N/A: Holas!!!! De nuevo perdón por haber tardadoooooooooo!!!!!!! ^o^ Ojalá
les guste este capítulo. Acá entenderán por qué me tardé tanto en la parte
de la chica del correo, ¿recuerdan? Bueno, no les diré si estamos cerca o
no del final porque realmente no tengo idea, pero gracias a ustedes ahora
puede ver más o menos cómo seguirá esto. Sin más palabras los dejo leer.........
|Baile de Disfraces|
*Capítulo Séptimo*
-Gracias Alex –habló Draco cuando recibió el último examen. Mientras ordenaba las cosas en su maletín se escuchó claramente el crujido de las bisagras al abrirse la puerta.
-¿Terminaste? –preguntó el muchacho que acababa de entrar en el aula.
-Sí, espérame que busque las otras cosas –le pidió –Ya vuelvo, no te vayas.
-Ok.........
-Oye, adivina qué –le dijo el rubio al regresar con sus demás pertenencias.
-¿Qué te traes ahora?
-Encontré una poción para hacer polvos flu. Es bastante complicada, pero me salió en buena cantidad.
-¡Genial! –se alegró Harry
-Entonces......... ¿Nos vamos? –sugirió el más alto.
-Claro
-Agárrate de mi como puedas, si es que no quieres perderte –aconsejó con los polvos flu en a mano y guardando el frasco en el resto del contenido en su maleta.
-Con mucho gusto –dijo Harry, y abrazó a Draco desde atrás.
-¿Te importa si vamos a tu casa? –sugirió el Slytherin invitándose
-No, claro que no es prob.........
-¡Edificio Fridman!- dijo con vos alta y clara Draco a la vez que arrojaba el polvo al suelo
Se vieron sumidos en un torbellino de colores.
-Acá estamos- aseguró una vez que aparecieron en la chimenea.
-Si......... ¿Me seguiste alguna vez?- preguntó confundido el chico de ojos verdes.
-No, hace mucho, el último día que estuvimos en Hogwarts te oí decir esta dirección, y me pareció buena idea recordarla- explicó saliendo de la chimenea.
-Y aún la recuerdas eh –rió Harry.
En la sala donde se encontraban había bastante gente, y en su mayoría eran jóvenes que desde hacía poco vivían solos. Harry saludó a algunos, a quienes no les importó saber quién era el chico que lo acompañaba.
-Oye, a que llego más rápido que tú- lo retó Draco
-Ni lo pienses- aceptó Harry quien comenzó a correr hacia una de las escaleras, seguido por el rubio que ahora sabía hacia dónde debía ir. Draco tenía ahora más ventaja en velocidad pero no supo hacia dónde seguir al llegar a un piso que tenía tres pasillos. Harry tomó el de la izquierda y el otro lo siguió. Draco superó al moreno nuevamente, se paró en seco al ver el número 31 a su derecha, pero el piso estaba encerado, y acabó en el suelo.
-Estúpidos zapatos de profesor –maldijo
En ese momento llegó Harry que no tuvo tiempo de frenar al darse cuenta que su adversario se encontraba en el suelo, y allí terminó con el otro chico, encima de él. Luego de unos instantes los chicos comenzaron a reírse a carcajadas.
-Oye, me estás aplastando –se quejó el rubio.
-Uy, perdón, pensé que te gustaba
-La verdad no
-Que mal –dijo Harry haciendo voz decepcionada.
-¡Quítate!
-Está bien, no me regañes –dijo con voz de víctima, y luego se pusieron de pie.
-Oye......... -dijo Draco mirando a Harry.
-¿Qué sucede? –preguntó confundido Harry -¿Acaso tengo algo pegado en el rostro?
-Sí......... ¿Qué te pasó? –preguntó preocupado el rubio señalándole la frente, acababa de notar el vendeja.
-¡Ah! –recordó todo lo que le había sucedido en la tarde –Me golpeé con una puerta de vidrio que no vi.
-Vaya que eres estúpido.
Harry lo golpeó en el hombro riendo. La verdad no quería decirle lo de Eric, porque aceptaba que quizá había sido un poco inmaduro.
-Pasa –lo invitó Harry al abrir la puerta.
-Bonito lugar –admitió Draco al pasar.
Harry dejó sus cosas en la mesa.
-¡Qué buen póster! –gritó riendo mientras señalaba una figura que se encontraba en la pared.
-Jejeje, si quieres te lo regalo, yo lo odio.
-"Harry Potter, el Niño Que Vivió" –leyó Draco divertido –Vaya que si tienes autoestima alta.
-Jajaja, no me molestes, me lo regaló una compañera y me obligó a enmarcarlo.
Dile que me regale uno a mi, pero mejor si no tienes ropa en él.
-¡Para qué quieres una foto si me tienes acá?
-Buen punto.........
-¿Quieres una cerveza?
-Claro
-Es con alcohol muggle
-Mejor
Harry caminó hasta la cocina y trajo dos vasos con cerveza.
-Oye, mira esto –le dijo Draco entregándole una foto.
Harry la miró y se quedó con la boca abierta
-D......... de......... ¿De dónde la sacaste?
-De mi maleta
-Pe......... pero ¿Cómo la conseguiste? –preguntó Harry confundido y fascinado.
-Una tarada de Ravenclaw me tomó fotos toda la noche, aunque supongo que me perdió de vista cuando fuimos a......... ya sabes, a esa sala.........
-¿Puedo quedármela? –pidió con una sonrisa admirando la foto.
-Claro, pero te costará un beso
Harry sonrió y besó con ganas al muchacho que tenía enfrente. Luego de un rato Draco separó sus bocas y sonrió.
-Oye, debo irme –dijo algo triste –mañana trabajo a la mañana, pero puedes venir a mi casa si quieres para almorzar.
-Claro, ahí estaré
Los dos se pusieron de pie y caminaron hacia la puerta.
-Nos vemos –saludó Harry
Draco simplemente sonrió a modo de saludo y se perdió por el camino. El chico de cabellos negros entró y se sentó con la fotografía en las manos.
