Celos

Me dirigí a casa después de la escuela, había tenido un buen día; sin mencionar que anoche no soñé con la boda ni con Katy. Me pregunté si eso sería una buena señal, porque esperaba con todas mis fuerzas que así fuera.

Estoy en casa! - anuncio, acomodando mis cosas en el sillón de piel marrón que está junto a la entrada.
Al no escuchar respuesta, camino hacia la cocina, donde un papelito pegado al refrigerador llama mi atención. Dice:

Querido Suichi:

Tu padre y yo hemos llevado a Suichi de compras, para conseguir los tennis nuevos que tanto ha mencionado. Siento mucho no haber podido esperarte, pero la tienda la cierran a las 3 pm. Te dejé la comida en el refrigerador, solo tienes que calentarla. Volveremos pronto, con cariño

Mamá

Sonrío para mí mismo, recordando las muchas veces en que "por casualidad" mi hermano sacaba a relucir el tema de que "en verdad le encantaría tener unos tennis nuevos", por lo menos 10 veces al día. Saco la comida y la coloco en el microondas, preguntándome cómo estará Katy.

Pensando en alguien? - pregunta una voz fría desde las escaleras. Doy un respingo involuntario, mirando hacia el sitio de donde provino la voz.

Ah, Hiei! - le dedico una sonrisa mientras saco la comida caliente de la máquina - cómo estás?

Mm, aburrido - responde el youkai (demonio) con simpleza.

Quieres comer algo? - con un gesto de la mano rechaza la propuesta y se sienta a la mesa, frente a mí.

Así que... en quién pensabas?

Mm? - lo miro con la boca llena, a lo que el pone cara de fastidio - disculpa! jeje, me decías? U

Dije que en quién pensabas - repite el koorime, recalcando el "quién".

Ah, eso... - debía contárselo? de qué estaba hablando, claro que debía! es decir, por qué no? si todos los demás ya lo saben... - bien, es una historia un poco larga. Tienes tiempo? - pregunto amablemente.

Sigo aquí o no? - responde, cruzando los brazos sobre su nuca y cerrando los ojos.

Es verdad - concuerdo, sonriendo - bueno... recuerdas del sueño que te conté? - como toda respuesta, él gruñe, por lo que asumo que no lo ha olvidado - pues... conocí a esa chica - sus cejas tienen un ligero tic, pero tal vez fue solo mi imaginación.

A la chica del sueño - aclaro, mirándolo fijamente - te dije que nunca la había visto, recuerdas? bien, pues antier la conocí.

El pequeño youkai no da señales de haberme oído, más bien parece que se quedó dormido; sin embargo, al observarlo en silencio unos momentos, él abre un ojo y ordena:

Continúa.

Ah, bueno, en realidad eso es todo jejeje - respondo - visitamos a Koenma y acordamos vigilarla para asegurarnos de que no le pase nada.

Él vuelve a mirarme solo con un ojo, por lo que me apresuro a decir:

Siento no haberte avisado! pero como me dijiste que ibas a ir en una misión, con Mukuro... - otra vez ese dolor en el pecho. Pero qué pasa?
por qué sucede cada vez que pronuncio ese nombre? ella no me cae mal, en absoluto! es una buena persona y una gran guerrera. Demo (pero)...

No me importa - asegura él, cerrando su ojo - no es asunto mío, después de todo.

Lanzo una risa discreta, pensando en que de hecho, ninguna de las cosas que Hiei ha hecho por nosotros fueron nunca "su asunto". Pero como él me mira suspicaz asiento con la cabeza, poniendo cara seria.

Y... has hablado con ella? - pregunta Hiei, como por casualidad.

Sip, así es - respondo distraídamente, enrrollando mis fideos con los palitos.

Han salido? - deja escapar Hiei bruscamente, lo miro sorprendido - quiero decir... te has acercado a ella o algo? - por un segundo creí ver una pizca de alarma y preocupación asomar en sus ojos, pero cuando rectificó tenía la mirada fría de siempre.

Hai - afirmo, preguntándome por qué Hiei tendrá tanto interés en algo así. Es decir, me ha hecho ya 3 preguntas al respecto! 3! y, para ser Hiei, eso es alarmante.

No es que me interese - repuso el koorime de fuego, como leyendo mis pensamientos (caray, qué seré tan transparente? O.o) - pero supuse que harías algo como eso, kitsune (zorro). -En ese caso me conoces muy bien - respondo, sonriendo.

