Bueno, este es el último capítulo.

He tardado muchísimo en hacerlo porque la escuela me ha saturado y además escribo 800 fics además de este. Sé que quizás el cap sea corto, pero es que no quería hacerlo muy largo. Espero lo disfruten y les agradezco a todos los que hayan leído este fic. Esta pareja me ha gustado mucho, porque es dramática y porque nadie, ni siquiera yo, les dio futuro. Y lo que quería demostrar con esta historia, es que a pesar de todo, el amor puede ser algo enloquecedor y que a veces hacemos cosas estúpidas por él.

Disfruten y dejen un reviewcito...

Capítulo 5: La caída del Imperio de terror.

Abro los ojos despacio. Dios, me duele todo el cuerpo. Aún recuerdo lo ocurrido aquella vez. Suspiro. Me levanto de la cama y miro a mi alrededor. Escucho voces y susurros en el salón. Salgo del cuarto y bajo las escaleras. ¿Qué hacen todos ellos aquí?. Lucius me mira con cara sombría y me toma la mano.

-¿Qué ocurre?-pregunto con voz altísima. Se hace el silencio en el lugar.

-Nuestro...nuestro señor-dice Antonín.

-¿Nuestro señor qué...?-me muestran el Profeta. La primer plana dice: "Lily y James Potter asesinados"... "Harry, el hijo de ambos, sobrevive milagrosamente". Un momento..¿sobrevive?..eso quiere decir..

-Sí, Bella, ese niño lo mató-

-¿QUÉÉÉÉÉ?-bramo-¿CÓMO PUEDE UN MALDITO NIÑO ASESINAR AL MAGO MÁS GRANDE DE TODOS?-

-Cálmate y sigue leyendo, que no todas son malas noticias-me dice Rodolphus con una media sonrisa. Unos párrafos más abajo: "Sirius Black sería el traidor del matrimonio Potter, por lo que el Ministerio lo busca incansablemente". Mis ojos se abren sorprendidos.

-Pero..Sirius no es uno de nosotros-digo.

-Lo sabemos, pero como Sirius Black era el Guardián Secreto de los Potter, todos creen que él los traicionó-dice Lucius sonriendo.

-Pero...Sirius..¿irá a Azkaban?-pregunto sollozando.

-Seguramente-dice Barty Crouch.

Muevo la cabeza hacia los lados y corro hacia la puerta. Barty y Rodolphus me siguen. Salgo corriendo de la casa, gritando enfurecida. Camino con los puños cerrados entre la multitud de magos. Siento que dos manos me toman de los hombros y me voltean. Una bella mujer rubia me mira enfurecida. Yo la conozco.

-Hola Lestrange-me dice con odio.

-Hola Figg, tanto tiempo-digo sonriendo con malicia. Perra..seguramente ya se debe haber enterado lo de Sirius.

-¿Qué necesitas?-me pega una bofetada. Me tomo el rostro y la miro sin comprender.-¿Qué te sucede?-

-Tú sabes que Sirius es inocente-dice con ojos sombríos.

-Sirius...-digo en voz baja.

-Admite que él es inocente-

-Yo no sé nada-

-ADMITE QUE TÚ ERES UNA MORTÍFAGA-brama. Los magos alrededor nuestro voltean a mirar.

-Jamás diré una cosa como esa- me toma del cuello de la toga.

-Admítelo-alguien la toma del cuello.

-Déjala Bella-le dice un hombre rubio..Remus Lupin.

-Remus...ella sabe que Sirius es inocente-el hombre la mira con ojos tristes.

-Sirius traicionó a James y a Lily..a su mejor amigo-los ojos verdes de él se humedecen.

-No Rem, Sirius no...-dice ella. Remus niega con la cabeza.

-Vámonos-ella me mira.

-Si Sirius llega a ir a Azkaban...te las verás conmigo-

-Oh..mira como tiemblo, horrenda sangre sucia-le digo. Horrenda, sí, y mucho, por quitarme a Sirius. Ella voltea a mirarme, y siento un fuerte golpe en mi nariz, de la cual emana sangre segundos después. Me toco la cara, intentando tapar el sangrado.

-VUELVE A DECIRME ASI Y TE LAS VERÁS BIEN SERIAS CONMIGO- brama ella con furia, mientras Remus la toma de los brazos.

-YO TE DIGO COMO QUIERO SANGRE SUCIA INMUNDA-

-¿Qué sucede aquí?-oigo que pregunta la voz de mi marido.

-Nada Rodolphus, no ocurre nada-digo con voz dura. Lo tomo de la mano y salimos de la multitud. Caminamos un par de pasos alejándonos.

