RESPUESTA A LOS REVIEWS ANÓNIMOS

Bueno bueno bueno… tengo que decir que todos los reviews que no fueran anónimos fueron respondidos directamente al correo de la persona que lo envió (una nueva opción que tiene fanfiction! Siii!), pero aquellos que no no les puedo dejar sin su respuesta… así que aquí las pongo! (Aunque pueden eliminar mi historia por ello… UU – me eliminaron un chap. de Una poción indeseada por ello… pero no aprendo la lección! Jajaja!)

77777777777777777777777777777777777777777777777777777777

Otro trocito de este fic! Esta vez va de flash-backs y de Sirius… jujuju!

Siento el retraso (creo que es la frase que más digo por aquí… UU) pero me marché unos días de viaje y no pude actualizar hasta ahorita… snif snif!

Por lo que veo a la gente le está gustando bastante esta historia y estoy muy feliz por ello! Espero que este capítulo sea de vuestro agrado también! (Hago todo lo que puedo y lo mejor que puedo… ¬¬)

ADVERTÉNCIA: esto es una historia slash! Lo que quiere decir que hay relaciones chico-chico, así que si no te gustan este tipo de historias ya puedes ir con tu ratoncito a pulsar el botón de retroceder… y si no eres uno de estos… BIENVENIDO A MI FIC! Muajajajaja!

Y otra cosita más que estoy harta de decir… (podría montarme una plantilla y pegarla siempre, no? XP!) Los personajes y los lugares de este fic no me pertenecen sino que son propiedad de J.K.Rowling y, ya puestos, de la Warner Bross, y que no gano nada con ello…

Y antes de dejaros con la historia… (Mientras esquivo cuchillos) Recordad dejarme un review con vuestra opinión de mi historia! COMENTARIOS COMENTARIOS COMENTARIOS!

7777777777777777777777777777777777777777777777777777777

Más allá del tiempo (parte II)

Dejó todos esos pensamientos cuando vio entrar a su pelirroja novia por el retrato de la dama gorda, y levantándose con la firme decisión de llevar más felicidad a su grupo de amigos, se dirigió decidido hacia Lily para empezar a planearlo todo…

---…---…---…---…---…---…---…---…---…---…---…---…---…---…---…---

Era tan… lindo y… hermoso…

No sabía como había ocurrido, pero un día se dio cuenta de que siempre lo seguía con la mirada, siempre, cuando le preguntaban, sabía donde estaba… siempre estaba pendiente de él, de cómo estaba, si le preocupaba algo, si se encontraba mal…

Al principio no le dio importancia, pensando en que solo era porque era su amigo y por la imagen de niño desvalido que daba siempre… cansado y maltratado por la vida.

Y cuando supo de la maldición que llevaba encima eso aún se exageró más.

Recordaba perfectamente el día que él y sus compañeros de cuarto, sus amigos, lo descubrieron… el temblaba como una hoja, desnudo bajo una fina capa que Prongs le había puesto para que no fuera aún más incómoda esa situación. Estaba asustado, aterrorizado más bien. Según sus propias palabras tenía miedo de que cuando ellos se enteraran se apartaran de él, le dejaran de lado y lo miraran con asco o con miedo… pero no fue así, James, Peter y él mismo lo apoyaron desde entonces e intentaron buscar una solución a su "problema", porque aunque no tuviera cura querían acompañarlo en sus noches de tormento… y así es como se hicieron animagos por él, para acompañarlo, porque eran sus amigos y no lo dejarían de lado con eso (aunque lo hicieron sin que Remus supiera nada… estaba seguro de que no les hubiera dejado).

Pero ahora sabía perfectamente el porque de tanta protección hacia ese chico… no le importaba que fuera un "él" y no un "ella", ni tampoco que fuera un licántropo, ni sangre-sucia (como dirían sus padres), ni que estudiara tanto y fuera tan educado con todo el mundo (incluso slytherins! Por Merlín!)… Solo le preocupaba que él era uno de sus mejores amigos, y si se lo decía y lo rechazaba, estaba seguro que nada sería como antes, y si aceptaba pero algo salía mal, tampoco… No le preocupaban ni sus padres ni sus estúpidos ideales (estaba seguro que si se enteraran les daría algo…), solo quería poder estar el resto de su vida al lado del rubio… ayudarlo y quererlo… darle todo aquello que le habían negado desde pequeño.

