He sido rápida ¿verdad? Es que tengo ganas de contar lo que pasa a partir de ahora… lo que pasa es que no tengo claro como lo voy a enfocar… en fin, espero poder daros algo antes del fin de semana, pero no os hagáis ilusiones, estoy recuperando unos trabajos que me tiró la de literatura por tierra.

Este capítulo, no tiene la snitch de nadie de vosotros, pero es que hacía mucho que le tocaba recibir a una chica, y Hermione estaba a punto de caramelo.

Dedico este capítulo a ARWEN CERRADA, porque sus fics fueron de los que me introdujeron en este mundillo, y a las ALIMA21 por su esfuerzo, no solo, en la traducción, sino también, en la elección de esos grandes fics con los que nos deleitan (al menos a mí).

También a las administradoras de las tres órdenes a las que pertenezco, por esforzarse en facilitarnos información, ocio, fics… amigas… y lo más importante, espacios abiertos para la opinión y el intercambio de ideas.

Besos y espero que os guste

Serendipity – Miembro de las órdenes Siriusana, Draconiana y Severusiana

Capítulo 16: La snitch de Hermione -

'Querido hijo:

Llegan a mí noticias tuyas inquietantes. Sé por Severus que estás fuera de peligro, y que la Orden de Fénix no está tomando represalias contra ti. Eso me alegra enormemente. También sé que la definitiva separación entre tu madre y yo, no te ha afectado mucho en los estudios, lo que demuestra que eres una persona ya madura y adulta.

Sin embargo, me preocupan los rumores que circulan entre mis compañeros. Se dice que estás amancebado con el traidor, con Harry Potter. Yo te crié bien, según las costumbres de la familia, por eso no termino de creer ese rumor, que cada vez es más persistente. Aunque, también sé que es atractivo y que tiene muchos admiradores de ambos sexos, puede que tú que compartes el día a día con él, hayas descubierto algo que yo no alcanzo a ver o imaginar.

Quiero hablar contigo y comprobar de tu boca que es lo que realmente pasa. El Lord Oscuro, me dice que en realidad me estás facilitando el trabajo, pero no sé que pensar. Eres mí hijo y en tú criterio confío, pero tenemos que hacer planes para tu futuro que dependerán de si los rumores son o no ciertos. Lo principal es tu seguridad y, si llega el caso, la de tu pareja. No tenía pensado cambiar de bando, pero ante todo el apellido y el honor.

El miércoles en donde tú sabes. Sé precavido y que nadie te siga. No hables con Severus para que no sospechen, yo le avisaré de nuestro encuentro… y si es cierto el rumor, queda con Potter después pues quiero aclarar ciertos detalles con él, pero antes, quiero estar contigo hijo mío.

Un afectuoso abrazo. Tu padre.

L. Malfoy.'

Draco prendió la carta nada más leerla, sabía que había que ser muy cuidadoso, no entendía porqué su padre se había arriesgado tanto… Seguro que estaba muy preocupado. Se sintió feliz, iba a verle por fin, y aunque no terminaba de creerse lo de Harry, confiaba en su criterio y aceptaba su decisión. Por primera vez, le trataba como un adulto. Por la noche hablaría con Harry.

O-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Ron se incorporó un poco en su cama, miró el reloj con el único ojo que podía abrir y…

¡Dios Santo! Hermione… nos hemos dormido

¿Qué? – dijo esta saliendo de debajo de las sábanas.

Son las 10.30, hemos perdido la mitad de las clases

Oh, no. Oh, no. Oh, nooooo – La chica se incorporó corriendo y comenzó a buscar su ropa por entre las sábanas de la cama de Ron. ¿cómo ha podido pasar esto¿por qué no nos han despertado?

Es una regla de este cuarto. Si duermes acompañado no se te despierta – Decía mientras se ponía los pantalones.

No llegamos, no llegamos – Hermione corría acelerada por el cuarto, abrochándose la falda.

¡Quieta¿Es que vas a correr así por todo Hogwarts? – Hermione se miró, la mayor parte de la ropa la llevaba al revés.

Maldita sea – Exclamó sentándose pesadamente sobre otra de las camas.

Tranquila, por un día que pierdas no va a pasar nada – Ron la besó con dulzura – Mejor, vete a la ducha de prefectos y arréglate como la maravillosa estudiante que eres. Yo usaré la común.

Eres un sol… no entiendo cómo no me di cuenta antes. No soy tan lista como parezco.

Tonterías. Y no te olvides de esto – Dijo acercándola una caja roja y amarilla.

