¡Hola! Después de pensarlo mucho (bueno no tanto) y de recibir ánimos para que haga un pequeño epílogo… ¡aquí está! Espero que os guste jejejejejejeje
¡Ah! Todos estos personajes pertenece a JK Rowling, la Warner y cualquiera que haya pagado los derechos.
Algunas personas también me han pedido que les avise si hago otro fic y tengo que decir que… sí, tengo otro recién empezado… se llama "Leer un libro no hace daño a nadie" si queréis podéis pasar a leerlo y me decís lo que os parece ¿vale?
¡Muchas gracias por vuestro apoyo! Sois un solete jejejejeje
Aio!
Estuvieron toda la noche bailando. Bueno vale, la única que bailaba era Hermione porque Harry no conseguía llevar el ritmo. Harta de que él le pisase los pies decidió que lo mejor era quedarse tranquilitos en un rincón y aprovechar el tiempo perdido…
¿Dónde se habrán metido esos dos? – preguntó Ron mientras comía un trozo de pollo – Hace una hora que no les veo…
¿Dónde crees que pueden estar eh? – preguntó Ginny que se había acercado a la mesa para tomar un refresco – Imagínate que la chica de la que estás enamorado se te declara delante de todo el mundo ¿tú qué harías?
Esto… - se le ocurrían unas cuantas cosas pero ninguna que le pudiese contar a su hermanita pequeña.
¡Serás pervertido! – estalló en risas la pelirroja al ver que su hermano se parecía cada vez más a un tomate.
¡Déjame en paz! – volvió a enfrascarse en la comida – La próxima vez no pregunto nada…
Ahí vienen – dijo Neville al ver que los dos chicos avanzaban hacia ellos cogidos de la mano y con el pelo un poco revuelto.
¡Hola! ¿queda algo de comida? – Harry se abalanzó sobre los pastelillos - ¡están deliciosos! – ni se molestaba en masticar; sólo engullía.
Déjame algo de comida ¿no? – Hermione le limpió los labios con una servilleta mientras el rostro del moreno parecía quedarse estancado en la posición atontado.
¿Qué habéis estado haciendo que tenéis tanta hambre? – preguntó Ron sin malicia. Pasaron unos segundos en los que sólo se oía la música. El pelirrojo comenzó a darse cuenta del alcance de su pregunta por lo que sus orejas casi echan humo del calor que se había concentrado en ellas. Todos comenzaron a reírse.
¡Esas hormonas Ronnie! – Harry casi se atraganta de la risa.
¡No me refería a eso!
Merlín… ¿qué es lo que tienes en esa cabecita Ronald? – preguntó Hermione intentando aparentar seriedad pero no lo consiguió.
Si es que este hermano mío… - Ginny intentó beber un poco pero desistió.
No os metáis con él… - Luna salió en su defensa. Los demás intentaron dejar de reírse – Es un hombre – se encogió de hombros.
¡Oye! – gritaron a la vez Ron, Neville y Harry; las chicas sólo pudieron reírse como locas.
Vale, vale… - Hermione intentó respirar – Mejor lo dejamos…
¿Has visto quiénes están ahí? – Luna señaló a Parvati y Lavender quienes parecían pasárselo muy bien entre cotilleos.
Creo que es hora de una pequeña venganza… - Ginny se frotó las manos.
¿Qué vas a hacer? – preguntaron a la vez sus dos amigas.
¿Veis esto? – les enseñó una pequeña cajita y les susurró algo al oído - ¿Venís conmigo?
¡Hecho! – las tres se dirigieron hasta donde estaban sus "futuras víctimas"
¿Qué tal os lo estáis pasando?
¡Hombre Ginny! – saludó Parvati muy contenta - ¿qué tal estás eh?
Muy bien… gracias – su voz era bastante amable.
Supongo que la prueba no te causaría ningún quebradero de cabeza ¿verdad? – le sonrió maliciosamente.
