Capitulo I
"Otro día más sola". Eso fue lo que pensé aquel lunes cuando me desperté, lo que no sabía era que ese día iba a ser distinto a todos los demás. Porque ese día iba comenzar una nueva etapa en mi vida. Bueno, quizá estoy exagerando, pero por lo menos iba a ser el día en que cambiaria mi forma de pensar sobre muchas cosas...
-Buenos días Misao.- Fue lo primero que escuche cuando entre a la cocina del Aoiya.
-Buenos días Omasu.- Le conteste
Ella me extendió una bandeja con las cosas para hacer la ceremonia del té.
-Aoshi pidió que le llevaras el té al templo.-
-¡Otra vez¿Que no piensa salir de ahí nunca?- Odiaba verlo ahí encerrado, culpándose por el pasado.-... Bueno, ni modo... Vuelvo en un rato.-
Fui al templo, no me quedaba otra, yo me había comprometido a hacerlo. La verdad es que ya había perdido la esperanza de hacerlo sonreír algún día, pero tenia la costumbre...y tengo que reconocer que por mas que el no hiciera siquiera un movimiento mientras yo estaba presente seguía siendo hermoso verlo, aunque sea una par de veces al día. Por eso no estaba dispuesta a sacrificar ese momento.
- Aoshi-sama...le traje su té- ¿Respuesta¿respuesta?...no llego, nunca llegaba...jamás decía nada.
Prepare el té y extendí mi brazo para dárselo...y, oh sorpresa, él entreabrió los ojos para agarrarlo.
- ¿Quiere que le prepare el baño?.- ¿Respuesta¿respuesta?...¡OH DIOS!...movió la cabeza...creí que me iba a desmayar. Ja ¿Es que no podía cambiar aunque sea un poco la rutina ¿Tenia que ser siempre lo mismo?
Me retire y le prepare el baño. Ya no valía la pena insistir, no tenía sentido que le dijera nada mas o que me quedara hablando sola, porque el nunca contestaba nada, hacia mucho que me había resignado.
Cuando llegue al comedor, Okina me estaba esperando con una carta en las manos.
-Buenos días Misao, he recibido una carta para ti...del Dojo Kamiya-Himura.
-Buenos días Jiya.- Tome la carta y me senté a leerla. Decía así:
Querida Misao:
Hola amiga¿cómo te encuentras?. No tienes idea de todo lo que te extraño. La verdad es que desde que estoy con Kenshin soy la mujer más feliz del mundo, pero hace tanto que no nos vemos... Estuve hablando con Kenshin, y pensamos que quizás quisieras venir a pasar una temporada con nosotros. Quien sabe, quizá hasta puedas olvidar al cubo de hielo ese ¬¬.
Bueno, te voy a estar esperando porque sé que vas a venir en cuanto recibas la carta ¿verdad, jajajaa.
Besos, Kaoru Himura.
- Y bien¿Qué decía la carta?.- Me pregunto Jiya.
- Me invitan a pasar una temporada con ellos.-
- Y tu quieres ir ¿verdad?.- Yo asentí sonriente. - Sabes que no hay nada que me haga más feliz que verte contenta, pero Omasu no puede hacerse cargo de todo sola...ya sabes que Okon esta de viaje con Hiko. ¿Porque no esperas a que ella regrese?. Puedes mandarle una carta a la mujer de Himura explicándole las cosas y prometiéndole ir dentro de un mes, cuando regrese Okon.
Yo asentí, y me fui a entrenar... Aquel casamiento...todos se estaban casando, menos yo... Aun hoy recuerdo muy claramente lo que pensé ese día; recordé el casamiento de Okon y el maestro de Himura.
Todos estaban tan felices, Okon se veía radiante e incluso Hiko Seijuro estaba más feliz de lo normal, y eso que no había tomado... Como era de esperar, el baka de mi Aoshi-sama no estuvo ni en la ceremonia ni en la fiesta. ¿Es que no podía disfrutar de la vida aunque sea un poco?
FLASH BACK
- ¿Porque demonios me tengo que poner esto?
- Porque es una boda Misao, debes poder verlo. No puedes usar el traje ninja en un casamiento. Ponte el kimono y no hagas mas berrinches, anda...hazme ese favor.- Suplico Omasu.
- ...Esta bien... -
Misao se puso el kimono y fue al templo. Ella hizo su mejor intento porque no se la notara triste. Pero aun así Okina pudo ver su desgano durante toda la ceremonia. Cuando termino, todos se fueron a festejar al Aoiya para despedir a los novios que se irían de viaje por un mes y medio.
