FIESTA NAVIDEÑA

Por: ÁngelaMort

CAPITULO4: "UNA MARAVILLOSA CENA"

De repente sin más ni menos el provocador de las pesadillas de Atenea y los santos dorados, apareció junto a su ejército a la cena navideña. Julián, Hilda, Saori y Hades estaban sentados en la mesa principal, mientras que los espectros estaban compartiendo la mesa con sus eternos enemigos.

-¿Por qué tenemos que comer con estos esperpentos? -preguntó Máscara Mortal molesto.

-¡Oye, no nos digas así! -exclamó Ikki.

-No, ustedes no, idiota, los otros tarados.

-¡Ya te oí! –respondió Sigfried desde la otra mesa.

Máscara solo suspiró ante la poca inteligencia alrededor. Mientras en la mesa de los marinos.

-¿Y esos quiénes son? -preguntó Krishta.

-Esos... –decía furioso Kanon- son los espectros de Hades ¿Ven el cejudo de allá? –decía mientras señalaba a Radamanthys- pues ese es con el que peleé en el inframundo y después...

-Si, si, si ya nos contaste esa historia miles de veces... -interrumpió Bian.

Mientras en la mesa de Asgard.

-¿Esos son los famosos espectros de Hades? -preguntó Sigfried.

-Se ven raros –decía Mime.

-No los vean a los ojos, pueden ser muy peligrosos -decía Syd.

-Ya ven lo que paso por hacer eso con los caballeros de bronce -añadió Bud.

Mientras en la mesa de los dorados.

-Hades y sus estúpidas ideas -refunfuñó Radamanthys.

-Mira que tu tuviste la culpa –respondió Aiacos.

-Yo no fui el que le echo pegamento al mameluco de Hades -respondió el juez- ese fue Aiacos.

-¡Pero no se compara con lo que hiciste tú! -se defendió Aiacos.

-No pudo haber sido tan malo -comentó Orfeo.

-Le destruyó el mameluco.

-A cualquiera le pudo suceder –respondió el santo de la lira.

-¡Cuando lo traía puesto! -se defendió Garuda- no tiene perdón.

-Y por el golpe, ahora el señor de las tinieblas es todo caridad y le cambio el nombre de inframundo al de "A. M. O. R."-añadió Minos.

-¿A. M. O. R.? -preguntó Pharaoh de Esfinge- ¿"Asesinos Majaderos Ojetes y Rufianes"?

-No, "Amistosos Muñequitos Obedientes y Re lindos" –respondió- Y por eso quiso celebrar también estas fechas de amor y paz.

-Para que me moleste en preguntar -murmuró esfinge.

-¡Orfeo! Amigo, que milagrazo –dijo Dohko al ver a su compañero, el caballero de plata de Lyra.

-¡Dohko, Shion! –saludó el mencionado- Hola ¿Cómo han estado? Lucen tan... tan... jóvenes... pásenme la receta.

-Si, desde la última guerra santa no nos veíamos, ya sabes, solo come frutas, verduras, toma mucha agua y has ejercicio –le aconsejó el Patriarca.

Los caballeros dorados se quedaron viendo a Shion extrañados.

-¿Qué? -preguntó el patriarca al sentir las miradas de los demás.

-Esto me huele mal -comentó Camus.

-Yo no fui -respondió Shaka quien tenía los ojos cerrados y todavía sosteniendo su vasito de ponche.

Camus prefirió no responder.

Todos por el momento no le dieron mucha importancia a la presencia de los espectros de Hades, ellos se toman demasiado en serio aquella frase que dice "primero como, luego existo".

Después había acabado la cena y todos estaban regados por todos lados, unos por aquí, otros por allá y los demás por acuya, Máscara De Muerte seguía con la jarra de ponche.

-Oye Máscara, hip, ¿Me das un poquito? –decía un Mu bastante sonriente.

-No creo que sea buena idea -comentó Afrodita- míralo, es un milagro que se mantenga todavía en pie.

-¡Nah! Él esta así por el.. hip!... por el ambiente tan húmedo -contestó Milo.

-Oye Máscara, a mi no me has dado ponche -reclamó Aioros.

-No, ya no hay -respondió Cáncer.

-¡Mentiroso! -dijo Krishta quien estaba ahí cerca.

Mientras tanto...

-Radamanthys –decía Pandora mientras tenía los ojos cerrados.

-¿Si mi señora?

-Quiero ponche, tráeme un poco.

-Y yo un vaso de refresco... -dijo Aiacos.

-Y a mí un poco de botana –le siguió el juego Minos.

-Y a mi... -pero antes de que Thanatos dijera algo.

-¡Déjenme en paz! -respondió molesto Wyvern.

-¡Por eso nunca consigues novia! -gritó Aiacos.

Pero de la nada al ya mencionado le cayó un plato en la cara.

Mientras en otro lado...

-Nos volvemos a ver, rana... –dijo Camus con una mirada asesina a Frog.

-¡Gulp! ¿Me-me hablas a mi? –respondió temeroso.

Camus solo miro con una sonrisa malévola al espectro, este asustado solo retrocedió.

En el lugar del poche...

