12.- La Entrega…

Abrió los ojos lentamente sintiendo el ritmo con el que respiraba Inuyasha. Se notó a sí misma recostada en él semidesnuda y un leve sonrojo apareció en sus mejillas. Lo miró dormir y sintió como su corazón latía a mil por hora y su piel se erizaba ligeramente. Pasó su dedo índice por los labios del chico que se encontraban semiabiertos y los rozó después con los suyos, provocando que Inuyasha esbozara una sonrisa casi inconscientemente aunada a un suspiro. Aome recordó la noticia recibida hacía apenas unas cuantas horas. No pudo evitar sentirse triste y con nostalgia, el hecho de tenerlo lejos no le gustaba nada. De pronto una idea atravesó por su cabeza. Le daría una sorpresa, mejor dicho, una despedida que quizá, nunca olvidaría.

Se incorporó de la cama tratando de no despertarlo se puso de pie y se vistió con la bata de baño del chico. Salió de la habitación cerrando la puerta tras de si y dio un pequeño salto al ser sorprendida por una muchacha albina que la miraba un poco extrañada…

-Buenos días Señorita…

-Ay!... Kanna, me asustaste…

-Se encuentra bien?...

-Sí, sí… Claro…- Miró a Kanna con un poco de suspicacia percatándose que podría serle de gran ayuda…-Kanna, necesito que me ayudes en algo sí?...- La chica albina solo escuchó atenta sus instrucciones y de inmediato las acató…

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Inuyasha despertó sintiendo de inmediato el aroma dulce de Aome impregnado en la cama, recordando que se encontraba ahí con él. Giró la cabeza esperando encontrarse con ella pero no la encontró. Frunció el ceño extrañado y de inmediato se sentó en la cama buscándola. No la encontró en la habitación, pensó que se encontraría en el baño así que la llamó…

-Aome… Aome…- Pero nadie le respondía, exasperado entró al baño y lo encontró vacío. No creyó que Aome se hubiera marchado, no podía irse así. Buscó su bata para bajar y buscarla pero ésta tampoco estaba…-Maldición!...- La buscó en la habitación aun más desesperado y se topó con algo que lo tranquilizaría. La ropa de la chica se encontraba sobre la silla. Sonrió un poco complacido, donde quiera que estuviera estaría semidesnuda y con su bata, así que no debía estar lejos… Se vistió con lo primero que encontró y bajó para buscarla. Al entrar en el comedor se llevó una gran sorpresa. La mesa estaba puesta adornada con pétalos de rosa e inclusive algunas velas, las cortinas estaban corridas. El desayuno estaba servido, jugo de naranja, hot cakes, huevos, lascas de tocino… Inuyasha observó todo sorprendido, sabiendo a la perfección de quien era obra todo eso…-Será mejor que salgas de donde quiera que estés… No querrás que te encuentre…- Sintió como dos brazos lo rodeaban por la cintura y después lo besaban por el cuello. Cerró los ojos aspirando su aroma y sintiendo como se erizaba la piel al tacto con la de la chica…

-Buenos días…-Inuyasha se giró rápidamente para tenerla de frente… Le sonrió ampliamente y después, antes de responderle la besó. La besó un poco desesperado sujetándola por la cintura y acercándola más a él….

-Muy buenos Días…

-Mira, le dije a Kanna que te preparara tu desayuno favorito… Ven, siéntate…- lo tomó por la mano y lo condujo hacia una de las sillas y se sentó junto él.

-Se ve, delicioso… Y a qué se debe?...

-Mmmm… déjame pensarlo… Ah sí! Creo que solo es porque Te Amo demasiado…Además no creo que en Inglaterra tengas tiempo para desayunar así…Anda come, pero la sorpresa no termina aquí eh?...

-Ah no?... Que más escondes?...

-Si te lo dijera ya no sería sorpresa verdad?... Mejor come y sabrás de qué se trata…

-Creo que has hecho demasiado por mi, no te parece?...

-Nunca… Nunca haría suficiente por ti… Pero ya! Come!...- tomó un trozo de hot cake y lo puso en la boca del chico… Así siguieron desayunando entre risas, sonrojos, besos y miradas…

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-Estuvo delicioso…

-En verdad te gustó?...

