¿Recuerdan el examen que di? Bien pues, no solo jalé, sino que además éste capítulo lo escribí en la clase de hoy del mismo curso. Que puedo decir, ésta profesora me aburre demasiado. He tenido una semana estresante, así que tenemos mucho estrés para nuestro rubio favorito.

Por cierto muchas gracias a todos los que leyeron el capítulo anterior, y a todos los que estan dispuestos a leer éste. Y un agradecimiento especial a los que me enviaron reviews:

Shingryu Inazuma:¡A eso le llamo yo un review para dar entusiasmo! Muchas gracias por leer y no, no le he hecho nada a Kaiba, descuida. De echo, el está en una mejor situación que Joey. (Yo adoro a Kaiba, asi que no te preocupes) Por supuesto que lo voy a continuar, es mi primer fic despues de todo y le tengo cariño. ¡Gracias por tu review!

Lady-Amaltea: Jeje, si Joey va a extrañar a Kaiba. Y si quieres saber, en realidad no es que Kaiba haya desaparecido. De echo, ese es el corazón del fic. Y a mokuba lo veremos en el proximo capitulo. Sigue leyendo y gracias por tu review!

DarkKnight: Precisamente, Joey no esta muy in-character. Pero eso es lo que quiero practicar. De todos modos sigue leyendo y dime si lo logro. Y gracias por tu review.

Kaede Sakuragi: Que bueno que te haya interesado, tratare de esforzarme con la historia y he aquí otro capítulo, que espero que también te agrade. Gracias por tu review!

Ya hora si, let's get down to business.

Disclaimer: Yu gi Oh! Y todos sus personajes son propiedad de Kazuki Takahashi.

Oda a Mi Mejor Enemigo.

IIda Parte: De cuando Joey deseo no haber deseado nada.

Una semana era suficiente para olvidar muchas cosas, y luego de que una semana había pasado Joey 'casi' lograba olvidar. Casi.

Y no era que no tuviera ganas de olvidar todo lo que había pasado el día de su cumpleaños, al contrario. Tampoco era que tuviera tiempo de sobra para pensar en ello. Mas bien, si algo no había tenido esa semana era tiempo, pero por una excelente razón: Serenity estaba de visita y se quedaría por algunas semanas; Joey bailó de alegría al saberlo. Al parecer las deidades decidieron que ya lo habían hecho sufrir lo suficiente y decidieron hacer las pases. Aunque enviaron a su madre incluida en el paquete; pero tampoco era tan malo.

Pero la visita de Serenity había propiciado más sucesos extraños en su vida. Para empezar, su madre le había pedido que se tomara unas vacaciones del trabajo para cuidar de Serenity, (Para cuidarla de su padre, aunque no lo dijo en voz alta) lo cual tomó a Joey de sorpresa, porque él no sabía que su madre confiaba en él. Y además le dijo que lo recompensaría por el dinero que estaba perdiendo.

Luego la actitud de su padre también se hizo extraña. Al principio miraba a Serenity como si no pudiera creer que estuviera allí, mirándole nerviosamente y evitando su conversación. Y luego una mañana cuando Joey despertó y vio a su padre, casi ni lo reconoce, pegando un grito al creer que alguien se había metido a la casa cuando vio que era su padre; solo que afeitado, bien peinado y con ropa limpia y nueva.

Y lo mejor vino después, cuando el día anterior había visto a su padre y a su madre sentados en el mismo sillón. ¡Y conversando! Eran demasiados sucesos extraordinarios juntos.

Y Serenity. Había tenido la oportunidad de invitar a su hermana a una centena de lugares y de pasar mucho tiempo con ella. Claro que a veces Tristan les hacía mal tercio, pero eso no era lo importante.

