Serendipity de nuevo al ataque… Bueno, avisos previos:
1º- No sé como sois… así que si no me dais pistas… os inventaré. Si no acierto es porque no soy pitonisa… lo siento, de verdad.
2º- No pensaba contar la snitch de Seren… pero he cedido ante el clamor popular, mi ego os lo agradece, en serio.
3º- Blaise es un Slytherin y por lo tanto se comporta como tal, solo es leal a los suyos. Lo siento chicas, no me matéis, no todas pueden ser mega-azucaradas. Perdón, perdón, perdón.
4º- Pronto aparecerá Lucius, tranquilidad, que no me olvidé de él ni de tito Voldie.
6º- Llevo un orden con las snitch, así que tranquilidad, daré todas, pero no puedo meterlas en un solo capítulo… paciencia que cumpliré lo prometido.
Dedico este capítulo a MIXETA por sus maravillosas sugerencias, a SELENE 2000 por sus maravillosas historias recién descubiertas por mí, y a MERCY4EVER como compensación a todas las subidas de azúcar que la produzco.
7º- Os quiero. Besos
Serendipity – Miembro de las Órdenes Siriusana, Draconiana y Severusiana
- Capítulo 15: La snitch de Blaise -
Hacía una mañana espléndida de sábado, Draco había pensado ir a ver entrenar a Harry que se preparaba para el partido contra Hufflepuff, el último de la temporada. Como siempre andaban muy reñidos los puntos entre las dos casas, y Harry había jurado a todos los miembros de Gryffindor que lucharía hasta el final por la copa de Quidditch, y que no le influiría su relación con el Slytherin.
Al salir del comedor, se tropezó con Remus que iba seguido de Severus que le regañaba por algo.
-Perdón señor Malfoy… el profesor Snape me había distraído y no le vi – Dijo él algo enfadado.
-No importa.
-Recuerda que tienes que estar de vuelta para las 3, a Rosmerta le gusta demasiado distraerte, y lo que tenemos que hacer es importante.
-Lo sé, Severus… Malfoy ¿ha visto a Potter?
-Está entrenando ¿quiere que vaya a buscarlo?
¿Entrenando?... no, no… es cierto… pues… ¿Tiene algo que hacer hoy por la mañana? Necesitaba que alguien me acompañara al pueblo para…
-Si que puede, no tiene nada mejor que hacer… Señor Malfoy, recoja su abrigo y espere en la entrada a que vaya el profesor Lupin.
-Severus… a lo mejor no quiere…
-Si lo puede hacer un Gryffindor, un Slytherin lo hará 100 veces mejor.
Remus puso lo ojos en blanco y siguió avanzando por el corredor sin hacerle mucho caso. Severus se metió al gran comedor, y Draco se quedó quieto mirando a los dos hombres irse por caminos diferentes. Algo que llevaba dando vueltas por su cabeza unos días empezó a tomar forma… a la vuelta se lo comentaría a Pansy, ella era la especialista.
Durante todo el camino, fue mirando fijamente al licántropo, realmente era bello. Tal vez con mejores ropas… y un buen corte de pelo… Remus le miró interrogativamente.
-Lo siento… he sido indiscreto – Dijo el rubio mirando para otro sitio.
-Últimamente me observas mucho, me he dado cuenta… me pregunto qué es lo que tramas.
-No, nada. Solo que me preguntaba si… Bueno, Harry me contó lo de Black y…
-Hay heridas que nunca se cierran.
¿Ni con una nueva pareja? – Draco le miró directamente a los ojos
-No es fácil encontrar pareja con mi pequeño problema mensual… De todas formas… no tengo prisa. ¿A qué viene ese interés?
-Harry… se preocupa – Mintió.
-Nunca me ha dicho nada al respecto.
-Le cuesta hablar de según qué cosas.
-Ya hemos llegado – Comentó dando el tema por terminado.
