YoHo, A Pirate´s Life For Me

Capitulo 4: Estragos

Un ojo de amatista se abrió de pronto en aquella habitación invadida por el sol. El aire tenía un denso aroma a sal y humedad, muy propio de la vida en el mar. Kairyu quiso acomodarse un poco para seguir durmiendo pero notó que tenía un peso encima. Su único ojo abierto se posó sobre el inmóvil cuerpo de King, quien aparentemente se había quedado ahí para cuidar de ella. –Algún día, Carnero Celeste, sabré por qué…-

Quiso estirar sus brazos para así despertar su cuerpo, pero un agudo dolor en su hombro izquierdo la hizo reconsiderar. –Auch, auch, mala idea, ¡mala idea!-

Decidió tenderse ahí a la espera del despertar de su albino compañero, que por suerte no tomó mucho tiempo. King rodeaba con su brazo la cintura de la Capitana y en un momento dado se abrazó a ella. Pareció darse cuenta de que estaba haciendo algo peculiar por lo que abrió sus orbes carmesí de golpe y se cayó de la cama. Un rubor furioso se apoderó de su rostro mientras veía a Kairyu erguirse en su cama vistiendo apenas una camiseta corta pegada al cuerpo y un pantalón corto. –Ehh yo… capitana…-

-Buenos días para ti también, Carnero Celeste- fue lo que ella respondió con una de sus raras sonrisas mientras se ponía de pie. Buscó su ropa en el improvisado armario de habitación y se la puso. Luego salió de ahí casi olvidando que King seguía ahí. –Oye, ¿no piensas desayunar?-

Era tranquilo el día, sin reflejar todo el ajetreo que ocurriría más adelante. Tala parecía un poco ansioso y no le prestaba mucha atención a su comida. –Según tú, ¿Cómo vas a entrar a Barcelona, sin ser detectada ni perseguida, para buscar a Alex?-

-Aún no lo sé, pero ya se me ocurrirá algo… ¡Emperador del Mar!-

Mystel le dedicó una radiante sonrisa. -¡Buenos días!-

-¿Quieres ir con nosotros a Barcelona hoy, o prefieres quedarte en el barco y asolearte un poco?-

-Difícil decisión, capitana… ¿Cuál es nuestro asunto en ese lugar?-

-Devolución y diversión, Emperador-

-Hmm… está bien, suena como un buen plan-

Raúl entró al comedor acompañado del perico de Brooklyn. Alguien lo llamó de afuera y le tiró un trapo sucio a la cara. Risas crueles se escucharon sobre la cubierta. El pelirrojo suspiró vencido al levantar una mano para quitarse la tela de la cabeza pero Kairyu intervino. –Pegaso Llameante, eres un genio-

El español arqueó una ceja ante la declaración y se mantuvo inmóvil. La peliverde volteó hacia Tala y sonrió. –¡Míralo nada más! Con sólo entrar aquí ya nos ha dado la respuesta para tu pregunta, Lobo Blanco-

-Kairyu, creo que deberías dejar de beber tanta cerveza. Te está causando ebriedad permanente-

-Ja ja, muy gracioso Lobo Blanco- dijo ella con sarcasmo. –Dado que tu obviamente cerrada mente no puede sacar la solución, tendré que decírtela yo-

-Soy todo oídos- respondió, ahora si comenzando a comer. Parecía estar más tranquilo ahora.

-Ocultaremos nuestras identidades como un buen pirata siempre lo hace-

-Con engaños, aja…-

-¡Claro!... Pegaso Llameante, ¿verdad que tenemos un baúl lleno de nuestras compras en Oriente Medio?

-S-sí, está debajo de su cama, ¿por qué lo pregunta?-

-Nah, por nada en especial-

XXXXXXXXX

-Embustero- era la única palabra que Julia se dignaba a dirigirle.

-No seas exagerada- decía el aludido bebiendo un poco de su vaso. La "Gaviota Parlanchina" estaba decentemente poblada para apenas ser las once de la mañana. Había otros miembros de la tripulación del Marriela en el lugar, entre ellos Max, Rei, Lee y Michael.

-Me habéis mentido- reprochó, dándole la espalda.

