Luchando por ti

Acotaciones:

- diálogos

" " pensamientos

&&&&& cambio de escena

Inuyasha y Kagome conversando de temas sin importancia, una experiencia demasiado superficial para ambos que lo hacían en afán de evitar ir más allá, por el terrible miedo que tenían de lastimarse más a sí mismos y al ser que amaban.

- Tu madre te quiere mucho… hace cosas que no debe… aunque le traiga problemas. –Kagome fue al punto directamente en un segundo de tranquilidad o tan vez de demasiada desesperación por postergar el tema.

- ¿Problemas¿Es… tás molesta?

- No... no conmigo, con tu padre. –dijo mirando hacia el interior del salón donde Inu no Tashou hablaba con Izayoi en apariencia apacible.- Deberías regresar… no lo tienes muy contento, hoy fue a verme al hospital para decirme que me alejara de ti. – su tono de voz extrañó mucho a Inuyasha, casi no conocía esa flexión vacía y casi desolada.

- ¡No le hagas caso! Él no entiende las cosas, no le importa nada –contestó exasperado al principio pero bajando poco a poco el tono- Esta noche le dejaré claro que te amo y que no se meta contigo.

- Es mejor que regreses a donde estabas, ya nada te ata aquí…

En ese instante no soportó más la indiferencia de la chica, no podía creer que hablara de ello como si fuera cualquier cosa sin importancia, si de ello dependía su vida misma. En un impulso se giró hacia ella y la apresó contra el barandal de la terraza apenas iluminada por algunas luces tenues y los reflejos de la luna llena.

- ¡Maldición no digas eso! No soporto que lo hagas porque sin importar qué pase no me moveré de esta ciudad hasta que te recupere. ¡Entiende que no puedo vivir sin ti!

Para cuando terminó de hablar se encontraba demasiado cerca del rostro de la chica, tanto que inclusive sentía su respiración. Miró sus labios rosas y dulces y pensó en besarla, le era casi imposible no hacerlo ahora que la tenía tan cerca. Buscó un momento en sus ojos antes de actuar pero no encontró nada, ni siquiera dolor o rencor, sólo vacío. Creyó que lo mejor era alejarse, la razón le indicaba eso pero su impulsividad lo llevó a acortar más la distancia hasta llegar a rozar sus labios. En un segundo pensó que lo rechazaría pero no sucedió así, sin embargo tampoco respondió a sus caricias fue como si ni siquiera estuviese ahí; hasta que por fin se movió un poco para evitarlo.

- Buenas noches. – puso las manos sobre el pecho del chico y lo movió sin encontrar resistencia y se marchó.

Inuyasha se quedó ahí estático mucho más desesperado que antes. "Kagome… ¿Ya no te importo en verdad? ... ¡Por qué fui tan estúpido! " – pensó por un rato hasta que la voz de su madre lo interrumpió.

- Kagome fue a despedirse.

- En verdad la perdí. –contestó abrazándola como no lo hacía desde pequeño. La mujer sólo respondió el gesto con ternura desbordada.

&&&&&

Entraron caminando despacio al departamento luego de un largo y silencioso camino en el Lin sólo tenía la mirada perdida en el vacío y le daba vueltas al mismo asunto. Llegaron hasta la recámara y abrió su equipaje todavía no desempacado, pronto encontró una prenda de satín lila para dormir pero antes de que empezara a desabrochar los botones de su vestido Sesshomaru se acercó y lo hizo él mismo, la joven lo miró y susurró un- Gracias- para después depositar un suave beso en sus labios y darle las buenas noches.

- ¿Te encuentras bien? –le dijo deteniéndola por los hombros y conociendo de antemano la respuesta.

- Sí –mintió- sólo estoy cansada…

- Claro que no, no sigas mintiendo… -su tono era de furia que le pareció en contra de ella aunque era más bien hacia con quien osó lastimarla.- ¿Qué pasó?

Por un momento las lágrimas se acumularon en los ojos castaños en demasía casi hasta no poder contenerlas, ahora no sólo la asechaban los recuerdos y temores por lo que vendría, sino que también él estaba molesto. Sin embargo al notar su reacción Sesshomaru pareció darse cuenta de su error y la tomó por la barbilla de forma tierna.

- Empiezas a desesperarme… sabes – besó sus labios para continuar murando casi sobre ellos- es difícil hacerte hablar. - Ahora dime… ¿Qué fue lo que pasó?