Recorrieron todo Hogsmeade buscando las cosas que necesitaban. Al contrario que Severus, Remus hablaba con todo el mundo, se preocupaba por sus familias, los enfermos, los niños… conocía la vida, obra y milagros de todos los habitantes del pueblo, así que tardaron mucho más de lo que él estaba acostumbrado con su tutor. Lo mejor llegó a la hora de comer. Entraron por detrás, directamente a la cocina de Rosmerta, que les esperaba con la mesa ya puesta.
¿Esta vez no vino Harry? Pobre Serendipity, se sentirá decepcionada – Comentó la mesonera.
-No, ya verás como Draco la tiene entretenida. – El rubio conocía de oídas a la chica, y llevaba con ganas de verla desde la snitch de Harry. Estaba temporalmente con Rosmerta, mientras a su madre Mary Sue, prima de la mesonera, mejoraba de un accidente en San Mugo.
-Comed primero.
-Así lo hicieron. Malfoy se sentía como un pez fuera del agua… nunca había estado en una situación parecida, comiendo en la cocina de una taberna compartiendo mantel con la dueña y un hombre. Rosmerta miraba a Remus con simpatía, y le tocaba con familiaridad, pero sin ninguna intención oculta. Aún no entendía que hacía él ahí, sabía que esperaban a un mercader que traía cosas que por lo visto Dumbledore había encargado pero…
-Ya oigo su carreta – Dijo de repente el licántropo. Rosmerta se levantó y empezó a preparar algo.
-Escucha bien, Draco. Necesito que mantengas a Serendipity callada y tranquila, ya que Rosmerta es la que mejor comercia con este hombre…
-Por llamarlo de algún modo – Comentó con ironía ella.
-Toma… - Le puso un biberón delante – Aún está muy caliente, así que podrás bañarla antes de dárselo… La gusta jugar en la tina, así que ponte un hechizo que te mantenga seco.
El rubio tardó unos segundos en reaccionar… pero recogiendo todo el aplomo que había adquirido durante su educación, se levantó, y con el biberón en mano se fue hacia la habitación que le señalaba Rosmerta.
Al entrar vio una cuna de madera bajo una gran ventana. Encima de ella, flotaban unas snitch decoradas con dibujos infantiles, que daban vueltas como un tiovivo. Faltaba una… Draco sabía que era la del león, y que la tenía Harry. Dejó el biberón sobre una mesa y se acercó hacia la cuna. Una niña de a penas 5 o 6 meses dormía tranquila en ella. Suspiró y maldijo las palabras de Severus "Si lo puede hacer un Gryffindor, un Slytherin lo hará 100 veces mejor".
Al sentirse observada, la niña abrió unos enormes ojos negros… estiró la manita hacia su observador, y tiró del mechón de pelo del rubio que había cogido con rapidez. Ante la queja de Draco, ella empezó a carcajearse "Ya entiendo porqué te llevas tan bien con Harry".
-Así que tú eres la chica que me quiere robar al novio… - Draco la sonrió – Pues no te voy a dejar… no – Harry hubiese pagado millones por verle hablar así como un niño pequeño. – Eres muy guapa y sé que te quiere mucho, me lo ha dicho… pero solo amigos ¿vale? – Serendipity balbuceaba e intentaba volver a agarrarle del pelo.
Dispuesto a demostrar que era capaz de cumplir con la tarea encomendada, cogió a la niña en sus brazos y se puso manos a la obra. Con poco trabajo consiguió bañarla, a Serendipity le gustaba el agua, y gracias al aviso de Rosmerta, no se bañó él también, los problemas surgieron a la hora de vestirla, la niña no paraba quieta y no se dejaba poner los pañales. Como se enfriaba el biberón, optó por darla de comer antes de terminar de vestirla, y acertó, porque después estaba mucho más tranquila. Cuando todo estuvo en su sitio de nuevo, volvió a meter a la niña en la cuna y se puso a jugar con ella y las snitch… al rato, Remus entró a llamarle.
-Lo has hecho bien por lo que veo.
-Creo que he usado el hechizo 'fregoteo' unas 100 veces por minuto – Contestó cansado.
-Ya nos podemos ir… despídete de ella – Remus se había acercado y la hacía carantoñas que eran respondidas con gorjeos alegres.
