Disclaimer: Los personajes pertenecen a JK Rowling y la warner por los derechos reservados que esperemos... este mejor me cayó. Y no los uso con fines de lucro.
Los pensamientos en entre comillas.
Recuerdos en cursiva.
Resumen cortito o sumary xD:
Hermione ha sido hechizada y ha olvidado a las personas que quiere, Harry se siente atraído hacia una joven francesa, un misterio ronda a esta chica y Draco Malfoy ahora es un prestigiado auror de la división francesa. Un secuestro pone a la Orden y Harry alerta, pero ¿Quién es el autor? Será que el que no debe ser nombrado ha vuelto, ¿Quién más está implicado en el acenso al poder? Incluso el mago más poderoso teme y comete errores, la joven francesa oculta un pasado extraño que uniría a Harry. Y un hechizo que ayudará a Harry a recuperar a Hermione y a descubrir la verdad de sus padres.
Últimos capítulos.
Capítulo XVI: Palabras. (Memorias II)
I wanna know
Who
ever told you I was letting go
of the only joy that I have ever
known
Girl, they're lying
El viento azotaba a los árboles, mientras caminaban a lo largo de la mansión, Arianna, Albert y Samantha llevaban varitas en alto, la elfina iluminaba con los chasquidos de sus dedos un pasillo largo.
-¿Exactamente a donde nos lleva?-preguntó Arianna en un susurró, pero Samantha no contesto, todo el remolino de sensaciones acumulado en su interior le hacía seguir y el cansancio de su cuerpo le indicaba un estado más de alerta, en sus condiciones no podría rendir más que el 50 por ciento y Draco siempre le recordaba que no debía estar agotada para dar a diestra y siniestra hechizos, después de todo, muchos de esos hechizos requerían no solo la fuerza mental sino física.
Se detuvieron casi al final del pasillo, Samantha pudo reconocerlo, lo usaba de pequeña para escapar de las reprimendas de su tía o incluso para estar sola, ese pasillo conducía a un cobertizo que si bien podría darles unos 5 minutos o 10, contando que al menos 15 mortífagos esperaban afuera.
Cuando atravesaron el último panel del pasillo y llegaron a una trampilla, la elfina les cedió el paso.
-¿No vendrá?-preguntó Albert al dejar pasar a Samantha.
-No, Lin cuidará de la casa- chilló la elfina restregándose la ropa, los tres salieron, el cobertizo estaba camuflajeado por un corredor de ramas, pero Samantha había visto a dos mortífagos y sabía que no saldrían ilesos, Aris se detuvo abruptamente señalando con el dedo dos hombres aparte de los que Samantha había visto.
-Yo iré por delante, Aris atrás y tu Sam en medio-
-¿Por que en medio?-preguntó Samantha en un murmuró.
-Por que te ves demasiado cansada- refutó Aris mientras sonreía -Sino salimos de aquí al menos, tú sí- la chica negó con la cabeza.
-¡NO! Los necesito a ambos- los dos asintieron y comenzaron a caminar agazapados entre las ramas, evitando bruscos movimientos, sin embargo varios ases de luz pasaron por sus cabezas, Albert y Aris lanzaban hechizos protectores y ella necesitaba con urgencia descansar un poco, un haz de luz paso por su mejilla, sintió algo escurrirle por la mejilla.
-¡¡SAM!-gritó Aris.
La chica giró para ver como un haz golpeaba a su amiga. Albert pasó rápidamente y tomó a la chica en brazos. Samantha pudo ver la puerta del cobertizo, la abrió con un alohomora y entraron.
-¿Como esta?- Albert le miró.
-Esta desmayada, pero aún vive-sonrió -¿Que haremos aquí? no tardarán en echar esto abajo-
-Debe haber algo aquí... -giró hacia el lugar, sus ojos escudriñaron todos los rincones, se detuvo frente a un florero -Eso no estaba aquí - se acercó lentamente a él.
-¡Sam! Date prisa-chilló Albert quien acomodaba a la joven.
-¡Es un traslador! ¿Pero no se a donde nos llevará?- el chico se puso a su lado.
