HECHICEROS Y PILOTOS

CAPÍTULO 4:

- Amo Quatre, qué es lo que tiene! – preguntó Rashid sumamente preocupado al ver que no dejaba de gritar.

- Mi pecho... me duele! -

- A un lado. – Orphen se agachó para observar a Quatre, haciendo que Rashid y Majik se apartaran un poco, excepto Trowa, quien ni siquiera se movió de su lado.

Wufei vigilaba a Heero, asomándose por una de las paredes de los dos pasillos que se cruzaban perpendicularmente.

Sin perder tiempo, Orphen desprendió la camisa del pijama de Quatre y puso una mano en su pecho.

- Rayo de luz regeneradora! – Pasaron unos instantes pero el rubio piloto no mostró mejora alguna. – Qué rayos es lo que le sucede? Por qué no se recupera! -

- Dudo mucho que logres curarlo con eso. – le dijo Trowa – Mejor trata de que esta neblina se vaya y que Heero vuelva a la normalidad. -

- De acuerdo, tengo un plan. – Orphen se puso de pie – Pero necesitaré a alguien para que le quite el arma a ese sujeto y podamos rescatar al otro muchacho. -

- Qué tal yo, Maestro? – sonrió Majik – Usted dijo que si necesitaba ayuda... -

- Ah... bueno... En realidad sería mejor alguien que no fuese tan torpe... -

- Maestro! -

- Descuida, Majik. – sonrió el hechicero mientras despeinaba a su aprendiz con una mano – Luego seguiremos con tus lecciones. -

- Yo iré. – dijo Wufei dando un paso adelante – Pero apresúrate. -

- Está bien, sígueme! – Orphen corrió a toda prisa directamente hacia Heero. – Adelante, escudo de la luz! -

Las balas comenzaron a rebotar una tras otra en los anillos luminosos que giraban tras las manos del hechicero. A Wufei se le hacía bastante difícil de entender cómo era posible aquello, pero no se distrajo. Avanzó con rapidez hacia Heero y con su gran agilidad en las artes marciales, le dio una patada haciendo que soltara el arma y a Duo.

Una vez que Heero se quedó inmóvil, Orphen les gritó a Wufei y a Duo para que se apartaran y puso sus manos sobre el frente, apuntando al piloto del Wing Gundam.

"Adelante, sueño de la redención!"

El fuerte conjuro arrastró al muchacho por el piso y lo golpeó contra la pared. En unos segundos la bruma se disipó por completo.

- Bravo, Maestro! – Majik se le acercó con una gran sonrisa – Cómo lo hizo? -

- Simplemente utilizando el hechizo adecuado. Todo se vuelve muy sencillo si sabes con exactitud qué hacer, entiendes Majik? -

- Hai Ousho-sama! -

Heero entreabrió los ojos y llevó una mano a su cabeza tratando de recuperarse del golpe.

- Vaya, vaya... – le dijo Duo guiñando un ojo y ayudándolo a ponerse de pie – Ya es la segunda vez que intentas matarme, tendré que tener más cuidado contigo, ne? -

Por la mañana todos comenzaron a levantarse e ir a desayunar, a pesar de las pocas horas que habían pasado del incidente de la noche anterior.

- Hoy regresaremos, Maestro? – preguntó Majik una vez en la mesa – Cleo-chan debe estar preocupada. -

- Sí, está bien, pero ahora déjame disfrutar del único desayuno en paz que tendré en meses... -

- Como digas, Ousho-sama. – el chico le alcanzó luego una tostada – Más mantequilla? -

Duo era quien se veía más somnoliento, pero como siempre había sido el que más hablaba, no pudo con su genio.

- No pude pegar un ojo después de lo de anoche... – dijo – Y ustedes? – Al muchacho no le extrañó que Heero, Wufei, Trowa y Orphen no le respondieran, pero si le parecía sumamente raro que Quatre no haya dicho ni una palabra – Ah, entonces supongo que fui el único que tuvo pesadillas con Heero "El poseído" Yuy, ne? – Nadie se rió – Oye Quatre, y tú ya te sientes mejor? -

- Eh... sí. – respondió él levantando la vista hacia su amigo. – Gracias por preocuparte -

- Mm... yo que tú iría a ver a un doctor. Por la forma en que gritabas parecía ser algo serio... -

- No es necesario... -

Duo notó que su rubio colega trataba de evitar el tema, pero aún así continuó hablándole:

- Podrías decirle a tu hermana Iria que venga alguna vez a visitarte. Ella es doctora, no? – Quatre ya no parecía estar escuchándolo, sin embargo volvió a hablarle, aunque mirando de reojo a Wufei – Ah, pero ahora que lo recuerdo la mayor Sally también es doctora, ne? -

- Yo necesitaría un doctor para que vea mi espalda... – murmuró Majik esperando que Orphen no lo escuchara.

Ya había pasado exactamente un día desde que Orphen y Majik habían llegado a la mansión Winner. Era una tarde soleada y muy calurosa, como la del día anterior.

- Bien, ya nos vamos. – anunció Orphen a los pilotos Gundam – Majik, apresúrate! -

- Enseguida, Maestro! – el muchacho se colocó rápidamente la pesada mochila en su espalda y corrió al lado del hechicero.

- Fue un placer conocerlos y tomar un descanso. – dijo Orphen – Bueno... no sé si fue mucho descanso por lo que pasó anoche... pero no estuvo mal. -

- También fue un gusto. – Quatre le dio la mano y luego saludó a Majik.

- Lo mismo digo. – Duo se acercó también saludando a ambos – Creen que volvamos a vernos? -

- Si mi alumno sigue siendo tan imprudente... – sonrió Orphen mientras apoyaba una mano en el hombro de su aprendiz – Listo, Majik?-

- Sí, Maestro! Sayonara minna-san! -

"Volver al lugar de siempre"

Y junto a un fuerte resplandor verde, Majik y Orphen desaparecieron.

Majik entreabrió los ojos y vio aquel conocido bosque que había estado recorriendo en los últimos días junto a su maestro Orphen y Cleo. Trató de ponerse de pie, pero antes de que se moviera escuchó una voz gritándole.

- Quítate de encima, Majik! Me estás aplastando! – dijo Cleo enfadada.

- Sumimasen Cleo-chan! – el chico rubio intentó pararse de nuevo pero tropezó y se cayó.

- Siempre lo mismo, tonto! Eres un desastre! -

- Lo siento mucho! Y... y el Maestro? -

Justo en ese momento, Orphen se acercó caminando tranquilamente – Estás bien, Majik? –

- Regresamos, Maestro! -

- Claro, qué esperabas? -

Cleo se interpuso rápidamente entre ambos más enojada que antes. – En dónde estuvieron ustedes dos? Cómo pudieron dejarme sola en este lugar! –

- Qué no te habías ido a la ciudad! – Orphen también parecía empezar a molestarse.

- Ah... bueno, ja, ja! Es que todo se vuelve muy aburrido sin ti, Orphen, je, je! -

- Mm... lástima que sólo puedo decir lo contrario de ti... – murmuró él.

- Qué dijiste! -

Ambos comenzaron a discutir por enésima vez mientras Majik observaba exasperado:

- Creo que debimos quedarnos más tiempo... -

OWARI

POR: Mitsudani / Julio-Agosto 2002

Gundam Wing © Estudio Sunrise

Sorcerous Stabber Orphen © Sadanobu Akita & Yuya Kusakawa