sabes… necesito saberlo.

-Supongo que simplemente dejaré que las cosas pasen.

-Sin ataduras, lazos o responsabilidades…

-No, no… no me refería a eso. Me refiero a que… no voy a forzar las cosas… contigo… dejaré que simplemente sucedan… tal vez dentro de un mes seamos inseparables o tal vez nos odiemos de nuevo…

¿Vas a probarme?

-Bueno, en cierta manera… aunque el que estoy a prueba soy yo… no tengo muy claro qué es lo que me empuja hacia ti… y tampoco si soy capaz de tener una relación estable… Ya hice daño a Anthony, le fui infiel… y no creo que me perdone de nuevo… no quiero hacerte daño… No voy a mentirte, quiero estar a tu lado, pero…

-Correré ese riesgo. Lo que siento – Dijo cambiando el tono de serio a broma – es que no vas a poder presumir de mí.

-Draco… - Se quejó Harry – Sabes que… Ohhhhhh, maldito Slytherin presuntuoso. – Y en ese momento comenzó una batalla de cojines, justo cuando uno apareció de la nada y se estrelló en la cara del rubio.

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Draco desayunaba tranquilamente junto al resto de su equipo, y Harry sonriente le observaba de reojo, hasta que un irritado Ron le sacó de sus pensamientos.

-No me lo puedo creer… conoce a alguien por un foro de debate de una revista y ¡hala!

-No es para tanto cariño, a mí me parece muy romántico.

¿Qué es lo que ha pasado? – Pregunto Harry curioso.

-Ni tan siquiera se han visto – Siguió quejándose Ron

-Pero qué… - Harry no entendía nada.

-A Ginny le han regalado una snitch.

¿Quién? – Los ojos verdes de Harry estaba completamente abiertos de asombro.

-Solo sé que se llama Nima y que se conocen a través de escribirse. Hoy le llegó a Ginny una snitch por lechuza.

Continuará…

Respuestas a vuestros comentarios:

JuliaSakura – Por fin juntos… no te quejarás… aunque la relación no va a ser fácil, ya lo verás. S

Asil Black – La de Sirius ya salió, pero haré una segunda parte, así que paciencia. S.

Cerdo Volador – Por tu esfuerzo te he dedicado este capítulo, y… bueno, que alguien no te guste, como Cho, no significa que a veces digan cosas coherentes. Un beso. S.

Diabolik – Sé que este capítulo te ha gustado ¿a que sí? Lo sé porque en el Draco es feliz, y eso siempre te gusta. Un besazo. S.

Iva girl – Sí, ahora si que salió la dirección. Muy interesante, la verdad. Gracias. S.

Livia812 – Acepto tu reto, jajajajaja, pronto leerás el resultado… A ver si acierto. Gracias. S.

MMTXDMB – Pues no veas el ataque que le va a dar cuando lo de Draco y Harry avance y se entere… ufffff. Jajajajaja. S.

Gaby ¿Patético? Es inseguro en el tema de las relaciones… bueno, sí, es un poco patético, tienes razón. Gracias por tu comentario. S.

Velia – Supongo que trataba de contenerse para no perder lo que tenía… pero… a ver como sale ahora. Gracias. S.

LadyPotter – Gracias, gracias… me agrada que me deis ánimos, yo también soy un poco insegura con mis fics… S.

Ayda Merodeadora – No sé, pero el personaje de Pansy siempre me ha intrigado… tan Slytherin… creo que si esa chica planea algo, siempre la saldrá bien. Un beso. S.