Hola, ya estoy aquí de nuevo. He estado, y estoy, enferma. Llevo tiempo sin salir de casa y he estado unos días ingresada mientras me usaban de cobaya humana… en fin. Que no saben lo que tengo, dicen que algo nervioso… Bueno supongo que esta es la disculpa que os merecéis por mi tardanza.

El capítulo he tardado mucho en escribirlo porque a penas he podido moverme o pensar, y a ratos se lo he dictado a Santi que el pobre ha hecho, y sigue, haciendo de secretario mío. Le acabo de introducir de golpe y sin él quererlo en este mundo del slash. Por eso es un capítulo con muchos cortes y tal vez con un argumento algo manido, lo siento pero no puedo hacer nada mejor. Además estoy un poco depre porque he tenido que abandonar los estudios hasta el año que viene ya que los médicos dicen que no estoy en condiciones de hacer el esfuerzo de acabar el curso con nota, aprobar la selectividad y todo eso. (Nota de Santi que soy yo, el que tecleo  no hace falta ser matasanos para ver que a penas puede mover el mando de la tele).

Bueno, no os preocupéis porque acabaré esta historia, aunque tal vez no pueda ser tan rápida escribiendo los capítulos que quedan. Tened paciencia.

Dedico este capítulo a "y0" por su original nick, un aplauso por aquellos que aún iluminan este planeta con sus ideas. Y a La Ale, que se ha puesto al día cuando yo no he podido seguir su ritmo. Gracias por el esfuerzo.

¿Alguien sabe como poner los guiones de párrafo? es que así es difícil de leer, y antes los admitía, pero ahora no, es una lata.

Besos.

Serendipity

Respuestas a vuestros comentarios:

Snuffle's Girl – Estarán preparados para el ataque… aunque no en el sentido literal. Es mi última sorpresa. Besitos. S.

Merche – Les debo otra escena a esos dos, y a Harry y a Draco, pero no tengo mucha cabeza para ello, intentaré. Por cierto, Voldie ya tuvo su snitch, se la contó a Harry en la cena antes de… ya sabes. S.

Julia Sakura – Gracias, pero no puedo regalarte una snitch, salvo que la quieras de la enana… porque se trata de que la regales tú… De todas formas veré que puedo hacer.

Yumeko – No me hables de hospitales que me da algo, creo que he tenido suficiente por una temporada. No te preocupes por los halagos, que me encantan, jajajajajajaja. Me hacen falta tras la mala racha que paso. El plan de Voldie empezará a perfilarse en el próximo capítulo, así que reserva tus uñas para entonces (Nota de Santi  No te muerdas las uñas mujer, que se te van a quedar unas manos feas). Lo siento, pero no puedo evitar que dé su opinión. Puedo hacer la snitch que me pides, pero necesito saber como llamar a tu amiga, su nombre o su nick, como quiera. Perdona la tardanza. Besos. S.

Inocent Muggle – Paciencia con Voldemort, pronto dará señales de vida. Siento la tardanza. S.

Karicatura – No te quejarás… bueno, puede que sí (Nota de Santi No se te ocurra) que ahí viene tu snitch, espero que te guste. No hagas caso de este memo de novio que tengo. Espero que la historia te siga gustando y no te decepciones. Gracias por tus besos, los guardaré con cariño. S.

Urakih69 – Tranqui, que ya no van a sufrir tanto como antes, en serio. Además, ya queda poco. Besos. S.

Cerdo Volador – Hola bonita, pueeeeees, va a ser a Hooch, porque los elfos no tienen ese… privilegio, lo siento. Por cierto, no pondré lucero, para que no te tachen de acaparadora, pondré tu nick, que además ya sabes que me encanta. Besos. S

Velia – Bueno, Remus se pregunta lo mismo, pronto lo desvelaré. S

Stiby –Vas muy orientada con eso de que Voldie tiene mono… sí. No te doy más pistas. Gracias por todo. Besos. S.

Rubiateia – La fiesta no me ha quedado muy bien, pero no estoy en racha para fiestas. Es cierto que los elfos tienen ese derecho, pero solo pueden regalar snitch los jugadores de quidditch, y veo difícil que un mago se enamore de un elfo… Lo siento… en serio. Bueno, ya veré. Gracias por la sugerencia y el apoyo. S.

