Hola de nuevo. Soy Santi de nuevo. Seren está bien pero de nuevo está en el hospital. Me ha pedido que os envíe muchos besos y miles de disculpas.
Perdonad las faltas y todos esos pequeños detalles que ella cuida tanto y que yo paso por alto. Lo peor ha sido lo de las respuestas a los comentarios, por eso me limito a daros las gracias en su nombre.
Gracias a zephyr hb, Inocent Muggle, urakih69, rubiateia, Merche, Yumeko, Stiby y Akatsuki-Itachi por todo.
Capítulo 27: La snitch de Hooch ---
Harry estaba especialmente cansado aquella noche. Había vuelto a los entrenamientos, ya que quedaba pendiente el partido contra Hufflepuff y los profesores le estaban obligando a ponerse al día con sus estudios a marchas forzadas.
A todo esto, se unía que a Draco ya no le bastaban las noches y buscaba a su compañero en cualquier momento que supiese que éste no tuviese clases. Harry pensó que era normal al estar recién casados, así que no le dio importancia y bromeaba con él cuando le veía aparecer. Afortunadamente, el rubio seguía sin ser muy amigo de los polvos rápidos, así que la mayoría de las veces, se conformaba con besarle hasta dejarle sin oxígeno.
Hoy, el jefe de la casa Slytherin, le había llamado a su despacho y le había echado una buena reprimenda por su comportamiento.
.- Señor Malfoy… Draco… contrólate, ya todo el colegio hace bromas sobre ti y sobre Harry. Ya estáis unidos, no va a escaparse ni a desaparecer sin que tú sepas donde está. O le das un poco de libertad y descanso, o al final lo agobiarás y ya sabes que los Gryffindor no…
.- Sí, lo sé profesor Snape… solo es que… no sé… Severus, es más fuerte que yo, necesito saber que está bien.
.- Y él necesita saber que vuelves a confiar en él o volverá a pensar que no se merece estar contigo y todas esas estupideces que pensó la otra vez. – Severus se apoyaba sobre sus hombros y le miraba a los ojos desde arriba - ¿Comprendes, Draco?
Así que ante el asombro de todo el colegio, Draco estuvo todo el tiempo con los de su casa, y aunque fue a ver a su pareja un par de veces, no le apartó de sus amigos.
El moreno cayó en la cama casi dormido, apenas reaccionó cuando su pareja le abrazaba. Notó como Draco, que también estaba cansado, le quitaba el uniforme y le metía en la cama.
.- Hoy casi no te he visto.
.- Severus me regañó por comportarme como un conejo en celo… - Se tumbó al lado de su pareja y lo abrazó - ¿Harry?
.- ¿Um?
.- Sabes que confío en ti ¿verdad? – El moreno abrió un poco los ojos para mirarle. Le besó con suavidad y se dejó llevar por Morfeo entre los brazos de su amante.
Draco sonrió y cerró los ojos. Tenía que volver a recuperar la calma y olvidar las pesadillas en las que Harry desaparecía delante de sus ojos.
0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0
Hacía frío, y el cielo estaba estrellado. El moreno se maldijo por ir descalzo por ese suelo sin alfombras, claro que en una terraza no se ponían…
.- Al fin atiendes mis llamadas – Dijo una voz frente a él que le hizo levantar la mirada.
.- Tú… ¿qué quieres mostrarme esta vez¿Cómo matas a un muggle?
.- Por favor, Harry… también yo tengo mi corazoncito… - Respondió con tono de falsa ofensa - No me paso el día matando muggles. ¿Te gusta la nueva decoración? – Preguntó cambiando el tono de voz y girando a su alrededor como si estuviese vendiendo algo.
.- Voldemort… déjame ir.
.- Llámame Tom… ¿no me has echado de menos? – Hizo un puchero que descolocó completamente a Harry. - ¡Ah, claro que no! Te has casado con la cría de esa serpiente traidora. – Harry se cubrió la cara intentando concentrarse en despertar – Vamos, vamos…. Demos un paseo ¿te apetece?
.- No – Voldemort miró fijamente a los ojos verdes que hacía tiempo que no veía más que en sueños. – Esto es un sueño y tengo que despertar… esto es un sueño y tengo que despertar – Se repetía en susurros.
