Hooooolaaaaaa! (con mi acento catalán incorporado XD!) Ya vuelvo a estar yo aquí con otra de mis historias… como siempre, pero con otra de mis parejas favoritas! (Después del problemón con mi ordenador tengo un montón que escribir… UU)

Esto iba a ser un One-Shot, pero al final me dio por cortarlo en pedacitos no muy largos… (ya está terminada, así que publicaré los chaps. con velocidad o) y es un Sirius/Remus! Por fin escribo uno! No sabéis las ganas que tenía de hacer uno… siempre me ha gustado esta pareja y creo que tienes mucha más libertad al escribir sobre ellos porque no sabemos tanto de su vida escolar como la de Harry Potter… ya me entienden, es más fácil imaginar!

No me pregunten por el título… me salió de dentro y lo puse… (a ver si consigo darle algún significado durante la historia… aunque no creo!).

Como siempre es una historia romántica (no podía ser de otra manera tratándose de mi) y con final feliz XP!

Espero que os guste tanto como me gustó a mí escribirla (aunque me costó lo mío, sobretodo en ciertas partes).

Tengo otra historia pensada con esta parejita… a ver si consigo darle la suficiente "forma" para publicar algo decente! Jajaja!

ADVERTÉNCIA: esto es un slash! Es decir, relación chico-chico, así que si no te gustan este tipo de historias estás muuuuy avisado (la mayoría de mis historias son así… y no admito comentarios criticando este aspecto! Grrrr…)

También decir que, como siempre, los personajes no son míos sino de J.K.Rowling que ayer me llamó pidiéndome disculpas y nos hemos reconciliado… así que no me denunciara ni nada por el estilo por escribir esta historia sobre su mundo y sus personajes con la que no gano nada de nada…

Bueno, si que gano algo! Vuestros reviews! y espero que sean muchos comentarios porque me encanta leerlos y responderlos con muchas ganas! (está demostrado, lo podéis comprobar, que respondo todos vuestros comentarios, sean de quien sean y digan lo que digan!).

Así que eso es todo, me callo ya y os dejo con esta historia! Muchas gracias por leer!

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Más allá del tiempo (parte I)

Aún recordaba el día que lo conoció, en el tren que lo llevaría a su sueño desde que era un niño… en el tren que lo llevaría a Hogwarts…

Él se llamaba Remus Lupin y tenía un gran secreto, bueno, más bien dos.

A los cinco años (NA: creo que fue a los siete, pero para esta historia no XP), en una excursión que hizo con sus padres y que le costó la vida a su madre y la cordura a su padre, un lobo intentó matarlo. Pero no era una bestia normal y corriente… o no, no tuvo tanta suerte, nunca la tuvo. Era un hombre-lobo, convirtiéndolo a él a partir de ese momento en uno de ellos, en un monstruo sin derecho a vivir, ni sentir. Sin derecho a querer a alguien y que ese "alguien" le quisiese…

Su infancia no fue fácil y a mesura que avanzaban los años era cada vez peor, no solo por el hecho de que sus transformaciones de cada mes cada vez fueran más y más dolorosas, más y más peligrosas, sino también porque su padre cada vez estaba peor. Él solo vivía para cuidar a Remus y asegurarse de que estaba bien, no tenía ganas de seguir viviendo, solo lo hacía por él, y eso, en vez de reconfortarlo solo hacía que llevara más peso sobre sus hombros. No quería que su padre sufriera, y menos por un engendro como él.

Tampoco trabajaba, o por lo menos no mucho, así que siempre habían tenido problemas para pagar las facturas, la comida, la ropa... vaya, que nunca había vivido envuelto de lujos y comodidades que digamos.

Siempre había deseado ser "normal", tener a su madre a su lado, que su padre volviera a ser el de antes del "accidente", que ese lobo no lo hubiera atacado o que lo hubiera matado, no marcado de por vida. En su niñez no había podido tener amigos, por el miedo ha ser rechazado al conocer su secreto, por el miedo de tocar a alguien y que le ocurriera lo mismo que él, por el miedo de dejar solo a su padre y que hiciera alguna tontería como ya había intentado hacer antes…

El verano de sus once años, al recibir la carta de Hogwarts anunciándole su entrada, lo alegró y a la vez lo aterró. ¿Cómo dejaría a su padre solo en esa casucha? ¿Quién lo cuidaría? ¿Qué pasaría si en el colegio se enteraran de su condición? ¿Qué pasaría si era un negado total en todo?

No había vuelto a ver magia desde que su madre murió, primero porque su padre era muggle y segundo porque eso haría que su padre se deprimiera aún más.