Selene – De nada, es lo mínimo. Vodie vuelve a aparecer pronto, sí es cierto que está un poco hecho polvo… la mala vida que diría mi padre. Sam es bruja, lo que pasa es que cuando se casó, lo dejó, por eso conoce a Remus, coincidió con los merodeadores un año. Draco haría cualquier cosa por Harry, por eso, aunque al principio va enfadado al mundo muggle, luego se relaja. Lo de los lemon, a mí los primeros me costaron un montón, pero coges ideas a base de leer y luego… van saliendo. Hay gente que dice que describo mucho y otros que poco, así que… De todas formas si escribes alguno, avisa que lo leo. S.

Capítulo 25: La snitch de Pansy ---

Harry y Draco iban en silencio, andando de la mano, hacia Gryffindor. Cada uno se iba a disfrazar con los de su casa, y probablemente también dormirían separados. Harry tenía mono de Gryffindor, y Draco, para qué negarlo, necesitaba un poco de oxígeno después de 15 días centrados en el moreno.

Por el camino se cruzaron con Sarhaliene, Sakura y Regan, que iban riéndose y jugando con dos pequeñas snitch, una en forma de pájaro y otra de cocodrilo. Draco se paró y se giró para seguirlas con la mirada.

¿Es que no sabéis que ya es tarde? La gente duerme, sois unas escandalosas – Harry miró sorprendido a Draco.

Tenemos un pase firmado por el profesor Lupin – Contestaron ellas riéndose más alto y continuando su camino.

Draco… Los que estamos fuera y sin pase somos nosotros, así que deja de bromear con la gente ¿vale?

Creo que tenemos que hablar con esa pequeñaja

Sí, nos está siendo infiel – Sonrió Harry – Tal vez sea porque la tenemos un poco olvidada.

Pero tiene que aprender a esperar, esa enana ha repartido más snitch en su corta vida que…

¿Cuántas snitch se pueden regalar? – Harry cortó en seco el discurso de Draco con voz seria, mientras comenzaba a andar de nuevo sin soltarle la mano.

Pues… no sé, supongo que todas las que quieras…pero yo creo que son algo muy serio. Una cosa es el sexo y otra el amor… no sé, es como casarse.

O sea, que para ti, el que regala más de una snitch es alguien que se toma las relaciones de forma poco seria.

No, Harry – Draco tiró suavemente de su mano para obligarle a parar y a mirarlo - No creo que te tomes las relaciones a la ligera… ¿eso es lo que te preocupa, que ya has regalado una?

No, no, no puedo deshacer el pasado… y no sé si querría hacerlo, ya lo tengo asumido. Pero me preocupa que no quieras la tuya porque sea la segunda que regalo… – Sacó del bolsillo de la túnica una pequeña snitch – Feliz cumpleaños… otra vez.

Draco le miró la mano un poco sorprendido. Sabía que el segundo regalo de Harry, después de la sesión de sexo matutino en casa de Sam, iba a ser la snitch, el moreno era muy predecible… pero esperaba algo más romántico, con violines y cosas así.

¿No la quieres? – Elevó la pequeña pelota a la altura de los ojos de Draco. Las alitas se estiraron como si la snitch quisiera desperezarse.

¡Sí¡Claro que la quiero! – Draco la cogió y la observó detenidamente…

En ese momento se dio cuenta. Harry sabía que él esperaba este regalo, así que decidió sorprenderle no haciendo nada de lo esperado. Mientras, el moreno le sonreía observándole con cierta curiosidad, quería memorizar ese momento con todo detalle.

Creo que… que… es el mejor regalo que nunca me han hecho… Harry, por Merlín, es la snitch de tus padres…

Por más que buscase, no iba a encontrar otra que expresase mejor lo que siento por ti. Tal vez para ti sea muy… Gryffindor, pero para mí es muy hermosa.

Me gusta lo muy Gryffindor – Contestó acercándose sensualmente a él - ¿Recuerdas? – Y lo besó con fuerza

Harry respondió al beso con cierta satisfacción, había logrado su objetivo. Draco jamás olvidaría este momento.

Harry…

¿Si? – El moreno creyó notar cierto temblor en los ojos del rubio.

No, nada. Déjalo, es una tontería – Dijo, girando la cabeza como si espantase un pensamiento.

