Gracias a todos los reviews: Agus y Moony, Battousai Tomoe, Ely-Barchu,
jarlaxe- Bregan..y a todos los que hayan leído este fic...
M.O.S
M.O.P
M.O.M
Capítulo 2: Nuestro reencuentro.
Estoy sentada aquí, mientras cierro mi diario íntimo. Acabo de leer todo lo que escribí la última vez que te vi, ya hace dos años. Ambos ya terminamos Hogwarts, tú ya rondas por los 19 años, y yo por los 17.
Hace un calor infernal, estamos en julio, y hoy es el día del compromiso de mi hermana. Suspiro. Mis padres están tan orgullosos de ella. Ojalá sea feliz. Narcissa tiene una forma diferente de ver la vida, ella quiere casarse y tener muchos hijos, pero yo no. Quiero ser libre e independiente, sin tener que cambiar mi apellido como una idiota enamorada.
Tu amigo Potter se casó con Evans. Lo sabía, sabía que salían, luego de la pelea entre Narcissa y la pelirroja. James dijo que Lily era su novia, y lo confirmó el día de tu egreso, cuando todos vimos como se besaban mientras bailaban. No sé como Alan Potter lo aceptó, dicen que él y James se pelearon. Y tú...dicen que estás con Figg, agggggg, maldita, lo sabía. Me levanto de mi cómodo sillón, dejando mi diario en el mueble del espejo. Me miro y, tomando el cepillo, me peino el largo y liso cabello. Suspiro. Alguien del otro lado de la puerta toca.
Hoy es un fatídico día para mí, en tener que ver a Rodolphus..pero lo peor de todo es que tú no vendrás, no creo que Narcissa te haya invitado.
-Entre-digo, ya que la persona afuera insiste en golpear.
-Bella,¿ya estás lista?-mi madre me pregunta sonriendo.
-¿Lista para qué?-preguntó con enfado.
-Para el compromiso-dice ella sorprendida de mi mala memoria.
-Espera a que me vista-le digo con cara adormilada.
-Aquí te traje tu vestido-poniendo sobre la cama deshecha un hermoso vestido negro con encaje, escotado por delante y detrás. Me mira y nota mi tristeza. Me sonríe. -Bella, no estés así...yo...sé lo que aún sientes por tu primo-cierro los puños. No lo nombres, no me lo hagas recordar. La interrumpo.
-No voy a casarme con Rodolphus, si eso es lo que vas a decirme-le digo con enojo.
-Pero...es un buen chico-
-PERO NO LO QUIERO-bramo en su cara. Noto como cambia radicalmente su expresión.
-Bellatrix Black, te casarás con un sangre pura, quieras o no-dice, señalándome con el dedo, amenazadoramente.
-TE ODIO, TE ODIO, A TI Y A PAPÁ-grito. Su rostro se entristece al oír mis palabras. Respiro aceleradamente, mientras trato de tranquilizarme-ahora sé por qué Sirius y Andrómeda huyeron- PAFF. Me golpea en la cara. Veo la furia en sus ojos.
-Tú no sabes cuánto sufrimos y cuánto nos decepcionó tu hermana-me dice con la quijada rígida-y no tienes ni idea de cuánto sufrieron tus tíos por ese cretino-
-Lo sé, sé cuánto han sufrido y cuánto lo hacen aún-le digo, demostrándole que yo también sufrí la melancolía de Grimmauld Place, y demostrándole que noté lo triste que se volvió esa casa sin ti. Me mira disgustada.
