Lento Sangrar
2
Recomiendo la canción:
"Cuando Baja La Marea" de Yuri
Los rayos del Sol acariciaron suavemente su rostro, se movió un poco y se cubrió con las sábanas, le dolía la cabeza y sentía el cuerpo cortado...
-"No me puede dar gripe ahora" - pensó aún medio dormida y estirando sus brazos para desperezarse.
El sutil sonido de las aves al cantar la convenció por completo de levantarse de la cama...
-"Es un hermoso día...espero no tener de nuevo ese horrible sueño..." - pensó incorporándose en la cama.
Pero en cuanto sintió el exquisito tacto de las sábanas de satín, y la camisa de seda volvió a la realidad...
-No puede ser... - murmuró golpeándose la cabeza con reproche.
Tenía que hablar con Malfoy de inmediato, así que salió a toda prisa de su habitación sin percatarse siquiera de las escasas ropas que la cubrían; pero en cuanto giró la manija se llevó una sorpresa...
-¡Ahhh...! - gritó Draco al caer de espaldas cuando se abrió la puerta.
-¿Qué hacías recargado en la puerta? - preguntó la castaña sin dar tiempo a que el rubio se levantara.
-Buenos días a ti también Granger...
-Dime ¿dormiste aquí? - dijo Hermione ignorando el saludo matutino de Draco.
-Lindas piernas...-murmuró cínicamente el chico intentando incorporarse.
Lo dicho antes, Hermione estaba tan acelerada que ni se fijo en su escasa ropa, mucho menos en la ligera camisa que le llegaba hasta medio muslo.
-¡Ahhh¿Porqué no me dijiste antes! - preguntó azotando la puerta en la cara del rubio.
-¡Porque no me dejabas hablar! - grito dando media vuelta - "¿Porqué pierdo tiempo preocupándome con ella?" se preguntó en su camino a la cocina para preparar el desayuno. Pero antes de que pudiera llegar...
-¡Malfoy! - gritó Hermione desde la habitación.
-¿Qué quieres?
-No tengo ropa... -dijo medio apenada, medio molesta...
-Ponte cualquier cosa de mi armario y baja a desayunar...- dijo Draco algo fastidiado.
20 minutos después Hermione bajaba con unos finos pantalones negros y una camisa blanca de seda...
-Al fin bajas...te-Draco casi no pudo terminar su frase, pues al voltear descubrió a una Hermione que jamás había visto...
-"Nunca pensé que Granger se pudiera ver tan bien con mi ropa" - pensó Draco estupefacto al ver a la castaña con sus finas ropas cubriendo su blanca piel y con sus rizos cayéndole por la espalda como una cascada.
-¿Qué tanto me ves Malfoy? - preguntó ella al ver la forma en que el rubio la miraba.
-Veo que escogiste mis mejores ropas...-dijo Draco intentando parecer molesto, pero: ¿Cómo estar molesto ante tal visión?
-Pues todo tu armario estaba repleto de este tipo de ropas, así que me puse lo primero que encontré.
-Era de suponerse¿te pones siempre lo primero que sacas del armario? - preguntó en tono de burla - ¿Ni siquiera te importa si combina o no?
-Cierra la boca Malfoy - dijo molesta cruzando los brazos
-"Pero que linda se ve enfadada" - pensó de nuevo el rubio sin darle importancia al interés que le prestaba a su "enemiga"
-Bien... ¿me sirves el desayuno o prefieres que salga a un restaurante? - preguntó ella irónica.
Después de un tenso desayuno y una conversación no menos incómoda sobre los planes que Draco tenía para convertir a Hermione en toda un "femme fatale", decidieron ponerse en marcha.
- Como hoy es fin de semana creo que lo mejor será ir de compras y comenzar con el plan, desde luego el primer paso será cambiar tu guardarropa, y si queda tiempo tu "look" - dijo Draco levantándose de la mesa y tomando su saco sport.
-¡Ahh...!
-¿Ahora qué pasó? - pregunto molesto.
El rubio dio media vuelta y vio a Hermione con su camisa pegada a su sensual cuerpo, completamente mojada por el café.
-"Un momento¿sensual?" - se reprochó Draco al percatarse que esa imagen, lejos de enfadarle, le gustaba...
-¡El café esta ardiendo! - exclamó la castaña intentando despegar la camisa que se encontraba ahora ceñida a su piel...
-¡Quítate rápido la camisa! - ordenó Draco aproximándose a ella.
Hermione decidió no alegar en ese momento, la piel le ardía tanto que se desabotonó con rapidez la camisa y la tiró al suelo.
-¡Lo siento! - musitó al ver como había quedado la fina prenda después de todo el lío.
-No importa...-dijo Draco desabotonando su propia camisa.
-Soy una tonta...todo lo hago mal...-murmuró mientras unas cuantas lagrimas escapaban de sus ojos.
-Ya te dije que no importa...-musitó conciliadoramente.-Es sólo ropa...
Pero el consuelo del rubio, lejos de calmarla, detonó más sus lágrimas...
-Pero...yo debí...- sin poderlo contener más empezó a llorar desconsolada.