-Adiós, peque… - Vio a Remus salir de nuevo de la habitación – y gracias por ser tú la primera en regalarle una snitch.
Serendipity sonrió, estiró una de sus manitas y le ofreció la snich que llevaba rato intentando morder.
¿Para mí? – Draco sonrió a la pequeña que le balbuceaba algo que parecía muy importante para ella – Gracias preciosa – Cogió la snitch que representaba al gato y dándola un beso en la frente, se despidió.
O-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
Llegó cansado a su cuarto, aun le quedaban un par de horas para ver al moreno, así que aprovecharía para tumbarse en su cama y no hacer nada. Las cortinas de la cama de Blaise estaban cerradas, eso solo podía significar que estaba ocupado con Pansy. Se tumbó y cerró los ojos…
-Vaya, nuestro rubio príncipe ha vuelto, caramelito.
-Ya le veo… ¡Draco¿estás despierto¿no te oí entrar?
-Eso es – Draco abrió los ojos y les miró – porque estabas ocupado. – Pansy y Blaise estaban aún bajo las sábanas. A la morena se la veían los hombros ya que descansaba sobre sus codos. Blaise estaba tras ella, acariciando su espalda bajo las sábanas.
¿Te unes? – Dijo ella con descaro
-Sé que me matarías si me acerco a Blaise… - Ella sonrió con aprobación – Y no me perdonaría el fallarle a Harry.
-Hacéis una dulce pareja, respondió ella. Soy una buena casamentera… El pelirrojo y la listilla están más que a punto de caramelo, tal vez una semana más. – Apoyó la cabeza entre sus brazos cruzados, permitiendo que Blaise comenzara a darla un suave masaje en los hombros.
-Tengo un reto para ti… creo que eso demostraría cuán buena eres…
¿Un reto¿A qué dos estudiantes quieres que empareje?
-Es algo más difícil que dos estudiantes…
¿Más difícil bomboncito? Un poco más a la derecha cariño. Dime pues.
-Snape y Lupin – Blaise le miró con brillo de malicia en sus ojos, mientras Pansy, un poco sorprendida pensaba en la pareja.
¿Cómo se te ocurrió esa pareja? – Preguntó el Slytherin
-No sé, en realidad creo que Severus mira a Remus de una forma curiosa.
¿Mezcla de odio y deseo?
-Si, ya veo que te habías fijado, preciosa.
-Claro bomboncito… es un buen reto… ¡lo acepto! Pero os necesitaré.
-Cuenta conmigo para lo que quieras, querida
-Harry y yo también te ayudaremos, aunque Severus… bueno, por ahora cuenta conmigo, ya me encargaré de Harry.
-Y hablando de amor – Pansy comenzó a reírse con suavidad ¿Sabes que ha pasado hoy después de comer?...
-Cuéntamelo tú.
-Blaise por fin me ha contado qué es lo que hizo en verano en la playa… y ha sido muy malo… menos mal que se dio cuenta de que yo era lo mejor de este planeta y con el nuevo curso cayó en mis brazos…
¿Y Harry? Sé que tú estuviste con él a principio de…
-Harry fue en el tren… ¿de verdad quieres saberlo? – Preguntó ella extrañada
-No, la verdad es que no quiero… - Draco miró al techo unos segundos – Bueno, y ¿qué hizo tu caramelito este verano?
-Pues salió con dos chicas a la vez…
-Vaya¿juntas o por separado?
-Por separado.
¿Y?
¡Genial! Tío, fue genial… - Dijo Blaise entusiasmándose
-Lo raro es que no te pillasen… ¿qué cuento les contaste?
-Pues ninguno… Se te olvida que soy un Slytherin… y he tenido buenos maestros…
-Una se llamaba Regan y otra Yumeko… ¿Verdad caramelito?
-Sí, estaban en distinto hotel en Copacabana, así que eso me facilitó el tema. La verdad es que eran… perfectas… - Dijo medio soñando. En ese momento recibió un codazo de Pansy y Draco se echó a reír ¡Cariño! – Se quejó el moreno – Si tú no existieses… seguro que saldría con alguna de ellas…
-O con las dos, jajajajaja. – El lado más Slytherin de Draco salía a la luz.
