Bueno, pues ya estoy acá de nuevo. Por fín acabé los exámenes. Entre ellos y mi estado de ánimo, me ha costado mucho este capítulo, no tenía ganas ni de escribir, de lo cansada que estaba, y cuando me ponía, no sabía que poner, así que lo he rehecho unas cuantas veces. La tristeza y el agotamiento no son buenos para esto. Pero yo acabo lo que empiezo, así que aquí continúo.

No hay snitch, pero es que no podía encajar una historia de amor en esta situación que no fuera la de Harry y Draco. Lo intenté, pero no conseguía pegarla con el resto, así que, en el que viene, os pondré dos.

Bueno, os recuerdo que los personajes no son lo que parecen, Severus es Lucius, Crabbe y Goyle son Ron y Remus, así que no os liéis, normalmente les llamo por su apariencia, aunque a veces no, para ayudaros en la lectura.

Dedicado a STIBY, a ver si te animas a escribir alguna de tus ideas, prometo leerla. Y a SEVERAL Y HYYA, para que ya no se enfaden más conmigo por dejarlas a medias.

Besos

Serendipity – M. O. Siriusana, Draconiana y Severusiana

Respuestás a vuestros comentarios:

Snuffle's Girl – Pues… ahora mismito sabrás lo que pasa. Muchas gracias, y besos. S

Yumeko – Ya sé que no eres mala, a mí me pasa lo mismo cuando leo un fic, me fijo en lo que me gusta y sin querer olvido a los demás personajes. Sí que me gusta Gravitación, yo ya me vi la serie completa, pero un jaquer me dejó con un troyano y la perdí… tal vez la vuelva a conseguir. Espero que te guste el desenlace. Besos. S.

Lena-loves-MaLfOy – Ahora, vas a saber que pasa cuando están a solas. Gracias por tu comentario. S.

Stiby – Tranquila, yo a veces tengo que ojear los capítulos anteriores para ver por donde voy… y cuando leo otros fics, lo mismo. Bueno, espero que te haya gustado la dedicatoria. Besos. S.

Nyssa Black – Esto… creo que te voy a fallar un poco… ahora leeras a qué me refiero. Hasta pronto. S.

Diabolik – Seren es el diminutivo porque pity… en fin, como que me suena un poco cursi ��. Espero que no me mates tras este capítulo. Besos. S

Merche – En realidad, se han… bueno, no, no hubo lemon. Igual que los de Lord y Harry no los describo casi, este otro… lo haré en su momento. Besos. S.

Capítulo 21: Sin snitch

Se miraron en silencio. El Gryffindor trataba de confirmar la verdad en los ojos grises de Draco, que consciente de los que pasaba, mantuvo su mirada. Despacio se fue acercando al moreno, que instintivamente dio un paso atrás. Draco respiró profundamente mientras se paraba unos segundos, estiró su mano hacia el rostro de Harry y volvió a avanzar hacia él, que esta vez no se movió.

Todo ocurría como a cámara lenta. Poco a poco el rubio se fue acercando, hasta que lo pudo abrazar, y luego comenzó a acercarse a sus labios, y antes de tan siquiera rozarlos, susurró.

Te he echado tanto de menos… te amo tanto Harry.

El moreno gimió suavemente y se abrazó al rubio con desesperación. El beso fue tan intenso como la necesidad de ambos por estar juntos. Fue largo y profundo, pero se rompió cuando Harry notó la mano del Slytherin intentando colarse bajo su camisa.

No pudo evitarlo, algo en él le obligó a alejarse.