-Te bañas, te vistes, te maquillas, y bajas con tu mejor cara a presenciar la ceremonia-dice, aún está enojada. Sale dando un portazo. Tomo el jarrón sobre mi tocador y lo arrojo con fuerza hacia la puerta de roble. Grito con toda la voz posible. Me siento en la cama, intentando calmarme. Me dirijo al baño con paso decidido. Entro en éste y abro el grifo de oro de la bañera redonda. Miro el espejo ovalado y de cuerpo entero de la pared, enmarcado en plata. Aún no entiendo por qué esa locura por las cosas de valor. Me meto en la bañera, que rebalsa de agua helada, mientras pienso en ti, en tu cuerpo, en tus hermosos ojos. Si pudiera verte de nuevo. Suspiro. Ay Sirius, ¿por qué te alejaste?. Cierro los ojos, recordándote, recordando aquella vez en el armario, cuando me hiciste sentir mujer sin necesidad de penetrarme, y recordando mis insaciables ganas de hacerte el amor. Suspiro. Me enjabono el cuerpo y me lavo el cabello. Salgo de la bañera, y me miro al espejo frente a mí. Soy toda una mujer, y soy atractiva. Más de uno se volvió loco por mí. Tengo ojos grandes labios carnosos, figura esbelta y bien formada, rostro ovalado, bella sonrisa...¿qué es lo que me falta?¿por qué no logras verme como la mujer ardiente que soy, que quiero que ser contigo?. Suspiro. Me envuelvo en la bata de seda y salgo. Tomo el vestido y comienzo a vestirme. La prenda me queda bien ajustada al cuerpo y, mientras me miro al espejo de mi tocador, comienzo a maquillarme. Me perfumo, acomodando mi exuberante escote y arreglando mis rizos negros. Me calzo y, antes de salir del cuarto, abro el cajón y, tomando una pequeña llave escondida en este, abro una caja, en donde guardo mis más preciados tesoros. Miro una fotografía tuya, en la que sonríes con inocencia. Saco el collar de perlas y diamantes que me regalaste aquella Navidad, cuando tú ya estabas en Hogwarts, y yo aún tenía nueve años. Me lo pongo al cuello y salgo del cuarto, luego de besar tu fotografía. Bajo las escaleras, llegando al salón de baile. Todos los castillos tienen uno. Miro a la araña del techo, que ilumina magníficamente el lugar, aunque en miles de velas anden flotando por el sitio.
Miro a mi alrededor. Vaya, todas las familias sangre pura están aquí. Los Dolohov, los Snape, los McNair, los Parkinson, los Bulstrode, los Crabbe, los Goyle, los Malfoy, por supuesto, y, para mi desgracia, los Lestrange. La ceremonia da comienzo, y yo salgo con estrépito. Detesto las bodas, me deprimen, además me dan náuseas. Camino por los inmensos pasillos, mirando los cuadros, que me miran sombríamente. No sé cuanto tiempo me quedé allí, sólo sé que mi madre vino furiosa y echando fuego..parecía un colacuerno húngaro.
-¿Qué haces aquí?, se supone que debías estar en la ceremonia-
-¿Ya terminó?-pregunto, haciéndola enfadar más.
-Sí, ven a la fiesta por lo menos-me toma con fuerza del brazo. Nos dirigimos al parque, en donde miles de mesas redondas han sido acomodadas. Me suelto de ella y me acerco a mi hermana. Se ve radiante, feliz. Está hecha una princesa.
Su vestido es bastante escotado en la espalda, llegando casi hasta...bueno, no tiene importancia. Su cabello dorado está recogido con pequeñas flores blancas, entrelazadas con una cinta del mismo color. Me mira apenada.
-No importa-dice antes de que yo hablara. Miro a mi alrededor, viendo como los falsos slytherins se saludan entre ellos, riendo como estúpidos y fingiendo ser amigos. Una mujer con una pequeña niña en brazos me llama la atención. Miro a Narcissa.
-¿Andrómeda?-pregunto casi sin voz. Me levanto de la silla y me dirijo hacia mi hermana mayor. Lleva una pequeña muñeca de carne y huesos en brazos, dándole besos. Me acerco a ambas. Andrómeda me mira con frialdad. Por un momento me recordó a nuestro padre.
-Hola-le digo. La niña me mira interesada.
-¿Quién es ella mami?-le pregunta señalándome. Mi hermana me mira unos instantes, que para mí fueron interminables.
