Sirena

Cap. 4

Ginny abrió los ojos con sorpresa y se separo de el. Vio que Draco se dirigía hacia ellos, ¡Oh, Dios! ¿Los había visto besándose?

-Ya me tengo que ir –dijo Ginny.

-¡Te escribiré! –exclamo Brian.

-¿Quién era ese tipo? –pregunto Draco cuando Ginny se acerco a el.

-Un amigo –dijo Ginny nerviosamente.

-Ah –Draco no comento mas nada de eso. Ginny suspiro. Al parecer no los había visto.

Desayunaron en un pequeño, pero agradable local en el Callejón Diagon.

Se pasaron todo el día juntos. A Ginny le gustaba cada vez más el rubio. Su forma de actuar, su manera de comportarse con ella, como la celaba cada vez que un hombre la miraba…

Acordaron encontrarse el día siguiente.

Ginny llego a su casa, y al subir a su habitación vio una carta encima de su cama: Brian la estaba citando al otro día para cenar.

Suspiro.

Tenia que poner las cosas claras con Brian, no quería que se hiciera ilusiones con algo que no podría volver a ser.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

-Estas muy raro últimamente, Draco –dijo Blaise Zabini, el mejor amigo de Draco, mientras tomaban una copa en la casa del último.

Draco se limitó a guardar silencio y beber de su copa.

-Duraste mas de lo necesario en la casa de la playa, y hoy no fuiste a trabajar –prosiguió Blaise-. ¿Es una chica?

Silencio.

-Nunca llevas a ninguna chica a la casa de la playa –dijo Blaise con el entrecejo fruncido-. ¿Va enserio? ¿Cómo se llama?

-Sirena –respondió Draco después de un rato.

-¿Sirena? Curioso nombre… ¿No será un apodo por que no me quieres decir el nombre real?

-Puede ser… -dijo Draco, bebiendo otra vez de su trago.

-¡Vamos, Draco! –Exclamo Blaise-. ¿No confías en mí? –dijo haciéndose el ofendido.

-¿En verdad quieres saberlo? –Blaise asintió-. Ginevra Weasley.

-Draco… ¿Estas loco? ¡Esa niña esta muerta!

-No esta muerta y no es ninguna niña –murmuro Draco.

-Draco, la droga no es buena…

-No soy me drogo, Blaise –dijo Draco mirándolo-. Te lo digo en serio, Blaise, esta viva.

-Draco, será mejor que me vaya y regrese cuando haya pasado el efecto de eso que te fumaste… ¡Nos vemos! –dijo Blaise despidiéndose y entrando a la chimenea.

Draco sonrió, pensando en Ginny…

Esa chica lo tenía terriblemente mal. No podía dejar de pensar en ella. La tenía en la mente día y noche, y cuando estaba con ella se olvidaba de todo el mundo. Aunque le costara aceptarlo, estaba empezando a amar a esa pelirroja… No ¡Dios mío, no! ¿Enamorado, el? No… Definitivamente Draco Malfoy y enamorado no iban bien en la misma oración… Aceptaba que le agradaba su compañía, y que su sonrisa lo volvía loco, que cada vez que lo besaba solo pensaba en ella y… ¿Pero eso no es estar enamorado?

Draco sacudió la cabeza. No. No iba a permitir que ninguna mujer lo tuviera así. Agarró pluma y pergamino y comenzó a escribirle una nota a Ginny, cancelando la cita que tenían mañana. Pero, después de enviarla, se arrepintió completamente de aquello.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

Al levantarse, Ginny vio una carta de Draco, cancelando su cita de ese día.

Ginny frunció el ceño. ¿Por qué cancelaba?

-De seguro tiene mucho trabajo –se tranquilizo Ginny.

Bajó hacia la cocina, donde su madre estaba preparando desayuno.

-¡Buenos días, mamá! –exclamo Ginny.

-Buenas días, hija ¿Cómo amaneciste?

-Muy bien. Mmm… Eso huele delicioso.

-¿Desayunaras aquí? –pregunto su madre.

Ginny asintió.

-¿Te sirvo?

-Me gustaría darme una ducha primero…

-¿Quieres que te ayude?

-Te lo agradecería.

Esa bastante tedioso tener que pedirle ayuda a su mamá cada vez que iba a ducharse. Tenia que comprar una varita rápido.

-Necesito una varita urgente –dijo Ginny, después de ducharse, mientras desayunaba.

-Si quieres podemos ir a comprártela hoy…

En la noche, cuando Brian la iba a pasar a buscar, Ginny ya tenía varita nueva.

Ginny no se vistió muy elegante, pero tampoco muy informal. Brian la fue a buscar, y fueron a comer a un restaurante chino mágico, que habían abierto nuevo en Hogsmeade.

-¿Y como has estado, Ginny? –Pregunto Brian-. ¿Por qué tantos años desaparecida?

Ginny le contó todo, emitiendo ciertos detalles, claro.

-¡Vaya! ¿Y como es la vida bajo del mar? –pregunto después de que Ginny acabo la explicación.

-Es… Interesante…

-Ginny… -Brian estaba serio de repente-. Estos cinco años no me han servido de nada para olvidarte ¿sabes?

Ginny se puso roja.

-Pues… No parecía cuando nos encontramos en el Caldero Chorreante…

-Vamos, Ginny… Esos ligues no tiene ni la más mínima importancia… Yo te sigo queriendo…

-Brian… Yo ya no siento nada por ti, solo una fuerte amistad, y…

-Por lo menos déjame intentarlo –dicho esto la besó. Pero no fue un beso casto ni nada parecido, si no que fue bien apasionado, como con desesperación.