Será mejor que vayamos a prepararnos para tu fiesta, no estaría bien que llegases tarde.

Si, sí, lo sé – Se quejó separándose un poquito del moreno - ¿Sabes que han elegido para disfraz?

No, pero sé que Pansy dijo que ibas a demostrar estar a la altura de cualquier situación… Teniendo en cuenta que han decidido que todo iba a ser humorístico… me temo lo peor para ambos.

Sí, yo también lo temo… Harry…

¿Sí?

Te quiero.

¿No, en serio? – El Gryffindor le separó mirándole con travesura en los ojos. Draco suspiró con algo de disgusto y volvió a atraerle cerca para besarle de nuevo.

Te quiero… y no bromees… no voy a soltarte hasta que tú me lo digas a mí.

Pues entonces – Beso – Estamos – Beso – En un serio – Beso – Problema. Porque no te lo voy a decir… así tendrás que estar siempre a mi lado.

Venga… dímelo, es importante para mí…

Ya lo sabes – Suspiró

Harry…

Está bien, te lo diré, pero no te sientas obligado a soltarme ¿de acuerdo? – Draco sonrió – A ver si ahora, porque te lo diga, no vas a volver a abrazarme nunca más.

Hacía tanto que no bromeabas conmigo… estás feliz… Yo… te quiero Harry. Estoy tan feliz de verte así…

Draco… te quiero ¿vale? Te quiero, te amo, te adoro… No tengo palabras para expresar lo que realmente siento por ti… - Harry le miraba serio a los ojos.

Miau – Se oyó a sus pies.

¿Miau? – Preguntaron los dos a la vez bajando la mirada.

¡Mierda! Filch – dijo Draco – Siempre de lo más inoportuno.

Nos vemos en la fiesta… no dejes que te pille. – Le susurró Harry alejándose por las escaleras.

Antes muerto – Respondió el rubio que ya había recorrido unos cuantos metros en dirección a las mazmorras.

0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0

Ni hablar – Dijo el rubio enfadado sentado en la cama, al lado de su disfraz – Así no salgo a ningún lado ¿en que estabais pensando, Pansy?

En un disfraz ridículo para cada uno de nosotros… mira Blaise no se queja.

Nadie se ha quejado salvo tú – Dijo Blaise desde el fondo, terminando de colocarse los panties verdes.

Pero es que es… es…

Ridículo, lo sé, bomboncito, pero quedamos en que ese sería el tema de tu cumpleaños… Además, todo el mundo va a ira igual de patético. – Chascó la lengua en un gesto de desesperación, y sentándose a su lado, le ofreció unos panties amarillentos – Venga Draco… siempre nos acusan de estirados, es un buen momento para demostrar al resto que sabemos estar a la altura de las circunstancias, por eso somos los mejores.

Harry se va a estar riendo 10 años – Dijo cogiendo la prenda con rabia.

Oh, yo no me preocuparía por eso – Contestó con cierto deje de ironía en la voz

O sea, que Blaise y tu… - Sonrió. En ese momento se dio cuenta de que en Gryffindor, estaría sucediendo una discusión exactamente igual, salvo que su papel lo haría Harry y el de Pansy… Hermione.

Armándose de valor, salió a su sala común, con el disfraz puesto. Ron, vestido de calabaza, con Hermione disfrazada de pepino a su lado aplaudieron al verle.

¿Ves? – Regañó a Ron – Te dije que ese color le iría mejor a los ojos.

Sí, tienes razón… Harry, ponte bien el rabo en la cabeza… pareces un tomate deprimido así.

Esto… esto… esto no va a quedar así – Susurraba mientras bajaba torpemente las escaleras. – Me cuesta moverme aquí dentro… a penas voy a poder comer o beber algo.

Piensa en lo positivo… con lo mal que bailas, ese disfraz te disimulará – Escucho a Neville tras él. Al girarse vio que iba de berenjena.

¿Es que todos vamos de hortalizas? – Preguntó el moreno.

No, Gryffindor va de hortaliza… Ya verás el resto ahora. Vamos, baja deprisa o no llegaremos nunca – Le apremió la chica.

Correr por los pasillos a oscuras era algo que el trío tenía muy superado, pero hacerlo dentro de esos incómodos disfraces, era otra cosa. Ron no cabía por algunos sitios, y Harry tropezaba y se quejaba de no poder verse los pies. Doblaron con precaución la última esquina antes de llegar al aula en cuestión.

