Pues nada lo de siempre, los personajes no son míos, los he tomados prestados... espero que Rowling y la Warner me perdonen por hacerlo. No gano nada con esto, simplemente lo hago para divertirme y espero divertir también a los que me leen.
Saludos
Contiene Spoliers Sexto libro
Laura se sorprendió de encontrar a los chicos aquella tarde en la biblioteca, hacía buen tiempo fuera y había parado de nevar. Levantó la vista interrogante del libro que estaba leyendo al notarse fijamente observada por los tres jóvenes. Puso un curioso marcapáginas en forma de serpiente sobre la hoja que estaba leyendo, cerró cuidadosamente el libro y lo posó sobre la pequeña mesa que se encontraba a su derecha. Su negra portada llamó la atención de Hermione que no pudo evitar una señal de alarma cuando leyó el título: "Magia Oscura".
- Tenemos un trozo del alma del Lord encerrada en una taza y aún nos queda por encontrar otro objeto, creo Hermione que es necesario saber a lo que nos enfrentamos- Laura miraba a Hermione sutilmente.
- Lo siento, solo me sorprendió verte leyendo un libro de esas características. Pensé que la magia oscura estaba prohibida por el Ministerio.
- Le intentaré explicar eso a Voldemort cuando lo vea- respondió Laura mordaz.
Laura sonrió al ver a Hermione tan roja como el pelo del joven Weasly y con un ligero movimiento de su mano le sacó importancia. Estaba demasiado tensa esa tarde y su respuesta había sido una clara indicación de ello.
- Y bien, supongo que vuestra visita a la biblioteca no es de cortesía- Laura los miraba ahora fijamente.
- ¿Recuerdas lo que nos mandaste aquella tarde? Recuerdas que me dijiste que buscara todo lo relacionado con Rowena Ravenclaw- Hermione hablaba nerviosa como cuando tenía que exponer un trabajo en el colegio.- Pues creo que tengo algo.
Laura la miró curiosa y sin decir ni una sola palabra le indicó a Hermione que se explicase.
- He estado leyendo varios libros- dijo abriendo una pequeña mochila que traía con ella y extrayendo unos pergaminos
Tanto Laura como los chicos observaron la pulcritud de la letra de Hermione y si no fuera porque ya la conocían dirían que había puesto un esmero fuera de lo común en este encargo.
- He releído de nuevo "La Historia de Hogwarts" y la verdad he de reconocer que tú biblioteca me ayudó a disponer de una gran variedad de libros- Hermione continuaba sin notar la cara de sorpresa de sus colegas- Al principio no encontré ningún dato relevante sobre nuestra fundadora.
- Tiene el discurso ensayado- susurró Ron a Harry sin poder evitar se escuchado por las dos jóvenes presentes.
Laura ahogó una pequeña risa y Hermione le dedicó una de sus ya tan famosos miradas asesinas, las cuales Harry creía que la joven había perfeccionado con el menor de los Weasly.
- Continuemos. Si había algún dato relevante se me había pasado por alto. Hasta que encontré un pequeño libro de divulgación- dijo Hermione ofendida porque alguien ni siquiera tuviera la idea de escribir un libro de ese tipo.- Aunque yo lo hubiera llamado de chismorreo. Su meta era contar lo peor de la gente.
Los otros tres no pudieron evitar sonreír ante la visible expresión de desagrado de Hermione, aunque esta emocionada por su narración no era consciente de las sonrisas que la misma despertaba.
- En el libro hablaban de la increíble belleza de Rowena, hija de alemanes, poseía unas características físicas inusuales en las jóvenes de la época en Inglaterra. – continuó como si tal cosa- Ella era consciente de esa belleza, y dice el libro que no son pocos los que quedaron prendados de ella. Ahora bien, también dicen que su belleza la compartía con igual dosis de inteligencia y de altivez. Su fin era estar siempre perfecta y para ello se hacía acompañar de un espejo que llevaba siempre oculto bajo su capa.
