¡Vaya, por fin he podido escribirlo! Me he demorado exactamente... cinco horas para escribir esto. ¿por qué siempre lo tengo que hacer a la apurada? Es un poco frustrante no poder dedicarle más tiempo a esto de la escritura. Si pudiera, revisaría y revisaría esto hasta que quedara sin un solo error, con más emoción, mejor escrito...

Pero bueno, no vale de nada llorar.

Por otro lado, tengo algo que decir que seguro deben haber notado. He cometido un terrible error de lógica. En el capítulo anterior hice a Joey asumir basado en nada, que Kaiba era el único que había desaparecido. He tratado de arreglarlo pero...

No puedo cambiar lo escrito, pero prometo solemnemente que tendré más cuidado.

Por eso, dobles agradecimientos a todos los que leyeron el capítulo anterior y triples agradecimientos para todos los que han leído éste capítulo.

Agradecimientos especiales para:

Kaede Sakuragi: Que bueno que te gustara el capítulo anterior. Y lo digo de verdad, me alegra que te gustara. Y ¿verdad que son buenas mis técnicas de Marketing? Gracias por leer!

AGUILA FANEL: Jajaja! ¡Perro sin dueño! Esa si que es buena. Menos mal que Joey no lee los reviews, jajaja! Y no sientas pena por el... aún, porque todavía le falta un trecho de viaje en el largo camino de la culpa... Ja! Gracias por leer!

darky2306: Hey! You liked it? Thanks a lot! And by the way, how is that you read the story if it's written in spanish? You must be very well versed in panish then. I like kaiba a lot, because he is such a not-nice character. Still I like Joey too, and for now i'm focusing more in him, for now... Thanks for reading, and here is another chapter!

Senshi Hisaki Raiden: Te deje intrigada? Muy bien! Eso significa que estoy cumpliendo con mi objetivo. De verdad piensas que no estoy escribiendo tan mal a Jounouchi? Eso es un alivio. Estoy intentando (con énfasis en intentado) hacer de esto una historia interesante, pero de todos modos, creo que vas a poder leer tranquila. Ha, y muchas gracias por leer!

Shingryu Inazuma: Whoa! Tu si que eres una super fan de Kaiba. Pero no en serio, no te preocupes, el esta bien... o no tanto (jejeje). Ya lo veras la próxima semana. Porque sí, la idea era hacer actualizaciones cada semana, pero tengo que esperar a tener una tarde o una mañana libre para sentarme frente a la computadora, y eso ocurre muy rara vez. Pero como no quiero que mueras, tratare de apresurarme. No, en serio, gracias por leer y por tu comentario, de verdad que me ha dado mas ganas de escribir!

Sabrina: Oh, que buena que te gusta la historia! Y ya ves no me demoré tanto. Pero con tantos animos que me dan, voy a tratar de demorarme menos

Marisa: Nah, no le hecho nada muy malo a Kaiba. El que la va a pasar negra es Joey Pero no desesperes, todo se resolverá muy pronto. Estoy contenta de que te guste la historia. Muchas gracias por leer!

Lady Amaltea: Er, creo que me vas a matar por éste capitulo, porque la verdad que no resuelvo nada aun, pero no te preocupes, solo una semana mas para satisfacer tu curiosidad. Pero lo cierto es que estoy muy feliz de haber picado tanto tu curiosidad. Y... creo saber cual es tu teoría sobre porque solo Joey recuerda a Kaiba, pero no puedo decir si estas en los cierto o no. (Soy mala verdad?) ¡Gracias por leer!

DarkNight: Ja, pues no! Si tenia esperanzas de que siguieras leyendo. Lo que si no esperaba es que me dejaras otro review. De verdad crees que mejoro en mi caracterización? Espero que mi historia te siga gustando. Y muchas gracias por leer.

Rei Dark Angel: No hay problema, lo continuare tan pronto como pueda. Me alegra mucho que te haya gustado tanto, solo espero que te siga gustando. ¡Gracias por leer!

Y ahora si, on with the show!

Disclaimer: Yu gi Oh! Y todos sus personajes son propiedad de Kazuki Takahashi.

Oda a Mi Mejor Enemigo.

