"Lento Sangrar"
Capítulo 15
Piénsalo bien / Lu
Piénsalo bien antes de quererme
no lo pienses demasiado o quizá vas a perderme,
tu lástima me ofende mejor déjame tu odio
que sólo se odia lo amado,
que me recuerdes con honor no como un descorazonado
así pierdes tú y lo gano yo,
y no pierdo más mi tiempo me has dejado ir sin saber
que pude haber sido yo
que pudiste haber sido tu…
- Entonces eso fue lo que paso…
- Harry, lo siento.
- En el fondo lo sabías Herm… Ginny y yo no eramos el uno para el otro.
- Pues al contrario, yo siempre creí que eran la pareja perfecta.
- Pues ya ves que no…
- Aún así te agradezco que no hayas herido a mi hermana, ya sabes: emocionalmente.
- No Ron, afortunadamente la relación se acabó en buenos terminos…
Cuando Harry llegó a casa de Ron y se enteró no sólo de la estancia de Hermione allí se sorprendió, pero se sorprendió aún más al enterarse de la boda de su amigo. Como en broma riñó a ron por no haberle avisado y pedirle que fuera su padrino, e incluso pensó en fingir y no decirle nada para no interferir en su creciente felicidad, pero finalmente opotó por terminar con el asunto y contarles a todos los presentes lo de su rompimiento con Ginny, claro omitiendo los "oscuros" detalles frente a su amigo pues después de todo, era de su hermana de quien estaba hablando.
--FLASHBACK--
- Entonces eso fue lo que pasó…
- Dejame entender, me estás diciendo que le has tendido trampas a Hermione todo este tiempo ¿con qué propósito?
- No lo sé.
- ¿La odias?
- ¡He dicho que no lo sé! No la odio…es sólo que siempre… -la pelirroja respiró hondamente- ella siempre ha tenido lo que yo quiero.
- ¿De qué tonterías hablas?
- ¡Te ha tenido a ti, a Draco, el trabajo en el hospital…¡¿quieres más ejemplos!
- Ella no te ha quitado nada… eres tú la que te has obstinado en desear todo lo que ella obtiene.
- Claro¡defiéndela ahora! Después de todo estás taaaaan enamorado de ella…
- Deja ese tono tan sarcástico, desde un principio sabías lo que sentía por Hermione, ahora me confiesas lo que hiciste para separarnos ¿y prentendes qué no me enoje?
- Lo admito, lo hice para vengarme, pero también lo hice por que te amaba, no podía permitir que ella también se quedara contigo…¡yo también tuve que hacer sacrificios!
- ¿Cuáles¿separarte de tu amado hurón?
- ¡No tienes el menor derecho a reclamarme! Sobre todo cuando aceptaste que le propusiste a ella que fuera tu amante.
- Tienes razón, parece que este es el día de las verdades, e intuyo por tu mirada que tienes algo más que decirme… anda.
La pelirroja pasó saliva con dificultad:
- Bien, pues…hace unos días yo… me le insinue a Draco diciéndole que él aún me amaba.
El ojiverde calló, pero la mirada que le dirigió a la chica fue tal que podía fulminar a cualquiera.
- No soy quien para juzgarte. – musitó Harry saliendo del departamento de Ginny ante la mirada atónita de ésta. – Parece que entre nosotros ha habido muchos malentendidos, secretos y mentiras…no es de extrañar que lo nuestro no haya funcionado.
- Pero puede funcionar… pese a todo yo sí te amo Harry, Draco no significa nada para mí, todo lo hice solo para hacer sufrir a Hermione…
- Es precisamente eso lo malo… me importa un comino si amaste o no a Malfoy, pero no puedo pensar en compartir mi vida con una mujer que es capaz de causar tanto daño.
- Pero yo sí puedo perdonarte, yo sí puedo pensar en compartir toda mi vida contigo…
Harry dio la vuelta y le sonrió con lástima.
- Es justo en eso en lo que nos diferenciamos; si en un futuro volvemos a estar juntos, será sólo porque has recapacitado, porque tengas tus propios sueños y no te dediques a envidiar los de los demás, de lo contrario, te quedarás sola…
La palabra "sola" resonó en la cabeza de Ginny aún por horas y días después de aquella conversación…
--FIN DEL FLASHBACK--
- De todas formas lo nuestro nunca hubiera funcionado…
- Nunca digas "nunca" Harry, tal vez el futuro les reserve agradables sorpresas a ti y a Ginny.
