FIESTA NAVIDEÑA

Por: ÁngelaMort

CAPITULO 7: " Y QUE SIGA LA FIESTA... Y SIGUEN LLOVIENDO LOS INVITADOS"

Bueno, ya pa' que les digo que esto va de Guatemala a guatepeor, las chicas habían llegado y ahora habían formado un grupo de mujeres abusadas de confianza por caballeros buenos para nada.

Sin embargo...

-Oigan, ¿Por qué no me esperaron? -preguntó otra chica que recién había llegado.

-¿Miho? –preguntó un sorprendido Seiya.

-Ash, Ya se nos pego de nuevo -murmuró Eri bastante molesta.

-Ay si, la prole es tan pegoste –murmuró Shunrey.

-¡Seiya! ¡Hola! –rápidamente Miho al ver al burrito con alas lo abrazo.

-Oye, Oye ¿Qué crees que estás haciendo? -preguntó Shaina quien había llegado a separarlos.

-¿Qué no ves? Saludando a mi Seiya -respondió sin siquiera mirarla.

-¡Bueno chicas, vamos a sentarnos, no quiero saber por hoy de hombres! –dijo Shunrey.

-¡Las... hip!... acompaño queridas! -le siguió Marín- ¡Vamos Shaina, estos hombres no nos merecen!

-Si tu lo dices... –respondió Shaina- Vamos niña –dicho esto Shaina tomó de las coletas a Miho y se la llevo de ahí.

Ya en la mesa de las chicas, Shaina notó que Miho tenia los ojos mas grandes que el gato con botas de shrek y que no dejaba de ver a Seiya, la cobra sonrió maliciosamente a sí misma.

-Oye niña ¿Te gusta mucho Seiya no? -preguntó Shaina.

-Si, es tan adorable, pero creo que él está enamorado de otra -respondió tristemente.

-Ah pues... no es que me guste el chisme, ni me guste inventar cosas pero yo sé de algo que es muy efectivo y podría caer Seiya a tus pies –acnsejó la cobra.

-¿EN SERIO? -dijo llena de felicidad la huerfanita.

-Si, pero sshh!... mira, lo único que tienes que hacer, es hacer unas plegarias especiales.

-¿Ah si? ¿Como cuales? –pregunto ingenua Miho.

-A pues, mira Lo repites quedito y dándote golpes de pecho con una piedra que pese como veinte kilogramos ¿Ok? –dijo Shaina- Solo tienes que rezar que Seiya caiga a tus pies, repitiéndolo dos horas enteras, esas mismas plegarías las repites 8 días seguidos, dicen que da mas resultado si lo haces en medio de un nido de alacranes rojos, los brazos en cruz y tres piedras en cada mano.

-¿Y eso es todo? -preguntó Miho un poco asustada.

-No, y al acabar de rezarla haces tres reverencias mandando un beso rumbo a la casa de algún preferido.

-Oye Shaina, pero en donde vivo no hay alacranes -dijo Miho decepcionada.

-¡Ah! No te preocupes, en el santuario hay muchos.

Mientras en otro lado, los espectros estaban sentaditos como niños buenos en su mesa (osea, en donde estaban algunos dorados y los Ángeles de artemisa), Myu estaba viéndose al espejo y acomodándose sus alitas.

-Mariposón... -refunfuño Radamanthys.

-Me tienes envidia de que mis alitas están súper In! -exclamó Papillon.

-Siempre hay uno en cada reino... hip! –comento Saga- Dos en el nuestro.

-¿Dos? -preguntó Mu.

-Si, Afrodita y Misty.

-¡Oye! –refunfuñó Afrodita- yo no tengo la culpa de que me hicieran tan perfecto y hermoso.

-¡Por supuesto que no! –Myu se levantó de golpe- Osea, hello! Solo mírate, cero fashion, además esos colores que traes puesto ya pasaron de moda, osea, es el nuevo siglo.

-Ya quisieras bicho raro -refunfuñó Afrodita.

-¡Oye! -exclamó Milo ofendido quien pasaba por ahí, con eso de que todo mundo lo cataloga como el bicho.

-Tu no, el otro bicho –dijo Afrodita- además, osea, pareces marciano.

-¿Marciano? ¿Envidia o coraje? Además, el color dorado ya pasó de moda, eso es setentero. -comentó Papillon.

-¡Es oro, ignorante! -respondió Afrodita.

-¡Osea, me tapo un ojo, me tapo el otro y nada que ver! –exclamó Thesseus quien ya estaba harto de escuchar a los dos afeminados- ¡Osea, cero que ver los 2, son tan corrientes!