Y allí, en la sala de estar de su triste y desastrosa casa, con solo once añitos, tomó una decisión. Iría a Hogwarts, ocultaría su condición de hombre-lobo a cualquier precio, no se acercaría a nadie ni haría amigos para no ponerlos en peligro, solamente estudiaría, estudiaría y estudiaría. Era ese su objetivo. Salir de Hogwarts lo mejor preparado posible para conseguir un buen empleo y cuidar a su padre, por encima de todo, por haber vivido tantos años solo por él… solo por él…

Pero sus planes se le truncaron nada más llegar al tren que lo llevaría a Hogwarts, cuando estaba dormido en un compartimiento totalmente solo, cuando alguien entró en éste abriendo de golpe la puerta, cuando ese alguien entró en su vida y decidió no salir de allí, cuando ese alguien entró con un fuerte portazo en su corazón…

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.- Ei amigo! Como va todo por aquí? – preguntó alguien alegremente sentándose en un sofá frente al fuego de su sala común

.- …

.- Eh! Que te estoy hablando! – dijo ahora un poco más fuerte

.- …

.- Hola? Hay alguien por aquí? – se estaba divirtiendo, aunque era un poco exasperante que lo ignoraran tan abiertamente, y más si era su mejor amigo quien lo hacía.

.- …

.- Tierra llamando a Sirius, responde Sirius, tierra llamando a Sirius! – dijo ahora arrodillándose delante de él y pasándole la mano delante de sus ojos, que estaban fijos en algún punto de la sala, o tal vez en alguien? Se preguntó divertido.

James, curioso como el que más, siguió la dirección en que miraba Sirius para saber que lo tenía tan metido en sus pensamientos. Un escalofrío le recorrió el cuerpo al pensar que su amigo pudiera estar así… no era normal en él.

Siguiendo y siguiendo su mirada se topó con que no miraba a algo, sino que, como había supuesto, miraba a alguien. Tampoco no le extrañó ver quien era ese "alguien"…

Levantándose y dirigiéndose otra vez al rojo sofá empezó a maquinar que podría hacer para ayudar a ese par. Estaba más que harto de ver como no hacían nada! Por Merlín! Pero si todos se daban cuenta y ellos como tontos no lo veían! (bueno, no todos, los más cercano a ellos, claro) Hasta él se había dado cuenta y mira que era corto por esas cosas! (como muy amablemente le recordaba constantemente su noviecita…)

Eran dos de sus mejores amigos, y uno de ellos lo era desde que tenía memoria, no quería ver como simplemente se quedaban en nada por cobardearía… por simple miedo. Solo había de verlos unos segundos atentamente, juntos, para saber que se querían y que estaban hechos el uno por el otro (que cursi sonaba eso!).

Tal vez pensaba demasiado en ello y debía dejarlos en paz, pero estaba hasta las… narices (por no decir algo peor) de esperar. Hablaría con Lily de ello y le pediría su ayuda, estaba seguro que con un poco de cariñitos y unas cuantas suplicas estaría de acuerdo con él y lo apoyaría en su "lucha".

Peter era otro cantar, este era aún peor que él en esos asuntos, así que no haría nada a no ser que fuera estrictamente necesario (NA: en esos tiempos representa que eran muy buenos amigos… así que haciendo tripas corazón no lo pondré como la rata asquerosa y traicionera que es… huuuuug! Eso si, se pasará gran parte de la historia perdido, durmiendo o en otro mundo… XP).

Dando un rápido vistazo a la sala común vio que la pelirroja aún no había regresado de la biblioteca (tan estudiosa como siempre…), así que decidió esperarla y empezar a pensar en que hacer antes de que llegara… (Últimamente pensaba mucho y eso tampoco era normal en él…)

Debían estar preparados para cualquier imprevisto o error de cálculo, tener segundos, terceros y hasta cuartos planes de emergencia. No podían fallar porque estaban jugando con la vida de dos de sus amigos y con su propia salud mental.

Fijando la vista al chucho que lo había ignorado escasos minutos antes empezó a pensar en la vida que había llevado, en sus problemas y sus errores…

Sirius, su amigo, su hermano más bien dicho, tampoco no había tenido una infancia muy "feliz" que digamos, si acomodada, llena de lujos y riquezas, pero no feliz. Sus padres eran muy, muy estrictos, y toda su familia estaba obsesionado con la pureza de sangre, con que no se relacionara con aquellos que ellos llamaban "indignos" por el mero hecho de tener los padres de origen muggle (o hasta solo uno de ellos). Despreciaban a todo aquel que consideraban inferiores a ellos, de clases más bajas, y todo aquel de la familia que se relacionara con un simple "sirviente" era la deshonra de toda la familia Black.