Lo que si era muy, muy importante, era que Joey se daba cuenta que aunque tenía ganas de olvidar lo que había pasado y aunque no tenía tiempo para pensar en ello, Joey no podía olvidar. No podía olvidar su cumpleaños y lo horrible que fue porque se acordaba de Kaiba y de que tenía que disculparse con él. No se moría de ganas de hacerlo, pero no estaría tranquilo hasta entonces. Y no podía olvidarse de Kaiba porque el chico brillaba por su ausencia. Además rondaba por su cabeza aquella respuesta extraña que le dio Yugi.

'-Oye Yugi ¿No has visto a Kaiba?-

-¿eh¿Quién es Kaiba?-'

Y un día había querido practicar Duelo de Monstruos con su hermano, mas no pudo encontrar su Disco de Duelo por ningún lado. Joey realmente no sabía que pensar, pero eso, más el echo de que Kaiba no había asistido a clases toda la semana, más la nueva actitud de sus padres, tenía a Joey muy nervioso. Todo aquello le provocaba un muy mal presentimiento, aunque no podía entender la conexión entre todo eso, si es que había una conexión.

-¿En qué estás pesando Joey?- Joey volteó a ver quién le hablaba y era Tea.

-En Serenity, y en las cosas extrañas que están sucediendo en casa.-

Sus amigos se miraron entres sí. Últimamente habían momentos en los que Joey se quedaba mirando a la nada, pensando, y eso era muy raro en él.

Yugi miró a su amigo más de cerca. -Pero eso es bueno ¿no? Quiero decir todo por fin está marchando bien.-

-¡Sí, pero ayer mis padres, estaban conversando!. ¿Comprenden eso? Mis padres nunca conversan. Gritan, se pelean, pero no conversan. La verdad, no sé si alegrarme, o comenzar a correr porque el fin del mundo se acerca.-

-Joey no seas exagerado.-

-Tea tiene razón Joey. Además¿porque te estás preocupando de eso? Mejor preocúpate por decidir a dónde llevarás a Serenity el día de hoy.-

Eso hizo a Joey salir de su ensimismamiento para encender su alarma de hermano mayor. –Sí claro Tristan. Y si te lo digo, seguramente tu no te vas a aparecer por allí 'de casualidad' ¿verdad?-

-Bueno pues, si 'de casualidad' me encuentro por allí...-

-¡Tristan¡No te atrevas a acercarte a mi hermana!- Yugi y Tea rieron.

Ya casi terminaba el segundo descanso y ellos estaban regresando al salón. Fue entonces que Joey vio a la profesora de arte cruzando de un edificio a otro con unas cajas muy pesadas a cuestas. De inmediato se sintió culpable. La profesora no le había dicho nada sobre el estado en que quedó el almacén, y aunque el temblor seguramente explicaba las cosas...

-Oigan muchachos, adelántense al salón, yo los alcanzo luego.- Grito por encima del hombro echando a correr hacía la profesora. Yugi se sorprendió por el cambio. –¡Oye Joey a donde vas!- Gritó.

-¡A ayudarle a la profesora!- Respondió el rubio a lo lejos.

Y efectivamente, ellos vieron que Joey se acercaba a la profesora de arte. –Profesora¿no necesita ayuda con esas cajas?-

-¡Joey! Vaya, que sorpresa.- Y sí que estaba sorprendida. Ya no quedaban caballeros que se ofrecieron a ayudar a una dama. –Pues, la verdad, sí necesito un poco de ayuda.-

-No hay problema.- Joey tomo tres de las cuatro cajas que cargaba la profesora y la siguió. Cuando vio que iban al almacén de arte, Joey volvió a sentirse mal. Kaiba y él no debieron irse dejando el almacén en aquel desastre.

-¿Y cómo van las clases?- Pregunto la profesora tratando de hacer algo de charla.

-Pues, van bastante bien, mejor de lo que yo esperaba.- Contestó Joey sintiendo algo de vergüenza. –Ahhh... profesora... yo quería disculparme por lo que paso la semana pasada.- En vista que no podía disculparse con Kaiba.