- Es curioso, lo mismo pensé yo. – dijo sonriendo el ojiverde
- Harry, hay algo que aún no te he dicho…
¿Y quién crees que perdió?
¿quién te crees que soy yo?
Soy todo lo que siempre extrañarás haber sabido,
cuando descubras que el único trago amargo
fue el de tu dulce adiós…
Al día siguiente…
- Parece que Harry aceptó lo del bebé muy bien…
- Sí, me dijo que me comprendía y que deseaba que Draco y yo fueramos felices…
- ¿Irás a despedirlo?
- No puedo, tengo que hablar con Draco, de todas formas denle un abrazo de mi parte y deseenle suerte con esa nueva misión.
- Se lo diremos… de todas formas lo veremos dentro de 6 meses más…
- Tienes razón Aline… - musitó la castaña - ¡Ron, apúrate¡No hagas esperar más a tu esposa!
La castaña les guiño el ojo.
- Espero que se diviertan…
- Te veremos en la noche Herm…
- Sí, vayan con cuidado ¡adiós!
Casi inmediatamente después de que Ron y Aline se fueron una carta llegó dirijida a Hermione, quien la miró con extrañeza.
- Es una carta de Ginny…
" Querida Hermione:
Supongo que te extrañará recibir una carta de mí, lo cierto es que no puedo mirarte de frente para decirte lo que tanto tiempo te he ocultado:
Siempre he tendo celos de ti.
Ya no tiene sentido ocultarlo, no lo sé con certeza, pero creo que desde Howarts he sentido esto, es por eso que te he hecho tanto mal, ahora te diré todas y cada una de las infamias que he cometido en contra tuya, pero antes de que las leas quiero que sepas que me arrepeiento sinceramente, y espero que en algun lugar de tu corazón, tengas espacio para perdonarme y volver a creer en mí, te aseguro que algun día volveré a ganarme tu confianza y no la descepcionaré.
Atte. Ginny Weasley.
P.D.
He renunciado a mi trabajo, el lunes puedes volver a ocupar tu puesto habitual, he decidido hacer un largo viaje para recorrer las islas del Caribe y pensar en mi futuro. "
Extrañada la castaña cambió de página, y tal como lo había dispuesto Ginny allí estaban ennumeradas todas las maldades que ella le había hecho, las cuales al leerlas, arrancaron lágrimas de los ojos de Hermione.
- Ginny…¿cuánto tiempo habrás pasado por esto sola? – musitó con lástima estrechando contra su pecho las hojas con la confesión de la pelirroja.
Tan pronto como terminó de leer la carta sonó el timbre.
Te conocía más mi imaginación que mis sentidos
me enamoré de una idea no de una realidad
la obsesión por la ilusión de no estar tan encerrado
de los niveles del amor del cual yo no conozco nada
no es que viva para mi pero aún no ha habido nadie
que atormente mi pasión hasta dejarme sin aire
que apacigue mi dolor por el cansancio de buscarte
que impaciente la adicción a besar y ser besado
que reviente la reacción para amar y ser amado…
- Bien, ya es hora…
Draco terminó de ponerse su elegante camisa de seda oscura y tomó el diario de Hermione, habia sido una gran prueba no leerlo, pero la había superado, lo que sea que tenía que saber quería conocerlo de los labios de Hermione, de ninguna otra forma…
Bajó de prisa, para tomar el taxi que lo esperaba en la puerta, pues para colmo de males su BMW se había averiado en el peor momento.
- ¡Ey, Sr. Malfoy¡espere, se le ha caído ésto! – gritó el portero del edificio señalando el diario de Hermione.
- Gracias Will… - pero Draco no pudo terminar su frase, pues el libro se había habierto justo en la página que más podría interesarle…
- ¿Viene o no señor? - Preguntó con ansia en taxista.
- ¡Ya voy! – respondió Draco sin despegar la vista del libro y empezando a leer…
"Viernes, 20 de enero ...
Dos semanas...he tenido dos semanas de retraso, es casi una certeza: estoy embarazada.
Draco duerme tranquilamente a mi lado, su respiración es pausada, él ni siquiera imagina las inquietudes que tengo, no he querido decírselo, no he querido preocuparlo¿a quién engaño, la verdad es que no quiero perderlo...
Mañana iré a San Mungo para comprobar mis sospechas, mataré a 2 pájaros de un tiro, pues también veré a Draco. Sé que no debería, que en éstos momentos no es conveniente tener un bebé, pero quiero tenerlo, cielos... En verdad deseo tenerlo. "
El rubio pasó las páginas con avidez.