Ahí está Pansy, los Slytherin deben de estar dentro ya… Somos los últimos como siempre – Dijo Hermione saliendo muy decidida – Hola… ah, te queda bien el traje de plátano.

Si ¿verdad? A ti el de pepino no te queda mal… Pero… Ron, te ves perfecto de calabaza y tú… mi regaliz, el rojo te queda genial y ese verde del…

Ya, ya, ya – Murmuró Harry – es perfecto para el color de mis ojos. ¿Está ya Draco?

Si, claro, pasad… - Contestó sonriendo – En cuanto lleguen los Ravenclaw, paso yo dentro.

Harry entró ansioso, Slytherin había escogido frutas para disfrazarse, y no alcanzaba a imaginar al perfecto gentleman que era su pareja, disfrazado de una.

Bonitas piernas – Le sorprendió la voz de Draco por detrás. Harry se giró y dejó salir una pequeña carcajada.

La fruta de la pasión. Creo que te eligieron bien el traje. Todo el mundo sabe que me encantan los mangos.

Y a mí los tomates.

Draco se intentó acercar a Harry para darle un beso, pero los gruesos disfraces, a penas permitieron que se cogieran de las manos.

Creo que va a ser una noche muy larga – Murmuró el rubio.

Si, yo también… ¡Mira¿Blaise va de pera? – Preguntó extrañado arrugando la nariz.

De todos los invitados, hortalizas, frutas, frutos secos y legumbres, el que mejor llevó el traje fue el Slytherin. En realidad iba tan cómodo como si fuera con un traje de fiesta, o al menos, eso parecía, porque Blaise y Harry, aunque admirados de la compostura del Draco, le pudieron observar algo molesto en algunos momentos.

Ron aprovechó la fiesta para tener esa cita prometida con Asil, la jugadora que le había regalado la snitch, bajo la atenta mirada de Hermione, que a duras penas podía disimular lo molesta que estaba, y más viendo que su calabaza, disfrutaba de lo lindo con la cereza.

A eso de la una, todos comenzaron a regresar a sus casas. Draco se despidió de Harry besándole las palmas de las manos, y Harry riéndose con picardía se fue hacia Gryffindor con sus compañeros.

Caramelito, creo que no has estado muy imaginativo con tu amorcito – Dijo Pansy ya en la sala común de Slytherin.

Si que lo he estado, pero hoy vamos a dormir separados, y además, Sam me dijo que no forzase las cosas, así que solo imaginé… Tú ya me entiendes.

Si… se me había olvidado lo hermoso que es Harry cuando sonríe – Suspiró – Bueno, me voy a dormir mis dulces – Besó a Draco en la frente y a Blaise en los labios – Mañana en clase voy a estar horrible con estas ojeras… tendré que hacer algo – Se la oía decir por el pasillo, rumbo a su habitación.

Me voy a quemar el disfraz en la chimenea de la habitación… ¿te apuntas Draco?

Sin dudarlo – contestó animadamente.

Mientras, Pansy llegó a su habitación y observó como sus compañeras, ya estaban preparándose para ir a la cama.

Millicent, preciosa, te has puesto la crema de ojos en los labios y la de labios en los ojos… ¿No te diste cuenta que la de pepino es verde?

Pareces un extraterrestre – Rió alguien desde la puerta del baño.

En fin, mal no te va a hacer, así que déjalo ya y vete a dormir. ¿Sabe alguien por qué las cobijas de mi cama están cerradas?

No…

Ni idea

Las correrías tú

No… bueno, da lo mismo, estoy cansada – Pansy abrió las cobijas con un toque de varita, y en ese momento, un montón de globos comenzaron a volar por la habitación – Por Merlín… pero…

Oh, es precioso – Dijo Millicent desde su cama

Que bonito, vaya detalle de Blaise.

Esto no es obra de Blaise – Dijo la morena que comenzó a desenganchar de cada globo el paquetito que llevaba

¿Cómo lo sabes?

Porque conozco a mi novio, y esto no es idea suya… ¡anda! Un caramelo en forma de flor.

Siguió desenganchando y abriendo paquetitos, en el orden en que los globos se iban acercando a ella. Todos llevaban chucherías, salvo el último.

