Luchando por ti

Acotaciones:

- diálogos

" " pensamientos

&&&&& cambio de escena

- Kagome…

- Inuyasha… qué…

- ¿Podemos hablar?

- No debiste venir.

- Sé lo que pasó y tenía que verte, tengo que hablar contigo. Tú llamaste…

- Y hubiera preferido no hacerlo –le dijo con la voz demasiado ensombrecida – Inuyasha… -respiró profundo intentando darse valor para continuar diciendo lo que la razón le indicaba- No quiero que estés aquí porque… porque… si no me amas no puedo exigirte nada.

- Kagome… no seas tonta –le dijo casi exasperado por la impotencia causa de su propio error- ¡Te amo¡Más que a mi vida! Pero… -clavó su mirada en el suelo incapaz de verla a los ojos- No sé si puedas perdonarme…

Kagome hizo un esfuerzo por respirar y sin muchas ganas intentó cerrar la puerta para terminar de una buena vez con aquello que cada vez perforaba más su corazón pero no pudo ya que Inuyasha se lo impidió en un rápido movimiento que terminó con su propia intromisión al departamento.

- Pero por lo menos tendrás que escucharme –le dijo con una sonrisa algo triste.

Ella miró sus ojos miel llenos de melancolía y de inmediato olvidó su propio dolor para preguntarse el por qué de ello ¿Qué lo ponía tan triste? En un intento por apaciguar las cosas, más que por reparar algo que estaba hecho más que añicos, lo invitó a sentarse.

&&&&&

Lin y Sesshomaru estaban recostados bajo las sábanas, él la tenía envuelta con sus brazos por la espalda y recargaba su rostro en algunas hebras negras de largo cabello para llenarse de su aroma. De repente ella se giró y lo abrazó por el cuello plantando en sus labios un tierno beso.

- Mi ropa está mojada…

- No la necesitas –le dijo con voz algo ronca muy cerca del oído.

Lin no pudo evitar estremecerse al instante y ocultar su rostro en el pecho de su pareja. Él esbozó una sonrisa casi imperceptible al saber la reacción que era capaz de causar con simples palabras, sin embargo luego se dio cuenta de que tenían un asunto pendiente.

- Sobre mañana –ella se separó un poco y lo miró detenidamente pero tranquila, sólo esperando a que continuara. – Tiene muchas explicaciones que darme y algo me dice que Naraku tiene que ver en todo esto.

- ¿Naraku y Kagura?

- Sí… no sé cómo pero creo que así es. No quiero dejarte sola, no con ese maldito suelto pero supongo que ya tendrás planes. –le dijo algo serio, más no molesto. Ella rió antes de contestar.

FLASHBACK

Sesshomaru hablaba por teléfono con su ennovia, según el identificador marcó y mientras ella sólo lo observaba conteniendo las ansias de lo que vendría. Su teléfono sonó y era Kagome.

- Hola.

- ¿Estás bien? Llamé a tu casa y…

- Sí gracias –le respondió contenta- estoy en el departamento de Sesshomaru - por el teléfono no fue notorio, sin embargo la otra chica se sonrojó al pensar que probablemente los interrumpió de algo importante.

- Entonces te dejo, llámame después…

- Claro, nos vemos.

Pero antes de que pudiese dejar el teléfono escuchó a Sesshomaru despedirse de Kagura y sonrió traviesa preparándose para jugarle una "pequeña" broma.

- La mudanza… es cierto… no, no la necesito ya… no para hoy… pero pronto, sí, los planes siguen, sólo lo pospuse algunos días. Sé que no es fácil porque es mucha distancia pero yo lo llamaré para confirmar el día. -colgó el teléfono y miró a un Sesshomaru con el seño fruncido.

FIN DEL FLASHBACK

- En realidad no tengo planes, sólo debo llamar a Kagome.