"Sábado, 21 de enero …
Acabo de regresar de casa de Rob...necesitaba alguien que me escuchara y aconsejara...e increíblemente, él se encontraba allí por casualidad, bajo una sombrilla, como esperándome...
Es fantástico que sea tan buen amigo, hoy ha confesado que me amaba, y yo le respondí que lo nuestro no podía ser porque amo a Draco y estamos esperando un hijo...
Sí, así es: fui a San Mungo, y tal como escribí ayer, mis sospechas eran ciertas...estoy embarazada.
El me respondió que se resignaría y finalmente terminamos bromeando, es más, le ofrecí presentarle a Luna, creo que serán una buena pareja.
Después de nuestro encuentro bajo la lluvia, fui al departamento de Rob y hablé él...me aconsejó que se lo dijera cuanto antes a Draco, yo también creo que es lo mejor...él debe saber que seremos padres...
Padres...suena tan hermoso; sé que es un sueño, pero si Draco en verdad quisiera tener a éste bebé podríamos ser tan felices, podríamos formar una familia, yo podría brindarle la familia amorosa y feliz que él nunca tuvo...pero sé que sólo es eso: un sueño.
No se que hacer, por un lado estoy saltando de alegría, y por otro estoy temblando de miedo...estoy a punto de decírselo, sé que a Draco no le gustará, él me lo ha dicho: no desea tener hijos ni ahora ni nunca, pero aún así se lo diré. "
- Eso era lo que iba a decirme… - masculló sorprendido el rubio - ¡pero cómo se atrevió a ocultarme algo tan importante!
- ¿Sucede algo Sr.?
- No, usted siga…- gruño Draco mientras mil ideas cruzaban por su mente – ella no sabe que yo me enteré, veamos como actua cuando se de cuenta de que lo sé…
- Ya llegamos.
- Perfecto – el rubio tendió el billete sin esperar el cambio, entró al edificio y subió las escaleras de dos en dos movido por 2 sentimientos contradictorios:
"Alegría y Furia"
Que no serás tú, quien podra extasiarme
seguiré buscando quien me ame y quien me deje amarle,
es fácil me molesta la gente como tu
que complica siempre el modo y no valora pronto todo,
se cierra el libro ya aún antes de empezar
no se escribe esta historia y ya jamás se escribirá,
me dejaste ir sin saber
que pude que soy y que siempre habré sido yo
y nunca fuiste tú…
- Draco…
Los planes del rubio de poner a la castaña en su lugar se vinieron abajo al ver sus ojos húmedos…
- Herm ¿qué pasa¿porqué lloras?
- Por nada… - dijo intentando ocultar las lágrimas.
- Dímelo.
- Ya estás empezando de nuevo a dar órdenes…
- Es sólo que quiero saber que te pasa.
- ¿Para qué? Si nosotros ya no tenemos nada que ver… - dijo ella cruzandose de brazos.
- ¿Ah, no?
Draco tomó a Hermione por la cintura y la acomodó entre sus brazos.
- Será mejor que vayamos a un lugar dóde puedas demostrarme lo poco que tenemos que ver…
Poco le importaba a el rubio si la red de polvos flu seguía descompuesta, decidió correr el riesgo, se introdujo en la chimenea del pelirrojo y se transportó a su departamento.
- ¡Ahora si hablaremos claro!
- ¡No tenías derecho a tratarme como un costal de patatas!
- ¿Y tú tenías derecho a seguir con este absurdo juego!
- ¿Cómo? – preguntó palida la castaña
Del calor del momento Hermione pasó al frío del horror. Impulsivamente intentó apartarse, pero él la retuvo con fuerza. Sólo consiguió romper el beso, pero fue suficiente.
-¡Draco¡Basta! Déjeme...
-Calla... - musitó el ronca y sensualmente colocando el dedo índice sobre los labios de ella - Ya no puedo seguir adelante con este juego.
-¿Qué juego¡Te has vuelto loco¡No, espera...!
Se sintió arrastrada hacia él. Después, debajo de él; su peso la inmovilizó contra la mullida cama. Por un momento no pudo pensar. Esas mariposas en el estómago tan familiares, transformadas en algo diferente, ahora demasiado placenteras, se iban extendiendo. Y de pronto se dio cuenta: "Ya no puedo seguir adelante con este juego"
-¡Lo sabes! -jadeó, empujándole los hombros para mirarlo a la cara, acusándolo debidamente -. Lo ha sabido desde el principio¿no?