Pansy… una snitch

¿Qué pone? – Sus compañeras hacía rato que están tras ella viendo como abría uno a uno los paquetes.

Karicatura

¿Karicatura? – Todas la miraron extrañadas, mientras ella sonriendo recordaba un partido entre los Murciélagos de Ballycastle y los Tutshill Tornados, al que había asistido en las pasadas vacaciones. - ¡Cuenta!

¡No! Soy una dama y como tal no aireo mi vida privada – Volvió a sonreír, y depositó la snitch en el cajón de su mesita - ¿Es que no os vais a acostar nunca?

Esto a Blaise no le va a gustar

Blaise me respeta y es lo suficientemente listo como para no preocuparse por esto… - Sabía que mentía, al moreno no le gustó aquella aventura y no le iba a gustar esto… pero ya no se podía volver al pasado, así que tras un par de cariñitos, volvería a la normalidad. – Buenas noche chicas

0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0

¿En qué piensas? – Preguntó Severus observando como Remus miraba el fuego de la chimenea.

En algo que dijo Sam cuando llegamos allí.

Esa…

Severus – Remus le miró serio – Es una gran mujer, y tu ahijado y Harry han vuelto felices ¿no lo has visto?

Sí – Reconoció entre dientes – Draco sonreía como hacía años… ¿Qué dijo esa ex bruja?

Que los Potter tenían fama de enamorar en la cama.

Bah – Dejó escapar el Slytherin

No, en serio… Piénsalo. Lily odiaba a James hasta el día en que tuvieron la famosa cita de la snitch ¿recuerdas? Después de eso ella no se separó de él…

Lo recuerdo, lo recuerdo – Contestó de mala gana – Pero ¿a qué viene eso ahora?

Del padre de James se decía lo mismo – Severus se levantó del sillón contrariado – y Draco.

¿Qué pasa con Draco?

Draco no amaba a Harry, lo deseaba pero no lo amaba… y en cuanto se besaron… cuando se acostó con él… - Remus estaba un poco liado todavía, pero Severus comenzaba a verlo claro. Se sirvió una copa que bebió de un trago, luego sirvió otras dos y acercó una al licántropo, sentándose frente a él.

Estás pensando que tal vez no sea solo la fama…

Mira a Anthony, se obsesionó con él… el Lord mismo tú dices que se ha vuelto extraño desde que Harry escapó.

Ya, pero eso significaría que si es un hechizo, al deshacerlo…

No, no creo que sea un hechizo…

Que yo sepa, Harry ha pasado por algunas camas más y…

Pero tal vez no había algo. Eso es lo que me falla. No funciona con todas sus parejas.

Tal vez porque no todas están destinadas a serlo, solo se revela con la pareja adecuada.

Ya Severus, pero si fuese una cuestión de destino… Harry lleva tres… ¿los tres estaban destinados a él¿Qué sentido tiene eso?

Bueno – bebió un trago largo – Tal vez Anthony tenía que enseñarle lo que no debía ser una pareja. Draco… todo lo contrario y el Lord…Estamos diciendo tonterías.

Sí, es una tontería… ¿Y cómo arma? – Ambos hombres se miraron en silencio – Solo funcionaría cuando están asustados. James temía el rechazo de Lily. Harry temía perder a Anthony, y luego temía lo que Draco pudiera querer de él… y del Lord no digamos.

Enamorar como defensa… Hace años leí algo en la biblioteca, pero me pareció una tontería… tal vez no lo fuese tanto. ¿Te apetece un paseo nocturno?

Pues, la verdad… hace 15 días que no lo hacemos…

La noche es larga y no voy a poder concentrarme en ti con esto rondando en la cabeza.

La próxima vez – Dijo levantándose – te diré mis teorías en la cama. Después de una dura sesión de sexo. Vamos, cuanto antes mejor. ¿Recuerdas qué libro era?

No, exactamente, pero sí que era de la sección prohibida, del área de defensa contra las artes oscuras.

Lógico – Susurró saliendo por la puerta tras el moreno.

0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0

Albus Dumbledore daba vueltas por su despacho. El papel que tenía en sus manos no le había traído buenas noticias. El ministerio se negaba a dejar a Harry más tiempo bajo su tutela, y tampoco admitía la de Remus o Severus.