Había algunos que incluso se habían unido a un mago poderoso que había empezado a reclutar a gente para, según los rumores, hacer una limpieza de sangre… eso si que ya era de lo peor. Lo más preocupante era que justamente sus padres y su hermano pequeño, Regulus (NA: se llamaba así, verdad?), pensaban igual que ese "mago tenebroso" (como muchos ya le decían) y Sirius se había pasado la vida oyendo como sus padres le imponían esas ideas, día tras día, sin descanso…

Pero, por alguna extraña razón que aún ni el comprendía, Sirius salió todo lo contrario. Era despreocupado y divertido, le encantaba hacer bromas y odiaba los buenos modales (aunque se los sabía todos a rajatabla y cuando quería podía transformarse en un auténtico caballero). Lo mejor de todo es que no creía en los sangre-limpias o los sangre-sucias, simplemente creía en los corazones de las personas, podían ser buenos o malos, pero solo por sus acciones, no por sus orígenes.

Antes de llegar a Hogwarts sus padres (slytherins como toda su familia) ni sospechaban de sus ideas, porque al solo relacionarse con "buena gente" Sirius, por consiguiente, no se había topado nunca con un muggle o un sangre-sucia. Pero ya en el tren de Hogwarts rompió con esa tradición. Al encontrar a Remus casi durmiendo en un compartimiento totalmente solo y decidir que sería su amigo costase lo que costase. Sin saber quien era ni de donde venía. Sin importarle sus ropas rajadas y recosidas ni su sangre. Ni su condición.

Con la selección de casas la cosa tampoco cambió y siguió rompiendo esquemas, porque fue directamente a Gryffindor (el sombrero no tardó ni dos segundos en colocarlo en la casa de los leones). A partir de allí empezaron los verdaderos problemas con su familia.

Era cierto que nunca lo habían llenado de amor ni de cariño, pero por lo menos (aún con sus bromas y malos modales) su familia seguía estando allí para él, cuidándole a su manera (un tanto extraña, distante y fría…). Pero al enterarse de todo aquello… los veranos en su casa fueron realmente un infierno. Tanto que se pasaba la mayoría de tiempo en su casa, cosa que no le importaba en absoluto.

Sabía que desde muy pequeño había sido el único amigo de Sirius, su amigo realmente. Los otros niños que este conocía eran igual de fríos e inhumanos como toda su familia, que solo pensaban en una cosa, como los Malfoy y su retorcido hijo.

Pero la familia Potter era distinta… por lo menos su "rama". Seguían siendo considerados una familia de poderosos magos y respetados por su "pureza de sangre", así que los Black no tenían ningún inconveniente en que su hijo se relacionara con ellos. Lo que no sabían es que ni su padre ni su madre tenían sus mismos ideales. Ellos pensaban igual que Sirius, que eso no tenía que tener ninguna importancia, un buen mago solo lo era aquel que daba todo de si para conseguir sus "sanos" objetivos. Así que su casa siempre había sido una especie de refugio o santuario para su amigo… y eso lo alegraba, se sentía útil y necesitado, y eso, para ser sinceros, era reconfortante.

Dejó todos esos pensamientos cuando vio entrar a su pelirroja novia por el retrato de la dama gorda, y levantándose con la firme decisión de llevar más felicidad a su grupo de amigos, se dirigió decidido hacia Lily para empezar a planearlo todo…

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Hasta aquí por hoy…

Como veis he hecho capítulos no muy largos… a ver como quedan al final los chaps… (no soy constante que se diga XP!)

Solo decir que… dejadme reviews!

Espero que os haya gustado esta primera parte del fic… la verdad es que no estoy del todo convencida de este, llevo mucho tiempo intentándolo escribir y supongo que ha terminado por atravesarme pero… lo hice con mucha ilusión, así que ya me diréis que os a parecido!

NOTA PARA LOS LECTORES DE MIS FICS (estará en cada uno de ellos) Siento mucho muchísimo, de veras, mi total retraso en todos mis fics (que ya podría ir terminando alguno ¬¬), pero una serie de problemas con mi ordenador, con Internet y por mil y un contratiempos más me ha sido imposible escribir nada, o publicar nada…

Siento haberos hecho esperar tanto o haberos decepcionado por ello, pero no tuve oportunidad de solucionarlo (ha sido realmente un caos de época) e iré actualizando mis fics poco a poco porque, desgraciadamente, los estudios no me permiten relajarme demasiado… (malditos profes obsesivos y locos!). No se si mi estilo habrá cambiado o si sabré seguir correctamente mis fics (he olvidad muchas cosas UU) pero lo haré lo mejor que pueda y lo más rápido posible.

Vuelvo a pediros disculpas por este descontrol y por no haber podido avisar tampoco… fue duro para mi también (ya sabéis que me encantan los reviews, adoro vuestros comentarios, y escribir siempre ha sido una de mis pasiones (aunque no se me da muy bien XD))

Espero que sepáis perdonarme (y en cierto punto entenderlo) y que sigáis dejándome vuestros comentarios sobre mis fics… Gracias a todos, os eché mucho de menos o

Byby of Riku Lupin