Disclaimer: los personajes no son míos, no me perteneces, y no gano nada con ellos hago esto para divertirme y espero divertir tambièn a quienes me leen.
CONTIENE SPOLIERS LIBRO SEIS
Laura se acercó a una de las ventanas, encogiéndose sobre sí misma mientras apretaba la chaqueta sobre sí. Agosto tocaba a su fin, y en aquella parte de Inglaterra eso era lo mismo que si el otoño empezara. Miró a través de los grandes ventanales que iluminaban la habitación y sonrío feliz. Sus padres estaban sentados en el gran jardín charlando amigablemente con Minerva y Albus que no dejaba de ofrecer caramelos de limón a todos los que se acercaban a él. Sev por su parte se sentía el rey de la casa y correteaba una y otra vez entre ellos reclamando su atención con juegos y demás. Fernando ayudaba a Carlos a quitarse la túnica debido al calor reinante, nadie, ni siquiera el propio Albus había conseguido mermar el daño que Carlos portaba en su mano. Pero ahí estaba Fernando para convertirse en su mano cuando lo necesitaba, expresando en su rostro un amor infinito por el ahora su flamante marido.
El brillante ministro, Arthur, luchaba contra su propia esposa por poder tener en sus brazos a su primer nieto, Ian, hijo de Fleur y Bill. Draco ayudaba a Lucius con sus primeros pasos, bajo la atenta mirada de su madre, que sonreía feliz, quizás recordando cuando Lucius padre hacía lo mismo con el joven rubio que ahora tenía delante. Hermione, Ron, Harry, Ginny, Luna y Neville, permanecían tumbados en el césped disfrutando de los últimos rayos de sol cálidos de aquel año, riéndose alegremente y sobornando con chocolatinas al pequeño Lucius que repetía una y otra vez.
-Hary, Hary…
Mientras extendía sus pequeños brazos hacia él, esperando ser engullidos por ellos tan pronto como llegase a su altura. Laura se sorprendió de cómo había cambiado la vida de todos ellos tras la guerra, una guerra que los destinó a muchos de ellos en bandos distintos, enfrentándolos para después enseñarles donde se encontraba la verdadera lealtad. Le había sorprendido la cálida acogida que los jóvenes prestaron al mayor de los Malfoy haciéndole sentir que por primera vez tenía amigos propios no impuestos. Laura aún recordaba como se esforzaron ávidamente en la lucha por conseguir un juicio justo para ambos supervivientes de la aristocrática familia, e incluso los Weasly se impusieron por ofrecerle a Lucius un entierro digno de un héroe.
Draco había madurado, más de lo que su padre hubiera querido, pero tanto como para que estuviera orgulloso de él. Ahora enfrascado en sus estudios, buscaba siempre cualquier tiempo disponible para perderlo con su familia, sobre todo con su hermano a sabiendas que él sería el padre que no lo vio nacer.
Laura desvió su vista, al notar unas sombras que se acercaban desde el otro lado de la casa. No se sorprendió de encontrar a Remus guardando a su embarazadísima mujer, Tonks, mientras Bill y Fleur les acompañaban entreteniendo su paseo con una agradable charla. Laura estaba segura que Fleur estaría poniendo a la aún joven esposa del licántropo al día de la cantidad de sucesos maravillosos y extraños que experimenta una mujer al ser madre.
Observó de nuevo la estampa y se maravilló de lo feliz que se encontraba en estos momentos. Un pequeño sollozo tras ella la sobresaltó y se giró para observar que una de sus pequeñas ya era atendida en ese mismo instante por su padre. Severus miró a su esposa preguntándose que podía haber estado pensando. Tomó a una de sus gemelas en el colo y se la pasó a su esposa mientras él tomaba a la otra en sus brazos. Ambos se dirigieron a la ventana donde sólo un minuto antes Laura estaba totalmente perdida en sus pensamientos. Como si de un mimetismo propio de la mejor de las familias se tratará oyeron pasos en las escaleras. La puerta se abrió entonces despacio para dejar ver la negra cabeza de Sev.
Se acercó a sus padres y miró a las gemelas, las autoras de que dejara de ser el rey de la casa. Sus padres le habían explicado, una y mil veces, lo que significaba ser padres, las necesidades que los nuevos bebés tendrían de ellos, puesto que no eran capaces de defenderse por sí mismos. Le hablaron de lo que significaba ser el hermano mayor y de que aunque muchas veces se sintiera sólo e incomprendido ellos siempre estarían ahí para él. Ahora que las veía allí, en los brazos de sus padres no pudo evitar sentir un ápice de celos y preguntarse como sería volver a ser el único rey.