-Es tu tía Bellatrix-le dice, para luego besarla. Parece que haber huido de casa valió la pena para ella.
-¿Cómo te llamas?-le pregunto a mi pequeña sobrina.
-Nymphadora-dice Andrómeda.
-¿Qué edad tiene?-
-Seis años-. Nymphadora abre los ojos de par en par y sonríe, moviendo las manitos.
-Hola tío Sirius-dice sonriendo. Mi corazón se detiene, y siento que me falta el aire. Volteo y ahí estás. Suspiro. Te ves guapísimo. Llevas corte varón, y estás vestido enteramente de negro. Tu flequillo cae seductoramente sobre tus bellos ojos. Tienes varios botones desabrochados, por lo que tu pecho puede admirarse, con esos músculos tan bien marcados. Te has quitado el saco, y lo llevas tomado sobre el hombro.
-Hola Nym-dices tomando una de las manitos de la niña que te sonríe embobada. Miras a mi hermana y le sonríes-hola Andru- me miras-hola-.
Respiro aceleradamente. Por Dios, estás aquí. Y más atractivo que nunca. Noto todas las miradas femeninas sobre ti, además de la estupefacción de nuestra familia. Tu madre te mira perpleja, mientras tu padre le toma las manos, para que no se quebrara en llanto. Andrómeda y tú causan revolución en la familia.
Aún son muy queridos aquí, yo lo sé. Son los primogénitos Black, ¿cómo no los van a querer?.
-Có..cómo estás?-pregunto. Me miras altanero. No me mires así que me derrito.
-Bien-
-¿Qué haces aquí?-sonríes ante mi pregunta.
-Es la boda de mi prima, ¿cómo no iba a venir?-dices como si fuera obvio. Una chica se acerca a nosotros.
-Bellatrix, preséntanos al bombón-dice. Me muero de los celos.
-Él es mi primo Sirius-digo enfadada. Tú notas mi sorna al presentarte, y me miras con una sonrisa.
-¿Sirius Black?-pregunta ella perpleja. Asientes con la cabeza. -¿Uno de los merodeadores?-vuelves a asentir. -¿¿¿¿UN GRYFFINDOR????-
-Sí- dices riendo. La chica te mira asombrada.
-Vaya, por lo menos Gryffindor tiene...tres cosas que valen la pena-
-¿Tres?-preguntas riendo y marcando el número con los dedos.
-Sí, tú, James Potter y Remus Lupin-dice. Tú sonríes con seducción, y levantas las cejas. Siento como mis mejillas me queman cuando tomas mi rostro entre tus manos y me besas la frente, en señal de bendición. De tantas tradiciones que tiene la familia Black, es pedir la bendición a los mayores, y yo siempre te la pedía a ti.
-¿Tu bendición, primo?-te pregunto sonrojada. Asientes con la cabeza, tomando mi rostro y levantándolo. Cierro los ojos. Por favor, bésame, bésame, te lo suplico. Me besas en la comisura de los labios, tentándome de sacar la lengua y devorarte esa boca carnosa que tienes. Abro los ojos y veo que mis padres y los tuyos nos miran estupefactos. Miras mi cuello, y acaricias el collar, para luego tocar mi piel, haciéndome sentir escalofríos. Todas las miradas están sobre nosotros, y me sonrió, teniendo mi cara muy cerca de la tuya. Rodolphus se nos acerca y nos separa, mirándote con odio. Me río de la escena. Tú saludas cordialmente a tus padres y a tu hermano, que te miran desconcertados, para luego estrecharle la mano al mayor de los Lestrange. Me entrepongo entre ambos, mirándolo.
-¿Por qué te enfadas?, es mi primo-le digo. Su expresión cambia radicalmente.
-¿Bailas?-me pregunta. Te miro y sonríes. Me dirijo al centro de las mesas, sin dejar de mirarte. Apoyo mi cabeza en el hombro de Rodolphus, sin ninguna intención, solo mirándote. Veo que sales del parque, entrando en la casa. Me separo de Rodolphus, diciéndole que no me siento bien. Intento salir de allí, pero mi hermana me detiene. Iban a arrojar el ramo. Miro como las estúpidas hacen una ronda alrededor de la recién casada, mientras yo me siento en la mesa de mis padres. Mi hermana arroja le ramo..y este cae sobre mis piernas.