.- Harry, Harry, Harry… sabes bien que esto no es un sueño… Además, te he buscado para decirte algo importante…Te está engañando.
.- ¿Cómo?
.- Tu… maridito… te está engañando.
.- Tonterías.
.- Solo te quiere por lo que eres, no por quién eres… los Malfoy solo se aman a sí mismos… lo sé por experiencia.
.- ¡Oh! Claro, has amado tanto en tu vida que sabes lo que es eso… No, espera, si los Malfoy solo se aman a sí mismos ¿Tu? Creo que no tienes nada que reprocharles… Tom. – Respondió con sarcasmo y mirándole con odio - Vuelve al infierno, maldito… - Voldemort le había agarrado fuertemente del brazo.
.- Escúchame, lo hago por ti, por tu bien… Pon a prueba a tu dragón.
.- Él ya ha pasado por muchas pruebas, no tiene que demostrarme nada – Le desafió soltándose – Además ¿a ti que te importa si él me engaña o no?
.- Tienes razón, no me importa… Es por… venganza – Comenzó a caminar hacia la escalinata que bajaba al jardín – Me han traicionado y tienen que pagar por ello.
.- Ya – Harry le miraba con reserva – Pues tendrás que buscarte a otro para llevar a cabo tus planes.
.- Baja, te voy a enseñar unas rosas mágicas que van a encantarte… Vamos, baja, sé que te gustan las rosas… estas solo florecen de noche – Voldemort se había dado cuenta que atacar al rubio no era un buen camino de acceso al chico. Lo que no entendía era porqué el solo pensar en el heredero Malfoy le ponía tan furioso. En otro momento, apenas hubiese dedicado 3 segundos a él, pero ahora…
.- ¿Por qué tienes tanto interés en mi vida privada? – Preguntó siguiéndole – Si lo que quieres es destruirme no te hace falta saber tanto de mí… la verdad es que no voy a luchar contigo. Estoy cansado de toda esta tontería – Tom le escuchaba en silencio – Hagamos un pacto… dejas que Draco y yo desaparezcamos en alguno isla del Caribe y prometo no entrometerme en tus planes.
.- ¿Crees que soy tonto? Jamás harías eso… Además, si pierdes tu capacidad de ser el mago más poderoso de la historia… Adiós Draco Malfoy – Hizo un gesto de despedida con la mano – Te abandonará sin remedio. Te propongo algo mejor… entrégate a mí voluntariamente y desapareceremos los dos en esa isla que dices.
.- Tú tampoco harías eso… te gusta demasiado el poder.
.- Cierto. ¿Podemos dejar de hablar de esa víbora? Me levanta ardor de estómago. – Sonrió de medio lado – Es aquí.
.- No es una… Además, tú fuiste el que sacaste el tema… ¡Oh, son muy hermosas. – El moreno se acercó despacio.
Las rosas eran de color rojo intenso, y su perfume era delicado. Harry las miró extasiado para deleite del Señor Oscuro.
.- Las creé pensando en ti… bueno, en los momentos que estuvimos juntos – El moreno le miró con extrañeza – Reconócelo, conmigo no lo pasaste tan mal.
.- Déjame ir – Harry se había tensado – Su cuerpo se estaba poniendo alerta.
.- El sexo fue muy bueno – Se había acercado por detrás y le había agarrado de los hombros - ¿Recuerdas? – Harry se soltó con brusquedad cayendo entre las rosas y lastimándose.
.- ¡Jamás¿Me oyes¡jamás volveré a dejar que me toques!
Flash Back (Una semana y media antes… aproximadamente) ---
Pese a ser cerca del mediodía, aún no había convocado la reunión diaria con los líderes de sus grupos. Normalmente era muy puntual, a las 8 tenía la primera reunión del día con ellos, pero desde hacía unos días, cada vez se retrasaban más estas reuniones.
Severus se apareció en medio de una sala en la que los grandes jefes, discutían en ese momento la escasez de pistas sobre Lucius Malfoy. El mortífago, se hizo una nota mental para preparar algo sobre el tema y que todo el mundo le creyera muerto… tal vez un accidente en coche muggle… Después de todo, tenía que velar por los intereses de Draco y su pareja.
