Luchando por ti

Acotaciones:

- diálogos

" " pensamientos

&&&&& cambio de escena (En este capi hay muchos... jeje)

- ¿Quién te dio las llaves?

- Eso no importa. Vamos a hablar ahora. –entonces encendió las luces y la tomó de la mano para sentarse juntos en el sillón, justo como días antes.

- Ya te lo dije es que…

- No-la interrumpió- Nunca diste una razón y sé que es por él, ese infeliz te amenazó con algo – se acercó a ella y acarició algunos mechones de su cabello que enmarcaban su rostro.

- Él me lo dijo, no puedo estar contigo, es peligroso, no quiero que te pase nada. –se puso de pie jalándolo de las manos y lo llevó hasta la puerta, la abrió e intentó echarlo, sin embargo él la cerró de nuevo.

- No te voy a dejar, ese maldito no puede separarnos.

Entonces se acercó lo más que le fue posible y la abrazó en un gesto protector, brindándole la mayor seguridad posible. La rodeó con sus brazos por la cintura teniendo cuidado de no lastimar sus heridas todavía notables y acarició las puntas de su negro cabello con la misma suavidad.

Lin se supo entre sus brazos y de inmediato se refugió en ellos, sus manos se aferraron a los antebrazos de Sesshomaru para sentirse más cerca, aspiró su aroma y de inmediato estuvo irremediablemente atraída hacia sus labios. Alzó la vista un poco para toparse con los ojos miel clavados en los suyos. Guiada por su instinto se paró sobre las puntas de sus pies descalzos y se dejó llevar.

Pronto ambos pudieron encontrarse, él sólo se agachó un poco para alcanzarla y probar una vez más sus dulces labios que lo embriagaban de ella. Con infinita calma jugaron al principio, sólo provocando al otro para que profundizara el contacto, al final, Lin pudo más y Sesshomaru no se resistió a inmiscuirse en ella para saborear sus besos por completo.

&&&&&

Inuyasha y Kikyo estaban cenando en un restaurant que frecuentaban bastante, todo era como de costumbre, inclusive el menú y las copas de vino tinto. Terminaron la velada y Kikyo dijo sentirse algo mal.

- Te llevaré a tu casa.

- Gracias, pero recuerda que olvidé mi bolso en tu casa, necesito ir por él.

- Vamos a mi casa y luego te llevo. –le dijo con la vista algo desenfocada.

- Muy bien. –así los dos partieron en el auto de él hasta su destino, subieron las escaleras, Inuyasha con algo de trabajo aunque no lo admitiera, y Kikyo observándolo desde atrás.

Justo entrando el chico de dejó caer pesadamente en un sofá sintiendo el efecto del vino demasiado marcado, estaba algo mareado y eufórico, despreocupado y casi sin conciencia de las cosas.

- ¿Te sientes bien? –preguntó Kikyo.

- Sí, te llevo…

- Claro que no, no puedes manejar así, ven, vamos a tu habitación.

Él sin notar las obvias intenciones la acompañó, entraron en la recámara y pronto los zapatos y la camisa de Inuyasha no estaban. Kikyo lo llevó hasta su cama y lo cubrió con las sábanas recostándose a su lado.

- Qué… -balbuceó Inuyasha.

- No querrás que vaya sola a mi casa, es algo tarde y no me siento bien.

- Sí… tienes razón, voy a dormir al sofá.-se sentó algo mareado pero ella lo detuvo con ambas manos sobre su pecho.

- No… es necesario… -le dijo comenzando a besar sus hombros y cuello mientras la mente del chico iba un paso atrás de la situación. Cuando reaccionó ella ya estaba casi encima y buscaba sus labios.

- Kikyo detente.

- Sólo déjate llevar…

- No, sabes que estoy comprometido, amo a Kagome –sus palabras estaban llenas de convicción, sin embargo su mente se sentía turbada, tal vez por el vino, por las caricias que recibía o por algo más que no sabía.

