Hola de nuevo. Como veis, aquí estoy de nuevo. Creo que me precipité en mis conclusiones con el tema de las violaciones en los fics. Y gracias a muchas de vosotras, me he dado cuenta, creo que soy un poco exagerada… lo siento. Muchas gracias a todas por arroparme así, y darme los azotes con suavidad. No fue mi intención crear polémica, ni haceros sentir culpables, lo siento si así fue. Creo que me paso un poco contándoos mi vida… bueno, pararé un poco, o al menos lo intentaré.
Dedicado a INOCENT MUGGLE, o0O0oSELENEo0O0o, y a KAGE NO KAZE, porque son las tres caras de todo este lío en el que me metí por no pensar.
Besos
Serendipity.
Respuestas a vuestros comentarios.
Julia Sakura – No es que Draco sea tonto, es que él también está sufriendo. Es un crío y simplemente no supo estar a la altura en ese momento. S
Stiby - ¿Puse ver? Supongo que es la costumbre. Bueno, Harry tarda un poco, pero se recupera, ya verás como sí. S
Snuffle's Girl – De nada. No sé si podré cumplir tu deseo… pero si puedo meteré mas Star Wars, según salga. S
Merche – Bueno, no sé si es más alegre, pero si es más ligero. Estaba todo demasiado oscuro ¿verdad? Y respecto a lo de las violaciones, estoy de acuerdo contigo, después de todo, yo no lo hice por burlarme, y tampoco obligo a leer mis historias. Muchas gracias por todo. S
Inocent Muggle – Gracias. Sí, Draco se pasó un poco pero es joven y aún no controla esos ramalazos de egoísmo. Gracias por todo. S.
MMTXDMB – Aj�, curioso tu nick. Tranquila que no lo abandono. S
Yumeko – Bienvenida el mundo de los despistados, jajajajajajaja. Sí soy española, pero lo de las porras no lo había oído nunca por aquí. Afortunadamente el idioma es rico en expresiones (¡Oh, no! Me parezco a mi profesora de literatura) Gracias por tu comentario. S
Urakih69 – No va a haber más violaciones, y cuando publiques, avísame para leerlo. Un abrazo. S
Nyssa Black – Muchas gracias, sí que me das ánimos. S.
Zephyr hb – Muchas gracias por tus palabras, no voy a retirar el fic, al menos no antes de terminarlo. Le daré a Harry el tiempo que necesite, pero no voy a contarlo todo (sería terriblemente largo). S.
Sandra-sms – Gracias, no hay que olvidar que Draco es aún joven y se deja llevar, aunque sepa ser frío, cuando ama, lo hace en serio, y no se puede ser frío en esos casos ¿no crees? S
Selene – Perdona que omita los 0 y oes. No he tenido problemas por el tema de las violaciones, aunque sí por escribir slash, pero eso es otra historia. De todos los comentarios que recibí, el tuyo fue uno de los que más me hizo pensar, porque entre otras cosas, me pusiste un ejemplo muy claro sobre el que entender tu razonamiento. Me precipité y lo siento. Pues ahora que lo dices, es cierto, podía haber colado la de Rob, pero no pensé en él, pensaba en Lucius y no sabía como meterla. El Lord… en realidad está encaprichado, le han robado su juguete, pero no está enamorado, él no sabe lo que es eso. Lo de la Guerra de las Galaxias… um, la verdad es que me lo imaginé haciendo algunas tonterías con las manos y me salió esa imagen, pero no es así, es solo en alguna imagen. La edad, jajajajajaja. Tengo 17, para 18 en agosto, no me importa decirla. S.
Diabolik – Graciassssssss. S.
Misato – Vale, pues siguiendo la tradición tú le regalarás la snitch a Nevil, por cierto ¿eres chica o chico, es porque luego me lo preguntarán, la gente es muy curiosa, jajajaja. Las siglas lo he averiguado ahora, son las iniciales de la chica que me pidió esa snich. Espero que te siga gustando, aunque ya no creo que quede mucho. S.
Lena-loves-MaLfOy – Muchas gracias por tus palabras, creo que yo también voy a escoger esta carrera, ains… a ver si me da la nota. S.