Él la miró por unos momentos sin contestar nada. La tenía así entre sus brazos, era una mujer en definitiva, una muy hermosa, sin embargo cuando reía y hablaba así era como una niña pequeña que disfruta de hacer bromas y luego ella misma se delata al no poder contenerse. Sólo que ella era buena en eso y sí se contenía, hasta tal punto de engañarlo. "Es única" –pensó.

Lin sintió los ojos miel sobre ella, penetrando en su alma con la mayor facilidad, haciéndola sentir cosas que nunca antes se imaginó.

- ¿Tienes hambre? –interrumpió Sesshomaru el silencio.

- Algo… -respondió sonriendo.

- Voy a pedir la cena.

- No es necesario, podemos hacer algo.

- Aún no has visto la cocina. –dijo poniéndose de pie para ordenar algo por teléfono.

Abrió el clóset y encontró rápidamente ropa para vestirse mientras ella lo miraba teniendo más de algún pensamiento impropio.

- ¿Qué sucede? –le preguntó al ver sus mejillas carmesí.

- Nada –respondió desviando la mirada- No puedo vestirme…

- Ya te lo dije, no es necesario. –sin más salió de la habitación.

Lin miró a su alrededor, no pensaba quedarse así, entonces encontró una bata negra tendida sobre un sillón del otro lado de la habitación. Sonrió casi victoriosa y fue por ella cubriéndose casi hasta los tobillos con una prenda obviamente no hecha a su medida.

Sigilosa caminó hasta el baño y luego al pequeño sitio destinado a lavar la ropa donde puso la suya, afortunadamente él estaba muy ocupado para impedírselo. "No podrá retenerme así", pensó divertida. Entonces caminó hasta la sala y lo vio colgar el teléfono, él la escuchó llegar y la miró sabiendo de antemano que habría encontrado algo para cubrirse.

Cuando por fin se encontraron Sesshomaru la cargó un poco para darle un sutil beso en los labios y luego decirle algo que la desconcertó bastante.

Pienso en ti,
interminablemente en ti.
Quiero ser una respuesta para ti.
Pienso en ti, solo en ti
Creo en ti.
Inagotablemente en ti.
Como tú que confiaste en mi saber.
Creo en ti. Sólo en ti.

- ¿Cuándo vas a mudarte? – ella lo miró sin entender.- dijiste que te gustaba éste lugar.

- Sí… pero…

- No esperarás que te deje sola mientras ese tipo siga libre.

- ¿Vivir juntos? –le contestó sonriendo, él asintió con la mirada de hielo que lo caracterizaba. - ¿Estás seguro de lo que haces? Tú ya me has ayudado demasiado, me salvaste de hacer algo de lo que me iba a arrepentir siempre.

Y despertar a tu lado
en cada amanecer,
hacer rodar mis labios
sobre tu piel.
Creo en ti.
Estoy en ti,
desesperadamente en ti,
y hasta hoy he aguantado sin hablar.
Estoy en ti. Sólo en ti.

- No hice por ti nada que tú no hubieras hecho también por mi.

Y despertar a tu lado
en cada amanecer,
hacer rodar mis labios
sobre tu piel.

Y despertar a tu lado
en cada amanecer,
hacer rodar mis labios
sobre tu piel.

Pienso en ti

Creo en ti

Estoy en ti

Solo en ti. Solo en ti

- No la amabas ¿Cierto?

Sesshomaru no esperaba esa pregunta, nunca habló con nadie de lo que sentía, nunca nadie se atrevió a preguntar antes. Analizó por un momento lo que iba a contestar o si no le molestaba, sin embargo se dio cuenta de que no era así, no le causaba incomodidad, además le gustara o no aun había muchas cosas que ellos debían hacer. Por más grande que fuese lo que sentía por ella no se conocían demasiado.

- No… era sólo por evitar un problema con mi padre, uno más de tantos.

- ¿Seré un problema con tu padre? –preguntó en tono preocupado e inocente.