Aquí no… ahora no… por favor – Le miró con los ojos turbios

¿Harry? – Draco primero se quedó sorprendido, luego rápidamente se dio cuenta – No voy a hacerte nada… no voy a…

Draco, por favor…

Lo siento… lo siento tanto… todo esto ha sido por mi culpa… si no hubiese sido tan estúpido – Sin poderlo evitar, las lágrimas comenzaron a escapar de sus ojos – Tú quisiste avisarme y no te escuché… ¿qué he hecho, Harry¿qué te han hecho por mi culpa?... Supongo que… - Intentó tranquilizarse – Comprendo que no quieras ya… pero… ya sé que este no es el mejor sitio, pero necesito saber que me vas a dar otra oportunidad… al menos que no me apartarás de tu vida…

No fue tu culpa… no lo fue. Yo… creí que me habías traicionado… Draco… - Harry miró hacia el techo, evitando los ojos grises – He sido suyo…

¿Cómo?... Si te refieres a… no podías hacer otra cosa.

No me entiendes… he sido suyo – Repitió sentándose en la cama y volviendo a mirarlo a los ojos – él… ¿sabes? Es persistente y…

Cállate… - Dijo poniendo sus dedos en los labios del moreno, arrodillándose entre sus piernas, y después, envolviéndolo con un fuerte abrazo - ¿Le amas¿sientes algo por él? – Draco aparentaba estar tranquilo, pero el corazón empezaba a intentar salirse del pecho.

No, no… no siento nada… pero eso…

Eso es lo importante… Venga, Harry, ninguno de los dos llegó virgen a nuestra relación… pero te puedo asegurar que el único que ha poseído mi cuerpo y mi alma a la vez has sido tú, y estoy completamente seguro de que ha sido recíproco. Ni tan siquiera Anthony logró tenerte… Él tampoco te ha tenido…

Lo siento Draco – Respondió no muy convencido, pero más tranquilo.

Tengo aquí tu varita – el rubio intentó cambiar de tema – pero no veo dónde puedas esconderla.

Dámela ahora… ¿por qué no nos vamos ya¿a qué esperamos?

A que el traslator funcione… Escucha, esos aparatos tienen que programarse, y Severus nos dijo que solo el Lord los programa en este… sitio… Mejor la sigo escondiendo yo hasta que sea necesario. Trata de que te pongan una túnica esta noche.

Hablando del diablo… ¿dónde est�?

Draco sonrió sin contestarle, se levantó para medio tumbarse en la cama y, más tranquilo, invitó a Harry para que se pusiese a su lado, palmeando el colchón. Este, obediente, le abrazó y apoyó su cabeza en el pecho, a la altura del hombro de Draco, escuchando todo lo que habían planeado, a la vez que sentía en su oído los latidos del corazón del Slytherin…

Remus no deja nada al azar, hicieron bien en intervenir… solo tengo una duda… ¿cómo sabes que yo no os voy a traicionar? – Draco lo pensó durante unos segundos.

No lo sé… ¿por?

Tal vez me hayan lavado el cerebro.

No, no lo han hecho, eres duro, no han tenido tiempo… – Respondió besándole en el pelo - Harry…

¿Umm?

Gracias por creer en mí

No siempre fue así… ellos me dijeron que lo habías planeado todo… fue Severus el que me contó lo que había pasado en realidad… y tus ojos, cuando me has mirado en la habitación, me han terminado de convencer…

¿Mis ojos? Se supone que… - Harry levantó la cabeza y le besó en los labios.

A mi no, he aprendido a ver a través de ellos para saber como te sentías… Eres como un baúl misterioso ¿sabes?

¿Un baúl?

Sí, así que como no sé donde está la llave, he aprendido a mirar por la cerradura… y lo único de lo que estoy seguro es de que escondes la sección de percusión de una orquesta aquí dentro – Comentó posando la mano en el pecho de Draco, que sin querer soltó una carcajada. Harry sonrió también y levantó la cara para observar ese momento que tanto había echado de menos. Draco se inclinó para besarle, y automáticamente, sin pensar, se giró para colocarse más cómodo encima. - Será mejor que salgamos ya – Dijo el moreno intentando ponerse en pie, empujándole suavemente.

No, un rato más – Se quejó el rubio, maldiciéndose por lo bajo por haber estropeado el momento – Hace tanto que no estamos juntos…

Se supone que me has follado, si tardamos más van a sospechar…

Tienes razón… - Suspiró con desgana - Vamos. Además, hay que ver como salvamos a tu tía.