Laura observó el rostro de su hijo, y la cantidad de sentimientos encontrados que reflejaban sus ojos. Sonrió internamente. Miró a Severus y le indicó con una ligera inclinación de la cabeza que tomara también entre sus brazos a la otra de las pequeñas. Severus colocó a una de ellas sobre su brazo derecho, permitiendo que después Laura colocara la otra en su brazo izquierdo. Laura tomó entonces entre sus brazos a Sev, y lo abrazó fuertemente. Las gemelas volvían a dormir en los brazos de su padre.
- Tu madre lo ha vuelto a hacer- dijo Severus mirando fijamente a su hijo.
- No esperarías que no lo hiciera- le respondió su hijo con una sabiduría impropia de una persona de su edad- Lo considera un acto de reconciliación y ya sabes como es.
- Vaya dos hombrecitos que tengo en casa, siempre dispuestos a criticar- se hizo la enfadada Laura.
- Pero ya es el tercer año que celebras la cena- empezó Severus- El primer año lo entendí, hacía menos de un mes que había finalizado la guerra y era aconsejable cerrar viejas heridas. Tu fragrante cena pre-Hogwarts ayudó a sellar antiguas enemistadas y a centrar para nosotros un nuevo comienzo.- empezó Severus- El año pasado ya no lo entendí tan bien, pero dijiste que después de un largo año en la que la mayoría de nosotros nos habíamos visto sólo un par de veces era beneficioso juntarnos antes de iniciar de nuevo el curso escolar. Este es el tercer año, y sigues en las mismas, ni el nacimiento de las gemelas ha podido frenar tus planes- concluyó Severus mirando a las dos pequeñazas que dormían en sus brazos.
- Creo que se va a convertir en una costumbre- le respondió su hijo- Cena en casa de los Snape antes de comenzar el curso escolar.
Laura sonrió al notar el leve ceño fruncido que mostraba su marido ante la aseveración de su hijo.
- Sabes que te gusta la cena tanto como a mí, te gusta volver a sentir que todo tiene un sentido. Además aunque los niegues te gusta sentirte querido y respetado, no sólo por nosotros tu familia, sino también por Harry, Hermione, Los Weasly, Luna, Neville y todos ellos- le respondió señalando con su mano la cantidad de gente que se encontraba en estos momentos en el jardín.- Para ellos eres alguien en quien confiar, y quieras o no te gusta.
Severus no respondió a las aseveraciones de su esposa. Sabía que era verdad, su mundo cambió en el momento que Harry lo durmió, en el campo de batalla, el día de su encuentro final con Voldemort. Aquel día el joven Gryffindor le concedió una oportunidad y Severus se juró a sí mismo que la aprovecharía borrando de la mente de todos los que lo habían conocido antes el dolor y la tristeza que les había causado. Sonrió a su esposa.
- Vale¿ pero tenías que invitar a los gemelos Weasly también?-le preguntó simulando una molestia que no sentía.
Laura se levantó de su asiento acariciando aún el pelo de su hijo.
- Charlie llegará dentro de poco, los gemelos dijeron que justo para cenar. Ya sabes cierran tarde la tienda.- le respondió tranquilamente.
Sev sonrió, sabía que de todos los allí presentes los gemelos eran los que peor llevaba su padre, sus continuas bromas y su creciente desdén por las normas tendían a sacar al temible profesor de Hogwarts de sus casillas. Pero al final Severus siempre tenía una sonrisa para ellos, siempre una palabra amable y un consejo. Acudieron a él cuando quisieron aumentar su negocio a otros pueblos mágicos e incluso le había pedido ayuda para saber si los ingredientes de algunas de las pociones que comercializaban eran perjudiciales para la salud. Severus se sintió útil en aquella ocasión, se sintió valorado y aunque en público nunca lo afirmaría había llegado a sentir afecto por los díscolos Weaslys, así como por los demás allí reunidos.
- Además, en menos de una semana estaremos de vuelta en la escuela y podrás quitarles puntos injustamente a los leones para desquitarte – continuó Laura sonriendo.
- Yo nunca quito puntos injustamente a los leones.
Laura comenzó a reír abiertamente, mientras Sev disimulaba una clara expresión de sorpresa, conocía de sobra los rumores sobre la inflexibilidad de su padre con las demás casas de Hogwarts, aunque eran muchos lo que decían que estaba mucho más moderado.
- Digamos que ahora eres más justo de lo que lo fuiste en el pasado- añadió la voz de Minerva desde la puerta.
Los tres se giraron para observar a las dos flamantes abuelas recortadas contra el dintel de la misma.
- Venimos a raptar a nuestras nietecitas- dijo Elga McGrant avanzando hacia su hija y tomando de los brazos de esta a la pequeña Minerva.
Minerva repitió el gesto de su consuegra y tomó a la pequeña Elga de los brazos de Severus, mientras miraba a su hijo con un orgullo mal disimulado. Ambas mujeres se dispusieron a salir de la habitación sonriendo entre ellas. Elga se giró en la puerta.