**************
-¡Apúrate, vuelas como un niño! – se burló Draco desde su escoba. Se encontraban los dos volando por arriva del bosque, haciendo carreras, el rubio llevaba la delantera. La escoba de Harry era más rápida, pero su dueño tenía algunos problemas. El día había comenzado fresco y nublado, pero al mediodía las nubes se habían alejado y el sol brillaba con fuerzas, y la ropa que Harry llevaba puesta parecía pesarle y sofocarlo por el calor.
-¡Eso quisieras, ahora verás! –le gritó Harry con una sonrisa en su rostro sudoroso. Apretó los dientes y se empujó hacia delante. La Saeta de Fuego salió disparada como un misil hacia delante. Draco quedó varios metros atrás. Ya le faltaba muy poco para llegar al pino alto y viejo que era la meta.
-¡Petrificus Totalus! –gritó una voz detrás de él, y al mismo tiempo todos sus músculos se tensaron y quedó suspendido en el aire, inmóvil. Una forma borrosa pasó a su lado y paró en seco al llegar al pino. -¡Draco Malfoy gana!
Harry gruñó y se concentró para deshacer el hechizo. Cuando esto sucedió, velozmente voló hacia donde se encontraba el rubio con rostro triunfante.
-¡Nunca cambias! ¡Eres un tramposo! –le dijo con fingido enfado y cuando llegó hasta donde el otro chico se encontraba lo golpeó con su escoba y los dos comenzaron a caer con velocidad.
A un metro del suelo ambos muchachos frenaron de golpe. Draco miraba a Harry sonriendo, sentado ahí en su escoba.
-¡Tramposo! –le dijo Harry y lo empujó de la escoba. El rubio cayó en un charco de lodo, del que le costó un rato salirse ya que se resbalaba cada vez que intentaba pararse, mientras Harry se reía a carcajadas sosteniéndose el estómago con ambas manos.
-¡Me las pagarás Potter! –le gritó y se abalanzó sobre él, pero el chico de ojos verdes fue más rápido y echó a correr, seguido del chico de ojos grises. Los dos corrían por el bosque como dos niños, persiguiéndose entre los árboles.
En un pequeño claro donde se filtraban algunos rayos de sol Harry paró de correr ya que el calor lo agobiaba y se volteó para ver a su perseguidor.
-Quédate donde estás –le ordenó Draco
-¿Y crees que lo haré? –se burló Harry retrocediendo unos pasos.
-Si no eres estúpido lo harás –le aconsejó el rubio adelantándose.
-No te adelantes o volveré a correr
Draco sonrió y adelantó cuatro pasos quedando a menos de un metro de su chico. Harry retrocedió tres pasos y estaba dispuesto a dar el cuarto pero no encontró suelo para apoyar su pie y cayó de espaldas. Se oyó ruido de agua y un grito cortado del chico, luego unas carcajadas del rubio.
-Jajajaja, eres un idiota Harry –le dijo Draco entregándole una mano para que se pudiera parar. Harry la tomó y tiró de ella con todas sus fuerzas. En unos segundos los dos se encontraban sentados en una laguna al pie de una pequeña cascada que caía por unas rocas.
-Y tú eres un gran idiota – le dijo Harry al chico que se encontraba tan empapado como él a su lado. Los dos rieron con ganas, y luego callaron. Sólo se oía el sonido del agua cayendo, algunos pájaros, el viento entre las rocas y los árboles. Draco tomó entre sus manos el rostro del moreno y se miraron durante interminables instantes. Luego se unieron en un beso que no tenía prisa, ya que tenían todo el tiempo para ellos, y todo el bosque en su inmensidad.
Otras manos comenzaron a acariciar rubios cabellos de la nuca, mientras Draco besaba el cuello de Harry. Este último se separó unos instantes para quitarse su camisa empapada y luego quitó la de su chico, y comenzó a besarle el pecho con pasión. Draco lo dejaba, dócil, mientras se quitaba sus pantalones para luego arrojarlos a la orilla, junto con los de su amante. Los dos se encontraban totalmente desnudos, besándose en el agua bajo la quietud de las sombras frescas que los cubrían.
Harry se sentó en una roca que sobresalía un poco del agua y Draco de pie se agachó un poco hasta que su cabeza quedó a la altura de la entrepierna del moreno y la rodeó con sus labios húmedos por el agua pero aún así cálidos. El chico que se encontraba sentado gimió largamente, mientras el otro besaba su pene como si fuera su único sentido de vida. Luego de un rato esto pareció cansarle y subió para encontrarse con los labios que tan bien conocía. Las manos de Harry se encontraban acariciando su perfecta espalda y luego descendieron hasta su firme trasero y un par de dedos se introdujeron en él, mientras seguían besándose. Luego de un rato los intrusos salieron, y Draco se sentó en la falda de Harry, de frente y con las piernas abiertas.
Un quejido de placer se escapó de sus labios al sentir la cabeza del miembro de su amante en su entrada. Apretó los dientes y fue acomodándose lentamente hasta llegar hasta abajo. Suspiró de placer, y luego comenzó a moverse hacia arriva y hacia abajo sujetándose con ambas manos de los hombros de Harry, quién se deleitaba al ver a Draco subiendo y bajando, con los dientes mordiendo su labio inferior, las cejas fruncidas por el placer, la cabeza echada levemente hacia atrás, y su miembro frotándose contra su abdomen. Luego de unos instantes agitados el rubio comenzó a acelerar el ritmo, ya cerca de venirse, y Harry lo ayudó moviendo sus caderas al mismo ritmo que su amante. Al poco tiempo Draco abrió los ojos y los dos se miraron profundamente, y así se vinieron juntos, cada uno mirando dentro de los ojos del otro, perdiéndose en la mirada que tenía el de enfrente.
Salieron del agua después de unos minutos. Ahora más frescos. Se vistieron, Harry se colocó sólo el pantalón. Caminaron hasta el lugar donde habían dejado las escobas, y a unos metros se encontraban sus cosas. Se tendieron en el césped fresco a la sombra de un árbol. Allí comieron algunos sándwichs y tomaron jugo fresco de calabaza.
