ESCRIBO POR QUE ME GUSTA, PUBLICO POR LOS REVIEWS.
Nota: este chap contiene algo de lemon. A las personas que no le gusten estas escenas, pueden saltarse cuando mis OoOo que uso como divisor, estén en negrita.
Sirena
Cap. 12
-¡Vaya! Al parecer no era del todo cierto la historia que me contaste, Ginny –Diego estaba parado a unos cuantos metros de ellos, mirando con resentimiento a Ginny.
-Diego… -Murmuró Ginny, separándose casi instintivamente de Draco, pero este la agarró por la cintura y la ciñó a su cuerpo.
-¿Quién eres tu? –Preguntó Draco, mirando al desconoció fríamente.
-Esa misma pregunta podría hacerte yo… ¿O tal vez debería hacérsela a Ginny?
-¿Ginny?
La pelirroja se sentía acorralada… Se había sentido tan feliz de ver a Draco que fue a abrazarlo y a besarlo sin pensar en consecuencias… Sin pensar en nada. A todo esto ¿Qué hacia Draco en Republica Dominicana? De pronto recordó… ¡Claro! ¿Cómo no se le había ocurrido antes? Seguramente estaría de Luna de Miel con su querida esposita.
-¡Ginny! –Draco la zarandeo un poco, exigiendo una respuesta… ¿Pero que respuesta podía dar si ni ella misma se la sabía?
-Yo… Estem… -¡Dios! ¡¿Qué podía decir! "Draco, este es mi novio actual: Diego, que me ayudo bastante cuando vine a parar aquí. Diego, este es mi ex-novio casado… ¿Por qué lo estaba besando? ¡Oh, bien! Es que sigo enamorada de el…" ¡Que gran respuesta!
-Bueno… Creo que esto ya esta suficientemente claro –Dijo Diego amargamente. Le dedicó una mirada a Ginny que la pelirroja no pudo descifrar, y se fue dejándola sola con Draco.
-¿Quién es ese tipo, Ginny? –preguntó el rubio mirándola calculadoramente.
-¿No deberías estar con tu esposa? –preguntó Ginny.
Draco bufó.
-¡No quiero ni siquiera recordar que tengo una esposa! –Exclamó Draco-. ¡No la soporto! No tengo ni idea como pude casarme con… esa.
-¿Entonces te divorciaras? –Preguntó Ginny. Su corazón latía fuertemente.
-Eso es lo que tengo planeado…
-¿Y entonces por que estas de Luna de Miel?
-¡Porque si no le doy la estúpida Luna de Miel jamás me firmara el divorcio! –contestó Draco, exasperado-. Entonces contéstame… ¿Quién era ese?
-Pues… el es… alguien muy importante para mi. Me ayudó mucho cuando me encontré sola en un país que no conocía…
-¿Por qué no te dignaste a enviar una lechuza, algo? –preguntó Draco, algo irritado.
-¿Cómo querías que le hiciera? –preguntó Ginny, comenzando a enojarse-. ¡No podía! Ni siquiera sabia si en este país habrían magos ¡No sabes las ganas que tenia de volver a Inglaterra! Si hubiera encontrado alguna lechuza, no hubiese dudado en utilizarla…
-¿Y porque el Diego ese pareció tan enojado cuando me vio contigo?
-Pues… el pensaba que yo estaba sola aquí… y bueno…
-No creo que el disgusto de el sea por que no estabas sola… Si no porque nos vio besándonos…
Ginny se sonrojó.
-Pues…
-¿Tuviste algún tipo de relación sentimental con el? –pregunto Draco duramente. Ginny se sonrojó-. ¿Eso es un si?
-Bueno… pero ¿Qué tiene que yo haya tenido una relación con él?
-Absolutamente nada –contestó Draco, frío.
-¡No tienes que enojarte por eso, Draco! Al fin y al cabo, tu estas en tu Luna de Miel…
-Si, Draco, deberías recordar que estas en tu Luna de Miel… -dijo Kimberly, caminando hacia Draco bastante enojada-. ¿Y adivina que? ¡La Luna de Miel es para pasarla con tu esposa! Y permíteme acordarte, que tu esposa soy yo no ella. Tiene que complacerme esta Luna de Miel, Draco, o puedes ir olvidándote del divorcio.
-¿Sabes que, Sailla? ¡No pienso continuar con esta estúpida Luna de Miel que no sirve para nada!
-¡No te daré el papel con mi firma!
-¿En serio quieres estar atada a un hombre que te repugna?
