DISCLAIMER: Respondan con la verdad y nada más que la verdad… creen que si yo tuviese los derechos de Mankin estaría escribiendo fics! Claro que no! Les daría a Yoh y Anna un final romántico más digno, eso sí pero… mientras no hay derechos… --Patricia se va a sollozar en su escritorio mientras casi todo su elenco le da golpecitos amistosos y le dicen 'nosotros te queremos…'--


RADIO SHOW

Capítulo Diecinueve: Tres

Ambos levantaron la mirada: el cielo plomizo no depara un día radiante, eso como mínimo. Disminuyendo el espacio que había entre ellos para mantener el calor, observaron como la gente se movía entre ellos, cruzaba las calles, todas ellas vestidas en sus mejores kimono de Año Nuevo. Algunos se saludaban entre sí, intercambiando los mejores deseos para el año que estaba por comenzar; todos completamente ajenos a la pareja que los veía mientras caminaba por la acera, invisibles a todos.

Con un estremecimiento, Anna se arregló su bandana roja que protegía su cuello contra el frío que aumentaba mientras la noche se cernía encima de ellos. Notándolo, Yoh sonrió y tomó la mano izquierda de la chica entre la suya y la entrelazó con la suya propia, estrechándola suavemente, observando todo el tiempo la expresión desentendida de ella mientras se sonrojaba levemente y terminaba de deshacer la distancia y recostándose sobre el hombro del chico, suspirando inconscientemente.

Yoh apartó la vista del camino, seguro de que conocía hasta la última piedra y la fijó sobre el rostro de Anna y rió por lo bajo al notar lo tranquila que se veía por entre la múltiples capas de la bandana "Ya vamos a llegar" le susurró al oído, temiendo que si hablaba demasiado fuerte rompería la magia del momento.

"Eso espero: no tenía en mis planes morir de hipotermia esta noche" respondió la abogada sin abrir los ojos.

Yoh suspiró ante la habilidad de Anna de pronunciar esas frases que solían arruinar hasta el más melosos de los momentos "La inseguridad en esta época del año es un peligro: si traías tu auto y lo dejabas en la estación lo más seguro es que mañana regresáramos y no estuviese allí" comentó el chico "Entonces tendrías que devolverte a tu apartamento cansada, con sueño y con frío"

Anna se apartó unos centímetros de Yoh y lo vio fijamente: incredulidad en sus ojos azabache "¿Qué no me va a pasar lo mismo ahora que no traje el auto?"

Dándose cuenta de la realidad, la sonrisa de Yoh se tambaleó por unos instantes antes de reaparecer, insegura "Puedes acampar en la estación... en todo caso le iba a pedir a Ryu que te llevara a su casa" dijo al fin, una mano detrás de su cabeza.

"Perfecto, de lo contrario Asakura me ibas a llevar cargando a mi departamento" sentenció Anna con una sonrisa burlona mientras veía como Yoh se detenía en el lugar y la miraba atónito.

"¿En serio?"

"Claro, no esperabas que caminara hasta mi casa a las cinco de la mañana"

"Hidoi Anna(1)"

Ambos se quedaron en silencio, rehaciendo el abrazo que Anna había roto hasta que divisaron a lo lejos la estructura de la estación de radio; apurando el paso al ver como ya había movimiento en las puertas principales, Yoh se alejó momentáneamente de Anna al ver como Manta lo llamaba.

"¡Yoh- kun! Al fin llegaste, ya pensé que te iba a tener que buscar por toda la ciudad como el año pasado" saludó Manta terminando de agitar sus brazos en el aire para llamar la atención de su amigo.

"Ehm... no Manta, ya estoy aquí" replicó el chico recordando el incidente al que se refería el pequeño: Yoh había aprendido por las malas que no sólo existían fans locamente enamoradas, sino psicóticas vengativas también por no haber ganado el concurso para obtener entradas al festival de música de Año Nuevo.

"¿Trajiste a la ganadora de este año?" le preguntó Manta mientras veía distraídamente un mail en su laptop.

"¡Sí!" exclamó emocionado el chico mientras se apartaba y señalaba a Anna que lo aguardaba hablando con Jeanne.

"¿Kyouyama- san¿ella entró al concurso?"

"No exactamente" admitió el chico "Digamos que yo... la 'entré' en el concurso" explicó riendo ante su propia idea.

"¡Pero se supone que tenemos que ser imparciales!" exclamó horrorizado Manta, mirando hacia derecha e izquierda como esperando que alguien de la Asociación de los Derechos Humanos llegase y le reclamase la falta de ética de su locutor.