- Misao... ¿Estas bien? - Le preguntó una preocupada Omasu.
- Eh...si, solo que estoy un poco cansada, creo que me voy a ir a descansar. Seguro que en un rato me siento mejor.- Mintió.
- ¿Segura?- Pregunto incrédula.
- Si, no hay problema. Despide a Okon de mi parte, dile que...le deseo un muy buen viaje.- Dijo casi al borde de las lagrimas. Se fue.
- ...Misao... - Suspiro Omasu.
Cuando Misao llegó a su habitación se cambio, se tumbo en el fotón y lloró, lloró por todo lo que no había dicho, por todo lo que no había hecho y por todas las lagrimas que se guardo por tantos años. Lloró por no ser correspondida y por la indiferencia de Aoshi. Lloró porque se sintió sola y porque todos a su alrededor tenían la felicidad que ella nunca tendría. Lloró porque Aoshi nunca la amaría... Lloró hasta que las fuerzas abandonaron su cuerpo y se quedó dormida...
FIN DEL FLASH BACK
De eso habían pasado quince días, y no es que hubiera olvidado la angustia que sentí esa noche, pero creí que seria mejor controlarme y no dejarme caer.
Ese lunes le respondí la carta a Kaoru explicándole que como Okon no estaba, Omasu no se podía hacer cargo de todo sola, así que iría a visitarla en un mes... Después de enviarla me sentí tan sola... Regrese a mi habitación y volví a llorar, me sentí tan sola como aquella noche hacia un par de semanas.
Creo que, en realidad, el gran cambio que se efectuó en mi ese día, fue que me deje vencer por la tristeza. Lo que no me podía imaginar en ese momento, ni tampoco pude siquiera tomar como posible en los próximos días fue que todo el llanto y los lamentos de aquel mes me harían una persona completamente distinta y que pasaría mucho tiempo antes de que volviera a ser la misma que fui hasta ese día...
Y paso el mes... Es increíble como cuando uno espera algo, el tiempo parece tan egoísta...incapaz de pasar más rápido y completamente decidido a quedarse en su lugar...sin ningún deseo de dejar llegar al futuro...
Eso fue una parte de lo que sentí ese mes...Eso y un increíble estado de indiferencia a todo. No porque lo único que quisiera fuera irme donde Kaoru, sino porque sentía tanto dolor...tanta soledad, que todo lo que pasaba a mí alrededor me era indistinto. Creo que ya en aquel entonces hasta Aoshi se había dado cuenta. Pero, por supuesto, eso lo puedo decir ahora que el tiempo paso; porque en aquel momento para mi todo era igual a lo que siempre había sido.
Fue un mes...¿cómo decirlo?...muerto. O quizá la que estaba muerta era yo, incapaz de sentir nada. Pero todo tiene su fin...
La llegada de Okon me dio mi esperada libertad. Me despedí de todos la misma tarde de su llegada. Arme mi bolso por la mañana antes de salir de mi cuarto. Baje, desayune y le lleva el té a Aoshi-sama... Rutinario, nada mas allá de lo común...
- Buen día
Nada
- Le traje su té
Nada
- Me voy una temporada al dojo Kamiya
Nada
- No le traeré su té porque no voy a estar
Na... ¿OJOS ABIERTOS?...Solo el té puede hacer eso...y...dios, quien lo hubiera imaginado, pregunta: -¿Omasu se hará cargo?...
Claro, solo yo podía esperar mas... - Si, ella vendrá mientras yo no este
Nada
- Entonces me retiro.
NADA... Me fui.
Creo que si no hubiera ido esa mañana a ver a Aoshi-sama una vez mas, no hubiera tenido otra tarde horrenda...como todas las del mes. Pero lo había hecho y ya no había vuelta atrás.
Esa tarde emprendí mi camino hacia Tokio. Durante el viaje pensé en muchas cosas. Pensé que Aoshi jamás sentiría nada por mi, pensé que aun teniendo esperanza, algo que últimamente me estaba faltando, debería tener un plan B. Todos tienen para todo un plan B. La existencia de un plan supone la existencia de un plan B. Y si mi plan toda la vida había sido Aoshi, debía tener otro...quizá hasta llevaba años de retraso, porque ese segundo plan debió existir desde el mismísimo momento en que existió el primero. Y yo no tenía ninguno. Es decir, que si las cosas con Aoshi no salían como yo esperaba, cosa que sentía como bastante segura, no tendría nada mas a lo que aferrarme.
Y, como en ese momento me sentí completamente desalentada, cambie todo el orden de las cosas.