-Ojalá lo hubiera sabido¡eso me habría ahorrado el papel de imbécil! -gruñó-. Y más tarde tendrás que darme explicaciones, no lo dudes...
-¿Y entonces por qué...¡Oh!
Se aferró a él, dejando que su boca fuera recorriéndole la nuca hasta llegar a la oreja. Cuando sintió la lengua que le rodeaba el lóbulo se estremeció de delicia.
La castaña sintió el impulso de responder con una sonrisa, cosa que lo sorprendió. En realidad debería estar asustada por haber sido descubierta bajo su disfraz, pero aquella boca se lo impedía. Debería resistirse, no tenía una pizca de fuerzas ni de voluntad para intentarlo siquiera.
Cuando sus ojos grises se encontraron finalmente con los de ella, refulgían otra vez de pasión.
-Debería azotarte por haberme ocultado todo esto.
Esas palabras no la asustaron. El modo en que la miraba desmentía cualquier intención seria de "azotarla". Por el contrario, el significado oculto de esas palabras le provocó un agradable escalofrío que la recorrió hasta la punta de los pies. El beso voraz que siguió hizo que el escalofrío se extendiera a todo el resto.
¿Y quién crees que perdió?
¿quién te crees que soy yo?
Soy todo lo que siempre extrañarás haber sabido,
cuando descubras que el único trago amargo
fue el de tu dulce adiós…
Pasó algún tiempo antes de que pudiera volver a respirar, pero ¿a quien le hacia falta seguir respirando? A ella no. Y la, verdad, lo que hacía era jadear, mientras esos labios experimentados le recorrían la cara y el cuello. Apenas se daba cuenta de que el Draco estaba quitándole la camisa, tal era la sutil delicadeza con que lo hacía...
- Por favor para...
Draco no estaba dispuesto a detenerse, esto era una guerra donde él estaba decidido a triunfar; así que inconcientemente el rubio se movió dentro de ella para demostrárselo. Los ojos de Hermione se abrieron centelleantes: el movimiento le provocaba un gran placer sensual.
-¿Todavía quieres que pare?
-No.
-¡Gracias al cielo!
Ese evidente alivio la hizo sonreír. Y el beso que recibió como premio le arrancó un gemido. Acompañando el lento mecerse de las caderas de Draco, las sensaciones fueron aumentando, hasta sobrepasar todo lo que había sentido hasta entonces, hasta que la gloria suprema estalló en su interior, en pequeños impactos que la dejaron extasiada. Gritó, pero el grito fue acallado por la boca de su amante, hasta que él mismo alcanzó su propio clímax.
- Mírame, Hermione.
Sus ojos se abrieron lentamente, mientras esperaba languidamente lo que estaba por venir…
- Conoce quien posee tu amor, Hermione. Ahora es mío. Y nunca te dejaré ir. —Impactó con violencia contra ella, presionando hacia delante interminablemente, hasta que estuvo enfundado por completo.
Hermione, todavía deslumbrada, tenía dificultades para creer en lo que había experimentado. Parecía imposible sentirse así . Se abrazó con fuerza a Draco algo hacía que la castaña sintiera unas irremediables ganas de besarlo, de decirle que había sido fantástico y manifestar su euforia. Pero se contuvo, limitándose a abrazarlo y acariciarlo con lentitud. Por fin lo besó en el hombro, con tanta suavidad que probablemente no se habría dado cuenta.
Pero sí se percató. Draco Malfoy, experto en mujeres, aristócrata hastiado, se encontraba en un estado tal de conciencia que percibía hasta el más íntimo de sus movimientos. Y esa ternura lo emocionó más de lo que deseaba admitir. Nunca había experimentado nada parecido, había estado tanto y de tan diversas formas con Hermione que quisás había dejado de percatarse de lo mucho que la necesitaba...Y eso lo asustaba de verdad.
Te conocía más mi imaginación que mis sentidos
me enamoré de una idea no de una realidad
la obsesión por la ilusión de no estar tan encerrado
de los niveles del amor del cual yo no conozco nada
no es que viva para mi pero aún no ha habido nadie
que atormente mi pasión hasta dejarme sin aire
que apacigüe mi dolor por el cansancio de buscarte
que apaciente la adicción a besar y ser besado
que reviente la reacción para amar y ser amado...
-Tac, tac, tac… - se oía un picoteo en la ventana.
- Odio que nos despierten así… - musitó molesto Draco.