Sabía que muchas chicas estaban locas por él, que querían que saliese con ellas, porque ¿por qué negarlo? Era un chico guapo, atractivo, sincero y abierto. Pero hasta hace poco no se había dado cuenta que no le importaban nada de nada, porque las regalaría a todas al propio Snivellus para tener a Remus a su lado… bueno, a su lado ya lo tenía, pero el quería que le correspondiera… aunque se jugara mucho con ello.

Pero era un cobarde… no se atrevía ni tan siquiera en coquetear un poco con él! Hacérselo ver! Aunque con lo inocente que era con estas cosas tampoco serviría de mucho… otra cosa que le gustaba de él, el hecho de que aunque se había visto obligado a madurar y a cuidar a su propio padre a una corta edad, seguía siendo muy inocente en ciertos aspectos, como cuando comía chocolate y parecía un niñito chico con un nuevo juguete entre las manos (o la boca, en su caso).

Concentrando la vista otra vez hacia Remus, lo observó como muchas otras veces hacia sin que el otro ni lo notara.

Era tan perfecto… allí, sentado en ese enorme sillón individual parecía aún más pequeño de lo que en realidad era. Con un libro en su regazo y concentrado en su lectura… Las llamas de la chimenea iluminaban la sala con un toque romántico y melancólico, pero él destacaba por encima de todo lo demás. La tenue luz iluminaba su perfil mostrando un rostro bello y sin imperfecciones, suave al tacto (seguramente)… Y bajando más la vista tenía el cuello, y aunque no lo viera por culpa de las estorbosas ropas, sabía que un poco más abajo tenía la cicatriz que lo delataba… Sabía que su cuerpo estaba lleno de pequeñas y no tan pequeñas cicatrices (que poco a poco iban desapareciendo para hacer sitio a las nuevas), pero eso tampoco le importaba, como todo lo demás, para él era perfecto tal y como era…

Desvió su mirada al notar que esos ojos dorados le veían fijamente… y le recordó al día que lo conoció, el día que ya se quedó prendado de él…

-- Flash back --

Dos chicos de unos once años corrían apresuradamente por la estación central de Londres. Empujaban un par de carritos ocupados por un baúl y una jaula con una lechuza dentro en cada uno. Realmente resaltaban en medio de la multitud, no solamente por apartar a la gente con empujones, cosa que provocaba quejas e insultos hacia ellos, sino también por las extrañas ropas que vestían… Unas capas largas y negras que cubrían todo su pequeño cuerpo…

Uno resaltaba por su cabello revuelto, indomable, que al correr parecía uno con el viento… El otro, por su extraño color. Unos reflejos azulados se podían apreciar cuando la luz del Sol llegaba a su pelo…

Simplemente eran personitas realmente extrañas.

Y más extraño fue cuando desaparecieron a través de una pared que se encontraba entre el andén nueve y diez de la estación… aunque nadie los hubiera visto…

Siguiendo a los chicos, al otro lado de la pared, una de las pocas puertas a un mundo distinto al que conocemos como "normal", se encontraba el andén nueve y tres cuartos, donde un enorme tren rojo estaba a punto de partir…

Veloces y sin decir aún ni una palabra, los dos niñitos subieron al tren que tenía gravado, con enormes letras doradas, el nombre de Hogwarts.

-- Todo esto es por tu culpa Black! –gritó el más bajo cuando había podido recobrar el aliento… - tu y tus estúpidas ideas!

-- Eh! No las metas a ellas en esto! Mis ideas son brillantes, todas ellas! – dijo el otro mientras sus ojos, de un profundo color azul oscuro, brillaron divertidos al ver a su amigo en ese estado.