"Nadie se va a enterar, además se lo debía" dijo tranquilamente el chico mientras quitaba de su cintura el sweater que le había tejido Anna "¡Mira! Me dio de regalo de Navidad algo con una naranja¡sólo era lo justo!" profirió señalando el objeto en cuestión.

Sonriendo y moviendo la cabeza negativamente, Manta sabía que la discusión, una vez llegada al punto de las naranjas, ya no había forma de que él la ganase "Muy bien, entonces ve y busca a la 'afortunada ganadora' y espera en la camioneta, ya todos están listos" terminó el pequeño, cerrando su laptop con un sonoro clic y mirando socarronamente a su amigo "Por cierto... estoy pensando en enviar el video de seguridad de la fiesta de Navidad por Internet... ¿quién sabe? Así tus fans sabrán que al fin sentaste cabeza" agregó al escapar raudo y veloz antes de que su anonadado amigo recobrase la suficiente consciencia para darse cuenta de que las cámaras de seguridad no se había desactivado esa noche.

"Anna me va a asesinar si eso llega a ser verdad lo del Internet" murmuró Yoh dándose la media vuelta y caminando hacia la susodicha que había terminado de hablar con Jeanne hace tiempo y ahora lo veía con una ceja arqueada.

"¿Qué ocurrió?" preguntó Anna viendo la forma en que Yoh caminaba con los hombros encogidos y como si le hubiese dicho sentencia de muerte.

"¿Eh¡nada! Es sólo que ehm..." Yoh miró a todos lados y sintió como las miradas de sus compañeros caía sobre él, todos con una sonrisa sádica idéntica.

Anna, notando también el comportamiento de la multitud se cruzó de brazos y cambió su tono de voz ligeramente preocupado por uno más firme "¿Qué hicieron?"

Yoh levantó la vista del suelo donde su pie derecho había estado raspando la alfombra para ver a la abogada "¡Nada! Es sólo que a todos les gusta bromear sobre el sistema de seguridad"

Anna tuvo que pelear con toda su anatomía para evitar sonreír: no tenía idea de qué ocurría, pero ver a Yoh sudando en pleno invierno y mirándola como un niño al que estaban interrogando por sus calificaciones no dejaba de ser tierno, por más que ella intentase ignorarlo. Levantando la cabeza, comenzó a caminar hacia la camioneta que tenía sus puertas abiertas esperándolos, tomando a Yoh del brazo y llevándola con ella y teniendo la suficiente delicadeza como para hablar tan alto para que todos la escuchasen "¿No es nada? Muy bien, en todo caso si tienen problemas con las cámaras de seguridad yo me puedo encargar de eliminar a quien las hizo" terminó con una mirada que no deja lugar a dudas y sonriéndole disimuladamente a Yoh que la miraba bajo una nueva luz.


El lugar era un verdadero caos: las personas corrían de un lado a otro, haciendo preparativos de último minuto en el escenario, ajustando las luces, preparándose en los camerinos y arreglando las mesas con comida que Anna estaba segura que de haberlo querido, no hubiese podido hacerse oír por encima de todo el alboroto; así que allí estaba mirando el ir y venir de las múltiples personas que estaban allí mientras esperaba a que el espectáculo estuviese listo para comenzar.

A pesar de su aparente desinterés, Anna jamás se había sentido tan emocionada en su vida: estaba en el medio de uno de los shows televisivos más importantes de todo el año que era visto por casi todo el Japón: adonde quiera que mirase veía personajes renombrados y celebridades de la música, la mayoría de ellos siendo atendidos por Yoh y los demás.

Moviéndose incómoda sobre la caja en la que estaba sentada, Anna clavó su mirada en la mano de una de las presentadoras del programa que estaba recorriendo peligrosamente el antebrazo de su Yoh que hablaba con ella al tiempo que intercambiaba miradas nerviosas entre la mano intrusa y la abogada.

Arribista desgraciada... sólo por ser famosa... autocontrol, no vayas a montar un número... además, Yoh tiene derecho a la atención, es su noche y no se ve ma... ¿no hablamos sobre el autocontrol ya?, pensaba la chica mientras respiraba hondo y trataba de calmarse: no sabía cómo, pero cualquier evento que involucrase al chico de cabello castaño la hacia parecer una adolescente enloquecida. En un último intento desesperado de tranquilizarse, dirigió su vista hacia el escenario donde se hacía las últimas pruebas de iluminación; revisando el itinerario que le había prestado Ryu, Anna se fijó en los integrantes de los que iban a competir por los equipos blanco y rojo este año; el shirogumi(2) y el akagumi(3) tenían ambos una cantidad impresionante de talento pero por seguir la tradición Anna decidió darle el voto al akagumi, en donde años antes había participado Awaya Ringo. Ensimismada en el prospecto del espectáculo, la chica volvió repentinamente a la realidad al sentir como alguien la llamaba y la daba pequeños golpecitos en el hombro.