- Lo que él diga no importa.

- No debería estar en tu contra, los padres deben apoyar a los hijos… -murmuró más para sí.

- ¿Tus padres? –preguntó sin pensarlo antes.

- Esa… es una historia algo larga…

&&&&&

Inuyasha y Kagome se sentaron mirándose de frente y entonces él bajando la vista a ratos, cuando no podía sostener más los penetrantes ojos castaños sobre los suyos, le contó lo que sucedió esa noche, la cena sin importancia, como terminaron en su casa, lo mal que se sentía y cómo empezó a responder, entonces guardó silencio por un momento sólo para terminar por decirle que nada pasó al final.

Ella lo escuchó con más dificultad de lo pudo haber imaginado, cada palabra que salía de sus labios parecía no tener sentido en lo absoluto y al mismo tiempo sólo quería arrojarse a sus brazos y decirle lo mucho que lo extrañaba.

- No es… necesario que te expliques… no era necesario… que vinieras –se puso de pie y caminó hasta la mesa de centro donde de una pequeña cajita sacó lo que había sido su anillo de compromiso- Sólo quiero que tangas esto. –se la entregó en la mano dejándolo helado, sin siquiera reaccionar, luego caminó hasta la puerta y la abrió cerrando los ojos.

Así Inuyasha entendió que no había nada más que pudiese hacer en ese momento. Caminó hasta la salida y antes de cruzar el umbral habló en tono bajo.

- Te amo y no sé cómo, pero voy a hacer que lo sientas…que lo sepas...

Kagome cerró la puerta sin mirar hacia afuera y se retiró a seguir con sus actividades, ahora lo que menos deseaba era pensar en Inuyasha, en lo mucho que lo amaba y en cuánto le dolía no tenerlo.

&&&&&

Sesshomaru estaba sentado en la mesa de costumbre, y como era de esperarse Kagura llegó algo tarde y se sentó enfrente de él, altanera como siempre. Él pensó en alguna forma de hacerla confesar, pero le molestaban los rodeos así que optó por ser directo.

- ¿Por qué demonios te inmiscuiste con el imbécil de Naraku?

- Veo que ya sacaste conclusiones, pero no te precipites.

- No seas ingenua –le dijo en tono atemorizante- sabes que te conozco y de alguna forma tú causaste el accidente, claro que no lo hiciste sola.

- Creo que alguien te ha estado metiendo ideas en la cabeza, tal vez fue esa chiquilla… yo no tuve nada que ver con lo que te pasó –su voz sonaba nerviosa a pesar del gran esfuerzo que hacía por evitarlo. Él se paró de súbito y la tomó por un brazo para susurrar un ultimátum en su oído.

- Más te vale que no tengas nada que ver con ese sujeto, sabes de lo que soy capaz, demás… es demasiado para ti, estás jugando con fuego. – sin más se retiro dejándola bastante asustada.

La mujer de los ojos rojos salió del lugar unos minutos después y tomó su auto con rumbo a una oficina bastante sombría. Cuando al fin llegó, Naraku no tardó mucho en hacerla pasar, pero mientras lo hizo Kagura recordó de lo que había sido capaz por celos.

FLASHBACK

Entró en la oficina de Sesshomaru y miró a su alrededor encontrando de inmediato sobre uno de los archiveros lo que buscaba, una botella de agua casi llena que él solía llevar consigo en el hospital.

- Ha pasado algo de tiempo. ¿No me extrañas? Estoy segura de que te aburres demasiado con esa niña. –le dijo para sesionarse de que no alzara la vista.

- No pierdas tu tiempo.

- No lo hago, sólo quiero que sepas que me importas y que te quiero conmigo. Además sé que también te importo.

Al ver que Sesshomaru no la miraba sacó de su bolso una botella idéntica a la que había ahí y las cambió, no sabía exactamente los efectos que la sustancia indetectable le produciría al médico, pero no le importaba demasiado, sólo quería tenerlo a su lado o que no estuviese con nadie.

