Un anillo
Capítulo 2: Llegadas
Legolas llegó al valle con pesar, adentrándose en la ciudad con paso lento, intentando fundirse en el entorno, su corazón latía desbocado con la sola idea de cruzarse a la pequeña Tinwel en cualquier instante, el saber que ella se encontraba tan cerca, lo ponía nervioso
¿Cómo actuaría una vez frente a ella? Las cosas habían cambiado mucho, él había cambiado mucho, ya no era aquel galante elfo que había conocido tiempo atrás, ni siquiera era el mismo desde la última vez que se habían visto, cuando la media elfa le había comentado preocupada sobre la pequeña sombra que se hallaba en su mirada, una tristeza que ahora parecía cubrirlo todo.
Suspiró con cansancio y se dirigió a la casa del Señor de Rivendel, sabía que no podría eludir aquel encuentro, la vería junto a Glorfindel, y al pequeño niño que había nacido hace poco, pero aunque su corazón se destrozara con ello debía cumplir la misión con la que había llegado hasta allí, debía hacerse cargo de notificar a Gandalf el error que había cometido su pueblo, él estaba a cargo de los guardias, por lo tanto era su responsabilidad que el prisionero escapara.
Desmontó con elegancia y entregó el bello animal a uno de los encargados con absoluta elegancia, se dirigió a los jardines, esperando a que Lord Elrond pudiera recibirlo, y fue allí cuando sus ojos se deleitaron con el más maravilloso de los espectáculos que recordara jamás, tres hermosas damas élficas jugaban alrededor de un pequeño, quien no tenía más que unos pocos meses, una exclamación de sorpresa se ahogó en sus labios al reconocer a Arwen y Tinwel, pero la tercera figura lo dejó hechizado.
Una elfa alta, y delgada, con el cabello como la más oscura de las noches cayendo lacio por su espalda, la piel pálida, casi transparente, le recordó las blancas nieves que pronto cubrirían las montañas, los grandes labios como granadas maduras parecían estar llamándolo a probar su sabor, y los ojos, Ah Eru, esos ojos cuantas canciones podrían escribirse sobre ellos? Sus ojos eran de color plata, no gris como los de Aragorn, sino plata, como el brillo de la luna, como el mithril tan codiciado. No podía apartar su vista de ella, ni la presencia de Tinwel a su lado pudo distraer su atención de aquella elfa. Una sola palabra venía a su mente
"Magnífica"- susurró en voz alta en forma inconsciente, finalmente decidió acercarse a saludarlas, en el instante en que el revuelo comenzó
Un extraño elfo llegó hasta ellas presuroso, y habló con un murmullo a la desconocida, tras una mirada a sus acompañantes, Tinwel tomó al niño en sus brazos, para entrar en la casa lo más rápido posible, las imitó en silencio, de forma inconsciente, hipnotizado por aquella belleza abrumadora, pero una vez dentro, le fue imposible alcanzarlas, y fue entonces cuando tomo conciencia de ello. Qué estaba haciendo?