Mi snitch, la única que tengo… - Abrazó la caja.

¿Para qué quieres más?

¿Qué va a pasar con tu cita?

Aún que dan dos fines de semana… La verdad es que es ella la que lo está preparando todo. No deberías mirarla tan mal, parece más Gryffindor que Slytherin, a veces…

Hablando de serpientes… Pansy quiere reunirnos en la pocioteca después de comer, me lo dijo ayer. Dice que quiere hacer… no sé qué, la verdad es que no la hice mucho caso.

Vale, pero antes… - La ayudó a levantarse – Ducha.

O-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

No – Harry dejó de golpe las etiquetas que estaba escribiendo

Harry, cariño…

No.

No seas tan cerrado de mente – Dijo Pansy desesperada. Llevaban más de una hora encerrados en la pocioteca, y Harry se mantenía inamovible en su postura.

¿Estáis locos? Severus odia a Remus, odia a los merodeadores y todo lo que pertenezca a ellos, y Remus es el último que queda.

Te digo que no le odia, Draco está de acuerdo conmigo. – Dijo mirando al rubio que asintió con vehemencia.

Finge, está fingiendo. Quiere romperle el corazón. Remus está muy vulnerable.

Es mi padrino.

Y Remus lo que me queda de mis padres, y es no. – Recogió las etiquetas, intentando retomar su tarea, pero Blaise se las quitó de las manos.

Harry – Hermione se soltó del abrazo de Ron – Tal vez tengan razón… Severus persigue a Remus por todo el colegio, le tiene vigilado.

Busca la forma de expulsarlo. – Lo tenía tan claro que no entendía por qué el resto del grupo no lo veía.

No, en serio. A mí también me parece que…

Hermione – Ron apoyaba a Harry – Severus es… Severus.

Muy inteligente, Weasley – Draco no pudo contener su enfado ante el ataque injustificado que su padrino sufría por parte de los Gryffindor.

¿Y Remus? Yo no le he visto que haga nada para llamar la atención de… bueno, de hecho siempre le guarda las distancias, Malfoy. – Pronunció el apellido del Slytherin llenándose la boca y remarcando las sílabas.

No empecéis ¿vale? – Harry les miró con reproche.

Remus es prudente. Yo creo que está intentando averiguar qué es lo que quiere Severus – Pansy miró a Hermione recibiendo su aprobación.

Bien, pues dejémoslo estar, que lo solucionen ellos. Creo que sería lo más sensato.

Sí, Hermione, pero no lo más divertido… Se trata de darle un pequeño empujón, nada más, si no quieren los dos, no saldrá nada.

Harry, por favor… por mí. Un empujón, solo eso. – Le miró con ojos exageradamente tiernos, intentando abrazarle.

No. ¿Cómo me haces ese chantaje? – Harry se alejó un poco enfadado.

Está bien… por lo menos, prométeme que no te pondrás en medio.

Draco – El rubio le volvió a mirar con ojos dulces de cordero – Está bien… sé que me arrepentiré pero está bien… os dejaré hacer.

¿Y vosotros? –Preguntó Blaise – Necesitamos ayuda, en nosotros Remus no confiará.

Contad conmigo. – Hermione se veía emocionada.

Yo haré como Harry – Dijo disgustado el pelirrojo. – No estorbaré.

Bien entonces… Les observaremos detenidamente estos días, y el sábado después del partido, juzgaremos las posibles alternativas ¿de acuerdo?

Harry y Ron se miraron en silencio, mientras los otros cuatro, parecían tan ilusionados como si hubiesen ganado el premio anual.

O-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

No sé Draco, no lo veo claro – Harry luchaba por no dormirse en la cómoda postura en la que estaba, descansando sobre el desnudo pecho de Draco que acariciaba su alborotada cabellera.

Venga, es mi padre… ha dicho que respetaría mi decisión.

Ya, pero… me parece bien que vayas a verle, pero yo… y sin decírselo a nadie.

Lo sabe Severus.

Ah, otro mortífago, eso es tranquilizador. – Susurró con cierta ironía

No confías en nadie de los míos – Draco se incorporó bruscamente empujando a Harry.

No es eso y lo sabes… confío en ti, en Pansy y Blaise…

Pero ni en mi padre ni en mi padrino – Draco se vestía enfadado.

No te enfades… no he dicho que no vaya a ir, solo que no las tengo todas conmigo… Estos días me duele la cicatriz y…

¡Tonterías! Puede ser por cualquier cosa, tú mismo lo dijiste. Siempre soy yo el que hace los sacrificios… por una maldita vez, podrías hacer algo por mí, maldito egoísta.

