Sleepless Night

Night Three: When the forest brings nightmares.

La cena fue algo que Sirius jamás había experimentado.

Estar sentado en aquella mesa con ese sentimiento de familiaridad, tan cerca los unos de los otros y hablando de temas que realmente no tenían importancia eran lo que Sirius había añorado tantos años en secreto.

Una familia.

Las risas estruendosas de la familia Potter lo sacaron de sus cavilaciones con un sobresalto, provocando que casi volcara el vaso frente a él.

"¡Debieron haberlo visto¡Sirius no paró de croar todo ese mes!" Dijo James riendo y lanzándole a Sirius una sonrisa divertida que hizo que se tiñeran sus mejillas de rojo dándose cuenta de que era a lo que se refería James.

"No me extraña que los castiguen cada dos semanas" Sonrió la señora Potter mirando con cariño a su esposo.

"Se parecen mucho a ti, cariño" Rió entre dientes Alan, provocando una mirada curiosa de parte de Sirius que se mantenía al margen de la conversación.

"Mi madre era nuestra versión femenina" Explicó James a Sirius notando su expresión. "Siempre estaba en detención"

Los ojos castaños de la mujer brillaron de repente.

"Era bastante divertido. Lástima que Isabella haya tenido que irse a América" Suspiró Joan, sin perder la sonrisa "Isabella era mi mejor amiga" Explicó la señora Potter "conoció a un americano y quedó flechada. No la he vuelto a ver desde entonces"

"Lo siento" Susurró Sirius tan sólo por decir algo.

Joan sonrió.

"No tienes porqué, según me dice cada mes es muy feliz viviendo en América"

Hubo un cómodo silencio en el que James sonrió a Sirius alegremente e hizo un gesto con la mano izquierda indicándole que le siguiera la corriente.

"Eh, mamá, papá, quisiera pedirles algo"

Joan y Alan miraron a su hijo recelosamente.

"Sirius y yo pensábamos ir a visitar a Remus y... " Dijo James, ignorando el carraspeo inconforme de Sirius y el golpe debajo de la mesa, seguido del susurro 'Fue idea tuya, no me metas'. Le devolvió el golpe con menos fuerza y siguió, sin mirarlo "...y queríamos pedirles permiso" Terminó, sonriendo angelicalmente a sus padres e incitando a Sirius a hacer lo mismo.

Este forzó una sonrisa que salió más parecida a una mueca, haciendo sonreír al Alan.

"Está bien" Concedió, mirando como James festejaba en silencio, Sirius mirándolo fijamente. "Pero los quiero aquí a las siete en punto. N¡ un minuto más ni uno menos"

Haciendo el signo de la victoria, James exclamó un "¡OK:D" y salió corriendo de la habitación.

Los señores Potter y Sirius lo observaron desparecer por el marco de la puerta con una expresión de asombro. Minutos después, Sirius murmuró tímidamente.

"Uhm... Gracias por la cena. Supongo que..." Bajó la vista hacia el plato, jugando con el borde del mantel entre sus dedos "Buenas noches ./." Murmuró antes de levantarse torpemente y salir apresuradamente del comedor.

Los esposos rieron suavemente.

"Creo que ya sabemos porque son tan amigos" Susurró Joan, tomando la mano de Edward y entrelazando sus dedos con los de él. "¡Se parecen tanto!"

"Como tu y yo" Contestó de la misma forma Edward y, levantándose, besó la nunca de su mujer "Ven, vamos a dormir"

o-o-o-o-o-o-o

"¡No puedo creer que me hayas dejado sólo con tus padres!" Bramó Sirius entrando a la habitación de James hecho un bólido. "¡No sabes la vergüenza que pasé allá abajo!"

James soltó una risita, abrazando sus rodillas sentado encima de la cama con el pijama ya puesto y ladeó la cabeza al escuchar el timbre nervioso en la voz de Sirius.

"Tienes que aprender a estar con ellos, Padfoot. Si vas a vivir aquí tienes que perderles miedo. No te van a morder¿Sabes?"

Sirius gruñó amenazadoramente.

"Yo sé que no"

La sonrisa de Prongs se ensanchó. "¿Y entonces por qué no te quedaste en el comedor?"

"¡James!" Aún sentía los nervios que le atacaron en la cocina. Pasó una mano por su largo cabello negro, despeinándolo y respiró profundamente. Prongs definitivamente lo sacaba de sus casillas.

"¿Qué?" Replicó James mirándolo con ojos de becerro degollado y entonces Sirius supo que había perdido. Resopló enfadado y comenzó a desabrochar su camisa.