-No, no, no. A ver Julia, no te he mentido ni una sola vez desde que nos conocimos-

-¡Pero sois hermano de la piratucha y no me lo habéis dicho!-

-Julia, esto te sonará estúpido pero… ¡tú no me lo preguntaste!- dijo Alex, elevando sus manos en el aire. –Yo te hablé de mi razón, de por qué estaba buscando a mi padre y qué era lo que quería de él. No es mi culpa que no hayas imaginado que ella y yo somos hermanos-

-Hmf- bufó Julia, sin mirarlo siquiera. Alex giró los ojos en sus órbitas y dejó el tema por el momento. Desvió su mirada hacia la puerta, por la cual ingresaban cinco policías armados.

-Mantente frío, Hitoshi- le murmuró el peliverde al japonés, aunque no parecía ser necesario. Hitoshi estaba congelado en su lugar y no planeaba moverse pronto.

-Jurgen- dijo Alex al bajar un poco su cabeza. –¿A qué debemos el honor de su presencia?-

-Nada en especial- respondió el alemán sin tono en particular. –Procedimiento de rutina-

-Tú, tal vez- dijo un pelirrojo de mala gana. –Yo quiero una cerveza, y rápido-

Más veloz ni un relámpago porque Hitoshi ya tenía la jarra lista y bien fría. Johnny bebió un largo sorbo y casi acabó con el contenido del envase antes de recorrer con la mirada el local. –Es más aburrido que la comisaría-

-Claude- interrumpió la voz de Ralph. –¿Cuál fue el reporte que recibimos hoy en la mañana de Córsica?-

-Ehm…- dijo un joven de cabello gris antes de responder apropiadamente. –Un enfrentamiento entre navíos, uno de ellos era pirata-

-Nos dijeron además que uno parecía ser de la Marina Real…- agregó el de más alto rango, una indirecta para Alex.

-Ah, sí- contestó este con tranquilidad. –Tuvimos un roce con el Fragmento de Plata en el viaje inaugural-

-Mamma mia!- exclamó Giancarlo. –Creí que esa embarcación ya había sido eliminada en el Mar del Norte-

-Non, los escandinavos sólo consiguieron dañar una de las cubiertas, pero nada definitivo- aclaró Oliver con un tono superior.

Por casualidades de la vida, Julia volteó hacia las ventanas de la cantina y vio a un perico esmeralda situado en una de ellas. Le pareció curioso porque en esa área geográfica no eran nativos. Unos segundos después, el ave alzó vuelo y se retiró. Los policías se disponían a marcharse cuando alguien abrió la puerta y dio paso a cinco singulares personas. Dos jóvenes vestían elegantes uniformes que delataban su aristocracia. Uno de ellos, el más alto y pelirrojo, tenía un perico posado en su mano derecha. El otro, un albino, custodiaba de cerca de otro de los individuos que habían entrado con ellos. Acompañaban a quienes parecían de origen árabe, dado que sus rostros eran cubiertos sutilmente por telas blancas. El último individuo era lo que se llamaría un bufón. Era rubio y un antifaz le cubría los ojos. Sus coloridas ropas alegraban el ambiente con cualquier movimiento.

Una de los árabes era, evidentemente, una mujer a quien la ropa sólo le cubría necesario. Tenía incontables accesorios y joyas por todo el cuerpo y su cabello verde caía en cascada por su espalda. A su lado estaba un joven de menor edad y menos alto. A él las ropas sí le cubrían casi todo el cuerpo y lo único visible a simple vista eran sus esmeraldas de limón. Los cinco hicieron una reverencia ante los cinco policías y esperaron el mismo gesto de vuelta, cosa que no ocurrió.

-¿Quiénes son ustedes?- escupió Ralph.

-Viajeros- respondió el albino de mala gana. -¿Es ilegal ahora?-

-Puorquoi…?- comenzó Oliver en su natal francés pero la mujer árabe le interrumpió. –Mi padre, el Barón de Ibelin, me ha entregado en matrimonio a este caballero- su acento era suave y musical, muy propio del Medio Oriente.