-Encontré a alguien que puede saber dónde está nuestro Señor-dijo Barty acercándose a nosotros. Se restrega las manos y tiene expresión paranoica.

-¿Quién?-pregunto.

-Los Longbottom-señala a una pareja. Longbottom, sí, un matrimonio de aurores...tengo entendido que eran amigos de los Potter...los cuales, claro está, están muertos y enterrados. Los tres hombres junto a mi se alejan, acercándose al matrimonio. –Déjenmelo a mí-levanto mi varita, señalando al hombre. Él no se da cuenta de nada y...-CRUCIO-me asombra que nadie escuche sus gritos, que nadie nos vea haciendo esto, que oigan los lloriqueos de su esposa, la cual está siendo torturada por Barty. No entiendo por qué nadie lo nota...los llevamos a un bosque, y nos escondimos entre los árboles. El hombre se ve pálido y ella está hecha un manojo de nervios. Yo sigo torturándolo, y me río aunque mis nervios me traicionen de vez en cuando. Rodolphus les pregunta a los gritos si saben del paradero de Nuestro Señor.

Estoy enloquecida, tengo la garganta seca. Mi mano derecha me duele de tanto apretar la varita. Ya casi no tengo voz de gritar Crucio. Las horas pasan, ya es de noche cuando llegan los que queríamos que llegaran. Los Longbottom están echados en el suelo, con los ojos abiertos y el cuerpo temblando. ¿Estarán muertos, eso espero. ¿Miembros del Ministerio de Magia?..esto será muy divertido. Empuño mi varita hacia ellos, pero nos aturden.

Cuando despierto ya no estoy en el bosque, torturando y divirtiéndome a costa de los Longbottom, sino que estoy sentada en una silla, rodeada de dementores. No entiendo nada.

-Lestrange-dice un hombre frente a mí. Tiene barba larga y anteojos de media luna.

-Dumbly¿qué tal?-digo, con una media sonrisa. Frente a mí está nada más y nada menos que el director de Hogwarts-¿es el nuevo ministro?-

-No, Bellatrix, no-dice-sigo siendo el director de la escuela.

-¿Qué quiere conmigo?-

-Quiero que des nombres-

-No lo haré..y puede usar todo el Veritaserum que quiera, igualmente no hablaré..y si intenta usar Oclumencia, sabré bloquearlo-él me mira enarcando una ceja.

-Tu primo fue condenado a cadena perpetua-

Lo miro con el ceño fruncido. Aaaah...golpes bajos. Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.

-¿Sirius?-

-Sí..¿cuántos primos más tienes?-

-Tenía uno más..-

-Sí, Regulus-dice-fue asesinado..¿cierto?-miro al suelo. Estoy atada y me duelen las muñecas. Mientras más forcejeo, más se aprietan contra mi piel. La circulación se está cortando.-Bellatrix, si no dices nombres, serás condenada-

-No diré nada-digo con voz ronca-y pueden condenarme todo lo que quieran, no me importa..mi Señor me recompensará-

-Igor Karkarov confesó..-

-¿Qué dijo ese idiota?-

-Te nombró entre las personas que torturaron a los Longbottom, así como a Barty, el hijo de Crouch-

-Ese cerdo mañoso lengua floja-

-¿Asumes que es cierto?-

-¿Y por qué voy a negarlo?-pregunto a los gritos-van a condenarme igualmente-miro a los dementores a mi alrededor.

-En unos minutos es tu juicio-dice-¿no quieres decirme nada?-lo miro fijamente.

-Sí-me mira expectante-extrañaré la libertad-sonrío forzosamente-y mi señor me dará mi grata recompensa...cuide al niño Potter...porque lo estaremos buscando-

-Dumbledore, ya es hora-dice un hombre que entra en el lugar.

-Bueno, Bellatrix, te encontrarás con tu querido primo Sirius en Azkaban-dice-porque no creo que te salves de ésta-

-Sé que le duele lo de los Longbottom..-noto que sus ojos se ven sombríos-y mucho más la tragedia de los Potter-

-Cállate-y sale del cuarto. Los dementores me toman de las axilas y me arrastran. Fuera del lugar hay decenas de personas que me miran atentamente, como juzgándome. Tres hombres más, los cuales reconozco como mi marido, mi cuñado y Barty jr, están siendo arrastrados de la misma forma en que me arrastran a mí al centro del cuarto. Nos sientan de prepo y nos encadenan a las sillas. Miro a mi alrededor. Dumbledore me observa desde uno de los palcos.