La respuesta de ella fue sólo alcanzar sus labios y darle un beso apasionado y provocativo mientras desabrochaba sus pantalones, al final él respondió.

Al parecer Kikyo conseguía lo que buscaba, Inuyasha ya no se mostraba renuente a ella, al contrario, pasaba sus manos por todas sus formas. Entonces sonó el teléfono varias veces sin que el chico lo notara, la contestadora hizo su trabajo y al escuchar el timbre para dejar el mensaje la mujer de cabellos negros se sorprendió mucho, aunque quizás así era mejor, de una vez por todas se libraría de la molesta prometida.

&&&&&

BIP (N/A: ok jeje imagínense el sonido)

- Inuyasha… pensé que estarías en casa… es algo tarde allá… sólo quería –escuchó como alguien descolgaba y como si la bocina cayera al piso- ¿Inuyasha?... –pero no pudo decir nada más cuando escuchó a una mujer decir el mismo nombre pero en otro tono y un sonido de los labios de Inuyasha que ella recordaba perfectamente. –Inu… yahsa…

Sin decir otra cosa colgó con manos temblorosas, se dejó caes en la cama lentamente al sentir que las piernas le fallaron. Intentó llorar pero no pudo, sólo se sintió invadida por un dolor en el pecho que casi le impedía respirar, un gran suspiro se escapó de sus labios y se sentó en el piso abrazando sus piernas para esconder el rostro entre ellas y así intentar sofocar su desesperación.

&&&&&

Sesshomaru y Lin estuvieron así, sólo abrazados y besándose un rato, todo el que les fue posible hasta que sintieron la necesidad de separarse antes de que otra cosa pasara.

- Te amo –le dijo atrayéndola más fuerte contra él.

- ¿Qué vamos a hacer ahora? –preguntó ella acariciando su rostro. Él la miró detenidamente antes de contestar y notó las marcas oscuras debajo de sus ojos.

- Vamos a dormir. –la tomó de las manos y la llevó hasta su habitación para recostarse los dos juntos.

Esas horas se brindaron protección mutua de cualquier peligro, de cualquier cosa del mundo exterior, sólo estaban ellos ahora alejados de Naraku y de cualquiera que pretendiera separarlos.

Estaba ya oscuro cuando Lin abrió los ojos todavía cobijada por los fuertes brazos del hombre que amaba. Se movió un poco hasta besarlo en los labios y mirar esos ojos miel de apariencia helada que sólo ella podía descifrar.

- No deberías verme dormir… -le dijo juguetona.

Él no respondió con palabras, sólo la recostó en la cama y acarició primero su cabello pasando por su rostro para apenas rozar sus labios con las yemas de los dedos. Lentamente recorrió su piel, suave y dulce, inclusive las marcas todavía visibles de los golpes, en todos esos lugares plantó un tierno beso reparador. Cuando llegó a su escote se detuvo y pasó hasta el vientre alzando su blusa para notar la cicatriz todavía punzante. Con la misma ternura de antes la rodeó de besos haciendo estremecer a Lin con cada uno de ellos. Se recostó de nuevo abrazando sus piernas y recargándose en ellas. Lin acarició sus largos cabellos largo rato hasta que el teléfono los interrumpió.

- Si.

- Veo que mis advertencias no fueron de mucha ayuda –al escuchar la maléfica voz todos sus sentidos se detuvieron.- Lo siento mucho, por ti y más aún por él. Sólo espero que en su funeral asistas para disculparte por haberle quitado la vida.

Naraku colgó, pero ella todavía sostuvo el auricular unos instantes hasta que Sesshomaru se lo quitó adivinando quién había llamado. Escuchó el tono de la línea y entonces colgó para poder tomarla por los hombros y verla a los ojos llenos de lágrimas y luego abrazarla.