-¿Corrientes? ¡Ja! Por favor, nosotros no usamos falditas en vez de armaduras! -respondió Myu.

-Osea, naco, no es una faldita, es una toga ¿Eh? -dijo Odysseus defendiendo- además, nosotros somos Ángeles, venimos de lo mas alto y lo mas In, no de lo mas bajo (Myu) o de lo medio (Afro) –comentó Thesseus literalmente hablando.

-¡Por los dioses, ya callen a estos afeminados! –refunfuñó Minos.

-Maldita la hora en que los conocimos –le siguió Aiacos.

-Me siento... hip!... me siento mal... –decía un Shaka todo pálido.

-Yo también –añadió Sorrento.

-¡Voy a vomitar! -dicho esto, Mu se levantó y se fue como alma que lleva Hades, seguido por Sorrento y al final Shaka.

Los tres mencionados llegaron al... ¿Baño? Pero este estaba ocupado.

-¡Abran! ¡Abran! –decía un Shaka todo histérico.

-¡¿Qué quieren? –abrieron la puerta del baño y para sorpresa de los tres caballeros, era Ikki quien estaba todo despeinado y con besos marcados por toda la cara y junto a él estaba Esmeralda.

-¡Ya me dieron mas ganas de vomitar! –dijo Shaka al ver tal escena.

-¿Qué insinúas Barbie? -exclamó furioso el fénix.

-¡QUE TE QUITES! -Shaka sacó a patadas a Ikki y a Esmeralda y se encerró en este.

-¡Rápido Shaka! –gritó Sorrento.

Sin embargo había una fuentecita cerca de ahí, Mu se dirigió hacia este y empezó a vomitar seguido de Sorrento.

-¡Que asco! -exclamó Esmeralda.

-Quien viera a Mu -murmuró Ikki.

-¡Por Zeus! –exclamó el carnero- todo me da de vueltas.

-¡Ni que lo digas! –respondió Sorrento- siento como si mi estomago estuviera en mi cabeza.

De repente del baño va saliendo Shaka, quien se sujeta del marco de la puerta.

-¡Algo tenía ese ponche! –decía Shaka quien se agarraba la cabeza y estaba mas pálido que de costumbre- siento como si la exclamación de Athena me cayera encima… de nuevo.

Todos miraron el desastre que habían dejado en la fuente.

-Será mejor que nos vayamos de aquí -murmuró Sorrento y así los tres santos se alejaron de ahí.

-Ikki, mira como dejo el baño el rubio ¿Ahora donde recuperaremos el tiempo perdido? -preguntó Esmeralda toda preocupada.

-Siempre está el Pilar del Atlántico Norte de reserva, no creo que Kanon se moleste –Ikki la tomó de la mano y se fueron de ahí.

Mientras en otro lado.

-¿Todavía te quieres vengar de Hades por andar de mano larga con Hilda? -preguntó Mime a Sigfried que estaba mas enojado que nunca.

-Aun que llevas la de perder, Hades es un dios... –dijo Phenril.

De repente todos voltearon a ver donde estaban las deidades y de nuevo Hades se estaba pasando de listo.

-Uy! ¡Me importa un cacahuate que Hades sea un dios, Hilda es MI novia! -refunfuñó Sigfried quien ahora sin tropezarse antes de dar el primer paso, se dirigió hacia la mesa de las deidades.

-¡Ahora si, la que se va armar! -exclamó Thor.

-¡Yo no se nada! –murmuró Alberich quien se coloco unos lentes oscuros.

-Nosotros tampoco –murmuraron los dioses guerreros quienes también se pusieron gafas oscuras para que según ellos, pasaran desapercibidos.

-¿Se les perdió el sol? Jajajaja –se birló Milo quien pasaba por ahí.

-¡Tu cállate! –respondieron todos al unísono.

Mientras tanto, Sorrento Mu, y Shaka regresaban a sus lugares.

-Yo ahorita los alcanzo, necesito aire fresco –decía Shaka.

-De acuerdo –respondió Mu que, junto con Sorrento se dirigieron a su respectiva mesa.

Pandora a lo lejos vio que Shaka estaba solito y discretamente se levant, mientras que Radamanthys la vio sigilosamente.

-Hola lindo -llegó Pandora a saludar a Shaka.

-Ho.. hola... –respondió un Shaka nervioso.

Mientras en la mesa de los espectros.

-Rada, te la están bajando... -comento Minos.

-¿De que hablas? –preguntó molesto.