.- Necesito ver al Lord enseguida… traigo noticias de Hogwarts – Dijo sacando de su conversación a los mortífagos.
.- Hoy aún no nos ha mandado llamar – Respondió Nott, que ahora ostentaba el puesto de Lucius – Debe de estar enfermo… Hoy aún no nos ha mandado llamar – Respondió Nott, que ahora ostentaba el puesto de Lucius – Debe de estar enfermo… No nos explicamos que le pasa, y John, su medimago, ya sabes… - Severus asintió – Está muy desorientado.
.- Aún así, necesito verlo – Insistió el profesor, temiendo que el efecto Potter tuviera algo que ver.
.- Ayer comentó que tenía un mal presentimiento – Replicó Goyle desde el fondo de la habitación.
.- Y no estaba equivocado – Contestó secamente Severus en el momento en que una puerta se abría tras él.
.- ¡Snape! – Rugió una voz tras él – Ven inmediatamente. ¿Y vosotros¿Qué hacéis ahí parados? – Todos se arrodillaron de inmediato – Lucius Malfoy aún está por ahí riéndose de nosotros, y su hijo… su hijo… ¿Por qué no está su cabeza a mis pies? Ya veo que vuestros hijos son tan inútiles y vagos como vosotros – Se giró bruscamente sin dar tiempo a réplicas - ¡Severus Snape! No tengo todo el día.
El aludido se levantó rápidamente y pasó a las habitaciones privadas del Lord, cerrando la puerta tras de sí. Todo iba peor de lo que se esperaba.
.- Mi señor – Dijo inclinándose.
.- Déjate de tonterías y cuéntame.
.- Mi señor – Se aclaró la garganta – Ayer…
.- ¿Sí? Por el idiota de Merlín¿qué demonios ha pasado?
.- Potter se ha casado
.- ¿Cómo? – El Lord se quedó estático con los ojos clavados en el profesor - ¿Con quién? – Arrastró peligrosamente las palabras de su pregunta.
.- Con Draco Malfoy, señor… - El Lord ni se movió – Ha sido todo obra del director… Por lo visto el Ministerio…
.- Sé lo que quería el Ministerio ¿quién crees que lo organizó todo?
.- Creí descubrir su fría inteligencia tras ello pero…
.- No estoy de humor para cumplidos, Snape… ¿Cuántos años tiene Malfoy?
.- 17 cumplidos el domingo.
.- Entonces necesitaba que su albacea, que si no me equivoco eres tú, firmase unos cuantos documentos… ¿no es así? – El jefe de los Slytherin notó perfectamente el aliento de Voldemort en su cuello, se había acercado en silencio y esto le puso muy nervioso, pero sus intentos de control funcionaban y no dejaban traslucir su miedo.
.- ¿Qué otra opción tenía? Si llego a negarme todos hubiesen sospechado. Dumbledore el primero, y ya desconfía bastante últimamente… Además – Continuó aclarándose la garganta – estoy convencido de que Draco sabe el paradero de su padre, si le traiciono desaparecerá y nunca podremos atraparlos, y lo más probable es que Potter huyera con él y…
.- Bien pensado, Severus – El Lord se apartó de él para ir hacia la ventana – Hubiésemos perdido a los tres – Se giró hacia él – Como siempre, tu mente domina tu corazón, eso me agrada. Serás recompensado por ello…. Ahora puedes irte, tengo cosas que hacer.
.- Siempre a su servicio, mi señor – Severus hizo una reverencia y se alejó observando de reojo como el señor oscuro se volvía hacia la ventana.
Soltó todo el aire que le quedaba en los pulmones, cerrando la puerta tras de sí. Al abrir los ojos se encontró con los jefes mirándole con curiosidad y miedo a la vez.
.- Snape – Pronunció Nott con cierta duda - ¿Es grave?
