YoHo, a Pirate's Life for Me

Capitulo 3: El reencuentro

-Veamos que hay por acá…- decía Kairyu mientras investigaba dentro de una vieja caja, ablandada por la brisa marina y la humedad. Sacó un par de telas medio viejas y uno que otro artefacto de poco uso. –Te dije, Lobo Blanco, que guardamos demasiada basura-

-¿Me culpas a mí?- respondió Tala, arqueando una ceja. –Yo no soy quien guarda semejante cantidad de bochinches acá-

-Bueno, menos mal que decidí hacer una limpieza, ¿no te parece?-

-Ah sí, excelente idea, espero que lo disfrutes…- dijo, caminando hacia la puerta. Kairyu suspiró fastidiada. –No esperabas realmente que yo te ayudara ¿o si?-

-Me lo imaginé, por eso le pedí al Pegaso Llameante que me asistiera. No te molesta. ¿O sí?- le preguntó al pelirrojo que le imitaba calmadamente, hurgando entre viejas bolsas y cajas.

-No, Capitana, para nada- respondió con una sonrisa, tirando por la ventana un grillo que había sobrevivido de maneras poco ortodoxas en una de las bolsas.

-Entonces los dejo solos- terminó el ruso al salir del lugar y perderse de vista.

Se pasaron toda la mañana registrando toda la bodega con varias risas y recuerdos alegres al ver uno que otro objeto. Raúl sacó una carpeta y la ojeó rápidamente, intrigado de lo que encontró en su interior. -¿Capitana?-

La peliverde estaba inclinada sobre una caja, por lo que su voz se oyó en eco. -¿Mande?-

-¿Son acaso estos los dibujos que yo le hacía cuando era más pequeño?- preguntó, pasándole la carpeta. Kairyu sacó la cabeza de donde la tenía y miró con alegría todo diseño que Raúl alguna vez le regaló. –Oh sí, todos y cada uno de ellos, si tenemos suerte-

-¿Y por qué los conservó? Sinceramente los veo horribles-opinó, dándole vuelta a uno para encontrarle forma.

La peliverde le pidió cortésmente el dibujo de vuelta. -Siempre me gustó la composición de tus dibujos…-

-Pero los coloreaba bastante mal, ¿no le parece?-

-Oh mira, una maza… ¿Qué diablos hace una maza en el barco?- interrumpió Kairyu, evadiendo elegantemente la pregunta.

-¿Una maza?- repitió el pelirrojo, viendo como la joven levantaba una cadena y en el extremo de esta había una esfera de hierro con amenazantes y peligrosos picos saliendo de la misma. Era un arma de combate sangriento. -¿Qué eso no es medio peligroso?-

-Si no sabes usarla… ¡claro que lo es!- le respondió.

Cerca de la una de la tarde Raúl encontró un extremadamente viejo pedazo de madera en la esquina más remota y escondida de la bodega. No había sido víctima de los insectos todavía pero tenía una notable capa de moho creciendo sobre ella. Parecía ser una especie de tablero de puntaje, tenia tres pares de iniciales grabadas y abajo seudónimos de los mismos. Raúl pasó sus dedos en las hendiduras; "PP", "TV" y "KH" eran las iniciales y abajo decía "Dragón Marino", "Lobo Blanco" y "Fénix Carmesí", respectivamente. Dado que el pelirrojo no entendía su significado, se dignó a preguntar. -Capitana, ¿qué es esto?-

Kairyu volteó descuidadamente hacia él para ver a qué se refería. Al ver el pedazo de madera, se lo arrebató con rapidez. -¿Dónde lo encontraste?-

-Ahí en la parte trasera- respondió él.

-…- La peliverde miró pensativa el tablero y luego suspiró profundamente, tal vez demasiado. –Son malos recuerdos que duele relatar… si realmente quiere saber pregúntale a Brooklyn porque no me siento en condiciones de contar esa vieja historia…-

Afortunadamente, Emily entró en el lugar justo a tiempo para romper el pesado e incómodo silencio que se había apoderado de la estancia. –Capitana, ¿qué cantidad de pescado quiere que pesquemos?-

-Oh cierto, hoy es día de reabastecimiento. Bueno, vamos, les ayudaré y después hacemos el cálculo- ofreció, saliendo con ella hacia la cubierta. El impecablemente vestido Brooklyn entró unos minutos después, sonriendo como siempre. – ¿Qué te atormenta, Raúl?-

El español apretó el tablero entre sus manos y desvió la mirada, no del todo seguro si debía preguntar o no. La Capitana le hizo la sugerencia, después de todo… -¿Señor Brooklyn?-

-¿Deseas preguntarme algo, Raúl?- dijo el otro, casi leyendo sus pensamientos…. ¿o realmente lo estaba haciendo?