-Entonces será mejor irnos ya -Samantha asintió y estiró su mano a la par que Albert, sintió un tirón en su estomago y el ruido de una explosión.
Los ojos de Remus se encontraron cerrados por unas milésimas de segundo cuando el timbre de voz resonó en sus oídos. Los abrió viendo los ojos color esmeralda.
-¿Estas bien?- el semblante del joven le estremeció.
-Tengo un mal presentimiento… -el corazón parecía latirle con fuerza, como si el dolor que sintió se intensificaba, era algo que no podía explicar.
-¿Sobre que? ¿Estas enfermo? ¿Paso algo con tu condición?-preguntó el moreno alarmado, Remus le esbozo una sonrisa.
-No Harry, no soy yo... -
-¿A que te refieres?- Harry agitó su varita sobre la taza que había sido rota.
-Es Sirius- Harry le miro frunciendo ligeramente el ceño, pero en él se reflejaba un poco la preocupación que comenzaba a sentir.
-¡Vamos para allá!- Remus asintió y ambos salieron de la habitación, en la puerta un joven se detuvo abruptamente, estaba pálido. -¿Pasa algo?-preguntó Harry, el joven asintió.
-Hubo un ataque a un centro muggle- las palabras parecían retumbar en su cerebro y Harry se quedo estático, viendo fijamente al chico, Remus por su parte solo sintió como parecía que el alma le abandonaba. Por que ese mal presentimiento se convirtió en su realidad.
-El estará bien -murmuró Harry, pero Remus sabía que no era cierto.
La losa del piso contrastó con la calidez de su cuerpo, no había visto nada en todo el camino, sus ojos impregnados de lágrimas le había nublado la visión, su cuerpo pequeño era manejado con facilidad y había sido dejado en un lugar que le helaba. En su mente podía ver a su madre rogando por su vida y el era tan pequeño que no sabía porque había gente que le trataba así.
-¡Te quedarás aquí mocoso!-chilló un hombre con voz ronca, Sirius solo se encogió haciéndose ovillo en el frío piso.
Las lágrimas y la voz parecían haberle abandonado. Necesitaba a su mamá y ¿Donde estaba su papá? ¿Su padrino, su cabeza comenzó a dolerle y cerró sus ojos deseando que solo fuera una pesadilla.
Just look
around
And all of the people that we used to know
Have just
given up, they wanna let it go
But we're still trying
Cuando Samantha sintió firme el suelo abrió sus ojos, estaba en una sala en un departamento, el olor a café impregnaba la estancia, Albert había llevado a Aris a una habitación y salía de ella.
-¿Sabes de quien es esta casa?- preguntó sentándose en el sofá. Sam lo vio fijamente, su rostro tenía algunas cortes y estaba manchado de tierra, su túnica estaba algo desgarrada y de su brazo pendía un hilillo de sangre.
-Deberías curarte esa herida-señalo hacia el brazo, el muchacho fijo la mirada y luego negó.
-Tú también deberías de curarte esa herida-dijo señalando su mejilla. Samantha llevó su mano a la sangre seca, sin sentir dolor alguno del corte que tenía.
-Es de Draco... -murmuró mientras caminaba hacia la estancia de la cocina.
-¿Perdón?-inquirió el joven siguiéndola.
So you should know
this love we share was never
Made to die
I'm glad we're
on this one way street
Just you and I
Just you and I
-La casa... es de Draco-sacó un botiquín de una de las estanterías y por un momento pudo respirar algo de tranquilidad, el lugar seguía siendo el mismo desde la última vez en la que había estado, el olor de su perfume y del café era lo que le llenaba sus pulmones, casi sintió marearse. Fijo su castaña mirada en el chico que le miraba atentó. -Siento haberte llevado a esto Albert -sacó del botiquín unas vendas.
-No tienes que disculparte, a veces estar solamente haciendo rondas sin nada de acción es aburrido-le sonrió mientras quitaba la camisa dejando ver un corte desde su codo hasta un poco antes de la muñeca. La chica tomo un trapo y lo mojó con agua limpiando la herida.