"¿Qué?" preguntó al ver como Yoh la miraba sonriente.

"Me toca recibir a la otra mitad del shirogumi, así que ya vengo, te puedes quedar con Amidamaru y Chocolove" informó mientras volteaba y veía qué atraía la atención de ella "Por cierto... ¿por quién vas este año?"

Anna lo miró desafiante, recordando que el mismo año que había participado Awaya Ringo, Bob también había estado allí "Por el akagumi por supuesto"

Yoh se llevó una mano al corazón para agregar dramatismo "¡Pero si el shirogumi SIEMPRE es mejor!" exclamó fingiendo estar totalmente contrariado.

"Sigue creyendo. Ya verás que venceremos" respondió Anna con toda la confianza del mundo.

"Hecho" agregó el chico riendo y despidiéndose de Anna, dirigiéndose a la parte trasera del estudio para recoger a la otra parte de los invitados.


Era un reverendo desastre. TODO.

Gritando una orden más desde la esquina inferior del escenario, se llevó una mano a la frente, agradeciendo a cualquier entidad superior que lo había hecho decidirse por asistir al evento de Año Nuevo y supervisar las cosas.

Hao observó como del suelo de la tarima salían chispas de todos los colores en una secuencia rítmica. Tamborileando con los dedos sobre la carpeta que le había entregado Opacho, asintió con la cabeza a uno de los técnicos en el justo instante en que su asistente se le acercaba.

"¿Señor Hao?"

"¿Uhm?" preguntó distraídamente apartando uno de sus mechones de cabello castaño de sus ojos.

"Al parecer ha habido unos pequeños cambios con la coreografía de una de las cantantes y ella quería saber si..."

Hao se encogió de hombros y contó hasta diez lentamente; ¿Qué no podía, ni un año, ser un espectáculo sin arreglos de último minuto? Más les vale a los del canal que comience a colocar en los contratos 'Cláusula Como Sea: asegúrese de que usted, el talento participante, tengo todas sus coreografías listas y esté completamente SEGURA/O de que las va a llevar acabo, de lo contrario, encontrará su casa incendiada por cierto empresario que ya no soporta las malcriadeces de los famosos', pensó volteándose hacia Opacho "... Y ella quería saber si yo era lo suficientemente benévolo de cambiar todo a sólo diez minutos de que comience el espectáculo ¿verdad?" preguntó con la voz enlazada de hielo, haciendo que Opacho diera medio paso hacia atrás.

"Sí, precisamente"

"Bien. Veamos que podemos hacer por la señorita" dándole con más fuerza de la necesaria la carpeta al asistente, Hao se dirigió a la parte trasera del hangar donde estaba seguro estaban ubicados los camerinos.

Si quieres hacer algo bien... hazlo por ti mismo. Hao pasó rápidamente por entre el tumulto de gente, pensando que en definitiva, había sido lo mejor que asistiera al evento, aunque dentro de sí sabía que no había sido ninguna divinidad quien lo había hecho hacerlo, por el contrario, todo había sido por Anna.

Suspirando, dobló una de las esquinas y se detuvo unos momentos mirando indeciso las bifurcaciones del pasillo. Ahora que lo veía fríamente no se le había ocurrido preguntarle a Opacho quién había pedido el cambio en la coreografía. Genial, se dijo sarcásticamente observando el pasillo que estaba justo frente a él, Supongo que da lo mismo el que tome, ya me encontrarán si realmente quieren hacer los arreglos, pensó mientras comenzaba a caminar nuevamente.

Si no hubiese sido por Anna, él no estaría allí en esos momentos. Su compañía llevaba tres años ayudando a preparar el festival de Año Nuevo y hasta este momento, Hao no había asistido a ninguno, dejándole la responsabilidad a Opacho, a su secretaria y a los técnicos; más bien, siempre había estado en el departamento de Anna, prefiriendo ver el evento del otro lado de la pantalla del televisor.

Pero ella no estaba con él.

Pero no iba a desistir tan fácilmente. En la fiesta de Navidad Anna no lo había rechazado en el sentido más estricto así que... ¿qué acaso no podía existir otra oportunidad para él, estaba seguro de que debía haber una forma de llegar nuevamente al corazón de la abogada... tan sólo... tenía que conseguirla.

