Capitulo 4: The nepenthes (el nepenthes)
Que está en mi cabeza es solo qué esta allí
no limitado por cualquier cosa como amor
hay solo una ligera diferencia entre la razón y los mentirosos…
Harry tenia un dilema.
Si era una broma por parte del slytherin, ya era demasiado, por lo que descarto esa opción. Tenia que pedir ayuda y rápido. Pero ¿Debía dejarlo solo?. Después de que Malfoy abriera los ojos con una terrorífica expresión, había caído al parecer en un intranquilo sueño y se encontraba acostado en el pasto cerca del bosque prohibido, que aunque solo estaban en el linde, podría ser peligroso dejarlo inofensivo como estaba. Para colmo de males ya había oscurecido y no había nadie a quien recurrir por los alrededores.
"Que bien, ¿ahora que hago?"
Harry se quedo observando al muchacho rubio platinado, que aunque la noche los invadiera, su cabello parecía tener luz propia, fue lo que pensó el Gryffindor.
"¿Que estupideces estoy diciendo?" Se reprocho y se levanto dispuesto a correr a la enfermería, después de todo no tardaría. Le dio la espalda para dirigirse rápidamente a la escuela pero no llego muy lejos…
"!Petrificus totalus¡"
Las extremidades de Harry se juntaron y cayo rígidamente al pasto. Estaba seguro que el hechizo había provenido de Malfoy, cosa que después de unos minutos pudo confirmar.
"No creí verte así alguna vez Potter" Dijo en un tono que carecía de lúdica.
Quiso responderle miles de cosas, pero no podía. ¿Cómo era posible que hubiese caído en aquella trampa?. Tenia a Malfoy parado junto a el y lo observaba como si estuviese viendo a un bicho y todo lo que podía hacer era mirarlo con furia.
"Si, si ya se" Dijo el slytherin visiblemente cansado y agitando la palma de la mano. A continuación se alejo caminando rumbo a la escuela sin decir mas palabra.
Harry tuvo miedo de quedarse solo y que nadie supiera donde estaba, tal vez Hadrid podría llegar pronto.. O tal vez no. En ese momento recupero la movilidad y se levanto de inmediato, Malfoy estaba parado en la puerta de la escuela aparentemente viéndolo para después dar media vuelta y desaparecer en el interior de Hogwarts.
Harry entro a la sala común.
Y trato de fingir indiferencia, aunque realmente no sabia que sentir. ¿Lo había liberado del hechizo o solo se acabo el efecto?.
Llego y para su alivio sus amigos no estaban, solo algunos otros que no repararon en el por que lo gemelos Weasley contaban alguna aventura. Aprovecho para irse a su dormitorio y acostarse en su cama. Esperaba dormirse rápidamente, pero no pudo, por que había preguntas en su cabeza para las cuales no había respuesta, como ¿Por qué Malfoy decía tantas sandeces? Pero lo mas raro era, que el empezaba a creerle. Pero en todo caso y aunque digiera la verdad, ¿En que afectaba eso su relación de odio? Era su enemigo, por que estaba seguro de que Draco seguiría muy pronto los pasos de Lucius y seria un mortifago mas contra el cual tendría que luchar, nunca había sido su amigo, aunque recordó lo que "Malfoy" le dijo. Sobre que había sido el primero en rechazar su amistad. Era cierto, no le dio ninguna oportunidad, pero también era cierto que a partir de ahí se desvivió por molestarlo.
"Harry… ya llegaste..¿Porque tardaste tanto?" Ron llego junto con Seamus y se sentaron en su cama, lo cual lo molesto un poco. Se levanto hasta quedar sentado también.
"Solo fui a caminar por ahí" Contesto fingiendo un bostezo.
"¿Y como estaba?"
"Hemmm Pues estaba raro por que, espera…¿Quién?" Pregunto Harry confundido.
"Pues la mascota que nos dio Hadrid" Respondió Ron. Había olvidado por completo darle de comer al animalillo.
"Oh si esta normal"
Antes de que Ron comentara alguna otra cosa Seamus interrumpió ansioso.
"Dean regresara a la escuela pasado mañana"
La verdad era que ni Harry ni Ron habían pensado en Dean Thomas hasta que Seamus lo menciono, y cayeron en cuenta de que realmente no había regresado a clases.
"¿Por que no ha venido?" Interrogo Harry.
"…" El rostro de Seamus reflejo tristeza.
"¿Qué sucede?" Pregunto Ron en un tono suave y preocupado.
"Bueno… solo se que sus padres fueron asesinados por los mortifagos…" Seamus lo dijo en voz baja, pero aun así el efecto en Harry no se hizo esperar.