La profesora lo miró confundida. -¿Lo que pasó la semana pasada¿Qué pasó la semana pasada?-

-La pelea que tuvimos Kaiba y yo.- Explicó Joey. ¿Sería que la profesora ya lo había olvidado? Si era así, hubiera sido mejor no recordárselo. –Quería disculparme por la pintura y por no haber podido terminar de ordenar el almacén. Es que de pronto hubo aquel temblor y fue tan fuerte que...-

-Joey.- Interrumpió la profesora, viéndose ahora total y completamente confundida. –De qué estas hablando, no entiendo nada de lo qué me dices.- Ya habían llegado frente a la puerta del almacén y la profesora procedió a abrirla.

Ahora era Joey el que estaba confundido, parecía que la profesora de verdad se había olvidado. -¿No recuerda que me castigó la semana pasada?- Entonces la puerta del almacén se abrió y Joey entendió perfectamente porque la profesora no lo entendía.

Boquiabierto miró el interior del salón sintiendo que las entrañas se le volvían de plomo. Éste era exactamente el mal presentimiento que había tenido. Por alguna razón comenzó a sentirse ansioso al ver que el almacén estaba distinto a cómo lo había dejado.

-¿Te castigué la semana pasada?-

Oh, por supuesto que el lugar estaba hecho un desastre; pero era el mismo desastre con él que Joey se había topado la primera vez que entró junto con Kaiba para cumplir su castigo. Todo lo que él había creído acomodar estaba fuera de sitio, no había huellas del temblor, ni siquiera las marcas de pintura en el suelo. De hecho, había un costal de arcilla a su derecha que pesaba cincuenta kilos, y que Joey muy a su pesar había tenido que pedir ayuda a Kaiba para moverlo a uno de los estantes, y ahora estaba de nuevo en su lugar original.

A Joey se le ocurrió pensar que el almacén estaba como si él nunca hubiera estado allí con Kaiba.

Como si nunca hubiera estado allí con Kaiba.

-Profesora.- La ansiedad comenzaba a llenarlo. De nuevo tenía ese extraño mal presentimiento, sólo que ésta vez lo sintió tan fuerte que amenazó con dejarlo sin aire. –Profesora¿cuándo fue la última vez que alguien ordenó éste lugar?-

Por supuesto la respuesta era, que la semana pasada, cuando los había castigado a los dos por pelearse en su clase. ¿Verdad? La profesora terminó de acomodar las cajas y volteó un poco avergonzada. –Bueno pues, nunca tenemos el tiempo para ordenarlo, el conserje siempre dice estar ocupado cuando le pido ayuda... creo que esto ya lleva así más de seis meses...-

-¿Seis meses? Pero Kaiba y yo... la semana pasada...-

-¿Kaiba¿Quién es Kaiba¿Qué pasó la semana pasada?- Esa pregunta de nuevo.

Joey abrió la boca, pero ningún sonido salió. Sólo que la profesora no lo tomó a mal ya que la campana escogió ese preciso momento para sonar.

-Oh, bueno, no importa.- Dijo la profesora. -Si hubiera sido algo grave yo me habría enterado ¿no? Gracias por ayudarme, será mejor que vayas a clases.-

Ahora Joey no tenía duda de qué algo muy extraño estaba sucediendo.

#´´´´´´#

-Lo sentimos pero el número que usted a marcado no existe.- Le decía la voz al otro lado del teléfono por décimo quinta vez. Joey verificó por décima sexta vez si ése era el número de la casa de Kaiba, y si era. O por lo menos eso le decía su agenda. Y no podía verificar en la guía telefónica, porque de todos modos el número no aparecía. Y cuando llamó a Kaiba Corp. le dijeron que no sabían de la existencia de ningún Seto o Mokuba Kaiba y que dejara de molestar.