- Debes irte, esto es un error… tienes que irte ahora y ya no me busques… por favor.

- No – la interrumpió – no te voy a dejar, no importa cuánto tenga que luchar, no te voy a permitir que me alejes, me entiendes –ella no respondió, pero sus manos empezaron a temblar ligeramente.- voy a hacerte un té.

- No –lo detuvo.

- No me dejes sola. – el comentario casi dibujó una sonrisa en el rostro frío e indiferente de ese hombre inquebrantable, la cargó para llevarla a la sala.

Con sumo cuidado la dejó en el sillón para ir a la cocina, sin embargo ella lo detuvo de nuevo, esta vez por el cuello para besarlo y atraerlo hacia sí con la necesidad de sentirlo cerca. Paulatinamente las caricias se fueron intensificando hasta tornarse desesperadas, Sesshomaru sin querer lastimó una pequeña herida en el labio de Lin alejándose de inmediato algo inquieto por lo que hizo.

- Lo lamento.

Pero ella lo acercó de nuevo para besarlo con mayor pasión que antes, si es que era posible, así continuaron abrazados deseando hacer algo más, sin embargo él notó un dejo de sangre en los besos y se separó de nuevo, su herida estaba abierta.

- Voy por algo para curarte ¿Dónde tienes el botiquín?

- En la alacena de la derecha. –respondió resignada.

Sesshomaru regresó con lo que buscaba y curó la herida con manos expertas, después regresó a la cocina para hacer el té, en lo cual no tenía tanta práctica, tardó algo de tiempo hasta que Lin fue con él y lo abrazó por la espalda, él se giró para tenerla de frente y mirarla seductoramente a los ojos.

- Sabes que no necesito un té, sabes que te necesito a ti.

Aquellas palabras fueron demasiado para Sesshomaru que no pudo resistirse a besarla de una forma increíble, sintiendo cada rincón de sus labios y de su boca mientras la alzaba un poco del suelo y así caminar de nuevo hasta la sala y recostarla en un sofá.

De repente los besos desesperados se detuvieron para dar paso a unos mucho más tiernos y cuidadosos para no lastimarla pero que eran igualmente provocativos.

- Te amo –susurró en su oído mientras lo besaba e inclusive llegaba a morderlo.

Así sin preocupaciones ni limitaciones se amaron una vez más a solas sólo por el hecho de hacerlo, porque los dos lo deseaban y necesitaban más que otra cosa.

&&&&&

Inuyasha despertó con un gran dolor de cabeza y todavía algo confundido, se quitó la cobija que lo cubría y caminó hasta la cocina ignorando el desayuno servido sobre la mesa. De la alacena sacó un par de pastillas para el dolor y se las tomó recordando los detalles de la noche anterior.

FLASHBACK

Al parecer Kikyo conseguía lo que buscaba, Inuyasha ya no se mostraba renuente a ella, al contrario, pasaba sus manos por todas sus formas. Sintió a la chica desabrochar su pantalón y besar su torso desnudo, en un momento lo acarició de forma íntima y él dejó escapar un leve gemido mientras ella dijo su nombre. Entonces supo lo que hacía, estaba haciendo el amor con una mujer que no era Kagome, abrió los ojos y quitó a Kikyo para poder levantarse.

- Dormiré en la sala.

Salió de la habitación bastante mareado y abrochándose la prenda para caer rendido en el sillón y no despertar hasta el día siguiente.

FIN DEL FLASHBACK

- Maldición… -dijo lleno de rabia hacia sí mismo. Caminó al comedor y vio el desayuno junto con una tarjeta.

"Lo siento, las cosas se salieron de control, espero que puedas perdonarme"

Esbozó una sonrisa algo irónica y caminó hasta el teléfono, no había mensajes ni rastro de alguna llamada. Se sentó lentamente en uno de los sofás pensando qué hacer, si debía llamar a Kagome y no decir nada o decirle y atenerse a las consecuencias, atenerse a la gran posibilidad de perderla por la tontería más grande de su vida.