- Soy una intrusa en tu vida… no le agrado a tu padre, Kagura me culpa por haberte apartado de ella… y… todos me miraban como si fuese cierto… -su voz era pausada y tranquila, pero encerraba gran tristeza.

- ¿Y Naraku? –el sólo escuchar ese nombre la estremeció e hizo que se apartara algunos pasos.

- Ha sido el mayor error de mi vida y temo que ponga en riesgo la tuya…

- Ese imbécil no puede hacernos nada.

- No lo conoces… he estado con él demasiado tiempo para no saber de lo que es capaz… algunas veces creo que ya ha herido a personas, he escuchado cosas que… antes ignoraba, que me negaba… pero es cierto, él puede hacer lo que dice…

- Él no hará nada, no es tan poderoso y cueste lo que cueste va a pagar lo que hizo, lo que te hizo.

- No quiero que pague –confesó al fin- sólo quiero poder olvidar que existe… -entonces acomodó las sábanas y se recostó extendiendo una mano para que él la acompañara y así fue, desabotonó los primeros botones de su camisa mientras se acercó cada vez más a ella para juntar sus labios al final. –Y quiero estar contigo…

Lin susurró las palabras en el oído de él casi provocando que perdiera el control de sus pensamientos y acciones. Así con lentitud y ansias se amaron mutuamente permitiéndose sentir todo lo que su piel deseara provocarles. En esos instantes cada caricia fue más que eso para ella, de nuevo Sesshoumaru sanaba sus heridas sólo con estar a su lado.

Estaban recostados, ella con la espalda sobre la cama y él algo encima de ella mirándola a los ojos castaños y profundos, sus cuerpos todavía se notaban perlados con pequeñas gotas de sudor y sus corazones latían apresurados al unísono para recuperarse de la entrega experimentada. Ella suspiró profundo dejando su aliento estrellarse contra los labios de él y perderse en el silencio que los rodeaba.

- Mañana tienes guardia, deberías dormir… –la besó en la frente y se recostó a su lado abrazándola por la espalda, pero no para dormir él, sino al contrario necesitaba dejarla descansar para hacer algo sin que se diera cuenta.

- Te amo… -murmuró al fin la chica ya bastante perdida en la sensación de sueño que la envolvía, un par de minutos después, ya cerca del amanecer, se quedó dormida.

Sesshoumaru la miró y no entendió exactamente por qué no quería que ese imbécil pagara después de lastimarla de la forma en que lo hizo, pero de cualquier forma algo estaba muy claro, nadie volvería a herirla de nuevo, ni su padre, ni Kagura, ni nadie. Se levantó y caminó hasta la sala despacio para no despertarla e hizo una llamada, pronto la voz conocida de un anciano respondió del otro lado.

- Toutousai.

- Vaya… en qué te puedo servir a estas horas y después de tu precipitada salida de anoche.

- ¿Qué fue lo que ese maldito le hizo a Lin?

- Supongo que hablas de Naraku… -el otro guardó silencio- no hizo nada que no hiciese la joven que era tu prometida. Deberías sacar a esa muchacha de las garras de todos estos monstruos… jamás la dejarán en paz.

- Los haré pagar… -ahora su voz sonaba totalmente ensombrecida por la rabia que llevaba dentro, por fortuna en ese momento ninguno de los mencionados estaba cerca, porque de haberlo estado quizás nada detendría a Sesshoumaru, no en esas condiciones.

La comunicación se cortó y empezó a caminar por todas partes algo enajenado y totalmente ensimismado, nada más que ella tenía relevancia ahora pero dentro de ello esa mujer era el problema en sí, no quería dejarse ayudar. Quizás porque siempre estuvo sola antes, porque nunca tuvo a nadie que luchara por ella ahora no sabía como permitir y confiar.

Pasadas varias horas en el mismo estado sus pasos lo llevaron hasta la habitación, hasta acercarse tanto que pudo aspirar su aroma dulce y tenue, único en el universo podía afirmar el hombre de la mirada ambarina.

Beauty queen of only eighteen
She had some trouble with herself
He was always there to help her
She always belonged to someone else
I drove for miles and miles
And wound up at your door
I've had you so many times but somehow
I want more
I don't mind spending everyday
Out on your corner in the pouring rain
Look for the girl with the broken smile
Ask her if she wants to stay awhile
And she will be loved
And she will be loved

Se hincó a su lado y retiró algunos mechones de cabello de su rostro mientras observaba su cuerpo cubierto únicamente por la delgada sábana blanca poco a poco todo a su alrededor se llenó de luz pero no importaba, sólo pensaba el ella, sólo la amaba a ella.