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No pude evitar reír a carcajadas al contemplar las caras con las que Arwen divertía al pequeño Gil-mallen, la mayor de las medias elfas inflaba sus cachetes a más no poder frunciendo el seño de una forma por demás de cómica
"Ya deja eso Arwen- pedí entre risas intentando controlarme- ya vas a traumar al niño con esa cara tan fea que tienes"- la estrella de la tarde me contempló enojada
"Es que ustedes dos no tienen cura no?"- preguntó Tinwel entre risas contemplándonos
"No!"- coincidimos a una voz observando aquel elfo que llegaba hasta nosotras
"Dama Isilwen- me llamó, me puse de pie de inmediato para llegar a su lado- Mithrandir acaba de llegar, está muy débil, Lord Elrond se encuentra con él en su habitación en este momento"- asentí en silencio, para observar a mis amigas con preocupación, sin mediar palabra alguna nos dirigimos al interior de la casa
"Las alcanzo en el cuarto de Gandalf"- murmuró Tinwel en el instante en que el pequeño comenzaba a llorar, encaminándose en dirección a su cuarto, continué mi camino junto a Arwen hasta aquel dormitorio que era el de mi tutor, sin siquiera golpear abrí la puerta para encontrarlo recostado
"Me alegra ver que estas a salvo"- susurró con voz frágil- "Frodo y tu fueron mis mayores preocupaciones desde que descubrí la traición de Saruman"- lo miré cínica, hasta que por fin alguien me daba la razón, lastima que era demasiado tarde- "Grande fue mi alegría al saber que Aragorn los guía hacia acá y que tu estabas a salvo"
"Elrond pensó que el montaraz sería mejor guardián que yo"- murmuré con recelo
"No se si mejor- me corrigió mi maestro- pero si menos peligroso, no podíamos permitir exponerte a vos y a tu carga en mano del enemigo"
"Vale, vale, no te preocupes- lo calmé sentándome en un costado de la cama- no estoy enojada por haberme quedado aquí, no ahora al menos"- el mago me miró con una sonrisa en el momento en que Arwen salía de la habitación
"Llegan tiempos peligrosos mi pequeña- me aseguró con su sonrisa paternal- las cosas cambian mucho más rápido de lo que esperaba y mucho más de lo que sería conveniente"
"Como esta Frodo?"- quise saber al parecer traía noticias
"Los nueve están pisándoles los talones para mi desgracia, yo mismo estuve a punto de sucumbir en manos de un grupo de nazgûls, espero que Aragorn pueda guiarlos hasta aquí sanos y salvos, algo me dice que esos cuatro hobbits son demasiado importante para lo que viene"
"Cuatro?"- pregunté extrañada- "Creí que venían Frodo y su sirviente"
"Al parecer Sam creyó conveniente sumar algo de compañía"- me explicó- "dos hobbits más jóvenes los acompañan, no tardarán más que unos días en llegar"
"Muchas gentes de distintas tierras llegan a Rivendel"- medité
"Pronto se realizará un concilio, es importante que participes en él"
"Los concilios son aburridos- me quejé- prefiero enterarme de sus decisiones luego"
"Jovencita- me espetó con fuerza- vas a participar de ese concilio y hasta entonces harás un voto de silencio, hasta que todo sea dicho"
"Qué?- pregunté incrédula- un voto de ..."
"Ya está dicho, tu voz no será escuchada por nadie en esta casa hasta que el destino del único esté decidido, está claro?"
"Pero... por qué?"- quise saber con frustración
"Nadie debe saber de tu existencia, y tu voz da clara prueba de tu identidad, es muy peligroso que nos descubran en un momento como este, en que no sabemos quienes son nuestros amigos o nuestros enemigos"
"Quiero que conste que ya te había advertido sobre Saruman"- comenté, a lo que me miró travieso
"El silencio es el canto de la naturaleza"- murmuró mientras lo contemplaba escéptica
"Voy a buscarte algo para almorzar"- le anuncié mentalmente luego de besar su frente y salir en dirección a la cocina. Pasé el resto del día junto a mi tutor, velando su descanso, o discutiendo mentalmente el por qué de aquel estúpido voto, luego de que cenara el Señor de la Casa llegó con aire preocupado, tomé la bandeja con los restos y salí de la habitación, mientras cerraba la puerta la bandeja escapó de mis manos, me arrodillé para levantar los restos de vajilla, y aquella mano servil se encontró frente a mí para ayudar a levantarme, la tomé sin dudar, y sonreí a aquel elfo desconocido, una extraña sensación invadió mi cuerpo cuando sus verdes ojos se posaron en los míos
"Hola"- susurró en forma de saludo, a lo que me limité a sonreír- "Este es el cuarto de Gandalf?"- asentí con la cabeza mientras el elfo me contemplaba extrañado, maldito voto el que me habían impuesto, cuando un elfo guapo me dirigía la palabra yo debía sonreír como una idiota! Volví a hacerlo a modo de despedida antes de alejarme en dirección a la cocina
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Legolas sonrió para si mismo, lo que menos esperaba era encontrar a esa desconocida elfa en aquel lugar, su mano era pequeña en la suya y suave como los pétalos de las más delicadas flores, finalmente golpeó aquella puerta, la voz de Elrond le indicó que pasara.