IIIra Parte: De cuando la vida de Joey se fue por la borda.

Una persona simplemente no desaparece en la nada. Una persona simplemente no se va sin dejar su recuerdo siquiera, y las cosas en el mundo no cambian de un día para el otro haciendo parecer que esa persona jamás existió. Era como para cuestionar tu propia cordura cuando descubres que no sólo la gente de la escuela te estaba mintiendo diciéndote que no se acordaban de una persona con la que habías hablado apenas una semana atrás; sino que de verdad, ésta persona ha desaparecido y es más, es como si nunca hubiese existido.

Joey solo había estado una única y solitaria vez en el edificio de Kaiba y eso había sido por invitación de Mokuba. Incluso Mokuba les había dado su número telefónico para que lo buscaran si lo necesitaban y les había dicho en donde podían buscarlo en la empresa si era necesario. Pues bien, ahora era necesario. Pero el edificio de Kaiba ya no era el edificio de Kaiba. Mas bien el lugar parecía la Casa Blanca o el Pentágono o hasta una base militar si se tomaba en cuenta la cantidad de resguardo en la entrada. Era un poco obvio que allí no se dedicaban a fabricar Discos de Duelo o videojuegos; a menos que te imaginaras a Gozaburo Kaiba "jugando" a la guerra como si fuera Star Craft, con la única diferencia que los tanques eran reales y... también las muertes eran reales.

Así como también era muy obvio que no iba a encontrar allí adentro ni a Kaiba ni a Mokuba.

Y por primera vez veía a Kaiba bajo una luz diferente ¿saben? El que Kaiba hubiera transformado tan horroroso lugar como era el Kaiba Corp en el que estaba parado, en un lugar donde se fabricaran juegos, era definitivamente algo bueno.

Su pregunta de qué había pasado, sin embargo, estuvo resuelta desde el mismo momento en que Joey fue capaz de aceptar que todas aquellas rarezas estaban ocurriendo de verdad. Era muy obvio. La última vez que había visto a Noah Kaiba y a su padre, éste último tenía un maléfico plan para adueñarse del mundo y el único obstáculo que se interponía era Seto Kaiba. Entonces, si Kaiba no estaba y Noah y su padre sí, era porque de alguna manera ellos habían logrado sacar a Kaiba del camino, y a Mokuba de pasada, porque el chibi era el mejor aliado de Kaiba. Aunque no estaba seguro en decir que habían sido 'ellos'. Tal vez sólo había sido el padre de Noah, ya que Noah llegó a arrepentirse de sus maldades y a pedir perdón.

¿Pero qué habían hecho exactamente con Kaiba? ¿Y que había sido de Mokuba, dónde estaban ellos? Porque una cosa era que todo el mundo se hubiera olvidado repentinamente de Kaiba y otra muy diferente que simplemente se vaporizara en el aire. Él tenía que estar en algún lado. ¿Y cómo diablos habían logrado que todos se olvidaran de Kaiba? Porque eso era difícil. Kaiba era famoso, pero ni su club de fans en la escuela lo recordaba (y Joey había preguntado). ¿Y por qué sólo él, de entre todas las personas lo recordaba? ¿Y dónde estaba Mokuba? (Porque seguramente él no había pasado el mismo destino de su hermano, ¿verdad?)

Argh! Preguntas, preguntas! Y lo que Joey necesitaba eran respuestas. Nadie le estaba pidiendo que se pusiera la capa de héroe, pero él era el único que sabía de Kaiba y al parecer también era el único que recordaba el episodio con Noah y que su padre estaba planeando adueñarse del mundo para convertirlo en su propia versión virtual, donde él sería el amo y señor.

Ahora bien, Joey era impulsivo, pero no tonto. Aunque Kaiba no estaría de acuerdo con eso, no se necesitaba un Einstein para darse cuenta de lo peligroso que era entrar a aquel edificio. Que tal si Noah o su padre lo veían. Tal vez ellos pensaban que Joey no recordaba tampoco. Y quedaba la posibilidad de que Noah estuviera de su lado, y que mejor lugar para buscar respuestas. Solo que ¿Cómo iba a entrar a un lugar tan bien resguardado sin verse sospechoso?