Predecible - replicó - eres predecible y vanidoso.

Mm... y eso es un insulto o un halago? - repongo, mirándole astutamente.

Tómalo como quieras - gruñó, poniendo cara de "tú que crees, genio?". Bien, conociendo su carácter me inclinaría más por la primera opción, sin embargo me gustaba más pensar que había sido la segunda. Al fin y al cabo, no dijo que no XD

Debo hacer mis deberes, quieres ver la televisión?

Televisión? - ante su expresión de desconcierto, sonrío y apunto con el dedo al televisor; su mirada expresa curiosidad, pero su boca responde,
como es su costumbre - qué más da.

De acuerdo. Dime si necesitas algo - le digo, sacando cuadernos y plumas de la mochila.

Y si así fuera, no crees que podría hacerlo yo solo? no soy un niño, Kurama - volteo a verlo y me enfrento con su mirada, dura como el acero.

Gomen - me disculpo, comprendiendo que en efecto a veces lo trato como a un niño - en ese caso, sírvete lo que quieras nn

Mm.

Concentrado en mi tarea de matemáticas, mientras oía "Molinos de viento" en mi reproductor de discos compactos,
me sorprendo al sentir que jalan mi manga. Al voltear, descubro a mi amigo demonio que mueve los labios diciendo algo; pero debido al volumen no escucho nada.

Lo siento - contesto, apagando el aparato y quitándome los audífonos - podrías repetirlo, onegai? (por favor)

Mm. Kurama, por qué esa ningen se roba el helado de su novio? - miro a la pantalla, donde están transtimiendo uno de los tantos comerciales de Cornato; un helado en cono.

Quiere decir que ese helado es tan delicioso, que nadie puede resistirse - explico.

Y es verdad? tiene algún tipo de droga que engañe a los estúpidos que se lo comen?

No, claro que no - sonrío pacientemente - es un comercial, son anuncios muy exagerados de productos para que la gente los compre.

Y funcionan? - pregunta burlonamente el youkai.

Sí, normalmente - contesto pensativo.

Estupideces - afirma Hiei, cruzando los brazos.

Tú crees?

Claro.

Es una pena. Porque pensé que quizá querrías ir y probar ese helado conmigo - mi amigo me mira unos segundos con profundo odio, hasta que al fin río y respondo:

Tranquilo, solo bromeaba. Vamos a la tienda U

Mientras ambos saboreamos nuestra nieve, pienso en la ironía de que, de hecho, ese comercial haya funcionado después de todo. Consiguió lo que quería, que era vender su producto. Pero bueno, caer en el consumismo no es tanto problema cuando puedo observar la cara de felicidad de Hiei mientras come su cono.

Estúpido helado ningen.

Ya te lo acabaste? - lo miro impresionado, dado que yo apenas voy por la mitad.

Algún problema?

Quieres comer el mío? - divertido, observo cómo me lo arrebata de las manos y lo saborea con una concentración infantil - qué bueno que te gustó nnU

De repente, se detiene, como asaltado por una idea. Sea cual sea su idea, lo enfurece, porque con la mano comienza a derretir el helado.

Hiei! - se lo quito de las manos, y le toco la frente - tienes fiebre? te sientes mal?

Nada - contesta Hiei con ferocidad, terminándose su helado - nada que sea de tu incumbencia - el demonio parece estar de muy mal humor, así que decido dejarlo por la paz.

Ok! - caminando de regreso a casa, el koorime decide seguir el recorrido saltando por los árboles y techos de las casas.

Kurama - me llama, cuando llegamos a la entrada.

Sí? necesitas un lugar para quedarte?

No, eso no - me mira y frunce el entrecejo - llevaste a esa ningen, a la nevería?

Ah! - bastante sorprendido, lo estudio detenidamente, pero su expresión es hermética - te refieres a Katy? Sí, ayer, por qué?

A la nevería "Michoaca"? - pregunta nuevamente.

Exacto... pasa algo?

Hiei POVS

Ajá entonces sí eran ellos a los que había visto aquella noche!

Flashback

Saltaba distraídamente de edificio en edificio, pues me habían informado de que una energía muy poderosa había escapado del Makai al Ningenkai, violando las nuevas normas. Por lo que, maldiciendo a los incompetentes que permitían ese tipo de cosas, rastreaba la ciudad en busca de señales de algún poder demoniaco. Cuando los vi.

