Luchando por ti

Acotaciones:

- diálogos

" " pensamientos

&&&&& cambio de escena

El tiempo pasó más de prisa de lo que Sesshomaru y Lin hubiesen querido y lo que serían algunas horas se transformó en más de un turno completo no sólo para él, sino para los dos; todo debido a un accidente que los llenó de pacientes recién llegados de urgencias o de quirófano.

El amanecer se dibujaba ya en el cielo con muchos colores, Lin se sentó pesadamente en una silla de la sala de espera y una enfermera se acercó.

- El trabajo bajó ahora, ve a dormir un rato, tú no estás de guardia.

La chica no hubiera hecho caso, pero se encontraba demasiado cansada así que fe hasta una habitación donde los médicos dormían a ratos y se recostó abandonándose al sueño en pocos minutos. Sesshomaru la buscó con los pacientes que atendía y al no encontrarla fue a su oficina, tal vez estaría ahí pero tampoco sucedió.

- Está dormida en el salón -escuchó una voz que resolvía sus dudas, nadie tenía razones para saberlo pero de alguna forma todos se habían enterado de la relación que llevaban.

Con lentitud cerró la puerta detrás de sí y se acercó a ella con pasos suaves para no despertarla. Apenas se acostumbró a la poca luz pudo ver el rostro relajado de Lin, sin poder evitarlo se acercó más hasta acariciarla con el dorso de la mano y plantar un suave beso en su mejilla, miró el reloj y no pudo resistirse a permanecer ahí sólo por unos minutos, se recostó con suavidad a su lado y la abrazó empapándose de su aroma. Lin se giró un poco para mirarlo.

- No quise despertarte, sigue durmiendo. –besó su frente.

- Pero… los demás… nadie lo…

- Todos lo saben –la interrumpió- Duerme.

La chica sonrió y cerró los ojos para perderse de nuevo en un mundo de paz que desde hacía algo de tiempo tenía un único dueño, él.

&&&&&

Abrió los ojos con calma, misma que la rodeaba y sintió frío, Sesshomaru ya no estaba con ella, miró hacia una ventana y se notaban claros los rayos del sol, al principio se sobresaltó un poco por la hora que podría ser pero miró el reloj, acababa de amanecer.

Caminando despacio todavía algo adormilada salió de esa habitación y llegó a la oficina de Sesshomaru, llamó a la puerta y al saber que podía entrar lo hizo con una sonrisa alegre y relajada.

- ¿Sigues trabajando?

- Sí, aún faltan varias cosas administrativas por resolver, últimamente no he estado mucho por aquí –le dijo acusándola como la causa de ello, y aunque no la miró siquiera Lin se sonrojó y mordió su labio inferior algo apenada, pero en definitiva muy feliz.

- Te ayudo.

- Ve a casa, a nuestra casa.

- ¿Nuestra casa? –rió juguetona y posándose a su lado- No tengo nada que hacer allá te ayudaré.

- Muy bien, ve a ver pacientes y regresa cuando termines -sus últimas palabras fueron sólo un susurro en el oído de Lin que la hizo estremecer y erizaron su piel sin siquiera tocarla.

La chica hizo lo que Sesshomaru le indicó y, como era usual, el tiempo pasó más rápido de lo que notaba. Kagome apareció y conversaron un rato sobre los nuevos asuntos y noticias incluyendo en terrible rompimiento con Inuyasha y la gran tristeza y decepción de la chica. Pero al final no había nada que alguien pudiese hacer, estaba ella sola.

Las chicas conversaban en la recepción cuando un hombre alto y algo mayor se acercó sin dudar, lo primero que Lin notó fueron sus pupilas doradas y su parecido con Sesshoumaru.

- El padre de Inuyasha. –dijo Kagome como asustada, Lin no pudo reaccionar cuando él ya se encontraba frente a las dos. – Señor Inu no Tashou…

- Kagome, vine a hablar contigo y con alguien llamada Lin.