Capítulo 23: La snitch de Anthony
Remus observaba desde la ventana de un viejo aula de la torre norte, el paisaje. Los alumnos parecían muy pequeños desde ahí. Miraba sobretodo a un grupo de seis chicos que estaban sentados en el césped, parecía que abril les estaba dando una tregua y el buen tiempo les permitía salir un rato al exterior. Por los gestos y la forma de comportarse, sabía que estaban planeando algo, tal vez una travesura… "No, no es el estilo de ninguno de ellos…"
¿En qué piensas? – Preguntó una voz familiar desde atrás, sobresaltándole un poco.
Pues… Les miraba y me preguntaba sobre lo que estarán planeando… porque obviamente están planeando algo.
Obviamente – Contestó Severus, haciendo burla de la rimbombante palabra y acercándose a la ventana – No te preocupes, faltan unas semanas para el cumpleaños de Draco, probablemente estén planeando una fiesta de esas que siempre hacen a sabiendas de que está prohibido.
¡Ah! Claro… - Respondió pensativo y girando la vista hacia él y de nuevo a los chicos – Parece que intentan volver a la normalidad.
Sí.
¿Siguen durmiendo juntos? No entiendo porqué después de… "eso", no vuelvan a sus habitaciones como siempre.
Tal vez porque no hay "eso" – Remus le volvió a mirar con cara de interrogación. – Draco me contó… Harry no se deja tocar y tampoco quiere, o puede, no lo sé, tocarle a él, así que se limitan a dormir abrazados.
Vaya, esa historia me es familiar – El licántropo se sentó en el marco de la ventana.
No es lo mismo que nosotros y lo sabes…
Bueno, tal vez no el origen… pero tranquilo, yo no tengo 16, no soy una hormona ambulante.
Por lo visto Harry se niega a hablar con nadie del tema – Comentó enfadado intentando reconducir el diálogo – Ni tan siquiera con Ron… ¿Te ha dicho algo a ti?
No ¿quieres que hable con él?
Bueno, ahora que lo dices…
Lo haré. Hablaré con él luego… Por cierto, esta noche no vengas a mi cuarto, tengo cosas que hacer.
¿Qué cosas?
Cosas… nada de lo que tenga que darte explicaciones, Severus.
Estas enfadado… Tienes que entender que yo…
No, Severus, no vayas por ese camino… te respeto y respeto que necesites tiempo, pero recuerda que tenemos una vida independientemente de nuestra relación, y al menos yo no estoy acostumbrado a que me vigilen las 24 horas al día, necesito mis espacios privados ¿comprendes? No soporto pasarme el día dando explicaciones.
Si, tienes razón. Yo también necesito intimidad a veces…
Vaya, no siempre que pones tu aguda mente a trabajar te equivocas – Sonrió recordando a Sirius.
Ya… - Casi gruñó el Slytherin
0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0
Lo mejor es la pocioteca, nosotros no podemos entrar en Slytherin – Defendía Hermione sentada sobre las rodillas.
¿Estás loca¿Y si les da por probar lo que por ahí hay? A ver como le explicamos las consecuencias al director – Respondía Blaise frente a ella - La pocioteca es peligrosa, no.
¿Y un aula vacía? – Sugería Ron tumbado mirando las nubes.
Claro¿Cuál? Las de las torres no son discretas para unir a tanta gente, tiene que estar cerca de la sala común por si hay problemas salir pitando…
Draco, si está cerca de vuestra sala común, nosotros estamos muertos si nos pillan – Dijo Harry mirándole desde abajo – En todo caso un aula a medio camino de las dos casas.
Solo sois tres, y conocéis los pasadizos mejor que nadie – Se quejó el rubio, que intentaba desenredar con los dedos el pelo del Gryffindor que boca arriba apoyaba su cabeza en sus piernas dobladas.
¿No vas a invitar al resto de los de mi casa? – Preguntó asombrado el Gryffindor
Pues….
Sí, tranquilo mi regaliz, que yo soy la encargada de las invitaciones – Sonrió Pansy
¿Y la sala de los menesteres? – Sugirió de nuevo Hermione
¿Cuál? – Pregunto Pansy sentada al lado de Blaise.