-¡Quítense! –llegó Radamanthys- ¡Tú, cangrejo, sírveme ponche!

-¿Perdón? –Preguntó molesto Máscara- ¡Tú no me hablas así que de por si me debes una, cejón!

-¡No tengo paciencia, así que haz lo que te digo!

-¡Obligame!

De repente el barullo es interrumpido por Frog quien veía todo congelado.

-Se... señor... rada... Radamanthys... -decía a titubeos el espectro.

-¿Y a tí que te pasó? -preguntó Rada sin darle importancia.

Mientras cerca de ahí.

-Maestro Camus, usted es increíble, eso de congelar sin el más mínimo remordimiento a esa cosa -decía Isaac emocionado quién aplaudía.

-¡Es verdad maestro! –respondió Hyoga quien también estaba de metiche ahí.

-Si señor maestro Camus –añadió Hagen- espero que me enseñe eso algún día.

Hyoga e Isaac miran raro a Hagen.

-¡El maestro Camus es MI maestro! –exclamó Hyoga- Soy el alumno oficial.

-¡Y yo soy su alumno consentido! –respondió Isaac.

-¡Claro que no! Yo soy su alumno preferido -dijo Hyoga.

-¿Ah si? Pues mira lo que puedo hacer –decía Hyoga- Ikki! Ven aquí!

Ikki se va acercando.

-¿Qué demonios quieres? –preguntó molesto Ikki- Si me sales con algúna tontería, yo…

-¡POLVO DE DIAMANTES! –Hyoga lanzó su ataque antes de que el fénix terminara de hablar.

-¿Ah si? Pues mira esto –dijo Isaac- ¡Bian y Eo, piensen rápido!

Isaac los congela.

-¿Cómo te quedo el ojo? -presumió Isaac.

-¿Ah si? Pues miren esto!- Hagen lanza un ken de fuego a Ikki, Bian, Eo y de paso a Kaysa que pasaba por ahí, así rostizandolos- ¡ja! ¡Cuatro en uno!

-Niños, ¿cuántas veces les he dicho que no congelen a las personas por andar presumiendo sus poderes? –dijo Camus a los tres.

-Muchas, maestre -dijeron al unísono.

-Maldita ave de rapiña, ya veras cuando te agarre –refunfuño Ikki todo lleno de hollín.

Mientras cerca de ahí.

-Huele a pollo rostizado –se burló Shaka divertido.

-¡Ya veras Barbie! -respondió Ikki desde donde estaba mientras que Shaka sonreía.

-Pero que susceptible es la gente –murmuró Shaka- será mejor que vaya a donde el ponche.

Shaka tranquilamente se levantó y no vio que alguien se cruzaba en su camino, provocando que chocaran

-¡Oye! ¡Fíjate por donde caminas! –exclamó Shaka molesto.

-¡Tú fíjate primero! –respondió Pandora quien abrió los ojos- Holaaaa, así si tuve la culpa.

-¿Qué? -preguntó confundido.

-No, nada... -dicho esto, la joven se fue de ahí.

Mientras en donde el ponche...

-Esta bien, esta bien, les daré del ponche especial pero deben seguir las instrucciones. –dijo Máscara mortal.

-¿De que hablas? -preguntó Radamanthys.

-Este ponche se debe de beber de un trago, si no se evapora y si eso pasa no les daré más.

-Lo que sea, crustáceo, pero dame ponche –Rada no tenía mucha paciencia.

Máscara le sirvió un poco a todos.

-Oye, sírveme... hip... le llevaré una a Shaka –pidió Mu, para después llegar a donde estaba Virgo- Amigo, te doy ponshe.

-Mu, no te ves bien.

-Es la húmedad, pero debes beberte el trago de un solo ponshe... hip.

-Mmhh... OK -Shaka se bebe el vaso completo y unos rubores vuelven a aparecer y al mismo tiempo se empieza a reír de nada- ¡Esto sabe shishistoso!

-¿Verdad que si?... hip! -dijo Sorrento quien apareció de repente.

-¿Tu eres Sorrento verdad? -preguntó Mu.

-Clarin, soy sirena... hip!... ¿Saben amigos? Los quiero musho.

Mientras tanto Camus discretamente se va alejando de sus tres dolores de cabeza y se dirige donde Shaka y los otros.

-¿Se encuentran bien? -preguntó Camus preocupado.

-Nosotros si... hip... -respondió Shaka con una sonrisa extraña.

Camus sin decir nada prefirió alejarse de ahí.

Mientras tanto…

-Tu, lagarto bigotón, ven y tráeme algo con que taparme –decía Ikki refunfuñando, medio congelado y medio carbonizado.

-Un por favor no estaría demás, además no me digas lagarto bigotón, cotorra -respondió Shiryu a su defensa.

-¿Pero que te pasó? –preguntó Shun.

-El idiota de Hyoga volvió a hacer de las suyas, pero ya me las pagará.

-¿Te debe algo? -preguntó Seiya.

-Cállate.

Mientras tanto, las deidades solo platicaban a gusto, claro, con tres botellas de champagne encima.

-¿Sabes?... hip! Esta es la mejor fiesta... hip! -decía Saori ya toda bien bebida.