-Bueno, la verdad estaría más satisfecho si me mostraras la sorpresa…

-Ay! Eres un latoso!... Está bien te la mostraré…- Se posó tras Inuyasha…-Pero antes…-Sacó una mascada y la acomodó en los ojos del chico impidiéndole la vista…-Tengo que taparte los ojos…

-Feh! Y cómo se supone que la vea?...

-Bueno, ya lo descubrirás…- le tomó una mano y le ayudó a ponerse de pie…-Ven…

Comenzaron a caminar, atravesaron el comedor para salir al jardín… El sol lucía en todo su esplendor y podía percibirse el canto de algunas aves… Inuyasha esbozó una sonrisa, sabiendo a la perfección dónde se encontraban, después de todo era su casa. Pero, ¿Qué tramaba Aome?...

-Aome… A dónde me llevas?...

-Ya lo verás…- La chica siguió caminando halándolo por un brazo, hasta llegar a un lugar antes conocido. Era un cuarto largo y construido tan solo por cristales. Entraron en él y caminaron a través del pasillo principal doblando varias veces hasta quedar en el centro del invernadero. El olor a plantas, flores, tierra y agua inundaban el lugar. Alrededor de ellos, se intensificaba el olor, cómo si quisiera ser cómplices de lo que ahí se suscitaría…

Aome se paró de pronto frente a él desanudando la mascada que le impedía la vista. Inuyasha abrió los ojos lentamente topándose con otros colores azabaches que lo miraban con una ternura indescriptible… Le sujetó ambas manos y le mostró una sonrisa. La chica le devolvió el gesto indicándole con la vista que mirara bajo él. Se encontraban parados sobre una manta, que a su vez, estaba tapizada por pétalos de rosa. Inuyasha la miró extrañado y a la vez complacido, sabía cuáles eran las intenciones de la chica y eso no le desagradaba en lo más mínimo…

-Así que… ésta es tú sorpresa…

-No… Esto es… solo el principio…- Miró en silencio al chico sintiendo su corazón palpitar rápidamente, aunado a una extraña sensación. Una que quizá ya había experimentado pero que hasta ahora, se había negado a explotar… El deseo…

Terminó por acercarse a él y no dudó en besarlo. Lo hizo con suavidad y con cierta lentitud, sus manos las posó en el pecho del chico y las deslizó poco a poco hasta encontrar el final de la playera que vestía. Después comenzó a subirla rozando apenas con la palma de sus manos, el abdomen y el pecho fornido y perfectamente marcado del chico… Notó que éste se estremeció al sentir el contacto… La sacó por arriba de él y prosiguió besándolo ahora… Comenzó en su cuello, bajando hasta su bajo abdomen donde notó que el pantalón era ahora el que le estorbaba… Lo desabrochó deslizándolo hasta abajo. Subió recorriendo sus pies, piernas, pantorrillas y muslos con la punta de los dedos… Sintió como Inuyasha la levantaba de pronto teniéndola de frente y brindándole una mirada pícara…

-Ahora es mi turno…- Aome soltó una ligera risita y después sintió como era besaba febrilmente. Le resultó prácticamente imposible no emitir alguna reacción, así que suspiro sin control. Inuyasha se separó de ella mirándola intensamente…-Estás segura de querer hacer esto?...- sabía que era un poco tonto preguntar eso. Pero debía cerciorarse de que ella estaba totalmente segura, no quería dañarla en ningún momento…

Aome sintió erizar la piel, esa sensación ahora no la abandonaba. Pero no era solamente deseo, eso lo sabía… también era que lo amaba. Lo amaba demasiado…-Claro que estoy segura Inuyasha… Te Amo…-

Inuyasha le sonrió agradecido y la abrazó tomándola por la cintura sorpresivamente. Después la besó en la mejilla y con una de sus manos haló el cordón de la bata, provocando que ésta se abriera dejando ver a la chica semidesnuda… terminó por quitarle la bata siguiendo ahora por acariciar la espalda de Aome… Sintió bajo sus manos el estremecimiento de la piel con el tacto… Siguió subiendo hasta toparse con el broche del sostén el cual zafó de inmediato. Aome emitió un largo suspiro y reaccionó mordiéndose el labio inferior, disfrutando de lo que vendría ahora… El chico deslizó los tirantes del sostén por los hombros llegando hasta la punta de sus dedos. La prenda cayo e Inuyasha empalmó las manos de la chica con las suyas levantándolas lentamente. Ambos observaban la escena en silencio, respirando agitadamente y conteniendo sus deseos por algunos minutos más…

Inuyasha dio un paso hacia ella acercándose a sus labios primero y posando sus manos sobre el pecho ahora desnudo de la chica… La besó sintiendo la suavidad de sus labios y el calor de su aliento, rozó las formas de la chica sintiendo como ella ahogaba un suspiro en sus propios labios… El chico bajó sus manos hasta la cintura y la elevó ligeramente flexionándola para bajar poco a poco hasta la manta. Sin dejar de besarla, la recostó suavemente quedando sobre ella y consiguió retirarle por completo la ropa íntima.