.- Pues… - El sonido de cristales rotos llegó desde la habitación, ratificando el miedo de los presentes – Sí… Potter ha contraído matrimonio con el hijo de Malfoy
.- ¡Oh cielos! – Exclamaron algunos
.- Nuestros hijos… - Goyle le miraba con ansiedad mientras más ruidos de objetos rotos cortaban el aire
.- Tranquilos, vuestros hijos están bien. – Se giró y echó un hechizo de silencio a la habitación que estaba siendo destrozada en un ataque de furia. – Seguro que hoy os escriben…. Me vuelvo a Hogwarts antes de que me echen de menos, vosotros comenzad a preparar algo que le levante el ánimo, aunque no entréis en un par de días.
Horas después, el hombre de ojos rojos que tenía atemorizado al mundo mágico, yacía en el suelo de una de sus habitaciones, mirando al infinito, entre los restos de lo que habían sido sus lujosos muebles. Se incorporó y dejó que la brisa de la noche despejara sus ideas.
Le volvían a la mente una y otra vez imágenes del chico de ojos verdes, en unas estaba triste, en otras sonreía, en otras le retaba… lo peor era recordarlo gemir entre sus brazos. Ahora estaría gimiendo en los brazos de ese maldito rubio. Ese maldito traidor y su padre, sedientos de poder… Seguro que al no poder conseguir nada de él, habían planeado engañar al chico, para así poder hacerse con su control. Harry era tan ingenuo a veces, era increíble que alguien tan poderoso se hubiese dejado engañar unos manipuladores como los Malfoy. Pero pagarían por ello, por traicionarle a él y a Harry.
Un nuevo golpe de aire fresco le sacó de sus pensamientos. Miró a su alrededor y chascó los dedos… cinco elfos domésticos aterrorizados aparecieron ante él.
.- Quiero cambiar la decoración de mis habitaciones. Voy a caminar un rato, cuando vuelva quiero que tengan un aire oriental – Seguro que a Harry le iban a gustar más así, pensó sin darse cuenta – Si no, ya sabéis dónde está el estanque – Amenazó.
Los elfos asintieron, y no bien hubo salido su señor de ahí, comenzaron su trabajo a toda prisa.
Faltaba un cuarto de hora para las 8 de la mañana, cuando le vieron llegar de su carrera matutina. Todos le miraron con cara asombrada.
.- ¿Qué miráis¿Acaso os he dado permiso? – Les dijo enfadado – En 15 minutos tenemos una reunión, señores, espero que tengan noticias para mí.
Entró en sus nuevas dependencias. El blanco y el negro eran ahora los colores dominantes. Se deshizo de su ropa de deporte y encendió la ducha metiéndose despacio en ellas. Si había aprendido algo en su largo destierro era que para conseguir un objetivo, había que ser persistente, paciente y no lamentarse del pasado. Así que eso era lo que iba a hacer par conseguir de nuevo a su amante, porque Harry Potter era Su Amante, y nadie más tenía derecho a él. Pero lo primero es lo primero, para enseñarle al chico lo engañado que los Malfoy lo tenían, tenía que ponerse en contacto con él y no asustarle como la otra vez.
Cerró los ojos bajo el agua caliente, y su mente viajó entre sus recuerdos, trayendo a su memoria las imágenes de la última vez que Harry había estado entre sus brazos, en aquella misma ducha, y aunque sabía que sus fieles seguidores le esperaban, decidió retrasarse unos minutos. Lentamente comenzó a acariciarse, hasta que su mano izquierda consiguió que el más poderoso Señor Oscuro desde Salazar Slytherin, gimiera de placer pronunciando el nombre del chico que estaba destinado a sucederle.
A partir de ese día, intentaría conectar mentalmente con Harry cada media hora… tarde o temprano, el chico bajaría la guardia. La constancia era muy importante en este momento.
Fin del Flash Back ---
Harry despertó sobresaltado llevando su mano a la cicatriz. Draco se despertó desorientado.
.- Harry ¿qué…¡Cielos! Estás lleno de arañazos ¿cómo?
.- No es nada… no es nada – Dijo levantándose rumbo al baño.
.- ¿Cómo no va a ser nada? Uno no se acuesta bien y se despierta como si hubiese peleado con un gato rabioso.
.- Rosas… eran rosas, no gatos – Se le escapó mientras Draco estaba a su altura quitándole el pijama y observando los finos cortes.
