Hoaaaaaa, mis queridas admiradoras( ¿de qué te la das?) aquí el chap 3, el fic empieza a ser tenebroso( música de película de terror).. LEAN Y DEJEN REVIEWS...

Mis agradecimientos a: Agus y Moony, Débora Snape Black de Malfoy( no tenés apellido..eh?), Trixi-Black, vicu-malfoy, Lewynkku..y a todos aquellos que hayan leído este fic..

M.O.S

M.O.P

M.O.M

Capítulo 3: Pues sí, soy una mortífaga.

Es un día lluvioso y hace frío. Miro por la ventana las nubes grises que se acercan amenazando con entristecernos aún más. Sé que no vendrás, y miro a tu madre, que llora desconsolada en el sillón, mientras la mía le palmea el hombro. Y es que sus corazones están destruidos.

Narcissa arrulla entre sus brazos a Draco, su pequeño bebé, mientras Lucius la mira y sonríe.

-Si me dieras uno de esos, te daría todo lo que quisieras-me dice Rodolphus abrazándome. Él y yo nos hemos casado hace ya un año, meses después que Narcissa y Lucius. No te atreviste a ir a la boda, pero me has hecho un favor enorme, si te veía no hubiera podido casarme y dar el sí, para orgullo inmenso de mis padres. Miro a mi marido, y me suelto de su abrazo. Él y su hermano son los culpables de lo que me deprime el alma, y seguramente Lucius esté al tanto de todo. Y lo peor es que no puedo hacer nada.

Tu hermano, Regulus, fue asesinado.

-Ya Menardi, no llores-dice Lucius mirando a tu madre. Yo lo miro levantando una ceja, mientras todos los sangres pura se le acercan a la desconsolada mujer. Miro a mi alrededor y noto a alguien extraño y desconocido en el lugar, y ese alguien lleva capucha, mientras bebe licor en una de las copas de plata de mi tío. Lo miro detenidamente, sin comprender. El desconocido desaparece frente a mis ojos, mientras yo me dirijo a mi habitación. Me siento en la cama, mirando por la ventana la negrura del cielo. Cuando alguien me toma de los hombros y me voltea. El desconocido...se saca la capucha...

-SIRIUS!!!-exclamo, para que me tapes la boca con ambas manos. Te miro con ternura.-Lamento la muerte de Regulus-te digo apenada. Niegas con la cabeza, mientras sellas la puerta detrás de ti, y pronuncias algunas palabras, encantando el lugar con el hechizo de insonorización.

-Sé muy bien que no fue una muerte natural-dices mirándome sombríamente. Esa mirada, sé que intuyes algo.-Quiero que me digas quién fue que lo mató-

-¿Qué?-

-Sé que tú sabes quien asesinó a Regulus, así que dímelo-

-No puedo hacerlo, sería traicionarlo-

-Traicionar a quién???-preguntas levantando una ceja.

-A mi amo-digo, sabiendo que estaba metiendo la pata.

-Así que tu amo es más importante que yo- poniéndome trampas no conseguirás mucho, Sirius.

-Pues..él me hace poderosa, sino fuera porque estoy casada con Rodolphus, seguramente ya me habría desposado- PAFF .Me golpeas en la cara con furia, haciendo que de mi nariz salga sangre.

-Tú eres una de ellos-dices tomándome bruscamente de los brazos-tú sabes quién mató a Regulus-

-¿Crees que te lo diré?-digo con furia- soy una mortífaga, una de las mejores, la más poderosa..soy la reina de la oscuridad-

-HAS ENLOQUECIDO-dices colérico, mientras me sueltas y me lanzas de sentón al suelo.

-Que te importa si he cambiado, si soy otra persona, yo jamás te importé-

-ESO NO ES CIERTO-bramas-siempre fuiste lago importante para mí-

¿Qué????¿¿y ahora me lo dices???.

