Capítulo 6: Asumiendo el control.

Flash.

El fuego de la lava de un volcán inundaba por completo el planeta, destruyendo la profusa vegetación de bosques milenarios que hasta entonces habían morado aquel lugar pacífico y pleno de naturaleza y vida. Una espesa niebla oscura inundaba todo enrareciendo el ambiente por completo.

Una mujer de cabellos negros como el azabache estaba parada en el centro de una formación de piedras. - Atlants Shemiaaaannnn. YAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA. - Los millones de arpías que intentaban alcanzarla fueron despedidas por una luz cegadora. Una esfera luminosa brilló en el cielo. - Sildaaaan Tiennnniiaaaaaaa. - Gritó la muchacha.

En ese momento La esfera se convirtió en una especie de huracán luminoso que comenzó a absorber las criaturas malignas y la niebla negra.

- Morirás antes de poder acabar conmigo INNAN. - Gritó una mujer de ojos rojos y pelo negro.

- Ankiraad silommm niaaaaat animmmmiac elloooc tuaashimaaa - Susurró erguiendo su mano hacia arriba aumentando el poder de la esfera.

- Inietiskrantilat. - Gritó la otra diosa creando un campo protector de color oscuro a su alrededor. - Jajajajaaja. Moriras... moriras... Inieeeetiliantiak - La burbuja negra comenzó a crecer a su alrededor arrasando todo a su paso. La formación de piedra que resguardaba a Innin comenzaba a temblar por la lucha que se cernía.

Desde atrás, la mano fuerte de un guerrero vestido de oro empuñó una jabalina. La lanzó con toda su fuerza hacia la malvada, hiriéndola en el pecho.

- Amishalinieee shidoo barakiliaaaa shisonlateeeeaaaaashimaaaa. - Gritó la joven de cabellos negros contraatacando con un aumento increible del volumen de la esfera blanca.

- No, no es posible. Itiliakkk Iiiiiaaaaliiiiiinnnbraaaaaakk. - Ambas esferas chocaron una contra la otra y de repente, la esfera de luz blanca comenzó a absorber a la espera oscura.

- NOOOOOOOOOOOOOO. - Gritó la hechicera oscura sintiendo que era devorada por la luz.

Innin aguantó su mano en el aire hasta que la esfera terminó por desaparecer en el cielo. La oscuridad había cesado, la lava se había frenado. las nubes oscuras dieron paso a un cielo azul hermoso. La calma inundó todo. El cuerpo casi inerte de la joven de cabellos blancos se desplomó en el suelo, pero fue sostenido por el guerrero.

- Inanna... - Susurró estrechándola entre sus brazos.

- Dumuzi. Eres tú, mi amor... Ahh. - Sus ojos agotados casi no podían mantenerse abiertos.

- Nos veremos en la otra vida, mi amada Inanna. AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH. - Con un grito arrollador que sonaba casi como el rugido, el hombre se transformó en bestia, un león de enormes proporciones se acostó sosteniendo en su regazo a la muchacha.

Los rayos del sol inundaron la formación de piedras dejando ver la sangre que cubría el costado del poderoso guerrero. Con sus últimas energías, avivada por la fuerza de una llama a punto de extinguirse, Innin puso su mano sobre la garra poderosa, y se miraron a los ojos en un segundo que fue eterno. León frente a mujer... para expirar al mismo tiempo.

Fin del flash.

Goten despertó sobresaltado. Su cuerpo estaba lleno de sudor por todas partes. - Ahh. - Jadeó sujetando su cabeza muy confuso. - Que sueño más extraño. -

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Fue hace miles de años que una maldita hechicera me atrapó en el limbo de una esfera de poder. He sufrido, he padecido lo indecible, encerrada... enloqueciendo, rabiando de odio, imaginando mi venganza durante siglos y siglos. Pero hoy, ha llegado la hora de mi resurgimiento. Mi hermana ha sido vencida por fin. Yo, Ereshkigal, te he vencido de una vez por todas.

Pensaba acabar con la vida de cuantos amas, quería atormentarte, robarte la alegría, quería hacerte sentir el dolor de ser culpable de sus muertes, pero ahora que tengo tu cuerpo, ahora que siento el fluir de la vida en mis venas, ahora... que he renacido, mi mejor venganza será vivir la vida que me fue negada, gozar del amor de aquellos que te adoran, y doblegar el Universo a mis pies.