-Este… sí… yo… me preguntaba su vuestra merced sabría… algo sobre este tablero de puntaje…- tartamudeó, pasándoselo al otro pelirrojo con nerviosismo. –La Capitana dijo que podía preguntarle pero si no desea responderme lo entenderé-

-Como era de esperarse, ella no te va a negar algo… y yo tampoco debería entonces- le dijo suavemente, mirando las marcas. -¿Alguna vez oíste hablar sobre el Fénix Carmesí y de cómo cegó a la Capitana?-

Raúl negó infantilmente y se acomodó para escuchar la historia que le iban a relatar. –Cuando el padre de la Capitana Kairyu aún vivía, solo estábamos cuatro jóvenes de la tripulación actual en la de él. Ambos capitanes de este barco, mi persona y otro joven conocido como Kai Hiwatari. Ruso al igual que Tala, poseía el poder sobre el fuego. No lo tomes personal, pero su nivel era realmente impresionante, comparado a lo que he visto en mi vida- comenzó, acariciando el cuello de su perico acompañante. –Él, Tala y Kairyu crecieron juntos bajo la tutoría de la antigua tripulación y mejoraron con el tiempo, como era de esperarse-

-¿Kai Hiwatari? Era mencionado muy seguido en Barcelona, especialmente en el área bancaria-

-Sí, eran sus robos preferidos, los bancarios. Una vez que el Fragmento de Plata pasó a manos de la Capitana, nos dimos el lujo de atacar cuanta cuidad se atravesara en nuestra ruta. Amansamos una fortuna envidiable, especialmente los capitanes… pero estábamos ignorando un pequeño detalle-

-¿Cuál detalle?- preguntó Raúl al borde de su asiento, interesado más allá de su propia conciencia.

-Pues se dice que en los siete mares, siete marineros representan cada uno a un pecado capital, tal vez alguna vez oíste esta historia de King o Bryan-

-Sí, a veces comentan durante la cena cuál podrían representar ellos-

-Bueno pues en ese momento, nosotros ignoramos por completo ese viejo cuento, pero no pasó mucho tiempo hasta que este viniera a reclamar su lugar en nuestra mente. Con cada golpe que dábamos, Kairyu y Kai se volvían más sedientos de riqueza, no satisfechos con todo lo que ya poseíamos. Ambos estaban desarrollando una preocupante…-

-Avaricia- terminó el español, mirando por la puerta. Ahí se podía ver a Kairyu quitándose su desgarrada blusa azul y revelar otra mucho mas pegada sin magas color blanco. Conversaba alegremente con Mystel, Emily y Mariam antes de que todos se zambulleran en mar abierto para pescar la comida de la temporada. Era difícil imaginar que alguien así fuera a representar la Avaricia.

-Así es. Cierto día logramos tomar posesión de una gran cantidad de oro al oeste de África y puedes imaginar la pelea que se armó entre ellos dos. Muy a pesar de que fueran grandes amigos y compañeros, su duelo llegó a ser a muerte. Kairyu, con la única idea de conseguir el tesoro, le clavó su espada fieramente en cualquier parte vital que pudo dañar. Kai no se cruzó de brazos y le hizo cortes muy profundos en las piernas para evitar que se moviera pero al final, fue ella quien dio el golpe de gracia. Su sable perforó el corazón del Fénix Carmesí y cortó la aorta. Podrías imaginarte el pozo de sangre que se formó a su alrededor...-

-Sí, pero eso no explica eso de que la Capitana esté ciega… es decir, ella puede vernos, ¿o, no?- replicó Raúl con intriga.

-Bueno sí, pero no me refiero a ese tipo de ceguera. ¿Me vas a decir que nunca te diste cuenta que ella no ve en colores?-

-¡Ah, no?- exclamó el joven con obvia sorpresa, luego recordó lo que Kairyu le había dicho hace un rato, o más bien la pregunta que no le respondió. Se había dado el lujo de desviar el tema y él ni cuenta se había dado. –Pero… ella sabe de que color es el mar, o los atardeceres, ¡incluso el de mi cabello! ¿Por qué dices que no puede verlos?-

-Es psicológico. Cuando ella cortó la aorta de Kai, un poco de su sangre cayó directamente en los ojos de la Capitana. Según ella, desde ese día no puede ver los colores del mundo como castigo por representar la Avaricia… y lo de tu cabello es porque King se lo dijo-

Raúl se quedó pensativo después de tanta información, asimilándola detenidamente. Miró entonces la tabla de puntaje que todavía seguía en su presencia. –Es obvio que Kairyu ya no llama a nadie por su nombre y lo hace por su propia seguridad- le dijo Brooklyn, dando de comer a su perico.