-¿Quién fue el cretino que te llevó por ese camino?-dices con los ojos húmedos-dímelo-

-Yo sola decidí entrar en el camino del poder infinito, de la muerte por todos lados, de eterna oscuridad- cierras los puños. Sé que miles de cosas pasan por tu cabeza en ese momento, pero no puedo hacer nada.-Yo ya he decidido, y pienso seguir siendo mortífaga hasta el final de mis días-

-¿Cuándo dejé de importarte?-golpes bajos, eres malvado. Te miro a los ojos, esos ojos que me han enloquecido durante años enteros. Pero ya no, soy una mujer decente, y ya no me derrito por el solo hecho de tenerte cerca... o eso creo.

-Yo..es..-balbuceo, las palabras no me salen. Creí que ya no me ocurrirían, pero tu sola presencia me pone los pelos de punta.

-Jamás dejaste de quererme-

-ESO NO LO SABES-grito desesperada. Sonríes con picardía, acercándote a mí.

Desisto de tu abrazo, de tus brazos que quieren rodearme.

-No Sirius...-digo desesperada, mientras tú e besas la mejilla.-NO ME TOQUES ASQUEROSO AUROR-

-Yo no te estoy ofendiendo, mortífaga de cuarta-dices frunciendo las cejas.

-Yo ya no tengo nada que perder, Sirius, lo único que podría llegar a perder sería la vida, y no tengo mucho por qué honrarla-digo con voz quebrada. La vida no me ha dado muchas satisfacciones.

-¿Cómo has cambiado tanto?-me preguntas con voz baja.

-Debe ser que fui slytherin durante siete años...y también el hecho de que tú no me has amado como yo quise-

-No podías obligarme-dices, volteando y quedando contra la pared.-¿¿¿He dejado de ser tu primo???-

-Has dejado de ser parte de mi vida-digo. La conversación se está volviendo dura.

-Tú no quieres a Rodolphus-dices de repente, mirándome a la cara. Siento como si tus palabras fuesen una bofetada.

-Tú eso no lo sabes-

-Te casaste con él para intentar olvidarme-

-Yo ya te he olvidado-digo apretando los dientes.

-No te creo-

-NO ME CREAS-bramo furiosa. ¿¿¿Quién te crees que eres para dudar de mis actos??.-Ten cuidado conmigo Sirius Black, ya no soy tan tonta para que me uses-

-Yo nunca te usé-dices con voz seca.-Sé que sabes quién mató a Regulus, y no me iré de aquí hasta que me lo digas-

-Suena tentador que nunca te vayas-digo sonriendo con picardía. Noto que te estremeces.

-¿No me lo dirás?-niego con la cabeza. Miras al suelo-lo averiguaré por mí mismo-dices, mirándome a los ojos. Me estremezco, tu mirada hace que mi cuerpo tiemble.

-Jamás lo averiguarás-

-Los mortífagos son leales solo consigo mismos-dices con mirada sombría-son capaces de matar a sus propios hijos si Voldemort se los pide-

Me estremezco al oír su nombre-eso..eso no es cierto-

-Algo sé, que tú nunca le has dicho a nadie-lo miro con odio.

-Tú no sabes nada-digo tragando saliva.

-Sé muy bien que estuviste embarazada-Dios, ¿qué estás diciendo?.

-Eso...eso..eso no es cierto-noto que estoy llorando.

-¿No ves?, es cierto-dices. ¿Por qué me haces sufrir así?.

-MUÉRETE SIRIUS-bramo furiosa, lanzándome sobre ti, golpeándote. Me detienes con brazos fuertes. Me tomas el rostro con ambas manos, para que te mire a los ojos.

-Óyeme bien, me vengaré de ti, de los mortífagos, y de Lord Voldemort-dices-Díselo-me sueltas, lanzándome contra la pared.- Y otra cosa-dices mientras yo lloro desconsolada-si Voldemort llega a tocar a Lily, a James y a Harry, te juro que me vengaré, así pierda la vida en ello-

-NO PODRÁS VENGARTE-bramo-El Señor Oscuro tiene armas que tú ni te imaginas-

-Pues entonces empezaré a imaginármelas-dices furioso.-Siento lo de la pérdida de tu hijo-dices con voz calmada.

-No me hables de eso-digo con voz quebrada.

