Tiempo después…
-¡Hola, preciosa! – Exclamó entrando a mi casa.
-Ah, hola… - le contesté con desgano.
-¡He estado trabajando, y por eso no he venido a verte, espero que no te moleste! - ¿Cómo puede estar tan tranquilo y darme esa excusa tan idiota después de tanto tiempo, y de que sé lo que me está haciendo? Estúpido, Tai, te odio, me repugnas. Cada día te detesto más.
-Uhm, no te preocupes – Tengo que ser fría con él, no puedo ceder.
-¿Qué sucede, Sora? Estás muy fría y callada conmigo… dime que pasa. –
-No es nada.
Comienzo a marearme, llegan unas nauseas tremendas, tan terribles que quiero levantarme al baño a vomitar, o algún otro lugar por una medicina, pero al levantarme me gana mi peso y caigo, viéndolo a él acercándose a mí. Lo veo todo borroso¿Qué carajos es lo que me está sucediendo? Es decir, desayuné bien, dormí bien, no sé a que se deba.
He perdido la razón¿Qué sucede?
-¿Te sientes mejor? – miro su morena tez frente a mí, y su cabello despeinado sobre su cara.
-Si, creo… ¿Qué pasó? –
-Pues, te desmayaste – fue diciendo mientras caminaba e iba por un vaso de agua – Oye¿No estarás embarazada? Pero…digo, - se ríe – no se podría con eso de mi ausencia.
-¿Embarazada…? – Ah… embarazada. Esa noche… hace un mes. No hubo protección. No que yo recuerde. Pero no puede estar pasando esto, no, no, esto no por favor. – No lo creo… ¿Cómo iba a estarlo?
-Bien, entonces fue un simple desmayo – sonríe – aunque, bueno, me asustaste mucho, Sora… - me da un vaso con agua, el cual tomo y le "agradezco" con una mirada. Se está portando bastante atento conmigo¿A qué se debe¿Se arrepiente, acaso¿O simplemente es el hecho de mi desmayo?
No puede ser un embarazo. Y si lo es no sé que deba hacer, pero no quiero tener al niño. ¡No quiero! Soy joven, tengo que vivir, no puedo vivir atada a un bebé… y mucho menos ahora ante mi situación entre estos dos. Y ahora que entro al tema, no sé que demonios hacer. Creo que debo terminar con Tai de una vez por todas, no puedo seguir con esto.
Tal vez deba ser en otra ocasión. No me siento bien, y Tai es capaz de cualquier cosa, y si enserio estoy embarazada puede causarme algún daño el hacer un coraje o algo así. Creo que lo más indicado es que por ahora vaya a hacerme la prueba de embarazo.
Positivo.
Bien, Sora, idiota, tú te lo buscaste. Ahora, tengo que decírselo a Matt, no sé como vaya a reaccionar, no quiero que me deje… no puedo dejar que se aleje de mí, jamás. Si es que cuesta la vida de este niño, no me importa.
Le llamo, y como siempre me saluda con un tono de voz que me demuestra que es feliz de escuchar mi voz, sí, es que se le oye tan contento como cada vez que le llamo. No puedo evitar sonrojarme cada vez que esto sucede, y es que ya es parte de mí, y le amo tanto. Parecerá rutinario que esto suceda, pero no me canso de esta rutina… no me canso de él.
-Tenemos que hablar - le digo – Es algo… grave por un lado, y bueno por el otro. Depende de cómo lo tomes, por favor, ven a mi casa cuando antes. Y… - trago saliva – Te amo, no lo olvides. – Parece que el decirle "te amo" era necesario para que no creyera que el 'tenemos que hablar' era seña de un rompimiento, como suele suceder en televisión, o incluso en la vida cotidiana. Sólo espero que el embarazo no me traiga un rompimiento con él. Sería como perder mi vida por completo.
A la media hora estaba él tocando el timbre, y yo, con el corazón de fuera abrí la puerta y le di un beso. Venía con un ramo de rosas, tal vez para evitar algo malo, pues el jamás me había regalado un ramo de rosas, siempre era una ocasional.
-¿Qué sucede, de que tenemos que hablar? – Se me quedó viendo, algo nervioso… notoriamente.
-Esto… uhm – me sonrojé – Siéntate, por favor, no sé como decirte esto.
-¿Es que quieres terminar conmigo¿Qué hice mal? Dímelo, Sora, y lo arreglaré, te lo juro, no quiero separarme de tu lado.
-Oye, calma, no es eso, siéntate, enserio – me hizo caso – Bueno, no sé como decirte esto pero… me he estado sintiendo mal, con mareos, y cosas así, he tenido antojos y… fui al médico, y me hice unos estudios, los cuales…salieron positivos – le pasé un papel con la confirmación de lo que le estaba diciendo, se quedó en blanco.
-Siento que… que… no estoy preparado para esto – Shock. ¿Por qué¿Por qué supe que esto iba a suceder? No puede ser. – Pero… es un hijo tuyo, Sora… es lo más hermoso que puede haber, y, bien, fue algo de los dos, tengo que hacerme cargo… pero, yo no sé como hacer esto Sora….