La que usábamos el año pasado para las clases de defensa… - Dijo Ron
No, no, cuanto menos gente la conozca y conozca como funciona mejor – Pensó en alto Harry – Tiene que ser un sitio discreto, insonorizado, fuera de la ronda habitual de los profesores… - Se incorporó de golpe - ¡Lo tengo! El sitio ideal para un Slytherin.
El aula de Artes Oscuras ni hablar
No, Draco, ahí Severus nos pillaría… estoy pensando en la Cámara.
¿Cómo¿qué? – Exclamaron con sorpresa.
Silencio – Susurró Blaise – Goldstein se acerca.
Harry se incorporó y miró como su antiguo novio se acercaba despacio hacia ellos, dándoles tiempo a prepararse ya que sabía que pese a todo, el único que no iba a recibirle mal iba a ser el moreno. Era el único que había hablado con él desde que regresaron y el único que todos los días se había interesado por su estado. Ninguno más se puso en pie para recibirle.
Hola chicos – Saludó cordialmente ya a escasos metros.
Hola Anthony – Respondió Harry ofreciéndole la mano, mientras el resto del grupo se entretenía en arrancar hierbecitas del suelo o seguir mirando las nubes como si nada.
Harry… - El chico le estrechó la mano con suavidad y reteniéndola sin forzarlo – Venía a despedirme, Poppy dice que ya estoy bien y que lo mejor es que regrese con mis tíos y un nuevo psicomago… Tal vez pueda regresar el año que viene.
Eso son buenas noticias ¿verdad? – Dijo girando la cabeza un poco hacia el grupo. Draco presintió tormenta y se levantó despacio, le abrazó por detrás.
Claro – Comentó el rubio con tono neutro y clavando su mirada gris en los ojos del otro chico - ¿Por qué no? – Y tiró suavemente de Harry obligándole con disimulo a soltar la mano del otro chico.
Si, claro por que no – Farfullaron los demás, sin dejar de hacer lo que hacían.
Bueno… yo… creo que ya me voy – Anthony se sentía intimidado, Draco no le había perdonado, seguía desconfiando y no le importaba en absoluto que él lo notase – Gracias por todo Harry… El profesor Lupin me ha pedido que te diga que quiere verte en su despacho después de la comida.
Gracias… me alegro que estés mejor, Anthony, en serio…
Sí, es como si estuviese despertando de un mal sueño… Bueno, me voy ya – Vio como Draco ponía una sonrisa de "ya estás tardando" – Espero volver a verte – Le tendió la mano que Harry apretó con dulzura y una sonrisa sincera.
¡Anthony! – La voz aguda de una chica de séptimo sobresaltó a los chicos - ¡Anthony Goldstein! – La chica avanzaba con velocidad hacia ellos
¡Oh, no, esto es una maldición que me ha caído por lo que te hice – Se quejó desesperado, mientras los otros seis miraban divertidos lo que pasaba.
¿Querías escaparte sin despedirte de mí? – Preguntó la chica a la que todos conocían como La Ale.
Por favor…
¿Por favor qué? Tengo algo para ti… para que no me olvides hasta el verano… lo he hablado con mis padres y ya tengo todo planeado…
Escucha… - Anthony miraba la snitch que con su nombre en letras brillantes, la chica le entregaba – Tú y yo no tenemos nada… - Draco aflojó el abrazo a Harry para poder esconder la cara en su espalda y disimular la risa con un ataque de tos.
Ya, ya… bueno, que va a perder el tren, vamos… - Anthony con un gesto entre derrotado y desesperado, echó una última mirada a Harry a comenzó a avanzar hacia el castillo – Me ama – Dijo La Ale a Harry y a Draco – Está loco por mí, estoy segura… - Y sin más salió tras él - ¡Anthony! Cariño, espera…
Todo el grupo rió abiertamente ante la escena, menos Harry que sonreía con cierta tristeza…
Oh, Harry, no me digas que no es divertido… - Dijo Pansy
Si, lo es, y creo que harán buena pareja aunque necesitan un poco de tiempo… no es eso lo que me entristece… ¡en fin!
Bueno, mi padre suele decir que la vida tiene un extraño sentido del humor – Afirmó Hermione mirando como desaparecían.
¿Tú crees que a él le gusta? – Draco estaba un poco extrañado.