Hablaron sobre muchas cosas. Sobre la vida, sobre sus pasados, sobre las peleas que tenían cuando iban a Hogwarts. Hablaron hasta cansarse. Ahora se encontraban acostados de costado, mirándose. No decían ninguna palabra, no necesitaban hacerlo, el silencio no era tenso sino era cómodo, cómplice, se sentían los dos muy bien.
-Harry......... -habló por fin Draco
-¿Qué?
-Creo que han vuelto las nubes......... -fue lo que dijo
Harry frunció las cejas sin entender y miró el cielo. El cielo se encontraba despejado, con algunas pequeñas nubes blancas, que se movían rápidamente, parecía como si hubiera mucho viento para que se movieran con esa rapidez, pero estaba todo muy calmo. Miró con más atención y notó que las nubes comenzaron a unirse formando algo, luego de unos segundos pudo leer las frases que se habían formado. Decía: "Me siento en las nubes cuando estoy contigo".
Harry sonrió tontamente. Era obvio que eso era obra de Draco. Unos años atrás se hubiera reído a carcajadas si Draco Malfoy hubiera hecho algo así, pero ahora le pareció divino. Lo miró, él sonreía. Era una sonrisa que nunca le había visto, no era pícara, ni sarcástica, no era de diversión, era pequeña sonrisa de felicidad con algo de timidez. Le pareció adorable ver al rubio sonriendo de esa manera y riendo lo besó.
-Dra......... Draco, eres lo mejor –le dijo entre besos.
*********
Draco cerró la puerta. Y entró en la casa con una sonrisa en el rostro. Realmente se sentía a gusto con Harry, nadie lo había hecho sentir tan bien. Bueno en realidad había una persona: Blaise Zabini. Pero ahora se encontraba muy lejos de él. Mientras pensaba oyó un ruido metálico en el suelo. Las llaves se habían caído. Se agachó para recogerlas y vio algo blanco detrás del sofá. Estiró el brazo para alcanzar un papel que se encontraba ahí escondido. Cuando se paró se dio cuenta que era una carta. Se había olvidado de ella, ese día estaba muy apurado y algo molesto con la chica del correo que quiso coquetearle, que había arrojado el sobre por ahí sin prestarle atención.
Leyó la dirección de donde provenía y se asombró al ver que venía de Italia, la había enviado Blaise. Hacía más de un año que no sabía casi nada de él, casi lo había olvidado en este último tiempo. Sostenía el sobre con los ojos bien abiertos y no atinó ni siquiera a abrirlo. Sacudió un poco la cabeza para entrar en razón y abrió el sobre. Sacó de adentro un pergamino color gris como siempre usaba Blaise. La carta decía lo siguiente en letras verde esmeralda:
"Draco:"
"Espero que no me hayas olvidado. ¿Cómo anda todo por allá? Acá hace mucho calor, y hay muchos muggles. Tengo mucho trabajo, pero el curso es interesante. Acá está todo bien, pero siento que algo me hace falta......... Creo que no es necesario que te diga que eres tú. Me haces falta Draco, realmente te extraño. En Hogwarts era todo mucho más fácil, nos veíamos siempre, dormíamos en el mismo cuarto (a veces en la misma cama). Espero que no me hayas reemplazado por nadie. ¿Cómo andan las cosas con ese tal Eric? Nunca me cayó bien ese tipo."
"Ojalá me recuerdes tanto como yo te recuerdo a ti. ¿Recuerdas lo que te prometí? Pues......... sí, iré por allá. Sé que dije que iría a fin de año. Pero extraño mucho Hogsmeade, así que puedes esperarme para la semana que viene. Conseguí que alguien me vendiera polvos flu, que escasean mucho aquí así que no tendré inconvenientes en ir, probablemente esté allá el lunes."
"Hay tantas cosas que quisiera contarte, por suerte falta poco para que nos veamos de nuevo, no sabes las ganas incontrolables que tengo de abrazarte y besarte y mirar tus ojos y admirarte en toda tu perfección. Sé que te lo dije muy pocas veces, y es que me cuesta mucho decirlo, me siento algo estúpido, pero te lo diré ahora y te lo diré cuando nos veamos: te amo. Uy listo, ya lo dije. Bueno, no sé qué más decirte, soy malo para escribir cartas, te extraño, nos vemos." "Blaise"
"P.S: Te mando algunas fotos en la carta"
"P.S2: De nada sirve llorar, mejor fumar y esperar, te extraño......... ** ¿Recuerdas esa canción? Espero que sí, siempre que escucho música te recuerdo"
****
Draco se mordía fuertemente el labio inferior. No sabía qué pensar. Ahora recordaba a Blaise, y se daba cuenta de lo mucho que lo extrañaba también. Se sentía completamente confundido. Quería mucho a Harry, se sentía demasiado a gusto cuando estaba con él. ¿Lo amaba? Eso le había dicho el día anterior. Pero ahora se sentía tan confundido. Había estado muy involucrado emocionalmente con Blaise. Le costaba pensar con claridad. Miró las fotos que se encontraban en el sobre. La sonrisa de Zabini se quedó enterrada en su mente, casi podía oír su sonora risa sonando en su cabeza. Se sintió mareado y le dolía mucho la cabeza.
************
Harry se encontraba revolviendo su guardarropa. Hermione llegaría en cualquier momento y él todavía no se había vestido. Mientras buscaba entre los pantalones sonó la puerta de la sala.
-¡Ahí voy! –gritó. Miró de nuevo la ropa y como aún no tenía ni siquiera ropa interior optó por colgarse la toalla con la que había salido del baño a la cintura.
La puerta sonó nuevamente. Su amiga no era una de las personas más pacientes que digamos.
-Hola Hermione, ¿cómo andas? –le preguntó haciéndola pasar.
-Hola Harry –lo saludó dándole un beso en la mejilla –¿Aún no te cambias?
-Jeje, no aún no, es que no sabía qué ponerme –explicó observando la ropa de su amiga.
-Ponte cualquier cosa, sólo iremos por ahí, no importa cómo vayas vestido
-Oye......... ¿te planchaste el pelo?
-Ah, lo notaste, no, usé una poción, ¿me queda bien?