"Nada. Anda, hazme un favor y saca la plegable; tengo sueño y supongo que mañana nos levantaremos temprano"

James no contestó; su mirada se había perdido en las manos delicadas de Sirius que cada vez bajan más, dejando a su paso la vista de una piel que garantizaba ser suave. A pesar de haberla sentido la noche anterior, parecía no recordarlo y ansiaba sentir de nuevo la dulce calidez que emanaba de la piel blanca.

"¿James?"

La voz ronca de Sirius lo sacó de sus ensoñaciones, levantando la vista sobresaltado y clavándola en los ojos plateados que lo miraban con diversión.

"¿Si?" contestó, distraído.

"La plegable. ¿Podrías sacarla por mí?" Dijo Sirius, esbozando una débil sonrisa divertida y señaló el armario donde estaba guardada. James asintió vigorosamente y se levantó, tropezando con unos libros que estaban regados en el suelo. Resbaló hasta chocar con la pared justo al lado de la puerta del armario, lanzando un gemido lastimero que arrancó risas de parte de Padfoot que observaba todo desde primera fila.

"Torpe" Rió Sirius, acercándose hasta James y quitándole las manos del rostro. Tenía los ojos cristalinos y un gemido de indignación brotó de su garganta junto con un 'No te burles' que aumentó la sonrisa de Sirius si se podía más. La cara de James estaba sonrosada, y ni el mismo chico habría podido decir si era por el golpe o por el bochorno. Posiblemente era el golpe, porque le ardía terriblemente.

"¿Estás bien?" Preguntó Sirius acariciando levemente la piel enrojecida, logrando que el color aumentara.

"S-si" Musitó, pegándose más contra la pared en un intento de alejarse de Sirius. Este lo miró extrañado y se alejó, abriendo la puerta contigua a James y sacando la plegable que había causado tantos problemas, la extendió al lado de la cama de Prongs, tumbándose a medio vestir.

"Bueno, a dormir entonces" bostezó "Tengo tanto sueño..."

James asintió y entró en la cama, haciéndose ovillo bajo las cobijas sumamente avergonzado.

Entonces Sirius sonrió y durmió también.

o-o-o-o-o-o-o

"Sirius... Sirius"

James movió suavemente el hombro de Sirius, que seguía dormido. El chico se movió entre sueños y abrazó a la almohada, enterrando la nariz en ella sin hacer el más mínimo caso al chico.

"¡Sirius!... ¡SIRIUS!"

Cuando el dulce grito de James llegó a sus tímpanos, Sirius por fin abrió los ojos escandalizado y se levantó de golpe, chocando contra James y golpeándose en la cabeza con la de él.

"Itte(1).. ¡Padfoot¡Carajo, todavía te levantas tarde y me saludas con un golpe! x0x"

"Perdona" Sirius sonrió avergonzado, expresión que cambió segundos después a una indignada "¡Tu también tienes la culpa¿Qué maneras de despertar es esa?"

"¡La mía! ¬0¬" Exclamó James, cruzando los brazos sobre su pecho y mirando a Black con reproche, completamente preparado para irse ya a donde Remus al contrario de él y vestido con una camisa azul marino y un pantalón negro perfectamente amoldado a su cuerpo.

"Si, bueno..." Una casi imperceptible sonrisa acudió a sus labios ante el comportamiento infantil de James "¿Puedo tomar una ducha?"

Ladeando la cabeza, James dijo sonriente

"No, no puedes" Ante la mirada de sorpresa de Sirius, continuó "¡Tardas años bañándote y ya es tarde!" Protestó.

"Prometo no tardarme" dijo Sirius con una mirada suplicante. James simuló pensárselo.

"OK¡Tienes diez minutos!" Exclamó, riendo cuando Sirius corrió hacia el baño como alma que lleva el diablo (n/a: ... se checan que rimó? xD).

Mientras tanto, James sacó del armario la ropa que Sirius se pondría. Una camisa color vino junto con un Había estado prestándole ropa suya agrandada por unos cuantos hechizos de su madre, ya que el chico había llegado sin nada más que la ropa que traía encima (la cual estaba tan estropeada que parecía trapo de cocina). Aunque era algo bastante extraño mirar a Sirius vistiendo ropa suya, agradecía el hecho: Cada camisa que Padfoot usaba, se impregnaba de ese olor elegante característico de él.

Diez minutos exactos después, Sirius aún no había salido de la ducha.