"Queee!!!, no puedo creerlo Voldemort, se sale con la suya, y nosotros sin poder hacer nada!!! Desearía que muriera, lenta y dolorosamente y me gustaría estar ahí para verlo, haría cualquier cosa por…"
"NO DIGAS ESO HARRY" Le especto Ron.
"Harry, no le comentes nada a Dean por favor" Suplico Seamus "Fueron atacados en su casa y Dean sobrevivió milagrosamente, pero comprenderás que es duro para el"
"¿Comprenderlo..yo?, es claro que comprendo, no es a mi a quien Voldemort tiene en la mira, mis padres murieron por su causa y mi vida no a sido precisamente de lo mas feliz gracias al maldito" Harry se levanto estrepitosamente de su lecho y tomo su capa negra y bufanda dirigiéndose a la salida de los dormitorios.
"Algún día haré que mi deseo se haga realidad" Dijo Harry con una convicción que tal vez hubiese resultado aterradora antes de salir apresuradamente mientras que los dos chicos quedaron en silencio.
El muchacho menudo con gafas salio una vez mas por el retrato de la señora gorda
Sabia que no debía haberles gritado, ellos no tenían la culpa de lo que Voldemort hacia. Miro para ver si ningún maestro veía que salía de la escuela, ahora que no había prefectos por los ataques de Voldemort, los maestros se hacían cargo de vigilar mas aparte dos o tres aurores.
Salio rápidamente maldiciendo por haber olvidado su capa de invisibilidad. Ahora si le daría de comer al pobre animal que por culpa del slytherin había dejado.
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La oscuridad lo envolvió.
Pero era reconfortante, por que no estaba en el otro lugar que era horrible. Sin embargo sabia que había visto sus ojos. Los ojos de uno de aquellos sujetos que lo hacían hundirse en la angustia y desesperación, pero no era eso lo que mas odiaba, no. Era la impotencia de no poder hacer nada.
Floto durante un breve momento en la calida oscuridad, y luego sintió el pasto frió y la azul luz de la luna bañando todo a su alrededor. Se levanto un poco mareado, y fue ahí cuando vio que el Gryffindor corría a toda prisa hacia la entrada de la escuela..
¿Y si va a avisarle a alguien que se había desmayado? Le harían todo tipo de incomodas preguntas y no tenia tiempo para esas tonterías. Tomo rápidamente su varita y apunto.
"!Petrificus totalus¡"
Potter quedo inmovilizado al instante que cayo al pasto.
Draco se acerco lentamente por que aun sentía que todo daba vueltas y se paro viendo a Harry indefenso ante sus pies.
"No creí verte así alguna vez Potter" Dijo por que se acordó de las muchas veces que se había imaginado al gran Harry Potter postrado ante sus pies como en esa ocasión, lo curioso era que no tenia ganas de hacerle nada. En eso pensaba cuando lo miro y descubrió que lo miraba con su distintivo coraje.
"Si, si ya se" Si ya sabia que el lo odiaba desde el primer momento en que se presento en la tienda del callejón Diagon. ¿Acaso no podía ser de otra manera?.
No... Estaban destinados a ser enemigos por siempre, y tenia que alegrarse por eso ¿no?.
Se alejo dejándolo tumbado en medio del campo y aunque estuvo tentado a abandonarlo ahí no lo hizo.
"Finite incantatum" El hechizo termino y comprobó que el Gryffindor podía moverse otra vez, por lo que se fue a su sala común. Tenia cosas que pensar.
En la sala, el fuego de la chimenea crispaba con una llama verdosa que no calentaba ni ligeramente. Trato de pasar desapercibido pero fue interceptado por Pansy Parkinson.
"Draco..Espera...."
"¿Qué pasa Pansy?" Tenia que deshacerse de ella rápidamente. No se sentía muy bien.
"Bueno, es que…Yo quiero hacer una fiesta en Hogsmeade, pero no soy muy buena organizando este tipo de cosas.." Ella empezaba a ruborizarse.
"¿Y?"
"¿Me podrías ayudar? Tu eres bueno para, para esto y si lo hago sola será un desastre y…"
"Esta bien, luego nos ponemos de acuerdo, adiós" Dijo dando media vuelta para subir a su dormitorio que no vio la radiante felicidad de Pansy. Le caía bien la slytherin, a veces tenían platicas interesantes e inteligentes con ella, mas de lo que le podía pedir a sus guardaespaldas.
No había nadie en los dormitorios.
Se lanzo sobre su cama y cerro los ojos. Analizo lo que había visto: el cuarto oscuro, aquellos hombres y esos ojos que fue lo único que pudo ver claramente.