-No entiendo- replicó el otro. -¿Qué tiene que ver?-

-Pues… ella fue quien bautizó a Kai como el "Fénix Carmesí" y como lo mató, decidió llamar a todos con un seudónimo referente a la bestia que llevan dentro para nunca olvidar el error que cometió ese día-

Afuera, Kairyu, Mystel, Emily y Mariam ya estaban de nuevo sobre cubierta con grandes redes llenas de pescado, moluscos, crustáceos, etc., y comparaban para ver quién había conseguido el mejor botín.

-Ash, me sorprendes, Sabia Caimán- decía la peliverde al observar las presas de Emily. –¡Hasta agarraste un tiburón tigre!... momento, ¿hasta donde te fuiste a pescar?-

-Ah…elemental estimada Capitana, salí un poco del Peñón de Gibraltar- respondió ella.

-Ya decía yo... pero no importa, mejor la verdad-

-¿Adónde desea que los llevemos?- preguntó Mariam, cargando su red. Kairyu le señaló el interior de la cubierta. –En la cocina, ya saben póngales mucha sal para que se conserven-

-¡Sí, Capitana!- respondieron los tres al unísono mientras cumplían su orden, además de un agregado que ella misma hizo. –¡Y traigan cerveza para todos, tenemos tiempo sin celebrar!-

Con más ganas se retiraron los tres aludidos mientras Kairyu buscaba su deshilachada blusa azul y se la ponía de nuevo. Una vez terminó, caminó hasta la parte del barco donde se ubicaba el timón y se sentó frente a él. –Ahh, Viejo Fragmento, tanto tiempo en alta mar me hizo olvidar que hoy hace ya ocho años que te tengo a mi lado…- y comentarios de este tipo le daba la vagabunda Capitana a su navío, expresando su mayor cariño con ocasionales comentarios sobre aventuras fallidas y problemas con …¿las gaviotas?. –Malditas aves de mala muerte, siempre me picotean el casco por todos esos animalitos que se pegan a él…-

-Kairyu- interrumpió la autoritaria voz de Tala. –Toma tu vulgar cerveza, Dragón Marino-

-Obrigada, estimado Tala, ¿no vas a cantar con nosotros?- le preguntó, tomando la jarra del espumoso líquido y dándole un elegante sorbo.

-Por supuesto que no, fue la cortante respuesta, antes de apoyarse en el barandal al otro lado de donde la peliverde se ubicaba. Más tarde aparecieron Brooklyn y Raúl en el lugar, por lo que Kairyu levantó la jarra y llamó a los demás piratas de la embarcación a cantar. -¡A ver si recuerdan como va la canción!... Yo ho, yo ho, a pirates life for me…-

-We pillage and plunder, we rifle and loot,

Drink up me hearties, yo ho- cantó primero King para seguirle el juego a su estimada Capitana, levantando su cerveza con alegría.

-We kidnap and ravage and don't give a hoot,

Drink up me hearties, yo ho- continuó Queen sonriendo con un poco de malicia.

- We exort and pilfer, we filch and sack,

Drink up me hearties, yo ho

Maraud and embezzle and even highjack, yo ho

Yo ho, yo ho a pirates life for me- cantaron los dos a dúo en un tono muy alto para contagiar al resto.

-We kindle and char and inflame and ignite

Drink up me hearties, yo ho

We burn up the city we´re really a fright

Drink up me hearties, yo ho- entonaron ahora Bryan, Sergei y Zeo, mejorando cada vez más la atmósfera sobre el temido barco pirata.

En otro lugar del Mediterráneo, no muy lejos de ahí, el Marriela navegaba entre un poco de neblina y una brisa de aire frío bastante intranquilizadora. Alex y Julia entrecerraban los ojos, intentando ver más allá de lo que la bruma les quería permitir.

-No lo comprendo. Hace poco el sol brillaba y el aire era fresco y salado, ahora me da la impresión de que entramos a un pantano gigante- comentó la española mirando hacia la mar.