Haciendo un mohín de fastidio ante sus propios pensamientos, Hao se detuvo al ver que lo único que había hecho era dar la vuelta y se encontró nuevamente en el hangar principal: al igual que sus reflexiones sobre Anna, el pasillo lo único que había hecho era hacerlo andar en círculos. Molesto consigo mismo, se apartó hasta la pared y se recostó sobre ella, respirando profundamente en un último intento de recuperar su compostura a la vez que esperaba que la inútil de su secretaria se le ocurriera aparecer e indicarle cuál era el camino correcto. Doblando las mangas de su camisa hasta su antebrazo, revisó su reloj antes de cerrar los ojos y esperar en un desafiante silencio a que alguno de sus empleados se dignara a ganarse el sueldo.


"Hecho" dijo Yoh antes de despedirse de Anna y encaminarse hasta la parte trasera en donde estaba la puerta principal, siendo lo suficientemente cuidadoso de no tropezar con los cables que se encontraban esparcidos por el suelo. Con una última mirada hacia la abogada, rompió a trotar para llegar a tiempo.

Había sido una buena idea el traer a la chica al evento. Yoh se sonrió al tiempo que esquivaba un camarógrafo: parecía que ella se la estaba pasando bien, siendo esto toda una rareza porque ya el chico había contado cinco sonrisas en menos de media hora, toda una proeza. Ajustando el intercomunicador que le había dado Amidamaru a su cintura, se dio cuenta de que inconscientemente había estado contando las sonrisas de Anna, pero... ¿quién lo podía culpar? Eran tan raras y a la vez preciosas... Dándose cuenta que estaba reduciendo la velocidad, dio las últimas zancadas que lo separaban del pasillo principal cuando se sintió tropezarse con algo. Yoh agitó los brazos en el aire en un intento de recuperar el equilibrio, consiguiendo al final inclinarse lo suficiente para poner una mano en el suelo y estabilizarse con eso. Ofuscado, volteó para ver la causa de la caída y se encontró con un zapato deportivo. Extrañado, subió la mirada para encontrarse a Hao en mitad de decir una disculpa, su brazo derecho suspendido en el aire.

Hao no podía creer su suerte¿qué hacía él aquí? Quitando la mano, se cruzó de brazos y miró al chico mientras este se levantaba y se frotaba el pantalón en un intento fallido de quitar una mancha de polvo. Hao forzó una sonrisa y se recostó nuevamente de la pared "Hola" dijo en un tono que daba a entender que le importaba un comino que Yoh se hubiese partido el cuello "Deberías tener más cuidado, en estos lugares no se debe jugar, te puedes caer"

Yoh lo miró y apretó la mandíbula tratando de contenerse; metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón, frunció el ceño "¿Qué haces aquí?" preguntó después de unos minutos de silencio, tratando de enlazar sus palabras con toda la indiferencia posible.

Hao arqueó una ceja antes de echarse a reír "¿Somos curiosos no?"

Yoh se mantuvo en su lugar mientras veía como Hao se separaba de la pared y comenzaba a rodearlo, viéndolo como un gato que sabe que su presa no tiene a dónde ir. Yoh podía no conocer bien al sujeto, pero de una cosa estaba ciento por ciento seguro: no lo soportaba. No sólo había engañado a Anna, no sólo la había hecho llorar sino que ahora parecía tener la manía de aparecerse para hacerle la vida imposible "Exacto. Simple curiosidad" respondió, encogiéndose de hombros.

"Bueno, algunos trabajos, otros simplemente lo llaman 'tener un hobby'"

"Perfecto" dijo Yoh cortante, teniendo el ligero presentimiento que la última frase había sido una indirecta para él.

"No me tengas miedo, no hay por qué ser tan frío" comentó Hao mirando de soslayo al chico "La última vez que nos vimos fue igual, no logramos conocernos bien así que comenzaré yo con las presentaciones: Hao, mucho gusto" terminó, ofreciéndole la mano a Yoh, veneno en cada una de sus palabras.

"Yoh" correspondió secamente el chico, tragando en seco ante el inesperado apretón que le había dado él "Ya he oído sobre ti"

"¿En serio?" preguntó Hao, su mirada ensombreciéndose.

"Sí. Anna me habló de ti"

¿'Anna'¿de dónde saca este estúpido tanta familiaridad? "¿Y ustedes dos son...?"