- Soy yo, señor, mucho gusto –le dijo intentando saludarlo pero él sólo la miró con demasiada indiferencia, tanto que comprendió por qué Kagome sonaba asustada al verlo.

- Vamos a otro lado. –sugirió Kagome, pero el hombre negó con la cabeza.

- No tardaré, sólo quiero decirte –miró a Kagome a los ojos- que preferiría que salieras de la vida de mi hijo, él regresó desobedeciendo mis órdenes y sé que la causa eres tú.

- No, yo ya no soy pare de la vida de su hijo.

- Eso espero muchacha. Y tú –le dijo a Lin- sé que estás con Sesshoumaru y que antes estabas comprometida con alguien a quien pro supuesto no respetaste por estar con mi hijo, además él tiene responsabilidades con Kagura, creo que la conoces. – se quedó esperando a que la sorprendida chica dijera algo mientras todos el rededor los miraban y empezaban a hablar al respecto con miradas incriminantes hacia la chica.

- Sí… -respondió al fin.

- Entonces te pediré por favor que te respetes a ti misma y a los demás y no te pongas en el lugar de una mujer fácil. Con permiso.

Se retiró hacia la oficina de su hijo sin mirar a nadie, pero el daño ya estaba hecho y era mucho peor de lo que parecía, o tal vez justo como aquel hombre, sin malas intenciones pero sí muy poco interesado en lo que los demás querían o sentían, quería que fuese.

Los ojos se le llenaron de lágrimas y su amiga la miró intentando decirle algunas palabras, ella ya conocía al hombre que acaba de marcharse y la entendía a la perfección.

- Vamos… -atinó por fina tomarla del brazo e ir a hablar a solas. –No le hagas caso, así es, él no entiende lo que los demás sienten… es un buen hombre, sólo que cree que tiene la razón en todo…

- Gracias –murmuró Lin con hilillos de agua salada sobre su rostro.

- Vamos, sonríe, no quieres que Sesshoumaru te vea así verdad.

Las dos rieron por el comentario hecho por Kagome y regresaron a recepción desde donde pudieron ver al padre de Inuyasha marcharse y continuaron con sus actividades como si nada hubiese sucedido, aunque para Lin no fue así.

&&&&&

- Es hora de irnos –le dijo Sesshoumaru sorprendiéndola mientras firmaba un expediente.

- De acuerdo –sonrió para apresurarse e ir a casa, a su nueva casa.

Llegaron al departamento y la chica fue hasta la habitación para mudarse de ropa, mientras tanto escuchó sonar el timbre y a él atender. Unos minutos después Sesshomaru se quedó de pie en el umbral de la recámara mirándola sin que se diera cuenta, de inmediato notó una vez más lo hermosa que era y de lo mucho que la necesitaba porque a pesar del poco tiempo que tenían de haberse encontrado ya era indispensable en su vida, en todos los sentidos de ésta. Miró la caja que tenía en las manos y no evitó la sonrisa que se dibujó en sus labios, después entró sin quitarle los ojos de encima a la muchacha.

- ¿Qué sucede? –le preguntó ella al notar la mirada inquisitiva que portaba.

- Quiero que me acompañes hoy, hay una reunión… una fiesta… y quiero que vayas conmigo, es hora de que todos vean lo mucho que te amo. –ella se sonrojó de inmediato y aceptó la caja que le extendía, al abrirla encontró un vestido de noche rosa, tan hermoso como pocas veces antes había visto uno.

- ¿Tan especial es la ocasión? –preguntó algo asombrada.

- Claro que sí. – le dio un beso en los labios y fue para mudarse de ropa.

Se puso el vestido y él se acercó para cerrar los botones de su espalda, se encontraban de pie ante un espejo que les permitía verse completamente. Lin entonces encontró una imagen que la sorprendió demasiado, estaba ahí con un vestido de noche y su novio, como tantas veces antes pero a la vez de una forma que jamás imaginó. No se sentía forzada a hacerlo, no tenía que arreglarse demasiado porque nadie se lo pedía, pero sobre todo notó un detalle que tal vez no era demasiado importante pero para ella hacía un mundo de diferencia, el vestido. No era entallado, no debía adornar a nadie, al contrario la prenda era para que ella se sintiera bien, un escote redondo y muy tenue con mangas largas y algo acampanadas y la falda era amplia. "Como una princesa… y aquí tengo a mi príncipe…" –pensó al mirarse juntos y sonrió tanto que él lo notó.