Al abrir la puerta se encontró una gran sorpresa, Gandalf descansaba recostado en la cama, y de no haberlo conocido creería que era un pobre viejo agobiado, pero a pesar del cansancio el mago lo recibió con un extraño brillo en los ojos. El Señor de la casa estaba sentado junto a la cama, en un pequeño sillón, lo contempló con seriedad desde su lugar, tomó aire para dar aquel anuncio
"He venido desde mis tierras con una noticia que no es la que me gustaría traeros- anunció- me hago totalmente cargo de lo ocurrido..."
"Guarda tus palabras para el momento indicado Legolas"- le recomendó el mago
"Un concilio se llevará a cabo en unos días, hasta entonces lo mejor será que calles"- agregó Elrond
"En nuestra situación lo mejor es saber lo menos posible, hasta que todos sepamos todo- explicó Mithrandir- disfruta hasta entonces de la tranquilidad de la casa de Imladris, porque cuando todo sea dicho eso será algo imposible"- el príncipe asintió con expresión preocupada, no terminaba de entender todo aquello. La puerta se abrió a sus espaldas para su sorpresa, y encontró a la extraña elfa de ojos color plata pasando a su lado, para arrodillarse junto a la cama y besó con cariño la mano del mago, luego se puso de pie para mirarlos con expresión seria, a lo que Elrond rió
"Nos estas echando?- preguntó entre risas el medio elfo, a lo que la elfa asintió con la cabeza- tienes razón, esta muy cansado, lo mejor será que descanse y estoy seguro de que te encargarás de ello"- la elfa sonrió haciendo un gesto de despedida con la cabeza. Legolas salió detrás de Elrond
"Quien es ella?"- preguntó finalmente, sintiendo un extraño nudo en la boca del estómago
"Como tú no dirás nada hasta el día del concilio, tampoco puedo hacerlo yo"- le explicó el ser de cabellos morenos
"Puedo volver a preguntárselo"- murmuró el sinda con una sonrisa traviesa
"Dudo que ella vaya a decir algo"- rió Elrond continuando su camino. Legolas suspiró, de alguna forma descubriría quien era esa elfa, o dejaría de ser el príncipe del Bosque Negro
Una extraña determinación nació en su interior, y se dirigió al cuarto de Arwen para preguntarle abiertamente por ella, para su desgracia, las cosas no salieron como lo esperaba
"No puedo decirte quien es ella Legolas- le dijo- mi padre me ha prohibido siquiera pronunciar su nombre"- suspiró molesto, no le agradaba en nada aquel secretismo que había nacido en casa de Elrond en ese instante- "Tinwel, los demás habitantes de la casa y yo hemos prometido callar, al igual que lo has hecho tu, no podemos hacer nada" Finalmente el príncipe se retiró a su habitación, con una extraña insatisfacción bajando por su garganta
Los días pasaron rápidos, y para su disgusto Glorfindel regresó de la misión a la que lo habían enviado, durante su ausencia Legolas había disfrutado de la compañía de Tinwel y del pequeño Gil-mallen paseando por los jardines o conversando durante horas en la biblioteca de la casa. Había olvidado a la extraña elfa, salvo cuando la cruzaba por alguno de los pasillos de la casa, al verlo ella le sonreía y continuaba su camino, Tinwel tampoco había dado el brazo a torcer cuando preguntó por ella, aunque esta vez no había sido tan insistente.
Aquella noche rebuscó entre las mejores de sus ropas, una gran celebración se llevaría a cabo en honor de uno de hobbits que habían llegado junto a Aragorn y Glorfindel, luego de cambiarse se dirigió al gran salón, sentándose dejando un espacio entre él y Arwen, donde suponía se sentaría su amigo. En la cabecera pudo reconocer a Elrond, con Gandalf y Glorfindel a cada lado, junto a este último Tinwel sonreía con la fresca belleza que la caracterizaba, junto al mago un lugar se encontraba vacío, algunos elfos y enanos completaron varios de los lugares restantes, pero en el instante en que ella llegó la mirada de todos en el lugar la siguió hasta que se acercó a la principal de las mesas
La elfa de ojos de plata llevaba los largos cabellos negros apenas recogidos, sujetos por una delicada diadema que hacía juego con sus ojos, llevaba un vestido del mismo color de su cabello con amplias mangas acampanadas labradas en plata, un amplio escote que dejaba a la vista sus pálidos hombros y cuello del que pendía una delicada cadena con dos gemas, una era un diamante, eso no lo dudaba, la otra, negra, la que jamás había contemplado. Extasiado vio a la joven sentarse junto a Gandalf, el aire pareció faltarle en el momento en que le vio sonreír a Glorfindel ¿Volvería a ocurrir?
