8.- Confusión…
Algunos días habían transcurrido desde su reencuentro, un reencuentro que seguro ninguno olvidaría. ¿Quién se iba a imaginar que podrían estar juntos después de tantos contratiempos y de tantos temores a estar con su mejor amigo?... Ambos estaban tan enamorados como podían estarlo, parecía que se entendían de maravilla, como los mejores amigos que eran, y que seguro seguirían siendo…
Aunque las figuras del pasado siempre estarían presentes…
&&&&&&&&&&&&&&
Inuyasha la observaba a lo lejos, la forma en que caminaba, en que sonreía… La chica se percató de que era observada y de inmediato se sonrojó. Se acercó a él y se sentó a su lado…-Qué?... Tengo monos en la cara o que?...
-Feh!... No creas que quería verte eh?...
-Eh?... – "Caprichoso"… ¬ ¬
-No tienes clase? O qué haces aquí?...
-Aaayyy! Eres un TONTO!...- Se puso de pie, señalándolo con la punta de su dedo índice… Le dio la espalda de inmediato cruzándose de brazos…- Ja, pues sí, si tengo clases… Y ahora mismo me voy…- Sintió la cara roja de coraje…
Inuyasha se puso de pie, conteniendo la risa. Se paró tras ella y la giró tomándola por los hombros… Aome se sorprendió por el acto y lo seguía viendo de la misma manera…
-Tienes un pésimo carácter sabías?...
-Y cómo quieres que lo tenga si tu me tratas así eh?...
-Feh!... Tonta…
-Y encima de todo me dices tonta!... Eres un…- Los labios de Inuyasha sellaron cualquier palabra que fuese a salir de Aome. La besó delicadamente probando ese sabor que tanto lo embriagaba, ese aroma que lo cautivaba…
-Enojona…- Le esbozó una sonrisa, Aome frunció el ceño algo desconcertada aun…
-Tonto…- Cerró los ojos al ver como el chico se acercaba de nuevo a ella para besarla…
-Te Amo… Aunque tengas un carácter del demonio…- Se arrepintió de sus últimas palabras al ver la expresión de la chica…-Ay! Fue una broma…
-Tonto… Yo también Te Amo…- Se acercó a él para besarlo rápidamente y se quedó abrazada con él…
-Oye… Mi madre quiere verte… ¿Por qué no vienes hoy a comer eh?...
-Me gustaría… Tengo mucho que no voy a tu casa… desde la preparatoria no?...
-Mi mamá tiene ganas de verte… Ella es la más feliz con la relación…
-No creo que sea la más feliz…
-Bueno, una de las más felices…
&&&&&&&&&&&&&&&
Aome no estaba segura del porqué de su nerviosismo, pero desde que bajó del auto de Inuyasha sintió ese nerviosismo y un ligero escalofrío la recorrió por la espalda… El chico le tendió una mano separándola de sus pensamientos…
-Ven, vamos…
-Sí…
Tomados de la mano, recorrieron el extenso jardín de la entrada a la mansión. Inuyasha provenía de una familia adinerada, por azares del destino había terminado en la misma escuela que Aome, y al parecer, no pudieron cambiar eso, ya que continuaron así por el resto de su trayectoria escolar. Juntos desde la primaria, la secundaria, la preparatoria y ahora la Universidad… Llegaron a la puerta e Inuyasha sacó un juego de llaves con el cual abrió, dejó entrar primero a la chica…
-Madre!... Ya llegué!... Aome está aquí!...- Un anciano alto de cabello ralo, vestido con un traje, se acercó hasta Inuyasha…
-La Señora salió… dijo que llegaría dentro de poco…
-Oh… Gracias Myoga…
-Se le ofrece algo más amo Inuyasha?...
-No gracias… Y ya te he dicho que no me llames así…Puedes retirarte…- El anciano se retiró del lugar dejándolos solos en la estancia…-Pues, al parecer mi mamá no está… Aome…-
Le hablaba a la chica pero ésta estaba más interesada en observar la casa de arriba abajo que en prestarle atención…
-Aome!...
-Eh?... Perdón…
-Qué demonios te pasa?...
-Había olvidado lo hermosa que es tu casa…
-Feh!... No es para tanto… En verdad no recuerdas mi casa?...
-No… ni siquiera tu habitación…
-Eso se arregla fácil…- la tomó por la mano y comenzó a correr con ella tras de sí. Subieron las escaleras y cruzaron algunos pasillos, hasta que llegaron a la habitación de Inuyasha…-Aquí la tienes, tal como antes… No le he cambiado nada…
-Ahora la recuerdo… Sigues teniendo los mismos malos gustos eh?...
-Feh!...- Aome caminó hasta una repisa en dónde reconoció una foto en un portarretratos…
-Esto, es…
-De la preparatoria…
-Qué hace aquí?...-Notó que el chico se sonrojaba notablemente y esquivaba la mirada de Aome…
-Pues es que esa foto… ejem, ejem… Yo…-
-Amo Inuyasha!... Su madre lo llama…
-Sí, ya voy… En seguida regreso…-salió de la habitación dejando a Aome con la interrogante en la cabeza. Observó la foto y notó a sus amigos en ella… Miroku junto Sango, ésta tenía una cara algo sorprendida, seguro por culpa de Miroku… Después la vio… Alta, delgada, pálida, con el cabello negro y largo, con dos mechones al frente, "Kikyo"… Sintió que se le oprimía el pecho, aun le dolía verla o hablar de ella… Después lo notó, con el cabello negro revuelto y esos ojos dorados. Si no lo conociera podría jurar que eran efecto de la cámara… Y por último se notó a ella misma, con la mirada vacía y la expresión triste… Y cómo no iba a estarlo, en esos momentos en los que sintió que una parte de ella se le iba… Le temblaron ligeramente las manos causando que el portarretratos cayera… Pero no era solo una foto en el piso, eran dos… ambas estaban al revés… Tomó una y al verla se percató de que era la de la preparatoria. Dudó en tomar la segunda, esa sensación que había sentido al llegar a la casa le regresó… la tomó y la volteó lentamente, en cuanto la observó del todo sintió que el alma se le caía… "Esto… esto no puede ser"…
Las manos le temblaron aun más, junto con los labios y todo el cuerpo… Un nudo se le formó en la garganta y las lágrimas se agolparon en sus ojos… Observó en la foto a esa mujer que tanto dolor le había causado y junto a ella, al hombre de su vida… Juntos, abrazados, sonriendo…
-Sí, mamá ahora bajamos…- Escuchó que Inuyasha regresaba a su habitación… De inmediato acomodó las fotografías en donde se encontraban y dejó el portarretratos en su lugar justo antes de que el chico entrara…
Inuyasha la encontró algo alterada y limpiándose los ojos con los dedos…-Aome… estás bien?...-
-Sí, claro que sí… es que sabes, creo que me entró algo en el ojo, pero no es nada…
-Aome… No me mientas!...
-AY! Ya te dije que no es nada!...- le gritó tratando de encubrirse, pero una lágrima no pudo evitar salir de sus ojos…
Inuyasha la tomó por el rostro y la obligó a mirarlo…-Sabes que si no estás bien tú, no puedo estarlo yo verdad?...Lo sabes…
La chica lo miró sorprendida, la conocía tan bien, que era prácticamente imposible mentirle, pero cómo iba a decirle lo que acababa de ver… Después de todo, aunque ahora estuviera con ella, sabía que Kikyo había sido muy importante para Inuyasha. Talvez todavía no la olvidaba del todo…
CONTINUARA…