-¿Un trabajo de investigación escolar?- Repitió la secretaria que estaba frente a Joey, una mujer de unos cuarenta años, alzando una ceja elegantemente, como para dejar bien en claro junto con su tono de voz que Joey no era bienvenido.

Éste se tocó la parte de atrás de la cabeza nerviosamente. –Jajaja, sí. Es increíble ¿verdad? Los maestros ya no nos enseñan nada, sólo nos dejan trabajos de investigación y luego nos ponen la nota...- Lo del trabajo de investigación era la primer idea creíble que se le había ocurrido, o eso pensaba él, porque todos los guardias le habían alzado una ceja al escuchar su excusa aunque lo dejaron pasar después.

La secretaria frunció el ceño. -¿Y viniste hasta aquí, una fábrica de armamento, sin tener una cita previa, sin tener un asunto importante que tratar, sin tener siquiera un documento de identidad, sólo para completar un trabajo de investigación?-

-Pues... sí.- Respondió tímidamente y la secretaria frunció más el ceño. Pensando rápido Joey continuó. –Ya sabe como es cuando uno quiere conseguir las calificaciones más altas, no encontré nada en los libros y...- Si claro como si los hubiera tocado siquiera. –el Internet, ya sabe cómo es, se dicen tantas cosas que...- Y parece que con eso había tocado un nervio sensible.

-Muy cierto, muy, muy cierto.- Dijo la secretaria sacudiendo la cabeza. –Eso del Internet...- La palabra Internet la dijo con sumo desagrado. –...es una reverenda tontería. Cuando yo empecé a trabajar como secretaria todo era más ordenado. Uno enviaba una carta, lacrada y sellada y nadie podía meter la nariz en los asuntos de los demás. ¿Ahora? Eso de los correos electrónicos es una porquería, hasta mi nieto de diez años se anda leyendo la correspondencia de los demás; con eso de que es un jamer... jaber...-

-¿Hacker?-

-Eso. ¡Y uno puede leer prácticamente cualquier cosa en el Internet! Todos esos rumores del señor Kaiba que andan por ahí...- ¡Aja! –Las cosas horribles que se dicen, cuando el señor Kaiba no es más que una persona interesada en el progreso y en el futuro de las naciones...-

Joey resistió hacer un gesto desagradable. Al borrar las memorias de la existencia de Kaiba, ¿Con que demonios había llenado el lunático de Gozaburo los espacios en blanco? -¿Lo ve?- Joey interrumpió antes que la señora se dejara llevar. –Uno no puede confiar en la información que anda por ahí...-

La secretaria parecía haber cambiado su actitud hacia él. –Por supuesto, tienes razón errr...-

-Joey. Joey Wheeler.- Joey le ofreció su sonrisa más carismática.

-Tienes razón Joey.- Continuó ella y todavía mejor, le estaba sonriendo. –Y me alegra mucho que todavía queden jovencitos cómo tú tan dedicados a sus estudios.- Joey se felicito mentalmente. "Ja! No hay duda de que soy el mejor" Definitivamente, o se metía de actor o de detective. –Creo que puedo prestarte un par de cosas que podrán ayudarte.- Entonces la secretaria volteó y llamó a una chica más joven que no se hallaba muy lejos. -¡Oye, Alice. Cúbreme por un momento!- Le llamó y se levantó de su silla mientras la chica se acercaba.

-Tu ven conmigo.- Le dijo a Joey mientras le colocaba una etiqueta en la ropa que decía "Visitante". Luego lo guío por unos corredores que Joey trató de memorizar aunque el lugar era enorme. La verdad, Joey no sabía que más hacer. Ya estaba dentro, pero no tenía idea que es lo que tenía que hacer a continuación. ¿Buscar a Noah talvez? O talvez lo mejor sería seguir a... uhm...

-Disculpe, no me ha dicho su nombre.- La secretaria le sonrió volteando por encima del hombro.

