Luchando por ti

Acotaciones:

- diálogos

" " pensamientos

&&&&& cambio de escena

Kagome abrió la puerta y en cuanto lo vio lo abrazó y depositó suaves besos en sus labios. Después entraron en un ambiente demasiado tenso, Kagome siempre fue capaz de descifrar la mirada de Inuyasha sin importar cuánto se esforzara por ocultarla y sabía de antemano el resultado de su visita a su padre.

- ¿Cuándo te vas?...

- Quiere que me vaya en dos días… -ella sólo guardó silencio y se sentó en una silla del comedor sosteniendo su rostro con ambas manos. – Ven conmigo, por favor, -Inuyasha se arrodilló a su lado buscando su mirada, cuando la obtuvo le tomó ambas manos y tomó de uno de sus bolsillos un anillo de compromiso. – Te amo, más que a nada, y quiero estar contigo el resto de mi vida… quiero protegerte siempre, nunca te voy a dejar sola…

- Inuyasha…no… es… sí, quiero estar a tu lado para siempre.- dijo al fin con bastante convicción, el chico sonrió ampliamente y sin despegar la mirada de los ojos castaños puso el anillo en su dedo y luego se alzó un poco para besarla en los labios a pausas, expresándole con infinita ternura el amor que le tenía.

- ¿Vendrás conmigo? –preguntó serio una vez terminado el beso.

- Es algo pronto… -titubeó ella temerosa de decir algo incorrecto.

- Lo sé –una leve risa escapó de sus labios que se acercaban de nuevo a los de su prometida – Tenía que hacer el intento.

Al final se besaron de nuevo por largo rato, llenándose de felicidad y cierta sensación de paz ahora que estaban comprometidos, estaban seguros de que sin importar la distancia que los separara o el tiempo que tardaran en reencontrarse siempre estarían juntos.

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Lin entró al hospital el lunes a primera hora y de inmediato se topó con los vigilantes ojos dorados que, como de costumbre, la seguían por donde quiera y analizaban cada movimiento suyo. Se acercó hasta la recepcionista y le pidió el registro de cierto paciente, pero ella le informó que ya no estaba a su cargo. Esto provocó enojo en ella¿Quién se creía que era para quitarle así a sus pacientes? Intentó contenerse por unos instantes pero se dio cuenta de que era imposible y aunque le costara ser despedida alguien debía poner en su lugar a ese hombre. Lo buscó con la mirada y no le fue difícil encontrarlo, entonces fue hasta donde estaba y con voz autoritaria le dijo que tenían que hablar y se metió en su oficina sin siquiera pedirle permiso. Sesshomaru la observó y esbozó una sonrisa ten tenue que nadie la notó y ni él mismo sabía por qué era. Sin mucha prisa entró también al lugar y cerrando la puerta se acercó hasta Lin con mirada de hielo acorralándola contra el escritorio, justo a una distancia sabía le provocaba más de una reacción

- ¿Qué sucede?

- No tiene derecho a quitarme a mis pacientes –reclamó sin la reacción que él esperaba.

- No estabas y surgió un imprevisto. –al notarla tan irritada la miró a los ojos autoritario como siempre, sólo que ya no la intimidaba.

- Pero ya estoy aquí y es mi paciente de nuevo.

- Claro, tienes razón

La respuesta dejó completamente atónita a Lin, tanto, que no hizo nada, sólo repitió las mismas palabras en su mente para convencerse de que escuchó bien. Tenía el ceño fruncido y pensaba en qué decirle una vez asimiló todo cuando se dio cuenta de lo cerca que estaban, de nuevo a tan poca distancia que sus respiraciones chocaban y se fundían en una misma. Por instinto agachó la mirada y sus mejillas enrojecieron, respiró profundo tomando valor para alzar de nuevo el rostro y enfrentarlo, pero cuando por fin lo hizo sus palabras se toparon con unos labios que nunca antes probó y que ahora la retenían a la fuerza.

Trató de esquivarlo pero le fue imposible, sintiéndose acorralada posó sus manos en su pecho para empujarlo, pero él la tomó por la cintura casi sentándola en el escritorio. Entonces se sintió totalmente atrapada en una lucha de antemano perdida, no sólo por la fuerza evidentemente superior de su jefe, sino porque su corazón estaba desbocado dentro de su pecho y su respiración era bastante entrecortada. En algún momento empezó a corresponder el beso, tal vez por la sensación palpitante en sus labios o por el roce de los de Sesshomaru que la incitaban a abrir su boca y disfrutar de una profunda caricia.