- Los abuelos te esperan abajo Sev, quieren que les ayudes junto con los demás chicos a montar una especie de escenario para después de la cena- añadió como si fuera lo más normal de mundo-Creo que alguien quiere hacer una actuación o algo parecido.
Severus puso los ojos en blanco ante el comentario de su suegra, que lo observaba risueña. Sev salió corriendo de la habitación, y tanto Laura como Severus observaron como las abuelas cerraban la puerta hablándole como si de adultos se tratara a sus dos pequeñas nietas.
- Es mi impresión o cada día miman más a sus nietos- preguntó Severus retóricamente.
- Y eso que según tú al tener más nietos el fanatismo por los mismos iba a disminuir- respondió Laura sonriendo.
- Bueno, a lo mejor es que no tienen suficientes- sugirió Severus mientras se acercaba a su esposa insinuante.
- Tenemos invitados en casa y cena dentro de tres horas- le dijo Laura apartándose de él.
- Los invitados están ocupados, además tus padres, mis padres y Sev son unos perfectos anfitriones- continuó besando ya el cuello de su esposa-Y tú misma lo has dicho tenemos tres gloriosas horas, en que los elfos domésticos seguirán preparando la suculenta comida que vamos a cenar y en las que tú y yo no tenemos nada importante que hacer- siguió mientras acercaba su boca peligrosamente a la de Laura- Y a mí se me ha ocurrido algún que otro tipo de diversión interesante. Además- continuó poniéndose serio de repente-La cena es cosa tuya y creo que debes resarcir a tu marido por ello.
Laura comenzó a reír sin poder evitar sentirse dichosa en los brazos de su esposo. Severus la fue empujando lentamente hasta que la apoyó en la puerta que comunicaba su dormitorio con el de las gemelas recién nacidas. Susurró unas pocas palabras y la puerta se fue abriendo lentamente ante el contacto de la espalda de Laura con la misma. Severus la miró una vez más y siguió empujándola hacia la cama, lentamente. Cayeron sobre la misma ya enfrascados en un salvaje intento de poseer cada uno un trozo más del otro. Llevaban casi doce años de matrimonio, doce años en los que habían compartido buenos y malos momentos, en los que habían estado juntos y separados. Pero a pesar del tiempo y de todos los contratiempos, de una manera inexplicable para la joven su matrimonio había sobrevivido y era más fuerte que nunca. Sabía que no se había equivocado al darle una segunda oportunidad a Severus y que el frío mortifago le demostraba día a día el profundo amor que sentía por su familia. Laura miró a su esposo fijamente.
- ¿qué sucede Laura?- le preguntó Severus observando la reacción de su esposa.
- Te amo, te amo- le respondió ella besándolo- Has conseguido que vuelva a creer en ti, has hecho que mis últimos dos años contigo hayan sido lo más maravilloso del mundo.
- Aún me queda mucho para demostrarte cuanto te amo- dijo Severus.
Ambos se miraron una vez más y sin despegar los ojos del otro volvieron a amarse como siempre deseaban hacer, volvieron a amarse como al principio.
Ahora sí la historia ha llegado a su fin... Y como siempre he sido tan sumamente empalagosa como para dejar a los protagonistas juntos.
Me alegro en general que a todos os haya gustado la idea del hijo secreto... era lo que peor llevaba, tenía miedo quea la gente no le hiciera gracia que sacara un pequeñajo de la manga.
Amsp14, estoy con una historia a vueltas, es un Hermione/Severus, pero dudo que sea bueno, es que una se queda también sin ideas.. Aunque creo que Malu-SnapeRickman lo esperará ansiosa. Sandra me alegro que te gustara el fic, aunque leerlo de golpe debe ser un flash, yo creo que aunque lo escribí yo no sería capaz. OpheliaDakker siento que tuvieras que pasar un mal rato con los viejos verdes, pero cuando sea así mira a tu alrededor e imagina que son Sev ya verás como ganan. Khye, como ya dije estoy en lo del fic, pronto me vereis de nuevo por ahí. Kalid, me alegro de que tus esperanzas se cumplieran, la verdad es que no me imagino a Severus con Narcisa, bueno en realidad si me lo imagino pero no en este fic donde Laura y Severus compartían demasiadas cosas. Replika, siento que los Hermione /Severus no sean de tu agrado pero ha sido una promesa y... la voy tener que cumplir. De todos modos si algún día tengo fuerzas y me animo a escribir un fic... personaje femenino /Severus será un postguerra no tengo ya imaginación suficiente para lidiar con más Horcruxes, muertes de personajes y demás.
Agradeceros que hayais llegado hasta aqui, a todos, a algunos porque llegareis más tarde que otros, pero la idea es acabar. Gracias por vuestros reviews son el pan del escritor y ayudan no sólo a saber que eres leído sino a corregir los fallos a mejorar las historias. POr eso aunque la historia esté terminada si queresi podeis seguirlos mandando, puede que no mejoremos esta, pero podemos mejorar otra.
GRACIASS.