A penas quedaban tres meses para la mayoría de edad del Gryffindor, pero esos tres meses podían ser fatales para todos.

Harry hoy había vuelto feliz, le había observado durante la cena y daba gusto observarle sonreír. Había decidido que le dejaría hacer determinadas cosas, como dormir con Draco, que el resto del alumnado tenía prohibido. Después de todo, su vida no era sencilla y si se le pedía más que a los demás, también había que concederle algún que otro capricho. Por eso hoy había advertido a todo el claustro, que la fiesta de cumpleaños de Draco no debería ser descubierta…

¡Draco! – Sus pupilas se iluminaron y una enorme sonrisa iluminó su cansado rostro.

A la mañana siguiente, Hufflepuff reclamaba el partido que por la desaparición de Harry se había postergado, así que Hooch, hablaba con los dos capitanes para elegir una fecha adecuada para celebrarlo. Hacía tiempo que ninguno de los dos equipos entrenaba muy en serio, así que se quedó en el último sábado de mayo.

El director llamó al claustro al completo y a los prefectos de las cuatro casas, así que se anularon las clases de por la mañana para alivio de los trasnochadores. También llamó a Harry a la reunión.

Todos estaban sorprendidos ante las noticias que acababan de recibir de labios del director.

Pero… pero… ¿Hasta cuando tenemos señor director?

Tenemos la custodia sobre Harry hasta final de mes. El 1 de mayo será trasladado a un sitio seguro.

¿Qué sitio seguro? No hay sitio más seguro que este colegio – Rugía Remus apenas contenido por Severus.

Por lo visto, señor Lupin, el ministerio no piensa lo mismo después de los últimos acontecimiento – Contestó la profesora McGonagall

¿Y si pide usted mi tutela? – Le preguntó a su profesora un Harry muy afectado

Esa es una de las cosas en las que estaba pensando – Confesó el director – Podíamos llenar el ministerio de peticiones de tutela, total, a penas te quedan 3 meses para la mayoría de edad, para cuando quisieran resolverlas ya sería tu cumpleaños… Pero un abomago amigo mío me ha contestado que mientras tanto tendrías que irte…

Pero es intolerable – Protestó Sinistra - ¿Qué pasará entonces con sus protecciones? Porque me figuro que no le dejarán veranear en casa de sus tíos muggles… eso sería muy peligroso.

Si, Sinistra, lo sé… Solo se me ocurre otra salida… Draco Malfoy – Los brillantes ojos del viejo se clavaron en el prefecto de Slytherin.

¿Yo? – El rubio estaba totalmente fuera de situación, la noticia de que se llevaban a Harry en unos días lo había dejado KO.

Si – Respondió Severus con calma pues había comprendido los planes del director – Tienes 17 años, aunque no puedes disponer de la totalidad de tus bienes hasta los 21, puedes casarte si tienes los medios suficientes para mantenerte a ti y a tu pareja.

Pero – Harry le miraba asombrado – Él no tiene nada… su padre… su madre…

Te equivocas, es el heredero de Lucius y de Narcisa. Si bien la fortuna Malfoy aún no la puede tocar… la de Narcisa sí, si su albacea así lo acepta.

Y lo aceptará ¿verdad? – Preguntó Remus mucho más tranquilo.

Sí, claro, si él me lo pide, aceptaré.

Pero yo tengo 16…

Aún estás bajo la tutela del colegio, si se lo pides al claustro y este lo acepta, podrás contraer matrimonio, Harry – Respondió McGonagall – Pero a penas hay tiempo con tanto trámite, lo tenéis que decidir ya.

Harry y Draco se miraron en silencio, todo el mundo en esa sala estaba pendiente de ambos. Ron apoyó su mano en el hombro de su amigo para infundirle fuerza, mientras Hermione, apretaba con fuerza la mano que desde el principio tenía entre las suyas.

Pansy susurró algo al oído del rubio. Éste la miró y asintió en silencio. Se levantó y se acercó a Harry despacio.

Creo que tenemos que hablar… en privado

Si – Contestó el moreno saliendo tras él. Al cerrarse la puerta miró a Draco a los ojos – No te enfades, te quiero como a nadie pero…

No quieres casarte conmigo.

No… Sí… Bueno, sí que quiero, he soñado mucho con ello, pero no así. No por obligación… Tengo 16 años, Draco.