-No tenían porque estar ahí, no debí... -la chica limpiaba con suavidad la herida, abrió una de las vendas para enrollarla en su brazo.
-Escúchame Samantha -la joven detuvo su mirada en la de él -Yo elegí acompañarte al igual que Aris, ¿Tú crees que hubieras salido de la casa viva, tú sola? -la joven iba a replicar -No Sam, nosotros elegimos y no cambiaría de opinión nunca-Sam le esbozo una sonrisa -Y ve a descansar-
I'm never gonna say
goodbye
Cos I never wanna see you cry
I swore to you my love
would remain
-Gracias Albert - el chico asintió y se acerco a ella rodeándola con sus brazos, Sam recargo su cabeza en su pecho, el le acarició dulcemente la espalda.
-Ve a descansar, mañana hablaremos-la joven asintió y se alejó hacia una de las habitaciones, se detuvo y vio por un momento al chico, esbozo una sonrisa y se dirigió al cuarto, una maraña de sentimientos comenzó a reflejarse, esa era su habitación, casi pudo sentir que sus mejillas se tornaban rojas... su primera vez.
"Por que no estas aquí" pensó mientras se abrazaba a si misma, sus ojos casi se cerraban. Camino hacia el closet y lo abrió, sus ojos se centraron en la chaqueta café que yacía ahí, casi pudo dibujar una sonrisa en sus labios.
Ese invierno había azotado con más fiereza, ella había quedado en ir a la cafetería del lugar cerca de la academia, pero no había salido con nada más que un ligero suéter y ya llevaba más de 3 horas esperándolo, la taza de café frente a ella comenzaba a marearle, enojada se levanto y dejo las monedas correspondientes, saliendo del lugar el frío calo en sus huesos y talló sus brazos con sus manos.
¡Le odiaba! como había atrevido a dejarla sola, camino a penas dos cuadras cuando escuchó pasos cercanos, no fue necesario voltear y encararlo, sabía que era él.
-¡Lavat! ¡Espera!- pero su voz en lugar de calmarla le hizo apretar los puños -¡Oye!- Draco Malfoy se puso frente a ella con la respiración un poco agitada, le miro ceñuda.
-¿Que querías? ¿Burlarte?- gruñó ferozmente mientras se hacía a un lado.
-¿Que?-preguntó el joven poniéndose de nuevo frente a ella.
-¡¡DEJAME TRANQUILA!- varios de los transeúntes le miraron como si estuviera loca, sus labios estaban ligeramente morados.
-¡No seas tonta!-exclamó el chico tomándola del brazo. Pero fuera de que ella esperaba un cálido contacto pareció quemarle.
-Eres un Idiota Malfoy, espero no verte... NUNCA-le empujó ligeramente para salir de ahí, pero para su mala suerte Draco la tomo por ambos brazos, pegándola a su cuerpo, incluso su respiración era cálida, apretó sus ojos deseando por que la dejara ir, pero sin embargo los brazos de Draco la rodearon más.
-Seré lo que quieras Samantha pero no dejaré que te mueras de frío-la chica por primera vez cambió su estado de enfado por una mueca.
-¿Con esto crees que puedes pedir una disculpa?-preguntó mordazmente. Draco rodó sus ojos y se quito la chaqueta de color café que llevaba, la coloco sobre sus hombros y abrochó los primeros botones.
-Al menos quiero intentarlo... -fue la forma en que sus ojos se conectaron que no hicieron necesarias las disculpas, en ese mar grisáceo sus ojos reflejaban su preocupación.
-Gracias... -musitó con las mejillas un poco sonrosadas.
-Lamento no haber llegado y no me mires así... realmente soy un idiota ¿Verdad?-inquirió posando su brazo alrededor de sus hombros.
Cuando cerró la puerta del closet se dejó caer sobre el colchón, sus cabellos castaños quedaron regados sobre la cama, sus mejillas sonrojadas pasaron a intensificarse, se sentó en la orilla del colchón y levantó la mirada hacia el balcón de la habitación el día estaba por terminar, todo había pasado tan rápido que parecía que no había vivido lo suficiente, su corazón le dolía y todo parecía tomar color en su vida.