Draco¡Draco!

Pero el rubio cerró la puerta del despacho tras de sí, y caminó despacio hasta las mazmorras. Sabía perfectamente que Harry le seguiría, pero antes tendría que vestirse un poco, así que tenía que darle tiempo. El moreno le alcanzó justo en la entrada de Slytherin.

Draco, espera… iré, iré si es lo que quieres… ¿vale? Pero no te acuestes enfadado conmigo. – El rubio sonrío. No era una victoria muy leal, pero era importante para él que Harry hablase con su padre, y no quería que la cabezonería del Gryffindor lo estropease todo.

Está bien – Se giró para mirar al moreno, y vio que salvo los pantalones a medio abrochar y la camisa del revés, todo lo demás lo llevaba en las manos. – Oh, Harry, te vas a enfriar.

En realidad ya estoy frío.

Venga, tápate y te acompaño a tu casa… quiero ver la mala cara que me pone la señora gorda.

Harry se vistió, aunque cuando llegó a la entrada de su casa, Draco se había encargado de descolocar de nuevo sus ropas.

Aquí no, Draco.

¿Por qué no? – El rubio le tenía aprisionado contra la pared besándole el cuello con ansia.

Estamos en un pasillo, a la entrada de Gryffindor, nos pueden pillar.

Eso lo hace más emocionante ¿no crees?

Tienes las manos frías

No te vas a escapar me pongas la excusa que me pongas.

Draco – Se quejó Harry.

Harry – Draco cogió la mano de Harry y la llevó a su entrepierna. El moreno se quedó sorprendido.

¿Cómo la tienes tan dura?

Tú, me ex–ci-tas – Ronroneó cerca de su cuello, para segundos después darle un lametazo – Y no pienso irme con esto así. Como tú eres el culpable, tienes que solucionarlo.

Está bien… siéntate en las escaleras y…

No, no, no. No quiero que me la chupes… quiero estar dentro otra vez. – Draco acariciaba con la mano la entrepierna de Harry, que despacio comenzaba a responder a sus atenciones.

Estás muy raro.

No, estoy muy caliente – Draco decidió que ya estaba bien de cháchara y se apoderó de la boca de Harry. Su lengua y sus manos, comenzaron con rapidez a preparar el camino.

Harry suspiró, sabía que una vez empezado, el rubio no pararía, así que le dejó hacer, respondiendo con gemidos a sus atenciones, y procurando olvidar que la señora gorda y todos los cuadros que veía todos los días, les estaban mirando.

Draco calentó su mano antes de empezar a preparar al moreno. Esta vez era él el que tenía prisa, así que casi vaciando el bote que llevaba en el bolsillo, comenzó a meter sus dedos en Harry, que tranquilo se dejaba hacer con los ojos cerrados.

Adoro que seas tan tímido

A estas alturas, ya sabe todo el colegio lo que estamos haciendo.

No… El viejo les tiene prohibido hablar de esto, lo sé.

¿Quieres decir…?

Están hechizados, creen que estamos hablando, así que abre los ojos y mírame. Quiero verme en ellos. Nadie nos está viendo. – Pero se equivocaba. En lo alto de las escaleras, una figura vestida de negro, les miraba. Acababa de regresar de vigilar en secreto, la trasformación de Remus, ya quedaban horas para que todo fuese normal.

Harry, ajeno a este personaje, le miró fijamente a sus ojos grises, esto excitó más a Draco, esos ojos verdes, cubiertos de deseo le habían enganchado una vez, y no había conseguido vivir sin su dosis desde entonces. Le giró contra el muro, y sin avisarle, se metió dentro. Harry se quejó, más que por la envestida, por el frío de la pared. Mientras el rubio empujaba, dejando sus manos vagar por el pecho del Gryffindor, proporcionándole caricias y pellizcos en los pezones, y de vez en cuando, una caricia en su erección. Harry tenía las manos contra el muro, aunque su cabeza descansaba en el hombro de Draco, que la sujetaba y le daba pequeños mordisquitos. Cuando el moreno comenzó a reclamar más con sus caderas y bajando una de sus manos, Draco se lo impidió, pero tras unos momentos de tortura, comenzó a masturbarlo, para que llegase junto a él. Al final, se dejaron caer sobre el frío suelo, envueltos cada uno en los brazos del otro.