-¿Un espejo?- preguntó Harry.
- Al principio no le di importancia pero al revisar de nuevo los libros que había leído sobre ella, comprobé que en la mayoría de los retratos ella sale mirando un espejo, evitando mirar directamente al retratista.
Hermione sacó entonces varios libros de su mochila y fue abriendo las páginas marcadas en los mismos, mostrando a Harry, Laura y Ron varios retratos sobre una de las fundadoras de Hogwarts. En todos ellos la mujer sonreía petulantemente a un espejo.
- Pero un espejo es demasiado frágil- repuso Harry.
- Únicamente que haya sido también encantado para no romperse- Laura parecía ahora perdida en sus ideas.
- Por los retratos se puede deducir que el espejo es de plata- dijo Hermione señalando una vez más uno de los retratos- Pero si tiene una inscripción o una marca es imposible saberlo, el retratista no fue tan fiel a los detalles.
- El espejo mágico de Ermised- dijo de pronto Laura.
- ¿Perdón?- la voz de Hermione sonó ahora sorprendida.
- Es una vieja historia muggle, mi padre solía contármela muchas noches para dormir- Laura comentó con nostalgia- Se decía que el espejo era mágico y perteneció a una bella princesa. La mujer quedó cautivada de su propia belleza y adoraba incansablemente su imagen en el espejo. Pero la joven princesa, se convirtió en vieja, y el amor que sintió por su imagen en el espejo pasó a convertirse en un profundo odio de si misma. Esto la llevó a alcanzar la locura y ayudada de una vieja bruja dicen que hechizó el espejo de modo que toda joven que se mirara en él quedaría inmediatamente ciega de modo que quedaría privada de poder ver su propia belleza.
- Una absurda y tonta leyenda muggle- dijo Hermione que seguía muy seria.
- Puede que sí Hermione o puede que no. Ermised es un pequeño pueblo de Inglaterra, en el norte, una zona muy fría. Vive de la agricultura y de los desplazamientos que sus habitantes realizan a la costa cercana para pescar.- le explicó Laura- Ahora, en verano es frecuente ver allí a multitud de turistas, atraídos por el misterio del espejo de Ermised.
- Pero… ¿el espejo existe?- preguntó Ron sorprendido.
- Si, es más la leyenda dice que un hombre del pueblo, airado porque su hija quedó ciega tras mirarse en él decidió destruirlo. Al no poder romperlo, de ningún modo posible, dicen que vertió un líquido extraño sobre la parte reflectante ocultando para siempre cualquier rostro que se asomara a él- les continuó explicando Laura.- Ni que decir tiene que este hecho no hizo más que incrementar la fama del espejo.
- Pero eso es una tontería es imposible que ese espejo sea el que buscamos- intentó razonar Hermione con ellos- Lo más probable es que haya sido la invención de unos muggles para sacarles dinero a los turistas.
- No te lo puedo negar- Laura respondió tranquilamente- No tengo muchos recuerdos de cuando estuve en Ermised, pero lo que sí recuerdo es que el espejo era de una belleza inusitada, aún a pesar de ser totalmente opaco, pero quizás lo más relevante era el inmenso grabado de su mango.
- ¿Qué tenía grabado?- le preguntó curioso Harry.
- Una enorme águila.
Ahora los tres quedaron en silencio, hasta Hermione parecía no tener argumentos para refutar las conclusiones de Laura.
- Pues si estaba en el mundo muggle supongo que a Voldemort no le pudo se difícil robarlo- le dijo Hermione.
- Eso es lo más curioso, el espejo nunca fue robado o por lo menos nunca se supo. la primera vez que fuimos yo tendría sobre 12 años y el espejo estaba allí, cuando volví años más tarde, el espejo seguía allí. – Laura se explicaba.