Sí, pero es terco y tardará en reconocerlo – Dijo soltándose del abrazo para enfrentarlo – No me gusta que me trates como una posesión, Draco. Si no recuerdo mal…
No, no recuerdas mal, lo siento, pero reconoce que desde que hablamos ese tema han pasado muchas cosas y supongo que…
A veces me hacéis sentir todos como una snitch, en un partido en el que solo existen buscadores – Comentó algo triste, sabía que Draco solo quería protegerlo.
Lo siento – Respondió poniéndose serio – No volverá a pasar… te lo prometo – El moreno se acercó para besarle con dulzura en los labios.
¡Caramelitos!... Estábamos preparando una fiesta ¿lo recordáis? – Cortó Pansy en un intento de volver a la alegría anterior.
Si – contestó Harry, ya sonriendo, sentándose de nuevo con Draco a su lado - Y yo proponía la Cámara de Salazar Slytherin para hacer la fiesta…
0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0
El Lord miraba con detenimiento los informes de la investigación que tenía sobre la mesa. Estaba solo después de una aburrida comida con los de siempre. Echaba de menos las cultas conversaciones del traidor de Lucius y el que el poseedor de ciertos ojos verdes estuviese por ahí cerca. Le habían quitado su juguete favorito y eso alguien lo tenía que pagar.
Se reclinó cómodamente en su silla, recordando al asustado chaval sin varita que llegó la primer tarde, y al no tan asustado que se enfrentó a él, esta vez armado, después de una buena sesión de sexo y lo que prometía iba a ser una buena iniciación. Lucius debió de quedarse con la varita como recuerdo y cuando se cambió de bando… No sabía que pensar de los chicos que le acompañaban… las pistas indicaban que todos eran Weasley, pero… había algo que fallaba… no sabía el qué, pero algo no era como debería.
Por su espía en Hogwarts, sabía que Harry estaba de nuevo en brazos del joven Malfoy, el chico era un lujo en la cama, pero tanto como para traicionarlo a él… También sabía que la casa Slytherin se había cerrado en torno a ellos, lo que había provocado que más de uno de sus mortífagos tuviese ahora problemas familiares y enfrentamientos con sus hijos… alguno estaba en trámites de separación. Gryffindor, también les apoyaba…
Su espía también le había contado que Remus Lupin estaba por el colegio, y que había tenido problemas de salud ajenos a la luna… curiosamente coincidiendo con el rescate, lo que le hacía pensar que ese sucio licántropo estaba en el ajo. También sabía que rondaba cerca de Severus… confiaba en él, era el mejor con diferencia, pero le había enviado una nota para que estuviese alerta con el lobo, por si acaso.
Volvió a mirar los informes… y sonrió, acababa de tener una idea.
Harry iba directo al despacho de Remus, andando con prisas, quería ver qué era lo que quería y luego volver a los brazos de Draco y seguir planeando su cumpleaños. Habían quedado en dos horas para ver el sitio y pensar en los adornos y el resto de cosas necesarias. Su cicatriz empezó a dolerle e instintivamente se llevó la mano hacia ella. Conocía las sensaciones que iban a aparecer… la última vez había sido durante los exámenes TIMO del curso pasado… Sirius había muerto por ello.
Esta vez la imagen no era como las otras… si veía a sí mismo, en la ducha… y a Voldemort…
No vas a poder conmigo… no vas a poder conmigo… - Comenzó a repetir. De repente se sintió abrazado, protegido… notó calor a su alrededor… y una voz conocida que le llamaba…
Harry… Harry todo está bien, ven conmigo
Voldemort se quedó sorprendido, por primera vez el moreno le había echado de su mente… "¿Pero cómo…? "
Harry abrió los ojos en medio del pasillo, en el suelo, mientras Remus le acunaba como un niño y le susurraba palabras tranquilizadoras… Severus estaba de pie observándolos, cierto aire de satisfacción cruzaba su rostro, pero no decía nada… Reaccionó al escuchar los pasos de estudiantes que se acercaban al sitio.
¿Puedes andar? –Le preguntó Remus señalando la puerta de su despacho a unos 3 escasos metros.
Si, estoy bien – Respondió el Gryffindor incorporándose con lentitud… - ¿Cómo…?
