6.SENTIMIENTOS

Tanto Snape como Yavanna se acostaron pensando en lo que había sucedido esa noche, teniendo unos sentimientos muy parecidos respecto al tema pero al despertar esos sentimientos habían cambiado, al menos los de uno de ellos.

Yavanna se levantó muy contenta, había sido una noche muy agitada. Primero se había ocupado de Ginny y de Harry y aunque todavía esperaba a que su amiga le contara lo que había pasado, ella estaba casi segura de que su amiga vendría con buenas nuevas. Y después, sus conversaciones con Snape. Habían empezado discutiendo, para variar. Pero, luego, en el campo de quidditch, todo había cambiado, al principio él se había comportado como el perfecto profesor que era siempre, pero cuando ella se había caído él había cambiado, se había preocupado por ella, por una vez había actuado como una persona normal en vez de como una persona con una máscara que no puede mostrar aquello que esconde y eso le había gustado y además mucho. La verdad es que ni siquiera ella comprendía los sentimientos que la embargaban, pero lo que sí sabía es que era muy feliz.

Mientras tanto en otra parte del castillo otra persona también recordaba lo que había sucedido en el campo de quidditch, pero sus sentimientos al respecto eran muy diferentes.

Snape se arrepentía mucho de haberla gritado, no tenía que haberla llamado, no sabía por qué lo había hecho pero en ese momento tenía la necesidad de llamarla no, quizás había sido por la discusión que habían tenido en el Gran Comedor o por como su corazón se paraba cada vez que Yavanna rozaba los aros de gol. Tendría que haberla dejado volando, aunque fuera peligroso, realmente él mismo la había puesto en peligro al llamarla ya que ella al enfadarse había vuelto a despegar y había dejado de prestar atención al vuelo, aunque la verdad es que no estaba seguro de porque se había enfadado, quizás fueran las miles de hormonas que circulaban por su cuerpo adolescente, en el fondo no era más que una niña, porque él solo le había dicho que era su responsabilidad preocuparse por ella y estaba seguro que eso no le había sentado muy bien por como le había respondido.

Luego se había puesto a volar y cuando vio que ella empezaba a caer sintió que su corazón dejaba de latir, hacía mucho tiempo que no sentía una desesperación tal. Cuando cayó sobre sus brazos con los ojos cerrados no se lo podía creer, no podía estar muerta, el golpe no había sido tan grande. Pero, entonces, abrió los ojos y le sonrió, le dirigió esa sonrisa tan especial y tan dulce, y esta vez estaba exclusivamente dirigida a él, eso le gustaba y además mucho.

Cuando la estaba bajando sentía que no quería que se acabara ese contacto nunca, pero en cuanto los pies de ella tocaron el suelo ese contacto se rompió, ella le había dado un tierno beso en los labios y había salido corriendo, y él, no había reaccionado, se había quedado pensando y no se había movido en una hora. A la hora se había dirigido al castillo flotando, su estado era tal que no andaba, flotaba.

Pero al despertarse por la mañana se dio cuenta de que nada tenía sentido, no podía sentir esas cosas hacia una alumna y menos hacia Yavanna, se lo debía a su madre, no podía permitir que Yavanna sufriera lo que ella misma había pasado. Aunque en realidad no podía sentir eso hacia nadie ya que nunca podría olvidar su pasado. Así que el profesor de pociones salió de su habitación con una decisión tomada, no podría seguir sintiendo eso por su alumna y si no podía evitarlo haría lo que fuera para que ella no lo notara: a partir de ese día para Severus Snape en el colegio no había nadie que se llamara Yavanna Nienna.

Yavanna llegó enseguida al Gran Comedor, allí vio a su amiga Ginny que estaba sentada sola en la mesa de Gryffindor. Se acercó y su amiga le dirigió una gran sonrisa y aparecieron las muestras de agradecimiento:

"Gracias, muchas gracias, eres la mejor, ayer fue la mejor noche de mi vida y todo es gracias a ti. Estoy saliendo con Harry y soy feliz, muy feliz, eres la mejor" Yavanna no había oído más allá del gracias debido al abrazo que le había dado su amiga que no le había dejado pensar nada más que en que Ginny si apretaba más la iba a romper. Pero al ver la sonrisa de su amiga le dio la enhorabuena y le dijo que por ella hacía lo que fuera. En ese momento llegó el afortunado novio que también la sonrió con calidez y ella se sentó a comer tranquilamente y en silencio.

Estaba tan concentrada en sus pensamientos que no percibió la mirada que se clavaba en ella mientras su dueño se prometía que iba a ser la última.

Yavanna tenía a primera hora pociones y se dirigió hacia la mazmorra en compañía de Harry, Ron y Hermione. Sus tres amigos iban comentando los pormenores del baile pero ella estaba impaciente por llegar a pociones, necesitaba ver como Snape se había tomado lo que había pasado la noche anterior, conociendo a su profesor reaccionaría de la forma más extraña posible porque no le gustaba mucho ser convencional.

Al llegar a clase Yavanna dirigió una mirada a su profesor pero éste estaba ocupado escribiendo los ingredientes de la poción que iban a hacer en la pizarra así que ni siquiera notó la entrada de sus alumnos en la mazmorra. Las cosas no cambiaron durante la clase Snape parecía no notar la existencia de Yavanna y ésta estaba empezando a sentirse desesperada, no soportaba que la ignoraran. Al acabar la clase hizo una seña a sus amigos para que continuaran sin ella mientras que se acercaba a la mesa en la que estaba sentado su profesor:

"Profesor, ¿podría hablar con usted un momeneto?" Snape levantó la mirada con desgana y preguntó con frialdad:

"¿Tiene alguna duda sobre la clase de hoy?"