- Pero no tiene sentido, si el espejo es un horcrux¿Qué hace en el mundo muggle?- preguntó Ron sin entender nada.
- El espejo demostró tener una curiosa resistencia a ser destruido, puede ser que el Lord decidiera aprovechar este hecho y guardara un trozo de su alma en él.
- Y lo deja en el mundo muggle- ahora era Harry el que no entendía nada.
- ¿Tú lo buscarías allí Potter¿Buscarías el último objeto de una de las fundadoras de la escuela de magia y hechicería en el mundo muggle?- le preguntó astutamente la joven.
- No, supongo que no.
- Pues quizás Voldemort pensó lo mismo. Aunque quizás, también puede haber hecho lo mismo que yo llevo pensando desde que Hermione me habló del espejo, dar el cambiazo- los tres jóvenes abrieron la boca en señal de entendimiento.
- ¿Como hizo Regulus con el medallón?- dijo Ron.
-Supongo que el espejo estará protegido, urna, medidas de seguridad, cámaras- Hermione meneaba tristemente la cabeza mientras Ron se preguntaba de que hablaba la joven gryffindor.
- Y supongo Srta. Granger que ha olvidado que somos magos.- le respondió Laura sonriendo.
-Así que vamos a ir Ermised,- concluyó Harry.
- Siento desilusionarle Sr. Potter pero no, voy a ir a Ermised, pero ustedes se quedan en casa- Laura no hizo caso de la mirada de ira que le dedicaba el niño que vivió- Si el Lord tiene allí un pedazo de su alma allí no será tan tonto como para no tener uno de sus mortifagos cerca. Ahora creo que es hora de que os vayáis a preparar para cenar.
Los tres se levantaron de sus asientos.
- Una cosa más, próximamente iremos a Grimmaund Place, estad preparados.
Los tres asintieron de nuevo y salieron de la biblioteca dejando a Laura sumida en un profundo silencio.
-Herm, hoy estabas más irascible que de costumbre- le dijo Harry mientras descendían hacía el piso inferior.
Hermione miró a ambos lados del pasillo como si esperara que en cualquier momento apareciera allí un mortifago. Sin mediar palabra tomó a sus dos amigos del brazo y los introdujo en su habitación. Sacó su varita y lanzó un hechizo insonorus, para que nada de lo dicho pudiera ser oído. Harry y Ron se mostraban francamente asustados de la reacción de su amiga.
-Nos está mintiendo- dijo Hermione sin mirar aún hacia ellos.
Los jóvenes se miraron mutuamente sin saber realmente que pensar o decir. Miraron de nuevo a su amiga esperando que fuera esta la que se aclarase.
- Nos oculta algo- dijo Hermione ahora sí mirándolos
- Y nosotros también le hemos ocultado cosas, Hermione es normal – intentó razonar Harry- Aún no entiendo tu actitud.
- En la biblioteca hay una gran vitrina al final, supongo que no la tenéis visto - mencionó de pasada sin darle importancia- En ella hay algunos libros interesantes tal y como he podido observar a través del cristal.
Una imagen de Hermione pegando su cara al cristal mientras intentaba averiguar el nombre de los libros se abrió camino en la mente de Harry y Ron que no pudieron evitar emitir una leve sonrisa. Hermione los miró furiosa pero continuó con su relato.
- El caso es que hay un libro completo de retratos de magos y brujas. En su momento pensé en comparar los que yo tenía con el libro que había ahí- continuó comentando- Así que hace una semana, más o menos, me dispuse a preguntarle a Laura si podía abrirme la vitrina, y cual no fue mi sorpresa al no encontrarla en ninguna parte de la casa.
- Habría salido- añadió Harry.
- Eso pensé yo, así que esperé al día siguiente, y al siguiente y siempre es igual. Laura desaparece durante unas horas por la tarde.- Hermione observó la cara de sorpresa de sus compañeros- Es más¿alguien la ha visto alguna vez por la tarde¿Algún día que ella no haya quedado expresamente con nosotros?