-Jeje, me debo haber equivocado de número.- Se dijo a sí mismo notando que le temblaban las manos al voltear las hojas de su agenda. Debería estar en clases, pero había dicho que tenía una llamada urgente que hacer, y la secretaría le había permitido el teléfono.

La secretaría...

Joey levantó la cabeza y vio que doña secretaria estaba muy ocupada con una revista y rápido y sigiloso se acercó a la computadora en el escritorio. Seguramente, la secretaria tendría el número de Kaiba. No le costo mucho encontrar la base de datos, pero, adivinen que encontró.

No había ningún Seto Kaiba en la base de datos. No había ningún Seto Kaiba matriculado en la escuela.

Joey miró y miró la pantalla, casi esperando que el contenido cambiara cuando una mano se poso en su hombro.

-WAAAAA!-

-Joey calma.- Le dijo la secretaria preocupada. Pasando de inmediato a enojada. –¿Qué hacías en mi computador?-

-¿Yo? Nada, no estaba haciendo absolutamente nada.- Contestó moviendo los brazos algo frenéticamente. La secretaría le alzó una ceja. –A por cierto.- Dijo él, pensando que haría un último intento antes de decirle a sus amigos, aunque tuviera que esperar hasta el final de las clases para eso. –No sabe por qué Kaiba ha estado faltando a clases.-

-Mmm. ¿Kaiba? No recuerdo a ningún Kaiba¿De qué salón es Joey?-

#´´´´´´#

De acuerdo, Joey tenía que admitir que su concepto de 'extraño' había cambiado en los últimos tiempos. Es decir, antes, la idea de un chico de cabello tricolor que afirmará que el collar que llevaba al cuello, viniera con su propia espíritu milenario incluido, le hubiera parecido ridícula, pero como ahora eso era el pan de cada día para él, quedaban muy pocas cosas que a Joey le pudieran parecer extrañas.

Pero esto se salía de los límites.

-¿Cómo que no saben quién es Kaiba!- Gritaba Joey exasperado. Había esperado hasta la salida para hablar con sus amigos, pero ellos no lo estaban ayudando. -¡Kaiba¡Señor soy-superior-a-cualquiera-Kaiba¡El Kaiba que siempre se burla de nuestra amistad, el que me llama perro, el que tiene una fijación por las gabardinas, por los Dragones Ojiazules y que odia a Yugi porque es un pésimo perdedor!-

Pero sus amigos lo seguían viendo con las mismas expresiones perplejas del principio.

Joey comenzó a jalarse los cabellos. "¡Qué demonios está pasando aquí!" Sí alguien le hubiera dicho "¡Un ser maligno viene por nuestras cabezas!" Joey hubiera dicho "¿De nuevo?" Pero que sus amigos no se acordaran de Kaiba, que Yugi no se acordara de Kaiba...

-¡ARGH, por favor¡Estoy hablando de Kaiba aquí! Estuvo viniendo a la escuela la semana pasada! Organizó un torneo un torneo de Duelo de Monstruos al que fuimos!-

-¿Joey de que...?-

-¡No Me Preguntes De Que Estoy Hablando!-

Los amigos de Yugi se encogieron, preocupados y asustados. Joey estaba histérico, y ellos no sabían cómo calmarlo. Tea intentó acercársele.

-Joey, tranquilízate. Mira, razonemos esto ¿si?- Puso una mano tentativamente sobre el hombro de Joey que pareció calmarse un poco. Estaba respirando agitadamente y su cabello estaba despeinado.

Guardaron silencio por unos momentos, tratando de encontrar algo que explicara la situación, hasta que de pronto a Tristan se le ocurrió algo. –Oye Joey, cuando hablas de Kaiba¿Te refieres a Kaiba como en Kaiba Corporation?-

Joey sintió un coro de ángeles cantando. -¡Exacto!- ¡por fin! Joey pudo haber besado a Tristan por eso.

Ehhh... pensándolo bien...