Aome suspiró al sentir la cercanía de sus cuerpos y al notarse totalmente desnuda bajo de él, él hombre que amaba. Ella recorría la espalda del chico junto con su cuello, mientras que él recorría sus piernas en un vaivén e inclusive rozaba su intimad haciéndola enloquecer…

-Eres... un… tramposo…- Suspiró profundamente al sentir de nuevo el tacto del chico en su intimidad, ésta vez tratando de llegar más lejos…-Ya terminó… tu turno…- Y con un último esfuerzo lo empujó para ahora quedar ella sobre él…-Ahora verás…- Le brindó varios y rápidos ósculos por todo el pecho, bajando cada vez más… Cuando hubo llegado a su abdomen, tomó el bóxer que vestía y lo quitó por completo. Subió de nuevo a sus labios probándolos con ímpetu sin querer separarse de ellos. Estaba totalmente recostada en él, no le fue difícil sentir como Inuyasha reaccionó a semejantes besos y caricias… Aome se sonrojó por completo, y de pronto pasaron frente ella, aquellas imágenes de ellos dos niños, peleando… Inuyasha la miró extrañado…

-Te pasa algo?...

-No, no es nada… Solo que… recordaba cuando éramos niños…

Inuyasha sonrió divertido…-Tonta!...- Tomó entre sus manos el rostro de la chica y la besó fugazmente…-Y eso piensas en estos momentos?...

Aome se sonrojó aun más… Sabía que era tonto, pero no lo pudo evitar. Después de todo, se conocían desde ese entonces y nunca pensó que se encontraría así con él…

-Pero ahora… Te recuerdo que ya no somos unos niños… Y también te lo puedo comprobar…- Sonrió maliciosamente sujetándola por la cintura y dejándola bajo suyo de nuevo, recobrando el control sobre aquél juego… Siguió besando su cuello, escuchándola respirar entrecortadamente y emitir largos suspiros… Se acomodó más sobre ella rozado su intimidad con la de la chica, provocando que casi perdiera el control…

-Tram… poso…- Inuyasha buscó de nuevo sus labios al tiempo que la acomodaba por la cadera para entrar en ella… Y así lo hizo, lentamente se adentró sintiendo de lleno el aliento de la chica sobre él… Una inmensa alegría los embargó a ambos. Ahora que eran uno solo, podían intercambiar suspiros, besos, caricias y fundirse hasta casi sentir el alma del otro. Aome se aferraba a él, sujetándolo por la espalda y casi encajando sus dedos en ella rogando no separarse. Mientras que Inuyasha recorría los muslos de Aome y después seguía con sus pechos…

Ambos respiraban entrecortadamente y comenzaban a sudar, su aroma se mezclaba con el de los pétalos de rosa… Inuyasha aumentó el ritmo provocando que llegaran al éxtasis total, Aome mordía continuamente sus labios y buscaba los del chico… Después de algún tiempo, el ritmo disminuyó y sus cuerpos recuperaron la calma paulatinamente… Pero aun así, no se separaron en ningún momento… Quedaron entrelazados, totalmente agotados pero bastante satisfechos y felices por su entrega… Inuyasha miró con detenimiento a la chica retirando algunos mechones que se interponían… -Te Amo Aome… Mi mejor Amiga…- Selló sus palabras con un largo beso dando fin al acto que realizaban, pero recibiendo a una despedida que seguro, no sería nada grata…

CONTINUARA…

Hola, pues finalmente aquí está el lemon… jeje… a ver que tal les parece… Vaya forma de decir adiós ah?... jajaa weno m despido agradeciéndoles por seguir leyendo esto y por tenerme paciencia… En verdad espero actualizar con mayor frecuencia… Ns vemos… GRACIAS!...