"Eso no me sirve de nada, ni siquiera pude verle bien el rostro" Pensó.
"Debes estar atento" Dijo La voz.
"¿Qué demonios quieres?¿Eres tu no es así, el que me mete esos sueños raros?" Reclamo.
"No. Es por que debes tener cuidado, por eso debes recordar.."
"Patrañas" Contesto "Esto debe acabar, y solo hay una forma"
Draco tomo una mochila de debajo de su cama, no sin antes cerrar con llave el dormitorio. La abrió y saco uno de los tres libros de pasta negra que tenia, el libro era algo grande y parecía estarse deshojando. Empezó a buscar algo que hiciera desaparecer los sueños y a esa molesta voz. No estaba seguro de si podría encontrar algo, pero tenia que intentarlo, previamente había buscado en las pociones y hechizos normales, pero no había nada que le sirviese, probablemente este era la ultima opción
"Si tengo que recurrir a la magia negra para deshacerme de ti, no dudare en hacerlo" Dijo con media tinta de sonrisa en sus labios. Eran los libros mas poderosos de su padre, lo único que pudo rescatar de la mansión antes de que la registraran e incautaran toda la biblioteca.
"Es peligroso, no estoy aquí para lastimarte, están cerca"
"Bla bla bla… Si deberás quieres ayudarme ¿por que demonios no me dices las cosas claro? o mejor por que no dejas de tomar mi cuerpo" Paro en una de las hojas amarillentas del misterioso libro:
Poción de nepenthes
Efecto: Tiene la facultad de olvidar o desaparecer hechos específicos de la mente.
Ingredientes: 1 Nepenthes y agua mineral.
Preparación: Machacar la planta y agregarlo en el agua mineral, después colocar el hechizo –Veritas lo que se desea olvidar o desaparecer especificando el recuerdo - en la poción para que surta efecto.
Efectos secundarios: Estado de coma durante 3 horas.
Nota: Parecida a la poción para olvidar, con la diferencia de que hay un 20 de desaparecer cosas o personas no solo en la mente, sino también en el mundo tangible.
Su efecto también tiene un 50 de efectividad y otro 50 de fallo y de efecto desconocido, lo cual significa un riesgo por que se puede acabar la existencia de quien la beba.
"¿Noo pensaras en usarlo?!!" Grito la voz.
"¿Por qué no?" Dijo Draco pensativo.
"Acabaras con tu vida""O con la tuya, ya no importa a estas alturas" Draco sabia que Snape tenia los ingredientes que necesitaba, tendría que tener cuidado en robarlos. Después, esperar a que todos se fueran a Hogsmeade, tomar la pócima y esperar el efecto. Estaría despierto antes de que todos regresaran. Un plan perfecto.
"Mañana hay cosas que hacer..."
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Dean Thomas había estado pálido y callado.
Todos se habían comportado mas amables de lo normal con él desde su llegada, sin embargo la pena seguía en su rostro. Harry lo comprendía y estaba decidido a animarlo en su salida de mañana a Hogsmeade, tal vez invitarle algunas ranas de chocolate u algo, ya se le ocurriría en el camino. Estaba mas relajado, no había visto a Malfoy desde hace cinco días y no había habido ataques de Voldemort, aunque ya no sabia si era peor tener la incertidumbre de cuando aparecería. La noche lanzaba sus negras sabanas en Hogwarts y todos los que irían a Hogsmeade estaban ansiosos, ya que no había habido una visita últimamente por precauciones.
Se preparaba para dormir cuando sintió la necesidad de ver la carta silenciosa que el Slytherin le había dado.
"¿Qué demonios?" Dijo al mismo tiempo que metía la mano dentro de su camisa, después de todo no había podido deshacerse de ella aunque lo había intentado en varias ocasiones. La tenia en su mano, doblada como la ultima vez en que la leyó, no había nada escrito que el no hubiese leído, pero aun así, sintió la imperiosa curiosidad de verla otra vez. Cual fue su sorpresa cuando vio que no eran las mismas palabras escritas en la carta.
"Él pretende envenenarse, va morir."
"¿Envenenarse?¿Malfoy?" Se pregunto. Las letras eran ahora de color amarillo, lo cual recordó significaba un sentimiento de miedo.
"¿Será cierto?... No lo creo, solo esta jugando" Se dijo antes de lanzar la carta, cosa que sabia era inútil, pues volvió a sentirla dentro de su camisa.
En la mañana todos los que quedaban en la escuela de tercer año a séptimo estaban mas que preparados para su excursión al pueblo. Harry que estaba junto a sus dos amigos seguía con la mirada a Cho quien momentos antes le dedicara una leve sonrisa.