-Estás matadora
-Jeje, mejor ve a cambiarte
-Ok, me pondré lo primero que encuentre –aseguró y caminó hacia su habitación nuevamente. Se puso ropa interior y unos jeans gastados. Buscó entre sus camisas, la mayoría estaban arrugadas y amontonadas en un rincón, entonces optó por ponerse una remera (N/A: playera, no sé cómo le dicen) negra de The Ramones y arriva una chaqueta de jean, ya que había refrescado después del mediodía.
-¿Listo? –preguntó la chica que se había sentado cómodamente en un sillón.
-Sí, bamos.
Caminaron unas cuadras bajo la poca luz del sol que quedaba.
-¿Y Ron? –preguntó como siempre Harry. Hacía casi un mes que no veía a su amigo, sólo unas cartas y noticias por parte de otros amigos.
-Ronnie fue a un cumpleaños –le contó – Ah, quería saber algo sobre tu trabajo. ¿Sabes? Lo echaron de Honeydukes.........
-Jajajaja, si me imagino por qué –dijo Harry divertido, a Hermione no le hizo mucha gracia su comentario pero igual rió –Sería genial que Ron trabajara conmigo, le preguntaré a mi jefe si hay algún puesto que él pueda ocupar.
-Gracias Harry
-De nada Herm. Oye, ¿y están viviendo juntos?
-Si la semana pasada él se mudó, estoy intentando adaptarme a su desorden
-Hmmm una tarea algo difícil.........
-Oye ¿y tú cómo andás en el amor?
Harry iba mascando chicle y se ahogó con su propia saliva frente a esta pregunta.
-¿Ninguna otra chica después de Nancy? –preguntó
-N......... No.........
-Genial –dijo interrumpiéndolo –Tengo una amiga para presentarte, ¡es igual a ti no sabes cuánto! A ella su novio lo engañó también, hace poco y......... -Hermione cayó de repente. Su amigo tenía una expresión repentina de incomodidad e inquietud –Oye......... ¿me estás escuchando? Mejor júzgala cuando la veas, simplemente sal alguna vez con ella, ya verás que te caerá muy bien, es muy buena persona y.........
-Hermione......... -habló Harry parándose en seco y mirando seriamente a los ojos castaños de su amiga que había dejado de caminar unos pasos más adelante –No saldré con tu amiga......... lo siento.........
-¡Oh Harry! –se quejó –Todavía ni la has visto, además deberías distraerte un poco y un chico como tú no debería estar solo.........
-Es que......... yo.........
-¿Tú qué? –insistió ella intentando captar su mirada
-No estoy solo –dijo al fin
-¿Cómo? ¡Entonces sí estás saliendo con alguien! ¡Qué bueno! Pero no me lo habías dicho, sí que eres malo ¿eh? ¿Cómo se llama ella? ¿Cómo es? ¿Dónde la conociste? ¡Dime! –comenzó a gritar histérica y emocionada.
Harry abrió la boca, pero las palabras se confundieron en su garganta, había dejado de respirar y no produjo ningún sonido.
-¡Anda, dime! ¿Qué sucede? ¿La conozco? ¿Es eso?
Como respuesta obtuvo un pequeño asentimiento de parte del chico, que acababa de sentarse en un banco.
-¿Quién es ella? –volvió a preguntar, esta vez sentada a su lado y un poco más calmada.
-No es ella......... -respondió mirando el piso y apretando los puños, en un susurro casi inaudible.
-¿Qué? No te escuché.........
-Que no es ella –repitió, esta vez elevando el volumen.
-¿Qué no es quién? –quiso saber confundida la chica
-Quiero decir que no es ella, es él, no estoy solo, estoy saliendo con un hombre Hermione, soy gay, ¿entiendes? –explicó algo molesto.
La chica de cabellos castaños lo miró largamente, intentando interpretar casa una de las palabras que acababa de oír, intentando deducir la gravedad de la situación, intentando escoger las palabras que diría.
-¿Desde cuándo? –atinó a decir luego de un silencio algo incómodo para los dos. Fue lo único que se le ocurrió.
-¿Recuerdas el baile de disfraces? Tú me preguntaste desde cuándo me besaba con hombres, porque me habías visto besar a un chico en la pista de baile. ¿Recuerdas al chico? –le preguntó con una extraña expresión de nervios. Su amiga lo miraba confundida. Harry echó a reír. Quizás por los nervios, quizás por diversión.
-¿Qué te ocurre?
-Es que no recuerdas nada, estabas muy borracha esa noche, besaste a medio colegio
-¡Eso no es.........! –pero se calló, sabía que era verdad -¿No se supone que estábamos hablando serio?
-Si.........
-¿Quién es el chico? –preguntó tomando a Harry por sorpresa, y su expresión se tornó más grave.
-Oh, créeme no querrás saber –le dijo en voz baja retorciendo la tela de sus jeans.
-Oh, créeme que sí- insistió su amiga.
Harry la miró a los ojos, y ella pudo leer en esos ojos verdes toda la desesperación de su amigo, y comprendió que no era fácil para él. Lo abrazó sin pensarlo más de dos veces, lo abrazó con fuerza durante varios minutos. Luego se separó un poco de él y le tomó el rostro entre las manos y lo miró sonriendo.
-Oye, no me importa si es hombre o mujer, yo sólo quiero que seas feliz porque eso que te hizo esa otra zorra no tiene perdón, tampoco me importa quién sea él, sólo espero que hayas elegido bien, que sea alguien que te quiera y que te merezca de verdad, tienes mi apoyo, y lo sabes –luego de decirle estas palabras lo besó en la mejilla.
-Sólo espero que no te pongas como loca.........
-¡Yo no sería capas de..........!
-Draco Malfoy es mi novio –la interrumpió Harry, con voz decidida.
-¡¿QUÉ?!
**********************
N/A: Ojalá les haya gustado, y me dejen más reviews que en el otro capítulo ¬¬. Es que me pareció que no les gustó mucho, ¿eh? Ya sé que es feo leer un capítulo al mes el siguiente, a los cinco meses el otro, lo sé, es feo, no? Perdón, ojalá no se hayan olvidado de esta historia y la sigan leyendo, yo siempre sigo aquí ^^
"Y sigo así no te voy a dejar......... no te dejaré! No te dejaré! No te dejaré! Y no te dejaré! Y no te dejaré eeee!! Y no te dejaré no no no no no no! Y no te dejaré uouo!" (dedicada esta parte de la canción de Flema "no te dejaré" a mi fic jejejeje n_nU
|Baile de Disfraces|
*Capítulo Séptimo*
-Gracias Alex –habló Draco cuando recibió el último examen. Mientras ordenaba las cosas en su maletín se escuchó claramente el crujido de las bisagras al abrirse la puerta.