-Ah, pero que joven tan educado. Soy la señora Norick. Y parece que ya llegamos.- La Sra. Norick se había detenido frente a una puerta en un corredor vació. Todavía estaban en el primer piso, pero habían caminado bastante. –Ésta es una pequeña biblioteca particular que tenemos en la empresa.- Explicó ella abriendo la puerta. –Por supuesto, no se compara a la que tiene el señor Kaiba en su oficina, pero es muy útil sobretodo para los asuntos legales. Pero también tenemos algunas publicaciones hechas por la empresa para el personal interno que estoy segura te serán muy útiles.- La habitación no era muy grande y sus paredes estaban cubiertos de libreros con algunos escritorios en el medio. Joey se sentó en uno mientras la Sra. Norick merodeaba por entre los libros musitando para sí, buscando entre los libros los indicados para Joey. Mientras tanto la mente del rubio viajaba a velocidades vertiginosas. Era un poco inevitable sentir que estaba perdiendo el tiempo. ¿Qué tal si Kaiba estaba atrapado en un mundo virtual, cómo la última vez? ¿Qué tal si estaba allí mismo en la empresa, siendo prisionero de su padrastro?

Tal vez los pensamientos de Joey sí tenían algún poder, porque mientras pensaba en eso, la puerta se abrió y al ver quien era Joey pegó un gritó. –WAAA! ¡Noah y el Lunático!-

Gozaburo Kaiba y su hijo miraron a Joey obviamente preguntándose quién era la sabandija y qué estaba haciendo allí, cuando la secretaria apareció para salvar el día.

-¡Ah, señor Kaiba, joven Kaiba!- Saludo ella sonriente. –Que suerte que hayan bajado. Este es Joey Wheeler, que ha venido hasta aquí para recolectar datos para un proyecto escolar. ¿No le parece que es un joven dedicado?-

-Sí, claro.- Respondió Gozaburo que tenía una mano sobre el hombro de su hijo. Ambos miraron con desprecio y desdén la figura del rubio y luego ambos y al mismo tiempo voltearon hacía la secretaria, como si estuvieran demasiado ocupados para preocuparse por pequeñeces cómo Joey y los motivos de su presencia. –Miriam.- Habló Gozaburo. –Ya que estás aquí, quiero que busques algunos libros para mi hijo.-

-Oh por supuesto Señor Kaiba.- Respondió ella, dándole apresuradamente los libros que le había buscado a Joey. –Dígame en que puedo servirle joven Kaiba.- Gozaburo envió a su hijo hacía la Sra. Norick con una palmada en el hombro y luego mientras éste le hablaba a la secretaria y se sentaba, en un escritorio bien alejado del de Joey por cierto, se dio la media vuelta y salió sin dirigirle siquiera una mirada a Joey.

Joey quedó... desconcertado. Y eso que el creía que nada más podría sorprenderlo. Es decir, no esperaba un comité de bienvenida, pero tampoco esa completa, total y absoluta indiferencia. ¿Qué ahora le iban a decir que ni Gozaburo ni Noah lo recordaban a él? O tal vez estaban muy seguros que Joey no sabía nada. ¿Y Noah, estaba del lado de su padre? ¿Y cómo habían logrado salir Gozaburo y Noah del mundo virtual, y con sus propios cuerpos? O tal vez... Joey recordaba que Mokuba en el viaje de regreso del mundo virtual, había mencionado algo sobre unos androides...

-Bueno, yo tengo que volver a trabajar.- Dijo en voz alta la secretaria. Dejando a Noah con sus libros. –Pero volveré en una media hora Joey. Si encuentras algo que te interese en esos libros, me lo dices y podrás sacar copias.-

-Si gracias.- Respondió Joey algo ausente, revisando por primera vez lo que la Sra. Norick le había dado. "Leasnig", "La nueva Historia de las Naciones" "Gozaburo kaiba, una luz en la Oscuridad", "Un paso hacía el desarrollo" y "Biografía de Gozaburo Kaiba" Todas, incluso la biografía, escrito por el mismísimo Gozaburo Kaiba. ¿Qué diablos era toda esa basura?

¿Y cómo había Gozaburo escrito todo eso en menos de una semana? Aunque las fechas en los libros eran de uno o dos años atrás, pero eso obviamente era falso.