- Es mejor que te vayas. –le dijo cortante a Kagura, ella algo indignada se acercó a la puerta y la abrió.

- Volveremos a vernos, lo juro. –hasta que ella se marchó Sesshomaru alzó la mirada bastante enojado por la intromisión, sin embargo sólo quería volver al lado de Lin así que prefirió no hacer nada en ese momento. Terminó sus asuntos y salió de la oficina tomando un sorbo del agua embotellada.

FIN DEL FLASHBACK

- ¿Ahora qué sucedió?

- él sabe que tú tuviste algo que ver en el accidente.

- ¿sólo yo? –le preguntó burlón.

- Los dos. Pero no importa, ya no quiero hacer esto, ahora estás solo. –intentó darse media vuelta pero Naraku la detuvo por el hombro.

- Nadie se aleja tan fácilmente de mi –le dijo en el oído atrayéndola hacia sí, Kagura intentó defenderse, lo empujó y le echó encima un vaso de agua que tenía a la mano, pero el otro respondió con un certero golpe sobre su mejilla. –Para que aprendas, ahora vete antes de que pierda el control, pero regresa mañana a la misma hora, hay algo que quiero que hagas.

La mujer lo miró a los ojos con rencor y dolor por la humillación recién recibida pero no protestó, ahora se sentía indefensa y sola, sólo abandonó el lugar en silencio topándose afuera con una chica albina que pronto sería anunciada a todos como la nueva prometida de Naraku, si es que algo no lo impedía antes.

&&&&&

Kagome estaba en el hospital cubriendo un turno de varias horas cuando alguien le avisó que tenía una llamada pero no quería responder, no podría soportar si se trataba de Inuyasha de nuevo.

- Es una mujer –aclaró la recepcionista al ver su duda y conocer, por chismes, la situación de la chica.

- Gracias –le dijo al tomar el teléfono- Si…

- Hija…

- Señora Izayoi… qué sorpresa… ¿Cómo está? –tal vez no se trataba del chico, pero esto podría ser peor.

- Bien, gracias… oye, supongo que sabes que Inuyasha está de regreso, fue algo precipitado de su parte pero estoy segura de que tú eres la causa…

- No… yo no soy…

- Sabes que en un principio su compromiso no me agradó mucho, fue… algo precipitado, pero si tú eres o sabes por qué mi hijo regresó de esa forma me gustaría que me lo dijeras, él está en la casa, pero no ha cooperado demasiado.

- No señora, yo no soy ni sé la causa de su regreso, pero no se preocupe. No creo que se quede mucho tiempo, debe estar ocupado atendiendo a alguien allá y por cierto, espero que su nueva novia le agrade más –intentó seguir hablando pero un nudo en la garganta se lo impidió- Si me disculpa, tengo que irme. –entonces colgó dejando a la otra mujer bastante segura de la causa del regreso de su hijo.

Izayoi colgó el teléfono y salió de su habitación caminando con su usual tranquilidad, llegó al estudio y llamó a la puerta, al instante se interrumpieron algunos gritos que provenían del interior y el chico de ojos miel abrió la puerta. La mujer entró y disculpó a su hijo de Inutashou – Después hablarás con él, ahora lo haré yo- El hombre la miró desconcertado pero confiaba en su esposa y si interrumpía ese momento era por algo importante. Además, ella siempre tuvo una conexión con Inuyasha de la que él carecía. Los dos salieron a caminar al jardín en donde el hijo rompió el silencio algo desesperado por las largar ausencias de palabras que acostumbraba su madre.

- Hablé con Kagome –dijo al fin Izayoi, él se detuvo en seco.- ¿Qué fue lo que pasó¿Por qué cree que tienes a alguien más?