-¡Eres un imbécil! ¡Me regreso ya mismo a Inglaterra y jamás, oyeme bien, jamás obtendrás el divorcio! –gritó encolerizada, yéndose a paso rápido.
Ginny miró a Draco, que en ese momento cerraba los puños con furia y maldecía a Kailla. No se atrevía a decirle nada ¿Qué le iba a decir? Al fin y al cabo estaba feliz de que Draco no tendría su Luna de Miel… La única Luna de Miel que Draco debía tener, era la de ella.
-Volvamos a Inglaterra –dijo Draco, sacándola de sus pensamientos.
-¡Claro! Pero primero… estem… me gustaría hablar con Diego…
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Al cabo de un par de minutos, Kimberly ya estaba en su apartamento en Gran Bretaña. Necesitaba una copa bien fuerte. Urgente.
Se encamino hacia el bar al que siempre concurría, y cual fue su sorpresa al encontrarse a Harry Potter allí, medio borracho. Tal vez ya no fueran tan necesario la copa…
-Harry Potter –saludó Kimberly.
-¿Y tu quien eres? –Harry claramente estaba borracho. Esto podía ser muy divertido…
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Diego estaba acostado en el sillón de la sala, viendo desinteresado la TV.
-Diego… -lo llamó Ginny con sutiliza.
-¿No deberías estar con tu noviecito? –preguntó, sin siquiera mirarla.
-Diego, puedo explicarte…
-¿Qué me vas a explicar? ¿Qué en realidad viniste de vacaciones con tu novio, pero te perdiste y no sabias que haces? ¿O es tu esposo?
-En realidad es mi ex novio que casualmente vino de Luna de Miel con su esposa.
-Ah… Y tú eres la amante.
-¡No soy amante de nadie! Draco se casó con ella porque Samantha (¿te acuerdas que te hable de ella?) me hizo desaparecer de su memoria. Pero ahora con Samantha muerta, ha vuelto a recordarme… demasiado tarde.
-Ah, ya veo… Y supongo que "Draco" se divorciara y se casara contigo, ¿no? Y yo simplemente quedare como un vago recuerdo en tu mente.
-Diego, yo te aprecio mucho. No sabes como agradezco toda la ayuda que me brindaste, sin siquiera conocerme… ¡Pero yo no te amo! Amo a Draco, y dudo que eso cambie.
-Pues que te vaya bien con "Draco" –dijo, y desapareció.
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-Al fin en Inglaterra –Exclamó Ginny, al llegar a la casa de Draco-. Ya extrañaba el frío –sonrió-. Y por cierto… ¿Qué vas a hacer con lo del divorcio?
-Después pensare en eso –dijo Draco, acercándosele y tomándola por la cintura-. Ahora quiero aprovechar todo el tiempo que no estuviste a mi lado –Dijo, besándole el cuello, mientras ella le acariciaba lentamente la espalda.
Draco puso una de sus manos en los muslos de la chica, y la otra en la cadera, alzándole la falda y la blusa. Ginny agarró a Draco por la cabeza, y atacó sus labios. Draco desabrochó la falda de la pelirroja, para después sacarle la blusa, dejando al descubierto su sujetador. Ginny comenzó a quitarle la camisa, casi con desesperación, rompiendo varios botones, para luego entretenerse con el pantalón del chico.
Draco le quitó la falda antes desabrochada, mientras besaba los pechos de Ginny a través del sujetador, que no tardó mucho en ser eliminado.
El rubio tumbó a Ginny en la alfombra, besándole los labios nuevamente. Bajó al cuello y siguió con sus senos, el vientre, hasta llegar sus bragas y bajarla lentamente, con los dientes.
Se separo un poco de ella para contemplarla, mientras el tono de la cara de la pelirroja se ponía en competencia con su cabello. Draco se quito su ropa interior, mientras volvía a los labios de Ginny.
Bajo una de sus manos hacia el sexo de la chica, el cual comenzó a acariciar, arrancándole gemidos ahogados por sus labios. Cuando la creyó lista, comenzó a penetrarla suavemente, intentando causarle el menor daño posible.
Se pasaron toda la noche haciendo el amor
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Ashley Malfoy se miraba en el espejo de cuerpo entero en su habitación. Con sus tres/cuatro meses la barriga del embarazo se le estaba empezando a notar. El día anterior se había hecho su examen mensual, y le habían dicho que era hembra. Una niña…
Se había alistado para salir. Pensaba hacerle una visita a Harry, tal vez le interesaría saber que tendría una hija.