"No te importa" soltó Yoh, cerrando sus manos en puños dentro de sus bolsillos "Lo único que necesitas saber sobre mi es que no te voy a permitir que vayas detrás de ella para hacerla sufrir nuevamente"

"Vaya, vaya¿con que con amenazas? Yoh, no seas idiota: a mí nadie me amenaza. Si me da la gana ir tras de ella tengo todos mis derechos de hacerlo"

Yoh pudo sentir claramente como su último nervio de paciencia se rompía con un ruido sordo dentro de él; antes de que pudiese darse cuenta de lo que realmente hacía sus dedos se había cerrado alrededor del cuello de Hao y lo empujó hasta la pared "¡No hables de ella como una objeto que puedes tirar y luego recoger¡Anna es Anna, es una persona y no tienes ningún 'derecho' sobre ella, nadie lo tiene!" le espetó, ignorando las miradas de las personas que pasaban y que se estaban comenzando a congregar a su alrededor.

"Anna es mía" aclaró Hao quitándose de un golpe la mano de Yoh y mirándolo directamente a lo ojos "Y no voy a permitir que tú o cualquier otro me la quiten"

"¡Aléjate de ella!" exclamó Yoh. Levantando su brazo hizo de ademán de golpear a Hao cuando sintió como la mano de este se cerraba sobre su puño y lo desviaba sin esfuerzo alguno.

"No eres quién para darme órdenes. Hago lo que me plazca" aclaró este, mirando de arriba abajo, tratando de contener el impulso de simplemente cerrarle la boca al chico de una vez "¿Qué¿ahora está contigo¿tienes el deseo de ser el caballero de brillante armadura que la va a rescatar de mí? Yoh despierta: esto no es el siglo XIV, además... ¿qué crees que ve en ti, porque no sé tú, pero yo noto un parecido entre nosotros que sin ser menos desagradable no deja de ser fascinante... ¿no crees que ella está contigo por mí?" preguntó a lo último, prácticamente saboreando al inseguridad que manaba del chico.

Yoh había tenido lo suficiente. Recogiendo el intercomunicador que había quedado en el piso después de la caído se lo caló en la cintura antes de mirar a Hao "No sé" respondió fríamente "Pero si es así le voy a enseñar que no somos lo mismo" Yoh comenzó a dar la media vuelta, pero se detuvo antes de agregar con una sonrisa cínica "Además, en ese caso estaré 'salvaguardando' la imagen... te estaría haciendo un favor a sus ojos. Pero tranquilo, no me des las gracias"


KONBANWA!

Bien! ROUND ONE: COMPLETE! Bien, ese fue el primer encuentro Yoh/Hao! Pues no sé como me quedó, es tarde y todavía tengo que estudiar para japonés (NO! ), pero espero sus reviews, a ver que tal me salió esto.

También sé que está súper corto, pero este capítulo es algo así como... ahm... una 'introducción' a la verdadera acción que llega en el capítulo número veinte! Jojojo! Tenemos drama, una que otra lágrima, mucho amor y... SIP! CANCIONES! Jojojojo!

Ahora bien... el Festival de Año Nuevo. No sé si quedó lo suficientemente claro pero se supone que es un evento muy esperado y en palabras de la mismísima Anna 'No te sentirás vivo en el nuevo año si no lo ves'; dos equipos conformados por artistas se reúnen para hacer una competencia y ver qué equipo gana de acuerdo al espectáculo que den y si no me equivoco, cuan populares son sus canciones

Ahora a las notas formales!

1) 'Hidoi Anna' es una manera de decir 'eso fue malvado'. Literalmente el adjetivo 'hidoi' significa 'cruel'.

2) y 3) 'Shirogumi' y 'Akagumi' son los nombres que tienen los grupos que se conforman en el espectáculo de Año Nuevo. Quieren decir 'el equipo blanco' y 'el equipo rojo' respectivamente. Para quien me siga hasta aquí abajo (en serio? Súper! Le estoy atrayendo adeptos al japonés!) 'shiro' viene del adjetivo 'shiroi' que significa blanco y 'aka' viene de 'akai' que es rojo

Bueno y eso es todo por hoy! Les prometo un capitulo largo y jugoso para la próx. vez! Será el último mina! Nos estamos viendo! MATA NE! Besos!

P.S.: Bien... por si acaso no se me permite escribir en una semana como es mi plan inicial... LES DESEO A TODOS UNA FELIZ NAVIDAD! PÓRTENSE BIEN CON SANTA! . Quién sabe? Tal vez les traiga su propio Yoh como regalo