- No, pero es que realmente no la necesitamos, podía estar y no darnos cuenta- le dijo Ron.
- Pues no, ella no está. Es más hoy acababa de llegar.
-Hermione no quiero se grosero pero Laura estaba sentada en la biblioteca leyendo un libro cuando entramos- le dijo Harry.
- Ella no estaba leyendo ese libro. Anoche¿recuerdas que nos dijiste antes de irnos a dormir que te pareció oír a Fernando en casa?- preguntó Hermione al niño que vivió.
-Si, me pareció oír su voz.
- Cuando llegué a mi cuarto, escuché ruidos en la biblioteca y pensé que era un buen momento para decirle a Laura si me abría la vitrina.- Hermione paseaba ahora por la habitación-Subí las escaleras, y al llegar al rellano escuché voces provenientes de la habitación de al lado de la biblioteca. Eran Laura y Fernando. Aún así continué hasta la biblioteca y vi a Carlos sentado en el mismo sillón en el que estaba hoy Laura, leyendo el mismo libro y jugando entre sus manos con el marcapáginas.
- Pudo ser casualidad- razonó Harry.- Igual los dos buscan solucionar el mismo problema.
- Pero Laura nos dijo que Carlos era mucho mejor que ella en Defensa.
- No tiene nada que ver, ella puede que solo quiera ayudar- dijo Ron- Yo no soy tan bueno como tú en la mitad de las asignaturas pero aún así leo los mismos libros que tú.
- Puede ser- Hermione no cedía en su empeño- Pero… en la chimenea hay rastros de polvos flú…
- Los que utilizaron Fernando y Carlos para venir y volverse a ir- la atajó Harry.
- ¿Y los elfos aún no han limpiado?- le preguntó Hermione con los brazos en jarras sobre su cintura- Creo que a lo largo de estos meses hemos comprobado la notable eficiencia de los elfos de esta casa. Además, el pequeño rastro de polvos iba hasta el sofá y ella tenía su propia capa manchada con ellos.
- Vale, ha salido¿y qué?- dijo Harry.- No es un delito salir de la casa de uno, y tampoco tiene porque contarnos todos sus movimientos.
- Pero lo hace todas las tardes.
- Herm, estoy de acuerdo con Harry en esto- le dijo Ron- Ella tendrá su propia vida, y no tiene porque contarnos nada.
- Pero¿no creéis que debe ser algo muy importante para que salga todas las tardes?- dijo Hermione.
- ¿Qué estás intentando decir?- le preguntó Harry directamente.
Hermione meneó la cabeza sin saber exactamente que responderle a Harry, la verdad es que por su cabeza habían pasado multitud de ideas distintas, todas igualmente factibles. Además hasta ahora Laura no les había dado motivos de desconfianza.
- No lo sé, no lo sé…- su voz sonó extrañamente derrotada.
- A lo mejor se está viendo con su marido- dijo Ron.
- No puede estar haciendo eso- le respondió Harry visiblemente afectado- Ella estuvo allí aquella noche como yo, ella vio lo mismo que yo vi, vio como Snape mataba a Albus.
Harry escupía lentamente las palabras...Se había puesto en tensión, no podía estarlos engañando de esa manera.
-¿Y si tiene novio?- la suposición de Ron sorprendió a Harry y Hermione que lo miraron fijamente- Si es muggle, no querrá contarle lo que realmente pasa en este mundo, a lo mejor no sabe ni que ella es bruja. Si es mago, pues tendrán que verse en secreto.
- Pero¿porqué no lo comenta?- preguntó Harry - Puede decírnoslo, nosotros no la vamos a juzgar. Cualquiera puede entender que no desee estar con el bastardo de marido que le tocó en suerte.