No era solo la ropa, era ella, era Ginny, era Harry...era todo...
El rubio no sabía que hacer en esa situación, de alguna forma las lágrimas de la castaña lo sacaban de control y balance, algo que nada ni nadie lograba hacer.
-Mira, tiene arreglo...-dijo tendiéndole su camisa-ponte esto y en lo que yo me cambio, mete toda la ropa sucia que encuentres a una bolsa, la llevaremos a la tintorería, después iremos de compras y te compraré todo lo que tú quieras...
-¿Por qué haces esto? - pregunto ella aceptando la camisa y volteando con los ojos húmedos.
-Para que dejes de llorar. - respondió sonriéndole como nunca lo había hecho, no era una sonrisa cínica ni burlona, era una sonrisa sincera, una verdadera y encantadora sonrisa.
-Está bien...gracias.-dijo ella sonriéndole de la misma forma y tomando toda la ropa sucia o manchada que encontraba a su paso, mientras Draco se cambiaba en su habitación...
-"¿Porqué no me puedo sacar esa sonrisa de la cabeza?" - se preguntaba Draco mirándose por última vez al espejo. - Seguramente pronto se me pasará...
Al terminar de recoger todo, Hermione se sentó en el sofá esperando a Draco, mientras acariciaba la nueva prenda que la cubría...
-Mmm...huele delicioso...huele a: Malfoy, pero es un olor... Maravillosamente relajante...- concluyó la chica después de que se dedicó a "analizar" cuidadosamente la prenda.
-Huele como a...
-Lavanda. - dijo una voz a sus espaldas.
-¿Perdón? - dijo Hermione sonrojada.
-Es mi loción..."Lavanda & Mint" - pronunció el rubio en el oído de Hermione.
-Ah...¿sí?-musitó la castaña como intentando no darle importancia.
-¿Te gusta?
-Sí...-aceptó ella tratando de controlar las miles mariposas que se agitaban en su estómago al sentir el aliento del chico en su cuello.
-Pues hay una versión femenina, te la compraré en el centro comercial. - anunció sonriendo, como si fuera lo más común del mundo. - Ahora date prisa, tenemos mucho que hacer...
-Lastima que no haya hechizos para lavar la ropa... - dijo Draco al salir de la tintorería. - Me ahorraría mucho...
-Lo siento...- repitió la castaña
-Ya deja de disculparte, ahora iremos de compras…
Decir lo que ocurrió en el centro comercial sería describir una odisea, tiendas y más tiendas, aparador tras aparador, vestidor tras vestidor, porque desde luego cada pieza de ropa tenía que ser aprobada por Draco.
-Es mi dinero, así que tengo derecho a opinar...-decía Draco cada vez que Hermione le reclamaba por inmiscuirse en sus gustos.
-No es que no me agrade tu gusto, es sólo que careces de el...-musitaba Draco haciendo enojar a la castaña.
Pero finalmente cada prenda que Hermione se probaba terminaba por encantarle a Draco.
-"¿Cómo es posible que con todo se vea bien?" - se preguntaba el rubio.
-Nos llevamos todo. - anunciaba Draco al salir de cada nueva tienda que visitaban, Hermione intentaba reclamar, pero finalmente se resignaba a que el chico le comprara todo (N/A¿Qué abnegada no:P)
-No sabía que te gustara comprar tanto Granger, bueno, después de todo...eres mujer. - concluyó Draco entregándole un barquillo de vainilla a la chica después de un "arduo" día de compras...
-Tú fuiste el que insistió Malfoy... - dijo ella aceptando gustosa el helado.
-Bien, tienes razón, pero ¿no te parece muy tonto que nos sigamos llamando por nuestros apellidos?
-Pues sí, pero...
-Sobre todo ahora que le haremos creer a todos que somos pareja...
-Sí, bueno...-dijo pensándolo un poco-entonces te diré Draco...
El sólo oír su nombre de los labios de la Gryffindor hizo que al rubio le recorriera un escalofrío.
-"Vamos Draco, no es tiempo de estas cosas, concéntrate en tu venganza"-Se reprochó de nuevo-Y yo te diré Hermione...
-Correcto. -dijo ella sonriendo.
-Toma...-dijo el tendiéndole un paquete dorado.
Hermione lo abrió con delicadeza y se encontró con la loción "Lavanda & Mint"
-¿Pero cuándo la compraste?
-Hace un momento, cuando te estabas probando ese vestido de noche, pero vamos¡pruébatela!
-Estas bien...-se puso un poco en el cuello y él se acercó seductoramente a alerla…
-Ahora olemos igual...-dijo Hermione sonrojándose ligeramente.
-Como debe ser... - dijo Draco dedicándole a Hermione una sonrisa sincera por segunda vez en el día.
-¡Fue un día estupendo! - exclamó Hermione frente a su casa, ojeando por entre las decenas de bolsas todas las cosas que Draco le había obsequiado, mientras sacaba la llave oculta detrás de una maceta.
-¿Cómo no supuse que se encontraba allí? - preguntó Draco sarcásticamente al ver de donde sacaba Hermione la llave de su departamento.