-Bueno, ambas sabían que existía otra… aunque no les di muchas pistas… la verdad.
¡Lo que se puede llegar a hacer por un tío! – Suspiró Pansy
-Bueno, todos hemos jugado con alguien alguna vez… Ya te imagino – Draco iba gesticulando con las manos mientras lo contaba – Tú paseando por una de las playas de Copacabana con Regan… dándoos la mano dulcemente, con el atardecer de fondo… y por la noche bailando como un poseso con Yumeko mientras la otra creía que estabas felizmente durmiendo en tu hotel soñando con ella. Y al día siguiente… ¡cambio de papeles! A la playa con Yumeko y a bailar con Regan.
-Ya te dije que mi caramelito había sido malo – Dijo mimosa Pansy – Además… tú eres infiel por naturaleza, no presumas tanto que sé que más de una vez hiciste lo mismo.
-Pero todo eso acabó. Ahora únicamente Harry ocupa mi corazón…
-Ya… al menos, yo tengo una snitch con el nombre de ambas… ¿qué tienes tú?
¿Cómo¿La misma snitch? – Draco comenzó a carcajearse, mientras Pansy se incorporaba incrédula
¿Blaise¿Cómo es que te regalaron una entre las dos, si según tú no se conocían? – Pansy le miraba con enfado mientras Draco ya lloraba de la risa.
-Supongo que por… ¡Oh, no!
-Se han burlado de ti… ¡imbecil! – Pansy le tiró una almohada mientras, enfadada y cubierta con la sábana buscaba su ropa.
O-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
Draco llegó con más de una hora de retraso, la reunión de prefectos se había alargado de forma imprevista, el sustituto de Anthony aún estaba fuera de órbita, y no conseguían que aterrizase. Al abrir la puerta, vio a Harry sentado en un sillón, con las piernas cruzadas al estilo indio. Estaba leyendo como era su costumbre, alguno de los libros prohibidos que él almacenaba en ese despacho. Se le veía encantador, todo concentrado en a saber qué hechizo. Tomó aire y se puso serio. Luego entró despacio.
-Harry…
-Hola, ya era hora… espera un momentito que termine esto…
-Harry… tenemos que hablar.
¿Hablar?... Sí claro, solo un segundo.
-Es importante. – Harry levantó la cabeza del libro y miró a su compañero. Dobló una esquina y lo cerró.
¿Pasa algo?
-Yo… - Draco se sentó en el sillón de enfrente – No sé como empezar.
-Podías empezar por darme un beso… - Draco miró hacia la hoguera esquivando la mirada de Harry. ¿Draco¿Tan malo es?
-No quería que esto sucediera… en serio – Harry dejó de respirar – Yo… no quiero hacerte daño…pero…
-Draco… - El miedo comenzaba a apoderarse del moreno.
-Ha sido un flechazo… no lo he podido controlar… y ella tampoco.
¿Qué? – Los ojos del Gryffindor comenzaban a humedecerse.
-Lo siento, Harry, nos queremos – Abrió su mano y apareció la snitch con el gatito. – Te he robado la chica.
¡Maldito…! – El moreno se puso en pie de un salto ¡Draco! Casi me matas del susto – Harry le lanzo el libro. Estaba entre furioso y feliz. Draco sin embargo se reía fuertemente – Pero como… ¡maldito seas! No deberías bromear con eso… sabes lo sensible que soy…
-Por eso lo hago… para que aprendas a reírte de ti… - Las lágrimas corrían por su mejilla – Oh, estabas graciosísimo… Ven, no te enfades… Ven y dame un beso.
-No – Dijo el moreno cruzando lo brazos frente a él.
-Ven – Repitió más tranquilo estirando los brazos para atraerlo.
-No
-Anda, ven, por favor… - Harry se dejó atraer – Siéntate encima, a horcajadas – Con cierto mohín de niño pequeño que hace algo a regañadientes se sentó encima de Draco como le decía, y casi sin poder reaccionar, el rubio le abrazó atrapándole en un profundo beso.