Plan A: Olvidarme de Aoshi, pasar los mejores meses de mi vida en el dojo Kamiya-Himura... Y, conseguir a alguien mas...
Plan B: Volver al plan original, intentar conquistar a Aoshi...o, en su defecto, pasar el resto de mis días haciéndole el té.
Eso sonaba mucho mejor. Por lo menos ya era una lista de cosas, así que en el peor de los casos siempre tenia otra cosa que hacer para mantenerme ocupada. Parecía un plan de vida más decente, menos soñador. De principio a fin, ya sabia a lo que atenerme... Aunque a decir verdad, mi plan B seguía sin convencerme...pero pensé que con un poco de suerte no debería recurrir a él. O podría cambiarlo sobre la marcha. Como sea, en ese momento no tuve otra idea mejor que esa, así que seguí pensando en el asunto de los planes cuando, casi sin darme cuenta, allí estaba.
Frente a mi y dos días después de haber dejado el Aoiya, se encontraba la puerta del dojo Kamiya-Himura.
Entré, no tenía sentido que tocara. Especialmente, porque a esa hora debían de estar todos ocupados. Y, dios que sorpresa, allí estaba Seta Soujiro...lavando. Haciendo exacto lo mismo que Kenshin solía hacer. Se giro hacia mi, como era de esperar, con esa sonrisa que siempre tenia. Dejo lo que estaba haciendo y se acercó hacia donde estaba yo mientras se secaba las manos en la ropa.
- ¡Hola! Tu debes ser Misao-dono¿verdad?
- ¡Hai!
- Kaoru-dono lleva días gritando porque no llegaba. Esta en el dojo, de seguro se alegrara de verla.
- ¡Claro! - No dije mas, porque para ser sincera, aun no me reponía de la sorpresa de verlo ahí y me pareció desubicado preguntarle. Así que pensé que lo mejor seria ir por Kaoru y luego preguntarle a ella.
- ¡Que no! No quiero hacer mas ejercicios... ¡BUSU!
- ¡Yahiko! - Bonita escena...tonta yo si esperaba otra cosa, pensé que ese era un momento perfecto para anunciarme.
- ¿Esa es la bienvenida que voy a recibir? - dije.
- ¿MISAO? - dijo Kaoru.
- ¿Comadreja? - dijo Yahiko.
- Baka... - le pegue en la cabeza - Ya deja de decirme así... ¡Hola Kao-chan!
- Misao - corrió a abrazarme. - Dios, creí que ya no llegarías. Bueno, eso ya no importa. Vamos afuera así podemos hablar tranquilas. - Y se giro mirando a Yahiko con odio.
- Ahora mismo y antes que cualquier cosa - dije. - ¿Quiero que me cuentes que hace SETA SOUJIRO aquí?
- Shhhh. No grites, no quiero que te oiga y luego piense mal. Veras, llego hace quince días. Estábamos todos en el patio, tendrías que haber visto a Sano, casi se lo come vivo. Pero mi Keshin lo detuvo. Él fue quien lo invitó a pasar. Y estuvieron encerrados hablando durante horas. Cuando salieron lo único que Kenshin me dijo es que no había de que preocuparse, que el no le haría daño a nadie y si me parecía que se quedara una pequeña temporada con nosotros. No me pareció una buena idea, porque sinceramente no terminaba de confiar en él, pero Kenshin dijo que no pasaría nada y creí mejor hacerle caso... Después de todo algo habían estado hablando y si Kenshin decía que estaba bien, supuse que era lo mejor.
- ¿Y?
- Eso... No hay nada más. La verdad es que cuando termine de conocerlo tuve que reconocer que Kenshin tenia razón. Puede que en el pasado trabajara con Shishio, pero ahora es de lo más amable. Hasta se parece a Kenshin. Sou-chan dice que no, pero yo creo que ha elegido el mismo camino que mi Ken-chan...
- Mmmm... ¿Y dices que es inofensivo? - dije aun sin creerle.
- Si... Ya deja eso Misao. No tiene sentido. Ya veras que es un amor. Ahora cuéntame como van las cosas con Aoshi-san.
- Ehhh... Nada...resignada. Estuve pensando que debía buscar a alguien más. No tiene sentido seguir adelante. Es que el esta exactamente igual que hace meses. No tiene sentido... No tiene sentido... - Otra vez. Empecé a llorar otra vez. Kaoru me abrazó y espero a que me calmara.
- Entonces... ¿Estas decidida¿Quieres olvidarlo?