Ahora, los dos cómplices del mismo pacto, saboreaban el momento recorriéndose mutuamente, Sesshomaru reconocía lentamente cada rincón de la cavidad de Lin, la guiaba y se dejaba llevar por la perfecta coordinación que demostraban haciendo lo mismo, sintiendo lo mismo y deseando lo mismo. Escuchó un suspiro que escapó rebelde de la garganta de Lin y eso sólo lo incitó a seguir con lo que hacía, a besarla con más pasión y hasta desesperación, por instinto la acercó más a su cuerpo casi hasta dejarla sin respirar, un nuevo suspiró se escuchó y entonces abandonó el beso para seguir con su oído.

Ella sintió sus labios húmedos sobre su cuerpo y se dio cuenta de lo que estaba haciendo, dejándose llevar por él, por alguien que seguramente la estaba usando. Abrió los ojos desmesuradamente antes de cerrarlos de nuevo pero ésta vez para tomar fuerzas y empujarlo, cosa que hizo al tiempo en que le demandara que la soltara.

- ¡Ya déjame! Y no te atrevas siquiera a pensar en acercarte de nuevo. –le gritó con semblante de furia, los ojos se le llenaron de lágrimas que Sesshomaru no notó debido a la rapidez con la que abandonó el lugar.

Cerró con un portazo que nadie puso omitir y caminó a prisa hasta entrar en el elevador, en su camino chocó con un par de personas y continuó casi sin notarlo, sólo quería espantarse esa sensación de la piel, quería retroceder el tiempo y detenerlo antes, o jamás haberlo conocido… deseaba no sentir lo que sentía y no pensar pensaba, sólo olvidarse de todo, olvidarse de él.

De repente sintió que las puertas del ascensor detenían su movimiento al cerrarse y alzó la mirada sólo para darse cuenta de que era el mismo Sesshomaru que entraba. Instintivamente se arrinconó en una esquina y miró hacia afuera buscando a alguien que entrara, pero pronto quedaron los dos a solas y su mirada penetrante parecía buscar algo en los ojos castaños. Dio un par de pasos hasta ella y sostenerla por la cintura aferrándola a su cuerpo. Durante todo el trayecto al siguiente piso permanecieron así, sólo mirándose y sin decir nada, al fin el timbre les indicó que dejarían de estar solo y ella hizo por soltarse, Sesshomaru no la detuvo. Sin embargo para la sorpresa de ambos las puertas no se abrieron y continuaron el descenso, Lin miró hacia el techo esperando que la tortura terminara, las lágrimas ya se agolpaban en sus ojos y sus manos empezaron a temblar. El hombre la miró detenidamente y de nuevo avanzó hasta ella con actitud decidida y la abrazó con suavidad y ternura, esta vez de una inexplicable forma ella empezó a sentir que su corazón y su angustia se apaciguaban

- No temas, lo lamento mucho, lamento la forma en que te he tratado y lo de hace unos momentos… es sólo... que me vuelves loco… -en ese instante sonó de nuevo el aviso de otro nivel y se separó de ella dándole un beso en la frente para salir antes de que ingresaran las personas que ésta vez sí aguardaban el elevador.

Lin permaneció ahí sin percatarse del mundo que la rodeaba hasta que llegaron a la planta baja y Sango entró llamando su atención.

- ¿Te encuentras bien? Estás pálida…

- Sango –en verdad parecía no reconocerla- Sí… es que… voy a tomar aire –salió sin decir más, pero la otra doctora debía subir a ver a un paciente, así que por más que no quería tuvo que dejarla sola.

Salió del edificio y el fresco de la mañana la golpeó con fuerza, sólo llevaba ropa ligera y la bata blanca. Se abrazó a sí misma buscando consuelo, pero no lo encontró, todas las imágenes anteriores regresaron a su mente de golpe, el beso, el escritorio, sus manos, su corazón acelerado, su abrazo… y por último sus palabras "No temas, lo lamento mucho, lamento la forma en que te he tratado y lo de hace unos momentos… es sólo que me vuelves loco…"

¿Cómo era posible eso¿Era sincero¿Por qué ese cambio tan drástico?... "Tal vez sólo se divierte conmigo… tal vez no le intereso en lo más mínimo… es tan… no sé… no entiendo ¿Por qué lo hace?... Y… ¿Por qué me duele?..."

