Escrito por: Madame Novena

Capitulo 2: Lose control (Control perdido) Perdí el control al desconectar mi corazón

Mis divinos movimientos van mas allá del aire

Perdí el control al dejar de escuchar

Lo siento, quiero terminar con todo, aun sin saber de ti...

El aire friolento de invierno lo abofeteo en la cara. Sus pasos eran cautelosos. No podía permitir que Filch siquiera lo descubriera, aun con la capa de su padre. "Maldito Malfoy, ¿a que demonios esta jugando?"

La noche mostraba una bella luna llena que no dejaba absoluta oscuridad. Apretó la misteriosa carta silenciosa que el slytherin le había entregado. " Bien he sido un idiota al juntarla del suelo" pensó con furia contra si mismo.

Entro precipitadamente en el viejo edificio repasando mentalmente la clase de horribles maleficios que le echaría a Malfoy en cuanto lo tuviese enfrente. Y entonces el silencio se rompió.

"¡¡¡¡¡¡¡¡Nooooooooo déjame dejameeeeeee!!!!!!!"

Harry se sobresalto al escuchar tal grito de angustia, y aun que con un poco de temor corrió hacia el origen de la aterrorizada voz. Atrás de la puerta que ahora tenía enfrente volvió a escucharla. Ahora le resultaba familiar.

"No quiero ser bueno, noooo" Harry abrió la puerta con varita en mano, y nunca hubiese esperado encontrar de esa forma a Draco Malfoy.

Estaba hecho un ovillo en el rincon del cuarto, mirando fantasmas en el vació, y parecían muy reales por el semblante que ahora asomaba a la cara del adolescente rubio.

Desconcertado por lo que había esperado seria una trampa y no a un demente, se acerco a Malfoy, pero este ni siquiera se percato de el. Seguía soñando y balbuceando cosas que no lograba entender y parecían ser realmente espeluznantes por que cada vez estaba más agitado. ¿Que debía hacer?...

"Tranquilo todo esta bien" Harry se sorprendió al escuchar su propia voz.

"No el vendrá.no quiero" Draco alzaba las manos tratando de alejar a un ser invisible. Harry no sabia que hacer, era su Némesis, pero verlo en esa situación no era nada gracioso. Así que trato de tranquilizarlo con lo único que se le podía ocurrir.

"Tranquilo no esta nadie mas que yo, calmate" El chico de ojos esmeralda tomo la mano de Draco instintivamente, ya que el rubio parecía buscar apoyo. ¿Qué demonios estoy haciendo?....Debería de dejar aquí a Malfoy con sus pesadillas, bien merecidas las tiene.

Pero. Por más que Harry pensó en esos instantes abandonar a su enemigo, no logro convencerse de hacerlo, por que aunque Malfoy era una arrogante y detestable persona, mirarlo en la forma en que estaba era realmente ¿deprimente?, no lo sabía.

Harry noto que al tomar la mano de Draco, él bajo el ritmo de su respiración y pareció que cobraba conocimiento por que ahora lo miraba sorprendido y molesto, pero no por los sueños febriles que había tenido, sino por él.

"¿Harry Potter?" Dijo un confuso Malfoy como si creyera que era una ilusión, y le soltó la mano con violencia levantándose tan rápidamente que casi vuelve al suelo por un mareo, cerró los ojos llevándose una mano a la cabeza para tratar de estabilizarse.

Hubo un largo silencio incomodo entre los dos, o así le pareció a Harry mientras los grillos cantaban una triste canción nocturna. "ejem." Harry aclaro su garganta para que Malfoy se diera de nuevo cuenta de su presencia. Lo cual funciono, pues el rubio de ojos grises lo veía con desprecio.

"Malfoy ¿Qué demonios te pasa?, actúas como un loco" La preocupación que había tenido anteriormente, daba paso al sentimiento de ira otra vez.

"Lo que haga o deje de hacer no es de tu maldi." Draco cayó en cuenta de que solo podía ver la cabeza flotante del chico de la cicatriz.

"¿que demonios, Potter, por que solo puedo ver tu cabeza flotando?" Le especto.

Harry había cometido un grandísimo error. No se había molestado en quitarse la capa invisible, lo había olvidado cuando lo encontró como un niño asustado, y ahora Malfoy sabía que tenía una capa invisible por la forma en que lo miraba. "Bueno, también se lo que hace Malfoy en la torre de astronomía por las noches" Pensó Harry.

"Claro, eso explica muchas cosas, tienes una de esas capas invisibles" Draco se recupero parcialmente de las memorias que lo habían asaltado hacia unos instantes, esta vez había descubierto algo de Harry Potter.