"Mira" Dijo una voz a sus espaldas.
"Una sangre sucia" Hermione siguió platicando con Ron como si nadie le hablara, aunque estaba claro que se dirigían a ella por que eran Goyle y Crabbe quien se acercaban con la intención de siempre.
"¿Es que no puede haber alguien mas con la sangre mas sucia por aquí?"
"No lo creo, Goyle, el horrible olor proviene de esa sangre sucia" Y empezaron a reír hasta que Ron se les acerco tranquilamente y le soltó un golpe a mano cerrada a Crabbe sin previo aviso en la cara lo que hizo que el voluminoso joven se cayera de espaldas. Harry se lanzo sobre Goyle antes de que este se fuera sobre Ron.
"Hey que pasa ahí" La profesora McGonagall se abría paso entre los estudiantes y antes de llegar, Ron y Goyle pararon al oír los distintivos pasos de la animaga pero no Harry quien asestaba un puñetazo en plena cara a Grabbe.
"!Harry! ¿Qué crees que haces?" El menudo muchacho agacho la cabeza y luego vio como Grabbe se levantaba mientras tapaba su sangrante nariz.
"Yo no estaba haciendo nada y de repente Potter empezó a actuar como un loco y..."
"!No es cierto! Ellos empezaron y...." Hermione fue interrumpida por una oleada de voces en pro y en contra sobre lo sucedido.
"Silencio" Dijo la Profesora mirando a todos.
"Potter, estas castigado, te quedaras en Hogwarts ya que has sido el único quien a actuado de la manera mas violenta."
"Eso no es justo..en todo caso también los Slytherin deberían quedarse"
"He dicho todo Potter, vamos, regresa al castillo"
"Lo siento Harry, es mi culpa, no debí haber atacado al estúpido de Goyle" Dijo Ron, Hermione también lo miraba.
"Nos quedaremos contigo" Dijo ella.
"No, yo me quedo solo, quiero me traigan dulces de la tienda y... Será mejor que se vayan ya." Dijo al ver que el grupo de estudiante se alejaba rumbo a Hogsmeade.
"¿Estas seguro Harry?" Pregunto el pelirrojo.
"Vamos, no se olviden de mi encargo" Harry los despidió con una sonrisa, deseaba ir, y por eso sabia que no debía ser egoísta y pedir que se quedaran con el, no era justo. Con un suspiro volvió al casi abandonado castillo.
De repente al estar caminando por la entrada principal, sintió de nuevo el anheló de ver la carta silenciosa.
"Me resistiré esta vez" Pensó, pero no había dado tres pasos cuando ya estaba sacando la carta y desdoblándola.
"La contraseña es DESTAZADO" Era la nueva frase escrita, además el color amarillo de las letras se iba haciendo mas oscura. "hasta que se haga negra" pensó, el color negro, había dicho Hermione, era de peligro.
Se paro bruscamente al darse cuenta de que estaba en el pasillo que daba a los calabozos.
"No puedo creer lo que estoy haciendo" Dijo mientras corría a la entrada de la sala de slytherin.
" ¡Destazado!" grito, y se abrió la pared dejando ver detrás de ella una sala común de colores verde y plateado.
"Vaya, si era la contraseña" Dijo por un instante antes de subir rápidamente las escaleras.
Busco en los dormitorios puerta por puerta, hasta que abrió la ultima y fue ahí, en donde encontró a Malfoy parado dando la espalda a su cama viendo nada y mas pálido de lo normal. Harry se acerco cauteloso, y vio que tenia una expresión parecida a la que había visto anteriormente, había también un vaso roto a un lado de el.
"¿En verdad se enveneno?" Una angustia lo comenzó a corroer, no había pensado mas que en encontrarlo, pero no en que iba a hacer cuando lo hallara. Malfoy comenzó a cerrar los ojos, su palidez no podía ser mas mortal y antes de que desfalleciera, Harry lo abrazo para que no cayera. Sin embargo, el también se hundió en la oscuridad...
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Le había costado mucho trabajo conseguir los materiales para la poción, además de que la voz era muy insistente durante los cinco días en que había estado planeando todo.
"Pero todo a salido bien" Se dijo mientras sacaba el frasco que había preparado en el calabozo que servia de salón para la clase de pociones. Tenia suerte de que Snape estuviera fuera de Hogwarts, pues hubiese resultado imposible de no ser así.
Ahora mismo podía ver por la ventana de su cuarto como todos se congregaban en la entrada para ir a Hogsmeade, incluyendo todos los slytherin, los cuales había convencido para que no se quedaran con el.