Harry… Siempre había pensado mucho en él (desde lo del prostíbulo), pero últimamente sólo pensaba en el. Antes, siempre que se veían terminaban peleando, pero últimamente se estaban llevando mejor, y –para que negarlo– le gustaba mucho estar con el.
Se dirigió a la chimenea y dijo el nombre de la casa de Harry.
-¿Harry? –Lo llamó Ashley, cuando hubo llegado-. ¡¿Harry!
-¡¡Ashley! –Exclamó Harry, saliendo a la sala, solo con unos boxers puestos-. ¿Qué haces aquí?
-¿No puedo venir, acaso? –Preguntó Ashley, algo enojada por la actitud del moreno.
-Claro que puedes venir todas las veces que quieras… Pero este no es un muy buen momento…
-¿Por qué? ¿Acaso tienes com… -Ashley se calló de repente, al ver quien había salido del pasillo que daba a las habitaciones-. ¡¡Sailla!
-¿Ashley? ¿Qué haces aquí? –Preguntó Kimberly, algo sorprendida de ver a su "cuñada" allí.
-¿Qué hago yo aquí? ¡¿Qué haces tú aquí! –Preguntó Ashley, indignada-. Harry… ¿Tu y ella…?
-Ashley, puedo explicártelo…
-¡No me tienes que explicar absolutamente nada! Al fin y al cabo, ¿Qué somos tú y yo? ¡Nada! Entonces ¿Por qué me deberías explicar algo…? –Ashley odiaba esos efectos del embarazo. Lloraba por cualquier cosa.
-Ashley, no llores linda…
-¿Por qué no le dices linda a esa… esa maldita perra que esta ahí? –Dijo señalando a Kimberly-. Que, no se si te interesa, pero esta casada con mi hermano –dijo, desapareciendo entre las llamas de la chimenea.
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Los rayos del sol entraban majestuosos a la sala de la casa del menor de los Malfoy, donde había una pareja únicamente cubiertas por las sabanas. Abrieron los ojos pesadamente.
-Buenos días –saludó Ginny, sonriendo.
-Buenos días. ¿Cómo dormiste?
-Nunca he dormido mejor.
-¿Qué tal si nos cambiamos y vamos a desayunar? –propuso Draco.
Al terminar de cambiarse, a Draco le surgió una duda.
-¿Ginny?
-Dime.
-¿Qué paso con Samantha?
-Pues… Me soltó mar adentro y me dijo que pronto vendrían varios tiburones. Al final le cayó un rayo y cayó al agua. Yo huí. Lo mas seguro es que a Samantha la hayan atacado los tiburones.
-¿Te sigues convirtiendo en sirena?
-Lamentablemente…
-Me lo suponía. Ni un rayo ni una manada de tiburones pueden con esa mujer.
¡Claro! ¿Cómo pudo haberlo olvidado? Cuando un mago muere, todos sus hechizos, maldiciones desaparecen…
-¿No te pasó nada extraño mientras estuviste en Republica Dominicana?
-No… ¿Qué crees que este planeando?
-Matarte, sin duda, pero esta vez no se permitirá fallos.
-Así es, Ginevra Weasley, esta vez no me permitiré ningún fallo –La voz de Samantha retumbó en la sala de los Malfoy, maliciosa, triunfante…
Notas de la Autora: ¡Hola, mis queridísimos lectores! Aquí estoy fiel a mi palabra, publicando casi inmediatamente me llegó el review número 30. Ya saben que lo que mas me puedo tardar en publicar, después de llegado el review número 30 son unos tres días si estoy en clase, dos si es fin de semana.
Y creo que, a esta altura, ya todos saben la nueva política de FF. A los que no, se los digo: el 21 de noviembre, FF decidió que contestar reviews en los capítulos era innecesario, y mas importando prohibido. Por lo tanto, creo el reply, que es que puedo contestarles y la respuesta les llegara al mail. Pero esto solo puedo hacerlo con los que hayan hecho Login, así que espero que todos los que tengan cuenta aquí inicien sesión para poder contestarles los reviews. A mis reviews anónimos, no se preocupen, que cualquier duda/pregunta que tengan, en el próximo chap se las contestare gustosa. Les digo a todos, pregunten todo lo que quieras, que casi siempre contesto (he dicho casi por que hay cosas que no me puedo permitir revelar :p).
Muchísimas gracias a todos por sus reviews. ¡No saben cuanto me animan!
Espero que les haya gustado este chap (y si, se que esta corto… pero no lo puedo evitar), y que me sigan dejando sus opiniones.
Beshos!