- Te lo dijo… no pensé que ella…

- No –lo interrumpió- No lo dijo con esas palabras, está demasiado dolida… dime, qué fue lo que pasó. –Inuyasha poco a poco le contó todo desde el principio hasta la noche que no pasó con Kikyo.

- Necesito recuperarla, la necesito a ella… es demasiado estar así –entonces una lágrima solitaria escapó de sus ojos pero agachó la mirada, no quería que su madre lo notara, aunque ya lo había hecho.

- Ten paciencia, sé que ella también te ama, sólo dale tiempo y demuéstrale que te importa… sólo que… tendrás que convencer a tu padre de algunas cosas…

- Feh! –reaccionó aparentando normalidad- Lo que mi padre diga no importa, sólo me importa ella. -ahora los dos estaban al pie de las escaleras, él la miró con ternura como muy pocas veces y tomó su mano para depositar un suave beso- Gracias.

Su madre sonrió y lo dejó ir a dormir, necesitaría demasiadas energías para enfrentar lo siguiente, Inutashou.

&&&&&

Lin fue a su casa luego de que Sesshomaru saliera a su encuentro con Kagura y después al hospital a resolver asuntos pendientes que estaban ya demasiado acumulados. La chica se cambió de ropa y empacó algo en una maleta pequeña, lo subió a su auto y aprovechando el tiempo libre fue a una pastelería y compró algo especial para esa noche, algunas fresas cubiertas y chocolate líquido. Su auto quedó estacionado algo legos así que iba caminando rumbo a él cuando una limosina negra se detuvo ante ella y un hombre sombrío bajó acompañado de una joven de piel lechosa.

- Naraku… -susurró dando pequeños pasos hacia atrás.

- No te asustes, sólo quería presentarte a mi prometida, Kana, es una joven hermosa y muy diferente a otras. Supongo que sabes de qué hablo.

- Vete… vete ahora –murmuró Lin en tono poco audible, pero no se refería al hombre, sino a la chica.- ahora que puedes déjalo… aléjate –ahora sus ojos estaban llenos de lágrimas y sus manos temblaban notablemente.

- No seas ingenua, ella es diferente, ella no causará la muerte de ningún hombre inocente –le dijo amenazante para después subir de nuevo a la limosina.

Lin se quedó ahí por unos instantes, sólo mirando el vehículo negro alejarse y perderse de su vista, intentó moverse pero no pudo, su cuerpo no respondía. Su celular sonó asustándola demasiado, con trabajos miró el número y al darse cuenta de que se trataba de Sesshomaru contestó de prisa.

- ¿Estás bien?

- Sí… te escuchas alterada.

- No –se apresuró a contestar- estoy bien… ¿qué sucede?

- Voy a tardar aquí, más de lo que esperaba, ve al departamento y yo llegaré por la noche.

- Claro pero… ten cuidado por favor.

- ¿Segura de que estás bien?

- Sí, te amo.

- Yo también, nos vemos.

Terminó la llamada más tranquila pero definitivamente decidida a hacer algo, no permitiría que nada malo le sucediera a Sesshomaru.

Un par de horas más tarde Lin entraba en el hospital saludando a muchas personas que se alegraban por verla bien. Subió hasta el piso de terapia intensiva y ahí su bienvenida fue todavía mayor, sin embargo ella sólo iba a visitar a alguien, a asegurarse de que estuviese bien, aunque lo que pasaría en poco tiempo definitivamente no lo tenía contemplado.

CoNTiNuaRá...

Hello! Primero mil disculpas por la tardanza es que me fui de vacaciones inesperadas jeje.

Segundo la canción se llama A tu lado es de un grupo que se llama (o llamaba, jeje no sé)Duncan Dhu y la sacó hace poco La Oreja de Van Gogh como tributo a ellos.

Ahora sí, ya me voy, muchas gracias a todas y muchos saludos y si tienen un minuto les piso un review, porfa, cualquier tipo de comentario es bueno. byes