Lo miro desconcertada, mientras mi padre me sonríe. Narcissa está estupefacta, mientras Lucius la abraza y la besa, me mira sin poder creerlo.
Entro al castillo, mientras mi hermana y su marido saludan y despiden a los invitados. Me dirijo hacia mi habitación, mientras me voy quitando las joyas.
Entro al cuarto. Cierro la puerta. Me quito el vestido, quedando completamente desnuda. Respiro hondamente. Miro mi cama. Hay alguien mirándome sentada en ella.
-AHHHHHHHHHHHHHHHH-
-Bellatrix-dices sonriendo, mientras yo intento tapar mi pudor. Tomo el vestido y lo pongo sobre mi cuerpo. No te me acerques, que no respondo de mí.
-Er..me voy-dices, dirigiéndote a la puerta. ¿Te olvidas de que soy Bellatrix???, tú no sales de mi cuarto a menos que yo lo decida. Tomo mi varita con rapidez y sello la puerta. Me miras desconcertado. Mi vestido está en el suelo, pero ya no me importa. Quiero que me veas como mi madre me trajo al mundo. Mi cuerpo irradia calor excesivo, estoy ardiendo. Niegas con la cabeza. Me acerco apenada a mi cajón y saco mi camisón de seda lila. Me lo pongo y me dirijo a mi cama.
-Er..Bella..¿dónde quieres que duerma?-preguntas con un leve sonrojo en tus mejillas.
-Aquí-digo. Sonrío-conmigo en la cama- niegas con la cabeza-oh vamos, no te haré nada- te acercas a mí, mientras te quitas la ropa. Te quedas en boxers, mientras yo admiro tu belleza completa. Hombros y espalda anchos, abdominales marcados, brazos levemente musculosos, trasero redondo y duro..eres condenadamente perfecto. Pero lo que me fascina son tus ojos, tu boca, tu rostro. Te acercas a la cama, mientras yo te sigo mirando. Abres las sábanas y te introduces en ellas. Nuestros cuerpos están pegados, siento la dureza de tus músculos, el calor de tu aliento, el aroma de tu cuerpo. Noto que te incomodas cuando yo te abrazo. Te miro, nuestros rostros están a escasos centímetros, por lo que puedo besarte cuantas veces se me antojen. Me acerco.
Tú me detienes con la mano.
-No, Bella-dices.
-¿Por qué no?-
-Porque soy un hombre, y tú eres una mujer..una muy atractiva mujer- me sorprendo al oír tus palabras. Paso mis manos por tus abdominales, notando algunos escalofríos por parte tuya. Tú y yo, en un cama de media plaza..juntos. Tú en boxers, semidesnudo..¿qué mujer lo dejaría pasar? Ninguna, mucho menos una que muere por tus huesos.
-Te tengo tan servidito Sirius-digo, mientras lamo tus labios-en bandeja-te beso con fervor, y tú me respondes. Un hermoso beso..y con mi primo, el sex symboll Sirius Black. Me poso sobre tu cuerpo, notando tu erección y tu dureza, pero me detienes antes de que haga cualquier cosa.
-No Bella..eres mi prima-
-Pero soy una mujer también-
-Pero sigues siendo mi prima-dices con mirada apenada. Te volteas, mientras yo miro tu hermosa espalda bronceada. La muerdo, la lamo, la beso.
-Te amo Sirius-digo, mientras tomo una de tus manos, abrazándote. Te beso la mejilla dulcemente, apoyando mi cara en la tuya-te quiero-te digo, mientras te suelto y volteo.
-Yo..también te quiero-dices, para luego reír. Volteas y me abrazas, acercando mi cuerpo al tuyo. Jamás sentí algo semejante, sólo sé que esa noche fue la mejor de mi vida, y solo dormí abrazada a ti.