-Brian… Brian –dijo Ginny separándolo-. Lo siento mucho, pero no…

-Se que aun me quieres, Ginny, no intentes resistirte…

-Brian, es que no te quiero como para volver a iniciar nuestra relación… Además yo tengo novio ya –dijo Ginny, un poco sofocada.

-¿Cómo? ¿Es ese chico rubio del Caldero Chorreante, acaso? –dijo, un tanto enfadado.

-Si, es el.

-¡Vamos, Ginny! Se te nota que no te quiere…

Si me quiere –dijo Ginny, un tanto dudosa. ¿La quería?

-¿Te lo ha dicho?

-No necesita decírmelo. Yo lo se.

¿Lo sabia?

-¿Estas segura?

-Si.

¿Lo estaba?

-¿Eso significa que no tengo oportunidad?

-Lo siento mucho, Brian. Podemos ser amigos…

-Tendré que conformarme con eso, entonces –dijo Brian con cara de pena.

-Pues eso me temo, Brian –dijo Ginny agachando la cabeza.

-Pues es mejor que nada, ¿no? –dijo Brian.

Ginny sonrió.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

Pasó una semana, y Ginny no tenia ninguna noticia de Draco. Le había mandado muchas cartas, y ninguna las había contestado ¿Qué diablos pasaba? ¿Acaso no la quería volver a ver?

Ni siquiera sabia donde trabajaba, mucho menos donde vivía. No tenía ninguna otra manera de localizarlo. ¡Se iba a volver loca!

-Una semana, Hermione ¡Una semana! –exclamo Ginny, en una de sus tantas conversaciones que había tenido últimamente con su cuñada.

-Bueno… Si quieres puedo averiguar donde trabaja, y tal vez donde vive –dijo la castaña, acomodándose en su silla.

-¿En serio harías eso, Hermione? –pregunto Ginny, mirándola agradecida.

-¡Por supuesto! No me costara mucho trabajo –dijo Hermione, acomodándose de nuevo-. Trabajo en el ministerio… Aunque ahora estoy licenciada, pero le puedo pedir a algún colega…

-¡Se te agradecería mucho, Hermione! –dijo Ginny sonriéndole a la castaña, mientras esta se acomodaba de nuevo.

-¡Son dos y parecen como si fuera ocho! –se quejo, acompañado de las risas de la pelirroja-. Por cierto Ginny… He estado buscando, y ya se que hacer para convertirte completamente en humana.

-¿En serio? ¿Qué es lo que hay que hacer?

-La misma poción, que supongo hizo Malfoy, pero esta vez con el ADN de la persona que te convirtió en sirena.

-Pues creo que me seguiré convirtiendo en sirena por el resto de mis días –dijo Ginny, lamentándose.

-Bueno, Ginny… Ya me tengo que ir ¡Nos vemos!

-Adiós…

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

Al día siguiente Hermione le mando unos papeles, donde decían que Draco era dueño de una empresa llamada De tout à sociétés de qualité, y la dirección de su casa.

Pensó que era mejor ir a su casa. Era domingo, así que de seguro se encontraba allí.

Se fue a la casa del rubio por medio de polvos flu.

Apareció en una gran sala, muy bien decorada y con muebles muy finos. Subió unas bellas escaleras, que conducían al piso superior, donde de seguro se encontraba la habitación de Draco.

Abrió la primera puerta y vio que era una biblioteca enorme. La siguiente era lo que parecía una habitación de huéspedes. Siguió abriendo puertas y puertas y ninguna era. Vio otra escalera, que conducían a un tercer piso y subió. Comenzó de nuevo a abrir puertas y puertas, hasta que dio con la última que había en el pasillo, y la abrió.

Ahí estaba el, con una copa en la mano, sentado en un finísimo sillón mirando por una ventana. Al percibir que abrían la puerta, el rubio se sobresalto y la miro.

-¿Qué haces aquí? –preguntó fríamente y mirándola de igual manera.

Ginny se sonrojo.

-Yo… Pues… Estaba preocupada por ti… No contestabas ninguna de mis cartas… Y yo… Bueno…

-Pues ya pudiste comprobar que estoy en perfecto estado. Ya te puedes ir.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué me tratas así?

-¡¿De que otra manera quieres que te trate! –explotó Draco, tirando la copa que se hizo añicos.

Notas de la Autora: ¡Hola! Esta vez me tarde mas de lo acostumbrado, ¡Sorry! Pero es que el colegio me tiene loca! Bueno, en el siguiente cap si q voy a tardar un poco en actualizar, porque tengo las pruebas nacionales en dos semanas, y tengo que estudiar u.u pero prometo que desde que pasen me pondré a escribir…

Pasando a otra cosa; Si, se que voy muy rápido y todo eso, pero a mi me encanta como esta el fic… Siempre trato de complacer a mi lectores, pero tengo que complacer a Melody (así se llama mi inspiración) antes que a todos… Lo siento mucho las personas que no les gusta… Pero así es que le gusta a Melody… ¿Qué puedo hacer yo? Espero que no les incomode…

Y esta vez no contestare reviews, la verdad es que no tengo muchos ánimos  ¡Pero saben que les agradezco infinitamente a todas!

Sigan dejando reviews… De ahí me animan y quien sabe… Tal vez escriba algo… jejeje

¡Cuidense todas!

Bye!