-¿Terminaste? –preguntó el muchacho que acababa de entrar en el aula.
-Sí, espérame que busque las otras cosas –le pidió –Ya vuelvo, no te vayas.
-Ok.........
-Oye, adivina qué –le dijo el rubio al regresar con sus demás pertenencias.
-¿Qué te traes ahora?
-Encontré una poción para hacer polvos flu. Es bastante complicada, pero me salió en buena cantidad.
-¡Genial! –se alegró Harry
-Entonces......... ¿Nos vamos? –sugirió el más alto.
-Claro
-Agárrate de mi como puedas, si es que no quieres perderte –aconsejó con los polvos flu en a mano y guardando el frasco en el resto del contenido en su maleta.
-Con mucho gusto –dijo Harry, y abrazó a Draco desde atrás.
-¿Te importa si vamos a tu casa? –sugirió el Slytherin invitándose
-No, claro que no es prob.........
-¡Edificio Fridman!- dijo con vos alta y clara Draco a la vez que arrojaba el polvo al suelo
Se vieron sumidos en un torbellino de colores.
-Acá estamos- aseguró una vez que aparecieron en la chimenea.
-Si......... ¿Me seguiste alguna vez?- preguntó confundido el chico de ojos verdes.
-No, hace mucho, el último día que estuvimos en Hogwarts te oí decir esta dirección, y me pareció buena idea recordarla- explicó saliendo de la chimenea.
-Y aún la recuerdas eh –rió Harry.
En la sala donde se encontraban había bastante gente, y en su mayoría eran jóvenes que desde hacía poco vivían solos. Harry saludó a algunos, a quienes no les importó saber quién era el chico que lo acompañaba.
-Oye, a que llego más rápido que tú- lo retó Draco
-Ni lo pienses- aceptó Harry quien comenzó a correr hacia una de las escaleras, seguido por el rubio que ahora sabía hacia dónde debía ir. Draco tenía ahora más ventaja en velocidad pero no supo hacia dónde seguir al llegar a un piso que tenía tres pasillos. Harry tomó el de la izquierda y el otro lo siguió. Draco superó al moreno nuevamente, se paró en seco al ver el número 31 a su derecha, pero el piso estaba encerado, y acabó en el suelo.
-Estúpidos zapatos de profesor –maldijo
En ese momento llegó Harry que no tuvo tiempo de frenar al darse cuenta que su adversario se encontraba en el suelo, y allí terminó con el otro chico, encima de él. Luego de unos instantes los chicos comenzaron a reírse a carcajadas.
-Oye, me estás aplastando –se quejó el rubio.
-Uy, perdón, pensé que te gustaba
-La verdad no
-Que mal –dijo Harry haciendo voz decepcionada.
-¡Quítate!
-Está bien, no me regañes –dijo con voz de víctima, y luego se pusieron de pie.
-Oye......... -dijo Draco mirando a Harry.
-¿Qué sucede? –preguntó confundido Harry -¿Acaso tengo algo pegado en el rostro?
-Sí......... ¿Qué te pasó? –preguntó preocupado el rubio señalándole la frente, acababa de notar el vendeja.
-¡Ah! –recordó todo lo que le había sucedido en la tarde –Me golpeé con una puerta de vidrio que no vi.
-Vaya que eres estúpido.
Harry lo golpeó en el hombro riendo. La verdad no quería decirle lo de Eric, porque aceptaba que quizá había sido un poco inmaduro.
-Pasa –lo invitó Harry al abrir la puerta.
-Bonito lugar –admitió Draco al pasar.
Harry dejó sus cosas en la mesa.
-¡Qué buen póster! –gritó riendo mientras señalaba una figura que se encontraba en la pared.
-Jejeje, si quieres te lo regalo, yo lo odio.
-"Harry Potter, el Niño Que Vivió" –leyó Draco divertido –Vaya que si tienes autoestima alta.
-Jajaja, no me molestes, me lo regaló una compañera y me obligó a enmarcarlo.
Dile que me regale uno a mi, pero mejor si no tienes ropa en él.
-¡Para qué quieres una foto si me tienes acá?
-Buen punto.........
-¿Quieres una cerveza?
-Claro
-Es con alcohol muggle
-Mejor
Harry caminó hasta la cocina y trajo dos vasos con cerveza.
-Oye, mira esto –le dijo Draco entregándole una foto.
Harry la miró y se quedó con la boca abierta
-D......... de......... ¿De dónde la sacaste?
-De mi maleta
-Pe......... pero ¿Cómo la conseguiste? –preguntó Harry confundido y fascinado.
-Una tarada de Ravenclaw me tomó fotos toda la noche, aunque supongo que me perdió de vista cuando fuimos a......... ya sabes, a esa sala.........
-¿Puedo quedármela? –pidió con una sonrisa admirando la foto.
-Claro, pero te costará un beso
Harry sonrió y besó con ganas al muchacho que tenía enfrente. Luego de un rato Draco separó sus bocas y sonrió.
-Oye, debo irme –dijo algo triste –mañana trabajo a la mañana, pero puedes venir a mi casa si quieres para almorzar.
-Claro, ahí estaré
Los dos se pusieron de pie y caminaron hacia la puerta.
-Nos vemos –saludó Harry
Draco simplemente sonrió a modo de saludo y se perdió por el camino. El chico de cabellos negros entró y se sentó con la fotografía en las manos.
**************
-¡Apúrate, vuelas como un niño! – se burló Draco desde su escoba. Se encontraban los dos volando por arriva del bosque, haciendo carreras, el rubio llevaba la delantera. La escoba de Harry era más rápida, pero su dueño tenía algunos problemas. El día había comenzado fresco y nublado, pero al mediodía las nubes se habían alejado y el sol brillaba con fuerzas, y la ropa que Harry llevaba puesta parecía pesarle y sofocarlo por el calor.