Tap on my window, knock on my door
I want to make you feel beautiful
I know I tend to get so insecure
It doesn't matter anymore
It's not always rainbows and butterflies
It's compromise that moves us along
My heart is full and my door's always open
You can come anytime you want
I don't mind spending everyday
Out on your corner in the pouring rain
Look for the girl with the broken smile
Ask her if she wants to stay awhile
And she will be loved
And she will be loved
And she will be loved
And she will be loved

Casi sin darse cuenta acarició su rostro con el dorso de la mano, trató de no despertarla pero la piel de la chica se erizó inconcientemente sacándola del sueño. Abrió con lentitud los ojos y de inmediato una sonrisa se dibujó en su rostro al verlo a su lado, sacando una mano de entre la sábana tomó la de él y besó con lentitud sus dedos sin dejar de verlo a los ojos ni un segundo.

I know where you hide
Alone in your car
Know all of the things that make you who you are
I know that goodbye means nothing at all
Comes back and begs me to catch her every time she falls

En esos momentos pasaron tantas cosas por su mente que casi lo dejaron aturdido, pero al final sólo se dio cuenta de que nunca antes imaginó que un sentimiento así existiera, que una persona fuese posible de trastornarlo así. Todos los recuerdos desde el momento en que la vio por primera vez pasaron lo hicieron sonreír con ironía, el destino era demasiado curioso y caprichoso al mostrarse así de repente y entregar tanta felicidad. "Pase lo que pase sé lo que necesitas… sentirte segura y completa…" –pensó.

Tap on my window, knock on my door
I want to make you feel beautiful
I don't mind spending every day
Out on your corner in the pouring rain, oh
Look for the girl with the broken smile
Ask her if she wants to stay a while
And she will be loved
And she will be loved
And she will be loved
And she will be loved

- ¿Qué pasa? – le preguntó contenta y tranquila al darse cuenta de la forma extraña en la que era observada. Pero él no respondió con palabras, sólo continuó sumergido en sus propios pensamientos.

Please don't try so hard to say goodbye
Please don't try so hard to say goodbye
I don't mind spending everyday
Out on your corner in the pouring rain
Please don't try so hard to say goodbye

- Tal vez la mudanza no sea tan mala idea, alejarte de aquí puede ser la respuesta. – Lin lo miró sin entender a lo que se refería. ¿Quería que se fuera? – No importa qué hagas, te voy a proteger te guste o no.- sujetó la mano de Lin para dejarla sobre la cama y ponerse de pie – Ordenaré el desayuno.

Ella lo siguió con la mirada todavía sin saber bien a qué se refería, pero con la seguridad de que todo saldría bien, por primera vez pudo sentir deseos de dejarse llevar dejando todo de lado, sólo con él.

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Kagome se sentó en una de las sillas del comedor con una taza de té negro entre las manos, sus dedos estaban fríos a causa de la baja temperatura que la rodeaba y de su poco interés por cubrirse, toda la noche se le pasó dando vueltas en la cama hasta que el dolor sobre su espalda fue demasiado y decidió levantarse a andar una y otra vez por los mismos corredores y las mismas habitaciones de su casa. Vislumbró el amanecer y se sintió demasiado agotada para ir al hospital pero así era últimamente, quizás debería habituarse.

Después de tomar un baño y resignarse por completo llegó al hospital y tomó sus pacientes. La muchacha de recepción la llamó para mostrarle un gran ramo de flores que recién llego, Kagome suspiró y tomó la tarjeta leyéndola lo más a prisa que pudo y luego echándola a la basura. Miró las flores y dudó por un momento de su determinación, quizás él tenía razón y podría perdonarlo después de todo. Aunque debería llevarse algo de tiempo… bastante.

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Inuyasha estaba subiendo algunas cajas con cosas suyas a un departamento que había alquilado para vivir en Tokio y lejos de su padre. Conseguir ese lugar en especial le fue bastante difícil puesto que no sólo tuvo que convencer al dueño de que se lo vendiera a él en lugar del comprador que ya tenía, y eso fue muy costoso, sino que también tuvo que darle cierta cantidad de dinero al ex-comprador para que deshiciera el trato. Al final tuvo la impresión de que ambos hubiesen estado de acuerdo. Pero valió la pena aprovechar la oportunidad de vivir en la puerta de al lado de Kagome, aunque por el momento ella no lo sabría. Después de que la última caja estuvo lista escuchó su celular sonar y al atenderlo se llevó una sorpresa.