And I swear it all
over again and I
I'm never gonna treat you bad
Cos I
never wanna see you sad
I swore to share your joy and your
pain
And I swear it all over again
Pero ¿Porque ella? porque de todos los magos y muggles ella tenía que cargar con eso...
Se levantó de la cama y abrió la puerta de cristal saliendo al balcón, la luna parecía asomarse entre las nubes, el poco viento que llegaba a ella movía su cabellera castaña ahora enmarañada, se sentó en el piso del balcón, sus pupilas miraron con atención el cielo que comenzaba a mostrar algunas estrellas, una lágrima rodó por su mejilla y lentamente recogió sus piernas para rodearlas con sus brazos, un sollozó ahogado salió de lo profundo de su ser, su cuerpo tembló ligeramente y dejó caer más lágrimas en la noche con la luna de testigo.
All over again
-Quiero creer que seguirás conmigo- le había dicho Draco al entregarle el pase de salida hacia Londres.
-¿Sabes que solo será estrictamente profesional?-preguntó tomando el papel entre sus manos.
-Lo sé-le contestó firmemente antes de dejarla sola.
-Pensé que estarías durmiendo-dijo Albert sobresaltándola, negó con la cabeza y limpió las lágrimas.
-No puedo dormir sin sentirme así-
-Se que no nos hemos llevado mucho, pero entre tú y Aris veo más allá de la amistad, son como dos hermanas-sonrió el joven mientras se sentaba frente a ella -Deberías saber que si me necesitas cuantas conmigo- pasó una mano por su desordenado pelo.
Samantha suspiró al ver esos ojos color castaño, asintió y agradeció con una sonrisa.
-Te contaría todo... pero ni yo misma se lo que vi-Albert que miraba hacia la calle, regresó su mirada hacia ella.
-No te preocupes sea lo que sea, estoy seguro que sabrás entenderlo Sam, no eres solo una auror dotada, eres una persona muy fuerte, eres una persona grandiosa y estoy seguro que sabrás tomar tus decisiones adecuadamente- le sonrió y salió.
Asintió y giró su cabeza para perder la vista entre los muggles que caminaban despreocupados, sin nada que les molestará, sin saber que se desataría una guerra que les incluirá, pero antes incluso de que esas personas sufrieran, ella estaba segura de hacer lo posible por que la guerra terminará, a su mente vino la charla que había tenido minutos antes en la mansión.
Ahora sabía que todo lo que su tía hubiese querido de esa mansión ahora estaba hecha escombros, algo dentro de ella se removió, una punzada de dolor que se extendía a lo largo de sus costillas. Sin saber porque su mente regresó a los minutos en esa mansión, en esa habitación.
-¡¿Tú!- sus ojos se desorbitaron tanto que pensó que en algún punto saldrían de sus orbes.
-¿Aún me recuerdas?- preguntó la figura que se acercaba a ella.
Sus ojos se cristalizaron cuando la figura por fin cobraba color, su cabello era color dorado, sus ojos dos grandes avellanas y la piel color blanca, era delgado y alto. Era como lo recordaba.
-¿Pa...papá?- el hombre solo sonrió y abrió sus brazos para recibirla, no lo dudo ni un segundo se acercó a él y dejo que el hombre la estrechará entre sus brazos, su voz era la misma.
-¿Recuerdas cuando eras pequeña?-preguntó el hombre, Sam levantó la mirada cubierta de lágrimas -Te dije que algún día nos volveríamos a ver ¿Lo recuerdas?- asintió enterrando de nuevo su cabeza entre el pecho de su padre -Tranquila pequeña... todo saldrá bien, se que tienes muchas preguntas, muchas dudas y quiero darte las respuestas.
-¿Respuestas?-preguntó separándose un poco de él -¿A que te refieres? ¿Tú sabes que es lo que esta pasando? ¡Tu lo sabes!-exclamó, su padre solo asintió.