- Mmm… ¿qué pasa? – preguntó la castaña estirando los brazos y rodeando con ellos el cuello del rubio que se encontraba a su lado, colocando su barbilla en la cabeza de ella y besando con embeleso sus rizos castaños.
- Es una lechuza, trae una carta en el pico.
- Tomala tú… - suplicó la castaña.
- Bien… - respondió con desgano el rubio separándose de la calidez que le proporcionaba el cuerpo de Hermione.
Draco se aproximó a la castaña y le tendió la nota:
- Es para ti.
- ¿De quién será? – se preguntó intrigada al ver un sello desconocido en la carta.
- Lee eso rápido… - ordenó el rubio mientras la castaña se apresuraba a abrir la nota y leerla con avidez
El Sly siguió hablando sin percatarse que ella había dejado caer la misiva a causa de la conmosión.
- Herm… creo que debemos hablar sobre el bebé…
Draco volteó y se encontró con que ella temblaba.
- ¿Qué pasa?
- Creo…que ya no… tendrás que preocuparte más… por el bebé… - musitó ella entrecortadamente cubriendo su cara con las manos.
- ¿Qué quieres decir con eso? – preguntó tomándola por la barbilla y obligándola a levantar el rostro.
- Es una carta de Ane…mi ginecóloga, aquí dice que… - la voz de Hermione se ahogó - dice que hubo un error, me dieron por equivocación los análisis de otra mujer, en realidad yo no estoy…- respiró hondo – mejor dicho: NUNCA estuve embarazada…
Los ojos de la gryffindor se veían tristes y vidriosos, sin duda no podría evitar llorar por mucho tiempo más…
- Yo…no sé que decir… lo siento. – musitó visiblemente turbado pues, de hecho ya se estaba haciendo a la idea de ser papá, y le estaba gustando.
Habría pensado que estarías aliviado... – susurró apretando fuertemente los puños y temblando.
Draco se quedó boquiabierta ante la insinuación de Hermione. Alzó la cabeza y la miró furioso.
¡Yo quería ese bebe!
- ¡Si, claro! Después de lo que dijiste aquella noche permítme que lo dude… - respondió ella resentida.
Draco suspiró ante el dramatismo creciente de la joven.
Sé que en ese momento no quería tener un hijo, pero ahora…
- ¿Ahora qué? – preguntó desafiante la castaña.
-No entiéndo el porqué de ésta discusión…Hermione, entiende que nunca hubo bebé.
Eso queda fuera de cuestión, poco importa ahora... - musitó con los ojos llenos de lágrimas.
Tendremos otros... – "¿Yo dije eso?" – bueno, quien sabe, quizás acabo de embarazarte…
¡No! En ese punto de la conversación, Hermione sí tenía algo que decir y por eso se puso a llorar con todas sus ganas.
La expresión de Draco cambió por completo. Ahora estaba de verdad preocupado.
Hermione...
No me toques le dijo cuando Draco, sin poder resistirlo, se acercó para estrecharla entre sus brazos.
Hermione, no... por favor.
Te odio le gritó contra el cuello, mientras lo asía de la bata con ambos puños ¡No tienes idea de lo que quiero!
-Lo lamento...Dime qué puedo hacer.
Nada. No hay nada que puedas... Abrázame, Draco. Hermione estaba realmente sorprendida ante lo bien que se sentía entre aquellos brazos que cada vez la apretaban con más fuerza, Y ella aprovechó la situación, desvergonzadamente, conscíente de que era posible que posiblemente después de todo lo que había pasado, el rubio nunca volvería a abrazarla. Y quiso aferrarse con desesperación a esos brazos por última vez.
Para amar y ser amado…
Cuando los suaves murmullos de Draco en su oído se convirtieron en besos sobre sus sienes, la frente y las mojadas mejillas, Hermione advirtió que realmente estaba aprovechándose de esa situación. Pero no le importó. Sólo un poco más... nunca pediría otra cosa.
Pero, de pronto, saboreó sus propias lágrimas en los labios de él, cuando Draco le rozó la boca por accidente con la de él, una vez, dos... Ella no protestó; entonces Draco posó los labios sobre los de ella, para profundizar el beso poco a poco. Hermione se aferró de su bata con más fuerzas todavía, temerosa de que Draco recuperara la cordura y la soltara. No lo hizo. Le introdujo la lengua en la boca, con un gemido que sofocó el de ella.