Miró a Noah trabajar ignorándolo olímpicamente y pensó que tal vez podría acercársele y tantear el terreno a ver si tenía en el un aliado o no.

-Así que tu eres el hijo de Gozaburo Kaiba.- Comentó casualmente cruzando rápidamente la distancia entre los escritorios, todavía con un libro en la mano.

Noah levantó la cabeza con molestia. El parecido con Kaiba era increíble... –Mira, no sé cómo lograste entrar, pero si no quieres que te eche a patadas, no me hables.-

-Vaya, que carácter.- Lo peor era que Noah no le había dirigido ni una mirada de reconocimiento. Joey trató de pensar en algo más que decir, mientras le echaba una mirada a los libros de Noah, que solo eran aburridas cosas de matemáticas. Sólo que sus manos de mantequilla le dieron un mal golpe al libro que para su mala suerte era muy viejo y estaba deshojado y las hojas se desparramaron por todos lados para el enojo de Noah, que gruñendo se levantó enojado dándole un golpe a la mesa. -¡Suficiente! ¡Te vas!-

A Joey no se le movió ni un cabello ante el grito de Noah. Francamente el chico más parecía un niño mimado que otra cosa. –Oye tranquilo. Yo lo recogeré, ¿de acuerdo?- Joey reunió todas las hojas desordenadamente en el empaste, solo para que Noah se lo quitara de un jalón de las manos. –Espera, yo lo ordenaré.- Se quejó Joey quitándole el libro a Noah de otro jalón, olvidando que supuestamente Noah era una persona importante. Pero algo increíble ocurrió al quitarle el libro a Noah. Una de las hojas del libro le hicieron a Noah un corte muy pequeño en el dedo con el pequeño detalle que no salió ni una gota de sangre. Joey no pudo evitar notar esto, ni el echo de que más bien parecía haber una quemadora en el papel, cómo cuando uno mete un papel a un enchufe y salta una pequeña chispa.

Joey abrió la boca impresionado. Descartando el libro deshojado, tomó el dedo índice de Noah y llevándolo a la altura de sus ojos, examinándolo más detenidamente, notando que parecía y se sentía como piel real, excepto que con ese corte era un poco obvio que había circuitos debajo. Entonces si se trataba de un androide...

Un ruido repentino le recordó a Joey que Noah también estaba allí y mirándolo con una expresión... ¿asustada? No, definitivamente enojada y furiosa. Sin decir una palabra Noah empujó, con una fuerza que definitivamente no era natural, a Joey hasta hacer golpear su espalda con una mesa. -¡Ow! ¡oye, qué te pasa!- Pero igual sin decir una palabra Noah salió corriendo de la habitación y cerrándola con llave... por fuera.

-¿Pero que...?- Sintiendo algo de miedo se levantó rápidamente, corrió hacia la puerta y probó la manija. Estaba inevitablemente cerrada. -¡No puede ser!- Comenzó a mover la manija desesperadamente, pataleando con ella, jalándola y volteándola con todas sus fuerzas. Finalmente ya desesperado le dio una enorme patada a la puerta sintiendo al hacerlo un ligero 'click'.

Al parecer no estaba tan de mala suerte. Cogió uno de los libros y luego abrió la puerta para poder salir corriendo. Lo mejor era no quedarse allí ni un momento más. Probablemente Kaiba no estaría en el edificio y al parecer no podría contar con que Noah lo ayudara.

Salió corriendo de la habitación y siguió corriendo a lo largo de todo el pasillo, donde afortunadamente no había nadie. Sólo logró dar la vuelta a la esquina cuando sintió la explosión. El ruido fue ensordecedor, y las ondas de choque llegaron hasta Joey que cayó al suelo al mismo tiempo que escuchaba los gritos desesperados de las personas a su alrededor. Incluso algunos trozos de concreto le cayeron encima a Joey. El brillo del fuego iluminó el rostro de Joey. Al levantar la cabeza vio que no quedaban más que las columnas y trozos de pared de la habitación de la que acababa de salir.

¡Por Dios! ¿No era eso un poco drástico? ¡El había estado en esa habitación minutos atrás! ¡Pudo haber muerto! Que seguramente era la intención de Noah.