-Deberías saber que no solo eres una bruja, tienes una tarea que te fue asignada, un "don" que esta despertando, que en tú sangre lleva... sí la sangre muggle, es curioso ¿cierto?-
-Pensé que solo los magos de sangre pura tendían más a ser dotados... ahora veo que no- inquirió con acidez, su padre soltó una carcajada.
-El típico tono de tu madre... te pareces mucho a ella aunque debo admitir que tú eres más hermosa, pero no he dejado mi presencia solo para decirte eso Samantha, no, el hecho que esté aquí es un hechizo, una última decisión que tomé... lamento mucho que hayamos muerto, pero era necesario-
-¡¡NECESARIO! ¿Te pareció poco dejarme sola? ¡Yo estaba sola!- Samantha se dejó caer sobre sus rodillas. Su padre colocó una mano sobre su hombro hincándose a su lado.
-¿Realmente crees que has estado sola?- ella negó -Ves, me refiero a que tú madre y yo pudimos evitarlo, pero no queríamos... -la joven levantó la mirada.
-¿No entiendo? -
-Te lo voy a explicar mejor, ven tengo que enseñarte algo- su padre le tendió la mano y ambos se levantaron -Tendrás que limpiar tu mente dejarla en blanco...cierra tus ojos -Ella obedeció, sintió que el calor de su cuerpo la abandonaba porque sintió mucho frío.
-¿Donde estamos?-preguntó al abrir sus ojos.
-Ahí nació mi tatarabuelo, un muggle cualquiera... sin embargo nuestra sangre había sido elegida... -
-¿Elegida? ¿Por quien? -
-Se dice que por el dueño del tiempo, según la leyenda el tiempo decidió escapar de su tormento y escogió a un muggle para que durante generaciones pudiera ayudarlo con su tarea-
-¿Que? Me estas diciendo que podían cambiar el tiempo ¿Como un giratiempo?-
-No exactamente, me refiero a que podemos adoptar o cambiar algunas cosas del futuro, si, como un giratiempo invertido, el giratiempo te lleva a algunas cosas del pasado, pero cuando interferimos con eso al final tenemos que pagar una cuota que nadie de nuestras generaciones ha sabido descifrarla... -
-¿Una cuota? ¿Como un sacrificio?-
-Sí-la chica comenzó a caminar junto a su padre hacia la casita que se veía a lo lejos.
-¿Y esto es lo que me pasa? Soy una especie de reloj- su padre rió.
-La verdad no espero que entiendas mucho acerca de esto, solo tengo permitido decirte lo que es tu trabajo, tu "don" pero si utilizas el tiempo tendrás que sacrificarte... deberás pagar con algo, a menos que descifres el acertijo o en su caso la profecía-
-¿Espera papá? Me estas diciendo que si llegará a cambiar algo del tiempo deberé pagar ¿Pero que tal si no quiero pagar? ¿Como se...?-
-Tú misma lo sabrás- se detuvieron en la entrada de la casa -¿Estas preparada?- Samantha asintió mientras su padre abría lentamente la puerta, un haz de luz más blanca y cegadora dio en sus pupilas, cuando comenzaba a distinguir colores lo que vio le dejó con la boca abierta y ahogó un grito de sorpresa mezclado con temor.
Era imposible lo que había visto ahí, pero todo cuadraba a la perfección, si cambiaba el tiempo tendría que sacrificarse y estaba segura que lo haría por el bienestar de las personas, por ver a Draco vivo y feliz, si tenía que morir lo haría. Un escalofrió recorrió su cuerpo y se levantó del balcón notando que el viento comenzaba a estar frío, cerró la puerta de cristal y corrió la cortina, la habitación quedo en penumbras y ella avanzó hacia la cama, tomo una cobija y entro en ella.
-Te extraño Draco, te extraño tanto que me gustaría estar contigo en este momento, ¿Estarás pensando en mí?-sus ojos se cerraron mientras se a cobijaba entre las sábanas.
Harry y Remus habían salido del lugar, apenas y dirigió unas palabras a Ron sobre que Luna fuera hacia la casa de campo, subió a su coche y salió a toda marcha, Remus llevaba la vista perdida y él podía verlo de reojo.
-Estoy seguro que estarán bien- pero Remus no respondió.