Abrazó cariñosamente al albino, quien apretó los dientes para no sonrojarse vorazmente. La peliverde continuó. –Mi hermano menor me ha acompañado para asegurarse de que viviré plenamente en su castillo-

-Si hay algún problema, nos iremos pronto de todos modos. Nada más pasábamos por una bebida- aclaró el pelirrojo con una sonrisa atractiva pero a la vez desconcertante.

-Pueden quedarse- aseguró Ralph. –Pero si me entero de que han venido para arreglar asuntos con su Majestad, no dudaré en cumplir con su ejecución. Vámonos-

Los otros cinco respondieron un "si" unánime y se retiraron después de su superior. Hitoshi, Alex y Julia estaba boquiabiertos, sin reaccionar ante la escena. Apenas la policía estuvo fuera de vista, los cinco extranjeros suspiraron aliviados.

-Dios, se suponía que la policía se hacía cada vez estúpida con agentes ingleses pero por supuesto, nos tiene que tocar el comandante alemán a nosotros- dijo la mujer peliverde, con un acento completamente diferente al que había demostrado antes. De hecho, su acento se parecía un poco al de Alex, de alguna manera u otra.

-Ehm… podrías… este…- tartamudeó el albino al desviar la vista.

-¿Qué? Pensé que te agradaba mi compañía- reprochó con burla la peliverde antes de voltear hacia la barra. –¡Hitoshi! ¿Qué pasó con nuestras acostumbradas cervezas de bienvenida?-

-Creo que a estas horas de la mañana, somos su peor pesadilla- dijo Mystel mientras hacía unos malabares con unas naranjas que tenía a mano. Los otros cuatro rieron.

El japonés no se movió. Parecía que algo en los recién llegados le daba muy mala espina. –Onii-san- lo llamó su hermano Takao, pero al ver que no reaccionaba le sirvió él mismo las bebidas.

-Arigatou- agradeció la falsa árabe con una pequeña reverencia. Unos segundos más y Alex entró en razón. –PUNKELIA-

-¿Punkelia?- repitió Julia alarmada. –¿ERES ESA PIRATA?-

-¿Cuál es la razón para que me griten, no entiendo?- preguntó con calma, dando un sorbo a su cerveza. Puso su mano sobre la cabeza del otro farsante vestido de árabe y le susurró unas palabras de calma. –Dale tiempo al tiempo, equus diptero-

El joven asintió y se sentó al lado del albino. –Pero… no tenéis esa extraña marca negra sobre el ojo izquierdo-

-"Perdona a tu enemigo pero nunca lo olvides"… creo que aplica a tí-

-YO NO TE HE PERDONADO NADA, PIRATA SINVERGUENZA-

-¿No es maravilloso lo que puede hacer la exageración del maquillaje del Medio Oriente?- comentó Kairyu corriendo, con una sonrisa muy amigable, un poco del producto y dejando ver una mancha negra. Julia se acercó a ella pisando fuertemente y con un aire electrificado (literalmente) a su alrededor. La capitana se puso de pie y se fue a refugiar detrás de uno de sus acompañantes. –¡Señor Brooklyn, dígale que la violencia no resuelve nada!-

Alex se rió fuertemente en su sitio al ver la escena. Su hermana era la pirata más temida de los siete mares, pero cuando no buscaba pelea era realmente cómica. Los demás presentes parecieron querer ignorar por completo lo que acabanan de oír, aunque Rei y Lee comenzaban a murmurar entre ellos con ocasionales miradas hacia los piratas. King y Raúl arquearon una ceja, pero no se movieron de su lugar. –¿Por qué ella sí llama a Brooklyn por su nombre y no por un adjetivo calificativo para su bestia mitológica?-

-La criatura que protege a Brooklyn no debe ser tomada a la ligera. Ni Kairyu habla de ella como si lo hiciera del clima-

Alex se acercó a Julia y le pidió amablemente que tomara asiento, cosa que la española no quiso hacer sin antes darle un buen golpe a la pobre Capitana.

-Siempre tan diplomático, Alexander- comentó Brooklyn, viendo como su perico se posaba en la barra del bar y dejaba un par de monedas como pago.