-¡Eso quisieras, ahora verás! –le gritó Harry con una sonrisa en su rostro sudoroso. Apretó los dientes y se empujó hacia delante. La Saeta de Fuego salió disparada como un misil hacia delante. Draco quedó varios metros atrás. Ya le faltaba muy poco para llegar al pino alto y viejo que era la meta.
-¡Petrificus Totalus! –gritó una voz detrás de él, y al mismo tiempo todos sus músculos se tensaron y quedó suspendido en el aire, inmóvil. Una forma borrosa pasó a su lado y paró en seco al llegar al pino. -¡Draco Malfoy gana!
Harry gruñó y se concentró para deshacer el hechizo. Cuando esto sucedió, velozmente voló hacia donde se encontraba el rubio con rostro triunfante.
-¡Nunca cambias! ¡Eres un tramposo! –le dijo con fingido enfado y cuando llegó hasta donde el otro chico se encontraba lo golpeó con su escoba y los dos comenzaron a caer con velocidad.
A un metro del suelo ambos muchachos frenaron de golpe. Draco miraba a Harry sonriendo, sentado ahí en su escoba.
-¡Tramposo! –le dijo Harry y lo empujó de la escoba. El rubio cayó en un charco de lodo, del que le costó un rato salirse ya que se resbalaba cada vez que intentaba pararse, mientras Harry se reía a carcajadas sosteniéndose el estómago con ambas manos.
-¡Me las pagarás Potter! –le gritó y se abalanzó sobre él, pero el chico de ojos verdes fue más rápido y echó a correr, seguido del chico de ojos grises. Los dos corrían por el bosque como dos niños, persiguiéndose entre los árboles.
En un pequeño claro donde se filtraban algunos rayos de sol Harry paró de correr ya que el calor lo agobiaba y se volteó para ver a su perseguidor.
-Quédate donde estás –le ordenó Draco
-¿Y crees que lo haré? –se burló Harry retrocediendo unos pasos.
-Si no eres estúpido lo harás –le aconsejó el rubio adelantándose.
-No te adelantes o volveré a correr
Draco sonrió y adelantó cuatro pasos quedando a menos de un metro de su chico. Harry retrocedió tres pasos y estaba dispuesto a dar el cuarto pero no encontró suelo para apoyar su pie y cayó de espaldas. Se oyó ruido de agua y un grito cortado del chico, luego unas carcajadas del rubio.
-Jajajaja, eres un idiota Harry –le dijo Draco entregándole una mano para que se pudiera parar. Harry la tomó y tiró de ella con todas sus fuerzas. En unos segundos los dos se encontraban sentados en una laguna al pie de una pequeña cascada que caía por unas rocas.
-Y tú eres un gran idiota – le dijo Harry al chico que se encontraba tan empapado como él a su lado. Los dos rieron con ganas, y luego callaron. Sólo se oía el sonido del agua cayendo, algunos pájaros, el viento entre las rocas y los árboles. Draco tomó entre sus manos el rostro del moreno y se miraron durante interminables instantes. Luego se unieron en un beso que no tenía prisa, ya que tenían todo el tiempo para ellos, y todo el bosque en su inmensidad.
Otras manos comenzaron a acariciar rubios cabellos de la nuca, mientras Draco besaba el cuello de Harry. Este último se separó unos instantes para quitarse su camisa empapada y luego quitó la de su chico, y comenzó a besarle el pecho con pasión. Draco lo dejaba, dócil, mientras se quitaba sus pantalones para luego arrojarlos a la orilla, junto con los de su amante. Los dos se encontraban totalmente desnudos, besándose en el agua bajo la quietud de las sombras frescas que los cubrían.
Harry se sentó en una roca que sobresalía un poco del agua y Draco de pie se agachó un poco hasta que su cabeza quedó a la altura de la entrepierna del moreno y la rodeó con sus labios húmedos por el agua pero aún así cálidos. El chico que se encontraba sentado gimió largamente, mientras el otro besaba su pene como si fuera su único sentido de vida. Luego de un rato esto pareció cansarle y subió para encontrarse con los labios que tan bien conocía. Las manos de Harry se encontraban acariciando su perfecta espalda y luego descendieron hasta su firme trasero y un par de dedos se introdujeron en él, mientras seguían besándose. Luego de un rato los intrusos salieron, y Draco se sentó en la falda de Harry, de frente y con las piernas abiertas.
Un quejido de placer se escapó de sus labios al sentir la cabeza del miembro de su amante en su entrada. Apretó los dientes y fue acomodándose lentamente hasta llegar hasta abajo. Suspiró de placer, y luego comenzó a moverse hacia arriva y hacia abajo sujetándose con ambas manos de los hombros de Harry, quién se deleitaba al ver a Draco subiendo y bajando, con los dientes mordiendo su labio inferior, las cejas fruncidas por el placer, la cabeza echada levemente hacia atrás, y su miembro frotándose contra su abdomen. Luego de unos instantes agitados el rubio comenzó a acelerar el ritmo, ya cerca de venirse, y Harry lo ayudó moviendo sus caderas al mismo ritmo que su amante. Al poco tiempo Draco abrió los ojos y los dos se miraron profundamente, y así se vinieron juntos, cada uno mirando dentro de los ojos del otro, perdiéndose en la mirada que tenía el de enfrente.
Salieron del agua después de unos minutos. Ahora más frescos. Se vistieron, Harry se colocó sólo el pantalón. Caminaron hasta el lugar donde habían dejado las escobas, y a unos metros se encontraban sus cosas. Se tendieron en el césped fresco a la sombra de un árbol. Allí comieron algunos sándwichs y tomaron jugo fresco de calabaza.
Hablaron sobre muchas cosas. Sobre la vida, sobre sus pasados, sobre las peleas que tenían cuando iban a Hogwarts. Hablaron hasta cansarse. Ahora se encontraban acostados de costado, mirándose. No decían ninguna palabra, no necesitaban hacerlo, el silencio no era tenso sino era cómodo, cómplice, se sentían los dos muy bien.