-Por supuesto... hip! –decía Hilda quien miraba su copa- ¿Quién se tomo mi shampagne?

-Yo no... ó Hades quien discretamente se acercó a Hilda- ¿Preciosa, te gustaría salir con migo?

Mientras a lo lejos...

-¡Sigfried, te están poniendo los cuernos! -decía Alberich espantado.

-¿Qué? -preguntó Sigfried sin comprender.

-Uh no, eso duele –dijo Syd echándole más leña al fuego.

-Yo que tú, no la perdonaba -respondió Bud.

-Le sacaba sus cosas y la corría del castillo -añadió Mime.

-Ahora si podrías ser el caballero de Tauro -murmuró Phenril.

-¿De que hablan? -preguntó sin aun comprender.

-¡Voltea! -decía Thor quien señalaba a Hades quien estaba de mano larga con Hilda.

-¿PERO QUE DEMONIOS SIGNIFICA ESO? –dijo furioso Sigfried.

-Todas las mujeres son así, primero te utilizan y después te tiran como basura -decía un Alberich resignado.

-Es verdad -dijo metiendo más leña al fuego Syd- sino, solo mira a Hagen.

-¡Pero esto no se va a quedar así! –dijo Sigfried más que decidido.

-¿Y que piensas hacer? –preguntó Mime temeroso por la respuesta.

-¡Ahora me las pagara! Ya verá que caerá al infierno de donde vino -pero Sigfried antes de que diera el primer paso, tropezó y cayó de cara al piso.

-Así llegaras muy lejos Sigfried -murmuró Mime.

En otra parte, Tethys se acercó a Aioria y empezó a entablar una charla con este, ambos estaban muy entretenidos mientras que Marín los veía de lejos.

-¿Así que no coqueteaba con la cabellos de escoba verdad? Ya me colmó la paciencia ese gato sarnoso!

-¡Que resbalosa! –dijo Shaina- ¿Qué piensas hacer?

-Ya lo verás. -respondió.

Marín se va acercando a donde están los dioses guerreros.

-Hola -saludo amablemente.

-Hola ¿Tú quien eres? -preguntó extrañado Mime.

-Yo soy Marín, amazona de plata del águila pero eso no importa -dijo tranquilamente- ¿qué tal la fiesta?

-Pues te diré, con todo el respeto pero soportar a esos caballeros de Atenea, que horror -dijo Alberich.

-Ah, pues hablando de caballeros, ¿ven al chico que esta allá? –decía señalando a Aioria.

-¿Ese qué? -respondió Sigfried extrañado.

-Pues no les digan que yo les dije, pero ese gato anda hablando mal de ustedes los guerreros de Asgard, dice que son unos perdedores y que no eran tan guapos para conquistar chicas, por eso anda platicando con Tethys y se burla de que hades coquetee con Hilda y Flare prefiera a Hyoga que a Hagen.

-¿ESO DIJO?

-Así como lo oyen- respondió Marín con una sonrisa perversa- Yo que ustedes no me dejaba.

De repente el despapaye que se estaba armando en el lugar fue interrumpido por una luz resplandeciente.

-¿Sienten ahora eso? -preguntó Camus quien miraba la luz.

-¡Si! Sigo sintiendo un tremendo dolor de reumas –respondió Dohko.

-Yo ya no siento el hueco en el estomago –respondió Aioros.

-¡No empiecen! -respondió Camus molesto.

-¿Pero que es eso?.. hip! -preguntó Saori viendo hacia la luz.

-¿ASÍ QUE TODOS ESTABAN AQUÍ Y NO ME INVITARON, EH? -dijo una voz femenina y junto a esta tres sujetos extraños.

-¿Qué HACES ACÁ? -exclamo Saori al reconocer a la recién llegada.

-¿Artemisa? -preguntó Hades sorprendido.

-Si, soy yo... y traje conmigo a mis Ángeles, Thesseus, Odysseus e Ikarus.

-Oye... hip! Sailor Moon, saca tu satelite natural de aquí -exclamó Julián.

-De acuerdo –respondió Artemisa quien hizo desaparecer la luna y se dirigió a Saori- Hermana, luces tan... tan... tan... tan... ti misma… -al ver el horrible vestido.

-Hermana, tu igual ¿Qué te hiciste? -preguntó Saori.

-Estuve haciendo la dieta de la luna -respondió natural- aun que extrañamente solo vi mi luna adelgazar, bien raro.

-Bueno, bueno... hip! Como es navidad dejare que festejes con nosotros... hip! Miren, tus Ángeles pueden 'conbeber' con los demás... hip! -respondió Julián.

-¿Perdón? -preguntó Odysseus.

-Con esos no me junto -añadió Ikarus.

-Son tan proles –añadió Thesseus- capaz y se pega.

-Silencio y vayan con los demás, recuerden, no quiero problemas ¿De acuerdo? -regañó Artemisa.

Los tres ángeles sin remedio se dirigieron a donde estaban los guerreros de Asgard, las marinas de Poseidón, los espectros de Hades y los caballeros de Atenea.

CONTINUARÁ...