¡No que va! Tengo que admitir que fue muy divertido…
¡Menos mal! Yo estaba segura de que te enfadarías – intervino Lavender.
¡No exageréis! Yo sé encajar una broma…
¿Y qué tal tú Hermione?
¿Yo? Perfectamente bien ¿por qué?
Hombre… decir delante de todos que estás enamorada de Harry sin saber si él te corresponde… digo yo que no es una situación muy divertida ¿no?
Tienes razón pero… en algún momento tendría que habérselo dicho… así que os agradezco la idea del jueguecito.
¡Vaya! De nada – comentó ilusionada Lavender - ¿y tú que tal Luna?
Bien, no puedo quejarme – sonrió la aludida.
Una pregunta… ¿conseguiste lo que te dijeron que hicieras? – preguntó interesada Parvati.
No
¿Y entonces por qué no vas por ahí proclamando a los cuatro vientos tu mayor secreto?
Porque no tengo ninguno – respondió mirándola fijamente - ¿y tú?
¿Yo? ¿secretos? ¡qué va! – tartamudeó bastante nerviosa.
¿Por qué te has puesto nerviosa? – Ginny se acercó a ella.
Por nada, por nada… - sonrió.
De repente tengo mucha sed – interrumpió Lavender ya que sabía que la siguiente en el interrogatorio iba a ser ella.
¡Yo os traigo unos refrescos! – dijo alegremente Hermione – Así de paso me cojo yo otro… tengo sed…
Será de tanto utilizar la boca ¿no? – preguntó maliciosamente Ginny mientras le daba un empujoncito.
¡Oye! ¡un respeto! – durante el movimiento la pelirroja le había dado a su amiga la cajita que les enseñó antes – Enseguida vengo.
Gracias – las cuatro se quedaron completamente calladas – Está bien la música ¿verdad? – Lavender intentó aligerar el clima que se había creado.
Sí, no pensé que iban a elegir un grupo tan bueno – sonrió Luna.
¡Ya estoy aquí! – anunció Hermione – ufff casi me tengo que pegar por los zumos… ¡eso es un desmadre! – les tendió dos vasos a sus amigas - ¡Por un nuevo y excelente futuro! – las cinco brindaron.
Bueno – comenzó Ginny al ver que las dos chicas se habían bebido todo el contenido de un trago – y ahora vamos a cosas más interesantes…
¿A qué te refieres? – preguntó Lavander.
Oye Hermione… ¿de qué era el zumo? Sabía raro…
¿Cómo si hubiesen añadido otro ingrediente o algo así? – preguntó sonriente la castaña.
Sí… - de repente abrió los ojos como platos - ¿Le habéis echado algo al zumo?
Ya te dije que eran bastante inteligentes – susurró Luna a su amiga pelirroja - ¡Se han dado cuenta! – hizo un pequeño puchero.
¡Vaya! Y yo que pensaba que no se iban a dar cuenta ¡qué fastidio! – Ginny se cruzó de brazos con fastidio.
En serio… ¿qué le habéis echado? – preguntó por segunda vez Parvati temiéndose lo peor.
¿Tú qué crees que le he podido echar? – Hermione se acercó más a sus amigas con una sonrisa misteriosa y maliciosa al mismo tiempo.
¿No habréis sido capaces verdad? – Lavender casi se cae del nerviosismo.
¡Eso está totalmente prohibido! ¡podéis acabar en Azkaban!
A nosotras no nos va a pasar nada… - se acercó más la castaña – recuerda quién intervino en la derrota de quién… - le sonrió con autosuficiencia – Además… ¿a quién iban a creer? ¿a la premio anual o a vosotras?
¡Nos habéis echado veritaserum!