-¿Cómo lo perdiste?-

-Él-digo sentándome sobre el suelo. Él...me arruinó la vida desde la primera vez que lo conocí.-Creí que uniéndome a él todo cambiaría, que sería alguien-

-Has matado a demasiadas personas-

-Lo hice por placer, me siento poderosa cuando mato, cuando hago sufrir-

-Tienes demasiado rencor dentro tuyo-dices cruzándote de brazos.

-Cuando quedé encinta se lo conté, Rodolphus nunca lo supo-digo, mientras varias lágrimas corren por mis mejillas-le pedí que me dejara salirme del círculo de mortífagos, y él...-

-Te castigó-asiento con la cabeza.

-Lo perdí luego de eso-irrumpo en llanto, tapándome la cara con las manos. Tú me abrazas y apoyas tu cabeza sobre la mía.-Regulus intentó salir del círculo-me sueltas y me miras.

-¿Por qué no te mató?-

-Le tiene ternura a las mujeres-me encojo de hombros-soy la mejor de sus mortífagos, la más leal..además le gusto-

-¿Por qué me lo dices?-dices asombrado.

-No tengo nada que perder-digo tristemente-si muero, me harían un favor-

-Gracias Bella-dices sonriéndome. Tu sonrisa, Sirius, la forma más sencilla de enloquecerme.

-Él lo mandó matar cuando lo supo...Lucius se lo dijo-tu mirada se ensombrece.

-Vaya, nuestra familia es enteramente mortífaga- asiento con la cabeza. En eso tienes razón.-¿Cómo está mi madre?-preguntas.

-Mal-digo-a perdido a sus dos hijos-me miras sin comprender.

-Ella nunca me quiso-dices levantando las cejas.-¿Y mi padre?-

-Enfermo, tiene depresión-digo mirando al suelo. Noto que haces un ademán de impaciencia. Sí, no te debe importar.

-Y...¿cómo está Narcissa? Supe que tuvo..-

-Un varón-digo, sonriendo.

-¿Y tú y Rodolphus no piensan...?-

-¿Tener hijos?-miro al suelo. Recuerdo la vez que supe que tendría uno.-No-niego con la cabeza.

-A mí me gustaría tener-dices sonriendo. Te miro, sé que mis mejillas deben estar rojas.

-Y a mí me encantaría dártelos-

-No has cambiado del todo-dices poniéndote serio. Frunzo el ceño. Me tapo la boca. Dios, me estoy comportando como una idiota. Sonrió abiertamente, pero tú sigues serio. Mmmm, eres lindo.

-No sabes cuánto hubiera dado porque ese hijo..-me posas el dedo sobre los labios.

-No sigas-dices mirándome a los ojos-no digas cosas de las que te puedas arrepentir-sonrió, mirándote embobada. Te rodeo la cintura con los brazos.

-¿Ves?-dices riendo-no has cambiado del todo-

Alguien toca la puerta. Nos soltamos del abrazo, mirando hacia la puerta de roble. El hombro me arde.

-Desaparece-te digo, empujándote, justo en el mismo momento que Rodolphus entra al cuarto.

-¿Sellaste la puerta?-asiento con la cabeza-¿por qué?-

-Es que..quería estar sola..un momento-Rodolphus se me acerca y me besa la comisura de los labios.

-Sé que estás mal por lo de Regulus-miro al suelo, mientras él me abraza-pero..el Señor lo quiso así- me separo y lo golpeo.

-NO DIGAS ESTUPIDECES-bramo enojada.

-Bella..¿estás dudando de los actos de nuestro señor?-

-ERA MI PRIMO, RODOLPHUS-bramo-SI ÉL TE PIDIERA MATARME ¿TÚ LO HARÍAS?-

-Bella, no es lo mismo-

-Claro que no es lo mismo-digo, mientras irrumpo en llanto-era mi familia-

-Tú ya no eres de la familia Black, eres de la mía-dice con decisión.

-YO NO SOY MUJER DE NADIE-

-ERES MI MUJER-brama Rodolphus tomándome de los brazos con fuerza.

-Yo no soy mujer de nadie-digo acentuando las palabras.

