¡Tachán, taaaachán! Actualización de la historia '482 Lecciones en Cuidado Infantil' y, ¿saben qúe? Contaremos con la participación especial de… sí, sí… ¡Mr. Espejo!
¡Sin más, a disfrutar del capitulo!
XoXoX POV de Harry XoXoX
Abriendo ligeramente sus ojos, Harry miró con los ojos entornados el sol que brillaba a través de una gran ventana a su izquierda. Se acurrucó más contra la almohada y examinó las paredes verde claro.
Espera un minuto.
Sus paredes no eran de color verde claro; eran azules, una especie de papel pintado floreado. Mirando recelosamente a su alrededor, Harry notó varias cosas que no estaban demasiado bien. Esta habitación era mucho más grande que la suya, las sábanas eran blancas y alguien estaba acostado con sus brazos estrechándole su cintura. Alguien con dedos esbeltos y artísticos, piel pálida y pelo realmente, realmente rubio.
Oh Dios.
Estaba tumbado en la cama de Draco.
Con Draco.
Oh Dios, oh Dios, oh Dios.
Harry intentó desesperadamente escapar del agarre del Slytherin, pero el durmiente sólo tensó el abrazo. Tragando saliva, Harry se dejó caer sobre la almohada, maldiciendo su suerte. No tenía idea de cómo llegó allí, pero una cosa era segura, si el rubio le encontraba durmiendo en su cama, Harry no viviría para oír la próxima vez que Hermione mencionara 'Hogwarts, la Historia'. No que fuera algo malo la verdad, pero aún así prefería horas de dolorosa recitación de Hermione cualquier cosa que Draco le haría si le descubría en su cama.
Intentando liberarse una vez más, Harry se encontró de repente en el suelo. Todo el forcejeo le había llevado peligrosamente cerca del borde de la cama, y ahora se había deslizado por él. Levantándose, caminó de puntillas hacia la puerta, cuando de repente oyó una voz.
- ¡Morgan le Fay! ¡Debes de ser jugador de Quidditch, porque eso sí que es una escoba, maldita sea! - Harry miró a su alrededor y se encontró cara a cara con su reflejo en el espejo dorado de Malfoy. Mirando abajo notó que el espejo estaba en lo cierto; efectivamente estaba enseñando su 'escoba'. Sonrojándose furiosamente miró a su alrededor y recogió sus pantalones, poniéndoselos con rapidez para cubrir su desnudez - Lo pasaste bien, ¿eh? - Ronroneó el espejo, y Harry se sonrojó aún más.
- Contrólate - Susurró - Quiero salir de aquí antes de que se despierte Draco, demonios.
- Demasiado tarde - Dijo el espejo, y Harry podía haber jurado que estaba sonriendo con satisfacción. Girándose con lentitud miró a la cama y encontró a un somnoliento Draco Malfoy observándole.
- Harry, ¿qué estás haciendo? - Preguntó y Harry se dejó llevar por el pánico ¿Qué debía decirle?
- Eh, bueno, sólo estaba, uhm, ¡echándole un vistazo a Medea! Sí. Echando un vistazo. Sólo echar un vistazo - Asintió frenéticamente, y se dirigió a la cuna para ilustrar que era efectivamente lo que estaba haciendo.
- Oh, bueno, cuando acabes vuelve aquí porque estoy helado, demonios - Draco se dejó caer en la cama y Harry le envió una mirada de incredulidad ¿Acababa de decir Draco lo que él pensaba que había dicho? Sonriendo estúpidamente, Harry se dirigió a la cama y se sentó con cuidado en el borde, mirando al otro muchacho. Sus ojos estaban cerrados y su pelo despeinado. La luz proveniente de la ventana iluminaba su cara y hacía brillar su piel. En ese momento Harry comprendió que Draco no era lindo, ni siquiera guapo, ni aún remotamente, hermoso sin rodeos.
- ¿Qué haces perdiendo el tiempo? ¡Saca tu culo bonito de esos pantalones y vente aquí a mi lado! - Refunfuñó Draco y Harry se rió e hizo lo que se le dijo. Finalmente acomodado, disfrutó de la sensación de tener al otro muchacho a su lado, y decidió que estaba equivocado. Definitivamente prefería a Draco por encima de la recitación de Hermione. Sintiéndose más y más somnoliento y absolutamente contento, Harry observó que no le importaría estar tumbado así para siempre. Sin embargo Draco tenía otros planes.
A punto de dormirse, Harry sintió de repente unos brazos cálidos que le rodeaban desde detrás, y una boca suave que delineaba su mandíbula con besos. Conteniendo el aliento, echó la cabeza hacia atrás para darle mejor acceso al otro muchacho. Draco aceptó ansiosamente su invitación y atacó su mandíbula, cuello y oreja con toda su fuerza. Resistiéndose el impulso de gemir, Harry se giró dentro del abrazo y capturó la boca del rubio con la suya. Mordiendo su labio inferior, Harry se aprovechó del grito ahogado para deslizar su lengua dentro de la boca del otro. Por segunda vez en pocas horas, el Gryffindor y el Slytherin entablaron una batalla por el predominio, esta vez acabando con Draco encima. El muchacho ligeramente más alto inmovilizó los brazos de Harry sobre su cabeza y le montó a horcajadas sobre sus caderas. Harry podía sentir su cálida erección palpitando contra la suya, y empujó hacia arriba. Fue recompensado con un gemido del rubio y continuó moviéndose febrilmente. Pronto los dos muchachos estaban inmersos en la actividad y se movieron juntos como uno, hasta…
- WAAAAAAAAAAAAAAH
Harry pudo sentir al otro bajar de él de un salto ante el sonido y él mismo se sentó precipitadamente. En algún momento durante sus actividades Medea se había despertado y había decidido que era la hora del desayuno. Gimiendo de frustración Harry bajó la mirada hacia su erección y luego a Draco, notando que Draco parecía tan irritado e insatisfecho como él. Parecía dividido entre alimentar a su bebé y arrastrar a Harry para terminar con lo que estaban haciendo. Con un suspiro Harry hizo señas hacia la cuna - Vete, te necesita - Murmuró.