"Vaya, pero si son Goyle y Crabbe, causando problemas.." Dijo para si, al observar como se acercaban a Potter y sus amigos diciendo algo que seguro no era nada amable.
No siguió viendo la escena, pues era el momento que esperaba.
"Detente antes de que..."
"Todo o nada" Draco tomo la pócima en ese momento, sin dudarlo.
Dejo casi al instante de sentir su cuerpo y de golpe ya estaba en el oscuro cuarto, mas claro que ninguna otra vez. Se miro, tenia el uniforme, no era un niño como en otras ocasiones. ¿Qué debía hacer?.
"No puedes hacer nada, tu mente no controla este lugar, sino la magia" Dijo la voz y fue cuando se vio así mismo, pero como cuando tenia seis años aparecer delante de el. No supo que decir.
"Nos volveremos uno otra vez, por que así lo deseas, pero aun no era el momento, por lo que, te enfrentaras solo a ellos, si es que nadie viene por ti..."
El pequeño Draco camino hacia el hasta que desapareció en un alo de luz. Luz que sentía en su ser. Todo comenzó a tener sentido, por que volvía a recordar, la verdad que nunca había querido conocer, había cometido un grave error.
La puerta se abrió de pronto y entraron dos hombres, quienes sabia ahora quienes eran, uno no lo había visto desde aquellos días, sin embargo el otro caminaba por Hogwarts.
Busco su varita rápidamente, pero para su horror ya no estaba en su capa, por que su capa no se encontraba tampoco.
"!Pero que..!" Ya no tenia el uniforme, era de nuevo un niño con una túnica blanca, indefenso como en el pasado.
"Mira, te hemos traído un regalo" Uno de ellos saco un vestido blanco de niña.
"!Vete al diablo!" Le grito con todo el coraje que pudo sacar, se sentía humillado.
"Ven acá" Uno de ellos intento agarrarlo, pero Draco lo esquivo y corrió a la salida.
"Nada de eso, te has portado muy mal hoy" Dijo el otro que en dos o tres zancadas lo alcanzo con facilidad y lo tomo por la rubia y platina melena que tenia hasta los hombros y lo arrastro hasta la cama, en donde lo levanto y lo lanzo.
Draco hacia gran voluntad por no echarse a llorar y entonces cuando uno de ello se acerco para quitarle la túnica, el pequeño Draco le hundió los dedos en los ojos. El hombre gimió segado, pero aun lo sujetaba por la túnica contra la cama y estaba encima de el.
"Que un niño te gane, eso es patético" Comento el otro divertido y sin entrometerse.
Estas palabras parecieron enojarlo mas por que sin esperarlo, lo golpeo en la cara cerca de la quijada, y la boca pálida de Draco comenzó a sangrar así como su nariz, dejándolo aturdido e inmóvil.
" Se lo tenia merecido" Dijo su agresor mientras se levantaba de encima del niño mientras se tallaba los ojos.
"Eres un idiota, le has arruinado su perfecta cara y además creo que esta sangrando mas que otras veces" Le reclamo, pero no había enojo no preocupación en sus palabras.
"Es lo mismo, nos divertimos y luego lo curamos como siempre"
Draco llevo su mano derecha a su boca, el sabor de la sangre era desagradable y el dolor lo estaba entumeciendo, pensaba que no había visto salir tanta sangre ni siquiera en los recuerdos que acababa de recuperar, muy similares a lo que estaba viviendo. ¿Qué significa?, al parecer ya no importaba por que la sangre seguía resbalando por su mano.
"Vamos ya empecemos, vamos a dejarlo así un rato para que aprenda" Dijo quien lo había golpeado y volvía a subirse encima de el.
"!Hey! Será mejor que ya no te hagas el salvaje o te ira peor" Aconsejo el otro quien también se acercaba y se sentaba a un lado de la cama a observar la escena y esperar su turno, mientras el otro empezaba a romper su túnica, Draco se resistió tanto como pudo hasta que este le tomo el rostro del lado que tenia lastimado y comenzó a apretarle lentamente. El niño abrió los ojos y gimió fuerte ante el dolor que le causaba, quería desmayarse o morir en ese instante, realmente lo deseaba.
"AVEDA KEDRAVRA" Un rayo verde hizo caer al tipo que estaba sentado en la cama y el otro se levanto de Draco rápidamente y apunto con la varita al atacante, el pequeño niño se levanto aturdido y reconoció al muchacho de ojos verdes que veía con fiereza a su oponente.
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Disculpen la tardanza....
Madame Novena