Las preguntas luego… vamos dentro. Hasta luego, profesor Snape…
Adiós profesor Lupin – Respondió el jefe Slytherin yendo hacia la dirección de la que venían los ruidos de los estudiantes – Iré a informar al señor director de este incidente, Potter. – Este no le respondió y se metió algo confuso en el despacho de Remus.
¿Te encuentras bien? Toma este té caliente, te reconfortará… y ¿prefieres el chocolate con almendras o avellanas?
Con almendras… ¿no te queda del relleno?
No… mañana bajo al pueblo y repondré las existencias. ¿Qué has visto esta vez? – Preguntó sentándose frente a él con el té y el chocolate
Nada.
Harry… no sé porqué no quieres hablar conmigo…
¿De qué? – Remus le miró con cierta decepción
Ignorar lo que te ha pasado y no hablar de ello, no te va a ayudar en nada… a la larga será peor.
No quiero recordar nada, es cuestión de tiempo, solo eso ¿para eso querías que viniera aquí?
Si y no… en realidad quería darte tu horario de clases de refuerzo, has perdido mucho y tú menos que nadie te puedes permitir el no estar formado – Le acercó un papel con un horario de clases desde las 8 de la mañana a las 8 de la tarde.
¡Esto es una barbaridad! No voy a poder con ello.
Sí, si que podrás… Además, es ideal para huir de los problemas, no te deja tiempo para pensar.
Yo no huyo de mis problemas.
¿No?... de acuerdo… por cierto ¿qué tal con Draco? - Harry clavó sus ojos en él algo enfadado
Bien
Aj�¿Y él contigo?
¿Por qué no se lo preguntas a él? – Preguntó levantándose con brusquedad y tirando su silla.
Porque lo que me interesa es saber si te estás dando cuenta de cómo esto le afecta, ya que a ti por lo visto no te ha influido
Yo… yo… - Sus ojos se llenaron de lágrimas en cuestión de segundos. Remus se puso en pie y le abrazó de nuevo, esperando que se calmara.
Durante un rato ninguno de los dos dijo nada. Harry lloró hasta que se quedó sin lágrimas en los brazos del lobo. Luego hubo entre ellos un largo silencio.
Tal vez aún no sea tu momento para contarlo… o simplemente no somos los adecuados para que lo hagas. – Comentó Remus acariciándole el pelo – Venga, siéntate… te serviré más té. – Harry obedeció con los ojos hinchados – Llevo largo tiempo dando vueltas a una posible… ayuda. Pero es necesario que la quieras… si no, no va a funcionar.
No quiero ir a un loquero, Remus, no quiero contar nada de lo que pasó a alguien que me va a escuchar y a responder "Aj�, lo que debes de hacer es no pensar en ello" Creo que es algo que debo de resolver por mí mismo.
Bueno, supongo que sí… en realidad, no iba a hacerte nada, tal vez acelerar el proceso… como tú bien dices es algo que tienes que solucionar tú. Yo creo que por ir un par de veces no pierdes nada… ¿Por qué no lo hablas con Draco?
Vosotros ya sabéis lo que pasó… ¿por qué tengo que contarlo?
Creo que te hará bien… Al menos piénsatelo¿vale?
Está bien…
0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0
Después de pasear por la cámara secreta, decidieron que celebrarían una fiesta de disfraces. Al principio pensaron en una noche de terror, pero Blaise decía que iba a ser todo demasiado terrorífico, y más pensando que celebraban un cumpleaños, así que optaron por elegir el tema de la risa, los disfraces tendrían que ser graciosos o al menos intentarlo.
Las tareas de organización eran complicadas en ese lugar, y arreglarlo para la ocasión también. Draco lo miraba todo con mucha curiosidad, y a la vez con espanto cuando imaginaba lo que allí había sucedido, curiosamente, Blaise también parecía afectado, mientras el resto del grupo, danzaban de un lugar a otro, pensando en adornos, mesas, equipo de música, comida, bebida…
Mejor buscamos otro sitio, este es demasiado grande – Dijo al fin el rubio.
¿Cómo? Pero caramelito, yo creo que es perfecto – Pansy le miraba con asombro.
Yo estoy con Draco – Dijo Blaise – Es grande y muy incómodo para entrar y salir… mejor buscamos otro sitio.
Pero bomboncito…. – Protestó
Lo siento Pansy, pero no me gusta…
Pero si hace cinco minutos os encantaba la idea – Dijo Harry mirando a su pareja.
