Lin se giró hacia él y lo miró preguntándose si aquello era verdad, estaba indecisa y confundida. Sesshomaru fijó sus ojos en los castaños de ella y los dejó ahí durante todo el tiempo que le fue posible, había algo en ella que casi lo hipnotizaba, que no lo dejaba ser como solía… aquella insólita joven derretía el iceberg que lo rodeaba con sólo una mirada, un gesto, su simple aroma.

- ¿Terminaste con ella?

- Sí.

- ¿Y es por eso que me buscas a mi?

- No –respondió imperativo- Es por ti que rompí el compromiso, no tenía sentido casarme con una mujer que no amaba teniéndote a ti tan cerca.

-¿No la amabas y te ibas a casar con ella? –Lin caminó con lentitud hacia una de las ventanas recargándose en ella para mirarlo detenidamente, ahora ya no temía, ya no estaba nerviosa, sólo esperaba escuchar lo que quería y poder creerlo.

- Al igual que tú con ese Naraku. –ella no respondió, sólo agachó la mirada haciéndole saber que había acertado.

Sesshomaru se acercó más cada vez hasta tomar su barbilla y alzarla para ver sus ojos cristalizados, intentó abrazarla para hacerle saber que estaba segura, que no debía temer, pero al sentir el contacto la chica intentó esquivarlo como si estuviera asustada. Él se alejó y llegando hasta la puerta interrumpió el incómodo y doloroso silencio que había, tal vez después de todo no sentía lo mismo hacia él y no quería hacerle daño.

- Es mejor que me vaya.

- No –interrumpió ella – Es mejor que yo me vaya, este lugar es tuyo, no debería estar aquí, lo siento.

- Kagome debió darte las llaves, eres su invitada. –Lin sólo esbozó una semi sonrisa y negó con la cabeza para intentar caminar, pero él la detuvo poniendo una mano en su espalda. –te llevaré a tu casa, es bastante tarde.

- No… gracias… tengo mi auto abajo.

- Mañana alguien te lo llevará, ahora es muy tarde para que regreses tú sola. –entonces abrió la puerta y la miró profundamente, ella después de unos segundos asintió y caminó hacia fuera. No sabía por qué aceptaba su propuesta, no tenían las cosas claras, no sabía qué sentía por ella ¿Sería despecho hacia su otra novia? Pero ahora sólo podía pensar en contenerse y no dejar caer las múltiples lágrimas acumuladas en sus ojos.

El camino fue bastante sombrío, ninguno de los dos dijo nada, Sesshomaru sólo conducía a velocidad baja para hacer el tiempo más largo y la miraba de reojo mientras ella no abría la boca más que para darle un par de instrucciones sobre la ruta. Buen rato después llegaron hasta unos departamentos y él abrió la puerta del copiloto para dejarla bajar, entonces notó algo diferente, ya no detenía al llanto, ya no había agua en sus ojos, sino más bien se veían llenos de determinación.

- ¿Quieres subir por un café?

- Claro –respondió complacido y casi sonriendo ante la invitación, después de todo estaba dispuesta a hablar con él.

- No me conoces y no te conozco… ¿Cómo puedes decir que terminaste con Kagura por eso? –preguntó en tono sereno llegando a la sala con dos tazas de café en una bandeja.

- Claro que te conozco, desde las escaleras la primera vez

FLASBACK

Andaba apresurada cuando chocó contra alguien y cayó sentada en un escalón de piedra, de inmediato alzó la mirada y se topó con la de un hombre alto y fornido que permanecía de pie mirándola fríamente, se puso de pie lo más ágilmente que pudo y ofreció una disculpa por su torpeza, aunque en realidad fue colpa de ambos, y sonrió como era su costumbre, el otro sólo se retiró sin decir una palabra o mostrar expresión alguna.

Lin le dedicó una última mirada algo confundida y recordó que llevaba prisa así que continuó con su camino.

FIN DEL FLASHBACK

- Lo recuerdas…

Sesshomaru no respondió, sólo la miró fijo perdiéndose en sus ojos, no resistía tenerla así, había algo que inevitablemente lo atraía hacia ella. De repente vio sus labios dulces y entreabiertos y no pudo más, no pensó en que tal vez no era el momento, sólo se acercó hipnotizado por ella y la besó arrinconándola en una esquina del amplio sofá, posó sus manos a los lados y sintió como ella le respondía.