-Siempre he pensado Harry... que nunca debí... -
-¡¡No digas tonterías Lupin! Sirius es lo mejor que te pasó en la vida y en la mía-rugió con enfado que casi se estrella contra un vehículo.
-No me refiero a eso- hablo Remus con su tono amable, me refiero a que sino hubiese salido de casa, debí quedarme cuando Belem me lo pidió.
-Aún no comprendo que quería Dumbledore con esa junta... es extraño que sea el mago más poderoso y no sepa resolver un hechizo-Harry se detuvo al ver cambiar el semáforo.
-No creo que Dumbledore lo haga inconcientemente, el sabe lo que hace Harry, pero ¿El porque? el solo lo responderá- el muchacho solo asintió, aunque dentro de él algo con respecto a ese anciano comenzaba a cambiar. Por su culpa había muerto Sirius, lo de Hermione y no permitiría que pasara lo mismo con el pequeño ni con Belem.
Apenas avanzaron unas grandes avenidas y las sirenas de los coches se escuchaban, el corazón de ambos hombres parecía dejar de latir, pero cuando Harry estaciono el coche y ambos bajaron vieron el lugar quemado, caminaron lo más que sus pies les dieron y sorprendentemente una mujer con una cabello que no pasaba desapercibido llamó la atención de Harry.
-¿Tonks?- la mujer giró su cabeza.
-¡Harry! Llegamos tarde-musitó y miró a Remus que miraba hacia el lugar.
-¿Que paso?-preguntó el moreno regresando la vista al lugar.
-No lo sé, es extraño porque pensé que nos habías enviado y cuando llegamos solo pudimos controlar las llamas que comenzaban a devorar el lugar - la joven tomó un poco de aire -Solo pudimos rescatar a unos cuantos muggles, todos ellos decían lo mismo -Tonks cerró los ojos y dejó escapar un suspiro -Encapuchados y con extraños palitos de madera.
-¿Quién más esta contigo? -preguntó Harry subiendo un poco la voz.
-Algunos del cuartel de la Orden y Moody, está adentro tratando de buscar algo -la joven miró a Remus, parecía que estaba en un estado de shock -Remus... lo siento mucho... -las palabras trajeron al licántropo de vuelta.
-¿Qué paso?- titubeó con la voz entre cortada.
-La encontramos Remus, Moody la encontró y -la joven ahogo un sollozo -Lo lamento tanto -sus ojos color negro resplandecieron.
Remus parecía no pensar lo que acaba de escuchar, le costaba mucho procesar las palabras, no podía ser cierto, era mentira, el llegaría a casa y los encontraría riendo y esperándolo para cenar...
Harry al igual que Remus pareció no procesar las palabras de Tonks, ¿Era lo que el pensaba que era, se adelanto hacia el lugar, quemado, los escombros estaban aún calientes, pasó entre ellos para ver a Moody agitar su varita y moviendo cosas.
-¡Moody!-gruñó Harry al acercase.
-¡Potter! Ya era hora que llegaras, hemos encontrado solo eso -dijo señalando con el ojo mágico una mancha en el techo, Harry la recorrió y lentamente comenzó a darle forma, era una calavera.
-¿La Mos Morte?-
-No muchacho, esa es diferente - Harry volvió a girar su mirada esmeralda en la marca quemada, sin duda Moody tenía razón, esta calavera no era como la que había visto antes, era diferente.
-Es diferente en algunas cosas, pero puede que Voldemort lo haga para despistarnos -el joven escuchó el ronco gruñido del mago.
-Por cierto Potter, encontré a la esposa de Lupin justo aquí... no hay rastros de que haya traído al pequeño - los ojos de Harry repararon en el lugar.
-¿Ella... está?-preguntó perdiendo el tono de voz.
-Fue llevada a San Mungo, estoy seguro que algo la protegió... pero sin embargo si no tenía al pequeño ¿Donde está?-
-¿Que? ¿Belem está viva?-
-Eso parece muchacho, esa joven tiene mucha suerte -los labios se curvaron en una sonrisa, dejó a Moody en el lugar y salió para buscar a Remus lo vio aún con la vista perdida.