O-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Draco estaba muy nervioso por ver a su padre, pero lo controlaba como solo un Malfoy sabe hacerlo. Eso sí, Harry descubrió que el secreto estaba en secuestrarlo a él cada cambio de hora y darse un pequeño homenaje, nunca habría imaginado, lo fácil que se excitaba el rubio cuando estaba nervioso.

Le vio ir en dirección a la casa de los gritos y el corazón se le encogió en un puño, tenía un mal presentimiento, y no sabía que hacer. Decidió, entonces, ir a ver a Remus que sabía estaba en cama en su habitación, una vez terminada la trasformación. Él solía ser muy prudente y seguro que le iba a dar un buen consejo.

La puerta estaba entreabierta, así que escuchó con claridad la voz de Severus. Esto le hizo no seguir adelante, pero la curiosidad hizo que se quedara a escuchar.

Debes de tomártela toda, te ayudará a recuperar fuerzas.

Severus… que ya estoy acostumbrado… por favor.

Es que tienes que recuperarte pronto, el lord trama algo y necesito que estés en forma.

Eres peor que… déjame descansar y mañana estaré bien.

De acuerdo. Me voy ya… por cierto. Respecto a lo del otro día…

¿Qué del otro día?

Lo del brindis… y los tangos… - Remus no podía ver la cara de Severus, porque este estaba con la mano apoyada en el respaldo de una vieja silla de madera, dándole la espalda.

¿Sí?

Fue el resultado de la situación… y esa horrible bebida muggle que tomas y que siempre me sienta mal. – Su voz, que comenzó triste, se fue tornando en seca y despreciativa - No quiero que pienses que yo… que tú y yo…

No, claro – Dijo con voz aún más cansada – Después de todo soy un hombre-lobo y un merodeador… tranquilo, nunca se me ocurriría pensar nada de eso.

Siempre fuiste listo, me alegra que no haya malos entendidos entre nosotros. – Giró la cabeza para mirarle.

Por favor, Snape, vete ya y déjame descansar. – Remus le dio la espalda y se acomodó entre las sábanas, dando la conversación por terminada. Severus dio un golpecito al respaldo de la silla, y en silencio salió de la habitación.

Harry se fue corriendo a esconder tras unas armaduras, y tras ellas vio pasar a un Severus más serio de lo normal susurrando

Es lo mejor, has hecho lo correcto, es lo mejor… para los dos.

Salió despacio cuando el hombre hubo desaparecido por el pasillo, y se aproximó de nuevo a la puerta de Remus, la abrió con suavidad y observó como dormitaba abrazado a una almohada. Tal vez no era el mejor momento para molestarlo con sus miedos… y tal vez, Pansy tenía razón.

Se dedicó a deambular por los pasillos, hasta que se encontró con Blaise cargado de libros que iba a devolver a la biblioteca. En contra de lo que había pensado en un principio, decidió contarle lo que acababa de escuchar tras la puerta del profesor. El Slytherin se quedó pensativo… no era buena señal, aparentemente…lo hablaría con Pansy, ya que esa información era importante para su nuevo reto de casamentera.

Cuando sonó la campana que señalaban las 8, se despidió de Neville, con el que había estado haciendo tiempo, hablando de quidditch, y salió rumbo a la casa de los gritos. Allí había quedado con Draco. Se cruzó con grupos de Slytherin, que por lo visto iban a una reunión convocada con urgencia por Severus, seguramente para regañarlos por algo. Sonrió, imaginando al profesor de pociones perdiendo los nervios con los de su propia casa, seguro que era todo un espectáculo. Llegó al sauce boxeador y respirando profundamente y armándose de valor, tocó la raíz y entró en el pasadizo.

Al entrar vio a un Lucius un poco demacrado, pero Draco estaba radiante. Eso le tranquilizó.

Hola… buenas tardes. – Saludó acercándose a Draco que le agarró con fuerza de la mano.

Buenas tardes… Potter… veo que todo lo que me han contado de ti es cierto…

Pues….

¿Dónde está Severus? Creí que vendría contigo – Comento Draco mirándole.

¿Severus? No, no… él… acaba de convocaros a todos los Slytherin para una reunión

¿Una reunión?

¡Ah, sí! Cierto, Draco…Decidimos que era mejor así para no llamar la atención… tú tienes que ir a esa reunión, y luego vienes con él. Sería muy llamativo que Severus acompañase a Potter, sin embargo, no lo sería si eres tú.

Pero… - Harry no quería quedarse solo

Tranquilo cariño – Draco le miró sonriendo – no te va a comer. Además, esas reuniones duran minutos. Enseguida estoy de vuelta. – Le besó con rapidez, no olvidaba que su padre estaba delante, y salió por el mismo sitio que había entrado Harry. El moreno se sintió incómodo, pero se giró hacia Lucius, que lo observaba con cara de triunfo.