Así es – sonrió Ginny - ahora nos vais a decir vuestro más vergonzoso secreto… y ya sabéis que no hay peros que valgan…
¡Un momento! – les paró Hermione justo cuando iban a soltarlo todo - ¡sonorus! Así se os oirá mejor
Venga… contárnoslo…
¡Yo duermo con mi osito de peluche! ¡Se llama Draco! – gritó Lavender. Todo el mundo se dio la vuelta y se quedaron mirándolas como si estuvieran totalmente locas. El rubio aludido se quedó estático con cara de asco mientras que los dientes de su "novia" rechinaban a todo volumen.
¿Y tú Parvati? – preguntó Hermione aguantando la risa.
Yo… ¡He tenido algún que otro sueño con el profesor de pociones! – Ahora sí que había silencio sepulcral. Nadie podía creer lo que había oído. Todos los profesores ahora centraron su atención en cierto profesor que parecía que le habían lanzado un rayo.
Vaya Severus… veo que tienes tirón entre las alumnas – sonrió Dumbledore mientras le daba un pequeño codazo.
… - el aludido farfulló algunas cosas y salió disparado del comedor dando uno de sus ya tan conocidos portazos. Casi consigue que toda la estructura temblase.
Eso no me lo esperaba… - susurró Ginny - ¿por eso me dijiste que le enviase una carta?
Es que… me parecía tan asqueroso lo que me pasaba… - puso cara de asco - ¡Ay Merlín! – se acababa de dar cuenta lo que había gritado a los cuatro vientos - ¡Tengo que salir de aquí! – imitó a su "querido" profesor de pociones.
¡Parvati espera! – le gritó Lavender – ¡yo sé por qué te pasó eso! – su amiga se quedó quieta esperando la explicación – es que… leí un artículo en la revista Corazón de Bruja en la que se relataba la forma de "meter" sueños en la mente de una persona y… yo… esto… pos… quería gastarte una broma ¡eso es todo! Pero cuando me lo contaste y te vi tan asustada me dio miedo contártelo…
Lavender – dijo por fin su amiga después de unos minutos de silencio.
¿Qué?
¡Corre! – ambas salieron del comedor. Al desaparecer estas de la vista de todos, los demás comenzaron a reírse con ganas.
Increíble… no pensé que iba a funcionar – dijo entre risas Luna.
Yo tampoco – reconoció Ginny – todo gracias a la fantástica actuación de Hermione – le dio una palmada en el hombro a su amiga quien no podía parar de reír.
Si es que… no hay nada mejor que… sólo hay que hacer creer a alguien lo que tú quieres que crea – seguía riéndose.
Por cierto… ¿qué les has dado?
Zumo de piña… como ellas ya tenían la predisposición de la venganza todo fue rodado… fue fácil hacerles pensar que había echado veritaserum en la bebida… ¡mira que pensar que yo sería capaz de hacer eso!
Pues yo casi me lo creo – Luna parecía a punto de estallar.
¡Lo mejor ha sido lo de Lavender! ¡qué clase de bromas se le ocurren a esta mujer! – siguió Ginny.
¿Y lo del osito Draco? – Hermione no paraba de reírse – aunque… mirándolo bien… ¡sí que parece un oso!
¿Os divertís? – Harry se acercó a ellas.
¡Sí! – gritaron al unísono.
Lo siento pero… ¿puedo llevarme a mi novia?
Bueno… vale… - contestaron la rubia y la pelirroja al tiempo que se alejaban hasta llegar a donde estaban sus respectivas parejas esperándolas.
¿Me echabas de menos tonto? – preguntó Hermione mientras le abrazaba.
Creo que tenemos que cambiar de motes sabelotodo – le acarició el pelo.
Bueno… pos… ¿me echabas de menos cariñin? – rió ella.
Eres muy graciosa ¿no? – le sonrió – Mejor nos dejamos de motes ¿no?
Por ahora… - le guiñó un ojo.
¿A qué te refieres?
Ya lo descubrirás con el tiempo – le susurró al oído. Él sólo pudo sonreír embobado antes de besarla.