.- Mejor te metes en la ducha y te lavas, tardaremos menos que uno a uno. Yo te ayudo, pero dime que ha pasado.
.- Ha sido durante el entrenamiento… caí sobre unos rosales o algo así – Mintió – Antes no te habrás fijado…
.- Harry… - Draco le miró con disgusto.
.- ¿Vas a meterte en la ducha conmigo? – Preguntó travieso desviando el tema.
.- Si lo prefieres, uso un hechizo para que la esponja te frote bien los arañazos de la espalda mientras me voy a dormir.
.- Noooooo – Se quejó con pucheros abriendo el agua – Te prefiero a ti… ven.
.- No va a haber sexo ¿vale Harry? Ambos estamos muy cansados y además – Harry le besó atrayéndole hacia él – No quiero… me estás ocultando… - En ese momento se dio cuenta de que el moreno no le iba a contar nada y trataba de desviar su atención. Con algo de fuerza de voluntad, se separó un poco - ¡Espera! Espera… si no quieres contármelo no lo hagas, de acuerdo… Supongo que tendrás tus motivos y no voy a discutir por eso, pero no uses el sexo como forma de callar mis preguntas.
.- En serio, Draco… me caí sobre los rosales carnívoros del invernadero.
.- No me refiero a eso… me refiero a lo que te ha pasado durmiendo…
.- ¡Ah, eso! – Harry miró al techo de la ducha.
.- Sí, eso….
.- Está bien… soñé con Voldemort… se infiltró en mi mente… No Draco, no te preocupes… no pasa nada…solo quiero que… necesito… - Cerró el grifo – No le cuentes nada a nadie ¿vale?
.- Harry, esto es muy serio. Tenemos que contárselo al menos al profesor Lupin.
.- Prométemelo, Draco, prométeme que no vas a contarle nada a nadie… intentaré no bajar la guardia de nuevo ¿vale?
.- Está bien… te doy mi palabra de que no lo contaré, si tú me cuentas que es exactamente lo que ha pasado…- Harry suspiró y abrió de nuevo el grifo. Draco, removió un par de objetos de su estante, abrió un viejo cacharro buscando algo en su interior que pareció no encontrar y se metió en la ducha tranquilamente.
Remus disfrutaba de las últimas contracciones de un orgasmo, debajo de Severus, que ya reposaba encima suyo, cuando empezó a escuchar algo en la chimenea. Inmediatamente, los dos hombres se pusieron alerta. Iba a decir algo, pero el Slytherin le hizo la señal de silencio y acercándose a lo que parecía una vieja vasija celta, puso la mano, retiró la tapa y ambos escucharon con más claridad. Anotó algo en un papel y se lo pasó al licántropo "Pueden oírnos, así que guarda silencio hasta que se corte la comunicación".
Harry relató toda la conexión con el Lord, obviando lo de las rosas y algún que otro detalle como que le había intentado besar de nuevo, mientras el rubio le iba frotando con suavidad una a una todas las heridas de las rosas.
.- ¿Y tú le crees? – Dijo cerrando el grifo y envolviéndole en una toalla.
.- Sabes que no. Si yo perdiese toda mi magia, sé que tú seguirías a mi lado.
.- Bien, no lo dudes nunca ¿de acuerdo? – Cogió otra toalla y se envolvió en ella.
.- Es extraño… No sé en que piensa… ¿Por qué me hablará mal de ti?
.- Supongo que para debilitarte… o por venganza…. ¡vete a saber! Yo solo he utilizado esa estrategia una vez… contigo, para separarte de Anthony, pero yo estaba enamorado y ese capullo te estaba haciendo daño.
.- Dudo que la causa sea amor, tal vez odio, pero amor….
.- Venga, Harry, a la cama a descansar, mañana tienes un largo día por delante y no quiero que todo el colegio me mire con cara de "¡Tú, vicioso¿Es que no ves que necesita descanso?" – Harry sonrió y le besó con suavidad, pasando la punta de la lengua por los labios del rubio.
.- Hasta mañana… y gracias por no contarlo
.- De nada – Draco cerró el bote que antes había dejado abierto.
Severus y Remus respiraron con tranquilidad.
.- Creo que me debes una explicación.
