La última venganza de Melkor

Capítulo 1. El inicio de todos los males

-¡ Muahahahaha!- se escuchó en el Vacío-Al fin mis malvados designios se cumplirán-decía Melkor mientras agitaba un pequeño frasco en su mano. Solo que en el pequeño frasco se en contraban las nuevas desgracias que azotarían a Valinor.

Desde que había sido arrojado al Vacío, el malvado Ainur no había pensado en otra cosa que la de hacer sufrir a los elfos que tanto odiaba, principalmente a la estirpe de los Noldor.

Ahora tan solo quedaba ver como haría llegar la fatalidad a manos de los Quendi.

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Mientras tanto en la dichosa Valinor, Anor acababa de asomar por las Pelóri; trayendo la luz a toda Aman, como todos los días.

Esa mañana, como todas las demás, Legolas despertó y lo primero que hizo fue mirar su reflejo, que lo saludaba desde cada rincón de su habitación.

-¡Qué bello soy!-pensó.

Y procedió a cepillar su sedoso cabello las mil veces acostumbradas. Luego de asegurarse que su cabello estaba en orden, hizo lo que más lo agobiaba: decidir que se pondría. Algo particularmente difícil ese día, pues iría de caza con los hijos de Feanor y Elrond.

El elfo abrió el armario.

- No dejaré que se vean mejor que yo-

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-¡Por todos los hijos de Ilúvatar, Caranthir apresúrate!-gritó un encolerizado Maedhros.

-Me lleva menos tiempo componer una canción, que a ti arreglarte- dijo Maglor.

Al fin Caranthir apareció ante las puertas de Formenos.

-Deben entender que no dejaré que ningún maldito elfo oscuro luzca mejor que yo- exclamó.

-Y para eso nos haces perder tiempo, somos los hijos de Feanor, es obvio que siempre nos vemos bien- replicó Curufin.

Los siete elfos montaron en sus hermosos caballos y se dirigieron al lugar cercano al bosque de Orome, donde habían acordado encontrarse con Legolas y los hijos de Elrond.

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- Pero mami, ¡ tienes que dejarnos ir!-

-¡NO!-

- ¿Por qué?

-¡PORQUE NO!

-Papi, di algo-

Los gemelos vieron con cara de súplica a su padre. Elrond dejó caer su cuchara, e inmediatamente se metió debajo de la mesa, fingiendo que la recogía, aunque en verdad no quería permitir que sus hijos notaran el miedo que le producía la mirada de Celebrían.

-¿Piensas decir algo o no?- casi gritó Celebrían.

Elrond sobresaltado chocó la cabeza contra la mesa.

-Bueno, yo opino que...los niños ….deberian ejercitarse …un poco-dijo Elrond.

-¿QUE? Mama opinan que eelos no son la mejor compañía- grito Celebrian.

-Danos una oportunidad, te prometo que no vamos a matar a nadie- suplico Elrohir.

Elrond se acercó a Celebrían y temeroso le tomó la mano.

- Mira querida, ellos son buenas personas, no han matado a nadie desde que volvieron de las salas de Mandos. Han cambiado-

- Que vayan entonces. Pero si algo les pasa, será TU ABSOLUTA Y COMPLETA RESPONSABILIDAD-

Elrond asintió.- ¿En qué metí? -pensó-Probablemente lo voy a lamentar.