Petunia. Si la tienen a ella aquí, probablemente ya no me queda nadie a quién llamar familia.

Draco no dijo nada, colocó de nuevo el collar que durante el primer beso había quitado a Harry, que se despeinó. Rob observó sonriente como la pareja salía de la habitación. Potter, con la mirada baja, se terminaba de meter la camisa por el pantalón, mientras que Malfoy, con una extraña sonrisa en la cara, avanzaba perfecto por el pasillo, con la cadena en la mano. En ese momento pensó que sería capaz de pagar por haber visto lo que entre esos dos habría pasado en ese cuarto.

En el jardín, se encontraron con Lucius y con Blaise, ya que los otros dos, aún estaban con sus padres.

Bien¿te has divertido, hijo?

Más de lo que esperaba padre.

Deja que Blaise lo lleve de vuelta a su sitio. Tú y yo tenemos cosas que hacer. Esta noche es importante, así que tienes que estar muy bien preparado para lo que va a acontecer.

Blaise cogió la cadena de las manos de Draco, y sin mirar a Harry, fue hacia dentro, mientras los otros dos se iban caminando. Al llegar a la altura de la habitación blanca, Rob salió a su encuentro.

¿Lo devuelves tan pronto?

Lucius me ha dicho que lo lleve ya, sí – Respondió con tranquilidad.

Oh, que pena – Comentó acercándose - ¿Le has probado alguna vez? – Su mano se posó en el estómago de Harry y comenzó a sobarlo.

No, y creo que ya no podré. Vamos Potter – Dijo tirando de la cadena.

Espera – Rob le sujetó – El Lord aún no le espera… tal vez podrías hacer… Mira que labios tiene – Tiró del pelo a Harry para obligarle a levantar la cabeza – Hace maravillas con ellos, lo sé… y tiene la piel suave como un bebé.

No, he recibido órdenes – Blaise observó como los ojos de Harry se volvían opacos mientras Rob iba acariciándole, metiendo su otra mano por el pantalón del moreno. Era comos si ese cuerpo ya no tuviera alma. Algo dentro de él se puso muy nerviosos y tiró de nuevo de Harry – Potter, vámonos.

Venga, lo compartiremos.

No, yo… - No pudo acabar. Rob comenzó a intentar coger aire y se llevó las manos al cuello.

Ese chico es solo mío, y solo yo puedo tocarlo… maldito cerdo traidor… ¿Así me agradeces todo lo que hice por ti?

Tras él apareció Lord Voldemort, con un puño levantado, apretando el aire. Entonces giró bruscamente la muñeca, y los dos chicos pudieron oír el crujir de las vértebras rotas. Rob cayó muerto a los pies de Harry con los ojos abiertos mirando al infinito. Blaise observó como el alma del Gryffindor había vuelto a su cuerpo, la mirada vacía ahora era de miedo, aunque no se había movido ni un milímetro de su sitio.

El Slytherin se arrodilló al instante.

Yo… señor, yo… lo siento. Trataba de…

Tranquilo Blaise. Levántate. Veo que eres fiel como tu padre. Él se sentirá muy orgulloso cuando le cuente esto. Cuando acabe el curso, haremos tu iniciación.

Muchas gracias, mi Lord – Dijo poniéndose en pie – Serviros es mi gran sueño desde niño.

Si, lo sé. Ahora – Volteó a Harry para mirarlo – llévale a mis habitaciones. Y espera allí. Ya mandaré a limpiar el pasillo.

Si señor, a sus órdenes señor.

Blaise volvió a tirar de Harry hasta su destino, en donde le soltó.

Te han enseñado bien, Blaise.

Sí… y tú has aprendido rápido. Ni has parpadeado cuando a matado a… ese.

Rob. No he tenido más remedio. La verdad es que preferiría 1000 veces estar en pociones con Snape.

Ya – Sonrió – Harry… cuando ese tipo te estaba tocando… me dio la impresión de…

Si me resisto les gusta más, además… prefiero no hablar de eso.