-Es una buena señal,- respondió Alex muy distraídamente, con el completo control sobre el timón. –se dice que para ocultarse, los piratas del Fragmento cubren sus alrededores con este tipo de trampas climatológicas para evitar ser pillados, muy ingenioso si me lo preguntas…-

-Entonces, ¿Cómo vamos a hacer para encontrarlos?-

-Fácil, Max ha estado usando su poder para buscarlos. De esa manera hemos podido seguir un curso relativamente acertado-

-Sabéis más sobre el uso de poderes que yo, explícate por favor-

-Ah, cierto. Verás, Max puede usar sus habilidades para manipular a la vida marina… bueno, en realidad, si bestia mitológica está en el mar manipulando la vida marina… pero tú entiendes-

-¿Así es como funciona?- preguntó Julia con cierto asombro. Alex asintió. –Claro que es diverso para cada elemento. En tu caso, me parece que podrías controlar la dirección de los relámpagos, pero no sabría decirte…-

Un enérgico rubio y un pelinegro chino subieron hasta la cubierta superior donde ellos conversaban. –Alex, están a menos de 800m de nosotros- informó Rei con calma.

-¿Qué vamos a hacer?- preguntó Max rápidamente. –Tenemos tanto tiempo de estarlos buscando que ya olvidé para qué era que lo hacíamos-

-Bien, primero que nada, por favor díganle a Michael que tenga los cañones listos, no sabemos cómo puede reaccionar el Fragmento. Segundo, adviértanles a los demás que si no desean participar en cualquier actividad con los piratas, que se mantengan bajo cubierta-

-Está bien- aceptaron los dos antes de irse. Seguidamente el peliverde regresó su vista a la joven que lo acompañaba. –Respecto a ti, mantente tranquila-

-¿Y a qué viene ese comentario?- bufó Julia, un tanto ofendida. Se cruzó de brazos mostrando su reproche.

-Se nota que eres una persona de carácter fuerte e impulsivo así que nada más te pido, por tu propio bien, que te mantengas bajo control cuando los veamos-

Seguidamente, Alex dejó el timón y juntos bajaron hacia la cubierta principal, donde el joven tomó una vieja capa que colgaba de un clavo y se la colocó sobre los hombros y la cabeza.

-Os veis un tanto ridículo, si me permites opinar- le dijo como relativa venganza por el comentario anterior.

-Tal vez, pero no puedo arriesgarme a ser reconocido por alguno de esos piratas antes de tiempo- contestó sin tono particular, y acomodando la capa.

A lo lejos ya se podía distinguir la silueta de un navío, por lo que el resto de la tripulación del Marriela comenzó a congregarse sobre la cubierta, excepto por Michael y alguno que otro que se quedó bajo ella listos para disparar, en el caso de que fuera necesario. Con cada metro que avanzaban, las voces provenientes del Fragmento eran más fuertes y tal vez menos entendibles.

Sobre la embarcación pirata Kairyu cantaba con alegría, mirando de reojo hacia su espalda como un barco se acercaba. Brooklyn le sonrió antes de hablar. –Capitana…-

-Sí, los noté hace rato pero quería ver qué pretenden acercándose tanto. Pegaso Llameante, Brooklyn, Dragón Inorgánico, vayan bajo cubierta y alisten los cañones, disparen sólo a mi señal-

Los tres asintieron y se retiraron, el resto observaba al Marriela acercarse, todavía bebiendo cerveza y tarareando cierta tonada. Quedaron lado a lado los navíos y las tripulaciones se examinaban con detenimiento.

-¿Quién osa acercarse tanto al Fragmento de Plata?- dijo Tala con un notable aire de superioridad que mejoraba la atmósfera a favor de los suyos.

-La tripulación del Marriela- respondió Alex tranquilamente. –Tenemos asuntos pendientes con ustedes-

-No conozco sus caras y su barco parece ser robado de la Marina Real, ¿qué les hace pensar que nos importa?-

-Más de lo que te imaginas. Queremos hablar con la Capitana-

-Yo también soy Capitán de este barco, marinero-

Julia alzó la voz al hablar. -Pero no tenemos problemas con usted-

-Regresen a casa, no tienen nada que hacer aquí- interrumpió Kairyu sin verlos siquiera, mirando hacia la inmensidad del mar.

Fuera planeado o no, bajo la cubierta del Marriela, Miguel jugaba descuidadamente con la mecha de un cañón, y dado que él también era un pirómano, la encendió. No logró apagarla a tiempo y una bala fue disparada.