-Harry......... -habló por fin Draco
-¿Qué?
-Creo que han vuelto las nubes......... -fue lo que dijo
Harry frunció las cejas sin entender y miró el cielo. El cielo se encontraba despejado, con algunas pequeñas nubes blancas, que se movían rápidamente, parecía como si hubiera mucho viento para que se movieran con esa rapidez, pero estaba todo muy calmo. Miró con más atención y notó que las nubes comenzaron a unirse formando algo, luego de unos segundos pudo leer las frases que se habían formado. Decía: "Me siento en las nubes cuando estoy contigo".
Harry sonrió tontamente. Era obvio que eso era obra de Draco. Unos años atrás se hubiera reído a carcajadas si Draco Malfoy hubiera hecho algo así, pero ahora le pareció divino. Lo miró, él sonreía. Era una sonrisa que nunca le había visto, no era pícara, ni sarcástica, no era de diversión, era pequeña sonrisa de felicidad con algo de timidez. Le pareció adorable ver al rubio sonriendo de esa manera y riendo lo besó.
-Dra......... Draco, eres lo mejor –le dijo entre besos.
*********
Draco cerró la puerta. Y entró en la casa con una sonrisa en el rostro. Realmente se sentía a gusto con Harry, nadie lo había hecho sentir tan bien. Bueno en realidad había una persona: Blaise Zabini. Pero ahora se encontraba muy lejos de él. Mientras pensaba oyó un ruido metálico en el suelo. Las llaves se habían caído. Se agachó para recogerlas y vio algo blanco detrás del sofá. Estiró el brazo para alcanzar un papel que se encontraba ahí escondido. Cuando se paró se dio cuenta que era una carta. Se había olvidado de ella, ese día estaba muy apurado y algo molesto con la chica del correo que quiso coquetearle, que había arrojado el sobre por ahí sin prestarle atención.
Leyó la dirección de donde provenía y se asombró al ver que venía de Italia, la había enviado Blaise. Hacía más de un año que no sabía casi nada de él, casi lo había olvidado en este último tiempo. Sostenía el sobre con los ojos bien abiertos y no atinó ni siquiera a abrirlo. Sacudió un poco la cabeza para entrar en razón y abrió el sobre. Sacó de adentro un pergamino color gris como siempre usaba Blaise. La carta decía lo siguiente en letras verde esmeralda:
"Draco:"
"Espero que no me hayas olvidado. ¿Cómo anda todo por allá? Acá hace mucho calor, y hay muchos muggles. Tengo mucho trabajo, pero el curso es interesante. Acá está todo bien, pero siento que algo me hace falta......... Creo que no es necesario que te diga que eres tú. Me haces falta Draco, realmente te extraño. En Hogwarts era todo mucho más fácil, nos veíamos siempre, dormíamos en el mismo cuarto (a veces en la misma cama). Espero que no me hayas reemplazado por nadie. ¿Cómo andan las cosas con ese tal Eric? Nunca me cayó bien ese tipo."
"Ojalá me recuerdes tanto como yo te recuerdo a ti. ¿Recuerdas lo que te prometí? Pues......... sí, iré por allá. Sé que dije que iría a fin de año. Pero extraño mucho Hogsmeade, así que puedes esperarme para la semana que viene. Conseguí que alguien me vendiera polvos flu, que escasean mucho aquí así que no tendré inconvenientes en ir, probablemente esté allá el lunes."
"Hay tantas cosas que quisiera contarte, por suerte falta poco para que nos veamos de nuevo, no sabes las ganas incontrolables que tengo de abrazarte y besarte y mirar tus ojos y admirarte en toda tu perfección. Sé que te lo dije muy pocas veces, y es que me cuesta mucho decirlo, me siento algo estúpido, pero te lo diré ahora y te lo diré cuando nos veamos: te amo. Uy listo, ya lo dije. Bueno, no sé qué más decirte, soy malo para escribir cartas, te extraño, nos vemos." "Blaise"
"P.S: Te mando algunas fotos en la carta"
"P.S2: De nada sirve llorar, mejor fumar y esperar, te extraño......... ** ¿Recuerdas esa canción? Espero que sí, siempre que escucho música te recuerdo"
****
Draco se mordía fuertemente el labio inferior. No sabía qué pensar. Ahora recordaba a Blaise, y se daba cuenta de lo mucho que lo extrañaba también. Se sentía completamente confundido. Quería mucho a Harry, se sentía demasiado a gusto cuando estaba con él. ¿Lo amaba? Eso le había dicho el día anterior. Pero ahora se sentía tan confundido. Había estado muy involucrado emocionalmente con Blaise. Le costaba pensar con claridad. Miró las fotos que se encontraban en el sobre. La sonrisa de Zabini se quedó enterrada en su mente, casi podía oír su sonora risa sonando en su cabeza. Se sintió mareado y le dolía mucho la cabeza.
************
Harry se encontraba revolviendo su guardarropa. Hermione llegaría en cualquier momento y él todavía no se había vestido. Mientras buscaba entre los pantalones sonó la puerta de la sala.
-¡Ahí voy! –gritó. Miró de nuevo la ropa y como aún no tenía ni siquiera ropa interior optó por colgarse la toalla con la que había salido del baño a la cintura.
La puerta sonó nuevamente. Su amiga no era una de las personas más pacientes que digamos.
-Hola Hermione, ¿cómo andas? –le preguntó haciéndola pasar.
-Hola Harry –lo saludó dándole un beso en la mejilla –¿Aún no te cambias?
-Jeje, no aún no, es que no sabía qué ponerme –explicó observando la ropa de su amiga.
-Ponte cualquier cosa, sólo iremos por ahí, no importa cómo vayas vestido
-Oye......... ¿te planchaste el pelo?
-Ah, lo notaste, no, usé una poción, ¿me queda bien?
-Estás matadora
-Jeje, mejor ve a cambiarte
-Ok, me pondré lo primero que encuentre –aseguró y caminó hacia su habitación nuevamente. Se puso ropa interior y unos jeans gastados. Buscó entre sus camisas, la mayoría estaban arrugadas y amontonadas en un rincón, entonces optó por ponerse una remera (N/A: playera, no sé cómo le dicen) negra de The Ramones y arriva una chaqueta de jean, ya que había refrescado después del mediodía.