"Si ¿y que?, la verdad no me importa que te hayas dado cuenta Malfoy" Harry se quito por completo la capa invisible. "Yo creo que lo grave de aquí no soy yo, sino que tu andes por la torre de astronomía gritando como un demente" Meneo la cabeza con fingido desconcierto "Sospechaba que no estabas bien de tus facultades mentales, pero esto.".

Harry vio que había dado en el blanco. Malfoy tenía un leve rubor en sus blancas mejillas y lo miraba con un odio como jamás lo había hecho, un brillo asomo en los ojos de Malfoy. ¿Acaso era tristeza? Pensó Harry. "nah, no lo creo" Se corrigió aunque con un resquicio de duda.

"Potter largate de una buena vez" Fue todo lo que Draco pudo responder. El conocía ahora su secreto.

"Entonces que demonios tramas mandándome una carta silenciosa citándome aquí por la noche Malfoy" Harry no podía quedarse sin esa respuesta.

"Escucha no se de que demonios estas hablando" Levanto severamente la voz.

"Claro ahora me dices que no sabes nada.! Mira ¡" Harry le mostró la carta silenciosa que Draco tomo de mala gana.

Harry vio a Malfoy tomar la carta y voltearla por ambos lados para examinarla, luego se la regreso tranquilamente.

"Ahí no dice nada" Contesto secamente.

"Mientes, pero ya descubriré tu juego Malfoy te lo advierto" Amenazo el chico de cabello negro.

Draco comenzó a ir hacia la salida del cuarto ignorando totalmente a Harry.

"Lo que hagas me tiene sin cuidado, nadie creerá lo que digas de mi" Fue todo lo que le dijo el Slytherin a Harry aquella noche.

El adolescente de lentes se quedo solo con sus pensamientos que eran dedicados al comportamiento de Draco Malfoy.

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Cuando Draco tomo la carta de Harry, no tenia duda de que él no le llamo aquella noche. ¿Cómo podría citarlo en la torre que tenia la reputación de ser un rincón para las parejitas con cierto grado de calentura primaveral? Pero no era así, por que pudo leer en la carta las letras escarlata con claridad.

"Te espero en la torre de astronomía a las 11:00pm. No faltes.

Draco Malfoy"

No podía ser, sin embargo reconoció que su firma era legítima, solo el podía escribir la M de su apellido de aquella forma, tan elegante y sutil. Maldijo para sus adentros, había invitado a Harry Potter su mayor enemigo a un encuentro por la noche en la famosa torre de astronomía. Y CON UNA CARTA SILENCIOSA. Eso era peor que ser un demente ¿No?

"Pero yo no escribí esa carta. Fue ese ser que me esta controlando" Pensó. La volteo por ambos lados fingiendo que no tenia nada y se la regreso al Gryffindor.

"Ahí no dice nada" Le dijo con toda la despreocupación que podía actuar.

"Mientes, pero ya descubriré tu juego Malfoy te lo advierto" Potter le dirigió una mirada inquisitiva que lo hizo ponerse nervioso. Y decidió que era hora de abandonar el lugar, con una retirada estratégica.

"Lo que hagas me tiene sin cuidado, nadie creerá lo que digas de mi" Dijo antes de irse.

Caminando sigilosamente hacia su cuarto, el recuerdo de estar en un cuarto oscuro era claro para él, pero no recordaba haber vivido eso ni nada parecido. ¿Es un simple truco? "Alguien juega con mi mente, maldita sea" Toda clase de emociones volaban en su cabeza, odio, confusión y sobretodo miedo de esa visión que lo hacia casi temblar, se negaba a creerlo por completo, ese no era él, era absurdo.

"Miedo de enfrentar tus miedos"

"¡Otra vez tu!" Draco ya había llegado a la sala común de Slytherin y se dejo caer en su sillón favorito con exasperación.

"Dime que demonios quieres de mi" Exigió a la voz que oía en su cabeza.

"Cuando pase lo sabrás." La voz callo.

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Harry atravesó rápidamente el corredor para entrar a la sala común de gryffindor. Hermione, como Harry lo había esperado se encontraba ahí pendiente de su regreso, el rostro de su amiga se le ilumino al verlo entrar por el retrato de la señora gorda.

"¿y bien Harry?, cuéntame quien es ella y ¿Qué te a dicho?" Hermione dijo esto con picardía subiendo ambas piernas al sillón donde se encontraba y apretando una almohada.