M.O.S
M.O.P
M.O.M
Capítulo 2: Nuestro reencuentro.
Estoy sentada aquí, mientras cierro mi diario íntimo. Acabo de leer todo lo que escribí la última vez que te vi, ya hace dos años. Ambos ya terminamos Hogwarts, tú ya rondas por los 19 años, y yo por los 17.
Hace un calor infernal, estamos en julio, y hoy es el día del compromiso de mi hermana. Suspiro. Mis padres están tan orgullosos de ella. Ojalá sea feliz. Narcissa tiene una forma diferente de ver la vida, ella quiere casarse y tener muchos hijos, pero yo no. Quiero ser libre e independiente, sin tener que cambiar mi apellido como una idiota enamorada.
Tu amigo Potter se casó con Evans. Lo sabía, sabía que salían, luego de la pelea entre Narcissa y la pelirroja. James dijo que Lily era su novia, y lo confirmó el día de tu egreso, cuando todos vimos como se besaban mientras bailaban. No sé como Alan Potter lo aceptó, dicen que él y James se pelearon. Y tú...dicen que estás con Figg, agggggg, maldita, lo sabía. Me levanto de mi cómodo sillón, dejando mi diario en el mueble del espejo. Me miro y, tomando el cepillo, me peino el largo y liso cabello. Suspiro. Alguien del otro lado de la puerta toca.
Hoy es un fatídico día para mí, en tener que ver a Rodolphus..pero lo peor de todo es que tú no vendrás, no creo que Narcissa te haya invitado.
-Entre-digo, ya que la persona afuera insiste en golpear.
-Bella,¿ya estás lista?-mi madre me pregunta sonriendo.
-¿Lista para qué?-preguntó con enfado.
-Para el compromiso-dice ella sorprendida de mi mala memoria.
-Espera a que me vista-le digo con cara adormilada.
-Aquí te traje tu vestido-poniendo sobre la cama deshecha un hermoso vestido negro con encaje, escotado por delante y detrás. Me mira y nota mi tristeza. Me sonríe. -Bella, no estés así...yo...sé lo que aún sientes por tu primo-cierro los puños. No lo nombres, no me lo hagas recordar. La interrumpo.
-No voy a casarme con Rodolphus, si eso es lo que vas a decirme-le digo con enojo.
-Pero...es un buen chico-
-PERO NO LO QUIERO-bramo en su cara. Noto como cambia radicalmente su expresión.
-Bellatrix Black, te casarás con un sangre pura, quieras o no-dice, señalándome con el dedo, amenazadoramente.
-TE ODIO, TE ODIO, A TI Y A PAPÁ-grito. Su rostro se entristece al oír mis palabras. Respiro aceleradamente, mientras trato de tranquilizarme-ahora sé por qué Sirius y Andrómeda huyeron- PAFF. Me golpea en la cara. Veo la furia en sus ojos.
-Tú no sabes cuánto sufrimos y cuánto nos decepcionó tu hermana-me dice con la quijada rígida-y no tienes ni idea de cuánto sufrieron tus tíos por ese cretino-
-Lo sé, sé cuánto han sufrido y cuánto lo hacen aún-le digo, demostrándole que yo también sufrí la melancolía de Grimmauld Place, y demostrándole que noté lo triste que se volvió esa casa sin ti. Me mira disgustada.