Ereshkigal se levantó de la cama con una sonrisa torcida. Caminó oliendo el aire a su alrededor como si hicieran siglos que no percibiera olor alguno. Se dirigió a la cocina y cogió una manzana mordiéndola lentamente, deleitándose en el tacto que dejaba sentir en su boca. - Ahh deliciosa. - Murmuró saboreándola.

Vegeta caminó a la cocina mirándola de reojo. - Buenos días papa. - Su voz sonó en un tono extraño y el príncipe se le acercó.

- Hmp. - Y se la quedó mirando de cerca como adivinando algo que nadie más pudiera saber salvo él.

Ereshkigal sonrió. - ¿Por qué me miras tanto?. -

- Olías a él. - Declaró estrechando los ojos.

- ¿Qué?. - Abrió los ojos sorprendida y extrañada por la declaración.

- El otro día, cuando intentaste matar al hijo de Kakarotto... - Aclaró. - Olías a él. ¿Por qué?. -

- Te dije que no recuerdo nada de eso. - Se cruzó de brazos no dispuesta a dar mayores detalles.

Vegeta gruñó por lo bajo alejándose de ella. - "Uff. Innin, elegiste una reencarnación con un padre demasiado entrometido." - Se quejó en sus pensamientos. - Ahora que lo pienso, tengo que ir a visitar a cierto hermoso joven. - "Oh hermanita, no te preocupes, gozaré por tí de él."

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En un lugar oscuro y húmedo Bra abrió los ojos lentamente. Se incorporó asustada de lo que vió. Esa niebla oscura, ese calor sofocante. ¿Dónde estaba?. No parecía un lugar normal. ¿Cómo había llegado allí?. El crujido de unos pasos aproximándose la asustaron mortalmente, pero se envalentonó alzándose con orgullo. - ¿Quién está ahí?. -

- No temas pequeña... no voy a hacerte daño... "Aún...". - La voz melodiosa y casi susurrante se coló en su cabeza aturdiéndola. - Acércate... -

- NO. - Una voz resonó con varios ecos lejanos.

- ¿Otra vez tú insignificante mortal?. -

- BRA CORRE. -

- ¿Gohan?. - Por fin reconoció el timbre de su defensor. - Pero tú estabas... -

- No hay tiempo, VETE. - Bra asintió.

- Jajajaja, es inútil, no llegará muy lejos... - Se burló la sombra.

Gohan puso sus manos en la frente y emitiendo un haz de luz cegadora aturdió lo suficiente al enemigo como para salir de allí. Cogió a la muchacha en brazos y voló lo más lejos posible. Llegaron hasta unas cuevas y caminaron dentro. - Es necesario guardar el ki al mínimo o nos encontrarán. ¿Te enseñó tu padre eso?. - Bra asintió aún sin poder reaccionar siquiera. - También he descubierto que pueden percibir nuestro olor a distancia. Tendrás que cubrirte de este barro. -

- Ahhrrrggg. - Se quejó. El barro era de color verde gelatinoso. - ¿Cómo que cubrirme?. ¿Quieren eran esos?. -

-SSSppp, silencio. Haz lo que te digo. - Susurró mirándola fíjamente.

- ¿Dónde está mi padre?. - Preguntó apenada.

- En algún lugar, pero no cerca de aquí. -

- ¿Qué ha pasado?. Ahhhsss. - Gohan le llenó las manos de barro. - Huele que apesta, no voy a untarme eso. - Se quejó.

- No hay elección. Están cerca. - Dijo con algo de temblor en la voz.

Bra se apresuró a embadurnarse con la masa repulsiva. - Todos te creían muerto. - Afirmó la peliazul.

- Tenemos mucho de que hablar. - Afirmó Gohan calmándose un poco al sentir que las presencias que los estaban rastreando se marcharon.

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XKari, felicidades atrasadas... Jeje. ¿Cuántos años van ya eh?. Espero que te guste el nuevo giro argumental. Las deidades son sumerias por si quieres leer un poco de su hermosa historia. Te recomiendo la lectura del descenso a los infiernos de Inanna, aunque ya lo iremos desliando durante el Fic.

Borys, nada de ponerse enferma jaja, si hay que ponerse de alguna manera, que sea contenta y feliz.

Camii, me alegra que te gustase ese pequeño fragmento de humor, pero ya os avisé que esta historia tendría mucho de esoterismo...

Karo, como ves Gohan no está precisamente muerto... ya os diré donde se encuentran, jeje.

Shadir, ya ves que las fans de Gohan no acabaron conmigo después de todo, creo que me conocen y saben que a mi os dramas que acaban mal no me gustan. Jeje.