Una ningen cualquiera, de pelo negro, ojos azules, tez blanca, estaba caminando junto a un chico pelirrojo, de ojos verdes, alto y sonriente; aquélla combinación resultaba demasiado familiar...

Kurama? - sintiendo curiosidad, bajé para observarlos más de cerca; pues nunca había visto al kitsune pelirrojo llevarse tan bien con una humana. En realidad, jamás lo había visto con otra mujer que no fuera su madre. Aunque nunca lo espiaba en su colegio ningen, es decir, qué aburrido... me detuve cuando doblaron la esquina. Viéndolo bien, esto era una estupidez;
estaba perdiendo el tiempo y actuaba como un tonto, siguiendo al zorro. "Es su vida, que haga lo que quiera", pero por alguna estúpida razón, esta verdad tan magnífica no me satisfacía.

Escuché que reían alegremente, y entonces ella lo tomaba del brazo. Por alguna extraña razón, la humana me produjo una inmensa apatía en aquel momento. "No es raro, al fin y al cabo tú detestas a todos los humanos". Cierto, pensé, quitándole importancia. Pero... a Kurama no lo detestaba, lo consideraría incluso "mi amigo" si tuviera alguno. Y también lidiaba con Yusuke y el chimpancé naranja, aunque era mucho menos agradable, pensé sonriendo con ironía.

"Bueno, vas a perderlos de vista. Harás tu trabajo o los seguirás?". Haré mi trabajo, sin duda! ya me cansé de jugar al espía con ellos... estaba por darme media vuelta, cuando oí que el zorro le invitaba un helado.

Ah no, no la llevará "ahí"! - sin embargo, ambos dieron vuelta al salir del parque y se dirgieron al lugar.

No se atraver� no lo haría - aterrorizado por mis sentimientos, descubrí que sentía pánico y una sensación de odio bastante peculiar hacia la joven ningen me invadió. Sin pensar ni decidirlo, los seguí velozmente hasta el edificio que tan bien conozco; con sus luces brillantes enmarcando el letrero de "La Michoaca". Una heladería. La heladería a la que Kurama me había llevado por primerza vez, donde probé mi primer helado.
Y a la que el zorro me seguía invitando con frecuencia cuando lo visitaba. En efecto, Kurama y la otra humana entraron en el local, y ordenaron una nieve sentándose a la mesa.

Estúpido - murmuré con los dientes apretados, observando cómo reían a través del cristal - estúpido! - repetí, sin estar seguro de a quién me dirijía. "No tiene importancia. No es tu asunto". Me dije una y otra vez al regresar al trabajo, con el frío viento azotando mi rostro y echando hacia atrás mi cabello negro. Pero era inevitable, cada vez que lo pensaba, la rabia me hacía hervir de... de qué? no entendía por qué estaba tan furioso, y no me importaba tampoco. Simplemente me conformé con odiar a la humana con toda mi alma (si es que tengo una).

Fin del Flashback

Estúpido Kurama, estúpido, estúpido zorro! cómo me hacía esto? cómo la había llevado a NUESTRO lugar? incluso se sentaron a la misma mesa! (los detalles que recuerda uno, eh? XD). De qué estoy hablando! nuestro lugar? ni que fuéramos... bueno... algo! es decir, no tenemos ninguna clase de...

Kuramas POV

Te ves molesto Hiei - comento cuidadosamente. Él voltea a verme con cara de "te odio".

Ok, te ves muy molesto - rectifico - estás enojado conmigo? hice algo que te ofendiera? - como respuesta, él se limita a cambiar su expresión por una de "te odio muchísimo".

Vamos Hiei... sea lo que sea, lo lamento mucho, bien? lamento haberte ofendido. Pero necesito que me digas qué es - añado con suavidad.

Por qué? - suelta finalmente.

Por qué? - repito, sin comprender.

Por qué la llevaste a ese lugar? a nuestro lugar! - impasible, me observa fijamente. Me apresuro a unir las piezas dentro de mi cabeza, tratando de deducir por qué Hiei está tan molesto conmigo. Una a una encajan, dejando en mi mente la información coherente y completa, como una imagen.

Oh, es decir... por qué invité a Katy a "La Michoaca"? - él me mira acusadoramente, haciéndome sentir una extraña sensación de culpa. Un segundo... era mi imaginación o mi amigo había dicho NUESTRO lugar? qué significaba eso? suena casi a que nosotros somos... la absurda idea cruza por mi mente, provocando que mis mejillas se tornen rojas...