Sí, yo pienso lo mismo. Somos jóvenes… demasiado para esto y la verdad, tampoco yo quiero, no así al menos.

Ni si quiera llevamos un año juntos¡sólo llevamos 3 meses!…

Sí, pero muy intensos, no lo niegues.

No podría – Harry bajó los ojos dejándose abrazar.

Además aún estamos estudiando…

No sé… es como si de repente, le pusiésemos una cadena a nuestra relación…

Sí, me agobio solo de pensarlo – Draco le acariciaba la espalda mientras miraba al infinito.

Yo también – Harry seguía mirando la punta de sus zapatos.

Pero me agobia mucho más saber que en un par de días te perderé… No quiero casarme contigo por obligación, pero tampoco quiero perderte por la decisión estúpida de otros, si te pierdo, que sea por mi propia estupidez.

Yo pienso igual – levantó los ojos hacia él y le besó los labios - ¿No habrá otra solución?

No creo. Al menos no tan rápida.

Se me ocurre un punto medio. Nos casamos sin ningún tipo de celebración, solo firmar y punto… bienes separados y todo eso. Si dentro de unos años nos vemos con fuerzas, montamos una segunda boda por todo lo alto, con músicos, amigos…

O sea, que solo vamos a estar casados sobre el papel… pero todo lo demás seguirá igual. ¿Eso es lo que propones?

Sí¿te parece?

La verdad… Sí, me apetece seguir disfrutando de ti como novio unos años más. Claro que también se me ocurre que te puedes casar con algún adulto… no sé, con Remus o con McGonagall y… - El Gryffindor le miró con un brillo peligroso en los ojos.

Perfecto, si a ti no te importa, elegiré a Severus, tiene más dinero… y quién sabe, tal vez le convenza de…

No, no… Severus no vale, recuerda que a todos los efectos es un mortífago – Draco no esperaba esa respuesta por parte de Harry y se había sobresaltado.

Draco, cariño… entonces ¿quién crees que puede ser el mejor candidato? Porque después de todo, a ambos os voy a ser infiel con el otro y… - Comenzó a mordisquearle el cuello.

No creo que tuvieses que consumar la unión.

Si no tuviese que consumar la unión¿no crees que Dumbledore hubiese elegido a otro más de su confianza, que me tuviese vigilado? – Volvió a besarlo, Draco se quedó pensativo unos segundos… Harry tenía razón, después de todo el viejo no le tenía en especial estima.

Si, claro, tienes razón. Además no sería creíble… sin embargo, todo el mundo mágico ya sabe lo nuestro, y sería lógico que dos adolescentes en un acto irreflexivo…

Eso pensaba¿entonces?

Harry – Le apartó de su cuello y le miró a los ojos - ¿Quieres casarte conmigo?

Sí – Respondió sencillamente sonriendo.

¡Espera! – Dijo reteniéndole a su lado – Antes de que entres ahí, quiero confesarte algo.

Dispara – Dijo dejándose atraer de nuevo.

Yo… cuando ayer me regalaste la snitch de tus padres… yo… en realidad… estuve a punto de pedirte matrimonio – Contenía los nervios mientras hablaba.

¿Y por qué no lo hiciste?

Porque como me has dicho antes, sabía que no iba a aceptar por ahora.

Te equivocas. Te hubiese dicho que sí.

¿Entonces por qué…?

¿El discurso de antes? – Encogió los hombros – Pensé que era lo que querías decirme, y que te tranquilizarías si te lo decía yo antes… así te sentirías menos presionado.

Veo que nos queda mucho que aprender el uno del otro – Hundió la nariz en los cabellos del moreno disfrutando del aroma del shampoo.

Sí, pero tenemos toda la vida por delante para hacerlo.

Te quiero

Lo sé… yo también a ti. – Se apartó un poco y se dirigió a la puerta. De pronto se giró hacia el Slytherin – Pero creo que mejor dejamos las celebraciones para dentro de un par de años cuando podamos emborrachar a todos los invitados sin que nos detengan ¿vale? – Draco solo sonrió como respuesta.

Entraron de nuevo en la sala y ante la mirada expectante de todos el Gryffindor dijo:

Solicito permiso de este claustro para contraer matrimonio con Draco Malfoy – El suspiró en la sala fue sonoro y general.

Continuará…

Gracias por leer.