-¡No te hagas! –decía Aiacos quien le daba de codazos- si bien que te gusta Pandora.

-¡Claro que no! ¿Qué te hace pensar eso? –Rada ya estaba más rojo que un tomate. Pero eso le entretenía a los dos jueces retantes.

-Ay por favor, las fotos, el calendario, el póster de tu cuarto... digo, además cada que te llama, en menos de lo que parpadea ahí estas... –añadió el Juez de Griffo.

-"Pandorita, Pandorita haré lo que tu digas, Pandorita ¿Te llevo un vaso de agua? Por ti Pandorita me aviento al río estigio" -comentó divertido Aiacos.

-¡Jajajajaja! -los espectros rieron.

-¡Déjenme en paz! -refunfuño Rada.

-No te me esponjes mi Rada... ya, aquí entre nos ¿Te gusta Pandora verdad? –preguntó Harpy Valentine.

-¡Suelta la sopa! -exclamo Alraune de Queen.

-Si le gusta, solo se hace pato –comentó Thanatos- ¿Verdad hermano? –volteó a ver a su gemelo, el dios del sueño.

-ZZZZZZZZZZZZZZZZ -Hypnos estaba en el quinto sueño.

-¡Ya viste, otra vez se quedo dormido! –exclamó Minotauro.

-Te dije que le dieras un litro de café pero nunca me haces caso. –murmuró Queen.

-Oigan, es el dios del sueño, no tiene la culpa –defendió Thanatos a su gemelo.

-Exacto, es el dios del sueño... no los sueños del dios -añadió Basilisk.

Mientras tanto, Sigfried había llegado a donde Hilda.

-¡Hilda ¿Qué significa esto?

-¿De que hablas? -preguntó nerviosa.

-¿Quién demonios eres tó? –preguntó Hades molesto.

-¡Sigfried, dios guerrero de Asgard y novio de Hilda! -respondió colérico.

-Sigfried, no me armes un teatrito acá -respondió Hilda quién se cubrió con una mano su cara.

-¿Qué? ¿Te hago quedar en ridículo con este pelele? –preguntó Sigfried todo indignado y viendo hacia Hades- ¿Pues sabes que? ¡Hoy dormirás en el sofá!

-En primera Sigfried, no te comportes como si fueras mi esposo y en segunda... ¿Ya te oíste hablar? –refunfuñó Hilda.

De repente, todo ese barullo fue interrumpido por dos cosmos que se acercaban.

-¿Sienten eso? –preguntó (de nuevo) Camus- ¡Antes de que digas algo Dohko, no, no me refiero a tu dolor de reumas!

-¡Oh! ¡Que amargado! –respondió Dohko quien hace puchero y cruza los brazos.

-¡Es un cosmos poderoso!... ¡No esperen! ¡Son dos! -exclamó Saori.

-¡CARIÑO, YA VINE! ... HIP! -dijo una mujer quien venia sosteniendo una botella de Champagne.

-¡Maldita la hora en que la conocí! –murmuró apenado el sujeto que venía acompañado con la mujer.

-¡AY NO! ¡LO QUE FALTABA! –exclamó Saori.

-Saori... hip! ¿Por qué te disfrazaste de esa manera? ¡¿Por qué nadie me dijo que era fiesta de disfraces?

-¡¿Qué dijiste Eris? –preguntó ofendida Saori.

-Eso queridita... hip!... Pareces un pastel de merengue mal horneado.

-Vaya, alguien sincero. -Pensó Mu en voz alta.

-¿QUÉ? -exclamó Saori como energúmeno.

-Saori, sabes que es meritita envidia, eres la mas hermosa de todas -dijo Julián.

-Ya lo sabia -respondió Saori.

-¿Y tú que haces acá, Abel? -pregunto Hades.

-Nada, venimos a hacer montón por que nos aburrimos.

A CONTINUACIÓN, ESCENAS QUE PODRÍAN O NO ESTAR EN EL SIGUIENTE CAPITULO...

-Ikki, anda... házmelo –decía Esmeralda.

-¡No! ¡Ya me canse! -respondió el fénix.

-¡Ándale, quiero una vez más! ¡Es excitante! -repitió Esmeralda.

-No, no puedo, es agotador -respondió Ikki.

Esmeralda le hace ojitos.

-Está bien, pero una vez mas y ya.

Ikki empieza a bailar la macarena.

-¡Siiii!

¿QUÉ CREÍAN? USTEDES Y SUS MENTES COCHAMBROSAS.

CONTINUARA...