-¡No!- gritó Alex al darse cuenta de lo sucedido y miró, impotente, como la bala derribaba uno de los mástiles terciarios del Fragmento y caía al mar. Un silencio sepulcral se apoderó de todos mientras la peliverde daba lentamente la vuelta y caminaba hacia el borde de su cubierta superior.

-¿Cómo se atreven, porquerías marinas, a atacar mi barco y dañarlo! ¡Este barco es mi tesoro, mi Dios y mi libertad, y NO DEJARÉ QUE UN MONTON DE PERROS DE AGUA DULCE, CON HABILIDADES MEDIOCRES Y UN NAVÍO COSTERO SE BURLEN DE ÉL!- gritó Kairyu con un odio notable, lanzando su jarra hacia el barco enemigo con furia. –¡Piratas del Fragmento de Plata, hoy beberemos sangre!-

Toda la tripulación pirata desenvainó sus sables y espadas, además de cargar sus revólveres y reír maliciosamente. Raúl, bajo cubierta, podía ver como el mar se violentaba pacientemente y tuvo la impresión de ver dos ojos carmesí nadando bajo la superficie. Brooklyn lo sacó de sus pensamientos y le dijo que se preparara, porque siendo el único pirómano a bordo, sería esencial para el manejo de los cañones. Comenzó la invasión del Marriela con arponazos y disparos, ser uno de sus tripulantes era ahora un riesgo. Mathilda, Mónica y Mao siguieron las instrucciones de Alex y se refugiaron con Michael, quien asumió la responsabilidad de bloquear el paso hacia sus municiones.

En uno de los tantos combates uno-a-uno que se llevaban a cabo, Alex debía arreglárselas con Tala. Ambos altamente entrenados en el arte de la espada, no estaban acertando lo suficiente en su oponente. No fue hasta que el peliverde se arrinconó a sí mismo contra el mástil del Marriela que Tala pudo rasgarle el brazo y hacerlo sangrar, sin mencionar que le quitó la capa. –Esto es inesperado- dijo con sarcasmo el pelirrojo.

-Tiempo sin verte, Tala- le respondió, tomando la capa de nuevo y colocándosela.

-Lo mismo digo, Alex- le dijo, antes de seguir con el combate. Por razones impulsivas de la vida, Julia se unió al apogeo y mantuvo un combate decente contra el ruso, pero no lo suficiente. Kairyu se dio el lujo de caer del mástil para darle duro en la cabeza a Julia con el mango de su espada. -¿Interrumpo la fiesta?-

-Para nada, más bien colaboras con la diversión- dijo Tala con una sonrisa en su rostro, lo que indicaba que su instinto de depredador se había despertado. –Te dejó a este par, te sorprenderás con ellos-

La peliverde le tomó la palabra y miró a Julia inconciente en el suelo. –Quién lo hubiera dicho, con razón me estaba buscando-

-Y no sólo ella- dijo Alex al atacarla con su sable. –Tengo mucho tiempo tras tu pista-

-¿Ah, sí? Pues por fin se te cumplió tenerme cerca, ¿no es así?- dijo contraatacando y bloqueando el ataque. –Es un privilegio, deberías sentirte honrado-

-No lo creo, tenerte cerca es un derecho que me fue negado-

-No te entiendo, perro de agua dulce, pero como eres Capitán de la embarcación que osó atacar la mía, no importa- contestó al lanzarlo hacia atrás y robarle la capa que lo cubría. Abrió sus ojos en completa sorpresa y se detuvo en su lugar. Luego retomó su expresión de "soy una pirata que puede robarte la vida". –Curioso, curioso. Tienes los ojos de mi padre-

-Y tú el cabello de mi madre,- replicó Alex, conciente de haber sido reconocido. –Cualquiera diría que somos hermanos, Punkelia-

-Kageryu, mi adorado hermanito, Kageryu. Cómo pasa el tiempo-

-Punx, tengo un favor que pedirte-

En el momento que lo dijo, Kairyu cayó herida sobre la cubierta, un sable amenazando con atravesar su hombro. Lo curioso era, a decir verdad, que el sable parecía estar rodeado de relámpagos y le daba intermitentes descargas eléctricas a la joven peliverde. Mientras ella permanecía de cuclillas, intentando sacar la espada de su ser, Julia corrió hacia Alex para verificar su estado. -¿Estáis bien?-

-He estado mejor, definitivamente- dijo, apoyándose en ella. –Tripulación del Marriela, retirada, ¡RETIRADA!-