El no supo que contestar. Debía decirle que con quien se vio era Draco Malfoy al ser que mas odiaba después de Voldemort y el desgraciado colagusano. Lo que diría y paso, sonaba fuera de esta realidad, ¿acaso no se preguntaría su amiga como era posible que Malfoy pudiera escribirle una carta silenciosa cuando ella misma había asegurado que solo alguien que le amara podía escribir tal cosa?

Absurdo. Simplemente absurdo. Malfoy no entra en la lista de quienes lo amaban. Al menos para Harry, le pareció que no era el momento de decirle algo de lo que había pasado hacia unos minutos. Tal vez después.

"No se de que hablas Hermione, solo di un paseo"

"Pero la carta." Trato de alegar.

"haaa la carta...Si bueno la verdad es que no dice de quien es"

"No seas mentiroso Harry, esas cartas son mucho mas que una simple correspondencia" Le advirtió Hermione.

"¿A que te refieres?" Pregunto acercándose un poco a la chimenea para calentar sus heladas manos.

"Mira, en primer lugar se tiene que escribir forzosamente el nombre ambos implicados sino simplemente la carta no revela nada, así que no mientas. En segundo y como dato cultural solamente, son muy difíciles de conseguir por que tienen magia oscura"

"¿Entonces es peligrosa?"

"Bueno la verdad es que eso aun se debate en el consejo de magia, ya que realmente no hace daño, hemm físico, mas bien depende de las personas. No hay cura".

"¿Qué?" Harry se sentó junto a Hermione intrigado.

"Lo que pasa es que no te puedes deshacer de la carta, hasta que la persona que te las envió deje de quererte."

"Entonces quieres decir que las debo tener conmigo, ¿Qué problema hay con eso?" No le preocupaba, simplemente la arrojaría en el fondo de alguno de sus baúles.

"La cargaras contigo siempre y a todos lados Harry, lo que quiero decir, es que siempre la tendrás aunque vayas a jugar quidditch o cuando te bañes o..."

"No por favor. Hasta para bañarme. eso si es demasiado" Protesto incorporándose de un salto del sillón y empezó a dar vueltas alrededor de la sala.

"Además cada que la persona cambie sus emociones, no el de amor que es el rojo, sino que sean cambios bruscos, tu lo sabrás por el color de las letras de la carta, como el que el miedo sea de color amarillo, la felicidad de verde, tristeza el azul, y si corre peligro de color negro. Es un medio de comunicación, cuando quiera decirte algo, las letras aparecerán en la carta."

"Pero no me interesa saber eso" Contesto.

"Bueno es que los sentimientos de la persona están ligados a la carta, es lógico que sus cambios de animo, al menos los bruscos se reflejen en la carta, si la persona muriese, pues simplemente la carta se desvanece." Dijo Hermione en tono fatídico.

"Bueno si desaparece la carta, sabré que Malfoy ya no me esta hostigando con sus mentiras o que murió." Pensó Harry cansado.

"Pero ya dime, ¿quien es?"

"Lo siento Herm, pero ella me dijo que no se lo dijera a nadie y la verdad le di mi palabra" Harry camino hacia las escaleras de su dormitorio.

"No seas aguafiestas..." Hermione lo miro con los ojos entrecerrados.

"Te lo diré cuando ella se de cuenta de que no puede ser correspondida y te contare entonces, por ahora buenas noches" Finalizo Harry dejando a Hermione con la palabra en la boca.

Pasaron cuatros días, en los que ninguno cruzo palabra ni dedico una mirada ni por curiosidad. Hermione insistía en que le contara sobre su admiradora inexistente para siempre terminar la discusión hablando del P.E.D.D.O.

Lo cierto es que Harry empezó a tratar de olvidar la noche en la torre de astronomía, preocupado por la falta de señales de Voldemort. "Como si no tuviera algo mejor que hacer" pensaba a menudo cuando sus pensamientos empezaban a volar hacia Malfoy.

La noche de navidad paso sin contratiempos, estaban alegres en la cena navideña. Excepto Draco Malfoy y el único que lo noto fue Harry. No era que le importara mucho, pero ya ni siquiera lo molestaba como de costumbre.

"Extrañando las malas jugadas de Malfoy ha" Fue lo ultimo que pensó sobre el slytherin en esos días. Hasta la última noche del año.

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El infierno nunca le había inspirado miedo, al menos no el infierno de las clásicas llamas en la que tu alma ardía y los demonios de caras grotescas te pinchaban con un tridente cada que podían. Se dio cuenta que el infierno personal era el mas lacerante de todos, y era el que vivía ahora.