Harry apoyó las manos sobre el respaldo del sillón, y dejó que Draco siguiera profundizando el beso, mientras sentía como sus manos comenzaban a desabrochar su camisa. Sin pensar, comenzó a mover sus caderas hacia delante y hacia atrás, suavemente, provocando un gemido de Draco, que abandonaba su boca en dirección al cuello, mientras sus manos terminaban de deshacerse de la camisa. Siguió besando el torso del moreno con avidez, llegando a los pezones… para entonces, ambos tenían ya una excitación fuerte conseguida por el roce de sus miembros en el movimiento de balanceo del Gryffindor. Cuando Draco besó uno de sus pezones, Harry sintió una especie de calambre que le recorrió la espalda, haciéndolo acelerar el movimiento, la urgencia empezaba a adueñarse de él, mientras el rubio se comenzaba a ver invadido por algo que no controlaba… se apoyó en el respaldo del sillón y llevó las manos a las caderas de Harry, forzándole a un mayor contacto y un mayor ritmo, gimiendo y pidiendo más, hasta que perdido en los ojos verdes de su amante, llegó al orgasmo, seguido a los pocos segundos por él.
Un sudoroso Harry se abrazó fuertemente a él, intentando retener las miles de sensaciones que sentía en su cuerpo en ese momento.
-Harry – Dijo buscando su boca para besarlo – No sé que demonios has hecho, pero es la primera vez en mi vida que tengo un orgasmo sin haberme quitado la ropa.
-La ¿verdad?... No lo sé… simplemente hice lo que me pedía el cuerpo… Pero creo que hay algo muy parecido a esto que se le llama dans lamp o algo así…
-Estoy pringoso… y tú – Sonrió ¿Y si nos terminamos de quitar la ropa y…? – Elevó las cejas en señal interrogativa.
-Creo que hoy no… no me apetece.
¿Qué no te apetece?... Mañana no madrugamos…
-Ya, pero no estoy de humor… - Se levantó de encima del rubio y fue a por su varita – Fregoteo.
-Todo es empezar.
-En serio… es que ¿sabes? – Cogió su camisa del suelo – Me han robado la novia. – Dijo echándose a reír. Draco se levantó ágilmente y atrapó al moreno entre sus brazos…
-Pobre… yo te consolaré.
-Antes de que sigas… tengo algo importante que decirte.
-Luego, ahora quítate la ropa – Mientras él se deshacía de la corbata y la camisa.
-Me ha vuelto a escribir Anthony – Draco se quedó quieto.
¿Le contestaste la otra vez?
-No… ¿quieres leer la carta, la tengo en algún bolsillos de mi túnica?
-Mejor quémala… ¿es que no puede dejarnos en paz?
-Dice que me vas a traicionar… que en todo el mundo mágico se hacen apuestas sobre el cómo y el cuándo.
-Eso no es cierto… no es cierto… yo te quiero.
-Lo sé, lo sé… pero… también dice que se rumorea que tu padre va a matar a tu madre y a su amante…
-Tonterías. Mi madre le importó siempre un rábano, al igual que él a ella… - Draco abrazó a Harry y suspiró – No sé cuanto tiempo podré soportar esto, Harry.
-Todo el que sea necesario… yo estaré aquí, sé que no me traicionaras. Lo sé…
O-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
Severus caminó silencioso hasta el despacho de Remus. Cuando ya estuvo cerca, pudo oír los acordes del viejo disco que estaba escuchando. Tangos. Una ola de melancolía le recorrió todo el cuerpo, pero no se dejó dominar por ella y llamó a la puerta, que se abrió sola, dejándole ver como el profesor auxiliar, con los pies en la mesa y los ojos cerrados, seguía el ritmo de la música.
-Si no recuerdo mal, tu esposa bailaba muy bien – Dijo el lobo sacándole del ensueño.