-Puedo… simplemente abortar… - me di miedo al haber dicho semejante cosa, pero no sabría cual sería su reacción. Si él decía que sí, así tendría que ser. Yo no puedo perder a Matt, es a la única persona que quiero junto a mí.
-¡Sora! – gritó levantándose de su asiento y tomando fuerte de mi brazo - ¡Jamás vuelvas a decir una tontería así¿Qué no sabes que es un crimen terminar con la vida de alguien? Y con más razón a tu propio hijo. A NUESTRO hijo… - puso su mano en mi vientre, sentí calidez – Este hijo, o hija… será fruto de nuestro amor, que es lo que más aprecio. Por favor, yo me haré cargo de él, de ti, de nosotros. Sabes que lo haré, sea como sea.-
Sentí aún más que las veces anterior mucha paz al estar con él. Me apoya tanto, sin él la vida no es vida… daría todo por estar con él diariamente. Y… ahora con lo del bebé, me pregunto si tendremos que vivir juntos. Le abrazo, y el acaricia mi cabello. No puedo evitar sonreír.
Pero quizás esta sonrisa no dure para siempre, aún tengo un problema. Y se llama Tai.
Debo terminar con Tai de una vez, de alguna forma… no puedo seguir viviendo en esta estúpida situación. Yo amo a Matt, no a él, y no puedo seguir CON ESTA FARSA!
-¿De qué querías que habláramos?
-Pues mira, tú has estado muy ausente últimamente, y yo no puedo seguir así. No puedo.
-¿Estás diciendo que quieres terminar conmigo?
El timbre. Demonios.
-¡Hola, Sora¿Cómo está mi hijo? – ¡Era Matt¡No! Y ahora, qué iba a hacer? No, los dos en el mismo lugar.
-¿Sora? – se acercó Tai a la puerta. Me quedé completamente pasmada sin poder decir nada, y antes de que Matt viese a Tai, me dio un beso sin que yo pudiese evitarlo. - ¿QUÉ DEMONIOS ESTÁ PASANDO AQUÍ?
-¿Eh?... ¿Quién es el, Sora? – Matt lo miró fríamente, y me miró dudando.
-Esto… yo… - me quedé sin palabras, con un nudo en la garganta.
-Si tú no me vas a contestar, le haré el interrogatorio a este. ¿Quién eres y por que besas a mi novia?
-¿A TU novia? Déjame decirte que yo no beso a nadie con quien no esté saliendo, y con ella estoy saliendo, idiota. Sora, dame una explicación¿Qué es todo esto, eh?
-Yo.. yo… - ¡no podía decir nada más! Tenías que arruinarlo, Matt.
-Exijo una explicación – me tomó Tai del brazo jalándome, después de eso me tiró al piso
-¡Qué te pasa¡Déjala¿Qué no ves que está embarazada? – Gritó Matt desesperado, acercándose rápidamente a nosotros con un tono de rabia.
-¡Y aparte embarazada! Entonces, mira, me engañas con un rubio, y aparte te embarazas¿A qué estas jugando, perra¡Pero bien que te acostabas conmigo! – me siguió jaloneando del brazo, incluso del cabello, yo con lágrimas en los ojos traté de defenderme.
-¡Tú eras el que jugaba conmigo! Salías con una tal Keiko a mis espaldas – Tai se quedó callado, y Matt sólo me miraba… con desprecio. Tai se levantó, y se fue alejando.
-¡Terminamos formalmente, perra! – me gritó Tai saliendo. Rompí en llanto.
Las cosas no debieron ser así.
-Ahora… soy yo quién debe saber – Matt no dejaba de verme con odio, su voz llena de resentimiento. Me lastimaba ese hecho, pero yo había sido la del error - ¿Por qué estabas jugando conmigo¿POR QUÉ? Si tú misma me dijiste que me amabas, estás esperando un hijo mío, me mostraste lealtad en todo momento y ahora me sales con estas estupideces.
-No, Matt, yo… ya no quería a Tai, no había tenido la oportunidad para romper con él, ya nunca lo veía. Entonces te conocí…
-No me salgas con eso ahora.
-Pero te lo juro. Yo en verdad te amo.
-¿Cómo creerte¡Además dijo que te acostabas con él!
-Pero eso es pasado, por favor, créeme, te amo a ti, a nadie más!
-Ya no puedo creer en ti.
-No, Matt enserio.
-Haz como puedas con tu hijo. Tu hijo es una mentira. Tú eres una mentira. Tu amor es una mentira. Todo el puto mundo es una mentira. Ojalá te paguen con la misma moneda. No quiero saber nada más de ti. Adiós. –
Se fue. Dejándome tirada en el suelo. No pensé que pudiera llegar a decirme cosas tan dolorosas, pero… lo entiendo, sí, completamente. Lo lastimé, soy una idiota, no merezco vivir.
Auch, esto dolió... uhmm T-T perdon, enserio por tardarme tanto ¬¬! Espero de una vez seguirlo más rápido,ok? Sigan comentando!