"Argh, joder. Tendré que entrar" Y con una pícara sonrisa en su rostro, abrió la puerta del baño.

El vapor inundaba todo el cuarto de baño y se distinguían apenas la silueta esbelta de Sirius de pie en medio de la niebla. Lamiéndose el labio inferior con anticipación, caminó los últimos pasos que lo separaban de la visión.

"¿Sirius?"

"¡WAAH¡James¡Me asustaste!" Masculló Sirius, posando su mano derecha en su pecho en un gesto de exagerado sobresalto. James rió.

"Perdona, pero ya es tarde. ¡Dije diez minutos! Tú ya vas para los veinte" Musitó con un dejo de reproche en la voz, con la vista fija en los ojos grises de Padfoot. "Vamos tarde Paddy... ¡Van a ser las once y tu sigues sin estar vestido¡Así que apúrate a menos que quieras irte desnudo todo el camino hacia allá!"

Silencio.

"¿No crees que eso es bastante sugerente?" susurró Padfoot descaradamente, curvando los labios en una sonrisa atrevida que hizo que a James se le subieran los colores, sin quererlo víctima de su propia broma.

Desvió la vista.

"Apúrate¿Vale?" Murmuró y salió disparado por la puerta arrancando una risa histérica de parte de Sirius.

"¡Hey, espera¡Si no me vas a prestar ropa de verdad voy a tener que irme desnudo!" Dijo Sirius, riendo todavía y siguiendo a James hacia fuera del cuarto de baño.

Justo en el marco de la puerta, Prongs se detuvo. Extendió la mano y le pasó la ropa que se encontraba en una silla cercana, evitando mostrar el rostro sonrojado. Después dio un paso hacia delante y cerró la puerta con fuerza.

Entonces se recargó en la puerta, esperando a que el rubor disminuyera y Sirius estuviera vestido para poder irse. 'Por favor' pensó, moviendo los pies nerviosamente 'Quiero irme ya'

Cuando la puerta se abrió a sus espaldas, haciendo que se tambalease hacia atrás y chocando su espalda con el pecho cálido de Sirius, todo pensamiento desapareció de su mente. Se dejó envolver por una tibieza que aumentó considerablemente cuando ambos brazos de Sirius le rodearon instintivamente para impedir que cayera, atrayéndolo más y más sin siquiera darse cuenta de ello.

"Cuidado" Dijo Sirius y su aliento chocó agradablemente contra la piel sensible de su cuello, haciéndolo gemir tan débilmente que el otro no lo escuchó.

La calidez se desvaneció entonces cuando Sirius se separó de él, tomándolo con suavidad de los hombros.

"Hora de irse" sonrió Sirius y caminó hacia la puerta de la habitación, pasando a James sin siquiera verlo y este lo notó, pero no le dio importancia.

Han pasado muchas cosas estos días, pensó y siguió a Sirius, que iba ya en la escalera.

Cuando llegaron al rellano del primer piso, la señora Potter lanzó un grito ahogado y se abalanzó sobre Sirius con una mirada de adoración en los ojos.

"¡Madre mía¡Eres muy guapo, Sirius!" Exclamaba mientras pellizcaba las mejillas blancas del chico, sonriendo maternalmente. James miraba todo un paso más atrás, sonriendo ante la cara de idiota que presentaba su amigo y la cara de embeleso de su madre. "¡Y James!" Gritó de pronto y entonces la sonrisa de tonta se borró de su rostro y palideció, viendo a su madre acercarse "¡Tu no te quedas atrás¡Mi hijo es muy apuesto, si señor!"

Mientras su madre jugaba con sus mejillas, James habría podido jurar que vio a Sirius reírse silenciosamente, con el rostro sonrojado.

"¡Es hora de irse, entonces¡Los quiero aquí a las siente en punto¡Un minuto más tarde y ambos..." Los miró fijamente, provocándoles un estremecimiento "...estarán en problemas!"

Los chicos asintieron, lanzándose una mirada aturdida y se dirigieron a la chimenea. Tomando un puñado de polvos Flu, James entró al fuego que rápidamente se volvió color azul y gritó "¡A la casa de Remus Lupin!". Pronto desapareció entre un torbellino de cenizas.

"Bueno, nos vemos Sirius" Sonrió Mrs. Potter "Cuida a James¿Vale? Que es un despistado" Rió suavemente y desapareció de la sala sin esperar respuesta.

"A penas puedo cuidarme a mi mismo" Dijo Sirius y rió entre dientes de la ocurrencia.

