Capítulo II

La cena fue tranquila... Es decir, lo que se dice tranquila. Cuando uno cena con Sano y Yahiko, la tranquilidad es un termino relativo.

-Vamos Yahiko, no seas malo. Dame un poco de arroz. Tu eres mucho más chico que yo. No necesitas tanta comida. - Decía Sano.

Yahiko le sacó la lengua - ¡NO! No te voy a dar nada, es MI comida. - Y empezó a correr por todo el comedor con Sano detrás protegiendo su preciado plato de arroz.

- ¡Ya basta los dos! Dejen de hacer idioteces. ¿No ven que tenemos invitados¿Es que no pueden comportarse por una sola vez? - Kaoru empezaba a enojarse, aun no se cobraba la del patio... - ¡Kenshin! Diles que ya dejen de pelearse...

- ¡ORO! - Kenshin, en cambio,no parecía para nada interesado en tomar parte de esa discusión.

- ¡Otra vez con eso! Te dije que ya dejes de decir "¡Oro!". - Dijo imitándolo. Pero ya no le prestó mas atención y se sumó ella también a la discusión con Sanosuke y Yahiko. - ¡Ya dejen de pelear! Y TU, está es mi casa y esa mi comida así que ya deja de molestar. ¿Por qué no vas a comer a otro lado?

Y no pararon en lo que quedó de la cena. Durante el resto de la tarde Kenshin me estuvo mirando extraño, no piensen mal bakas, supongo que otra vez estaba extrañado por mi comportamiento. Tampoco participe de las locuras habituales y eso es algo que hasta a mi me extrañó. Pero nadie dijo nada...

Soujiro comió como si nada de lo que pasara a su alrededor le afectara. Pero seguramente, el ya estaba habituado a esas cosas...


- No sé que es lo que me está pasando... Je... Quien lo hubiera dicho¿yo¿Calmada?... Pero es que no me sentía de humor para nada. Especialmente para andar a los gritos por cualquier cosa. ¿Es que no pueden estarse calmados por dos minutos? Y mira quien lo dice. No seas ridícula Misao, tu siempre has sido la primera en sumarse a esas estupideces, así que ahora no puedes quejarte. Además la presencia de Soujiro aun me incomoda. No es que piense que de un momento a otro va a sacar la espada y nos va a matar a todos... Pero... Arghhhh... - Esas fueron las últimas cosas que pensé antes de quedarme profundamente dormida.


- ¿Y bien? Dime Kenshin ¿Qué piensas?

- ¿De qué?

- No te hagas el idiota... DE MISAO - Dijo Kaoru

- ¡Oro! - Kaoru lo miró mal - Bien, creo que definitivamente algo le está pasan-- Kaoru lo interrumpió.

- ¡Tenemos que hacer que se enamore de Soujiro!

- ¡ORO! - Esta vez si que estaba sorprendido.

- ¿Otra vez con esa estupidez? Ya déjalo... Me pones de los nervios cada vez que dices "¡Oro!" - Dijo imitando la cara de Kenshin.

- Es que no entiendo de donde sacas esas extrañas teorías. Hace una semana aun te estabas quejando de que Soujiro-san se quedara aquí. Y hoy me dices que quieres que-- Otra vez lo interrumpió.

- Eso es historia vieja. Sou-chan es un amor. Y en está ultima semana estuve pensando que el también necesita de alguien. Y ese alguien puede ser Misao. Piénsalo. Es una pareja perfecta, además... - En ese momento, Kenshin dejó de escucharla. Ya acostados en su futón, podía darse el lujo de dejar que sus pensamientos volaran. Y así lo hizo.

Creo que esto sé esta saliendo de control... Empiezo a pensar que Aoshi debería saber de estas locuras. Pero tal vez sea mejor esperar. Después de todo es Soujiro, no va a hacer nada malo, y quizás a Misao le haga bien algo distinto... Dicen que solo se desea lo que no se tiene y tal vez al estar Misao envuelta en otros planes, Aoshi comience a pensar en lo que está perdiendo. - Pero eso fue todo lo que pudo conjeturar antes de que lo venciera el sueño. Su compañera en cambio, ya para ese momento, había llevado su fantasía a limites casi desconocidos.

Misao podría llevar el pelo recogido, no en la trenza, eso es muy clásico. Quizás con un hermoso peinado tradicional japonés. Y el vestido... El vestido debe ser perfecto. Soujiro tiene que elegir, por fuerza, a mi Kenshin como padrino... De seguro se decide por el... ¿Qué hará Misao? Me pregunto si debería invitar a Aoshi a su boda. Supongo que si, después de todo él es su tutor. Bueno, viéndolo así, no queda mas que invitarlo... Pero él que la entregue debería ser Okina, después de todo Aoshi la abandono, y fue Okina quien la cuidó mientras que el baka andaba por el mundo en busca de poder. Luego deberían irse de viaje de bodas...mmmm...ya mañana le preguntare a Kenshin que piensa, creo que ese debería ser nuestro regalo... Algo simple, sin muchos lujos ni tampoco muy largo, pero si lindo. Y luego podrían vivir aquí, en Tokio... Aunque no creo que eso le guste mucho a Misao, pero bien podría decirle a Kenshin, que le diga a Soujiro que hable con Misao, así ella... - Calló dormida... Quizás había llevado su imaginación demasiado lejos...

Fin del capítulo II


Notas de la Autora: Bueno...Ya se que es corto... Pero es todo lo que puede hacer hoy y como lectora siempre preferi algo corta mas saguido que mucho tiemñpo para algo kilometrico...jejejeje

yoshi: Bueno, gracias! Espero seguir recibiendo tus mensajes. A mi tambien me desespera Aoshi...pero todabia no se que hacer...Aunque tiene mucho que ver con lo que piensa Kenshin antes de dormir.

gabyhyatt: jejeje...vi tantas veces reviwes tuyos que ni me extraña verlo en mi historia..! No se... Es que pienso que no quiero comprometer mucho a Soujiro sentimentalmente, porque no se si el se quede con la chica...

sakura zukamori o sakangel: A mi me pasa lo mismo... Pero creo que empiezo a darme una idea...Como le dije a Yoshi, la clave esta en lo que piensa Kenshin...

Besos a todas, nos leemos la proxima

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