-Te bañas, te vistes, te maquillas, y bajas con tu mejor cara a presenciar la ceremonia-dice, aún está enojada. Sale dando un portazo. Tomo el jarrón sobre mi tocador y lo arrojo con fuerza hacia la puerta de roble. Grito con toda la voz posible. Me siento en la cama, intentando calmarme. Me dirijo al baño con paso decidido. Entro en éste y abro el grifo de oro de la bañera redonda. Miro el espejo ovalado y de cuerpo entero de la pared, enmarcado en plata. Aún no entiendo por qué esa locura por las cosas de valor. Me meto en la bañera, que rebalsa de agua helada, mientras pienso en ti, en tu cuerpo, en tus hermosos ojos. Si pudiera verte de nuevo. Suspiro. Ay Sirius, ¿por qué te alejaste?. Cierro los ojos, recordándote, recordando aquella vez en el armario, cuando me hiciste sentir mujer sin necesidad de penetrarme, y recordando mis insaciables ganas de hacerte el amor. Suspiro. Me enjabono el cuerpo y me lavo el cabello. Salgo de la bañera, y me miro al espejo frente a mí. Soy toda una mujer, y soy atractiva. Más de uno se volvió loco por mí. Tengo ojos grandes labios carnosos, figura esbelta y bien formada, rostro ovalado, bella sonrisa...¿qué es lo que me falta?¿por qué no logras verme como la mujer ardiente que soy, que quiero que ser contigo?. Suspiro. Me envuelvo en la bata de seda y salgo. Tomo el vestido y comienzo a vestirme. La prenda me queda bien ajustada al cuerpo y, mientras me miro al espejo de mi tocador, comienzo a maquillarme. Me perfumo, acomodando mi exuberante escote y arreglando mis rizos negros. Me calzo y, antes de salir del cuarto, abro el cajón y, tomando una pequeña llave escondida en este, abro una caja, en donde guardo mis más preciados tesoros. Miro una fotografía tuya, en la que sonríes con inocencia. Saco el collar de perlas y diamantes que me regalaste aquella Navidad, cuando tú ya estabas en Hogwarts, y yo aún tenía nueve años. Me lo pongo al cuello y salgo del cuarto, luego de besar tu fotografía. Bajo las escaleras, llegando al salón de baile. Todos los castillos tienen uno. Miro a la araña del techo, que ilumina magníficamente el lugar, aunque en miles de velas anden flotando por el sitio.
Miro a mi alrededor. Vaya, todas las familias sangre pura están aquí. Los Dolohov, los Snape, los McNair, los Parkinson, los Bulstrode, los Crabbe, los Goyle, los Malfoy, por supuesto, y, para mi desgracia, los Lestrange. La ceremonia da comienzo, y yo salgo con estrépito. Detesto las bodas, me deprimen, además me dan náuseas. Camino por los inmensos pasillos, mirando los cuadros, que me miran sombríamente. No sé cuanto tiempo me quedé allí, sólo sé que mi madre vino furiosa y echando fuego..parecía un colacuerno húngaro.
-¿Qué haces aquí?, se supone que debías estar en la ceremonia-
-¿Ya terminó?-pregunto, haciéndola enfadar más.
-Sí, ven a la fiesta por lo menos-me toma con fuerza del brazo. Nos dirigimos al parque, en donde miles de mesas redondas han sido acomodadas. Me suelto de ella y me acerco a mi hermana. Se ve radiante, feliz. Está hecha una princesa.
Su vestido es bastante escotado en la espalda, llegando casi hasta...bueno, no tiene importancia. Su cabello dorado está recogido con pequeñas flores blancas, entrelazadas con una cinta del mismo color. Me mira apenada.
-No importa-dice antes de que yo hablara. Miro a mi alrededor, viendo como los falsos slytherins se saludan entre ellos, riendo como estúpidos y fingiendo ser amigos. Una mujer con una pequeña niña en brazos me llama la atención. Miro a Narcissa.
-¿Andrómeda?-pregunto casi sin voz. Me levanto de la silla y me dirijo hacia mi hermana mayor. Lleva una pequeña muñeca de carne y huesos en brazos, dándole besos. Me acerco a ambas. Andrómeda me mira con frialdad. Por un momento me recordó a nuestro padre.
-Hola-le digo. La niña me mira interesada.
-¿Quién es ella mami?-le pregunta señalándome. Mi hermana me mira unos instantes, que para mí fueron interminables.
-Es tu tía Bellatrix-le dice, para luego besarla. Parece que haber huido de casa valió la pena para ella.