- ¿Qué sucede?

- Eres un príncipe... un sueño que muchas veces tuve y ahora estás aquí conmigo.

Por un momento frunció el seño extrañado por el comentario pero antes de que pudiese decir algo sus labios fueron sellados por un beso cargado de pasión, una caricia prolongada que sólo se detuvo cuando ambos sintieron que si no se iban en ese momento no lo harían.

&&&&&

Entraron juntos, él la llevaba del brazo como escoltándola, la chica estaba algo nerviosa, pero contenta por estar segura de que él la amaba.

De repente mientras los ojos castaños cruzaban todo el lugar se toparon con Inuyasha y entonces como un balde de agua fría pensó que el padre de los dos debía estar ahí. "Qué tonta soy… debía haberlo pensado antes… pero…".

- ¿Tu padre está aquí?

- Sí, él me avisó hoy del evento.

- No sabe que yo vendría –afirmó deteniendo su caminar y con la mirada sobre el suelo.

- No, hoy te va a conocer.

- Él... ya me conoce… hoy… habló conmigo en el hospital y… me dijo que me alejara de ti.

- Maldición, no tiene derecho a meterse en mi vida –dijo con tono de furia- ¿Por qué no me dijiste nada?

Alzó la mirada para encontrarse con la distante de él, se veía de nuevo como antes, como cuando pensaba que la odiaba. Sintió de inmediato algo que le oprimía el corazón, erael miedo de haberse equivocado al no decir nada y causar una desavenencia demasiado grande.

- No… no quería que te molestaras con él… -susurró apenas audible.- lo… siento…

- Ven, -continuó caminando como si nada sucediera. –Él llegará más tarde y entonces tendrá que escucharme.

- Siento no habértelo dicho.

Sesshomaru la escuchó disculparse como una niña arrepentida por haber cometido un error, detuvo sus pasos y la miró a los ojos para después besarla con lentitud, apenas rozando sus labios mientras acariciaba su cabello negro que caía algo desordenado por su espalda. Momentos después reanudó el trayecto poniéndole fin al temor de ella.

&&&&&

Izayoi conversaba con algunas de sus amigas cuando al mirar hacia la entrada se topó con Kagome, miró hacia el otro lado del salón, se encontró con los ojos dorados de su hijoy haciéndole un gesto casi imperceptible le avisó que por fin había llegado por quien tanto esperaba.

FLASHBACK

- Hijo, tu padre dice que no irás esta noche.

- No tengo razones para hacerlo –refunfuñó.

- Entonces definitivo, supongo, no asistirás.

- Feh! Claro que no.

- Muy bien –tomó el teléfono y marcó algunos números, pocos timbrazos después una voz femenina la saludó. –Hola hija ¿Cómo estás?

- Bien, gracias.

- Qué bueno. ¿Tienes que trabajar esta noche?

- No…

- Perfecto, quiero que nos acompañes en una fiesta que se ofrecerá, habrá pocas personas, es algo privado.

- Gracias –dijo algo triste- pero no quiero toparme con… con Inuyasha… no podría… -al final un nudo en la garganta le impidió continuar.

- No tienes que preocuparte por eso, él me aseguró que no irá –el chico frunció el seño tratando de entender las palabras de su madre- y yo quiero que salgas y te distraigas, inclusive puedes conocer a alguien.

- Gracias pero…

- No aceptaré un no por respuesta –Kagome suspiró resignada.

- Ahí estaré…

- Perfecto Kagome, entonces te espero en el lugar de costumbre -terminó la llamada y miró a su hijo sonriendo agradecido.- Tenía que invitar a alguien para ocupar tu lugar.