Así que… crees haber conquistado el corazón de mi hijo… eres un ingenuo… los Malfoy no tenemos corazón que conquistar.

Quiso agarrar su varita, pero era tarde, alguien se la había quitado y le agarraba por detrás. Notó que algo tiraba de su ombligo…

O-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Draco entró tranquilo en su sala común. Sus compañeros le miraron con cara de circunstancias, y Severus estaba mucho más serio y nervioso de lo que era habitual en él.

¿Qué ha pasado? – Preguntó curioso

¿Dónde estabas? – Severus se acercó a él agarrándole de los hombros – he estado a punto de dar la alarma.

Pero… si estaba con… - Draco no entendía nada ¿La alarma¿Por qué?

Estás en peligro – Pansy se acercaba para abrazarlo.

Pero ¿qué…? – Les miró a todos con extrañeza.

Lo sentimos mucho, Draco… - Nott era el que había hablado

Tu madre – Snape tragó saliva – y su… amigo… han aparecido muertos hace unas horas en su hotel de…

¿Qué? No… no es posible… ¡Muertos! Tengo que decírselo a mi padre – Severus le agarró

Ha sido tu padre, Draco, él los mató, dejó su firma.

No… no… no pede ser… él… acabo de hablar con él, y estaba feliz… no ha podido ser él. – Intentaba soltarse de Pansy y Severus.

¿Has hablado con é? l¿Dónde¿Dónde est�? – El nerviosismo comenzó a adueñarse de nuevo del profesor de pociones, y comenzó zarandearlo.

Pues con Harry, él…

¿Con Harry¡Dad la alarma! – Miró a los mayores, que al instante salían disparados de la sala común ¿Dónde están, Draco?

En la casa de los gritos… tú lo sabías… - Aún no conseguía entender que es lo que pasaba.

Ha sido una trampa… ¡Maldita sea! – El profesor de pociones salió corriendo hacia el sauce como si la vida le fuera en ello, mientras, Hogwarts se ponía en funcionamiento… Pansy sujetaba a Draco, que parecía estar aturdido, atando cabos.

Una idea cruzó su mente como un rayo… "Dios mío, Harry" pensó. Su padre lo había traicionado¡lo había traicionado! Miró a Pansy saliendo de su estupor y salió corriendo hacia la casa de los gritos… cuando llegó, Severus maldecía en alto golpeando con furia unos muebles rotos y Dumbledore, que le miró al entrar, sujetaba la varita de Harry.

Continuará…

Gracias por leer.

Respuestas a vuestros comentarios:

Mercy4ever – No es que le gusten especialmente, es que Serendipity le robó el corazón, además¿qué otra cosa podía hacer? Ya que se ponía… Remus simplemente es prudente, y Severus… bueno, lleva mucho tiempo solo y el lobito no fue siempre amigo suyo. Sí, a mí también me da la impresión de que va para largo… ya veremos. Muchas gracias a ti por todo. Hasta pronto. S.

JuliaSakura – Hay, que tiene que haber de todo… es que me quieres exprimir…. Buaaaaaa. Bueno, espero que este te haya gustado más que el anterior. Besos. S.

Cerdo Volador – Jajajajaja, supongo que el aburrimiento de hacer algo escolar, hace que pienses en cosas más divertidas y por eso te sale ciencia ficción… no sé. Besos. S.

MMTXDMB – Remus y Sev son una curiosa pareja, pero por ahora la cosa se va a complicar un poco, prejuicios… ya sabes. S

Asil Black – Si haces eso, no podré seguir escribiendo… y te quedarás sin saber el final… así que antes de denunciarme al ministerio, piénsatelo muy bien. Como ves, Ron y Hermione ya están juntos, así que, si a esto le unimos los últimos acontecimientos… tu cita va a tener que retrasarse… pero espero que se pueda celebrar. Un besito. S.

Yumeko ¿Te gustó¿En serio? Uf, menos mal, estaba preocupada… a Regan le gustó también y me dijo que había sido un honor para ella el compartir contigo la snitch, sobretodo por la lección que le disteis a Blaise. (Y no te arrodilles, por favor…) Anthony va a estar un poco fuera del fic, pero no desaparece, al menos no por ahora, pero me voy a centrar en otros acontecimientos. Y nada de suicidios ¿de acuerdo? No quiero perder lectoras, sobretodo si son tan buenas como tú. Un beso. S.