-¿Cómo te llamas?-le pregunto a mi pequeña sobrina.
-Nymphadora-dice Andrómeda.
-¿Qué edad tiene?-
-Seis años-. Nymphadora abre los ojos de par en par y sonríe, moviendo las manitos.
-Hola tío Sirius-dice sonriendo. Mi corazón se detiene, y siento que me falta el aire. Volteo y ahí estás. Suspiro. Te ves guapísimo. Llevas corte varón, y estás vestido enteramente de negro. Tu flequillo cae seductoramente sobre tus bellos ojos. Tienes varios botones desabrochados, por lo que tu pecho puede admirarse, con esos músculos tan bien marcados. Te has quitado el saco, y lo llevas tomado sobre el hombro.
-Hola Nym-dices tomando una de las manitos de la niña que te sonríe embobada. Miras a mi hermana y le sonríes-hola Andru- me miras-hola-.
Respiro aceleradamente. Por Dios, estás aquí. Y más atractivo que nunca. Noto todas las miradas femeninas sobre ti, además de la estupefacción de nuestra familia. Tu madre te mira perpleja, mientras tu padre le toma las manos, para que no se quebrara en llanto. Andrómeda y tú causan revolución en la familia.
Aún son muy queridos aquí, yo lo sé. Son los primogénitos Black, ¿cómo no los van a querer?.
-Có..cómo estás?-pregunto. Me miras altanero. No me mires así que me derrito.
-Bien-
-¿Qué haces aquí?-sonríes ante mi pregunta.
-Es la boda de mi prima, ¿cómo no iba a venir?-dices como si fuera obvio. Una chica se acerca a nosotros.
-Bellatrix, preséntanos al bombón-dice. Me muero de los celos.
-Él es mi primo Sirius-digo enfadada. Tú notas mi sorna al presentarte, y me miras con una sonrisa.
-¿Sirius Black?-pregunta ella perpleja. Asientes con la cabeza. -¿Uno de los merodeadores?-vuelves a asentir. -¿¿¿¿UN GRYFFINDOR????-
-Sí- dices riendo. La chica te mira asombrada.
-Vaya, por lo menos Gryffindor tiene...tres cosas que valen la pena-
-¿Tres?-preguntas riendo y marcando el número con los dedos.
-Sí, tú, James Potter y Remus Lupin-dice. Tú sonríes con seducción, y levantas las cejas. Siento como mis mejillas me queman cuando tomas mi rostro entre tus manos y me besas la frente, en señal de bendición. De tantas tradiciones que tiene la familia Black, es pedir la bendición a los mayores, y yo siempre te la pedía a ti.
-¿Tu bendición, primo?-te pregunto sonrojada. Asientes con la cabeza, tomando mi rostro y levantándolo. Cierro los ojos. Por favor, bésame, bésame, te lo suplico. Me besas en la comisura de los labios, tentándome de sacar la lengua y devorarte esa boca carnosa que tienes. Abro los ojos y veo que mis padres y los tuyos nos miran estupefactos. Miras mi cuello, y acaricias el collar, para luego tocar mi piel, haciéndome sentir escalofríos. Todas las miradas están sobre nosotros, y me sonrió, teniendo mi cara muy cerca de la tuya. Rodolphus se nos acerca y nos separa, mirándote con odio. Me río de la escena. Tú saludas cordialmente a tus padres y a tu hermano, que te miran desconcertados, para luego estrecharle la mano al mayor de los Lestrange. Me entrepongo entre ambos, mirándolo.
-¿Por qué te enfadas?, es mi primo-le digo. Su expresión cambia radicalmente.
-¿Bailas?-me pregunta. Te miro y sonríes. Me dirijo al centro de las mesas, sin dejar de mirarte. Apoyo mi cabeza en el hombro de Rodolphus, sin ninguna intención, solo mirándote. Veo que sales del parque, entrando en la casa. Me separo de Rodolphus, diciéndole que no me siento bien. Intento salir de allí, pero mi hermana me detiene. Iban a arrojar el ramo. Miro como las estúpidas hacen una ronda alrededor de la recién casada, mientras yo me siento en la mesa de mis padres. Mi hermana arroja le ramo..y este cae sobre mis piernas.