Cambié de opinión… mejor buscamos un aula vacía ¿vale?
Es tu cumpleaños, así que tú mandas – Comentó Ron.
Por la noche, Draco había conseguido, de una forma muy Slytherin, que Harry no se pusiese el pijama, y se mantenía abrazado a él en silencio.
¿Por qué cambiaste de opinión?
Respecto a qué
Al lugar de celebración de tu cumpleaños.
Ah, eso… pues… me traía malos recuerdos.
¿Malos recuerdos¿Cuáles?
A ti, levantándote de la cama del… - Harry se estremeció.
Déjalo, no quiero saberlo – Hizo el amago de soltarse pero Draco se mantuvo firme.
¿Hasta cuándo me vas a rechazar?
Esto no es un castigo, cariño, es que… no puedo, simplemente no puedo… Remus dice que debería de pedir ayuda.
¿A quién?
A un profesional ¿tú que crees?
Que te acompañaré
¿En serio? – Harry elevó un poco la cabeza para mirarlo - ¿Tú crees que eso nos va a ayudar?
Estoy desesperado, Harry, cualquier cosa que te devuelva a mis brazos me vale… acepto cualquier alternativa.
De acuerdo, iré… pero prométeme que dejarás de hechizar mis pijamas. – El rubio solo sonrió como respuesta.
0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0
Severus miró el reloj, eran ya las doce y media de la noche. Si el hombre lobo era cabezón, él era paciente. Escuchó el cambio de chisporroteo en la chimenea, y miró como si estuviese sorprendido.
Profesor Lupin… ¿qué le trae por aquí su noche libre?
Menos sarcasmo Severus… ¿Qué hiciste con mi varita?
Su… ¡ah, es tuya, no deberías ser tan descuidado, los chicos de primero son aficionados a gastar bromas.
¿Sí? Y los de primero de Slytherin más por lo que veo.
Bueno, te la devolveré mañana.
Sabes que la necesito ahora.
Pues ven a por ella.
Si voy… si voy, te voy a dar una lección que no olvidarás en la vida, así que busca otra forma de que llegue a mis manos.
Por favor, los Gryffindor siempre tan presumidos. Venga ya…
Tu lo has querido – La cabeza del licántropo desapareció entre las llamas, mientras Severus sonreía.
Remus se ahorró el llamar a la puerta, y entró directamente hacia Severus, que algo sorprendido se incorporó del sillón.
¿No te enseñaron a llamar a…? – Remus capturó los labios del otro sin darle tiempo a terminar, y le abrazó con fuerza. Sin quererlo, el beso se hizo cada vez más profundo.
Severus estaba acostumbrado a las caricias de Remus, gentiles y suaves, pero ahora eran más bruscas, sin pausa, se iban deshaciendo de todo obstáculo en su camino. Paró al lobo a duras penas, rompiendo el beso que los unía.
Remus… ¿No deberíamos de hablarlo antes?
¿Hablarlo? Bien… Lo primero que voy a hacer es quitarte toda la ropa, porque me estorba y luego me quitaré la mía, ya sabes por eso de…
¡Remus!
Siempre hay una primera vez para todo, Severus. Sé que lo estás deseando, tu entrepierna lo está gritando… ya me has fastidiado los planes, no sé por qué motivo, así que aprovechemos – Dijo acercándole para volverle a besar.
Pero yo… nunca, yo…
Tranquilo, yo te enseño. Hoy mando yo, y mañana… - Se encogió de hombros, volviéndolo a besar.
El Slytherin dudó unos segundos, pero sabía que Remus tenía razón, lo estaba deseando y tarde o temprano aquello tenía que suceder, así que mejor momento que ese, ninguno.
Remus cumplió con lo dicho y sin saber como, ambos estaban abrazados sin ya casi ropa, sobre la cama.
El castaño, desde arriba, besaba su cuello como si no hubiese nada más en el mundo, mientras Severus se dedicaba a disfrutar de todas aquellas sensaciones que el cuerpo que tenía encima le proporcionaba. Abrazado al licántropo y acariciando su espalda, trataba de guardar en la memoria todo lo que estaba pasando.
