Un anillo
Capítulo 31: Celebraciones
Todavía no había abierto los ojos cuando aquel dulce aroma mareó mis sentidos, dulce y fresco, a bosque y hierbas, lo siguiente que pude reconocer fue la calidez que me rodeaba, ya la había sentido antes, y solo existía un ser que la poseía, nuevamente me había quedado dormida junto a Legolas, por mucho que quisiera negarlo me encantaba despertar a su lado, percibiendo su aroma antes que ninguna otra cosa en la mañana
"Legolas- susurré con suavidad, notando sus brazos rodearme- despierta, nos quedamos dormidos"
"Ahh!"- exclamó despertando de golpe, observándome preocupado
"Nos quedamos dormidos en el bosque- expliqué- no tengo ni idea de que hora será, supongo que temprano, pero lo mejor será regresar al campamento"
"Los gemelos van a matarme"- me indicó soñoliento poniéndose de pie, y extendiendo su mano para ayudarme
"A estas alturas ya deberías saber que la mejor opción es ignorarlos"- le indiqué entre risas, mientras nos dirigíamos al campamento que apenas estaba comenzando a despertar, al vernos Pippin nos saludó con una expresión traviesa, indicándonos que Frodo y Sam finalmente habían despertado y que cerca del mediodía habría una celebración en su honor. Sin dudarlo entré en aquella carpa, para encontrar a los hobbits conversando animadamente con Gandalf
"Isil!"- me llamó entusiasmado Frodo- "estas bien? Que ocurrió con tu anillo?"- Sam nos miró sin comprender
"Mi anillo se deshizo- le expliqué con una sonrisa sentándome a su lado- ya no tenía un motivo por el que permanecer en mi mano, por lo que el poder regresó a su dueña"
"Estas diciendo que tu siempre lo supiste?"- preguntó Legolas a mi lado molesto, el hobbit asintió con una sonrisa
"En los momentos en que sentía que la oscuridad me vencía Isil siempre me daba una mano y me ayudaba a salir adelante"- le explicó el mayor de los hobbits sonriendo
"Además nos visitaba durante las noches para asegurarse que estuviéramos bien, o al menos así lo hizo hasta que entramos a Mordor"-agregó Sam sonriente, mientras el príncipe lo observaba perplejo, no pude evitar reír
"Recuerdas mis trances?- inquirí entre risas- allí era cuando los visitaba"- expliqué mientras me contemplaba incrédulo
"No sabía que podías hacer eso"- susurró pasmado, mientras yo alzaba los hombros intentando hacer ver que no era nada, para mi sorpresa Legolas se volteó hacia Gandalf con expresión seria- "Necesito hablar contigo, es algo importante"- no pude evitar preocuparme por el tono en que lo había dicho, Mithrandir aceptó y se despidió de nosotros con una sonrisa, para salir en compañía del elfo
"Qué crees que tramen esos dos?"- susurró Frodo sonriente, antes de comenzar una divertida charla
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Legolas caminó taciturno hasta el lugar en que estaban preparando la celebración, aún retumbaban en su mente las palabras de Gandalf, no terminaba de entender su significado, pero un extraño nudo apareció en su estómago, suspiró con resignación, sabiendo que no podría obtener más información del mago. El problema era siempre el mismo, cuando uno intenta aclarar sus dudas con Mithrandir lo único que ocurría era que uno terminaba con dudas aún mayores, odiaba cuando ocurría aquello pero sabía que por el momento no podría hacer nada
"Hey Legolas ocurre algo?"- preguntó Elrohir preocupado al verlo llegar
"Nada, intenté aclarar algunas dudas con Gandalf"
"Es que no aprendes nunca no?"- lo regañó el medio elfo
"Sabes que eso nunca sirve de nada"- agregó Elladan
"A los hobbits les funcionó"- comentó taimado
"Sí, pero Gandalf tiene debilidad por ellos y tu no tienes mucha pinta de hobbit"- opinó Elrohir sonriente, el príncipe meneó la cabeza resignado- "cambia esa cara, que a partir de ahora solo nos quedan fiestas!"- le indicó pasando una mano por el hombro de su amigo y casi arrastrándolo al lugar en que se preparaba el banquete
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Los días pasaron y luego de la coronación de Aragorn, los miembros de la comunidad se dedicaban a pasear por la ciudad y dar una mano allí donde era preciso en medio de las reconstrucciones, aquel día, luego de ataviarse con sus mejores galas acompañaron a Elessar, quien recorría impaciente la sala de un lado para el otro, sus amigos reían por lo bajo notando su nerviosismo, estaba histérico
"Ni el día de la coronación estuvo así"- le comentó Legolas a Isil con una sonrisa, durante aquellos días se habían dedicado a pasear juntos por la ciudad, o quedarse horas hablando bajo la luz de las estrellas, sin olvidar que cada tanto la joven miraba con preocupación en dirección al lejano mar
"Vamos, no es tan grave no? Va a casarse, no es nada del otro mundo- anunció la maga sonriendo- no es acaso lo que esperó toda su vida?"