.- James y Sirius hablaban a distancia por los espejos… yo uso otras técnicas más discretas… - Respondió encogiéndose de hombros mientras volvía a colocar la tapa en la vasija.
.- Pero…
.- Escucha Remus, Draco ha hecho que escuchemos algo terrible. Probablemente él le habrá prometido no contarlo, pero…
.- Eso lo entiendo, solo ha dado un rodeo para no faltar a su palabra… lo que no entiendo es qué demonios está pasando. Hacía tiempo que Harry le evitaba bien.
.- No lo sé… creo que hay que avisar al director y a la orden…tú habla con Harry a ver si te cuenta algo, creo que no le ha contado todo a Draco… el efecto Potter ha funcionado de nuevo.
.- ¿Tú me contarías a mí, tu pareja, lo que crees que Harry oculta a Draco?
.- Pues… Supongo que si yo fuera Harry y tu Draco… lo haría sin dudarlo.
.- Y sin dudarlo, si yo fuera Draco sospecharía ¿verdad?
.- Si, supongo que por eso nos lo ha dejado escuchar, porque conoce a Harry.
.- Severus – Dijo intentando frenar a su pareja que se vestía con prisas - ¡Severus! Son las 5 de la mañana, vuelve a la cama, hasta dentro de un par de horas no hay nada que hacer… y cuando no duermes te vuelves cabezota e irracional…
.- ¡Eh! – Se quejó el moreno
.- Lo que oyes… por un par de horas, esta vez, no va a pasar nada… Así que haz el favor de volver a la cama y descansar un poco. Si no haces bien las cosas, Harry se enterará de la casi traición de Draco y ¿qué crees que pasaría?
.- Está bien, está bien – Cedió sabiendo que su amante tenía razón. – Además, seguro que no hay nadie levantado todavía… - Dijo metiéndose en la cama con la ropa a medio quitar.
Pero Severus Snape se equivocaba. A unos metros de él, en otra de las habitaciones de Hogwarts, una profesora, limpiaba sus trofeos de Quidditch. Llevaba unos días intranquila, los chicos y chicas de primero no avanzaban tan rápido como otros años… había problemas con los jugadores de algunos equipos…
.- Aunque gracias al cielo, solo queda un partido para el final de la temporada.
En realidad no era eso lo que pasaba… era solo un poco de añoranza. Siempre que iba a una boda se pasaba los días siguientes limpiando sus trofeos. Y siempre dejaba para el final una pequeña snitch que reposaba sobre un trapo viejo…. Ella la recordaba que las banderas, no devolvían a las personas el calor de sus seres queridos muertos en combate. Sonrió con ironía mientras cogía esa snitch y recordaba.
Flash Back ---
Corría el año 1942 y el Reino Unido estaba sumido en la terrible segunda guerra mundial. Muchos magos, nadando en los ideales de los muggles, se alistaron para defender a su país, entre ellos, un joven de cabellos rubios y ojos negros llamado Roger McGuillen. Aparentaba a penas unos 20 años muggles, pero pasaba ya de los 30.
Se había enrolado en el ejercito del aire (la RAF), como técnico de comunicaciones, le habría gustado ser piloto, pero en el mundo mágico no se enseña a pilotar aviones, y los muggles le habían enseñado a manejar un equipo de radio con rapidez.
Este iba a ser su último partido de quidditch en la liga profesional, por la noche una gran borrachera y al día siguiente, partiría con el resto de su compañía hacia el continente.
El capitán les dio una arenga corta antes del partido, también él partiría a la guerra al día siguiente. Frente a ellos, las Holyhead Harpies.
Roger se colocó en la formación en su puesto de cazador y buscó con ansia a su contrincante. Nunca lo había dicho, pero los ojos agatunados de la cazadora de las harpías le atraían más de lo que deberían, se quedó atrapado unos segundos en esa extraña mirada pero apartó la vista y la dirigió con algo de culpa a la grada… allí estaba Annette, su prometida que había ido a animarle en este importante partido con el resto de su futura familia política.
Pese a que las cazadoras de las Holyhead, dieron una autentica lección de saber hacer y de buen vuelo, perdieron por apenas 10 puntos el partido, el cazador de los Monstrose Magpies cazó la snitch dando así la victoria a los capas blancas. Roger se acercó a Sean después del partido.