-Oe, Hitoshi- llamó Punkelia "Kairyu" Preto al japonés. -¿Cuándo tendrás el próximo embarque de opio? Hokkaido es impaciante-

-Hai…- respondió con un hilo de voz el aludido. -El próximo mes estará aquí-

-¡Tu narco-conexión es mi hermana?- exclamó el peliverde con un poco de angustia-

-S-sí…-

-¿Por qué no me lo dijiste! ¡Me pude haber ahorrado muchos de esos inútiles viajes tras su pista!-

-Yo le dije que mantuviera el acuerdo en secreto- explicó ella, jugando con una joya en su frente. –Podrían matarlo si le dijese a alguien-

-Bueno, ahora eso no es lo importante. ¿Qué has venido a hacer a Barcelona, donde puedes ser capturada tan fácilmente?-

-Error. Nosotros los piratas no podemos ser capturados sin ayuda- intervino King.

-"Punx, tengo un favor que pedirte"- repitió la pirata. –No recuerdo ni una sola vez en que me haya negado a algo que meu pequenho irmão me haya pedido, y no voy a comenzar ahora-

Alex sonrió complacido y asintió. –Minha irmã, você pode devolver a Julia isso que ela tem perdido ha muito tempo?(Mi hermana, ¿usted podría devolver a Julia eso que ella perdió hace tanto tiempo?)-

Ella asintió, y volteó hacia Julia, quien intentaba fulminarla con la mirada desde hacia ya un tiempo. –Si me vas a agredir, agradecería que no fuera en el hombro-

-¿Qué habéis dicho?-

-Se nota que quieres hacerlo así que no opondré resistencia. Sólo no lo hagas en mi hombro; ya es suficiente con la herida que me hiciste durante nuestro pequeño combate-

Julia la miró en silencio unos momentos, pensativa. –Lo haré…después-

-Entonces proseguiremos. Primero que nada, quiero que tengas algo muy claro- Alex y Julia levantaron una ceja ante las palabras de Kairyu. –Yo no secuestré a tu hermano-

-¿Cómo te atrevéis a negarlo!- le gritó la española, golpeando la mesa con su mano y dándole un ligero electro-shock.

-Un pirata no sirve de nada si no desea serlo- comenzó la capitana con calma, evitando por todos los medios hacer contacto con Julia. –El día en que invadimos Barcelona, nos topamos. Le pregunté si le gustaría ser pirata. Él aceptó. Le dije que le enseñaría a usar su pyrokinesia y así lo hice-

-No os creo ni una sola palabra. Mi hermano no me dejaría…-

El otro tripulante vestido de árabe se pudo de pie y abrazó a Julia por la espalda. –Contigo siempre-

Julia permaneció inmóvil por unos segundos antes de voltear. –Ra-raúl-

-El mismo- le respondió, quitándose la tela que tenía sobre su cabeza y sonriendo. –Lamento haber aceptado, te dejé sola-

-N-No te..- la española estaba en shock. Miraba de Raúl a Kairyu, de vuelta a su hermano. –Preocupes-

Seguidamente un ansiado abrazo fraternal se llevó a cabo entre los dos gemelos mientras los demás presentes sonreían con gusto. La capitana se aclaró la garganta para llamar la atención de ambos una última vez. –Claro que… no nos queremos ir sin una despedida diga-

-¿De qué hablas, Punx?- preguntó un intrigado Alex. Mystel saltó hacia atrás, luego hizo una maroma sobre sus manos para terminar cayendo al lado del peliverde.

-Queremos jugar un poco- le murmuró el rubio, dándole una naranja con una cara dibujada en ella. La fruta aparentaba estar riendo.

-Claro, no será como el de hace seis años, no- aclaró Kairyu, viendo la naranja que ella recibió. Esta parecía estar serena y pensativa.

-El banco suizo que hay al principio de las Ramblas es el objetivo- agregó Brooklyn, mirando de reojo como Rei y Lee estaban comenzando a señalarlos. La naranja del pelirrojo gritaba.

-Y nos gustaría que Raúl estuviera con nosotros para ese golpe, el último- terminó King, viendo la increíblemente deforme naranja que le había tocado. Le vino a la mente la idea de que alguien le había dicho a la pobre fruta que sería comida pronto.

Julia y Alex callaron mientras lo meditaban. –Está bien- aceptó Julia. –Pero iremos con vosotros-

-¿Qué? ¿Para qué quieren ir a la línea de fuego con nosotros!- exclamó el albino, apretando fuertemente su naranja.