-Si, es cierto.-Continuó Tristan tocándose la barbilla y esforzándose por recordar. –Ahora que lo recuerdo, leí en alguna parte que el dueño tenía un hijo como de nuestra edad.-

-¿eh?- ¿Hijo¿cómo que "un hijo como de nuestra edad"?

-¡A sí!- Exclamó Yugi golpeándose la palma de una mano con el puño de la otra. –¡Ya recuerdo! Él también juega Duelo de Monstruos ¿vedad Joey?-

Joey parpadeó. –Bueno sí, pero...- Pero Yugi no lo dejó terminar, porque de inmediato se volteó hacía la única chica del grupo.

-Tea¿tienes tu revista? La que me mostraste ayer.-

Tea también parpadeó sorprendida, pero rápidamente puso las manos en su mochila para sacar una de esas revistas de adolescentes. -¿Te refieres a ésta Yugi?-

-Aja.- Todos se juntaron alrededor de Yugi mientras éste pasaba las páginas, buscando un artículo, hasta que finalmente se detuvo en una de las páginas centrales. –Sabía que había escuchado el nombre de Kaiba en algún lado.- Dijo triunfalmente.

Cuando Joey vio la fotografía y leyó el encabezado el alma se le fue al suelo. –Noah Kaiba.- Comenzó a leer Yugi. –Hijo de Gozaburo Kaiba y heredero de la poderosa Kaiba Corporation ganó el campeonato interregional de Duelo de Monstruos. Su padre Gozaburo Kaiba...- Pero Joey no escuchó más allá de eso.

¿Alguna vez han sentido que les quitan el suelo de debajo de los pies? Porque eso era lo que Joey estaba sintiendo.

No había sido el mejor amigo de Seto Kaiba, y Seto Kaiba no era su persona favorita, se llevaban mal, muy mal. Joey lo detestaba, detestaba su actitud, los nombres que le ponía, pero nunca había deseado que el tipo desapareciera. Era extraño, se sentía anormal y además Kaiba no solo era el equivalente a malas noticias. También había creado aquel Disco de Duelos y muchos otros juegos que a Joey le habían gustado y gracias a las muchas veces que habían peleado Joey había mejorado enormemente su técnica. Kaiba avivaba su deseo de mejorar, era como un constante recordatorio de que no podía echarse a dormir en sus laureles si quería llegar a alguna parte y conseguir el éxito.

Pero entonces mientras estaba pensando todas esas cosas recordó algo...

'Parecía que Kaiba tenía ganas de tirársele encima y ahorcarlo. -No juegues conmigo Wheeler.-

-Pues entonces LARGATE si quieres. No, es más, LARGATE de plano, porque yo ¡no te soporto¡Es mas¡desearía que desaparecieras de la faz de la tierra!- '

¡Oh por Dios¿Acaso era su culpa¡Pero no era posible¡De todas las cosas que Joey había pedido en su vida ¿por qué justo las deidades escucharían 'esa' petición!

Miró de nuevo el artículo que Yugi leía y vio la foto impresa. Había que reconocer que el chico en la foto tenía un enorme parecido con el Kaiba que él conocía, excepto que el cabello era verde, las facciones algo diferentes y la pose de niño mimado era más notoria.

Y entonces la verdad le cayó encima como una tracalada de ladrillos golpeándolo dolorosamente en la cabeza. Kaiba de verdad había desaparecido de la faz de la tierra. ¡Kaiba DE VERDAD había desaparecido de la faz de la tierra¡Por eso nadie lo recordaba¡Por eso su Disco de Duelos había desaparecido¡Y Noah y el padre de Noah estaban en su lugar¿Y Mokuba¿Dónde estaba Mokuba?

-¡Cielos Joey no sabía que lo conocías¡Eso es excelente!- Exclamó Tea trayéndose abajo a Joey de un tirón, de vuelta a la tierra donde aterrizó dolorosamente.