Sonrió cómplice y tranquila para luego retirarse de ahí con la esperanza de que algo se arreglase esa noche porque si bien entendía a la joven de cabellos negros también sabía que su hijo la amaba, que ambos se amaban, y que merecían una segunda oportunidad. Inuyasha sintió su corazón acelerarse como si fuese un adolescente de nuevo y subió a su habitación para arreglarse apropiadamente para una noche tan importante como la que vendría.

FIN DEL FLASHBACK

Kagome buscó de inmediato a Izayoi y no le fue difícil encontrarla, caminó hacia ella con algo de lentitud, todavía se sentía insegura y rogaba por no toparse con él pues de tenerlo frente a frente otra vez era probable que no pudiera contenerse. Estaba ya a pocos metros de la otra mujer cuando de golpe ante sus ojos aparecieron unos dorados que conocía y extrañaba demasiado.

- Inuyasha…

- Te ves hermosa…

- Creí que no…

- Juró que no vendría –la interrumpió la voz de la que fue su suegra- no sé qué hace aquí, pero tiene razón, te ves hermosa esta noche. –después de sus cortas palabras se retiró, dejándolos solos le hizo entender su plan pero a Kagome no le agradó nada haber caído en la trampa.

Ninguno de los dos sabía qué decir o hacer, ella hubiese preferido salir de ahí en ese instante pero al parecer la esperanza no pensaba permitírselo. Un poco antes de que Inuyasha por fin dijera algo un oportuno mesero llegó con varias copas de vino en una charola, él tomó dos y le extendió una a la muchacha que la tomó sonriendo con delicadeza.

- ¿Cómo te ha ido en el hospital? –le preguntó por fin abriendo el camino para una conversación fácil que con suerte los llevaría a algo más importante.

&&&&&

La noche avanzó sin sobresaltos un buen rato en el que Sesshomaru se dedicó a presentar a Lin con algunas personas, amigos de la familia, que la recibieron con gusto de ver que por fin alguien empezaba a cambiar al siempre indiferente hijo mayor de Inu no Tashou. Ella por fin estaba tranquila, todas las ideas negativas había sido mermadas poco a poco con cada nuevo saludo y el estar con él, por desgracia la figura de un hombre mayor destrozó su confianza en un segundo. Él también lo vio y sin dudarse se detuvo y la miró a los ojos.

- Espera aquí… no tardaré. –besó sus labios con un gesto fugaz y partió para enfrentar a su padre en ese momento, nadie podía meterse de esa forma con la mujer que amaba, ni siquiera su padre.

La joven se quedó ahí de pie mirando fijamente a Sesshomaru hasta que otra mujer se posó frente a ella con los ojos encendidos como fuego rojo.

- No creí que tuvieses el valor de venir esta noche.

- Él me invitó.

- Claro, era de esperarse, si sólo eso eres, una chica de compañía. Apuesto a que después irás a su departamento a pasar la noche, quizás es lo único que haces. –las palabras que escuchó la pusieron nerviosa, más de lo que estaba, pero Kagura no podría intimidarla tan fácilmente, estaba a punto de contestar cuando otra conocida voz la sacó de sus pensamientos.

- Nos vemos de nuevo.

- Naraku… -por un instante todo pareció detenerse a su alrededor, estaba con aquella mujer que la odiaba y con ese hombre al que temía demasiado, la cicatriz en su vientre dio una punzada, tal como él lo dijo le hacía recordar aquella noche y siempre sería así. Algo desesperada buscó a su alrededor con la miradaa Sesshoumaru pero no lo vio, dio varias vueltas al lugar antes de darse cuenta que estaba justo frente ella pero a demasiada distancia, ahora se encontraba sola.

- Veo que te exhibes con él a pesar de las advertencias.

- A pesar de que todos saben lo que es y de por qué Sesshomaru está con ella. –agregó la otra mujer mientras muchas miradas ya se posaban en los tres interlocutores.