Los días habían pasado sin que la impertinente voz apareciera, y por extraño que le pareciera eso le daba más temor. Eso significaba que estaba confabulando contra el, y algo muy grande por los días en que no le había hablado.

"Tal vez solo se acabo" Se dijo tratando de no parecer paranoico ante si mismo. Claro que no creía en sus palabras, era muy fácil que acabara así.

La noche de la cena navideña estaba mas pensativo que alerta a que Harry no dijera su secreto, después de todo y de haber esperado y preparado para las burlas de este y la sangre sucia, nada había pasado. Tal vez solo esperaba a que todos regresaran. Pero eso no le interesaba, al menos no por ahora.

Y entonces la voz volvió la última noche del año.

Todos se encontraban reunidos en el comedor principal de Hogwarts. Dumbledore había dispuesto hermosos adornos para los pocos alumnos que se encontraban en la escuela. La comida no le supo a nada. Draco estaba picando ahora el postre que de seguro tampoco su boca se molestaría en saborear, cuando noto que Harry se levantaba de la mesa con su amiga retirándose para sentarse en los sillones que se encontraban en la misma sala comedor y que el director había puesto para celebrar el año nuevo.

Se levanto sin molestarse en despedirse de nadie y a paso rápido se dirigió a la salida, pero percibió entonces la mirada de los ojos esmeralda sobre el. Lo molesto bastante, ¿Quién era el para juzgarlo como seguramente lo hacia en ese momento? Se paro en seco en donde el estaba. Harry y Hermione ahora estaban un poco sorprendidos.

Draco seguía procesando lo que le diría, un púdrete Potter, alguna maldición o incluso algo como "por que me haces un favor y te mueres en un oscuro hoyo".

Entonces eligió lo que debía decir de entre las opciones que habían venido a su mente y se lo dijo determinadamente:

"Que pases una buena noche" Fueron las palabras que salieron de su boca.

Lo estaba mirando a los ojos, pudo ver su sorpresa cuando se despidió de esa manera; tal vez no amable, pero si muy rara y no era para menos, el mismo había querido decir otra cosa, algo muy opuesto a lo dicho.

"heee" Harry no sabia si contestar o no, pero a Malfoy no le interesaba solo quería salir de ahí y rápido.

Dio media vuelta antes de decir alguna otra estupidez, la puerta de salida estaba muy cerca, casi podía alcanzarla, pero su visión ahora era borrosa. No podía ver, era como si le hubiesen puesto un vidrio traslucido enfrente.

"No, no, no otra vez no." Cada palabra denotaba desesperación y eso era lo que Draco sentía. Cuando por fin pudo cruzar el umbral de salida y avanzar unos cuantos metros lejos de posibles miradas fisgonas, se dejo caer.

"Acaso no vas a volver a ver si te desea las buenas noches"La voz volvió a hablar.

"¿Estas loco?, me has hecho humillarme ante ese pelele" Dijo furioso.

"No he hecho nada que tu quieras" Afirmo.

"¡No molestes!"

Sintió que era jalado hacia el fondo del escenario, nuevamente era un simple espectador de la obra de su vida, nuevamente era aquel misterioso ser el ocupante de su cuerpo.

"A noo, ¿ahora que vas a hacer?" Pregunto desesperado al ver que el mismo se levantaba y empujaba su cabello dorado hacia atrás con despreocupación"

"Ya lo veras"

Y perdió momentáneamente la noción del tiempo y de lo que pasaba. Cuando "despertó", vio que estaban a punto de entrar a la lechuceria.

"¿Qué demonios hacemos aquí?" Pregunto indignado.

"Venimos a hablar" Dijo la voz mientras entraba a la pequeña casa. Fue entonces cuando vio a un menudo muchacho de cabello negro con gafas que ahora lo miraba extrañado.

"¿Por que siempre con el?" Pregunto Draco cansado.

Harry al parecer sostenía una lechuza blanca, esta hecho a volar sin titubeos para llevar un mensaje, que en ese momento no le interesaban al rubio.

"¿Qué pasa Malfoy, vienes a gritar ahora a la lechuceria?" Dijo Harry poniéndose a la defensiva.

"Quiero hablar contigo". Lo invito a salir de la lechuceria, que no era un lugar apropiado para hablar, además el olor no era muy agradable.

"¿Estas loco que le vas a decir?" Se pregunto Draco desde atrás, aunque era inútil, al parecer solo podía ver.

"Bien Malfoy a ver si así me explicas por que me diste esto." Harry saco la carta silenciosa mientras salían al aire libre para caminar por los bordes del bosque oscuro.