-¡Remus! ¡Belem esta en San Mungo!- los ojos dorados del licántropo parecieron tener de nuevo brillo.
-¿Es en serio Harry? ¿Esta Sirius con ella?-
-No, pero ella está en el hospital... Remus prometo encontrar a Sirius, no dejaré que nada le pase, lo prometo - Remus abrazo al joven y con un 'plin' desapareció.
Harry sintió algo extraño en su interior, el lugar y los aurores que trabajaban para borrar memorias le distraían un poco, ¿una calavera que no es la usada por Voldemort? Hombres encapuchados, el lugar donde estaba, el pequeño Sirius, Hermione, Samantha, todas esas palabras comenzaron a girar en torno a sus pensamientos, si ligaba lentamente cada una de ellas le llevaba a la otra.
Primero Hermione con ese hechizo, después la joven Francesa, la insistencia de Chang, Malfoy, el secuestro de Sirius... su mente se detuvo de pronto en aquel instante en que Hermione y él se habían besado descuidando al pequeño, el rescate de los aurores franceses.
¿Que tenía que ver todo eso? Necesitaba a Hermione más que nunca...
-¡Harry!-exclamó Ron al llegar a su lado.
-¿Que haces aquí Ronald?-cuestionó el moreno sobando sus sienes.
-Estaba preocupado por ti, me dijiste que llevará a Luna y a mi hija a la casa de campo con mi hermana y Hermione y ¿Me preguntas que hago aquí?-cuestionó con el ceño ligeramente fruncido.
-Lo siento Ron, pero... creo que no es el lugar indicado -
-Indicado para que, soy tú amigo después de todo y recuerdas la promesa que hicimos los tres... ¡Siempre juntos no importa lo que pase!- Harry sonrió.
-Gracias amigo, es solo que no se que hacer Ron, todo esto esta pasando por mi culpa -las cejas de Ron se unieron.
-Mira Harry, no te culpes por lo que pasa a tú alrededor, todos somos culpables de lo que nos pasa, no digo que debamos estar en un lugar para no provocar algo -Ron no había reparado en lugar hasta que entornó sus ojos azules -¡Por Merlín! ¿Que pasó aquí?-preguntó, Harry sonrió un poco y pasó un brazo por los hombros de Ron.
-Ve al ministerio y por favor busca una hoja que deje, secuestraron a Sirius... -Ron asintió sin comprender del todo y desapareció.
Era el tiempo para que pusiera a trabajar sus neuronas y el único lugar donde podía hacerlo era sin lugar a dudas aquel al que había estado huyendo desde hace mucho tiempo.
-¡Grimmauld Place!- murmuró. Cuando llegó al lugar, era como abrir de nueva la puerta de los recuerdos, esa casa había visto a Sirius casi por un año, habían pasado las navidades ahí y el evitaba reunirse en esa casa, paso su mano por el desordenado cabello y entró por la puerta, el retrato de la madre de Sirius había sido tapado y puesto un hechizo silenciador para que no pudieran oír los gritos que hacía cuando la cortina se abría. Kreacher el elfo trabajaba limpiando a regañadientes la casa como mandato de Harry que era su dueño por heredar la casa de su padrino. Se sentó en uno de los sillones y espero a que Ron apareciera de la chimenea.
Su mente volvía a procesar la información, Hermione y la fiesta, haber hecho el amor con ella y después borrársele la memoria extrañamente, porque primero había olvidado ese noche y después todo ¿Que fin tenía eso? una voz dentro de su cabeza que ya reconocía como la voz de ella le respondió.
"Distracción"
-¿Distracción?- se preguntó mientras fijaba su verde mirar en la chimenea, claro que lo había sido pero ¿Con que finalidad? por que cuando más necesitaba de Hermione ella estaba... y comprendió después de todo ese tiempo, por fin, Harry Potter supo la respuesta, era Hermione la que le alentaba, la que pasaba horas sentada y practicando cualquier hechizo, porque ella y solo ella era la luz que el necesitaba en los caminos oscuros. Por que simplemente era la persona que más influencia tenía sobre él.