"Justamente porque lo esperé toda mi vida, no te parece que tengo más de un motivo para estar nervioso- le espetó el dunedain irritado- y que si ella se arrepiente?"
"Aragorn, Arwen te lleva unos cuantos años, y no dudo que le hayan faltado candidatos, si te eligió y esperó a ti, fue por algo"- le espetó Isilwen asqueada- "relájate, debería ser el día más feliz de tu vida, no en el que mates a tus amigos"- en ese instante Isilwen y Legolas giraron la cabeza en dirección a la puerta, y se miraron sonrientes
"Un cuerno se oye a lo lejos- indicó el príncipe sonriente- y es élfico o soy tan buen arquero como Gimly"
"Muy gracioso elfo"- murmuró el enano molesto, mientras los demás reían
"Bien lo mejor será que bajemos a la entrada de la ciudad, y no hagamos esperar a la futura reina"- opinó Frodo risueño, mirando a Aragorn quien parecía al borde de un colapso
"Me parece que nos tocará arrastrarlo"- opinó Isil con una sonrisa traviesa observando a Legolas, el príncipe sonrió, intentando por todos los medios que sus rodillas no le fallasen ante la dulce expresión de la joven
"Al parecer no nos queda otra opción"- aceptó, en el instante en que tomaban al rey uno por cada brazo y comenzaban a "guiarlo" hasta la salida
"Par de locos suéltenme!- murmuraba por lo bajo, intentando no perder la compostura frente al pueblo- yo puedo caminar solo, compórtense por los Valar! Qué hice yo para merecer esto"
"Tu mismo lo haz dicho siempre"- le informó la joven sonriendo
"No tenemos cura"- completó Legolas entre risas en el instante que el rey lo miraba crispado. Finalmente, lo dejaron marchar sobre sus pies, el pueblo lo vio pasar gallardo hasta las puertas de la ciudad, para recibir a la comitiva que se acercaba
Legolas refunfuñó molesto, no le agradaba lo que sus ojos le mostraban, no le agradaba en absoluto, maldijo su suerte por lo bajo, y se acercó a los gemelos, quienes se acercaban algo más atrás en la comitiva
"Arg...- bufó Elrohir- esos dos dan más asco que Isilwen y vos juntos"
"Isil y yo no estamos juntos"- les recordó molesto dirigiendo su vista a la joven
"Sí, pero ponen la misma cara de idiotas cuando están juntos, eso no puede ser coincidencia o si?"- opinó Elladan risueño contemplando también a la maga, quien saludaba alegre a los Señores del Bosque de Oro, se veía hermosa con aquel delicado vestido verde oscuro y la diadema de plata sobre el perfecto cabello negro, no pudo evitar sonreír al ver la idiotizada expresión del príncipe al contemplar a su hermanita.