- No sé como funciona esto en el mundo muggle chicos, pero aquí el tener marido y novio a la vez no está bien visto.- dijo Ron muy serio.- Aunque lleve años sin ver al primero y este sea un asesino.
Hermione estaba visiblemente callada, como sopesando las ideas. Los chicos la miraron como esperando que dijera algo.
- No, no es eso- dijo de pronto Hermione- No es esa clase de mujer.
- Pues no se me ocurre nada más, como no eche de menos a su familia…
Ninguno de los tres dijo nada ante el último comentario. Hermione miró el reloj de la habitación y moviendo la cabeza ligeramente salió de la habitación dispuesta a cenar.
Ni Hermione volvió a hacer más comentarios sobre las ausencias de Laura, ni los chicos volvieron a hablar tampoco de ello. Aunque tanto Harry como Ron comprobaban sutilmente que las averiguaciones de Hermione eran ciertas. Laura se ausentaba todas las tardes, dos o tres horas y reaparecía antes de la cena.
Aquel viernes nada había cambiado como de costumbre, Laura se había ausentado a lo largo de la tarde y regresó poco antes de la cena. Los chicos la oyeron hablar con los elfos domésticos y después se sorprendieron al verla sentada en un banco en el exterior de la casa, a pesar de que a finales de enero la temperatura seguía siendo bastante fría.
Se reunieron en el comedor poco después de que anocheciera. Los chicos se sorprendieron de ver sobre la mesa seis platos en vez de los cuatro habituales. Las voces de Fernando y Carlos bajando las escaleras les aclararon las dudas. Se saludaron efusivamente y tras intercambiar un pequeño diálogo de cortesía los seis se sentaron a comer. Tanto Carlos como Fernando los pusieron al día de los sucesos que acontecían tanto en el mundo mágico como en el muggle y de los cuales el diario del profeta no daba cuenta.
Los ataques se sucedían sin piedad, y Voldemort atemorizaba del mismo modo a muggles y magos. Ataques dispersos y bien organizados que echaban por tierra cualquier tipo de intervención del Ministerio. Este se veía dividido continuamente y los mortifagos que parecían doblar en número muchas veces a los aurores jugaban a su antojo con estos últimos. Otro de los problemas era la falta de un líder claro en el bando de la luz. Albus en su momento reunió a todos bajo su mando y protección, ahora sin líder, y dispersos, Voldemort se reía abiertamente de sus vagos intentos por frenar a sus siervos.
Los mortifagos se paseaban a sus anchas por pueblos mágicos como Hosgmeade o el mismísimo callejón Diagon, imponiendo su ley sin que el ministerio tenga en muchas ocasiones el valor para tocarlos. Se divierten celebrando grandes fiestas en sus mansiones, a las que se rumorea acude el propio Voldemort y su más ferviente colaborador, Severus Snape.
El silencio cerró la cena aquella noche, y sin decir mucho más todos se retiraron a sus dormitorios. Sabían que Fernando y Carlos tenían que ser verídicos en sus descripciones, pero había momentos en que los chicos deseaban que hubieran omitido detalles. Laura acusó en algunos instantes las duras narraciones, la mención del nombre de su marido. Su mente la traicionaba constantemente, imaginarse a Severus al lado del Lord, o compartiendo mesa con los mortifagos.
Laura se sentó en la cama, encogió sus piernas y se abrazó fuertemente, las lágrimas pugnaban por salir pero no quería volver a llorar, no estaba dispuesta a volver a llorar.
Flash Back
Laura había empezado a llorar de nuevo, tenía su cara pegada a la almohada para impedir que alguien la oyera, y ahogaba contra esta todo el dolor que estaba sintiendo. Su cuerpo temblaba visiblemente y sus ojos normalmente alegres comenzaban a hincharse poco a poco. Una mano se posó delicadamente sobre su hombro y la joven se giró para observar como su hermano pequeño James la miraba fijamente. Sólo tenía tres años menos que la joven, pero a veces parecía más maduro que ella misma. Se sentó sobre la cama mientras tiraba de ella fuertemente, la colocó entre sus brazos como tantas otras veces había hecho Severus y acariciándole dulcemente la espalda comenzó a calmarla.