Perdón la demora, tuve que viajar de improvisto este fin de semana y acabo de llegar a casa, espero que disfruten de este capi, nos leemos
Ely-chan: no puedo negar, es más creo que es bastante obvio que va a ser Isilwen la que conquiste al principito, pero más que su salvación va a ser su dolor de cabeza, comovez Leggy ya sabía de la existencia del niño, y digamos que disfrutó de su compañía hasta que llegó el padre, me alegra que sigas leyendo mis locuras, espero disfrutes el capi
Dark Angel: la chica impaciente debe estar a punto de matarme, ya se que me tardé, pero de todas formas espero disfrutes este capi, me alegra que te guste mi nueva historia, nos leemos!
Sonia 11: si, Leggy quedó por demás de triste el pobrecito, pero ya le queda poco... me alegra que te guste mi nueva historia, espero que disfrutes el capi
Andraya TheLat: sip, mis neuronas sufren de sobrecarga, pero no puedo dejar de escribir, me alegra que te guste esta nueva historia, y Legolas va a tener unos cuantos problemas con esa mala costumbre... ni hablar, nos leemos pronto
galadel: me alegra que te guste mi historia, puede que algunas cosas no las entiendas si no leiste La obra perfecta, especialmente en lo que refiere Legolas, espero que este fic no te decepcione, y disfrutes del capi
Hada: sí, ya sabes que mis neuronas son hiperactivas, que le vamos a hacer, sino escribo no me dejan tranquila... y no me queda de otra que obedecer :p me alegra que te gusten mis nuevas locuras, si no me equivoco en el otro fic me dejaste un review preguntando si te iba a acompañar hasta el final de tus historias, TE VOY A ARRASTRAR si es necesario, porque tengo que estar muerta para perderme el final de esas historias, y te molestaré hasta el fin de mi existencia para que las termines (y desde el más allá tambien), nos leemos pronto mellon
Silence-messiah: me alegra que te guste mi nueva historia, y todo lo que escribo, espero que esto no sea la excepcion
Nebriniel: bienvenida! me alegra que te guste mi historia, espero que disfrutes este nuevo capi, nos leemos!
KeLpIeenoch: me alegra que me acompañes en esta nueva locura, espero disfrutes el nuevo capi, en cuanto a las demoras, fue imprevisto...espero te guste tanto como el fic anterior
ElY BrOdY: la adolescencia de Gandalf? eso sería interesante, espero que puedas escribirlo, me alegra que te guste mi nueva historia, por más que , como dije antes, sea algo trillado. Legolas ya no tiene oportunidad alguna con Tinwel, y va a tener que sufrir (aunque él no va a ser ningún santito) el caracter de nuestra nueva protagonista, nos leemos pronto!
Candy Bloom: sip, el pobre Leggy quedó bastante traumado, pero eso es lo que hace divertida la historia, sumado a que se encuentra con una chica para nada sumiza, espero que disfrutes de la historia, nos leemos!
Lothmenel: si... mis neuronas se propucieron un poco más de tortura para el pobre elfo, ni hablar, me alegra que te guste mi historia, espero disfrutes del capi, nos leemos!
Palatir: todo lo que dijiste es cierto, los elfos solo se unen a un ser con la clara escepcion del rey Finwë quien luego de la muerte de Míriel, tomo por esposa a Indis la Bella, pero como tambien lo dijiste este es un fic por lo que me parecío una idea interesante de explorar. Comprendo que mi fic pueda no gustarte, y sí suelo ser cursi, no soy la mejor escritora del mundo ni pretendo serlo, simplemente me divierto con esto, y agradezco los comentarios tanto de quienes gustan de la historia como de quienes no, para poder mejorar continuamente, pero lo cursi siempre va a estar, simple y sencillamente porque yo lo soy, gracias por tu review y críticas, voy a tener en cuenta lo que dijiste