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Sesshomaru salió del ascensor en un piso que no le correspondía, así que sólo se dirigió a las escaleras para subir de nuevo, así no se encontraría con ella, no sería necesario topársela y responder por sus actos, por sus impulsos que siempre controlaba, excepto a su lado ¿Qué le hacía aquella mujer?... Siempre fue un hombre frío al que nada lo perturbaba, sin embargo con ella no era capaz de retener los celos, el enojo, los deseos de tenerla cerca… ni el arrepentimiento por haberla lastimado.

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Lin seguía preguntándose qué haría desde ahora en adelante. "Primero… Naraku no puede saberlo, por ningún motivo…. Ahora sólo queda ver qué pasa… Sesshomaru ¿Por qué?". Regresó a cubrir su turno pero por primera vez no lo vio en todo el tiempo, no sintió su murada sobre ella ni hizo rondas a su lado, definitivamente las cosas eran diferentes y de alguna manera le molestaba.

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Es noche Sesshomaru y su prometida se dieron cita en uno de los restaurants más lujosos de Tokio, sin embargo no era pasa pasar tiempo juntos, sino porque él tenía algo importante que decirle, algo que cambiaría las vidas de ambos para siempre.

- Y bien… ¿qué me vas a decir? –preguntó algo calculadora.

- Es sobre la boda, no tiene sentido que sigamos con la farsa. – Kagura intentó ocultar sin mucho éxito su sorpresa.

- ¿Por qué ese cambio?

- No sentimos nada el uno por el otro y no voy a hacer algo así para darle gusto a mi padre…

- Si ibas a decir eso lo hubieras hecho desde el principio, no hasta ahora. Eres un cobarde.

Sin decir otra cosa se retiró dejándolo ahí con una sensación extraña de incertidumbre, ahora estaba rompiendo con todo por tenerla a ella, a pesar de que Lin estaba comprometida, pero él mismo se encargaría de hacerle ver la clase de hombre era Naraku, él mismo le abriría los ojos aunque fuese necesario mover al mundo entero. No renunciaría a Lin tan fácilmente.

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El amanecer se concretaba en el cielo inundado de colores cuando ella regresaba con los ojos castaños algo irritados por la lágrimas esporádicas y la tensión de las últimas horas. Caminando despacio dejó sus cosas en el sofá y miró hacia la cocina sin ánimos de ir hasta allá, después de todo tampoco tenía hambre. Al fin entró en su habitación y contrabajos llegó hasta su cama para dejarse caer y querer abandonarse al sueño.

De pronto escuchó la puerta abrirse y sintió miedo, sin embargo, pronto reconoció los pasos y suspiró cansada. Un hombre de apariencia algo maléfica entró en su habitación para recostarse a su lado y empezar a besar su cuello incluso antes de saludarla.

Lin abrió los ojos y le dirigió una mirada casi asesina sin moverse, sin que él lo notara. Las caricias que antes no le importaba recibir empezaban a revolverle el estómago. Con un leve movimiento lo empujó y se puso de pie. Inmediatamente escuchó la voz ensombrecida de Naraku.

- Por lo visto tampoco hoy tuviste un buen día…

- No avisaste que vendrías.

- ¿Ya tienes planes?

- Quiero descansar, así que si no te importa, preferiría estar a solas para darme un baño.

- Te acompaño. –acotó en un intento por hacerla ceder pacíficamente.

- Sabes que no me gusta…. –su tono era indiferente, cosa que nunca antes pasó. Salió de ahí para ir por un vaso de agua a la cocina seguida de él.

- ¿Y qué tiene esto que ver con ese niño amigo tuyo?

- ¿Kohaku?-el silencio le indicó que había acertado – Nada, no tiene que ver con nadie, sólo estoy cansada, así que si me disculpas… -fue hasta la puerta de entrada y la abrió como un ultimátum para que finalmente se fuera.

- Volveré más tarde –dijo para despedirse con un rápido beso en los labios y marcharse, a pesar de lo cual, las cosas no se quedarían así, nadie podía decirle que no a él.

Lin cerró la puerta y sin tocar el agua servida regresó a su habitación para dormir y derramar algunas lágrimas más entre sueños sin darse cuenta.

CoNTiNuaRá...

Hello! Qué tal? Espero que haya quedado bien, me gustó el cambio de Sessho jaja por fin empieza a decidirse...

Muchísimas gracias por su apoyo, me hacen muy muy feliz. Ahora les pido un segundo si pueden darme un comentario, ya saben se aceptan de todo tipo.

Pues ya para irme, otra vez muchas gracias a todas por leer la historia y por guiarme. nos vemos! Byes!