Relájate, déjate llevar, hoy no tienes que hacer nada más que disfrutar y pedir lo que te apetezca – Le susurró Remus mientras comenzaba a bajar un poco, dejando un reguero de besos por donde pasaba.
Para ti es fácil decirlo…
Relájate ¿quieres? Si no, tendré que parar.
No, no pares, me relajaré, te lo prometo – Cerró los ojos y comenzó a respirar más profundamente para intentar relajarse.
Remus sonrió, y sustituyó su mano derecha por su boca, comenzando a lamer el pezón del moreno. Con su mano libre bajó a la más que patente excitación del moreno y comenzó a prestarle atención. Severus se sobresaltó, pero a la vez, el placer comenzó a adueñarse de él, haciendo que los nervios se disolviesen un poco.
Luego su boca sustituyó de nuevo a su mano, y las caderas del Slytherin empezaron a demandar más y más. Remus intuyó un final demasiado cercano para sus plantes, así que con los dedos, apretando en la base del pene, frenó el impulso, dejando sorprendido a su amante, que no se esperaba ese final.
Bien, aquí empieza lo que más temes – Susurró a su oído - ¿Quieres que continúe?
Si digo que no ¿me vas a dejar así? – Remus estaba a su altura mirándole a los ojos.
No – Sonrió – por supuesto que no.
Da lo mismo, termine su lección señor maestro – Le devolvió la sonrisa, besándole con confianza.
Remus volvió a bajar y se pringó los dedos con vaselina. Despacio, buscó entre las nalgas de Severus, hasta que encontró lo que buscaba, e igual de despacio introdujo el primer dedo. Haciendo círculos, y retomando su trabajo con la lengua, fue poco a poco añadiendo más dedos y relajando esa zona.
La primera vez es más fácil y menos doloroso si te pones a cuatro patas, cariño.
Severus se giró un poco nervioso. Remus le acariciaba la espalda, y volvió a untar la zona, metiendo de nuevo los dedos para relajarle. Poco después, se introdujo despacio, pero sin parar. Esperó unos segundos y comenzó a moverse con lentitud. Severus se mordió los labios aguantando el dolor, pero poco a poco, lo fue olvidando ya que empezó a ser sustituido por unas sensaciones placenteras que venían de un punto que golpeaba con sus embates el lobo, el placer fue creciendo.
El lobo apoyó firme una mano en la parte alta de la espalda de su compañero, y con la otra, comenzó a masturbarlo a su ritmo. Su amante nunca había sido muy ruidoso, pero sus gemidos empezaban a crecer indicando que la lección no le estaba disgustando en absoluto. Remus sonrió satisfecho, y comenzó a dejarse llevar, olvidándose de controlar la situación. Sus gemidos pronto se unieron a los de Severus. A los pocos minutos, ambos llegaban satisfechos al clímax de la relación.
Ya abrazados bajo las sábanas y después de haber recuperado el tono normal de sus cuerpos, Severus miraba en silencio a su amante.
¿Qué tal la lección? – Preguntó éste con los ojos aún cerrados.
La mejor de mi vida… mañana te mostraré lo que he aprendido – Respondió besando sus pupilas.
Eso espero.
Remus
¿Um?
¿Recuerdas tu primera vez con un hombre?
Si, claro… yo nunca estuve con mujeres.
¿Fue con…?
Sí, con Sirius. La verdad es que ninguno de los dos sabíamos muy bien lo que hacíamos. ¿Por qué me preguntas eso ahora? – Preguntó abriendo los ojos.
Prométeme que nunca nos compararás.
¿Qué? No, jajajajaja, no puedo compararos ¿eso era lo que te preocupaba? – Remus sonreía feliz – No, él es parte importante de mi vida, de mi pasado. Pero ya no está aquí. Como tampoco está tu esposa… Tranquilo, no pienses en él.
Lo que me preocupa no es pensar yo en él, sino que cuando estemos… ya sabes, seas tú el que piense en él.
No… no puedo hacer eso… entre otras cosas, porque oléis diferente, aunque cierre los ojos sé perfectamente con quien estoy. Y porque él ya no está… tú ocupas ahora mi vida… no estás llenando su vacío, eso no lo podrá hacer nadie. Estás ocupando tu propio espacio en mi corazón… no te preocupes.
No, ahora ya no lo haré.
Continuará…
Gracias por leer.