"Se puede saber que tanto la estas mirando?- le regañó Elrohir- ve con ella, al fin y al cabo eres su prometido"- el príncipe sonrió travieso, dirigiéndose al lugar donde se encontraba su chica
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Sentí mi corazón golpear con fuerza en el instante en que reconocí la maravillosa sonrisa de Arwen, estaba feliz, no había duda alguna en ello, junto a ella, llegaban Elrond, y Glorfindel, Tinwel, sonreía con el pequeño Gil-mallen en brazos, al otro lado, Galadriel y Celeborn se veían sonrientes, junto a este otro apareció una figura que no me alegré de ver en lo absoluto, Elurin me miraba de forma ansiosa, poco más atrás venían los gemelos con un extraño brillo en los ojos, esos dos estaban tramando algo, los vi detenerse a hablar con Legolas en el instante en que el consejero de Lothlorien llegaba a mi lado
"Mi pequeña Isilwen, debo decir que te ves tan hermosa como siempre- comentó con voz empalagosamente suave- Me enteré que hubo algunos problemas con el tema de tu compromiso, es una pena mi dama, pero debisteis confiar en mis palabras de advertencia, aún así no os preocupéis, que yo siempre permaneceré a vuestro lado"- lo miré confundida, no tenía ni idea de lo que hablaba, pero algo me decía que los gemelos tenían que ver en esto
"Elurin, no sé de que te has enterado, pero lo que menos me interesa es tu compañía"- le expliqué cortante
"Isilwen, por favor, sabes que cuentas conmigo, siempre, sabes lo importante que eres para mí, yo siempre estaré a tu lado, pase lo que pase, yo voy a protegerte..."- el consejero calló de golpe, en el instante en que sentí las fuertes manos rodeando mi cintura, mientras aquel mentón se posaba sobre mi hombro, no necesitaba verlo, aquel aroma a menta y bosque que lo caracterizaba estaba inundando mis sentidos, me dejé abrazar con una calma sonrisa, se sentía tan bien estar entre esos brazos
"No creo que Isil necesite que nadie la proteja, créeme que puede hacerlo por ella misma, pero si no fuera así, yo siempre protegería a mi pequeña princesita"- sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo al oír la forma en que Legolas había dicho aquello, la dulzura de su voz y su cercanía estaba comenzando a turbarme, sentí, por primera vez en mi vida como mi cara comenzaba a enrojecerse, para terminar de turbarme y ante la incrédula expresión de Elurin, el príncipe tomó con delicadeza mi rostro besando con suavidad de comisura de mis labios, padecí esa pequeña tortura, mi cuerpo parecía reclamar mucho más, cada instante se me hacía estar cerca de Legolas sin tener algún tipo de contacto, durante aquellos días me había descubierto paseando de su mano o acariciando su cabello cuando dejaba caer su cabeza en mi hombro
El consejero había salido espantado en el momento en que me volteé a verlo, el sinda sonreía de aquella forma que me dejaba embobada, le sonreí lo más calmada que pude
"Cuanto va a costarme esta vez?"- pregunté a lo que el rió meneando la cabeza
"Dicen que tus pasteles de almendras son muy buenos- me informó- pero de todas formas no voy a pedirte nada, tengo la diversión suficiente con traumatizar a Elurin con todo esto"
"O sea que volvemos a estar comprometidos?"- pregunté entre risas mientras el me ofrecía el brazo para dirigirnos a la fiesta que nos esperaba en el castillo
"Siempre lo hemos estado Isil"- me indicó con una seriedad pasmosa
"Y qué hay si en esta fiesta conoces a la elfa de tu vida?- comenté con una extraña opresión en mi pecho- no sería injusto para ti estar atado a mi por una mentira como esa?"