- Si. - Dije limpiándome los últimos rastros de lagrimas. - Ya no quiero llorar por él. Quiero conocer a otros hombres... Pensar distinto...
- ¡TADAIMA! - Se escuchó desde afuera... Era Sano.
- Ya Sano, deja de-- En ese momento levantó la vista y nos vio a Kao y a mi saliendo a su encuentro. - ¡Misao-dono! Bienvenida, ya empezábamos a preocuparnos... Se estaba tardando mucho.
- Himura... Himura... Nunca cambiaras ¿eh? - Le dije, ya mas animada. - Es que tenia que esperar que Okon regresara de su viaje de bodas...ya sabes...jeje. El Aoiya no se atiende solo.
- ¡Comadreja! - Lo mire mal. - Jejeje... ¿No me digas que te vas a enojar? Además me alegra que estés aquí. así, disminuyen las chances de que Kaoru cocine...ya sabes...es pésima igual que siempre...
Eso fue todo lo que se necesito para que se desatara la guerra, a la que pronto se sumo Yahiko y a los pocos minutos ya estaban los tres corriendo por todo el dojo como posesos... Me sentí rara, parada al lado de Himura. Normalmente yo estaría junto con los otros tres corriendo y discutiendo por alguna tontería. Eso me angustió. Me sentía falta de vida... Y Kenshin pareció notarlo...
- Misao-dono ¿Se encuentra bien?.
- ¿Eh? - Esa pregunta me había sacado de mis pensamientos. - Si...es solo que...pensaba... ¿Qué es lo que vamos a comer?
- ¡ORO! - Pobre Himura, no esperaba semejante tontería, pero cuando salió de su asombro parecía más tranquilo, de alguna manera ese comentario era mas parecido a lo que la Misao que él conocía diría.
Pero no pasaron mas de unos segundos cuando escuchamos un grito desde adentro
- ¡La comida esa lista!
- ¡SI! La busu no cocinó, la busu no cocinó. -Se fueron cantando Sano y Yahiko... Kaoru los siguió de cerca, no sin antes hacernos señas de que fuéramos también nosotros a comer.
El que gritaba era Soujiro. Yo ya me había olvidado de él... Entre una cosa y otra... Asi que tambien hacia la comida...Eso era bueno, yo no tendria que trabajar y nadie comeria mal por culpa de Kaoru... Quizás, despues de todo, Soujiro no era tan mal, quizás...
- ¿Vamos? - Me dijo Kenshin unos pasos más adelante. Otra vez me sacaba de mis pensamientos...
Fin del Capitulo I
Notas de la autora: Hay que raro que se siente escribir eso...Es decir, lei esa frase un millon de veces, pero que lo que le siga sean mis palabras para mi es algo completamente nuevo...
Bueno, en realidad tengo varias cosas que decir. La primera, cuando escribi toda la primer parte de esto, es decir hasta antes que misao dijera "Y paso el mes...", jamas me imahine que iba a darme mi cabecita para seguir mas alla. Pero hace unos dias lei todo ese tramo de vuelta...y algo me surgío...Asi que empece a escribir...y despues me senti completamente desolada... Eso fue cuando llegue al punto en que Misao estaba en la puerta del dojo. Porque senti que no solo no me iba animar a subirlo...si no que, aun cuando pudiera subirlo no me senti en condiciones de seguir trabajando en esto. Pero esta noche escribi toda la parte del dojo. Y eso me dio fuerzas y animos. Porque senti que podia seguir adelante y finalmente se me ocurrio lo segundo. Yo soy estoy traduciendo un fic de evan, y solo como traductora me alegra recibir reviews...me dan animos para seguir. Y pense que como escritora habia de pasarme lo mismo.
De todo esto se deduce que este es mi primer fic...jejeje...Ya deliro diciendo obviedades. Y tengo todas las intenciones del mundo de seguir adelante.
Sobre el titulo, no se me ocurria nada...de hecho el nombre del archivo era "Principio de algo" y dada mi ingeniosa salida de pensamientos durante el viaje de Misao...pense que podia quedar de ahi un titulo mas o menos safable...
Les comento que mi idea original era hacer un AM, pero cuando llegue a la puerta del dojo senti que tenia que estar Soujiro. Eso no quiere decir que valla a ser un SM, solo que todabia no se...En parte porque voy escribiendo lo que siento en el momento y eso hace que no me decida...
Y es por esto ultimo que espero recibir sus comentarios...Porque necesito animos para seguir y porque quiero saber que quieren y los mas importante...QUE PIENSAN!
Eso es todo...Besosa todas y nos estamos leyendo
Usa Akagi