Sí, lo siento.

¿Por qué? Tú no tienes nada que ver.

Pero mi padre…

Tú no tienes la culpa de los pecados de tu padre, Blaise.

Has cambiado, Harry…

Supongo que sí… - Comentó con cierta tristeza. – ¿Draco no lo ha hecho?

Si, también. Supongo que en el fondo todos un poco. Él te ama hasta la locura, Harry. Si no se ha hundido con todo lo que ha pasado, ha sido por la esperanza de volver a verte... ¿No pensarás en dejarle, verdad?

Ni loco. No, yo he resistido por él… ¿Qué es lo que ha pasado fuera?

Blaise se acomodó en una silla y comenzó a relatar todo lo sucedido desde su desaparición. Las muertes de Narcisa y su amante, la reaparición de Anthony, la conjura de los Slytherin para conseguir información de sus padres… Harry le escuchaba con interés, cuando Crabbe y Goyle aparecieron ante ellos.

Goyle se acercó, cogiéndole por la barbilla…

¿A que no sabes quién soy?

Moony, Ron jamás me agarraría de esta manera – Sonrió Harry.

Eres un chico listo – Contestó revolviéndole el cabello.

Viene alguien – Susurró Crabbe.

Al segundo, la puerta se abrió y aparecieron Draco y Lucius. Miraron a su alrededor y cerraron la puerta.

Hay poco tiempo – Apremió Lucius - ¿Qué habéis averiguado?

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A partir de la comida, el día trascurrió muy lento para todos. Ron y Remus, vigilaban constantemente el no tener problemas con sus trasformaciones. Draco intentaba no mirar a Harry más de lo estrictamente necesario, mientras el moreno intentaba estar lo más lejos posible, y Severus… bueno, Severus los vigilaba a todos.

Al final, el que no debe ser nombrado había programando el traslator para las 11:30 de la noche, y se lo había dado a Lucius para que lo custodiase. Severus de vez en cuando metía la mano en el bolsillo para asegurarse de que estaba ahí. Así que había que retrasar las cosas todo lo posible, para a esa hora, no haber empezado y salir de ahí pitando. Otro gran problema era que estaba programado para cinco, y eran siete. Severus llevaba el suyo personal encima, que lo activaba él a placer, pero aún así, faltaba una plaza, habían contado con Harry, no con Petunia. Sonreía escuchando la historia sobre la lealtad de Blaise, cuando se le ocurrió la solución al problema. Había que llegar al cadáver de Rob y conseguir el suyo. Crabbe y Goyle se encargaron de esa tarea.

Ron sonreía mientras se ponía la túnica para la ceremonia. Imaginaba las caras que pondrían Hermione y Pansy cuando se enterasen de que el profesor Snape les había mentido, no iban desnudos, más bien iban tapados hasta las orejas. Miró a su lado, y vio como Remus y Blaise también sonreían, todos debían de estar pensando lo mismo.

Harry miraba su túnica. El Lord, no había puesto ningún inconveniente, aunque no le permitía llevar cubierta la cara. Luego observó como éste, salía de la bañera, y se cubría con una toalla. Miró el reloj, eran las 9:30, podía conseguir media hora, una hora a lo sumo, pero ganar tiempo al tiempo era muy necesario. Sabía que sus amigos se enfadarían por esto, y que no querían que hiciese nada por ahora, pero ellos se estaban arriesgando por él, no podía quedarse de manos cruzadas. Avanzó hacia el hombre que tranquilamente se secaba, cerca de la bañera. Llamó golpeando el marco de la puerta del baño, y cuando sintió los ojos rojos sobre él, se comenzó a desabrochar la camisa.

¿Puedo darme una ducha, Señor?