-- Si claro! – bufó molesto – brillantes como tu, no?

-- Vamos James! A sido divertido! – dijo dándole unos golpecitos de apoyo

-- divertido? Divertido? Creo que tenemos un serio problema de entendimiento entre nosotros… - dijo fingiendo tristeza

-- no! Por favor! Eso no! – suplicó teatralmente, colocándose de rodillas al suelo y cogiendo el bajo de la túnica del chico de los anteojos – No me dejes! Podemos superarlo… en serio! Yo te amo! – dijo ya con lagrimas fingidas en los ojos

-- jajaja! Realmente servirías para actor Sirius!

-- lo sé – contestó con arrogancia

-- tu y tu vanidad… un día tendrás problemas por culpa de tu ego insaciable – suspiró su compañero resignado ya. Conocía a Sirius desde que eran unos renacuajos y siempre había sido igual con él…

-- Si si, como digas mamá – respondió moviendo su brazo como haciendo ademán para que se fuera – ahora vamos a buscar un sitio para quedarnos… sabes si están asignados o algo así?

-- No, te sientas donde quieras, aunque si no recuerdo mal hay una especie de tradiciones… como que los compartimientos de más al fondo son para los slytherins o algo así… supongo que es para no tropezar con gente de esa casa. Según papá mucha gente de "influencias" acaba en esa casa…

-- Ya… - dijo con tono de resignación – la familia Black se enorgullece de siempre ir a parar a esa casa…

-- pues los Potter tenemos una larga tradición en gryffindor! – dijo sonriente – aunque mi prima Daffne está en slytherin, y no por eso me cae peor! – dijo intentado animarle. La familia de su amigo siempre había sido un tema delicado de tocar.

-- Ok! Pero ahora lo importante es encontrar un sitio para sentarnos y dejar estos estúpidos baúles…

-- bien, yo iré hacia el norte y tu dirígete hacia el sur

-- qué? – preguntó confuso

-- que tu vayas hacia la parte de atrás del tren y yo iré delante. Cuando hayas encontrado alguno me avisas con ya sabes que…

-- De acuerdo, nos vemos!

El mencionado Sirius Black se dirigió, haciendo caso a su mejor amigo (como pocas veces lo hacía), hacia los compartimientos del fondo del tren.

No necesitaba entrar para saber si había gente o no, escuchaba sus conversaciones a través de la puerta. No quería molestar si no era estrictamente necesario…

Para su horror, se fue dando cuenta de que todos los compartimientos que iba pasando estaban ocupados por gente, y no le gustaba la idea de ir con James de compartimiento en compartimiento preguntando si podían quedarse con los ocupantes de este… Para algo era un Black, no?

Cuando había perdido completamente la esperanza y solo rezaba para que su cegato amigo hubiera encontrado uno vacío (aunque lo dudaba, porque no se había comunicado con él) llegó a los últimos compartimientos. Un poco más allá solo quedaba la puerta que daba a la zona de las cocinas y del transporte de mercancías…

Pero para su sorpresa, y alivio, en el último compartimiento no había ni voces ni sombras a través del cristal translucido… así que decido entrar. Aunque nunca nadie le había preparado para lo que allí encontró.

--Fin del flash back --

Unos golpecitos constantes y molestos lo sacaron de sus recuerdos… Alzando la vista para saber quien era el tipo que se atrevía a molestarlo mientras recordaba el momento y en que circunstancias se encontraba él cuando conoció a Remus se encontró con los ojos almendrados de su hermano. James Potter. El chico que pronto iba a morir en "extrañas circunstancias…"

James acababa de convencer a Lily para que le ayudara en su plan y lo primero que habían acordado era que el pelinegro hablara con Sirius e intentara que este se sincerara con él y reconociera que estaba enamorado de Remus.