Vio acercarse a la secretaria Miriam y abrió los ojos enormemente. No por ella, sino por el escuadrón de hombres armados que venían detrás de ella y por Noah que venía con ellos viéndolo sorprendido al principio y luego gritando –¡Él es culpable! ¡Arréstenlo!-

"¡No, esto no me puede estar pasando!" Si antes tenía miedo, ahora sentía pánico. Pero no había tiempo para ponerse a pensar en si eso estaba pasando o no. Esos guardias se veían muy reales y no había otra opción más que levantarse del suelo como pudiera, y correr.

#´´´´´´#

-Gracias Yugi.- Joey recibió el pequeño tazón de sopa que le ofrecía su amigo con infinita gratitud. Era casi imposible pensar que no había comido nada desde el desayuno y ya casi anochecía.

Joey había querido ir a casa, pero ¿qué iba a decir? "Hola papá, ¿qué hay de cenar? A por cierto si tocan el timbre y preguntan por mi, diles que no estoy. No, es sólo que la policía me busca por hacer volar un edificio, no te preocupes." Si claro. Así que había ido con Yugi.

Al principio Yugi se había sorprendido de ver a Joey en su puerta. Todavía con la ropa del uniforme y con ésta rasgada y sucia. Daba la impresión que a Joey le había pasado un camión por encima. Después de que tomara una ducha y de prestarle ropa, Joey le había explicado que no podía quedarse mucho y que necesitaba su ayuda y luego le había contado, tooodo lo que había ocurrido y pues, Yugi estaba teniendo problemas en digerir todo lo que Joey le había dicho.

Se sentó en el sillón frente a Joey todavía pestañeando con la cabeza en las nubes y Joey dejó de comer, o mejor dicho de engullir, su plato de sopa para mirarlo. –No me crees ¿verdad Yugi?-

-¿eh?- Yugi volvió de donde sea que hubiera estado su cabeza y miró a su amigo. Cuando vio su rostro triste trató de sonreírle. –No. Por supuesto que te creo Joey. Con todas las cosas extrañas que nos han pasado antes...-

-Pero ésta se lleva el premio ¿no?-

Yugi sonrió más ampliamente. –No pienso que estés loco si eso es lo que crees.-

Joey se sintió muy poco aliviado. –Es que yo estoy empezando a creer que estoy loco. O que estoy metiendo con algo muy grande para mi. ¡Mira nada más, la policía me está buscando! ¿Puedes creerlo?- Ellos habían visto hacía un momento un aviso por la televisión donde se hablaba de Joey y donde decían que la policía lo buscaba por implantar una bomba en el edificio de Kaiba Corp. -¡Ni en mis peores pesadillas me hubiera imaginado algo así!- Suspiró desanimado.

-En realidad Joey, eso es lo que me preocupa. La policía te está buscando y...-

-Ni siquiera lo pienses Yugi! Yo no hice nada, ya te lo dije; pero si dejo que me atrapen probablemente ni siquiera viva para contarlo. ¡Tu no conoces a Noah Kaiba! ¡Planeaba hacerme volar en pedazos sólo porque lo vi cortarse el dedo!-

Yugi se mordió el labio nervioso. Cierto, aquel tipo Noah, era bien sabido era una persona peligroso. Pero era como si Joey no lo supiera. –Joey, no sé que hacer. No sé cómo ayudarte.- Dijo en un tono lastimero.

-Yo tampoco sé que hacer. Y jamás pensé que diría esto, pero desearía que Kaiba volviera.- Ambos se sentaron allí en silencio por un momento. Joey bastante drenado por todo. Incluso la sensación de estar en la Dimensión Desconocida comenzaba a desvanecerse. ¿En qué se había ido a meter? ¡Nunca debió de haber ido al edificio de Kaiba! ¿Y qué ocurriría si simplemente dejaba las cosas como estaban y seguía con su vida?

-Ahora que recuerdo, Yugi. Tu no recuerdas a Kaiba, pero ¿Recuerdas a Mokuba?-

-¿A quién?-

-No, veo que tampoco lo recuerdas.- Dijo Joey de nuevo abatido.