"Pero Potter si yo solo lo tire, tu la juntaste" Afirmo Malfoy mientras se abrochaba mas la capa, el frió invernal no era condescendiente.

Harry parecía un poco confuso, notaba que Malfoy no actuaba como de costumbre, su tono de voz era muy diferente.

"Entonces tómala" Estiro la mano para darle la carta, pero el chico de ojos plateados meneo la cabeza.

"No, aunque me la des regresara contigo"

"Bien muy bien, ¿que demonios tramas Malfoy?" Harry se paro en seco.

"No tramo nada Potter. Lo de la noche en la torre de astronomía es algo que no te puedo explicar por ahora, además no creo que te interese." Contesto Draco mirándolo intensamente a los ojos.

"No la verdad no me in.." Harry iba a comenzar de nuevo un ataque, pero la mirada de Malfoy era muy fuerte y rara.

"¿hem por que me estas mirando así?" Dijo Harry moviéndose incomodo.

"Siempre te he admirado"

"¡No me vengas con eso des...!" Callo nuevamente, Malfoy no lo miraba ya, pero su rostro no era el de siempre. Recordó cuando lo encontró como un niño en la torre de astronomía, y fue entonces cuando realmente le surgió la duda sobre lo que Malfoy había visto en el vació.

Draco veía como se desarrollaban las cosas, y no le gustaba. Pero no podía decir nada, había sido grotesco cuando oyó salir de su boca la palabra "admirado". Ahora Potter lo molestaría por siempre, o al menos hasta que el señor oscuro lo asesinara. ¿Qué pretendía ese ladrón de cuerpos?

"No entiendo por que me dices eso Malfoy, te estas comportando raro" Le dijo Harry finalmente.

"Tal vez, pero lo que digo es verdad, no había tenido el valor de decírtelo, y no se si lo vuelva a tener"

"Pero tu siempre me has molestado, a mi y a mis amigos" Reclamo.

"Tus amigos no me caen bien, pero en cuanto a ti, la verdad me sentí muy dolido cuando no me diste ninguna oportunidad."

Harry no dijo nada, Draco no se esperaba eso, recordó cuando Potter lo rechazo de una manera tan contundente, pero eso había sido lo mejor, el era demasiado Gryffindor y el no le ofrecía a nadie su amistad.

"¿Entonces por que se la ofrecí a el?" No quiero pensar en eso.

"Bueno es que eso." Harry empezó a balbucear.

La cara de Malfoy era tan diferente, no había odio y eso hacia que Harry no pudiese decirle por que no le había dado una oportunidad.

La noche se ilumino por fuegos artificiales, al parecer hechos de magia, se veían hermosas, adornaban el cielo con colores azul, rojo y amarillo formando figuras como el de un dragón o un Pegaso. Los dos se encontraban parados cerca del campo de quidditch.

Hubo un breve silencio.

"Bueno es mejor que entremos o nos congelaremos" Comento Harry para tratar de no contestarle a Malfoy sobre su actitud inicial hacia el, pero de nuevo esa mirada apareció en el rostro de su enemigo. No podía explicar por que esa mirada lo paralizaba, era como si lo viera por adentro, su alma.

Malfoy se acerco a Harry lo cual lo tomo desprevenido, Draco observaba con pánico. Lo sabia, sabía lo que iba a pasar. Ahora si ya había perdido el control.

En una acción que para Harry fue rápida pero para Draco fue algo en cámara lenta. Habían ya un reducido espacio entre los dos, todo lo que pudo hacer el gryffindor fue dar un paso atrás, no supo lo que pretendía Malfoy sino hasta que sus labios se unieron, sintió que el brazo del slytherin le rodeaba la cintura mientras que con la mano izquierda le agarraba el rostro, el calor de este era demasiado asfixiante, pero en el fondo protector. Draco volvía a sentir su cuerpo poco a poco, y sintió los labios de Harry sobre los suyos, sintió como el corazón de Harry palpitaba a ritmo acelerado. Fue una fuerte impresión para ambos. Fue entonces cuando El muchacho de cabello azabache se dio realmente cuenta de lo que pasaba..

"¡¡¡ME ESTA BESANDO....!!!!"

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Bueno he aquí por fin el capitulo dos, a ver que le parece. Por cierto que las letras de amante prohibido así como el nombre de cada capitulo y los fragmentos, son canciones de mi grupo favorito L arc en ciel, a los cuales recomiendo ampliamente.

Thanz por los reviews.

MADAME NOVENA