Fue un beso dulce al principio que luego Lin profundizó dejando todo de lado sólo entregándose a lo que él le provocaba y despertaba en lo más profundo de su alma. Rodeó el cuello de Sesshomaru con las manos y pudo sentirlo más cerca, dejó escapar un suspiro que murió entre los dos. Pronto la distancia entre sus cuerpos desapareció por completo y las manos de Lin buscaron la espalda de Sesshomaru, él la sintió abrazarlo y atraerlo más, entonces dejó sus labios para besar su cuello y con lentitud marcó un camino que lo llevó hasta el escote de la blusa blanca, empezó a desabotonarla desde arriba con suma delicadeza y lentitud, rozando con las yemas de los dedos cada centímetro de piel descubierta hasta que terminó por quitarle la prenda a una joven mujer que no resistía más la tortuosa espera de ser amada.

Con las palmas de las manos la tomó por la cintura y las deslizó con firmeza por su vientre y parte de su espalda hasta el broche de la ropa interior, entonces se detuvo y dedicó una mirada fija al rostro de Lin que se mordía el labio inferior y respiraba con dificultad, Sesshomaru sonrió y le quitó la prenda íntima que salía sobrando.

Con mucho cuidado rozó las formas femeninas ahora desnudas, sólo con los labios primero y después saboreándolos con la misma delicadeza, los recorrió una y otra vez escuchando a su pareja suspirar de tal forma que lo provocaba más. Interrumpió lo que hacía un momento para besar los labios de la chica que casi lo pedían a gritos, sus lenguas juguetearon ansiosas por descubrirse, su forma de besar, su gusto, lo que podían despertar.

Entonces Lin sintió la presión del cuerpo de Sesshomaru sobre el suyo y le molestó la tela de la camisa, con manos ágiles lo desfajó y luego las introdujo entre la tela reconociendo por primera vez la piel que tanto deseaba tener, desabotonó la prenda con cierta desesperación y la quitó de igual manera para aferrarse a él mientras era besada de nuevo en el cuello y los oídos, recibía caricias en todo su cuerpo y pequeños mordiscos esporádicos en los lóbulos que parecían llevarla fuera de sí.

Una oleada de adrenalina la hizo estremecerse cuando él rozó sus cuerpos, se dio cuenta de lo real que eran las cosas, de lo cerca que estaba de consumar su acto y de lo mucho que lo deseaba. Sin previo aviso llevó una de sus manos a la virilidad de Sesshomaru sobre su pantalón mientras lo desabrochaba con la otra, él gimió levemente al ser tomado así por esa muestra de pasión que no esperaba, se dejó hacer mientras la incitaba a más con cada beso húmedo plantado sobre su cuerpo.

Terminó de desabrochar el cierre y tan rápido como pudo lo despojó de la prenda casi sin dejar de provocarlo, entonces él bajó con lentitud la falda algo larga y amplia que llevaba Lin, la deslizó con suavidad rozando sus piernas y marcándolas con besos que la impacientaron más. Por fin sacó la prenda por sus tobillos y la dejó caer al suelo, entonces con los mismos ósculos húmedos subió poco a poco saboreando la piel suave y alerta de ella, llegó hasta su ropa interior y brindándole una caricia que la hizo arquear la espalda y perder la respiración casi enterrando sus dedos en la musculosa espalda de Sesshomaru, retiró la prenda casi con urgencia entonces posó indescriptibles caricias en el lugar que ésta ocupaba mientras besaba el vientre desnudo y ansioso de ella.