Pero Yugi parecía estar reflexionando mucho sobre algo. –Es que es muy extraño, ¿no Joey?- Joey lo miró confundido. –Es decir, yo he sabido de la existencia de Kaiba Corp. y de Gozaburo Kaiba toda mi vida. Incluso lo vi en las noticias la semana pasada.-

-Lo único que se me ocurre, es que de alguna manera Kaiba modificó sus memorias.-

-¿Pero cómo pudo haber hecho algo así?-

-¡No lo sé!- Respondió Joey con notas desesperadas en la voz. Se echó en el sofá molestó porque sus ideas seguían caminando en círculos. –Tal vez de la misma manera en que planea llevar a cabo su idea sobre la virtualización mundial.-

Yugi quiso preguntar algo más, cuando de pronto escucharon una sirena a lo lejos. De inmediato ambos se tensaron. No pasó ni un segundo, antes de que Joey estuviera de pie, y se pusiera la chaqueta que Yugi le había prestado.

-Yugi, muchas gracias por todo peor tengo que irme.- Yugi iba a abrir la boca para decirle que no lo hiciera, pero, de verdad confiaba en su amigo y si algo, sus quejas no ayudarían en nada.

Asintió. Puedes ir por el techo, las casas aquí tienen lavanderías en lo alto, podrás irte sin que te vean. Joey vio a Yugi un poco sorprendido y también agradecido. –Oye, Yugi. De verdad muchas gracias.-

Lamentablemente no había tiempo para despedidas largas y pronto Joey estuvo trepando a la ventana del cuarto de Yugi para irse.

-¡Joey, espera!- Joey miró a Yugi con medio cuerpo afuera, cuando lo vio dirigirse a su armario y sacar una caja y de la caja un manojo de billetes.

-¡Olvídalo Yugi!- Dijo con el ceño fruncido.

-¡Pero Joey! ¡no tienes a donde ir y...!-

-Tranquilo.- Le dijo Joey con una sonrisa que esperaba fuera tranquilizadora. –Por supuesto que tengo a donde ir, tu no te preocupes.-

Era en esos momentos cuando venía a la mano haber estado en una pandilla en épocas anteriores. Las pandillas siempre tenían escondrijos y era seguro que por lo menos estaría vacío.

#´´´´´´#

A la mañana siguiente Joey amaneció todo adolorido. Había olvidado lo incómodo que era dormir en lugares como esos. El lugar era una casa de dos pisos en ruinas muy cerca del muelle.

Joey salió de allí, pensando que necesitaba con urgencia una buena ducha, un buen desayuno y un buen plan. Porque no tenía idea de que es lo que iba a hacer.

Comenzaría con el desayuno que era lo más urgente. Tenía todavía un par de billetes en el bolsillo y se puso a contarlos mientras caminaba. Por el rabillo del ojo podía ver a las escasas personas que caminaban por allí en varias direcciones. Fue entonces que le pareció ver a un niño como de doce años de cabellera larga y negra cargando una caja muy grande.

¡¿Qué! ¡¿Un niño como de doce años de cabellera larga y negra!

-¡¡Mokuba!- Joey volteó y comenzó a correr detrás del niño llamándolo. -¡Oye Mokuba!- el chico volteó cuando escuchó su nombre y Joey sonrió ampliamente sintiendo que por fin el cielo había escuchado sus plegarias. ¡Mokuba estaba bien! ¡Estaba libre! ¡Cielos, incluso tal vez, él podría explicarle que estaba pasando!

Llegó casi sin aliento junto a Mokuba, sonriendo cómo un maniático, apoyándose sobre sus rodillas para respirar. -¡Cielos... Mokuba... es... tan bueno verte!-

El niño lo miró confundido y un poco a la defensiva. –Disculpe, ¿Nos conocemos?-

Oh genial.

#´´´´´´#

De nuevo digo, para los interesados, Kaiba volverá, para el siguiente episodio. Y, para el episodio que sigue al siguiente tendrán una explicación de qué es lo que está pasando. Sé que es algo que nadie se está esperando, sin embargo, no será hasta el final que no sabran cual es mi verdadero objetivo. Y sí, voy a torcer y a torcer esta historia, pero afortunadamente no va a ser muy larga.