Yo... - Hiei clava sus ojos en mí, sorprendido ante mi reacción - yo... - me esfuerzo por recobrar el control de mí mismo, y logro volver a mi apariencia normal.

Perdón - digo con sinceridad - creo que fui egoísta por... no consultarlo contigo. No sabía que te disgustaría tanto.

Aún cuando lo dije de todo corazón, no pude evitar sentirme extraño por disculparme de aquélla forma solo por haber invitado a una chica a la heladería. "Pero es que no es cualquier heladería. Es SU heladería, recuerdas?". Sonrío a mi pesar, esperando a que Hiei diga algo.

Es una tontería - gruñe el pequeño youkai de fuego, cruzando los brazos - no sé por qué me disgusté, a fin de cuentas, es tu vida, zorro. Puedes hacer lo que quieras.

Una idea me asalta súbitamente, tan absurda como la anterior, sin embargo... no resisto la curiosidad y pregunto:

No... no habrás sentido, quizá... un poquito de celos, verdad? - pronuncio todo cuidadosamente, procurando no hacerlo enfadar.

Celos? - inquiere Hiei, mirándome de forma perspicaz - qué son los celos? - jejeje, bueno, debo admitir que sentí ganas de caerme de la silla (como en las caricaturas, ya sabéis) al escuchar su respuesta. Sonrío y suspiro, aliviado.

Nada, olvida que te pregunté eso - respondo, quitándole importancia. "Eres un tonto, Kurama. Cómo se te ocurrió algo así? Hiei es tu amigo!". Un amigo muy guapo, pero solo un amigo.
Un amigo demasiado guapo, quizás. "Kurama!" es increíble, pero mi voz interior casi me deja sordo al reprocharme. Es cierto... Hiei es un buen y querido amigo, nada más. Aunque hay que admitir que lo de la heladería fue bastante sospechoso, pero... sacudo la cabeza, alejando esas ideas locas de mi mente.

Ya es tarde - comento, mirando las brillantes estrellas de cielo y a la luna en cuarto creciente, que asoma por detrás de una oscura nube - quieres quedarte a pasar la noche aquí? mañana podrás regresar al Makai a primera hora - lo invito. Iba a decir "con Mukuro" pero decidí no hacerlo a último minuto, verán, la noche estaba demasiado perfecta en aquél momento;
y no quise arruinar la "magia" con aquél dolor de... celos?

Mm - responde Hiei, tan comunicativo como siempre. Sin embargo entra a la casa por la ventana de mi alcoba, haciéndome suponer que se quedará. Entro a la casa y saludo a mis padres, a quienes mi hermano está modelando sus tennis nuevos.

Qué te parecen, Suichi? - pregunta el adolescente al verme llegar.

Son geniales - le digo, haciendo que ensanche aún más su sonrisa de autosuficiencia. Me despido de todos y subo a mi alcoba,
donde mi amigo demonio espera a que prepare su saco de dormir.

Buenas noches, Hiei - le digo, cuando ya está todo listo.

Mm. Hey, Kurama.

Dime.

Promete que no volverás a llevarla a esa heladería - lo miro detenidamente a través de la penumbra, meditando mi respuesta. Él se ve totalmente serio, y también bastante sexy con su pijama, digo... que esa pijama le queda muy grande, quizá debería conseguir una a su medida para cuando se quede aquí.

Cuenta con ello. Tienes mi palabra - le guiño un ojo y sonrío, él se limita a darme la espalda y arroparse bien.

Suspiro cansado, tapándome bien con las sábanas. Fue un largo día. Me doy media vuelta en la cama y me acomodo, comprendiendo que quizá estos sueños me traigan más complicaciones de las que había imaginado.

Fin del cap. 4

Hello! pues es el fin de un cap. más Bueno, se preguntarán, qué pasó con Katy? por qué no salió en este capítulo? bien, pues déjenme decirles que Kurama no se ha olvidado de ella, jejejeje! recuerdan lo de la semilla que dejó en su patio? pues esa es una pista XD jajaja, aunque más adelante hablaremos de ello. Me gustó este capítulo, ya que es muy.
feliz, jejeje, comparado con lo que viene después nnU

Bueno, hasta luego! cuídense y gracias x haber leído Shinigami Dreams!

I will be a otaku forever:)

Happy Sagara :)