- ¿Qué sucede?- preguntó cuando observó que su hermana ya estaba más calmada.
- Nada- respondió Laura poniéndose a la defensiva.
- Has vuelto hace tres días, tu marido no da señales de vida y tú te pasas el día llorando- dijo ahora enfrentando a su hermana- ¿Y nos quieres hacer creer que no pasa nada?
Laura lo miró intentando sonreír entre lágrimas, sabía que su situación no había pasado desapercibida para su familia, y si la habían dejado en paz hasta ahora era porque todos amaban su libertad, su propio espacio. El hecho de que fuera su hermano James el que estaba allí y no su madre respondía a la fuerte interacción que existía entre ambos hermanos. Laura tenía sólo tres años cuando James nació, y fue la primera en cogerlo cuando su padre salió con él de la sala de partos. Su hermana Olga de dos años de edad era aún demasiado pequeña, y eso fue lo que siempre perduró. Laura y James crearon su mundo, un mundo al margen de todo y todos, un mundo de miradas cómplices y frases entredichas.
- Lo he dejado- dijo Laura sorprendiendo a su hermano.
- ¿A Severus¿ has dejado a Severus?- repitió James sorprendido.
-Si- Laura se enjuagó las lágrimas que aún corrían por su rostro- Ya nada es como antes James, todo ha cambiado, él no me ama, y yo no puedo vivir día a día con su reproche constante, su odio. Lo amo demasiado para eso. Además, creo que hay otra mujer...
- Laura, él no pudo dejar de amarte de la noche a la mañana- James intentaba razonar con su hermana- No me dirás ahora que el amor se os gastó de tanto usarlo.
- James- dijo Laura poniéndose más seria de lo normal- Severus nunca me quiso. Nunca me amó, fue todo una perfecta obra de teatro que creísteis a la perfección.
Su hermano la miró sopesando cuidadosamente sus palabras y de repente rompió a reír.
-¿Quién Severus y tú? Por favor Laura no me hagas reír, se veía a leguas que os amabais- James seguía sonriendo - ¿Crees que si papá no hubiera visto sinceridad en ese hombre el día que se te declaró te hubiera dejado casarte con él?
- James, escucha, aunque te lo explicara no lo ibas a entender, mi mundo y este son muy distintos en algunas cosas- intentó explicarse Laura.
- Tu mundo, vaya veo que nosotros ya no lo somos- la voz de su hermano sonó extrañamente dolida
Laura intentó hablar para defenderse pero James no la dejó.
- Puede que tengas razón, que ambos mundos sean distintos, pero en ambos mundos se ama, en ambos mundos se odia. Y él te amaba, igual que tú aún lo amas a él.
Laura no tenía ganas de discutir con su hermano, de explicarle su situación, la magnificencia de un matrimonio acordado, ni el dolor de la pérdida. Simplemente lo miró tiernamente.
- Abrázame…- susurró quedamente.
Y en vuelta en esos brazos Laura empezó a construir un camino, un camino al margen del de Severus Snape.
Fin Flash Back.
La mañana llegó temprano para los chicos que fueron despertados a primera hora por Laura. Ron aún gruñía ostentosamente cuando bajó a desayunar al comedor.
- Buenos días chicos, hoy nos vamos de visita- dijo Laura saludándolos efusivamente.- Creo que el Sr. Potter tiene muy descuidadas sus propiedades últimamente y debemos ir a comprobar como están.