"No te preocupes por eso Isil, yo ya encontré a la elfa de mi vida?"- susurró en mi oído, para luego besar mi frente. En ese instante envidié a Tinwel con todas mis fuerzas, mi amiga había marcado el corazón de Legolas de una forma que él nunca la pudo olvidar, por los Valar! Cuanto hubiera deseado yo ocupar ese lugar, ser el motivo de sus sonrisas, despertar con su dulce aroma por las mañanas y dormir arrullada en esos fuertes brazos cada noche, pero no debía engañarme, no quería salir lastimada. Para mi fortuna la voz de uno de los gemelos fue la que me devolvió a la realidad
"Tendrían que haber visto la cara de Elurin cuando se nos acercó molesto"- indicó Elrohir entre risas
"El muy idiota se creyó eso de que Legolas te había engañado, el muy tonto vino para advertirnos, esperando que le diéramos una paliza"- se burló Elladan
"A todo esto... ustedes dos se vistieron a juego o es idea mía?"- miré por primera vez con atención a Legolas, llevaba una elegante túnica del mismo verde que mi vestido, con los detalles bordados en plata y una sencilla corona del mismo material que lo distinguían como príncipe del Bosque
"Ni que lo hubiéramos hecho a propósito"- comentó él entre risas- "en verdad parece que estamos a juego"- asentí, mientras me dejaba guiar al lugar en que se desarrollaba la fiesta, después de la cena Legolas susurró a mi oído, poniéndose de pie
"Ven, hay algo que desde hace algunos días quiero mostrarte"- acepté tomando su mano, y dejándome llevar hasta uno de los balcones más altos
"Es hermoso"- susurré viendo el paisaje, la luna llena alumbraba la noche con magnificencia, las estrellas brillaban imponentes, bañando todo con su luz plata, a nuestros pies la ciudad se veía repleta de personas bailando y celebrando por las calles la boda de su Señor, un poco más allá, la suave hierba se teñía de plata gracias a la luz nocturna
"Descubrí la vista de este lugar hace algunas noches, estaba seguro que te encantaría"- me indicó abrazándome por la detrás- "pocos son los que disfrutan tanto la luz de la luna como tu"- susurró en mi oído de una forma mortalmente seductora, cerré los ojos al sentir como esos cálidos labios comenzaban a acariciar mi cuello ¿qué estaba pasando? No tenía idea, pero no deseaba que se detuviera, giré mi rostro hacia el suyo, y sentí sus profundos ojos buscar en mi interior, nuestros labios se acercaron lentamente, y su abrazo se cerró aún más atrayéndome contra su cuerpo en el instante en que quedaba frente a él, aquello comenzó como una suave caricia, un roce entre nuestros labios, como si ninguno estuviera del todo decidido a profundizarlo, finalmente él capturó mi boca, con delicada dulzura, jamás un beso me había producido tantas cosas, sentí su lengua, pidiendo acceso a mi boca, en el instante en que aquella voz llegó del salón
"Legolas estas aqu...?"- la pregunta quedó a medio hacer, nos separamos de inmediato, para descubrir a una sorprendida Tinwel con Gil-mallen en brazos, bajé la vista de inmediato- "Disculpen yo..."
"No hay problema- le indiqué en un susurró, sabía que aquel había sido un regalo de los Valar que no se volvería a repetir- creo que ustedes tienen que hablar. Con permiso"- anuncié antes de entrar al salón, dejándolos solos, sintiendo aquella extraña puñalada en el estómago
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Legolas agradeció a los Valar su bendición en el instante en que sus labios se posaron sobre aquellos que tanto amaba, decidió profundizarlo, rozándolos suavemente con su lengua, ya no titubearía, esa misma noche le diría cuanto la amaba, todas las maravillosas sensaciones que ella le despertaba, pues, si había decidido cambiar fue simple y sencillamente para ser digno de ella
"Legolas estas aqu...?"- el príncipe maldijo interiormente a la mujer que tantos siglos antes creyó haber amado, Isilwen había interrumpido aquel beso, y tenía una expresión que no le agradaba demasiado- "Disculpen yo..."
"No hay problema- susurró Isil para su sorpresa con voz queda -creo que ustedes tienen que hablar. Con permiso"- sin más la joven se alejó dejándolo allí aún confundido, y preocupado por la tristeza que había llegado a vislumbrar en sus ojos ¿es que acaso le había molestado que la besara? Mientras la besaba creyó sentir que ella lo estaba disfrutando al igual que él, pero entonces...
"Metí la pata cierto?"- preguntó la medio elfa llegando a su lado, arrepentida
"Hasta el fondo"- le indicó frustrado
"La amas no es cierto?"
"Más que a mi propia vida, pero no estoy muy seguro de que ella sienta lo mismo"- susurró confundido- "Es que..."
"Tiene miedo"- le indicó Tinwel con una sonrisa sabihonda- "Y créeme cuando te digo que ella es la elfa de tu vida"
"Sí, eso parece que todos lo hemos notado menos ella"- le indicó con un suspiro de resignación- "Para que me buscabas?"