-Para asegurarme de que no me engañaréis y se lo llevarán de nuevo-

-Me ofende esa falta de confianza, pero les permitiré lo que piden. Si gustan seguirnos…-

Los cinco piratas y los otros dos acompañantes salieron de la taberna. Alex notó que no habia señal alguna del Fragmento de Plata. –Punx, onde é o Fragmento? (Punx, ¿dónde está el Fragmento?-

-Não sei (No sé)- respondió tranquilamente. Estaba un poco más interesada en Rei y Lee, quienes ahora salían de La Gaviota con mala cara y pésima actitud hacia los piratas. –Creo, por alguna razón, que las ratas roen lentamente nuestra estadía aquí. Andando-

-Después, ¿adónde irás?- preguntó Alex con curiosidad.

-No lo sé, Kageryu. Habíamos planeado ir por segunda vez a las Américas. Claro que sin Raúl será un poco aburrido-

-Capitana, ¿es ese el banco?- interrumpió Mystel, señalando una edificación que se distinguía a simple vista.

La pirata asintió. –Señor Brooklyn, mande un mensaje al Lobo Blanco de que estamos listos para comenzar-

-¿Toda vuestra tripulación caerá sobre el banco?- preguntó Julia.

-Eso sería suicidio, mujer- aclaró King, cruzándose de brazos. –Nosotros cinco, con ayuda del Capitán Tala, Bryan y mi hermana Queen nos encargaremos de esto-

-No hables tan alto, Carnero Blanco, porque tengo la sensación de que el viento podría llevar tus palabras a oídos equivocados…- comentó Kairyu, notando que había perdido de vista a Rei y a Lee. El perico de Brooklyn se alejó rápidamente de ellos en un vuelo fugaz. –Le dije que se quedara con el Capitán en todo momento-

-Bien pensado, Señor Booklyn. Así si nos separamos podremos comunicarnos rápidamente-

Esperaron un rato en un parque cercano al objetivo hasta que vieron tres figuras encapuchadas acercarse. Las tres se quitaron la capucha de la cabeza y revelaron sus identidades. -¿Listos?- preguntó Tala con cierto aire aventurero.

-¿Hace falta preguntar?- respondió Kairyu en un tono semi-malicioso. Se acercaron a la puerta principal del banco, la cual estaba cerrada, y contaron. -3…2…1…-

Bryan pateó fuertemente la puerta, tumbándola en el proceso y apuntó su pistola hacia el frente. –¡Todos abajo, este es ahora territorio pirata!-

Sin embargo, los siete piratas se quedaron inmóviles al ver quién los estaba esperando dentro del lugar. Toda la brigada costera de la Policía apuntaba sus armas a sus cabezas y sólo esperaban la orden para disparar.

-Me atrevo a declarar que este lugar sigue siendo parte del territorio barcelonés- dijo una voz ronca y fuerte, evidentemente la del jefe Ralph Jurgen.

-¡…A la mierda! ¡RETIRADA!- gritó la peliverde al retroceder rápidamente.

-¡Atrápenlos! ¡Vivos o muertos!-

-¡Halcón Bélico, un tornado nos vendría bien!-

Inmediatamente una fuerte ráfaga de viento entró dentro del banco y mantuvo a los policías a raya mientras los piratas escapaban. La Capitana prosiguió con su táctica evasiva. –Pegaso Llameante, tu turno. Crea una tempestad de fuego-

Alex y Julia se sorprendieron al ver una enorme esfera de fuego materializarse entre las manos de Raúl. Al dar la orden, fue liberada en los fuertes vientos, incendiándolos y creando una barrera entre los ladrones y sus perseguidores.

-Bien, corran, por aquí- se escuchó la voz de Tala y el resto siguió. El banco en cuestión pronto estallaría en llamas.

-¿Cómo diablos sabía la Policía que vendríamos aquí y ahora a dar el golpe!- jadeaba Mystel mientras corría, escoltando a los gemelos y a Alex.