Claro, pero tendrás que darte prisa…

Sí, claro Señor

Harry se fue deshaciendo de la ropa lentamente, sabiendo que estaba siendo observado. El Lord comenzó a secarse más despacio a medida que el Gryffindor iba avanzando, hasta que la final, tiró la toalla al suelo y avanzó hacia la ducha, en la que Harry acababa de abrir el agua caliente. El chico estaba de espaldas, así que con su brazo izquierdo le abrazó por la cintura, acercándolo a él, mientras con el derecho, atrapaba la mano con la que Harry manejaba los mandos del agua. Cuando comenzó a besarle tras la oreja y a moverse sensualmente, llevándole con él, cerró los ojos. Lo había conseguido.

Harry estaba concentrado en resistirse y retrasar los orgasmos del Lord lo más posible, cada segundo contaba. Lo consiguió un par de veces, pero ahora estaba de pie contra la pared, y la fuerza de los embates que recibía, junto con el trabajo que estaba haciendo la mano de Voldemort en su propia excitación, le estaban poniendo difícil la tarea. Por eso, cuando una hora más tarde, Lucius fue con Draco y otros mortífagos, a ver el porqué del retraso en la ceremonia, no les oyó entrar, y no pudo callar sus gemidos a tiempo de que el joven rubio, no se enterase y se le nublase la mirada. Salieron de allí en silencio, sonriendo irónicamente entre ellos. Severus, aprovechando su apariencia de Lucius, apretó con fuerza el hombro de Draco para intentar infundirle ánimos.

Eran casi las 11:00, cuando aparecieron en la sala en la que se iba a celebrar el acto. Harry avanzó tras el que no debe ser nombrado mirando al suelo, y como estaba planeado, Goyle consiguió pasarle su varita mientras caminaban. Draco estaba en el centro, de pie, junto a una esposada y asustada Petunia que gemía desconsoladamente hecha un ovillo en el suelo, no quiso mirar a Harry para evitar descontrolarse.

Al final, como si de una mascota se tratase, el moreno estaba atado y sentado en los escalones a los pies del trono del Señor Oscuro, observando como los mortífagos cantaban hechizos y su tía se resistía con uñas y dientes, a ser atada en una especie de altar. Draco se dejaba quitar por sus amigos, las túnicas de estudiante, para que le vistieran con las negras de mortífago, después de consumado el sacrificio, le harían la marca, con un hierro mágico que calentaba en una fragua cercana a la ventana. Todo el mundo tenía asumida la torpeza de Crabbe y Goyle, así que no les extrañó la lentitud con la que hacían su tarea, mientras el rubio, esperaba pacientemente a que el reloj se acercase a las 11: 30.

Cuando Draco estaba con el puñal ceremonial en alto, escuchando los berridos de pavor de la tía muggle de su amante, un rayo cruzó el cielo y se lo arrancó de las manos. Harry estaba en pie con la varita en la mano. Hubo unos segundos de confusión. Lucius se acercó a Harry, y contrariamente a lo que todo el mundo esperaba, rompió la cadena que lo mantenía preso. Voldemort lo atacó con un crucius, pero Harry le hizo frente. Se organizó un fuerte revuelo entre los asistentes, en el que comenzaron a cruzarse rayos y maldiciones. Draco soltó a Petunia protegido por Blaise, y con Crabbe que se empezaba a volver pelirrojo, se acercaron a Harry que mantenía ocupado al Lord, ya que sus varitas no querían ceder en este nuevo enfrentamiento. Todos agradecieron mentalmente que el moreno aún pudiese hacer frente a su eterno rival, sin él ya estarían muertos. Sonaban las 11:30 cuando Draco abrazó por detrás a Harry.

Dumbledore estaba esperando para recibirles. En el primer traslator, llegaron Ron, Blaise, Petunia, Draco y Harry. Después se apareció Lucius, que instantes después volvía a ser Severus y por último, un malherido Goyle que también fue Remus en pocos segundos. El director les miró sonriendo, con las dos chicas a su lado. Poppy, Hermione y Pansy se lanzaron hacia los recién llegados. Segundos después aparecía Hagrid.

Hay que vaciar esto… van a llegar en cuestión de minutos… Remus¿estás bien? – Severus sabía que todo no había terminado.