-Sí, lo hacía… Amaba el baile – Entró depositando el frasco de matalobos en la mesa. Remus abrió sus ojos dorados y los clavó en él. – A veces olvido que tu oído y tu olfato…
-Se acerca una nueva luna llena… ¿Quieres tomar algo? Tengo un licor muggle fabuloso – Bajó los pies de la mesa y se levantó dirigiéndose a lo que hacía las funciones de mueble bar.
-No suelo beber…
-Bueno, hazlo para acompañarme en un brindis… - Remus sacó dos vasos pequeños y les llenó de un líquido transparente – ¿Tu mujer te enseñó a bailar el tango?
-Si, me enseñó algo, pero no soy muy buen bailarín – Dijo sentándose mientras Remus le ponía el vaso frente a él.
-No te creo… para hacer buenas pociones hay que tener sentido del ritmo… ¿Me enseñarás algún día?
¿Qué me enseñarás tú a cambio?
-Muy Slytherin… no sé… ¿qué sé yo que tu quieras aprender y yo te pueda enseñar? – Severus le miró de una forma extraña que no supo descifrar.
¿Por qué brindamos?
-Por la añoranza de los que quisimos en el pasado y la esperanza de querer nuevamente en el futuro – Ambos hombre levantaron su vaso y después lo bebieron de un trago. Severus se levantó poniéndose a la altura de Remus.
-No olvides tomar tu poción
-No lo haré - Dijo bajando la mirada hacia la mesa, hacia la poción.
Severus se inclinó, depositando un rápido beso en sus labios. Remus quedó paralizado, no entendía muy bien que pasaba cuando volvió a sentir, esta vez de forma más prolongada, los labios del profesor de pociones apoderándose de los suyos.
-Tal vez, sí que sepas algo que yo quiero aprender y que solo tú puedes enseñarme.
Remus, solo acertó a ver como el moreno le daba la espalda y desaparecía por la puerta rápidamente. Respiró profundamente y se sentó pensativo sobre la mesa.
Continuará…
Respuestas a vuestros comentarios
Asil Black – Sí, por eso soy la jefa… jajajajaja. Tranquila, si tengo alguna oportunidad en otro fic, te pondré en Gryf. ¿Vale? Gracias por tu paciencia. S.
Caroline Mcmanaman – Harry… bueno, es tal vez más crío que Draco, por eso tiene esas subidas y bajadas… y por eso le gusta tanto probar cosas nuevas. Mi amiga me dijo que era un capítulo muy personal y que eso se notaba… en fin. Anthony… va para largo, antes de que haga nada van a pasar muchas cosas. Besos. S.
Aida merodeadora – Me alegra saber que os distraigo de vuestros problemas, tal vez yo escribo por eso… para olvidar los míos. Espero que ya todo te vaya mejor. Besos. S.
Yumeco – Bueno… no me mates, por favor. Intenté ponerme en contacto contigo, pero tus comentarios son anónimos, así que no pude hacerlo. Si te disgusté demasiado lo siento, salió así. Anthony estará por ahí… ocurrirán cosas antes de que se sepa que va a hacer por Harry, espera un poco para verlas. Besos. S.
Chquinkira y Sabry ¿Queréis regalar un snitch a Severus? Uf… bien, os pondré a la cola. Respecto a Remus, solo es prudente, precipitarse con Severus es peligroso, y como no se le puede leer la mente, solo espera… Sirius era la anterior pareja de Remus, así que Severus lo que siente son celos hacia él, nada más. Hasta pronto. S.
JuliaSakura – Tranquilidad, no es tan fiero el león como lo pintan… antes de que vaya al psiquiátrico, si es que lo mandan, pasarán muchas cosas más. Besos. S.
Cerdo Volador – Tu snitch llegará pronto, en cuanto encuentre el lugar adecuado, no te preocupes, y gracias por tu comentario. 1 beso. S
Mercy4ever – Pues… soy muy pobre, así que no voy a poder pagar el tratamiento… Te he dedicado el capítulo para compensarte¿tan empalagoso me sale?... en fin… jajajajajaja. Muchas gracias por tu comentario. Un beso. S.