Así que, seguro de si mismo y sin escuchar a su novia que le decía que esperara, se dirigió hacia el lugar donde se encontraba su amigo y lo llamó. Al ver que no respondía le dio unos golpes "amistosos", ganándose una mirada que le hizo estremecerse de miedo…

Tal vez sería mejor hablar con él más tarde…

La pelirroja contempló divertida los movimientos de su querido aunque a veces tonto novio…

Sirius, viendo como su amigo le dejaba en paz, volvió a sumergirse en los recuerdos de aquella primera vez…

-- Flash back –

Decidido entró sin ni siquiera procurar hacer poco ruido…

Y allí lo vio. Había alguien apoyado a la pared y con la cabeza en el cristal del compartimiento, parecía dormido… aunque con el ruido que había hecho dudaba que aún siguiera estándolo.

Lo que Sirius ignoraba es que ese chico no se había despertado (ni lo haría aunque una bomba estallara junto a él) porque la noche pasada había sido luna llena y estaba completamente agotado… porque si, ese chiquillo que parecía que se rompería si soplaba demasiado el viento era un hombre lobo, un licántropo llamado muchas veces "monstruo".

Viendo que la persona no se movía decidió acercarse para comprobar si todo iba bien. Se sentó delante de él y se quedó observándolo.

Si no se equivocaba era un chico, pero estaba seguro de que si no fuera porque él era muy bueno viendo esa clase de cosas lo hubiera confundido con una niña muy fácilmente, y una muy bonita en su opinión.

Era bastante flaco, algo que preocupó a Sirius, pero no hizo caso a ello ya que siguió repasándolo. Su cabello color paja le llegaba hasta los hombres acentuando su toque "femenino". Su piel era pálida y parecía completamente relajado y a la vez agotado.

Tenía un rostro fino, inocente (NA: tiene once años, por el amor de dios!), definido y si, afeminado.

James, al no encontrar ningún compartimiento y no obtener respuesta de Sirius, decidió ir hacía los compartimientos del final del tren, para ir a buscar a su amigo. Lo que encontró al llegar al último habitáculo lo dejó un poco descolocado.

Sirius estaba delante de un chico que parecía dormido y parecía como… ¿hipnotizado?

Decidió no pensar demasiado en ello y se sentó al lado de Sirius, saludándolo y quejándose de que no lo hubiera avisado al encontrar ese compartimiento.

Sirius lo ignoró completamente. En esos momentos no quería escuchar a su amigo, solo una pregunta rondaba por su mente… ¿de qué color serían los ojos de ese niño que parecía pedir a gritos que lo cuidase?

Y la respuesta llegó pronto. Cuando un cuarto chico entró en el compartimiento preguntando si podía ir con ellos y diciendo que se llamaba Peter Pettigrew, el "dormilón" despertó. Y a Sirius aún le fascinó más el niñito al ver esos ojos…

Eran dorados, de un dorado que nunca antes había visto, no por lo menos en unos ojos.

Y en ese momento tomó la decisión de que fuera lo que fuera lo que le ocurriera a ese chico, fuera a la casa que fuera, costara lo que costara, se haría amigo suyo y lo ayudaría y protegería de todo aquello que pudiese… de todo. Incluso de si mismo.

-- Fin del flash back --

Ese día se le había quedado gravado en su memoria a fuego, nunca lo olvidaría lo que sintió al ver esos ojos clavados en los de él, ni tampoco en como Remus se presentó con su voz inocente, jovial y respetuosa.

No sabía cómo, ni por qué (bueno, eso tal vez si), pero él, Sirius Black, se había enamorado. Y no solo eso, sino que se había enamorado completamente del que sería uno de sus mejores amigos, Remus Lupin.

7777777777777777777777777777777777777777777777777777777777777777777

Vale vale… no es una obra de arte… y el trozo de ellos de chiquititos tal vez no está demasiado bien pero… ES QUE TENÍAN ONCE AÑITOS! QUE QUERÉIS! Jejeje!

Bueno, al menos este capítulo es un poco más largo que el anterior (no se porque pero mis fics siempre aumentan y no disminuyen… UU). Espero que os haya gustado la segunda parte del fic! (ya queda menos para terminar! Jojojo!)

Dejadme REVIEWS! o

Byby of Riku Lupin