-¿eh¿Por-por qué lo dices?- ¡Dios! Estaba tartamudeando. ¿Pero quién en su lugar no estaría un poco asustado? Sólo un poco asustado. Y ahora que lo pensaba¿Por qué solo él recordaba a Kaiba?

-¿Cómo que por qué!- Preguntó Tristan viendo a Joey como preguntándose por su salud mental. -¿Qué acaso no escuchas las noticias? La compañía Kaiba es muy peligrosa Joey.-

-Es cierto.- Acotó Yugi con expresión avergonzada. –No es que quiera sonar convenenciero pero tal y como están las cosas en otros países, su ayuda podría ser útil en el futuro.-

A Joey le costó digerir lo que estaba escuchando. Primero porque acababa de recordar que antes que Kaiba tomara el mando de la compañía, ésta se dedicaba a fabricar armamento de guerra. Segundo porque lo que Yugi acababa de decir significaba que estaba dispuesto a asociarse a alguien solo para obtener el beneficio de su protección lo cual era totalmente anti-Yugi.

"Un momento... el tal Gozaburo tenía un plan para adueñarse del mundo la última vez que lo vi..."

De pronto todo tenía una explicación para él.

"¡Pero por supuesto, eso es!" –Oigan muchachos, acabo de recordar que le tengo que comprar algo a Serenity, y se está haciendo tarde, me tengo que ir. Adiós, nos vemos mañana.- Y se dio la vuelta y se alejó corriendo haciendo un gesto de despedida por encima del hombro.

Sus amigos observaron la abrupta partida de su amigo, tan sorprendidos que no atinaron a decirle nada.

-¿Qué le sucede a Joey?- Se pregunto Tristan en voz alta totalmente anonadado.

-No lo sé.- Dijo Tea. –Pero debe de ser grave.-

-Pero si le pasara algo grave, Joey nos lo diría ¿no?- O por lo menos él lo sabría, Joey le contaba absolutamente todo a Tristan.

Yugi también estaba preocupado. –Tal vez sea algo mucho más que grave.-

#´´´´´´#

La razón por la que Joey había salido corriendo hacía Corp, era porque, entre otras cosas Joey Wheeler era una persona impulsiva. El no quería pensar que era el culpable de que Kaiba hubiera desaparecido sin dejar siquiera el rastro de su recuerdo. Una persona simplemente no desaparece en la nada porque simplemente ¿quien tendría el poder para hacer algo así? No podían haber sido sus palabras, porque entonces ¿por qué no cumplían las otras cosas que pedía? Además el no lo había deseado de corazón. Detestaba a Kaiba, pero el tipo también tenía cosas buenas. Su hermano era una de ellas. La relación que Kaiba tenía con Mokuba tenía mucho parecido a la que él mismo tenía con Serenity y ese era uno de los puntos que admiraba en Kaiba. Uno de los muy pocos puntos que admiraba en Kaiba.

El caso es que, por alguna razón, el era el único que recordaba a Kaiba y aunque la idea no era de su agrado, tenía que buscar que había sido de su vida. Así que tenía dos motivos para ir a Kaiba Corp. Ver con sus propios ojos a Noah Kaiba, y tratar de averiguar que demonios había sucedido. Luego tenía que encontrar a Mokuba y saber si estaba bien.

Joey casi esperaba llegar a Kaiba Corp para encontrarse con el ojiazul y había que decir, que aunque Kaiba lo echara a patadas, Joey estaría feliz de verlo.

Lo malo era, y Joey no lo sabía, es que se iba a arrepentir y mucho de haber seguido aquel impulso.

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Notas de Autor:

Y si están interesados en seguir la historia, en el siguiente capítulo veremos la brillante teoría de Joey con respecto a la desaparición de Kaiba y encontraremos a Mokuba. Y si la pregunta es ¿Dónde está Kaiba? La respuesta es: lo verán en el capítulo que sigue al siguiente.