No… pero desgraciadamente para ti, sobreviviré – Dijo el licántropo forzando una sonrisa desde el suelo en el que era atendido de una fea herida en el estómago. Poppy, miró a Severus confirmando que era grave pero no mortal.

Tranquilo Severus – Albus estaba a su lado - ¿Dónde está Lucius Malfoy?

Muerto – Contestó tranquilo Draco.

El viejo director, no dijo nada. Sabía que no era cierto… aún, pero también que no le contarían nada. Repartió otros traslator, y todos, salvo Severus y Draco se aparecieron en la enfermería.

¿Estás seguro¿No crees que ya ha habido sufrimiento de sobra?

Suéltale, que se busque la vida. Si es capaz de sobrevivir bien, si le matan los suyos… es su problema.

Le cogerán y le matarán… tarde o temprano.

¿Qué propones¿Azkaban?

No, propongo que me lo dejes atrapar a mí… tengo una idea…

Está bien. Es tuyo padrino. – Activó su traslator y se apareció en la enfermería.

A los pocos minutos, una avanzadilla, encabezada por el propio Lord Voldemort, se aparecía en la casa de los gritos. Allí encontraron a un magullado y atado Severus, y a su lado su traslator roto y un inconsciente elfo doméstico. Lucius, le había engañado y le había robado su traslator personal aquella mañana. Hacía unos minutos que burlándose de él, había desaparecido con sus compinches… entre los que creyó ver a los Weasley (Ron informaría aquella misma noche, a sus padres y hermanos de lo sucedido) y al joven Malfoy. El Lord liberó a su fiel colaborador, dudando de la historia.

¿Por qué me entregaron a Potter y luego me lo quitaron? No tiene sentido.

Tal vez, se hayan cambiado de bando hace poco… no sé, yo tampoco me lo explico mi Señor.

¿Y por qué mató a su esposa? – Severus se encogió de hombros.

Tal vez se haya vuelto loco, mi Señor.

Señor – Intervino uno de los acompañantes – Últimamente, actuaba de una forma extraña. Más de una vez le vi hablando solo.

Sí, Señor, y no le gustó nada su orden de prohibirnos tocar al chico – Afirmó otro.

Es cierto… siempre le gustó Potter – Comentó pensativo Severus – Y se enfadó cuando le prohibiste tocarlo… me lo escribió en una carta. Decía que le había negado el placer de humillarlo, y que la traición se paga con traición.

Lord Voldemort, miró con intensidad a los asistentes, sopesando las razones que le daban. Solo sabrían la verdad cuando lo encontrasen, mientras tanto, esa hipótesis podía ser valida.

Bien. Severus, vuelve al colegio con tu elfo doméstico. Te haré llegar un nuevo traslator personal, y te llamaré a mi presencia. Si el joven Malfoy sigue en el colegio, intenta averiguar lo que sabe de su padre. Reune información de la Orden – Y sin tiempo a más, se dio la vuelta y desapareció seguido de sus mortífagos.

Severus elevó el cuerpo inconsciente del elfo, lo miró sonriendo y murmuró:

Lucius, Lucius… de rey a mendigo en un solo día. No te quejes, te he salvado la vida… aunque no la memoria, pero creo que es mejor así.

Al instante estaba en la enfermería con los demás. El director miró al elfo, y con gesto de resignada aceptación, volvió su atención hacia Harry.

Continuará…

Nota final – No fui yo la que otorgó a Harry ser el poderoso oponente de Lord Voldemort, aunque sé que esperabais un Draco héroe, Rowling le dio el papel a Harry. Pero vamos, creo que Draco no se ha quedado sentado esperando, no ha sido la fuerza, pero sí la inteligencia.

Iba a matar a Remus, porque tampoco me parecía muy real que todos saliesen sanos aunque con magulladuras, pero luego me di cuenta, de que Harry tenía muchas cosas que superar, si a las violaciones y demás, le unía la muerte del licántropo, no veía mucha salida para él, así que decidí no echar más leña al fuego. Tampoco era viable matar a Ron o a Blaise, por lo mismo.

Gracias por leer.