-Capitana… Kairyu, ¿estás bien?- preguntó un mortificado King, cargándola. –Necesitas ayuda inmediata-

-No-o te preocupes- le respondió, irguiéndose. Una descarga hizo que torciera un brazo involuntariamente. –Sólo necesito un poco de azúcar y estaré lista-

-El Capitán de este barco ha ordenado la retirada, ¿Qué quieres que hagamos?-

-Dejarlos partir, pero primero derriben sus mástiles y hagan un agujero en la quilla. Nadie sale ileso de un sacrilegio hacia mi barco-

-Entendido, ahora vamos, realmente estás sangrando mucho-

-Está bien, está bien… mami… ja ja ja- dijo entre sonrisas, mirando a King. –Carnero Celeste, espero que Lobo Blanco no te haya oído hablándome de "tú", ya sabes como se pone-

Dicho y hecho los piratas abandonaron el Marriela y regresaron a su barco, sólo para disparar sin compasión hacia los blancos designados por la Capitana. Tomó su tiempo que los dejaran en paz, dado que Mariam y Sergei se estaban divirtiendo al manipular la marea y hacer que grandes olas los atacasen.

-¡Ostias! ¡Piratas de mala muerte, espero que vuestra Capitana tenga una hemorragia!- blasfemaba Julia, alzando su puño y gritando a todo pulmón.

-Cálmate ya, mi estimada española, que les hemos hecho mucho daño hoy, y viceversa- dijo Alex con una gota de sudor surcando su frente. Muy dentro de su ser lamentó que ella dijera eso sobre Kairyu, su hermana. Julia había escuchado su conversación con ella, pero se negaba a asimilarla todavía. Alex tendría que esperar. Suspiró mientras miraba la luna que se asomaba en el horizonte.

En el Fragmento, todos se ocupaban de las diversas heridas que tenían y de comer un poco, dado que el esfuerzo causaba hambre. Muchos habían logrado robar provisiones y demás objetos del barco enemigo. Entre todo ese furor post-batalla, sólo Brooklyn, Kairyu y King se encontraban en las habitaciones.

-Aquí está el azúcar que me pediste, ¿para qué lo querías?- preguntó King con curiosidad.

-El azúcar ayuda a coagulación de la sangre y el cierre de las heridas- le respondió la peliverde, echando algo del polvo sobre su hombro y suprimiendo un gesto de dolor.

-¿Desea que la vende ahora, Capitana?- ofreció Brooklyn con mucha paciencia.

-Te estaría agradecida… Sino, la Policía de Barcelona se burlará de mí cuando vayamos a atacar-

-¿Iremos a Barcelona? ¿Para qué?- escupió el albino con rapidez.

-Tengo un favor que cumplir a un habitante de ahí-

-¿Cuál?-

-No lo sé, es lo primero que debo averiguar cuando lleguemos-

Y dicho esto, Kairyu se acostó sobre su cama, guardándose sus quejidos y les deseó a ambos buenas noches y un buen viaje a la tierra de los sueños. Era lo que ella se deseaba personalmente también….

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-

He aquí el capitulo tres. Primero que nada, tendrán que disculpar mi retraso. Me molesta, tanto como a ustedes, no tener el tiempo necesario para poder actualizar rápido pero me temo que cometí un error con esta historia. Escogí un mal tiempo para comenzarla (entiendan que tuve exámenes en julio-agosto y ahora en octubre-noviembre). Ojalá les haya gustado tanto como me gustó a mi escribirlo n.n

Sacris: casi adivinaste este capi:P si todavía quieres ser el perico pues yo no te detengo XD en cuanto a lo de Pingüinos Marinela….aquí tmb los venden! XO son deliciosos jajaja Danke x leer amiga mía!

Clow: mi estimado Clow! Sabes cuanto lamento haberte hecho esperar pero aquí esta y espero que te guste tanto como esperabas! Grazie x leer, bello!

Auras: bno que deseas que haga con respecto a tu odio por Julia? Jeje a mi me cae bn, es la más independiente pero "Opinion: to each, his own". Obrigada x leer!

Janawo: mis disculpas, sí me demoré, pero realmente no deseaba hacerlo. por favor discúlpame. Ojala te haya gustado n.n Arigatou x leer!

Rosita: pues yo tmb adoro a Raúl, es lindo y pelirrojo! o¬o tmb te ruego disculpas a ti por durar tanto pero los exámenes son malos para la salud, cof cof cof…. Merci beacoup x leer