-Un traidor ha corrido la voz- aclaró Kairyu, aligerando el paso. Las demás brigadas policiacas comenzaban a esparcirse por todas las calles y avenidas en su búsqueda. Una en particular les estaba pisando los talones, asfixiando notablemente la idea de una huida satisfactoria. Una risa se escuchó arriba de ellos. Rei y Lee estaban en un árbol que crecía en la intersección de una avenida y una calle.

-Pobres piratas- dijo Rei con cierta burla. – ¿Alguien sacó su plan a la luz?-

-¡Mal nacidas perras!- gritó Bryan con furia, haciendo que el viento azotara fuertemente la copa del árbol.

-Es su culpa por meterse con nosotros- aclaró Lee, dándose importancia.

-No es culpa nuestra que su nivel de marineros sea mediocre- gritó Tala, mirando hacia atrás como se dibujaban las siluetas de la brigada.

-Piratas, aquí la prioridad será que Kageryu, Pegaso Llameante y Relámpago Galopante no sean atrapados y escapen limpiamente-

-¿Quién putas es ese último?- preguntó Queen al disparar; primero hacia los dos nekos y luego hacia los oficiales.

-Soy yo, idiota- reclamó Julia, entre Alex y Mystel. -¿Por dónde nos vamos?-

-A la derecha- sugirió Alex. Todos obedecieron, pero se toparon con caras que no deseaban ver de cerca.

-Como jugar al gato y al ratón- pronunció la maliciosa boca de Johnny, su estimada escopeta apuntando directamente hacia Raúl y Julia. A su lado estaba Giancarlo desenvainando un sable pero probablemente con temor de usarlo.

-Ah, carajo. ¡IZQUIERDA, IZQUIERDA!- corrigió Alex.

-Quédense en su lugar, sabandijas, o comienzo a disparar al azar a ver a quién me llevo a casa-

Mucho polvo y humo del incendio cercano nublaban un poco la escena pero los piratas sabían que tenían todo en contra. Johnny apunto hacia una silueta de cabello largo y castaño pero cuando estaba por disparar, un fuerte empujón lo distrajo. Kairyu le sonrió de cerca, su mano derecha sobre los dos cañones de la escopeta. –Parece ser que un vulcano se ha topado con una oceánica-

El pelirrojo la empujó de vuelta y ganó terreno. Jaló en gatillo sin siquiera pensarlo dos veces. El alarido de una voz conocida hizo que el grupo en huida de piratas volteara sólo para divisar a Kairyu de rodillas sosteniendo su mano. Estaba perdiendo mucha sangre por el agujero en ella. –Sigan adelante, yo me ocupo de la Capitana- dijo la voz de Brooklyn, perdiéndose entre el polvazal. El resto le tomó la palabra y continuó su camino.

-Ríndete de una buena vez, mugrosa delincuente- chilló Oliver, pateándola, sin saberlo, en su temporalmente punto más débil. La peliverde colapsó en el suelo con un fuerte calambre en su hombro, perdiendo la conciencia segundos después. Brooklyn estaba a su lado, desviando de alguna manera todas las balas que se dirigían a ella. Se estaba asegurando de que sobreviviera. Un hombre pelimorado emergió y miró fijamente a los dos piratas frente a si. –Alto el fuego. Llévenlos a la prisión- ordenó Ralph con mucha satisfacción.

En la costa, los piratas restantes mas los dos invitados miraban preocupados que Kairyu y Brooklyn no los estaban siguiendo. –¡Esta estúpida navegante!- escupió Tala con ira mientras el perico de Brooklyn sobrevolaba su cabeza.

-¿Qué! ¡Qué ha pasado con mi hermana?- exclamó Alex al borde de la histeria.

-Debió haberse quedado cubriendo nuestra huida-

-¿Me estáis diciendo- intervino Julia. –que se dejó atrapar por nuestro bien?-

-No, si la atraparon fue porque algo salió muy mal, pero supongo que inicialmente sí, ese era su plan-

-Punx, eres una idiota- dijo el peliverde al suspirar. –La van a ejecutar, Jurgen si que lo hará. Es el único policía que podría reconocerla-

-¡Entonces vayamos por ella!- gritó King, como si fuera lo más obvio del mundo pero Queen se interpuso en su camino. –No hermano, no podemos sólo ir nosotros. Nos demacrarían-

-¿Entonces qué putas quieres que hagamos? ¿Huir a Chipre? ¿Sicilia?-

-Capitán, las unidades siguen buscándonos, debemos irnos de aquí- anunció Bryan.