Lin sintió cómo era amada y cómo despertaban todos sus sentido suplicándole por ponerle fin al dulce y tortuoso acto, su respiración estaba al límite y una sensación de calor la consumía desde dentro, lo rodeó con las piernas con algo de fuerza, él la miró vagamente y comenzó a besar sus labios mientras la hizo sentir el roce de sus partes más íntimas. Sintió las caricias de sus labios y las manos suaves buscando los boxers negros para retirarlos, cuando eso estuvo hecho Lin pensó que por fin terminaría aquello con una explosión de éxtasis pero no fue así, Sesshomaru con lentitud se introdujo en ella sólo un poco mientras separa sus labios sin dejar de saborearla, ahora sentía su aliento dulce y natural. Ella dejó escapar un suspiro intentando sentirlo más cerca, más dentro de sí, pero él no se lo permitió, lentamente igual salió de ella y se alejó unos milímetros para entrar de nuevo. Ella no podía creer aquello, su mente perdida e incapaz de razonar sólo disfrutaba las sensaciones que le provocaba el roce de ritmo cambiante que cada vez era más rápido y más profundo hasta que por fin se inmiscuyó en ella sin detener la intensidad de las embestidas llegando hasta el punto en el que se tensaron sus músculos y los dos sintieron el inimaginable pacer de volverse uno solo mientras Sesshomaru se derramó en ella.

Exhaustos y con el cuerpo lleno de sensaciones se recostaron abrazados, él la protegió rodeándola con los brazos y refugiándola en su cuerpo desnudo y su corazón agitado.

- ¿Te encuentras bien? –dijo volteando a verla algo preocupado al escucharla sollozar.

- Sí… -Lin respondió dando suaves besos en su pecho

- ¿Te arrepientes de haberlo hecho?

- No… no podría… arrepentirme… pero tengo miedo… -él no dijo nada esperando la continuación que creyó no le gustaría- de quererte demasiado… -entonces la estrechó más contra sí dejándola casi sin respirar.

- Siempre te voy a proteger.

Así con un silencio embriagante se dejaron al sueño y cayeron en un estado de paz que sólo el calor del ser amado era capaz de darles.

Pasaron unas horas y los primeros colores del amaneces se dibujaban en el cielo cuando el sonido de un celular los despertó.

- Debes contestar.

- No…

- ¿Qué tal si es del hospital? –entonces Sesshomaru entendió que debía atender y buscó el teléfono para hacerlo quedando sentado en la orilla del sofá. Ella lo pudo ver de espaldas, fuerte e increíble, de la forma en que deseaba tenerlo.

- Tengo que irme –le dijo terminando la llamada y acercándose para besarla en los labios.

- Te prepararé café…

Entre algunos besos furtivos y caricias provocadores él se vistió y Lin se cubrió con su bata de baño, un rato después muy a pesar de los dos se separaron, aún faltaban algunas horas para que ella entrara y decidió ir a dormir a su cama.

Pasó el tiempo y Lin dormía apaciblemente sin sospechar el giro tan drástico que la esperaba. De repente algo la despertó, una persona que estaba junto a ella y que con una mano opacó la impresión de miedo que la despertó.-

- Soy yo –murmuró Naraku en su oído soltándola y cubriéndola con su cuerpo y claras intenciones de de retirarle las sábanas.

- No, espera –le mandó ella, pero al parecer no la escuchó. Se acercó más y besó su cuello descubriendo ahí la marca que alguien más dejó.

En un movimiento brusco apartó las manos de Lin que lo alejaban y las sujetó arriba de su cabeza con tal fuerza que la lastimó.

&&&&&

Sesshomaru miraba impaciente el reloj, ahora pasaban varios minutos de la hora en que ella debió haber llegado y la desesperación comenzaba a embargarlo, se recargó en el recibidor mirando el ascensor para verla entrar, pero lo que escuchó lo distrajo demasiado.

- Está abajo, no ha dicho nada pero alguien entró en su casa, bueno eso me dijeron que dijo el que la acompaña. –afirmó una enfermera a otra.

- ¿Ese hombre rico que es su novio?

- No, lo vi hace rato, es un muchacho el que está cuidando a la doctora.

- Pobre y Kagome que no está, tal vez deberíamos avisarle…

- Sí, después de todo ella y Lin son muy amigas, seguramente querrá estar con ella… y tal vez sepa algo del agresor.

CoNTiNuaRá...

Hello! Primero q nada muchas gracias por todo su apoyo de verdad me hacen inmensamente felizy disculpen la tardanza...

Ahora sí acepto todo tipo de amenazas jaja creo q me pasé con el final... pero ojalá que el lemon haya quedado bien :D:D

Buena ahora sí ya me voy... porfis si tienen un segundo les pido un comentario jaja bueno o malo ya saben, se aceptan de todo tipo :D:D

Byes!