- Kikyo…

- Inuyasha, me alegra escucharte, hace mucho tiempo que no sé nada de ti.

- Sí… gracias… -guardó silencio por un momento pensando en que el número del identificador no era de larga distancia- ¿Estás en Tokio?

- Sí… tuve que venir, visito Japón dos meses al año y el viaje estaba programado justo para estas fechas. Inuyasha, partiste demasiado rápido… supongo que fue por Kagome –fingió un tono de preocupación.

- Sí… -pensó que la mujer espera algo más como respuesta pero desde esa noche que casi durmieron juntos no confiaba en ella como antes.

- Ustedes terminaron por lo de aquella noche –afirmó sin poder ocultar su frialdad esta vez.- Lo siento mucho, sé que la amas.

- Sí… pero voy a recuperarla, cueste lo que cueste…

- Sé que lo harás, te deseo suerte. ¿Estás trabajando con tu padre? –cambió drásticamente de tema.

- Sí, aunque quizás no por mucho tiempo.

- Espero que estés equivocado y nos topemos por ahí alguna vez. Tengo que irme… cuídate.

. Sí… tu… también.

La situación con ella era cada vez más extraña, la sentía diferente ya no era la mujer tranquila que se volvió su amiga con rapidez, ahora le inspiraba desconfianza sin razón aparente. Lo mejor sería alejarse un poco, no sólo por eso sino también porque si por error Kagome llegaba a enterarse de su presencia sería el último clavo sobre su ataúd.

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Algunos días pasaron tranquilos en los que cada quien seguía su rutina sin sobresalto alguno. Kagome empezaba a esperar sin admitirlo llegar al hospital para encontrar en reopción un ramo de flores siempre diferentes y leer una tarjeta en la que cada día veía las mismas palabras. "Te amo. No puedo vivir sin ti. Eres todo en mi vida". Sonría y guardaba la tarjeta en su bolso notando cada vez más cómo no podría resistirse a vivir sin Inuyasha.

Ese día al salir de uno de los cubículos pudo ver a una amiga suya entrando en el elevador para marcharse, intentó llamarla pero fue inútil, sólo escuchó las voces de dos enfermeras que murmuraban algo que le costó trabajo creer.

- Dicen que vino a presentar su renuncia.

- Es cierto, me dijeron que se va a mudar a otra ciudad

- ¿Qué no tenía algo con el Dr. Sesshomaru?

- Creo que no funcionó.

La sorpresa de Kagome fue demasiada pero evitó preguntar a las enfermeras a fin de no hacer el problema más grande.

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En una oficina bastante sobria entraba una mujer de cabellos negros y lisos, vestía una falda quizás demasiado corta pero igual a tantas otras que tenía, salud+o al hombre sombrío detrás de su escritorio y él no sorprendió de verla ya que cada vez que había oportunidad solían encontrarse.

- Me enteré que te vas a casar al fin con esa chica, no pensé que terminaras con tu otra novia.

- Fue algo necesario.

- Es tu reputación la que está en juego, no la mía. –comentó en tono casi burlón.

- Mi reputación es algo que no te incumbe. Pero dime ¿Continúas trabajando con Inu no Tashou?

- Sí, es un buen lugar, puedo manejar la empresa en el extranjero a mi entero antojo y si todo sale bien quizás también pronto a su hijo.

- Entonces esa fue la razón de tu visita a Japón, una vez que el mayor no cayó…

- Sí, Inuyasha es más fácil de manejar pero el muy tonto está intentando regresar con su prometida, claro que con tus enseñanzas fue fácil hacerlo romper una vez… el que no regrese será aún más sencillo.

- Nunca cambiarás…

- Sabes que no- respondió riendo con frialdad-. Lo único que lamento es que nuestros encuentros "personales" vayan a terminar, Naraku.

- Sabes que eso no es necesario…. –le dijo acariciando su mano sobre el escritorio.

CoNTiNuaRá...

Hello! Q onda, jeje espero que haya quedado bien el capi, la canción es She will be loved de Maroon 5. Muchas gracias por sus comentarios, me hacen muy feliz de verdad jeje.

Bueno ya me v oy, nos estamos viendo, y si tienen un minuto les pido un review, porfis cualquier tipo de comentario es bien recibido. Grax, byes!.