.- Sean… ¿puedes darme la snitch?
.- Sí, claro… ¿es para Annette? – Sean vio como su mejor amigo dudaba - ¿Roger?
.- No… esto… mañana partimos pata la guerra y… Annette ya tiene todo lo que quiere de mí, esto es… más personal.
.- Roger… tienes una chica estupenda que besa el suelo que pisa… ¿qué te pasa¿vas a dejarla?
.- No, nunca, la amo con locura y va a ser la madre de mis hijos… si quiere, claro… pero… ¿nunca has amado a dos personas a la vez?
.- Ah, es eso – Sean sonrió – Hooch ¿verdad?
.- Sí, ella. No puedo evitarlo… siempre que la veo… el corazón me da un vuelco. Pero sigo amando a Annette. Estoy algo confuso, pero…
.- Voy a confesarte algo Roger. Eso le pasa a mucha gente, yo creo que es porque la pareja perfecta no existe y compensamos…. No sé es complicado – Le dio la snitch.
Roger esperó en la puerta de atrás del estado, por la que salían los jugadores. Su novia había ido a dejar a sus padres y hermanos en casa, y le esperaría en la fiesta. Las Harpies salían sonrientes y bromeando, no parecía que la derrota las hubiese afectado demasiado. El rubio respiró profundamente y avanzó metiéndose entre ellas que bromearon sobre su trasero haciéndole sonrojar, las conocía bien, la mayoría habían sido compañeras suyas en el colegio, así que las siguió la broma. Cuando se alejó del grupo, despidiéndose con la mano si mirarlas, Hooch notó que algo se movía en su bolsillo…
Se estuvieron carteando durante unos meses y luego…. Ni siquiera pudo ir a su entierro porque no quedó nada de él ni del resto de los compañeros del bombardero que enterrar.
Annette sabía que ella era la elegida, y que Roger siempre la sería fiel, pero sabía que parte de él no la pertenecía, y una vez muerto decidió conocer personalmente a la que se había convertido en la mejor amiga de su futuro esposo. Pudieron llorar juntas y pasadas unas semanas, Annette partió en dos la bandera inglesa que el ejército le había dado en lugar del cuerpo de Roger, y se la regaló
Fin del Flash Back ---
La profesora terminó de sacar brillo a la snitch con un suspiro. Se levantó despacio, y colocó de nuevo la bola sobre el trapo que había sido una bandera. Cogió una pluma y pergamino y comenzó a escribir…. "Querida Annette….."
0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-0
Draco estaba en la mesa de Slytherin terminando de responder a las felicitaciones que Harry y él habían recibido desde que su boda había salido publicada en El Profeta. Las contestaba una a una de una forma personalizada, mientras que los howler, sin eran respondidos con una sencilla tarjeta y una frase estándar "Lo mismo le deseamos. H y D". El moreno le quería haber ayudado, pero estaba demasiado cargado de tareas, así que no le dejó ni acercarse, después de todo, él era el Slytherin, los Gryffindor eran demasiado toscos para estas tareas de diplomacia.
Se escuchó el aleteo de las lechuzas que traían el correo y ambos se miraron a lo lejos. Draco fue de nuevo cubierto por cientos de cartas, mientras que a Harry solo le llegó El Profeta y un paquete alargado. Lo abrió con cierta curiosidad suponiendo, al no llevar tarjeta, que era del rubio. Se quedó paralizado, una docena de rosas rojas con un lazo del mismo color estaban ante su vista.
.- ¡Qué hermosas! – Exclamó Hermione - ¿Quién te las envía¿Draco?
.- No… no creo que sean de él. – El moreno tapaba la caja a toda prisa. Había reconocido las flores y quería deshacerse de ellas.
.- Tranquilo, amigo – Ron terminaba su cuarta tostada – Le diremos a Draco que son para Hermione, así no te montará una escena de celos… por cierto, dile al hurón que te deje descansar, tus ojeras son demasiado profundas y te necesitamos en buena forma para el partido.
.- Claro… claro…
Continuará…
Gracias por leer.