Ya había resuelto una parte de todo el gran enigma que tenía el hechizo de Hermione, querían distraerlo, porque para él aparte de su familia, Hermione ocupaba un peldaño más y era él motivo por el que había descuidado al pequeño, era por centrarse en Hermione que no había puesto atención a las pistas que lentamente se ponía frente a él, la chica francesa que tenía un parecido extraño con Hermione y Draco Malfoy un excelente auror que a pesar de todo aún le causaba desconfianza.
-Toma Harry- la voz del pelirrojo le distrajo por un momento cuando lo vio salir de la chimenea -Solo encontré esta lista de invitados -dijo extendiéndole el documento. Harry lo tomó y leyó con rapidez los nombres de los invitados.
-¿Podrías hacerme el favor de marcarme en tú opinión quién crees que este como espía?- le tendió el papel, los ojos de Ron se abrieron de sorpresa.
-¿Que cosa?-
-Dime Ron, quien de esa lista no calza con el ministerio -los ojos profundos de Ron leyeron los nombres y levantó la vista hacia Harry.
-Pues hay algunos pero ¿Eso que tiene que ver?-
-Todo y a la vez nada -Ron frunció el ceño -Te explico, alguien hechizo a Hermione, pero sabemos que el ministerio coloca medidas de seguridad como solo usar su varita en casos extremos y eso es a los aurores, Hermione esa noche llevaba su varita al menos eso recuerdo y ella se quedo con uno de las gemelas que anda con Neville... cuando me fui con Neville, Hermione debió ir al baño o algún lugar donde no la pudiera ver y por lo tanto... -
-Fue un hechizo sin varita, difíciles, solo alguien poderoso lo hizo -
-Exacto-
-¿Pero quien podría ser lo suficiente poderoso para hacer un hechizo así? -los ojos de Ron recorrieron la lista que tenía en sus manos -No pudo haber si él, ni tampoco ella, a menos que... -se detuvo un momento -Este nombre no me suena conocido -los ojos de Harry se detuvieron en los de Ron y se levantó del sofá.
-¿Cual nombre?- se acercó a el y vio el nombre señalado.
-¿Jonathan Strik?-
-No he oído hablar de él ¿Dice algo más?- el pelirrojo negó.
-No, es solo que nunca lo había escuchado. Pero esto no comprueba Harry que él hubiera sido, además de que sirve que investigues cuando lo importante es encontrar al pequeño... -Harry revolvió su cabellera.
-Lo sé, pero si tal vez diera con alguna pista- Harry volvió al sofá.
-Harry, ¿Y están seguros que secuestraron al pequeño? Tal vez la esposa de Remus lo dejó con alguien –Ron se sentó a su lado.
-No Ron, estoy seguro que la marca esa no es por simple diversión, ni mucho menos atacar a la esposa de Remus, no creo que sepan que están en la Orden y si lo saben ¿Con que fin lo harían?-
-Con la finalidad de demostrar que esos locos están de vueltas… no crees que… Vo… Voldemort este de regreso, digo no te ha dolido la cicatriz… -
Harry miró a Ron y se detuvo frente a la chimenea, estaba seguro de una cosa, fuera Voldemort o no el causante de lo de Sirius, lo haría pagar.
Continuará…
Notas:
Ok pueden empezar a disparar cualquier crítica y reclamo. Se que no es el tiempo que debí actualizar, pero realmente estaba a publicar lo poco que tenía o definitivamente borrar el fic. Así que opté por lo primero.
La historia no se si les revuelve, espero que no, en el siguiente capítulo explico más detalladamente lo de Samantha y espero hacer de ahora en adelante capítulos de al menos 10 hojas, para no hacerlo tan largo.
Así que criticas son recibidas, eso si, criticas constructivas. Sobre los reviews. Pues con eso de la regla de esta página no los pongo, ni tampoco se deben de poner las notas, pero en fin. XD o no sé, pero se los contestó en el próximo. Y por fis no desesperen, prometo publicar el capítulo siguiente el sábado.
Atte. Aiosami.