Después, desapareció envuelto en fuego color azul.

o-o-o-o-o-o-o-o-o

Cuando cayó en el suelo de la casa Lupin, dio varias vueltas y terminó boca abajo en el suelo, cubierto de cenizas y con los lentes chuecos.

"Maldita chimenea" Gruñó entre dientes y se levantó a trompicones, recargándose en una silla que se encontraba cerca. Paseó con curiosidad la mirada en la habitación, observando que era sencilla, pero sumamente hogareña y destilaba calidez por doquier.

Era una habitación rectangular, con un tapete vino en el suelo y dos sillas –una en la cual estaba recargado- del mismo color de la alfombra. Más allá un librero rebosante de textos y cuadros no muy elegantes adornaban las paredes.

Sonriendo, pensó que esa habitación quedaba perfectamente con Remus.

Entonces Sirius apareció por la chimenea y el no cayó al suelo. Tosió varias veces y sus mejillas estaban manchadas de negro, pero a pesar de eso se encontraba perfectamente. Lanzándole a James una mirada fastidiaba en la que compartían su odio por las chimeneas, avanzó hacia el y le puso la mano en el hombro.

"¿Le dijiste a Remus que íbamos a venir?" Preguntó Sirius, sabiendo la respuesta.

"Ya se me hacía que se me olvidaba algo" Dijo James y le sonrió culpablemente.

Sirius negó con la cabeza, divertido.

"Vamos a buscarlo, Prongs"

James asintió y se dirigió a la única puerta que había. Esta daba a un pasillo en el que había tres puertas más, todas exactamente iguales.

"¿Buscamos en esta?" Dijo Sirius y abrió la primera puerta. Era un baño color verde oscuro con unos pocos adornos dorados. Cerró la puerta. "Creo que no"

Avanzaron a la segunda y fue turno de James abrirla, encontrando con la que –seguramente- era la habitación del licántropo. Había todavía más libros que en la sala y un escritorio bajo la ventana abierta. Sobre la cama de colchas blanca estaba Remus dormido apaciblemente, con la cabeza hundida en una almohada que abrazaba con suavidad y su cabello castaño de desparramaba sin orden sobre su frente.

"Ni para que me despertaste tan temprano" Gruñó Sirius y se acercó al borde de la cama, con intenciones desconocidas.

"Que iba a saber yo" Susurró James y se puso del lado contrario del de Sirius. Se miraron en silencio unos segundos y entonces, simultáneamente, se lanzaron sobre la cama –y por consiguiente sobre Remus. Este lanzó un alarido y abrió los ojos al instante, viendo, por un momento, rostros borrosos que reían.

Estoy soñando, pensó con la vista fija en esos rostros y aturdido por las risas que aún se escuchaban, mientras trataba de liberarse de esos dos cuerpos que se retorcían sobre él. Estoy en una pesadilla.

"¡Eh, Remus¡Levántate ya!" Rió la voz que reconoció como la de James y el sueño se esfumó de pronto y con el la confusión, reconociendo también a Sirius sobre él.

"¿Padfoot¿Prongs¿Qué hacen aquí?" Preguntó Remus confundido y, en lo más profundo de su ser, sumamente alegre por recibir visitas.

"¡Venimos a verte, Moony¿No te alegras de vernos!" Dijo Sirius, sobre él.

"¡Claro que si!" Remus sonrió "Si hubiera sabido que vendrían los habría recibido"

Ninguno contestó. Bajándose de la cama, tomaron a Remus de cada brazo y lo jalaron fuera de la cama revelando un pijama blanco con rayas verticales azules, de franela.

"¡Vístete, vístete!" Dijo Sirius y James asintió vigorosamente "¡Vámonos ya!"

"¿A dónde?" Preguntó Remus, confundido y James lanzó un suspiro fingido de agotamiento.

"¡Fuera!"

El resto de la tarde la pasaron en el enorme jardín trasero que se extendía hasta los lindes de un viejo bosque perdido.

Ni James ni Sirius notaron la enorme soledad que rondaba por la casa.

Tampoco notaron la mirada entristecida y abrumada que invadió los ojos miel del licántropo cuando miró al bosque.

Notes:
No pude resistirlo xD.. "Itte" es la expresión japonesa de "ouch" :3
Bien, bien! parece que el capítulo se alargó muxísimo más de lo esperado (50 KB o.oU –nee, me faltaron .5 para hacer los 50 ¬w¬-)
Ojala que les haya gustado n.n tardé muxo en actualizar, pero espero que haya valido la pena -silly smile-
See ya!
RsMoony