-Se los ha traído ante la Junta de la Ley Mágica -dice Crouch pronunciando con claridad- para que podamos juzgarlos por crímenes tan atroces...-

-Padre -suplica Barty. Es estúpido, porque no le servirá de nada. Su padre es una bolsa de carne sin corazón...podría haber sido un excelente mortífago-. Por favor, padre...-

-... que raramente este juzgado ha oído otros seme­jantes -sigue Crouch, hablando más alto para ahogar la voz de su hijo-. Hemos oído las pruebas presentadas con­tra ustedes. Los cuatro están acusados de haber captura­do a un auror, Frank Longbottom, y haberlo sometido a la maldición Cruciatus por creerlo en conocimiento del para­dero actual de su jefe exiliado, El-que-no-debe-ser-nom­brado...-

-¡Yo no, padre! –sigue gritando Barty. Si este juicio dura mucho creo que me tomaré una siesta- Yo no, padre, lo juro. ¡No vuelvas a enviarme con los dementores...!-nos enviarán con los dementores y tendremos que llevarnos bien con ellos. Creo que yo ya me acostumbro a su horrenda presencia. Al fin y al cabo, serán como mi familia en lo que me resta de vida. Aunque, bueno, ellos están de parte de Lord Voldemort..o eso tenía entendido.

-Se los acusa también -continua Crouch- de haber usado la maldición Cruciatus contra la mujer de Frank Longbottom cuando él no les proporcionó la información. Planearon restaurar en el poder a El-que-no-debe-ser-nombrado, y volver a la vida de violencia que presumi­blemente llevaron ustedes mientras él fue poderoso. Ahora pido al jurado...-sí sí, utilizamos el hechizo contra aquella gorda inútil, fue muy divertido oírla gritar.

-¡Madre! —grita Barty, y la bruja menuda que está junto a Crouch solloza con más fuerza-. ¡No lo de­jes, madre¡Yo no lo hice, yo no fui!-ay por Merlín, no digas que no lo hiciste porque yo te vi.

-Pido a los miembros del jurado -prosigue Crouch. Lo miro con el ceño fruncido- que levanten las manos si creen, como yo, que es­tos crímenes merecen la cadena perpetua en Azkaban-

Todos a la vez, los magos y brujas del lado de la dere­cha, levantan las manos.

Aplauden. Si bravo, bravo, que un idiota me mande a Azkaban no me hará cambiar de parecer ni me hará arrepentirme de todo lo que he hecho

Mientras tanto, el imbécil de Barty sigue gritando, cosa que parece que no le funciona-¡No, madre, no¡Yo no lo hice, no lo hice, no sabía¡No me envíes allí, no lo dejes!-.

Los dementores vuelven a entrar en la sala. Rodolphus, Rabastan y yo nos levantamos tranquilamente. Bueno, tendré que acostumbrarme a vivir encerrada en una celda...no se diferenciará mucho con mi cuarto en la casa. En ese instante levanto los ojos del suelo y, mirando a Crouch, grito:

-¡El Señor Tenebroso se alzará de nuevo, Crouch¡Mandanos a Azkaban: podemos esperar¡Se alzará de nue­vo y vendrá a buscarnos, nos recompensará más que a nin­gún otro de sus partidarios¡Sólo nosotros le hemos sido fieles¡Sólo nosotros hemos tratado de encontrarlo!-nos sacan del salón, arrastrándonos. Barty sigue gritando mientras lucha contra los dementores. Niño idiota.

Ya estamos en la prisión. Estoy sentada observando a mi alrededor. Ya me acostumbro a la humedad y a la oscuridad de mi celda. La gente a mi alrededor grita y se debate contra las paredes.

Yo sigo serena. Porque a pesar de que estaré aquí toda mi vida, sé que tú estás ahí, mirándome desde la celda de enfrente. Tú Sirius, que renegaste de tu familia y de mí, que no quisiste mi amor eterno y sincero, que por tu culpa me arrastré al poder de la oscuridad..tú, que tienes tus ojos fijos en mí.

Por siempre Sirius, estarás ahí, mirándome, con odio, con aberración, con todos los peores sentimientos que tú les reservas a los enemigos, porque sé que por culpa de los mortífagos y del Señor Tenebroso perdiste a la familia que habías formado. Porque sé que estás siendo condenado por algo que todos sabemos que no hiciste. Perdiste tus esperanzas y a tu ahijado. Pero todos, recuerda amor mío, todos, tendremos nuestra recompensa algún día. Y, observando tu hermosa mirada azulada, la cual va desapareciendo en la penumbra, pienso que la estancia en Azkaban no será tan terrible, porque haber torturado a Frank Longbottom tuvo una razón importante: estar junto a ti. No fue por mi Señor, no fue por venganza..fue por tu amor.

¿FIN?