-Pues era obvio que tendría la copia fuera de mi casa para alguna emergencia, y el mejor lugar es la maceta... - dijo la castaña mostrándole la lengua como si fuera una niña pequeña y sonriendo con los ojos centellantes de alegría.
-Nunca te había visto así...- susurró Draco al entrar al departamento. - Jamás creí que pudieras sonreír tanto, en Howarts siempre traías la cara larga... - dijo husmeando por la cocina de la castaña en busca de una soda.
-Pues claro que puedo sonreír y mucho más que hoy, pero en todo caso yo digo lo mismo, nunca te había visto con una sonrisa que no fuera cínica en el rostro...
Dijo la chica mientras presionaba el botón de su contestadora.
-Iré a dejar las bolsas a mi habitación, enseguida vuelvo...
-Claro...
Hermione, mañana tienes un desencantamiento a las 8:00 am y una cirugía mágica a la 1:00 pm, llega temprano...- se oyó la voz de Sally, la recepcionista de San Mungo.
-"Si que está ocupada..."- pensó Draco al recordar que al día siguiente el sólo tenía unas rondas de rutina y el resto del día libre.
Herm, siento lo que paso ayer, mañana después de mi reunión con los aurores iré a buscarte al hospital, tenemos que hablar, por cierto, fui a tu departamento pero no te encontré, deje mi túnica allí, por favor tráela mañana...
Un bip...sonó y el mensaje de Harry acabó.
No supo porqué, pero oprimió su lata con tal dureza que la dobló por completo, necesitaba saber a ciencia cierta qué tipo de relación tenían Hermione y Harry. El Sly se dirigió a la habitación de la castaña y se detuvo en el umbral para observar una escena que no le gusto para nada:
Hermione, parada junto a la ventana, con la túnica de Harry en sus manos, temblando de pies a cabeza, con el rostro oculto entre los pliegues de la prenda.
-Harry... - dijo aspirando el sutil aroma a avellana que emanaba de la ropa del ojiverde.
-¿Tiene llave de tu casa? - preguntó Draco a espaldas de Hermione, como reclamando y alzando una ceja con perspicacia.
La chica se volteó de inmediato con el rostro pálido.
-¡Draco, que susto me diste! - exclamó tratando de parecer despreocupada y echando la túnica de Harry al armario.
-No tienes por qué ocultarla...oí el mensaje de tu "amiguito" así que dime ¿él tiene llave de tu casa?
-Pues es obvio, si aquí olvidó su ropa...
-¿No la habrá olvidado en una ocasión más intima? - pregunto Draco apretando los puños.
-¿Qué insinúas?
-Sabes lo que insinúo.
-Pues entre Harry y yo nunca ha habido nada.
-¿Nada, ni caricias o... besos? - pregunto el rubio acorralando a Hermione.
-Eso es diferente...
-¡Entonces si los ha habido!
-Pues claro que sí, pero nunca hemos dormido juntos si a eso te refieres. - dijo ella cada vez más sonrojada
-Entiéndelo bien Granger, lo primero que debes hacer es olvidarte de lo mucho que amas a ese imbécil de Potter y concentrarte en tu transformación, así que ahora yo también quiero una copia de tu llave. - dijo de forma imperativa
-¿Pero tú quien te crees! - dijo ella indignada - no eres nadie para interferir en lo que siento o no siento...
-¡Exijo tener una llave de éste departamento! - grito Draco esta vez fuera de sus casillas.
-¡Pues si tanto la quieres te la doy y ya! Pero deja de gritar ¿sí? - dijo ella escapando del contacto con el chico.- ¡Pero tu también me darás la tuya ¿eh!
-¡Como quieras! - dijo caminando rápidamente y saliendo de la habitación.
-Mañana intercambiamos llaves... - dijo Hermione temerosa al ver que Draco se detenía frente a la puerta del departamento.
-Una cosa más... - dijo el rubio con el rostro sombrío.
-¿Qué?
-Tendrás que irte acostumbrando a usar el perfume que te regalé, así que ¡no quiero volverte a ver olfateando la ropa de ese mugroso "San Potter" ! - ordenó Draco aventándole la botella de colonia a Hermione, quien con reflejos felinos logro atraparla en el aire.
Justo cuando la castaña estuvo a punto de proferirle protestar por su insolencia oyó la azotarse la puerta y momentos después escuchó las llantas del auto último modelo de Draco, rechinar...
-"¿Pero que le pasa a éste?" - se preguntó molesta Hermione al ver la reacción que tuvo el Sly, sin saber que hacer decidió oír el mensaje que había provocado tal alboroto...
Continuará . . .
NOTAS DE LA AUTORA:
¡Hola mis lectores (as) consentidos (as)!
Estoy súper-mega-hiper CONTENTA por toda la aceptación que está recibiendo esta nueva historia, ahora que lo pienso no se ni en que me inspiré para hacerla, sólo pretendía que en este fic no se enamoraran a los 5 minutos de mirarse a los ojos…jajaja, sino que se tomaran su tiempo, es decir que se viera el proceso en que van surgiendo diversos sentimientos, espero ir buen camino, así que por favor háganmelo saber por medio de sus Reviews ¿sí? ;P
Atte. Aimé
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