"Para recordarte el día en que alcancé mi mayoría de edad ¿lo recuerdas?- el sinda asintió confundido- piensa en mi regalo si? Tal vez allí encuentres la respuesta para lo que quieres decirle. Piénsalo, y ahora ve por ella, no seas tan idiota como para perderla"- Legolas le beso la frente con dulzura antes de entrar en aquel salón atestado, donde tardó varios minutos en encontrar a alguno de sus amigos
"Donde está Isilwen?"- preguntó a Frodo, quien se encontraba disfrutando de un poco de vino en una de las mesas
"Se excusó, para irse a su cuarto, dijo estar indispuesta- explicó el hobbit con expresión seria- que hiciste esta vez?"
"Nada de lo que me arrepienta, pero digamos que me interrumpieron en el peor momento"- indicó el príncipe con molestia
"Pues tendrás que esperar hasta mañana- dijo con tono compadecido- además si vas ahora algo me dice que solo enredaras todo, Isil aún cree que amas a Tinwel"- el príncipe abrió los ojos incrédulo ¿ella aún no entendía sus sentimientos?
"Pero..."
"Ella nunca se atrevió a entrar en tu mente Legolas, ni aún amándote como lo hace se permitió violar tu privacidad, por mucha curiosidad que esto le provocara"- el príncipe aceptó en silencio, para encaminarse a los jardines, estaba confundido, la amaba con todas sus fuerzas, pero ella parecía no notarlo, o tenía miedo, como Frodo había dicho, aún así, no podía evitar la desesperación, cada instante, la amaba aún más, recordó la cálida sensación de sus labios al besar aquel suave cuello, y sus ojos, esos maravillosos ojos habían brillado con más fuerza que la luna para él cuando se había inclinado a besarla, la amaba, la necesitaba, la anhelaba, no sabía muy bien como o cuando, pero en algún momento de su viaje ella se transformó en su único motivo para existir
Se imagino recorriéndola, acariciando, besando aquel cuerpo perfecto, las largas piernas, la estrecha cintura, su abdomen chato, sus senos, su cuello, su rostro, la deseaba, pero no como un impulso plenamente físico, no deseaba tomarla, lo que quería era en verdad entregarse, entregarse a ese amor que tanto lo embriagaba, deseaba fundirse en ella, dejar de lado su cuerpo, ser uno, no Isilwen y Legolas, sino un solo ser, pues estaba seguro que sus almas habían sido forjadas juntas, una para la otra
Sintió su cuerpo estremecerse, en un huracán de sentimientos, la amaba, por los Valar, la amaba y ella no parecía entender cuanto! su cuerpo comenzaba a necesitarla, no estaba muy seguro de cuanto tiempo había transcurrido desde que dejara el salón, minutos, horas, no le importaba, necesitaba verla, tocarla, besarla, se puso de pié en un salto y se encaminó a la habitación de la elfa con paso decidido, tenía que hablar con ella o terminaría desquiciándose
Finalmente se encontró frente a la puerta, tomó aire y golpeó...
PERDOOONNN! las cosas han estado bastante moviditas por aquí, a decir verdad viaje a visitar a mi padre (por los que no saben no vive en la misma ciudad que yo) y luego salí de campamento, y la próxima semana salgo de vacaciones (solo tengo un mes libre y digamos que intento aprovecharlo al máximo) Antes de las críticas po empezar otra nueva historia dejenme explicar...este...yo... BUAAAA! ToT NO QUIERO TERMINAR ESTAAAA TToTT! a decir verdad tengo todo el final en mi cabecita, pero cada vez que me siento a escribir me da cosita, es que despúes de 31 capis me encariñé demasiado... sí, ya se no es excuza, pero es la verdad, ni hablar, ya saben, dejen sus reviews, con insultos, críticas, amenazas y demás prometo actualizar el sabado a la noche o el domingo, antes de irme de vacaciones (wiii! una semana en el mar!), ya saben, las respuestas a sus reviews además de en sus correos están en mi blog, bien creo que ya está todo, dejen sus reviews! nos leemos!