Mystel entró al agua y se concentró. Su bestia mitológica creo una especie de túnel bajo el agua para escapar. –Vamos entonces- aceptó Tala. –En el Fragmento planearemos cómo recuperarlos a ambos-

Ya era de noche para cuando llegaron a su destino, donde el resto de la tripulación los estaba esperando.

-¿Dónde esta la Capitana?- preguntó Emily, frunciendo el entrecejo.

-Capturada- respondió King de mala gana.

Fueron hasta la cocina donde comieron algo, sin mucha energía. En un ataque de rabia, Alex lanzó su plato contra una pared. Los demás intentaron ignorar el gesto. El agobiado joven suspiró y azotó sus manos fuertemente contra la mesa. -¿Y bien, Tala? ¿Cómo y cuándo iremos por ella?-

-Dime cuánto tiempo tenemos-

-Máximo hasta medio día. Normalmente ejecutan a esa hora-

-Bien, ¿sabes cómo es la zona donde lo hacen?-

-Como la palma de mi mano-

-Entonces…-

Y planificaron una ruta, la tacharon por fallas. Crearon otra, y la modificaron para el personal disponible. No era suficiente. Pasaron la noche ideando una manera perfecta de conseguir su objetivo sin obtener bajas a cambio. Lo lograron. Ahora todo dependería de la suerte y los dioses. Si deseaban la muerte de la Capitana, ningún plan sería suficiente. Sin embargo, si permitían conservarla, su estrategia sería su mejor arma.

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-

He regresado! Después de un bn tiempo pero bno, he regresado y es lo que cuenta, no? Lamento haber tomado mi tiempo pero bno, esos exámenes estaban un poco en el camino… en fin, espero que les haya gustado ;) y aquí contesto los únicos reviews que me llegaron XD

Clow: como que horda de lectores? "pero… vo´ so´ loco, viteh?" A ver si me masacran y después quien continua esta odisea piratezca? ۚ«-- esa palabra no existe XD. Te agradezco profundamente el apoyo amigo mio, y espero que este capitulo haya cumplido tus altas expectativas! Grazie, bello

Sacris: no se si te lo he dicho, pero me encantan tus reviews xq son bn LARGOS! Esos son los mejores ;.; en fin comenzemos. No te preocupes x tardar con los reviews, con tal de que lo leas me conformo. Si te gustan esos sobrenombres? A mi tmb jeje n.n, suena tan epico. Y las mazas! o¬O deben ser san satanicas cuando se usan!.. ya estoy babeando con solo pensarlo XD. Raul es la cosita mas linda de todo Beyblade! Lo amo! n/n. La cancion de "Yoho a Pirate´s Life for Me" es un invento de Disney para la atracción de Piratas del Caribe que tienen, vrd que es genial? Jaja

Me gusta que mis personajes tengan algun defecto mayor, como eso de que Kairyu sea daltonica xq le añade una dificultad mas a la historia. La teoria de los pecados es parte de mi imaginación, parte de la de alguien mas. Hay una cancion de Flogging Molly llamada "Seven Deadly Sins" que canta lo que dije, claro que ellos si se llaman como el pecado que les corresponde. Xq Kai y Kairyu tenian el mismo pecado? Xq no se me ocurrio una mejor razon x la que ella pudiera matarlo jaja! Y pues creo que los demas pecados (según yo) serian asi como Bryan la Ira, Tala el Orgullo… que se yo. Si me quieres ayudar a decidir, soy toda ojos!

Bno Sacris llegamos al final de la respuesta de tu review (principalmente xq Clow esta ansioso de leer este capitulo y creo que me matara si no lo subo de una vez jeje). Viste como deje al perico, o sea tu, con Tala? Y se quedara ahí un bn tiempo durante el proximo capitulo tmb ;) eso del azucar es bascio para cuando te cortas y no tienes con que curarte jojo, ojala te sirva de algo en el futuro. Bn aquí me despido. Danke x leer y apoyar mi humilde fic!