"La verdad es que no, pero..."

"Entonces no tenemos nada de que hablar" le dijo el profesor mientras se levantaba de la mesa y se iba dejando a Yavanna plantada. Por lo menos, pensó Yavanna con sarcasmo, ya sé como se lo ha tomado.

A partir de ese momento los días empezaron a ser un auténtico martirio para Yavanna, para Severus Snape ella había dejado de existir y ella se sentía muy mal e impotente, no podía hacer nada, estaba empezando desquiciarse.

Había pasado un mes más o menos desde Hallowen y Yavanna ya no podía más. La clase que acababa de tener de pociones había sido frustrante. Yavanna ya desesperada había empezado a hacer todas las pociones mal, para ver si así conseguía que él se enterara de que existía, pero ni así. Quitaba puntos a todo el mundo menos a ella, regañaba a todo el mundo menos a ella. Se saltó la comida y se fue a su habitación, allí, tendida en su cama empezó a llorar.

"Yavanna, ¿qué te pasa?" Preguntó Ginny que había notado lo rara que estaba su amiga últimamente y había ido a buscarla.

"Nada" dijo la chica mientras se incorporaba y se restregaba los ojos.

"Yavanna, ¿somos amigas o no?" preguntó la pelirroja intentando tirarla de la lengua.

"Sí, pero es que no sé como te lo vas a tomar si te lo cuento"

"Venga, eres mi amiga y pase lo que pase yo te voy a apoyar"

"Lo que me pasa es que creo que me he enamorado" dijo Yavanna todavía titubeando.

"Pero eso es genial" dijo la pelirroja intentando animándola "es lo mejor que te podía haber pasado aunque tengas pocas posibilidades seguro que alguna hay, eres una chica encantadora y estoy segura de que eres el sueño de la mayoría de los chicos de este colegio"

"Gracias Gin, eres la mejor, pero, es que todavía no sabes quien es"

"Si hay que decirle algo yo se lo digo, después de lo que hiciste por mí al juntarme con Harry hago lo que sea por ti"

"Gin, no te atreverías" al ver la mirada interrogante que le dirigía su amiga Yavanna despejó la incógnita. "Ginny, es Snape" Las sospechas de la pelirroja no iban muy descaminadas.

"Tienes razón, no me atrevería, pero tú sí, ¿vas a tirar la toalla sin intentarlo? Esa no es la Yavanna que yo conozco, esa no es mi amiga"

"Ya lo sé Ginny pero es muy difícil, no sabes todo lo que ha pasado" Entonces Yavanna empezó a contarle con detalle todo lo que había pasado con Snape desde que había empezado el curso: la conversación en el despacho de Dumbledore el primer día, su primera clase de pociones, aquella discusión tan fuerte que tuvieron un día en pociones y lo que paso después en su despacho y por último la noche de Hallowen que era lo único que Ginny no conocía de la historia. Después de eso le empezó a explicar a su amiga la evolución que habían tenido sus sentimientos. Primero había sentido que Snape era como un reto pero poco a poco eso había cambiado, aunque ella se había dado cuenta la noche del baile cuando le dijo que se preocupaba por ella por que era su responsabilidad. Eso le había dolido, quería ser para él algo más que una alumna y cuando había despertado en sus brazos y le había oído hablar había sentido que así era, pero al día siguiente la había ignorado y un mes después seguía igual y ella cada día estaba peor porque se había dado cuenta de que necesitaba por lo menos discutir con él, necesitaba que por lo menos la gritara, necesitaba oír su voz diciendo que se poción estaba mal aunque en realidad estuviera perfecta, le necesitaba.

"Pues espero que consigas al menos discutir con él porque no me gusta nada verte así" dicho esto la pelirroja abrazó a su amigo lo que consiguió que Yavanna esbozara una sonrisa ya que se había dado cuenta de que por lo menos no estaba sola.

¡Muy buenas! Aquí tenéis otro capítulo, sé que no pasa gran cosa pero es que quería que vierais como se sienten Snape y Yavanna, pero en el próximo capítulo habrá otro asalto. Muchos besos y gracias por leer hasta aquí y por el review que en el fondo sé que me vais a enviar.

Amsp14: Gracias por el review. Tienes razón, a mí también me parece buena amiga aunque yo creo que si esta en tu mano eso lo haríamos cualquiera. Respecto a Snape también estoy de acuerdo tiene serios problemas pero él que ha podido huir de los mortífagos, ¿no va a poder con una chica de 17 años? Bueno, ya veremos. Muchos besos.

Galilea: Me alegro de que te siga gustando, aquí tienes otro capítulo espero que este también te gusta. Muchos besos.

Maritza chan: Gracias por el review. Aunque no sé si has leído hasta aquí o si leerás hasta aquí porque el review está en el primer capítulo yo te contesto. El nombre de Yavanna lo saqué del Silmarillion, era una especie de diosa y el apellido era otra pero me gustaron y los cogí. Espero que te siga gustando y cuando tenga un poco de tiempo miraré los tuyos y te dejaré un review. Besos.

Meilin Snape: La verdad es que lo de que volara tan bien era una excusa para que hubiera un enfrentamiento con Snape así que por ahora el puesto de Harry no corre peligro. Yo también espero que te vayan muy bien a ti los exámenes, mucha suerte y muchos besos.

Nagini: Me alegro mucho de que te gustara. Yo creo que todavía faltan unos tres o cuatro capítulos para que diga quien es el padre pero seguramente deje alguna pista aunque ya veremos. A mí también me gusta mucho este Severus, espero que te siga gustando. Muchos besos.