Ninguno dijo nada, desayunaron apresuradamente y tras ponerse unas capas oscuras los seis desaparecieron por el camino que lleva al pueblo. Laura había decidido parecer más muggle que nunca, Fernando y ella habían discutido sobre el método de transporte y ambos pensaron que llegar a Londres como muggles era algo que seguramente los mortifagos no esperaban. Llegaron a la estación de King Cross poco después de las 10 de la mañana, Laura les sonrió sutilmente y los seis se perdieron entre la multitud londinense.
Laura, Fernando y Carlos guiaron a los niños hacia un pequeño pueblo a las afueras de Londres. Y una vez allí se dirigieron directamente a la campiña.
- Pensé que íbamos a Grimmauld Place- dijo Harry sorprendido.
- Si eso es lo que estamos haciendo- le respondió Laura mirando intranquila a derecha y a izquierda.
- Espera- Harry había parado en medio de la campiña acompañado de sus dos amigos- Grimmauld Place está en medio de Londres, no en un pueblo- terminó señalando con su brazo alrededor.
- Si ves que tal, llegamos por la puerta principal, entramos y de paso saludamos a los mortifagos que están haciendo guardia- le respondió Laura.
- Vale, está claro que no podemos entrar por la puerta principal- respondió Hermione- ¿Pero se puede saber a donde vamos?
Laura hizo un gesto para seguir caminando y los chicos la siguieron.
-La mayoría de las casas de magos tienen siempre algún modo de escape al margen de la puerta principal- les empezó a explicar Laura- Como Hogwarts con los pasadizos secretos que tan bien conocéis.
Los chicos se sonrojaron débilmente pero no osaron hacer comentarios ante la afirmación tan acertada de la joven.
- Hubo tiempos malos para todos, no sólo los muggles son perseguidos ahora, los magos también lo fuimos en su momento- continuó Laura sin querer notar la turbación de los jóvenes ante sus anteriores palabras- Tu casa Harry como la de la mayoría posee una salida alternativa.
- ¿Y cómo la habéis encontrado?- preguntó Harry.
- Eso es mérito de Fernando y Carlos- respondió Laura con una sonrisa.
- Digamos que a base de paciencia y tiempo- dijo escuetamente Carlos.
Los chicos miraron entonces a Carlos esperando que este continuara con la explicación, pero si el gryffindor pensaba hacerlo no dio muestras de ello. Fernando sonrió ante la tendencia de Carlos al misterio y sonriendo continuó el mismo con la explicación.
- Los túneles al igual que las casas de los magos suelen estar protegidos por algún tipo de magia. Toda aquella que la familia les quiera otorgar- dijo Fernando- Una de las protecciones suele ser la invisibilidad del mismo para los muggles. Por algún motivo que ellos no alcanzan a comprender hay zonas en las que no pueden edificar, ni construir carreteras, ni túneles para la conducción de gas o agua.
Los jóvenes se sorprendieron ante la astucia de los magos para conservar sus intereses y continuaron atentamente la explicación del slytherin.
- Fuimos al ayuntamiento y obtuvimos las licencias de obras de los últimos cien años- Fernando sonrió recordando el modo tan sutil en que convencieron a la secretaria del alcalde- Y siempre la misma zona. Zona inviable para edificar. Zona inviable para construir una nueva vía de tren. Zona inviable para nueva carretera y así más casos.
- Nos vinimos a la zona y con paciencia buscamos lo que queríamos encontrar- Carlos acortó entonces el relato de Fernando- Un precioso túnel que nos lleva a alguna parte de su casa Sr. Potter.
Las últimas palabras las dijo mirando fijamente al niño que vivió y señalando con su mano una zona oscura oculta entre unos matorrales. Los jóvenes miraron fijamente sin poder observar en ella nada especial. Ante ellos se extendía una pequeña elevación del terreno, extremadamente escarpada y formada por unas rocas tan duras y sólidas como el propio castillo de magia. Las enredaderas cubrían toda la cara que ellos estaban viendo y por un momento los gryffindors pensaron que Fernando y Carlos se habían equivocado. Laura sacó su varita.