-Cuánto darías por ser la mujer de Sirius Black-dice enfadado y mostrando los dientes.

-Sí, hubiera dado cualquier cosa-digo, para luego reír a carcajadas.

-Compórtate, eres un mujer Lestrange-

-Te equivocas...yo soy una Black, impotente reprimido-digo riendo con sorna. Sé que le molesta que le hable así-¿quién tiene los pantalones en nuestro matrimonio?¿tú o yo?-intenta tomarme de la cintura, pero yo salto y huyo del lugar, mientras río. Bajo las escaleras, chocando ruidosamente con Lucius.

-Bellatrix, nuestro señor nos llama-tomo la manga de mi vestido y la bajo.

-Lo sé-le digo, mostrándole lo notorio que estaba el tatuaje.

Salimos del lugar, adentrándonos en un bosque a varios kilómetros. Llevamos las capuchas puestas, y hablamos en susurros. Llegamos a un claro, en donde los árboles arman un círculo perfecto.

-Mis queridos sirvientes-dice una voz dura y ácida. Varios se estremecen.-Mis felicitaciones a los Lestrange por la increíble muerte de Regulus Black-ríe, y yo noto como mi sangre hierve. Me mira-oh, mi bella Bellatrix, hasta el color negro te sienta bien- Rodolphus cierra el puño y frunce el ceño, mientras yo me acerco al mago frente a nosotros.

-Señor..¿por qué a él?-le pregunto en voz baja.

-Era un idiota, y mis mortífagos deben ser temidos, respetados...además...uno no puede pretender que yo deje que "salga" sin antes..dejarle un recuerdito-ríe a carcajadas, mientras yo me tomo el pecho. Un recuerdito, como el que me dejó a mí. Miro a mi alrededor. Un extraño perro negro nos mira desde detrás de un árbol.

-Pero...era mi primo-él sonríe.

-Ay, las mujeres, tan tiernas, hermosas..me encantan-los demás ríen ante sus palabras.-Amor mío, cuando uno se vuelve al lado oscuro, no hay nada ni nadie que le importe, solo su propia vida..es nuestra forma de supervivencia- palmea las manos-¿qué han averiguado?-

-Pues...sólo hemos sabido que los Potter han tenido un hijo-

-No es nuevo-dice, apuntando con la varita a Antonin, y haciendo que él se retorciera de dolor-sé muy bien que James Potter tuvo un hijo...no tienes que recordármelo, Dolohov-

-Lo siento señor-

-Sirius Black no ha aparecido por Grimmauld Place-dice Barty Crouch. Si su padre se enterara.

-Era de esperarse, Black no se arriesgaría-

-Estuvo en Grimmauld Place-digo. Noto todas las miradas sobre mí, y veo los ojos rasgados y profundos del Innombrable.

-¿Cómo es eso cariño?-me pregunta con voz dulce, aunque su dulzura me da mala espina.

-Fue al funeral..habló conmigo..dice que se vengará-noto que Rodolphus levanta una ceja, y que Rabastan tiembla ligeramente.

-¿Qué más dijo?-

-Dijo cosas incomprensible, si tocas a los Potter se las verá con él- comienza a reír a carajadas.

-Black debe de ser un enemigo valioso, sería una muy buena batalla-sonríe. Su cuerpo es extremadamente delgado. Me toca la mejilla.

-Eres la mejor de mis mortífagos, cariño, que lástima que estés casada-mira a Rodolphus, pero mi marido le corre la mirada.-Si alguno de ustedes, impertinentes inútiles fuera como esta mujer, el mundo mágico ya sería mío-los demás se estremecen. Vuelve a mirarme.-Mándale saludos a Narcissa-asiento con la cabeza.

-Siguiente misión, mis amados súbditos-dice luego, mirando a los que están a mi alrededor-maten a Sirius Black-mi cara se transforma-él debe saber algo sobre los Potter es el mejor amigo de James...¿qué tiene de malo que le hagamos una visita?-el perro negro que estaba detrás de árbol huye a toda prisa, mientras yo levanto una ceja.