Aquel torbellino de sensaciones que Draco provocaba con tanta facilidad al besarla, se hizo presente una vez más, aunque con mayor intensidad, después de tanto tiempo... Hermione olvidó su plan. Olvidó que tenía que aparentar depresión. Las preocupaciones ya no existían. Pensar era imposible. Sólo el placer reclamaba su atención y era de lo único que era consciente.
De pronto, debajo de ella sólo había suavidad. Antes estaba completamente vestida; ahora no. Pero no advirtió todas esas cosas sino hasta que el calor del cuerpo de Draco la cubrió. Y durante todo ese proceso, su conciencia fue muy vaga, porque Draco insistía en aquellos besos mágicos, embriagadores, que le impedían pensar.
Lo que en un principio Draco le había ofrecido como consuelo se había convertido en una caliente sensación. Sus manos ya no la calmaban, sino que encendían un ardiente fuego en cada centímetro de piel que recorrían. Y cubrieron todo su cuerpo, incentivándola, excitándola, haciéndola que se estremeciera de placer, en el cuello, en los senos, en su vientre y en lo que se convirtió en el centro de su universo: aquel sitio que imploraba las caricias de Draco…
Hicieron de nuevo el amor, esta vez de forma más dulce, más lenta y más torturante…Él sentía que era la primera vez, mientras ella pensaba que sería la última.
Y… ¿quién crees que perdió?
- ¿Aún crees que no hay nada que pueda hacer por ti? Entiende Herm…no hay nada en el mundo que no pueda o no quiera darte.
- Hay algo que siempre me has negado.
- ¿Qué?
- ¿Qué crees?
- Vamos Herm…¿aún dudas que te amo! Si es necesario lo publico en los periódicos…
La castaña sonrió mientras el rubio abrazaba su cuerpo desnudo.
- Entonces… ¿no me dejarás?
- Ni aunque me lo pidieras te dejaría.
- ¿Y lo del bebé…?
- Es curioso, pero aunque fuera un error, con tan sólo pensar que ibamos a tener un hijo, con tan sólo imaginarte embarazada, o con el bebé en brazos… me hizo cambiar por completo la idea, y no sólo quiero tener hijos contigo, quiero compartir mi vida…contigo.
El rubio tomó con suavidad la mano de la castaña y sin darle tiempo para reaccionar, le colocó ujn hermoso anillo de platino en su anulare izquierdo.
Hermione abrió los ojos con sorpresa:
- ¿Esto quiere decir lo que creo?
Draco asintió y la besó en los labios.
- Si por mi fuera te daba el mundo…
- Draco… - masculló ella con ternura. – No quiero el mundo, te quiero a ti.
- Y yo a ti, pero si lo quedeseamos ahora es un bebé, creo que es algo fácil de arreglar… - le susurró el Sly al oído mientras riendo la castaña corria por la habitación como escapando del rubio.
- ¡Draco!
- ¡Te atrapé! – dijo él tomándola por la cintura. - Y si de mí depende nunca te dejaré ir… jamás.
oOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo F I N oOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo
NOTAS DE LA AUTORA:
¡Wow¡Hola a todos los que están detrás de la pantalla! De nuevo, y cómo lo he venido haciendo desde hace 15 capítulos les pregunto¿qué les pareció el capitulo, mejor dicho ¿qué les pareció el final, les he de confesar algo, tenía muy en claro lo que deseaba para el final, el problema es que por primera vez en mi vida, no sabía como expresarlo, era frustrante, por lo que apenas pude hacerlo entre ayer y hoy, aún así creo que quedó bien, aunque claro: USTEDES TIENEN LA ÚLTIMA PALABRA, así que háganmelo saber por medio de sus lindísimos reviews, tomen en cuenta que la historia está a un paso de terminar definitivamente, haganme ese favor ¿sí?
Ah, por cierto, la proxima semana, el mismo dia que suba el epílogo, publicaré mi nueva historia, así que no se la pierdan ;D (el título ganador lo doy abajo).
Atte. Aimé
P.D.
1.- Espero que me perdonen por lo del bebé, creanme que lo compensaré en el EPÍLOGO.
2.- Los reviews los actualizaré mañana (para quienes no lo sepan el link está en mi página de usuario)
3.- Finalmente tengo el resultado de las votaciones:
Dead Promises – 7 votos
Amor a medias – 5 votos
Take my heart back – 4 votos
Por lo tanto el título ganador es (sonido de tambores)¡¡ Dead Promises !
Mil gracias a todos los que votaron y no se pierdan la proxima semana mi nuevo fanfic y el epílogo de éste, tendrán mucho que leer ¿eh¡Thanks!