Algunos minutos fueron suficientes para darse cuenta de que lo único que no toleraba era no escuchar su voz, en un impulso tomó el teléfono y marcó a la casa de su prometida, nadie respondió, después intentó a su celular.

&&&&&

Kagome estaba en el hospital atendiendo a algunos pacientes bastante tensionada, no sólo por el inmenso vacío y dolor que llevaba por Inuyasha, sino también porque ni Lin ni su jefe estaban. De repente una enfermera interrumpió su camino.

- Te llaman –le acercó el celular y debido a la prisa no miró quién lo hacía, sólo contestó.

- Si…

- Hola… -pero ella no dijo nada- ¿Kagome¿Estás ahí? –el pesado silencio se prolongó aún más – Feh! No me asustes.

- Aquí estoy.

- ¿Estás muy ocupada?

- No Inuyasha –dijo vacía pero él por su propia culpabilidad no quiso decir nada.

- Kagome te extraño.

- Yo también, más de lo que crees pero no más de lo que lo voy a hacer. Inuyasha, ya no quiero que me llames, ni saber nada de ti… por favor… si en algún momento te importé, por ese recuerdo, ya no me hables nunca más… nunca. No había necesidad de engañarme, sólo debías decir que no me amas, -sin más colgó y le regresó el teléfono a la enfermera marchándose a atener a sus pacientes, tal vez así evitaría que las lágrimas corrieran por su rostro.

&&&&&

- Debes ir –le dijo Lin luego de que lo llamaran por una emergencia en el hospital.

- No te voy a dejar sola.

- Y yo no voy a dejar que faltes a tu deber. Voy a estar bien –su voz se tornó dulce –lo prometo.

- Volveré pronto –la besó en los labios y se vistió para ir a atender el asunto y regresar lo más pronto posible.

&&&&&

Entró al hospital y la llamó para asegurarse de que todo estaba bien, por fortuna así era. Atendió al paciente en un par de horas, más de lo que hubiese deseado, pero ahora sólo debía firmar unos papeles y todo estaría hecho. Ingresó a su oficina y una mujer detrás evitó que cerrara la puerta, la miró y le dedicó una mirada indiferente dejándola entrar, después de todo lo que pudiese decirle no era importante. Se sentó en su escritorio y como si ella no estuviese ahí empezó a hacer su trabajo.

- Ha pasado algo de tiempo. ¿No me extrañas? Estoy segura de que te aburres demasiado con esa niña.

- No pierdas tu tiempo.

- No lo hago, sólo quiero que sepas que me importas y que te quiero conmigo. Además sé que también te importo.

- Es mejor que te vayas. –le dijo cortante a Kagura, ella algo indignada se acercó a la puerta y la abrió.

- Volveremos a vernos, lo juro. –hasta que ella se marchó Sesshomaru alzó la mirada bastante enojado por la intromisión, sin embargo sólo quería volver al lado de Lin así que prefirió no hacer nada en ese momento.

Por fin terminó lo que debía hacer, subió a su auto y empezó a andar por las principales avenidas algo por arriba del límite de velocidad, como acostumbraba. De repente parpadeó y la vista se le volvió borrosa, movió la cabeza a ambos lados tratando de despejarse pero sólo se sintió algo peor, cuando pudo reaccionar la luz roja estaba demasiado cerca y su auto iba bastante rápido.

CoNTiNuaRá...

Hello! Primero, Feliz Navidad! Jeje Segundo, MIL GRACIAS por todo su apoyo, me ahcen muy feliz y me guían mucho, de verdad que no tengo palabras.

Espero que el capi no esté muy pasado de drama jeje... igual ya saben que se aceptan todo tipo de comentarios jaja aunque sean pedradas! Y cualquier otra cosa.

Bueno nos estamos viendo. Byes!