Draco parecía indeciso por un par de segundos, luego se levantó y se puso los pantalones del pijama - Tú. Quédate. Aquí mismo. No te muevas. Volveré. Nosotros. No. Hemos. Acabado - Gruñó, entonces se dirigió a la cuna y cogió a la pequeña con la cara roja.
Mientras se dejaba caer, Harry oyó de repente una familiar voz ronca - ¡Vaya, vaya! Eso sí que fue todo un espectáculo, mis inclinaciones voyeur nunca habían sido tan colmadas antes. Mirar a Draco cuando se ducha no es nada, ¡vosotros, chicos, echabais humo sin duda alguna!
Mortificado, Harry se sentó otra vez y miró al espejo con ojos enormes. Todavía estaba en el centro de la habitación donde Draco lo había colocado cuando Harry conoció por primera vez a la pieza de cristal bocazas - Draco - Gritó y el rubio se dio la vuelta para mirarle - ¡Tu espejo me está asustando! - Dijo y escondió su cabeza detrás de una almohada para ilustrarlo. Mirando por encima de la colcha, vio a Draco reírse de él, pero con un movimiento rápido de su varita, Draco hizo desaparecer al Sr. Espejo de vuelta al baño.
- Llorica - Dijo Draco, regañándole, pero Harry podía ver que sus ojos reían - Eres aún peor que Medea.
- ¡No lo soy! - Harry hizo pucheros, de mal humor.
- Sí, lo eres. Ahora que he acabado con la pequeña, ¿qué me dices de ponerle un hechizo de sueño, hacerla dormir por dos horas? Eso nos daría tiempo más que suficiente para terminar, ¿qué dices? - Draco le guiñó el ojo a Harry y el moreno sonrió ¡Por fin!
Draco hizo lo que sugirió, y pronto Medea estaba durmiendo tranquilamente otra vez. Harry miraba con ojos grandes mientras el rubio, lenta y provocativamente, empezó a quitarse los pantalones de su pijama. La sangre se le subió a la ingle una vez más, y recordó con claridad que todavía no había sido satisfecho. Sus latidos se incrementaron con cada paso, Harry observaba con impaciencia mientras Draco caminaba a una velocidad de caracol deliberadamente. Cuando por fin llegó a la cama, Harry estaba tan fastidiado que cogió al otro por los hombros y le tiró con fuerza hacia él y atacó su cuello con su boca.
- Bastante impaciente, ¿eh? - Murmuró Draco, pero Harry le calló capturando su boca en un beso febril. Por fin Draco pareció coger el mensaje, y sus manos estaban acariciando suavemente el cuerpo de Harry de forma que nunca había imaginado que fuera posible. Otra vez estaban ensimismados, hasta…
Tock tock tock.
Apartándose, Harry miró perplejo al rubio - ¿Qué fue eso? - Preguntó, pero Draco sólo sacudió su cabeza.
- Lechuza. Ventana. Ignóralo - Dijo entre besos a Harry, y el moreno respondió besándole y pasando su mano por el pecho del otro muchacho. Sin embargo, el ruido no desapareció.
Tock tock tock.
- ¿Quizá deberíamos ver qué quiere? ¿Por si acaso? - Preguntó Harry, pero Draco le inmovilizó.
- No 'Beso' Pares 'Lametón' Te 'Mordisco' Necesito 'Lametón' No 'Beso' Hemos 'Chupetón' Acabado 'Beso' Todavía - Draco movió su boca bajando por el pecho de Harry, jugando con sus pezones de camino. Harry cerró sus ojos de placer y anticipación, pero entonces lo oyó otra vez.
Tock tock tock.
- Draaaaaaco - Se quejó - No puedo, el ruido. Es que, no puedo…
Suspirando pesadamente y mirando con ferocidad a Harry, Draco se levantó - Vale - Murmuró - ¡Abriré la maldita ventana, cogeré la maldita carta, y mataré a esa maldita lechuza! - Dirigiéndose hacia la ventana, tuvo dificultades en abrirla. Después de cinco minutos de forcejeo, cogió su varita y murmuró con enfado un hechizo. Sintiéndose absolutamente homicida cogió la carta de la lechuza y luego prácticamente echó a la pobre lechuza por la ventana. Poniendo la carta sobre la mesa, se apresuró a volver a la cama sólo para descubrir que Harry Potter estaba profundamente dormido.
Dejando salir un grito de frustración y deseo reprimido, Draco concluyó que esta mañana no iba a ser posible. Suspirando decidió tomar el asunto entre sus manos, bajo una ducha larga, caliente y humeante.
Para que no padezcan con la siguiente actualización os informo ya que hasta mediados de la semana que viene no habrá actualización porque me cojo unos días de vacaciones y me voy a Bilbao (9 horas de viaje en autobús) a visitar a una queridísima amiga y desconectarme un poco. Pero os dejo en buena compañía con una de nuestras parejas favoritas y Mr. Espejo.