Lo miro desconcertada, mientras mi padre me sonríe. Narcissa está estupefacta, mientras Lucius la abraza y la besa, me mira sin poder creerlo.
Entro al castillo, mientras mi hermana y su marido saludan y despiden a los invitados. Me dirijo hacia mi habitación, mientras me voy quitando las joyas.
Entro al cuarto. Cierro la puerta. Me quito el vestido, quedando completamente desnuda. Respiro hondamente. Miro mi cama. Hay alguien mirándome sentada en ella.
-AHHHHHHHHHHHHHHHH-
-Bellatrix-dices sonriendo, mientras yo intento tapar mi pudor. Tomo el vestido y lo pongo sobre mi cuerpo. No te me acerques, que no respondo de mí.
-Er..me voy-dices, dirigiéndote a la puerta. ¿Te olvidas de que soy Bellatrix???, tú no sales de mi cuarto a menos que yo lo decida. Tomo mi varita con rapidez y sello la puerta. Me miras desconcertado. Mi vestido está en el suelo, pero ya no me importa. Quiero que me veas como mi madre me trajo al mundo. Mi cuerpo irradia calor excesivo, estoy ardiendo. Niegas con la cabeza. Me acerco apenada a mi cajón y saco mi camisón de seda lila. Me lo pongo y me dirijo a mi cama.
-Er..Bella..¿dónde quieres que duerma?-preguntas con un leve sonrojo en tus mejillas.
-Aquí-digo. Sonrío-conmigo en la cama- niegas con la cabeza-oh vamos, no te haré nada- te acercas a mí, mientras te quitas la ropa. Te quedas en boxers, mientras yo admiro tu belleza completa. Hombros y espalda anchos, abdominales marcados, brazos levemente musculosos, trasero redondo y duro..eres condenadamente perfecto. Pero lo que me fascina son tus ojos, tu boca, tu rostro. Te acercas a la cama, mientras yo te sigo mirando. Abres las sábanas y te introduces en ellas. Nuestros cuerpos están pegados, siento la dureza de tus músculos, el calor de tu aliento, el aroma de tu cuerpo. Noto que te incomodas cuando yo te abrazo. Te miro, nuestros rostros están a escasos centímetros, por lo que puedo besarte cuantas veces se me antojen. Me acerco.
Tú me detienes con la mano.
-No, Bella-dices.
-¿Por qué no?-
-Porque soy un hombre, y tú eres una mujer..una muy atractiva mujer- me sorprendo al oír tus palabras. Paso mis manos por tus abdominales, notando algunos escalofríos por parte tuya. Tú y yo, en un cama de media plaza..juntos. Tú en boxers, semidesnudo..¿qué mujer lo dejaría pasar? Ninguna, mucho menos una que muere por tus huesos.
-Te tengo tan servidito Sirius-digo, mientras lamo tus labios-en bandeja-te beso con fervor, y tú me respondes. Un hermoso beso..y con mi primo, el sex symboll Sirius Black. Me poso sobre tu cuerpo, notando tu erección y tu dureza, pero me detienes antes de que haga cualquier cosa.
-No Bella..eres mi prima-
-Pero soy una mujer también-
-Pero sigues siendo mi prima-dices con mirada apenada. Te volteas, mientras yo miro tu hermosa espalda bronceada. La muerdo, la lamo, la beso.
-Te amo Sirius-digo, mientras tomo una de tus manos, abrazándote. Te beso la mejilla dulcemente, apoyando mi cara en la tuya-te quiero-te digo, mientras te suelto y volteo.
-Yo..también te quiero-dices, para luego reír. Volteas y me abrazas, acercando mi cuerpo al tuyo. Jamás sentí algo semejante, sólo sé que esa noche fue la mejor de mi vida, y solo dormí abrazada a ti.