-¿Listo? –preguntó la chica que se había sentado cómodamente en un sillón.
-Sí, bamos.
Caminaron unas cuadras bajo la poca luz del sol que quedaba.
-¿Y Ron? –preguntó como siempre Harry. Hacía casi un mes que no veía a su amigo, sólo unas cartas y noticias por parte de otros amigos.
-Ronnie fue a un cumpleaños –le contó – Ah, quería saber algo sobre tu trabajo. ¿Sabes? Lo echaron de Honeydukes.........
-Jajajaja, si me imagino por qué –dijo Harry divertido, a Hermione no le hizo mucha gracia su comentario pero igual rió –Sería genial que Ron trabajara conmigo, le preguntaré a mi jefe si hay algún puesto que él pueda ocupar.
-Gracias Harry
-De nada Herm. Oye, ¿y están viviendo juntos?
-Si la semana pasada él se mudó, estoy intentando adaptarme a su desorden
-Hmmm una tarea algo difícil.........
-Oye ¿y tú cómo andás en el amor?
Harry iba mascando chicle y se ahogó con su propia saliva frente a esta pregunta.
-¿Ninguna otra chica después de Nancy? –preguntó
-N......... No.........
-Genial –dijo interrumpiéndolo –Tengo una amiga para presentarte, ¡es igual a ti no sabes cuánto! A ella su novio lo engañó también, hace poco y......... -Hermione cayó de repente. Su amigo tenía una expresión repentina de incomodidad e inquietud –Oye......... ¿me estás escuchando? Mejor júzgala cuando la veas, simplemente sal alguna vez con ella, ya verás que te caerá muy bien, es muy buena persona y.........
-Hermione......... -habló Harry parándose en seco y mirando seriamente a los ojos castaños de su amiga que había dejado de caminar unos pasos más adelante –No saldré con tu amiga......... lo siento.........
-¡Oh Harry! –se quejó –Todavía ni la has visto, además deberías distraerte un poco y un chico como tú no debería estar solo.........
-Es que......... yo.........
-¿Tú qué? –insistió ella intentando captar su mirada
-No estoy solo –dijo al fin
-¿Cómo? ¡Entonces sí estás saliendo con alguien! ¡Qué bueno! Pero no me lo habías dicho, sí que eres malo ¿eh? ¿Cómo se llama ella? ¿Cómo es? ¿Dónde la conociste? ¡Dime! –comenzó a gritar histérica y emocionada.
Harry abrió la boca, pero las palabras se confundieron en su garganta, había dejado de respirar y no produjo ningún sonido.
-¡Anda, dime! ¿Qué sucede? ¿La conozco? ¿Es eso?
Como respuesta obtuvo un pequeño asentimiento de parte del chico, que acababa de sentarse en un banco.
-¿Quién es ella? –volvió a preguntar, esta vez sentada a su lado y un poco más calmada.
-No es ella......... -respondió mirando el piso y apretando los puños, en un susurro casi inaudible.
-¿Qué? No te escuché.........
-Que no es ella –repitió, esta vez elevando el volumen.
-¿Qué no es quién? –quiso saber confundida la chica
-Quiero decir que no es ella, es él, no estoy solo, estoy saliendo con un hombre Hermione, soy gay, ¿entiendes? –explicó algo molesto.
La chica de cabellos castaños lo miró largamente, intentando interpretar casa una de las palabras que acababa de oír, intentando deducir la gravedad de la situación, intentando escoger las palabras que diría.
-¿Desde cuándo? –atinó a decir luego de un silencio algo incómodo para los dos. Fue lo único que se le ocurrió.
-¿Recuerdas el baile de disfraces? Tú me preguntaste desde cuándo me besaba con hombres, porque me habías visto besar a un chico en la pista de baile. ¿Recuerdas al chico? –le preguntó con una extraña expresión de nervios. Su amiga lo miraba confundida. Harry echó a reír. Quizás por los nervios, quizás por diversión.
-¿Qué te ocurre?
-Es que no recuerdas nada, estabas muy borracha esa noche, besaste a medio colegio
-¡Eso no es.........! –pero se calló, sabía que era verdad -¿No se supone que estábamos hablando serio?
-Si.........
-¿Quién es el chico? –preguntó tomando a Harry por sorpresa, y su expresión se tornó más grave.
-Oh, créeme no querrás saber –le dijo en voz baja retorciendo la tela de sus jeans.
-Oh, créeme que sí- insistió su amiga.
Harry la miró a los ojos, y ella pudo leer en esos ojos verdes toda la desesperación de su amigo, y comprendió que no era fácil para él. Lo abrazó sin pensarlo más de dos veces, lo abrazó con fuerza durante varios minutos. Luego se separó un poco de él y le tomó el rostro entre las manos y lo miró sonriendo.
-Oye, no me importa si es hombre o mujer, yo sólo quiero que seas feliz porque eso que te hizo esa otra zorra no tiene perdón, tampoco me importa quién sea él, sólo espero que hayas elegido bien, que sea alguien que te quiera y que te merezca de verdad, tienes mi apoyo, y lo sabes –luego de decirle estas palabras lo besó en la mejilla.
-Sólo espero que no te pongas como loca.........
-¡Yo no sería capas de..........!
-Draco Malfoy es mi novio –la interrumpió Harry, con voz decidida.
-¡¿QUÉ?!
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N/A: Ojalá les haya gustado, y me dejen más reviews que en el otro capítulo ¬¬. Es que me pareció que no les gustó mucho, ¿eh? Ya sé que es feo leer un capítulo al mes el siguiente, a los cinco meses el otro, lo sé, es feo, no? Perdón, ojalá no se hayan olvidado de esta historia y la sigan leyendo, yo siempre sigo aquí ^^
"Y sigo así no te voy a dejar......... no te dejaré! No te dejaré! No te dejaré! Y no te dejaré! Y no te dejaré eeee!! Y no te dejaré no no no no no no! Y no te dejaré uouo!" (dedicada esta parte de la canción de Flema "no te dejaré" a mi fic jejejeje n_nU