- No es cierto… -murmuró casi sin fuerza.

- Me temo contradecirte, pero el joven médico te busca justo como te le ofreciste. -dijo el hombre en tono meléfico.

- Y como seguramente te le ofrecerás a cualquier otro.

- Déjenme. –ya bastante alterada intentó librarse de su prisión invisible pero Kagura la detuvo por un brazo con bastante fuerza, Lin respondió con un pequeño empujón para soltarse, sin embargo ya demasiadas personas miraban cómo la tenían cautiva.

- No puedes escapar ahora, tal como él no lo hará después, sólo debemos tener paciencia y caerá tarde o temprano… ya nada puede salvarlo del destino al que lo condenaste.

- ¡No! – dio un pequeño grito y una bofetada al rostro del hombre que dejó una marca roja y la mirada clavada de muchas personas que sin saber la realidad juzgaban a la joven que salió corriendo del sitio.

Mientras avanzaba hacia la salida podía sentir a todos los presentes sobre ella pensando miles de cosas y catalogándola como lo peor, nunca antes pensó que esa sensación existiera y ahora que la conocía sabía lo horrible que era, cómo quienes hace unos momentos la saludaban amablemente ahora la acusaban así sin saber la realidad de las cosas.

&&&&&

La música, los rumores en el ambiente y la discusión con su padre no dejaron a Sesshomaru notar lo que pasó, sólo vio de reojo a Lin casi corriendo hacia la salida, miró hacia atrás y notó a Naraku y a Kagura, no estaban juntos pero cualquiera de los dos, o los dos, eran los causantes de la salida de Lin. Pensó en ir por ese imbécil o la arpía de ojos rojos, sin embargo optó por salir detrás de la muchacha que tanto lo necesitaba ahora sin importarle dejar a su padre hablando solo.

&&&&&

Salió corriendo y la baja temperatura se clavó en su piel blanca sin que le diera demasiada importancia, sólo quería salir de ahí, desaparecer, lo más pronto posible. Miró a ambos lados y escogió uno para continuar su camino. Era algo tarde y no pasaban autos por ahí así que el silencio de la noche era claro a pesar de lo cual no pudo escuchar los pasos de Sesshoumaru que se acercó hasta tomarla por el brazo. Volteó asustada al tiempo en que retrocedía insegura y asustada pero al verlo las lágrimas retenidas en sus ojos hicieron su aparición mientras se dejaba ir sobre de él para abrazarlo y sentirse protegida. Él la recibió acercándola lo más que pudo hasta su pecho, sintió sufrágil cuerpo temblar, tal vez por el frío o por los nerviosa que estaba, pero no dejó de retenerla ni por un segundo, sólo quería tenerla cerca y protegerla de lo que ahora la asechaba.

Así permanecieron por largo rato, abrazados, ella llorando y él sintiendo una furia increíble en todo su ser contra Naraku, Kagura e inclusive su padre, no podía tolerar que la hirieran de ninguna forma. Minutos después por fin las lágrimas se terminaron con leves suspiros y por fin se separó aunque todavía temblaba un poco y sus ojos se veían vidriosos.

- ¿Qué sucedió? –preguntó él al fin, pero ella no dijo nada, sino que al intentar hablar el llanto no se lo permitió creándole un nuevo nudo en la garganta. Sesshomaru lo notó y se quitó el saco para ponérselo en la espalda y protegerla del frío, luego con infinita delicadeza la cargó en brazos permitiéndole acurrucarse en su pecho. –Vamos a casa.

Así terminó una noche que jamás olvidaría y empezó una lucha contra un mundo que juzgaba sin entender, sin conocer.

CoNTiNuaRá...

Hello! Aqui estoy de nuevo, muy agradecida por todos sus comentarios y sus felicitaciones, me han hecho muy, muy feliz.

Ojalá que el capi haya quedado bien :) Nos vemos en el próximo jeje, si tienen un minuto porfa les pido un review, ya saben se aceptan cualquier tipo de comentarios.

Byes!.