- Diffindo- susurró apuntando a las enredaderas.
La hasta entonces tupida vegetación cayó al suelo mostrando a todo aquel que quisiera un perfecto túnel. Fernando y Carlos se introdujeron en el mismo, seguidos de cerca por los tres jóvenes. Laura entró la última comprobando una vez más aquella mañana que eran los únicos merodeadores de aquella zona.
Los seis permanecieron a la entrada del túnel, y sin que ninguno hiciera nada, las enredaderas volvieron a crecer mágicamente cubriendo de nuevo la entrada.
- Magia- susurró Laura que sacando su varita la encendió a modo de antorcha.
El túnel estaba tan bien conservado como los de Hogwarts, y aunque se podía apreciar en el mismo un débil olor a humedad, era cómodo y bastante ancho. Los seis emprendieron el camino.
- Tardaremos como diez minutos en llegar- comentó Carlos que de repente se mostraba más hablador- Al final del mismo hay una puerta que es la que flanquea la entrada a la casa.
- ¿Ya habéis estado allí?- preguntó Hermione sorprendida.
- Si, hace unos días- respondió Fernando.
- ¿Y habéis entrado en la casa?- preguntó Harry que se iba tensando poco a poco según avanzaban hacia su destino.
- No, no hemos podido abrir la puerta- le respondió Carlos.
- Y entonces ¿como pensáis entrar hoy?- preguntó Ron.
- Por la puerta- dijo Carlos como si fuera lo más normal del mundo.
- Pero si no pudisteis abrirla- le recordó Hermione.
- Nosotros no, pero Harry si- dijo Fernando rápidamente para evitar una sarcástica respuesta de Carlos.
- Yo¿y porqué yo voy a poder abrirla?- dijo Harry visiblemente sorprendido.
Los tres adultos se miraron sorprendidos de la pregunta de Harry y lo miraron fijamente.
-Porqué tú eres el dueño de la misma- le dijo Laura.
Carlos se movió a un lado y susurrando lumus con su varita apuntó hacia la oscuridad que tenía delante. Los jóvenes pudieron ver entonces una gran puerta de madera, perfectamente conservada a pesar del tiempo y de la humedad del ambiente. Harry dio dos pasos al frente y con un ligero temblor en la mano tomó entre la misma el pomo de la puerta. El mismo giró fácilmente, y Harry se vio así mismo empujando la puerta. Esta cedió sin ninguna dificultad sobre los goznes, ni un solo ruido. Harry avanzó hacia dentro y cuando sus ojos se acostumbraron de nuevo a la oscuridad reinante se vio a sí mismo en la biblioteca de la lúgubre y triste mansión Black.
Reviews:
galilea: Gracias por los alagos, la historia de Snape y Laura se irá desarrollando paulatinamente, quizás sean ellos mismos los que deban decir mucho en ella.
Replika: Hola, me alegro que te haya gustado el capítulo. Lo de las iniciales no es merito mío, es de los foros, cada uno pone lo que se le ocurre y discutiendo se pensó que podían ser la iniciales de Regulus, pero bueno hay ideas para todo.
Kalid: Me alegro que no te importe el cambio en la historia, hay cosas en que no concuerdo con Rowling y las cambiaré... gracias por seguirme leyendo.
MaluSnapeRickman: Yo también creo que Snape es inconente, y los flash back simplemente necesarios.
amsp14:Me alegro que te gusten los flash back, generalmente no soy una amiga de ellos, me gusta más el presente y un snape real, pero. Gracias por los elogios.
opheliadakker: gracias por leerme.
winter: Gracias por los elogios, ayudan a continuar escribiendo... Veo que ultimamente los flash back son un exito y pensar que es lo peor que llevo.
Nessasnape5: Snape resolverá algunos de sus secretos en persona, y Laura también. Ambos esconden más de lo que cuentan.
Gracias por leerme.
